¿Quién paga todo esto?

La crónica de las declaraciones de Ignasi Nieto (vean ustedes que se está haciendo un habitual del medio y de los medios) en uno de los dos actos que tuvo hace dos días, uno en la Comisión Nacional de Energía y otro organizado por AEGE, no tuvieron desperdicio. En Prensa Hidráulica, hemos querido seleccionar los mejores pasajes de estas declaraciones, con la referencia cercana del artículo que publicó Miguel Angel Aguilar en el diario El País el martes de la semana pasada, a cuenta de la rebaja de impuestos prometida por todos los partidos políticos (o eliminación de figuras tributarias concretas) en conjunción con el aumento de prestaciones o beneficios sociales (chekes bebé, guarderías, dependencia, etc…) y cuyo título era ¿Quién paga todo esto?, dado que a este excelente articulista, todo esto no le cuadra aunque estemos en precampaña.

La primera de las declaraciones, la del titular seleccionado por la periodista, es que Industria no ‘entrullará’ a la Unión Europea por la sentencia de E.ON. Definitivamente, y afortunadamente para la Comisión Europea, parece ser que nuestro Ministerio de Industria y la Secretaria General de Energía le perdonan la vida. Lo que pasa es que parece lo contrario a la vista de los hechos, que quien había sido reconminado por la Unión Europea era el Ministerio de Industria y las Autoridades Españolas. Curiosas afirmaciones, debe ser que la precampaña electoral de partido y de personas, que no solo se defiende, sino que decide no atacar. Una nueva forma de estilo beligerante. Respirarán aliviados en Bruselas, por tanto con tanta magnanimidad. Porque tras modificar la legislación unos minutos antes de que E.ON presentara su oferta para que la CNE interviniese en el proceso, desestabilizar el sistema de retribución de las eléctricas con las casaciones de oferta y tratar a la alemana enseñándole el camino de salida, parece que no han tenido suficiente. Eso, más los informes de la Comisión Europea sobre las tarifas, el mercado liberalizado, las ayudas de estado a través de la retribución de los grandes consumidores. Helenio Herrera, ex entrenador del Barça: La mejor defensa es un buen ataque.

Del mismo modo, también al ataque, Nieto defendió las tarifas taxidérmicas que ha preparado Industria. En este año, no van a compensar ni la inflación real y el que viene, afirma, permitirá compensar en parte el déficit tarifario. El juego está en utilizar técnicas de sublimación de la materia viva con ellas. Jibarizar los ingresos de las empresas eléctricas por decreto, esto es eliminar garantía de potencia, detraer derechos de emisión gratuitos (¿?), obligando a la vez a las eléctricas un ‘pooling’ obligatorio para compensar y penalizar a las tecnologías no emisoras o utilizar como piedra de Damocles la retribución de la distribución. Teniendo en cuenta la previsible evolución que adelantan los mercados de la electricidad, está claro que es una de las intenciones de este Secretario General de Energía para cuadrar el círculo. En paralelo, aumentar las retribuciones de Red Eléctrica de España, operador de sistema, monopolista en transporte y que entre el resto de las empresas le adelanten la ‘pasta’ el ultimo trimestre, para tenerla en la caja y hacer ‘cositas’ corporativas. Finalmente, disecar la tarifa, momificarla para que permanezca no estable, inalterable, como una extremidad incorrupta, mientras sube el petróleo, los costes, la demanda eléctrica, etc… y todo el mundo vive ajeno a la realidad (como con Franco, por cierto).

Pero además, y en referencia al déficit tarifario, afirmó que los consumidores ‘no pagarán los déficits de ejercicios anteriores’. Dos cuestiones. Primero, qué son años anteriores, en qué período un cargo de la Administración se desdice, se apea de lo que han hecho sus predecesores que son del mismo partido (el volumen principal del déficit es de esta legislatura). Realmente, el déficit que no pagan, es el del año en que lo generan, que es el que les tocaría. En segundo lugar, si no lo pagan los consumidores, lo pagarán los contribuyentes. ¿Los abolirá por el BOE? ¿Es que no lo están pagando, incluso con intereses? ¿Se irán al IRPF y no pagarán los consumidores, sino los contribuyentes? Con el único déficit que está contento el actual Secretario General de Energía es con el de este año, gracias a las coyunturas por todos conocidas: condiciones meterológicas favorables, hidraulicidad y bajo coste de los derechos de emisión (probablemente una cosa, consecuencia de la otra).

El hecho es que para hacer una tarifa, asumible por los consumidores, como demagógicamente afirma la versión oficial en tiempo de elecciones (en realidad tiene que ser asumible por el político o secretario general de turno), se hacen verdaderas perrerías con los intersticios de la tarifa y con los costes a las empresas. Por eso se sostiene una amenaza de control de rentas sobre las empresas o sobre las renovables, en lugar de crear un marco claro para el desarrollo del partido.

Es, por tanto, una lucha desigual, la de la racionalidad económica y el mercado, la estabilidad sectorial, la seguridad jurídica, con la de la demagogia y la falta de capacidad política, las soluciones fáciles y la aplicación del Boletín Oficial del Estado, combinado con el interés espurio de subir la retribución a REE, por otro tipo de afinidades. De hecho, también se recogía de forma generalizada en los medios ayer, el patente castigo al sector energético (periódicamente se produce) en Bolsa a cuenta de decisiones regulatorias, siendo la comidilla de todos los círculos financieros, analistas y expertos de media Europa. Vean como Endesa, con sus nuevos propietarios también responden a semejantes actuaciones.Que nos cargamos la seguridad jurídica, los mercados financieros, la inversión y las empresas, que más da. Que se introduce riesgo de apagones por una ‘pifia regulatoria’ que más da. Solución: se utiliza a los medios para ‘invertir el mensaje’ y culpabilizar a las empresas. O también se vira el contenido del mensaje, como con lo de la Unión Europea y E.ON. El extremo es cuando ya nos parecen normales estos comportamientos por ser partidistas.

Si a los consumidores se les dice desde instancias públicas que no van a pagar las deudas los déficit pasados, pero las están pagando en realidad (con sus intereses y todo). Si se encarece notablemente la financiación del déficit este año, que queda en el alero. Si se elimina el incentivo a la disponiblidad y hay riesgo de apagones por ello. Si cuando una empresa en su condición adquirida de monopolista único tiene incidencias, averías y apagones, se le pretende subir y adelantarle su retribución. Si nos caza la Comisión Europea con ayudas de estado a través de los grandes consumidores y con un Plan Nacional de Asignaciones pensado para los contaminadores. Si el sector de las renovables está siempre pendiente de las decisiones regulatorias y los mercados financieros también. Si se detraen los derechos de emisión gratuitos sin estar previsto y la bolsa castiga duramente un sector por decisiones regulatorias. Si se judicializa un sector clave, embarrándo el terreno de juego. La pregunta es ¿Quién paga todo esto?. Aunque sea con su responsabilidad.

Pocas luces

No deja de ser inquietante el hecho de que se tuviera que cortar el suministro eléctrico el lunes de doscientos grandes consumidores acogidos a tarifa interrumpible, en un momento en que todavía las temperaturas no habían alcanzado su record invernal negativo (no se han encendido ni las guirnaldas navideñas). La explicación oficial que se ha trasladado a los medios es triple: primero, la intersección de las “bajas temperaturas”, con la indisponibilidad elevada de un número de instalaciones de generación, incluidos dos grupos nucleares; la ausencia de viento; y la imposibilidad de que entrasen en funcionamiento varias centrales. Todo ello situaciones que, expresadas así, trasladan el problema hacia dos extremos equidistantes a la generación y a la demanda de energía, como pueden ustedes comprobar. Hay un intermediario que consiguió que se evitase una importante desgracia, Red Eléctrica de España, que ha sido quien ha difundido lo ocurrido y ha aplicado el protocolo de interrumpibilidad de manera impecable.

De hecho, el Secretario General de Energía, en las declaraciones que realizó a la Agencia Efe, trasladó un importante grado de enfado y nerviosismo al respecto, con frases de trazo grueso. Seguramente vio muy de cerca el lunes una situación crítica en el sistema energético de nuestro país, en la que seguramente sería difícil salir dando explicaciones de un apagón, máxime tras lo ocurrido en este verano, cuando logró zafarse de la presión mediática y de la luz del apagón de Barcelona. Son inquietantes sus declaraciones que revelan la cierta posibilidad cercana de ‘caida del sistema’ y sus expresiones consecuentes de dureza (‘es inaceptable’) ponen el acento en la gravedad del riesgo registrado. Mientras Luis Atienza, Presidente de Red Eléctrica de España, más versado en estas lides, parece que le ha querido quitar hierro y asegurar que es ‘improbable’ que suceda.

Lo que es evidente es que hay que estudiar tanto el comportamiento de las centrales, como la gestión de las indisponibilidades y paradas técnicas que se han tenido que realizar, además de conocer hasta el fondo la realidad de una situación de estas características, sus causas y consecuencias últimas. Desde las estimaciones de demanda a las previsiones de operación, previsiones y órdenes dadas, para valorar los posibles puntos críticos y sus responsabilidades cercanas y remotas para identificar lo que no ha funcionado correctamente, se ha confiado alguien o se ha rutinizado alguna actividad.

La Comisión Nacional de Energía tendrá una nueva patata caliente en que ha estado en riesgo la seguridad de suministro, tras el verano del apagón. También en esta ocasión Red Eléctrica de España tiene un papel central como operador de sistema y gestor de la red. Por tanto, ni siquiera la fórmula de expresar el problema: hay un problema de pico de demanda que, con un problema asociado de indisponibilidad de centrales de generación, debe condicionar la investigación de todos los posibles relacionados con este ‘apagón empresarial’.

Y luego, queda la gestión de la tranquilidad de los usuarios y del suministro. No hemos llegado a los momentos más crudos del crudo invierno. El sistema ha estado a punto de ‘caerse’ (el propio Secretario General de Energía, Ignasi Nieto, dixit).

Moraleja: Este tipo de apagones no tienen las benignas comodidades y el atrezo del simulacro. Investiguen todos los puntos críticos y a fondo. ¿Estamos seguros de verdad?

Expertos en política, realidad energética y atrezo electoral

La semana pasada pudimos conocer dos noticias relacionadas con la relación entre los expertos, la regulación y la política. La primera muy relacionada con el sector energético fue la designación de José Ignacio Pérez Arriaga como consejero independiente de la Comisión Reguladora del Mercado Único de Electricidad (Single Electricity Market, SEM) creado por la República de Irlanda e Irlanda del Norte.

Del mismo modo, pudimos conocer como el Partido Socialista Obrero Español había fichado a ‘catorce magníficos’ como apoyo a su programa electoral. Entre ellos estaba Nicholas Stern, autor del prestigioso informe sobre el cambio climático y Helen Caldicott Nobel de la Paz y militante antinuclear. Por si fuera poco, el ex presidente Bill Clinton ha alabado la política medioambiental del gobierno Zapatero, pese al aumento paulatino y continuado de las emisiones de nuestro país.

Sobre este tipo de decisiones, en primer lugar, hay que evitar una respuesta carpetovetónica de ‘que inventen ellos’, aminorando el papel de expertos prestigiosos y reconocidos en la acción política. Por eso, la actitud displicente de Mariano Rajoy en ante este colectivo de expertos no es de recibo. Tampoco la contraria, basado en un cierto papanatismo mediante el cual, la mejor manera de abrumar a los ciudadanos es ofrecerte un ‘portfolio’ de expertos, prestigiados y premiados y que preferiblemente sean extranjeros, para aprovecharse del votante incauto sugestionable por las apariencias (aunque cada vez menos, pues las cuestiones de consumo interno, cada vez alcanzan mayor relevancia).

Lo que si es más importante es valorar si se trata de una cuestión de índole propagandística y publicitaria, propia del ‘atrezo’ electoral que se está conformando de cara a las elecciones de marzo o, por el contrario, va a tener una repercusión más o menos concreta en la realidad social y en las políticas de la Administración. La pregunta es, por tanto, ¿qué hay de cierto en todo ello?

Vayamos por partes, y en ese caso, el primer ejemplo es el de José Ignacio Pérez Arriaga, reputado experto internacional y ex Consejero de la Comisión Nacional de Energía, autor del Libro Blanco para la Reforma de la Regulación del Sector Eléctrico en España, que le encargó el Gobierno en el año 2005, por el entonces Ministro del ramo, José Montilla, y del que nunca más se supo (salvo determinados ‘troceos’, ubicados más en la filosofía que en la realidad como son las ‘emisiones primarias de energía’). Un documento que pasó a un segundo plano. En este caso, también podemos volver a lo que son lugares comunes, eso de que nadie es profeta en su tierra y, menos si la ‘deidad’ no le acompaña y le deja solo.

Del mismo modo, cuando hablamos de cambio climático, con sus expertos y todo, tenemos la virtualidad de los discursos oficiales del Presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero y de la Ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, frente a la actuación del Ministerio de Industria, consistente en modificar cada muy poco tiempo el régimen regulatorio de las energías renovables y en aplicar el Plan Nacional de Asignaciones de aquella manera: como un sistema de control de rentas de las empresas eléctricas y de reducción del déficit tarifario, pero en ningún caso, para mandar señales al mercado en lo que se refiere a cambiar el ‘mix’ de generación de nuestro país (¿para esto hemos ganado una guerra?). Por ello, las energías y tecnologías de emisión limpias pagan a las tecnologías emisoras, en lo que se puede definir como el mundo al revés.

La pregunta es ¿le contarán todo esto a estos expertos para su adecuada información y conocimiento?. ¿Opinarán sobre nuestra intrahistoria, tan importante como nuestra protohistoria? ¿Trataremos a estos expertos como al Libro Blanco?.

La solución en pocos meses.

¿Por qué no te callas?

La frase que el Rey Don Juan Carlos profirió a Hugo Chávez con motivo de su comportamiento insidioso en la Cumbre Iberoamericana, ha dado la vuelta al mundo y ha tenido una repercusión que aún colea en los medios de comunicación, y que seguramente, perdurarán si se mantiene la incontinencia verbal del presidente venezolano, pertrechado por sus petrodólares y por la necesidad de ganar un plebiscito para instalarse en el poder. Es decir, que Chávez está en campaña.

Algo parecido en el sector energético, en una escala menor, pero tan importante para el sector como Chávez, fueron quizá las declaraciones de la presidenta de la Comisión Nacional de Energía, advirtiendo de la apertura esta semana de un expediente sancionador a una empresa de distribución petrolífera por actuaciones contrarias a la competencia. Toda la semana ha sido un trasiego de especulaciones que circulaban en el sector, que ayer tuvo su paroxismo mayor en lo minúsculo de la decisión difundida por los medios en este sentido. Según los teletipos de agencia, la Comisión Nacional de Energía, abriría un expediente informativo a una gasolinera en Jerez de la Frontera (a la que por cierto, se le requieren informaciones en uno de los actos procedimentales que sigue con habitualidad el organismo, y en la propia información conocida). Con lo cual, se ha tratado de desactivar claramente el perfil de escándalo que se preveía. Parece que, en primer lugar, tiene poco que ver con el perfil incendiario de lo ocurrido la semana pasada y que, comparativamente no se corresponde la expectación generada por la declaración mediática de María Teresa Costa, con el resultado de un enorme desasosiego tanto en las empresas como en los servicios técnicos del órgano regulador independiente, asediados por periodistas y empresas ante tamaña señal.

Del mismo modo, ayer el Consejo de Administración de la CNE trató también el informe de los servicios técnicos sobre la necesidad de crecimiento de tarifas hasta en un 30 %. El trasfondo es obvio, como la Comisión Nacional de Energía tiene que asumir su papel de ‘poli malo’ en el asunto de las tarifas, para que al final Industria, decida mantener estables e inamovibles las tarifas con respecto a la inflación, como si la tarifa fuera la tabla del IRPF.

El hecho es que, que este informe se filtrase a los medios de comunicación previamente a su tratamiento en el Consejo, fue algo que escoció especialmente entre los Consejeros en la sesión de ayer. Algo que se unió al estado sectorial generado por el anuncio de la presidenta en TV, en las empresas y en el propio organismo por el asunto de la investigación y sanción a una empresa petrolífera. De hecho, si en el primer caso, las deliberaciones del Consejo se refieren a un proceso informativo a una estación de servicio, en el segundo caso, el del informe sobre las tarifas y las deliberaciones sobre el mismo, los servicios de la Comisión salieron con el encargo de revisar y rehacer parte del contenido. Con lo cual, dentro de unos días puede que se vuelva a repetir este tráfago de información, y de versiones en los medios de comunicación para Administración en campaña, para escarnio de la CNE y beatificación del gobierno, a través del Ministerio de Industria y su defensa ‘apasionada’ del consumidor ‘inconsciente’ de sus costes.

En consecuencia, a veces, parece ser que una de las máximas de los periodistas es ‘no news, good news’. Es decir la mejor noticia es que no hay noticia, aunque pueda parecer que ha defraudado dadas las expectativas generadas desde hace una semana. No obstante, alguien debería evitar que estas cuestiones fuesen pasto de las portadas, tuviesen capacidad de generar inquietud e incertidumbre, sin que se tratara previamente en los medios de comunicación, generando un clima de alarma y preocupación en las empresas, agentes económicos, financieros, consumidores, etc… Desde estas instituciones es preciso información fiel, completa, precisa, explicativa y transparente de estos procesos de indudable impacto en los mercados y sectores económicos, garantizando la seguridad jurídica en las investigaciones que se realizan y la naturaleza pública de los órganos colegiados.

No vaya a ser que se instale el ‘chavismo verbal’ en la acción de la Administración y de los agentes reguladores, porque necesiten una campaña o participen en la que viene. No vaya a ser que alguien tenga que decir en algún momento a alguien «¿por qué no te callas?»

Se reúne el Consejo de Administración de la CNE con motivo del apagón de Barcelona y finaliza el plazo de alegaciones al Plan Nacional de Asignaciones

La semana que comienza, tras este verano accidentado en el sector energético, nos trae dos citas que anticipan un septiembre completo. Por una parte, el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía, se reúne el próximo jueves 23, para valorar el estado de las investigaciones y estudios para esclarecer las causas y responsables del apagón que ocurrió en Barcelona el pasado 23 de julio y que afectó a más de 350.000 abonados. Red Eléctrica, como responsable de la red de transporte y Fecsa Endesa como empresa distribuidora en Cataluña han mantenido públicamente sus discrepancias que les ha servido para echar las responsabilidades del incidente recíprocamente sobra la otra compañía, en distintos foros.

Hasta el momento este grave incidente ha servido para mantener un agrio conflicto político agravado por los problemas en las infraestructuras de transporte, aeropuertos, ferrocarriles y autopistas acaecidos en Cataluña durante este verano. De hecho, la comparecencia en sede de la Diputación Permanente del Parlament, de los presidentes de Endesa y de Red Eléctrica, no sirvió nada más que para aumentar esa crispación y alentar el alineamiento político a su cargo.

No obstante, la intervención de Luis Atienza, presidente de Red Eléctrica de España, no fue especialmente esclarecedora, sobre aspectos relacionados con la fuerte propagación del incidente y con las propias primeras declaraciones de la compañía. Por su parte, los líderes políticos de los partidos del arco parlamentario catalán parece que respondieron siguiendo el guión establecido: fuertes críticas del PSC a Endesa (asegurando que la causa de todos los males provenía de la defensa de Pizarro a la OPA de Gas Natural), Convergencia i Unió que centró sus las responsabilidades en Red Eléctrica de España y el Partido Popular, con Sirera a la cabeza, que aceptó las explicaciones de Pizarro y sondeó a Endesa para que se hiciese cargo de la red de 220 kV.

De fondo, el hecho de que Red Eléctrica de España se haya configurado como transportista monopolista único en todo el territorio nacional, a raíz de la reciente reforma de la Ley del Sector Eléctrico, presuntamente a cuenta de la correspondiente directiva europea, le hace responsable de la red de 220 kV en su integridad (se trata de un aspecto introducido muy tardíamente por el Ministerio de Industria y fuertemente criticado por muchos expertos).

En todo caso, el organismo que preside Maite Costa tendrá que esclarecer el origen del hecho, las causas cercanas y profundas del incidente, los motivos de una propagación semejante y las actuaciones a realizar para que se eviten situaciones de esta gravedad. Un diagnóstico completo de las infraestructuras de transporte eléctrico, sería muy razonable que surgiera de esta investigación. El hecho de que el consejero ponente sea Sebastiá Ruscalleda, también catalán, debería incidir en que, por el bien de los ciudadanos e instituciones de Cataluña, se esclareciesen con certeza, celeridad y transparencia todos los puntos alrededor de este apagón.

Plan Nacional de Asignaciones

De otro lado, el día 25 de agosto concluye el plazo de alegaciones al Plan Nacional de Asignaciones elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente (RD 1030/2007) que fue publicado tras el Consejo de Ministros monográfico dedicado al cambio climático y al medio ambiente. Dado que el sector energético, absorbe el 50 % de estas asignaciones, este mecanismo es especialmente importante para este sector. Si además, se añade la fuerte desproporción entre los distintos tipos de instalaciones, carbón y gas natural, se configura una ‘herramienta’ nada inocente en manos de las autoridades energéticas y ambientales, que precisamente no obedece a criterios de preservación del medio ambiente y de ‘disminución de los Gases de Efecto Invernadero (GEI).

Así, el Plan Nacional de Asignaciones español, fue fuertemente criticado por la Comisión Europea, debido a la fuerte desproporción que existía entre las asignaciones a las instalaciones de generación de ciclo combinado (gas) frente a las plantas térmicas (carbón) y por el uso (intensivo) de los Mecanismos de Desarrollo Limpio. Esta discriminación hizo apreciar a los responsables de la Comisión Europea, la conformación de una posible ayuda de estado hacia el sector del carbón. Por su parte, en el ámbito nacional, el Plan ha sido fuertemente criticado por las empresas que tienen una parte de generación importante en instalaciones de ciclo combinado, como son Iberdrola y Gas Natural.

En esta semana, en Energía Diario, seguiremos los trabajos y resultados de la Comisión Nacional de Energía en el incidente de Barcelona, así como haremos un análisis prolijo a las objeciones al Plan de Nacional de Asignaciones y de la relación entre el Ministerio de Industria y Medio Ambiente en esta cuestión.

No es eso, no es eso

La comparencia de ayer en la Diputación Permanente de la Generalitat, nos ha dejado un espectáculo ‘ya visto’. No por menos que anunciado (las primeras declaraciones del tripartito ya apuntaban formas) no deja de sorprender. Lo que nos confirma, que la campaña no cesa. Un PSC alineado (y sus aliados mediáticos) y mucho más duro con Pizarro y Endesa, en toda la cuestión de los apagones. La campaña que no cesa. Por otro lado, Convergencia i Unió mucho más incisiva con Red Eléctrica de España y Luis Atienza. Provocación con inteligencia en el Partido Popular de Cataluña, sondeando si Endesa se haría cargo de la red de 220 kV.

Manuel Pizarro esgrimió que la red de transporte de Cataluña no está suficientemente ‘mallada’ (no hay múltiples alternativas para garantizar el suministro). En todo caso, hizo el discurso de un gestor, de alguien que conoce los entresijos de las redes y de sus trámites. Luis Atienza, hizo el discurso de un político, de un ex Ministro, volvió a la simplificación, el cable que cayó sobre la estación de Collblanc era de Endesa. La felonía está identificada y todo resuelto, unido al mal mantenimiento. Así, ya no son necesarias, muchas más explicaciones de porqué se propagó a la estación de Maragall, ni de porque fallaron las protecciones. ¿El suministro eléctrico de Barcelona pende de un cable? Que lo aclaren, porque las explicaciones fueron muy escasas.

Vuelta a los frentes

El problema es que la cuestión de las infraestructuras de transporte de Cataluña no se puede resolver por la vía del partidismo. Ni poniéndose la bufanda del hincha de una parte o de otra. Los ciudadanos catalanes exigen respuestas serias, identificación de los problemas y de las soluciones necesarias.

Como venimos anticipando desde Energía Diario, es preciso que se investiguen las causas cercanas y profundas de este apagón. Las causas de su propagación tan intensa y de su extrema afectación a la ciudad condal. Son cosas diferentes en esta cuestión. Necesarias las tres también para tres objetivos o finalidades: saber los responsables y las causas, saber como se restaura la situación y saber como se evita que se produzca nuevamente.

Es preciso por tanto que la Comisión Nacional de Energía, haga su trabajo con la voluntad de resolver este problema, con la mayor transparencia y, por ello, no con el fin de hacer un favor a alguno de los posibles responsables en cada una de estas cuestiones. Son dos empresas, Endesa y Red Eléctrica y administraciones en la Generalitat de Convergencia i Unio y del PSC, y del PP y del PSOE en el Gobierno central las que han venido gestionando esta cuestión a lo largo del tiempo, y es preciso conocer los pasos de cada empresa y adminsitración que han podido hacer llevar a esta situación, en función de sus misiones, cometidos y responsabilidades.

El objetivo debe ser que haga un favor a los ciudadanos catalanes, poniendo orden y luz, nunca mejor dicho. Que el responsable de la investigación sea Sebastiá Ruscalleda y que la presidencia sea de Maite Costa, deber constituirse en un elemento de responsabilidad con la situación y con sus conciudadanos. Esperaremos al 23 de agosto, en la reunión extrordinaria del Consejo de la CNE, a ver si esta vez arroja más luz.

Todos los hombres del presidente

Tras la decisión del presidente del gobierno de que no exista subida de tarifas eléctricas para los consumidores domésticos, el Secretario General de Energía, Ignasi Nieto, hizo unas declaraciones en Radio Nacional de España (también publicadas por el diario El Economista) en las que anunciaba su adhesión a la decisión tomada por el presidente del Ejecutivo, en la medida que primaba ‘no perjudicar a los consumidores’ frente a la reducción del déficit tarifario.

Echó nuevamente la culpa al pasado de los “platos rotos,” que ahora deberían pagar los consumidores: vajilla, más que platos, en los tres últimos años en los que se “enchufa” a ese déficit casi 3.000 millones de euros. También reconoció que el consumidor lo pagará (en catorce o quince años) y lo pagará caro, puesto que le añadirá intereses al principal. El problema es que a fuerza de incluir déficit cada año, cada vez los cómodos plazos de su financiación son mayores en nuestro recibo. Segundo, que los consumidores no lo saben, y siguen consumiendo igual, aumentando el déficit de este año. Un círculo vicioso.

La verdad es que el cambio de rumbo del Secretario General de Energía ha sido muy rápido con respecto a su propia propuesta inicial. Podremos estudiar posibles razones de que esto haya sido así, en la medida que Nieto no nos tenía acostumbrados a tal grado de flexibilidad: sólo es preciso ver la defensa de la modificación de las renovables o de la retribución de los activos gasistas. Incluso la propia reacción que tuvo en el momento en que el Consejo de la Comisión Nacional de Energía devoró su propuesta de tarifas, mostró a través de sus actos reflejos su clara disconformidad con la escabechina.

Una primera posibilidad de esta transformación es obvia: la propia de los ‘galones’. Carta mayor puede sobre carta menor y, lo mejor, visto el panorama, es ponerse delante de la manifestación, incluso por delante de su jefe, el ministro Clos, cuya tímida defensa de la reducción del déficit tarifario no le ha valido de nada. Así, Nieto puede hacer oposiciones para entrar en la órbita mental del Presidente, tras más de un desencuentro, sobre todo el tema de las renovables.

Una segunda alternativa es que, en realidad, lo que han cambiado han sido unos porcentajes. En el fondo ¿qué es eso? La misma solución que aplicó él, cuándo le fueron devueltas las tarifas de los activos gasistas en diciembre, cambiar la diferencia del tipo de interés en que se calculaba su retribución (consecuencia: fuerte caída de la empresa titular de redes gasistas). A cambio, y gracias a Zapatero, ha encontrado una forma legitimada de ‘calzar’ todo el decreto, con sus operaciones bilateralizadas con precio de 49,23 euros y todo eso, obviando las críticas de la CNE en el dictamen de sus servicios técnicos y en la decisión del Consejo de Administración. Ha hecho un buen negocio estratégico: otro se quema por ti (quién mejor que el Presidente, en este caso) y además se lleva el gato al agua y además se bendice con la palabra consumidor.

La última especulación, es que se trate de una dinámica orquestada, una especie de interpretación a la que estamos asistiendo (escarceos de Economía e Industria y decisión final política). Esto lo acreditaría, puesto que ya van dos veces que desde Moncloa se aborta o se modifica el cambio de tarifas y la verdad, la convicción de los Ministros del ramo en que esto ha bajado considerablemente en la defensa de esta medida.

En todo caso, podríamos pensar que hubiera sido en este caso más elegante un silencio de Nieto tanto hacia el Ministro, hacia Economía, como para sí mismo y su credibilidad. De esa forma, guardaría las formas y no causaría una impresión de fervorosa conversión, detrás de la estela del Presidente. O moderaría su satisfacción por el quiebro al Consejo de la CNE.

Tarifas, falacias y talantes

«En las polémicas ocurre lo que en la medicina, nadie persigue los errores, sino los malos resultados. (USO DE RAZÓN. DICCIONARIO DE FALACIAS. Ricardo García Damborenea)»

Cuando los argumentos no se construyen para extraer conclusiones adecuadas y se emplean de forma aparente con el fin de manipular un hecho o una situación, nos encontramos ante una falacia o un sofisma, término que acuñaron los griegos para identificar los argumentos engañosos. No se trata de que se profieran mentiras pero sí una construcción distorsionada de forma interesada.

Tal y como recogemos hoy en Energía Diario, el enfrentamiento por la propuesta de tarifas que remitió el Ministerio de Industria desde la Secretaria General de Energía de Ignasi Nieto y la Comisión Nacional de Energía, ayer supuso una importante catarata de declaraciones al respecto. Solbes, Costa, Nieto y el propio Fernández Ordóñez, que también se refirió a las tarifas, aunque para valorar el poder inflacionario de la misma.

En su caso, Solbes volvió a destacar que la ultima palabra en materia de tarifas la tiene el Gobierno, dejando la puerta abierta a que se apruebe la normativa de Industria, sin contar con las recomendaciones de la Comisión Nacional de Energía. Por tanto, volvió a incidir en el carácter político de la tarifa, sacándolo de la esfera de lo económico. Suponemos que querría evitar que su homónima Fernández de la Vega se le adelantase como en diciembre en el momento en que se fijó la tarifa eléctrica de este ejercicio y situó la subida en términos políticos. Posteriormente, puso otra vela en otro altar, esta vez reconociendo que la política de déficit tarifario y de elevar la carga a los consumidores futuros no es sana y que hay que recuperar el tiempo perdido. Ninguna apreciación del Vicepresidente sobre la ‘forma’ de calcular el déficit en las operaciones bilateralizadas del año 2006, sobre la eliminación de las penalizaciones tarifarias a los consumos excesivos, sobre la asimetría tarifaria entre consumidores domésticos e industriales y, consecuentemente, sobre las señales económicas que todas estas cuestiones trasladan tanto a los consumidores como a los mercados.

Por su parte la presidenta de la CNE, María Teresa Costa, quiso echar agua al fuego y negó tensiones con el Ministerio de Industria, aunque se reafirmó en la falta de datos (carencia de memoria económica, como denomina este organismo en sus comunicados y deliberaciones) para poder aprobar la tarifa eléctrica.

Otra falacia ha sido el tratamiento ‘comunicacional’ que ha tenido esta cuestión, en el que se recoge que ‘la Comisión Nacional de Energía ha aprobado las tarifas eléctricas’. En realidad, lo que se produce en la sesión del pasado lunes por la tarde es que el Consejo de la CNE, aprueba un Informe de sus servicios internos que cuestiona de forma importante numerosos aspectos de la propuesta de tarifas que recibe de Industria y, además, añade graves cuestionamientos a la totalidad por parte de los consejeros.

En todo caso, de todas las declaraciones de ayer el más ‘eléctrico’ fue Ignasi Nieto, como era predecible. Empezó suave: “las críticas de la CNE forman parte del juego democrático”. Pero enseguida pasó al ataque, ya que preguntará al regulador que aspectos de la memoria económica no le gustan, de forma que aseguró que ‘les preguntaremos como la quieren’. También indicó que es saludable que los reguladores independientes critiquen las decisiones políticas. En lo que sí parece que hay coincidencia en el gobierno es que la determinación de la tarifa, o de los precios del mercado eléctrico, son cuestiones políticas. También se refirió a la independencia ‘concesional’ de la CNE (otro término falaz) que administrará paso a paso, dándole mayor capacidad para que proponga cosas: tarifas, subastas y eso.

Quizá lo más grave fue eludir la responsabilidad sobre el déficit tarifario, amparándose en errores del pasado desde el año 2000 (los platos rotos del 2000). Incurre el Secretario General de Energía en otro argumento falaz (falacia por conclusión desmesurada). Cada Gobierno y Administración, tiene capacidad plena de evitar el déficit tarifario y, por tanto, es responsable de su déficit. Sólo tiene que trasladar en cada ejercicio (ahora cada trimestre) los costes de generación y configurar lo que los expertos denominan ‘tarifa aditiva’ (que quiere decir, suma de todos los costes energético, ahora es una tarifa política con el tope que fija el gobierno por kW). Esta cuestión no es nueva. Es más, seguramente, esta responsabilidad alcanza a cada Ministro o cada Secretario General de Energía, con la aquiescencia o no, del Ministerio de Economía o del Presidente del Gobierno, según proceda. Y, si además, se comparan los importes del déficit de estos años, los grandes montantes, de muchas mayores proporciones del déficit dados los costes de generación energética, se han producido en estos últimos tres años, algo que no resiste ni la comparación. Es una cuestión de que primen o no los argumentos políticos (haya voluntad o valentía política en cada momento) a la hora de decidir el importe de la tarifa eléctrica, reconociendo que la sequía y la elevación de los precios del petróleo, se han producido en estos tres últimos años pero no se han querido trasladar a los consumidores.

Probablemente, con este acto reflejo Ignasi Nieto confirmó todo lo que circuló en los medios de comunicación ayer: que hay tensión entre Comisión Nacional de Energía y Ministerio de Industria y que su ‘talante’ no digiere bien las críticas, algo que confirman sus cercanos y dentro del sector. Aunque, en el fondo, es la solución razonable para el gobierno: que en esta cuestión se ‘queme’ únicamente el Secretario General de Energía, evitando convocar a más turbamulta a esta ceremonia.

Queda por pensar, o anticipar, que va a pasar en próximas subidas trimestrales. Si van a seguir esta tónica tan emocionante. O cuando coincidan con otras elecciones municipales o autonómicas, con las generales, con la vuelta a presidio de De Juana Chaos o el Giro de Italia por poner solo unos ejemplos. Se prometen emociones fuertes.

Como ven día de argumentos falaces, uno tras otro, y de que se desvelen los talantes entre los pliegues de las declaraciones. Lo que pasa es que la realidad económica no es una confrontación de argumentos para ganar en los titulares.

La CNE no sale del armario

En términos de comunicación, vivimos tiempos de ‘outing’, de lo que se denomina salir del armario, de que la transparencia traslade al escenario público, de una forma cada vez más abierta, los comportamientos personales y empresariales. Parece que de esta nueva realidad no se ha hecho eco la Comisión Nacional de Energía, resolviendo de una forma muy triste su oposición a la reforma de la Ley del Sector Eléctrico, en la que casi no ha tomado ni arte, ni parte.

Hace quince días, todos los miembros del Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía suscribían un acuerdo contra la reforma de la Ley del Sector Eléctrico que estaba tramitando el Parlamento. El acuerdo se recogió casi como un acertijo en la nota de prensa posterior al Consejo, no haciendo mención en ningún caso a la Ley que en esos momentos volvía al Congreso procedente del Senado.

En su acuerdo los consejeros urgían a los representantes políticos tres inquietudes de particular relevancia, tras el texto acordado por el PP y el PSOE en el Senado. En primer lugar, la CNE se mostraban en contra de la supresión de la mención expresa a los “criterios de seguridad, regularidad y calidad de los suministros”, en virtud de los cuales podría justificarse la falta de capacidad como motivo suficiente para denegar el acceso a las redes, afectando a este derecho en el sistema eléctrico como garantía del uso no exclusivo de las mismas.

En segundo lugar, también se mostraba en contra de la modificación legal del régimen de acceso al tránsito de energía por redes ajenas, de forma que la Comisión entendía que el Proyecto mermaba este derecho reconocido con carácter general a los sujetos del sistema eléctrico.

Finalmente, también se mostraba contraria a que la ley atribuyese ser monopolio único a RED ELÉCTRICA DE ESPAÑA S.A (hoy empresa privada) como operador del sistema, gestor único de las redes de transporte y transportista principal, para atribuirle el derecho para ostentar la titularidad de todas las redes de transporte.

Ni en el apartado de Comunicados de Prensa, ni en el de Ultimos Informes y Publicaciones, se incorporó este posicionamiento de los Consejeros (referencia 44/2007), siendo las dos secciones en las que se puede seguir la actualidad (los informes son consecutivos) de las publicaciones y decisiones del regulador. Más tarde, concretamente el día 12 de junio, se publicaba esta declaración, que reproducimos en esta noticia, en la web del organismo. Su ubicación, el Catálogo de Publicaciones de la CNE, en la búsqueda por criterios cronológicos.

Teniendo en cuenta que la ley se iba a aprobar el día 14 de junio, es lógico pensar que una declaración realizada o conocida dos días antes y por la puerta de atrás, evidencia una actitud farisea: poco efecto público y político se puede conseguir con unos procedimientos tan silentes. De hecho, no hay medio de comunicación que se haya hecho eco de una cuestión de evidente relevancia informativa, como un posicionamiento contrario de un órgano regulador y un llamamiento a los grupos políticos.

Por tanto, poco puede hacer una posición timorata de estas características a la hora de ganar la respetabilidad que un órgano regulador se merece. Parece como si la CNE guardase muchas precauciones a la hora de mostrarse contraria a los designios políticos. La alternativa a que haya sido de forma deliberada por guardar estas precauciones sería otra muchísimo más grave para la institución y se califica por sí sola. Peor que la censura es la autocensura.

¿Se lo habrán enviado por este conducto a los representantes políticos, tal y como era su intención? Es necesario que los consejeros de la CNE hagan ‘outing’.

(Para llegar a visualizar este informe desde la web, puede Vd, seguir lo siguientes pasos. Entre en la web de la Comisión Nacional de Energía. Vaya al apartado Catálogo de Publicaciones. Pulse en Acceso Cronológico. Verá una pantalla en la que podrá elegir el año. Por defecto, está el año 2007. Pulse aceptar y le saldrán los últimos informes publicados. Ahí podrá ver este acuerdo.

También puede pulsar el siguiente link: http://www.cne.es/cne/Publicaciones?accion=0&id_nodo=111 o descargárselo de esta noticia. Podrá comprobar también la nota de prensa, difundida por este órgano.)

Independencia ‘chic’

Al parecer, la operación rehabilitación de la Comisión Nacional de Energía pasa por la rehabilitación de su presidenta, oculta en los medios de información desde la salida de Manuel Conthe, para evitar exposición al fuego cruzado de la política cuando más arrecia. Por ello, esta entrevista, página completa, fotos en primeros planos o plano corto con movimiento de manos, representando acción. En la entrevista, la presidenta aparece sin el traje a rayas que tanto la caracteriza y que es tan comentado fuera y dentro del regulador. Finalizando con la crónica rosa de la entrevista, se ve un esforzado equilibrio tanto en la ropa como en los complementos, para reflejar esa perspectiva de mujer actual, profesional y sofisticada a la vez.

En general, una entrevista de guante blanco (de látex), en exceso superficial para la complejidad del sector, la situación regulatoria actual, la realidad empresarial, el conocimiento que se le supone por su condición de académica y la experiencia de los dos años al frente del organismo. Una referencia por comparación, en sentido contrario es la entrevista que hace unos días dedicó el diario El País a Reinaldo Rodríguez, presidente de la CMT, dónde si trató los temas con concreción y conocimiento necesarios de su sector, y donde si se apreciaban objetivos de comunicación claros, más allá del propio autobombo de su presidente.

La entrevista aparece el mismo día, en que el Congreso de los Diputados aprueba la reforma del sector eléctrico, dónde este órgano regulador queda como estaba, sin más funciones en materia de tarifas y con la misma subordinación al Ministerio de Industria a efectos de recursos administrativos. Además, la semana anterior el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía aludió lacónicamente en su comunicado de prensa a su disconformidad con estas reformas, sobre todo en la medida que afecta a la liberalización, y a las limitaciones que la nueva regulación en materia de transporte y acceso a la red puede suponer. Para ello, está el premio de consolación: el anuncio de un decreto de tarifas que aumenta el papel de la CNE en la determinación de las tarifas, pero que continua otorgando a Industria la ultima palabra. Ocasiones, si tenía, siendo un diario económico el medio, para utilizar el sustantivo más que el adjetivo.

En ese contexto, Maite Costa, con poca convicción, habló de independencia en su entrevista, en una visión ‘buenista’ y casi ‘naif’ de esta palabra tan bonita, pero en la que profundizó muy poco (la mayor parte de la entrevista es estilo indirecto y, en todo caso, Costa iguala el valor de la independencia al del suministro). Teniendo en cuenta que la independencia es un valor relativo, por cuanto se ejerce frente a alguien: presiones del gobierno, empresas, grupos de presión, etc…, no señaló a nadie con el dedo y, evidentemente, no quiso molestar a nadie con sus declaraciones, eso sí.

Por otra parte, son extremadamente importantes los silencios y los temas arrinconados. Se echa de menos una mayor referencia actualidad legislativa y regulatoria, a la configuración de los mercados de la energía y los hidrocarburos, al estado de la industria, a las reformas pendientes en estos sectores y al papel del regulador en el mercado y a su relación con el Ministerio de Industria y con la Secretaria General de Energía. Subastas de energía, grandes consumidores, déficit tarifario, localización de la generación,… temas de enorme actualidad para que se pierdan en el vacío más rayano en el ‘nihilismo extremo’. En suma, se pueden identificar tres grandes carencias en la entrevista: el pasado, el presente y el futuro de la energía, con una ausencia completa del modelo energético y de los mercados.

Cuatro maldades finales: el barómetro interior que la presidenta tiene para valorar el estado del sector eléctrico, el Tiepi (un indicador que mide la disponibilidad de la red eléctrica, algo así como para valorar el funcionamiento del mercado de hidrocarburos que se mida el número de días de desabastecimiento de las gasolineras ¡en pleno siglo XXI!). La segunda maldad, como Costa reivindica su carácter profesional, en un ejercicio de provocación de la amnesia colectiva para olvidar su origen político y parlamentario. La tercera, la amenaza que realiza de realizar política energética exterior en la reunión de los reguladores latinoamericanos a cuenta de los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL). Tengan miedo, mucho miedo. Y, la ultima, la más divertida, esa admonición de que ‘será la gota malaya de los que hacen las leyes’. Que terror para Ignasi Nieto.

En suma, una entrevista ‘chic’, en la que todavía no sabemos que nos quería decir.