Un enfrentamiento pueril y trasnochado

La denuncia ante el Tribunal de Luxemburgo por parte de la Comisión Europea con motivo de las condiciones que la Comisión Nacional de Energía fijó a la alemana E.ON es una de las cuestiones que por anunciada no puede dejar de sorprendernos. Hay que reconocer que ha llovido mucho desde esa decisión, y que hoy este terreno de enfrentamiento con las autoridades comunitarias aparece completamente pueril. Seguramente nuestras autoridades deben ser más selectivas respecto a dónde sitúan estos escenarios de confrontación a nivel europeo, sobre todo a la vista de todas las cuestiones que se han venido produciendo a posteriori en el propio proceso en torno a las operaciones corporativas a Endesa.

Reconozcamos que el ‘europeísmo’ puro de oliva del que hace gala nuestro país no es lo que ha primado a la hora de seguir este ‘tour de force’ sostenido en el tiempo, pero seguramente tampoco los argumentos prácticos para eludir un conflicto que hoy parece bastante inane, se han tenido en cuenta en este ‘sostenella’ y no ‘enmendalla’ que parece ha sido la directriz de este proceso.

En primer lugar, por los propios términos en los que se han quedado finalmente las controversias con la Unión Europea en este caso. Una vez reducidas inicialmente las condiciones que el órgano regulador a raíz del aumento de sus responsabilidades de acuerdo con el decreto, hay que reconocer que quedan únicamente cuestiones menores, como son obligar a E.ON a mantener la marca Endesa durante cinco años (¿?); no vender en ese plazo los activos eléctricos fuera de la España peninsular; utilizar sólo carbón de producción nacional para las centrales eléctricas, y no adoptar decisiones estratégicas que puedan afectar a la seguridad del suministro contrarias al ordenamiento legal español. Cuestiones que además se ven condicionadas por motivos técnicos o regulatorios para cada decisión, o son difícilmente sostenibles desde el punto de vista de la seguridad, y menos el mantenimiento de la marca, que nos devuelve a una visión romántica del españolismo.

En segundo lugar, porque la aparición de un nuevo actor, también comunitario, como es Enel (participada en un 30% por el estado italiano) puede evidenciar una actuación poco simétrica por parte de nuestras autoridades en breve plazo, si no lo está haciendo ya como se transparenta en las declaraciones de nuestros responsables políticos lamentablemente. Y, es que, parece ser que su entrada va a ser, por lo que se ha podido leer y escuchar incluso en los lapsus, todo puertas abiertas: un proceso rápido y ligero (parece que incluso un poco atropellado) para que se autorice la operación sin contraindicaciones, se ajuste la lista de operadores principales y todo el trámite administrativo y regulatorio resulte muy fluido y dure alrededor de dos meses (aunque se haya demorado ya en su primer paso en la CNE). Contrasta con el proceso seguido en el caso de la OPA de E.ON, que no ha sido un lecho de rosas, a pesar de que la germana ha evitado todos los charcos posibles, catenaccio incluido. Preguntas como ¿Habrá 19 condiciones a Enel? ¿Se seguirá llamando Endesa lo que resulte? ¿Cómo se aplicará la doctrina Rato, también cuestionada por las autoridades europeas, en materia de derechos políticos a la italiana dado su carácter de pública? ¿Cómo acabará el tema de Viesgo, toda vez que existe urgencia para que deje de ser operador principal?, son solo las primeras que nos podemos realizar y que podrían sacarnos los colores de no ser equilibrados y equidistantes, algo que parece no estar garantizado.

Y, en tercer lugar, quizá por razones de principios y motivos más generales (el fuero y el huevo): porque la tentación de cambiar o interferir en la regulación en medio de cada partido, en función de cómo se prevé el resultado y de los intereses en juego, parece ser una cuestión de difícil renuncia para un gobierno en su actuación. Esta forma de comportamiento es intrínsecamente insana y perjudicial para el correcto funcionamiento de las instituciones y de los mercados en la medida que fomenta las actuaciones discrecionales, la politización de cuestiones económicas y empresariales y la intervención estatal, en asuntos que deberían estar garantizados por regulaciones estables y sin atisbo de dudas o veleidades oportunistas.

Otra cuestión son las actitudes de las propias autoridades en liza. Un cierto desdén desde nuestras autoridades en atender los requerimientos de la administración Comunitaria. Y también puede ser que por parte de la Comisión Europea se esté actuando sin las necesarias simetrías ante situaciones semejantes con otros países y otras empresas, ante situaciones parecidas, dónde existen también otros comportamientos muy cuestionables relacionados con la libertad de movimientos, capitales y establecimiento en el espacio de la Unión. Un ejemplo es el caso de E.ON y Rhurgas, dónde debería ser tan celosa como en el caso español.

En todo caso, todo indica que este enfrentamiento en los tribunales de justicia europeos nos lo podíamos haber ahorrado, que tiene una utilidad muy limitada y que los acontecimientos confirman, que la realidad de lo que ha pasado posteriormente, va más rápido que la regulación y los procedimientos jurídicos, superando la ficción más imprevisible.

Si hubiéramos sabido que la retroactividad era esto…

La ‘fumata blanca’ que se ha producido con motivo del acuerdo con las empresas eólicas a cuenta de las negociaciones para resolver el conflicto generado con este sector durante el proceso de modificación legislativa del R.D. 436/2004, merece ser analizada con detenimiento y en sus distintas perspectivas.

En primer lugar, desde el punto de vista de su propio contenido y frente a la propuesta elaborada inicialmente por Industria el cambio es radical. Podemos afirmar que de la propuesta que la Secretaria General de Energía dirigió a la Comisión Nacional de Energía al proyecto remitido anteayer al Consejo de Estado, existen cambios sustanciales y profundos.

Instalaciones existentes

En primer lugar, se trata de un proyecto que es irretroactivo de facto. Así, cualquier instalación que haya sido puesta en marcha en 2004, 2005, hasta hoy, mantiene su situación retributiva actual completamente similar a la vigente, sin ningún cambio hasta el año 2013. Tampoco existirá ni suelo, ni techo en este período para las instalaciones en este período ‘transitorio’ (recordemos que en la propuesta inicial, en el período transitorio también operaban ‘techo’ y suelo’. Y, el nuevo decreto, entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2008, tal y como preveía el anterior R.D. 436/2004, garantizando que se cumple su vigencia plena, dado que sus modificaciones deben operar cada cuatro años.

Instalaciones nuevas

Para las instalaciones nuevas, se fija un ‘techo’ y un ‘suelo’ de 87 Euros y 73 Euros respectivamente, frente a los 83 Euros y 67 Euros respectivamente. La prima que recibirán las empresas eólicas pasa de 17 euros, según la propuesta enviada a la CNE a 30 euros (casi el doble) y finalmente, la retribución de las instalaciones a tarifa a partir del 2008 se fija en 75 euros, frente a los 73 actuales.

Otras lecciones que nos ha podido dar este proceso es que su interpretación es muy diferente dependiendo del medio de comunicación en que se trate la información. Cinco dias destacaba en su edición del jueves pasado, que el Secretario General de Energía, “lograba mantener la polémica retroactividad” utilizando incluso la palabra ‘triunfo’, frente a Expansión y El Economista que se hacían eco del Pacto entre el Ministerio de Industria y el sector eólico de una forma mucho más equidistante para la actual administración.

En todo caso, se puede calificar esta solución de muy razonable en todos sus términos como valoran las propias fuentes del sector, por lo que es necesario colegir que la mejor forma de negociar una reforma es que uno haga suyos los argumentos de sus contrarios. Comprueben ustedes mismos, a la luz de estas cifras y de las informaciones que han podido conocer a través de Energía Diario y de lo enconadas que eran las posturas durante este período desde la Secretaria General de Energía, muy radicalizadas, explicitas y publicas en todos foros, sobre todo a raíz de la aprobación del informe desfavorable de la Comisión Nacional de Energía. Valoremos este acuerdo como un ejercicio de flexibilidad, por razonable y necesario en la medida que otorga garantías jurídicas y estabilidad, algo muy necesario para la inversión. Sea bienvenido. Si hubiéramos sabido que retroactividad era esto…

Un triunfo de la racionalidad.

Una jornada particular

La jornada de ayer fue verdaderamente excepcional en lo que se refiere a la información económica, con motivo de los distintos episodios de la OPA de E.ON a Endesa, y la posterior irrupción del binomio Enel-Acciona en el escenario. Si no fuera por que llevamos detrás de todo este asunto un año y medio, que lo que se está jugando son cantidades desorbitantes de dinero en las operaciones, que hay un número importante de accionistas detrás, que además se trata de la propia configuración del sector eléctrico español y europeo y sus empresas, podríamos decir que se trata de una ceremonia de la confusión alentada con no se qué motivos oscuros: el de ocultar algo o de desviar la atención sobre algo.

La jornada nos sigue dejando interrogantes en un proceso lleno de interrogantes, dudas y puntos oscuros. En primer lugar E.ON ha comenzado una cruzada jurídica tanto a nivel nacional con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como con el regulador norteamericano (SEC). Hasta ahora el gigante alemán no se había utilizado la estrategia jurídica en todo este proceso, lo que supone dar un salto cualitativo en las formas elegantes que había empleado la empresa germana. Y aquí la pregunta es: teniendo en cuenta la posible evolución del proceso de aceptación, ¿se puede aventurar que en este último giro se han deteriorado las posibilidades de éxito de E.ON?

En segundo lugar, y esta es la gran pregunta, la palabra es concertación. Concertación significa que dos o más se ponen de acuerdo para hacer algo. ¿Qué opinarán los reguladores de los mercados de la propuesta futura de E.ON y Acciona, que comunicaron ayer en el transcurso de los acontecimientos? Hubiera podido ser una propuesta simplemente de carácter privado, pero su publicación, lógicamente también pretende interferir en el proceso de aceptación de la OPA.¿Qué nos deparará este episodio en las instancias nacionales e internacionales?

La tercera gran pregunta es si será suficiente ese euro de diferencia entre las dos ofertas las de E.ON y la de Enel-Acciona. Suficiente para E.ON descontando el tiempo y el riesgo de demorar la decisión de venta hasta la OPA de Enel y Acciona en septiembre y su consiguiente tramitación ante órganos reguladores y de competencia. O será suficiente para Enel y Acciona en sentido contrario, una vez que se había filtrado una posible oferta a 42 Euros por acción y que parece que esta última ha sido más moderada. ¿Servirá para decantar la balanza de uno de los lados?

¿Es este el preludio del último ‘round’?

Opa ‘a la española’ con ‘catenaccio’ en el último minuto

Lo de Endesa -es decir la opa- está que arde. A menos de una semana para el final –teórico- nada está decidido. Como ayer ya apuntábamos, respecto a la reunión entre Prodi y Merkel, el desconcierto es total y los actores, que nunca han tenido muy claro el guión de esta extraña película, no tienen ni idea de cómo hacer para conseguir el «final feliz» que les prometió el presidente del Gobierno.

La noticia de una posterior opa conjunta de Enel y Acciona, tras la finalización de la de Eon, sacude por «enésima» vez el panorama de la opa. Los actores necesitan un apuntador, porque el guión cambia a cada momento. Algunos prefieren dejar su actuación para más tarde, lo que parece inteligente, en una OPA que parece que se resolverá al ‘sprint’ en el ultimo momento. Ayer, Caja Madrid aplazaba su decisión hasta el próximo lunes. Signo inequívoco de que el río estaba revuelto y que todavía podía haber muchas sorpresas. Por la tarde se conocía la intención de Enel y Acciona de lanzar su opa a un precio de 42 euros.

La opa de Endesa ya no da para un caso de estudio en escuela de negocio, se queda corto, necesita al menos un curso entero. Curso de opa ‘a la española’. Tiene todos los ingredientes: drama, misterio, y hasta un poco de comedia.

Intentar sacar conclusiones de las reuniones mantenidas entre los implicados no lleva a nada. Analizar las declaraciones menos aún. Escenificación y mantenimiento de las apariencias, han sido las claves.

La próxima semana será decisiva. La más perjudicada Eon. La aceptación de su oferta, a punto de finalizar el periodo de aceptación, logicamente se verá resentida. Los 42 euros que podrían ofrecer Enel y Acciona, son muchos euros. Los que han esperado hasta el último momento, como Caja Madrid, podran tener premio extra. Por lo pronto, el proceso de aceptación recibe un revés de proporciones considerables.

El mosqueo en Dusseldorf puede ser monumental. Esto solamente puede pasar en España, con ayuda del «catenaccio italiano», y en el último minuto. Importante no olvidar que “Spain is different”.

Signos de normalización en el problema de la energía eólica

La noticia de que los representantes de las empresas eólicas y la Secretaria General de Energía han retomado sus conversaciones, y que al parecer van por buen camino, es positiva para la normalización de una situación que había llegado casi a un punto sin retorno. Por tanto, los motivos que hayan concitado a este diálogo (posición pública del presidente del Gobierno, compromisos políticos a nivel nacional, papel de la Unión Europea de intensificar la generación por renovables, anuncios de los grandes operadores, Iberdrola y Acciona, de dejar de invertir en generación eólica en España,… han podido atraer, los movimientos paralelos en torno a la OPA o incluso la oportunidad o inoportunidad de los ciclos electorales más o menos próximos) finalmente se han alineado para dar una salida a este conflicto con uno de los sectores clave para el desarrollo de las energías renovables en nuestro país.

Esperemos que, realmente se esté produciendo una verdadera negociación: esto es, un proceso de propuestas, alternativas y transacciones por las distintas partes, que aboque a una posición común. Era y es lo propio en esta circunstancia, precedida de una trayectoria tan desgraciada, de tanta polvareda mediática y sobre la que tarde o temprano alguien tendría que dejar la duda sobre el resultado final del conjunto de la regulación propuesta.

Molinos por todas partes

Una cuestión que debe ser clave en un acuerdo en este ámbito, por las garantías que significa para la confianza empresarial, la estabilidad regulatoria y las señales de normalidad que deben ser resultado de este proceso, es la eliminación de la retroactividad de la propuesta de Industria. Sería clave que unos y otros reconocieran la importancia (el fuero y el huevo) de esta cuestión y tuvieran la altura de miras de valorar con flexibilidad los otros objetivos negociadores, de salvar este principio básico. Por otra parte, con esta propuesta (la de garantía de la no retroactividad), se evitaría tener que conjurar una negociación con ‘trampas’ basada en poner unos millones encima de la mesa y solucionar el estado de cosas, con un ‘plan renove’ de aerogeneradores o un enjuague menos ortodoxo.

En conjunto, si esta negociación real, tal y como razonablemente se puede producidr, es bueno, lógicamente y en primer lugar, para los agentes empresariales que operan en el mercad y para los inversores. Es también positivo para continuar avanzando en la implantación de generación de este tipo de energías. Es bueno también para la actual administración del Ministerio de Industria: no puede tener tantos frentes abiertos en este instante y alguno tendría que empezar ya a cerrarse. Es también bueno para el actual Secretario General de Energía, Ignasi Nieto, que había construido una imagen rocosa de enfrentamiento a su alrededor y cuyas apariciones públicas (y en privados más o menos amplios) había helado la sangre de más de uno con posiciones muy inflexibles hasta el momento. Y, para el Ministro Clos, que puede respirar al fin, y dejar de ver molinos por todas partes.

Esperemos que los signos se conviertan en realidades.

Decepción en la CNE por el escaso impacto de su visita a Andalucía en la administración autonómica

La visita que el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía a Sevilla, parece que no despertó el interés esperado en la Junta de Andalucía. De hecho, las invitaciones que habían sido cursadas a varios Consejeros del gobierno andaluz, no surtieron el efecto deseado: ninguno de los convocados estuvo presente en la comida en la que estaba previsto su asistencia. Una situación especialmente paradójica en la medida del interés de la presidenta Maite Costa en ‘acercarse’ a los gobiernos autónomos. De hecho como se ha podido saber en días pasados al hilo de esta visita, se había previsto que en breve se iban a producir más visitas a otras Comunidades Autónomas.

El resultado de la visita es más frustrante, si cabe, dado que el gobierno andaluz tiene un signo político semejante al de la presidenta y de la mayoría actual del Consejo. Algunos recordaban como en la primera visita que el consejo realizó fuera de Madrid el año pasado a León, la Junta de Castilla y León, de signo popular, estuvo representada a un muy alto nivel por el Consejero de Economía, Tomás Villanueva.

Del mismo modo, en el seno del organismo empieza a cundir la idea que el ritmo de actos y eventos que viene promoviendo Costa desde su nombramiento, puede estar reflejando sus primeros signos de agotamiento: numerosas convocatorias, muy circunscritas al mundo académico, con una asistencia cada vez menor, incluso de los propios Consejeros a los mismos y que además, se producen en un momento fuertemente complejo en el sector de la energía.

Volare

Si anteayer Maite Costa se prodigó en unas declaraciones en Barcelona (lo que hace jugar en casa), hoy Joan Clos también ha tenido una intervención en el Foro Cinco Días, que ha incluido una parte de ‘sal y pimienta’, sobre todo en lo referido a la salida de Viesgo de la lista de operadores principales, asunto en manos de la Comisión Nacional de Energía actualmente. Y, eso que el mismo se procuró irónicamente circunspecto

Así el Ministro avanzó ayer (también lo publicaba ayer mañana el propio diario Cinco Días) que Viesgo saldría la lista de los operadores principales. Una decisión que deba por el tono de sus declaraciones del Ministro parecía dar por segura e inminente por parte de la Comisión Nacional de Energía, presidida por la propia Maite Costa. Casi aludía a esta decisión como un puro trámite. Esta decisión facilitaría enormemente la decisión posterior del órgano regulador respecto a la entrada de Enel en Endesa y, por otra parte, también el ejercicio de los derechos políticos de la italiana en la eléctrica española según lo que establecen sus propios estatutos.

Horas más tarde, la propia Comisión Nacional de Energía se veía obligada a comunicar públicamente que se iba a aplazar esta decisión que se veía muy próxima (dentro de la convocatoria de su Consejo de Administración del jueves), noticia de la que se hacían eco todas las agencias. El motivo, la personación de Endesa en el proceso, que el propio organismo aprobó en su sesión anterior, obliga a garantizar los plazos del trámite de alegaciones lo que, seguramente, demorará esta decisión entre diez y quince días, teniendo en cuenta el período vacacional de Semana Santa. Un contratiempo para las urgencias y el trámite despejado que se preveía para la italiana en España (por cierto, según sus propias declaraciones, parece que sus responsables están cada vez más perplejos con el espectáculo).

Lo que parecía evidente es que entre el tono de uno y el desmentido de la CNE, ha existido una cierta descoordinación, que no sabemos si se puede atribuir a la ‘independencia’ de la CNE respecto del Ministerio de Industria o a la propia revisión del procedimiento dentro de la propia Comisión, una vez estudiado más en profundidad. Veremos.

Seamos serios

Las declaraciones de la actual presidenta de la Comisión Nacional de Energía, Maite Costa ayer en Barcelona son especialmente jugosas, tanto por su contenido como por el momento en que se producen y por el papel que un órgano como la CNE, debe tener en la regulación y funcionamiento del sector. Lo son por lo que dijo, pero también por lo que no dijo, por lo que transparentó o insinuó en su intervención. Las iremos analizando puntualmente en las distintas secciones de Energiadiario en días sucesivos y, seguramente, también a través de reacciones de los interesados y los agentes del sector.

Objetivo: el control de Endesa

El primero de los aspectos con los que se atrevió estaba relacionado con las operaciones lanzadas por distintos agentes para conseguir una participación suficiente en el accionariado de Endesa y, así conseguir su control. Bien, en esa tesitura, diferenció la operación la operación de E.ON de las operaciones de Acciona y Enel, diciendo que una cosa es lanzar una OPA y otra cosa es comprar acciones.

Lo que a nadie se le escapa es que las tres compañías (inclusive en su momento, la cuarta, Gas Natural, de forma muy desafortunada) han tenido en todo este proceso objetivos semejantes: adquirir un porcentaje de acciones suficientes para lograr ejercer el control de la compañía. En todas las declaraciones de sus ejecutivos han coincidido las tres; es algo público y contrastable en los medios de comunicación. Es más, habían anticipado, quienes habían utilizado un procedimiento diferente a la OPA, que su objetivo era superar el 24,9%, umbral fatídico y legal que obliga a lanzar una OPA, hasta llegar al 30%, cuando el gobierno modificase la ley de OPAS y fuera posible.

Instrumentos: Adquisición de acciones / lanzamiento de una OPA

¿Cuál es el cambio, la sutil diferencia que aprecia o subraya la presidenta de la Comisión Nacional de Energía? El uso de un instrumento o de un procedimiento, como es la OPA (oferta pública de adquisición de acciones), para lograr comprar acciones de una empresa y así conseguir poder de gestión, frente a la adquisición de acciones en los mercados financieros, para lo mismo, sólo o en compañía de otros.

Lo que seguro será diferente es qué hará cada compañía adquirente con ese control, una vez logrado: integrará sus negocios internacionales, los desintegrará, se quedará con las renovables, venderá activos, cambiará a los directivos, los mantendrá, etc. Imaginamos que a eso es a lo que denomina la presidenta de la CNE ‘proyectos empresariales diferentes’, pero en si, el objetivo es el mismo para cada uno de los agentes.

Por tanto, la confusión que aprecia Costa entre instrumento (OPA o adquisición de acciones en los mercados) y objetivo (control y poder sobre Endesa), se ha podido originar por la propia estrategia seguida por las entidades en todo el proceso y por los pasos dados anteriormente por cada uno de los propios competidores. Legalmente, la utilización de la primera fórmula, somete a la empresa que realiza la Oferta Pública de Adquisición de Acciones a una serie de requisitos formales que el otro procedimiento de adquisición directa en los mercados no tiene, aunque persigan objetivos semejantes.

De hecho, la aparición de los ‘caballeros blancos’ durante las OPAs a Endesa tampoco ha sido casual en ningún caso, y hoy las calculadoras hierven para identificar mayorías de control en la eléctrica, que es lo que realmente está en juego. Al revés de lo que nos podrían hacer creer estas declaraciones, es esta lucha por el control, lo que justifica esta escalada en el precio de la acción: el pago de una prima de control (los tres lo hacen). Seamos serios, porque estas distinciones son más fruto de las afinidades electivas que de la finezza o sofisticación de las distintas operaciones lanzadas. (Por cierto, ¿qué hace a estas alturas del campeonato la presidenta de la CNE hablando en público sobre esta cuestión, más propia de la CNMV?

La llamada y el motorista

Las memorias e historias que hemos podido conocer del franquismo recogían como los Ministros del Régimen recibían su cese mediante el envío de un motorista, que llevaba desde el Palacio del Pardo la nefasta noticia al interesado. Incluso, cuentan, que alguno cuando recibía la fatídica visita, se precipitó desde su vivienda, tirándose por un balcón en la Calle Alfonso XIII.

Lo dicho aquí viene al caso, en la medida que parece que se ha instalado otro procedimiento, esta vez en el Ministerio de Industria y, sobre todo, en lo relacionado con la energía, centrado en estos momentos en asuntos de renovables. Así, los funcionarios del Ministerio de Industria proceden a realizar llamadas comunicando recados y malas noticias a sus interlocutores.

Así, el diario ABC comentaba como el secretario general de energía Ignasi Nieto había dado plantón a los representantes de las empresas renovables (APPA) el pasado jueves, cuando se disponían a mantener una reunión para retomar las negociaciones y las demoró hasta final de mes. Al parecer representantes de estas empresas reconocieron que no era la primera vez que ocurría, dado que al parecer el Secretario General de Energía había utilizado en otras ocasiones estos procedimientos.

Hace algo más de un mes, los medios de comunicación especializados también recibimos una llamada para evitar que asistiéramos a un encuentro con los medios, en el que el Secretario General de Energía se reafirmó en su propuesta frente a la decisión del Consejo de Administración de la CNE. No iba a ser informativo, según informaron los funcionarios del Ministerio cuando nos desconvocaron y, por la tarde, ya estaba difundido en todas las agencias las declaraciones de Ignasi Nieto. También, se nos anunció que iba a haber otro encuentro con los medios especializados para explicar las previsiones regulatorias en materia de renovables y ese encuentro no se ha producido. El procedimiento del aplazamiento de las convocatorias y los compromisos, parece que se ha hecho frecuente (si se puede hacer una normativa retroactiva, se pueden anular las reuniones, con muchas menores consecuencias).

Desde energíadiario.com nos solidarizamos con APPA, que también hemos recibido llamada.

Expectativas de quince céntimos

La decisión de mantener la prima por asistencia de quince céntimos por acción a la Junta Extraordinaria por Endesa, una vez desconvocada la misma, que fue tomada por el Consejo de Administración de la eléctrica, merece un detenido comentario en la medida que no parece una decisión razonable que se pueda justificaren el beneficio general para los accionistas.

En su comunicado el Consejo de Administración de Endesa, justifica la decisión en las expectativas que pudieran haber contraído los accionistas de la sociedad derivadas del anuncio de la misma. Pero, la pregunta, una vez que está desconvocada la Junta, es si esas expectativas de asistencia para aquellos que hubieran formulado su predisposición a asistir, no deberían haberse transformado en retribución directa vía dividendos.

Bien es cierto, que durante todo el proceso que va desde la presentación de la OPA de Gas Natural, el Consejo de Administración de Endesa, con Manuel Pizarro a la cabeza ha conseguido unos resultados, seguramente impensables, desde el punto de vista de incremento de valor para el accionista. Resultados de los que se han beneficiado directamente la totalidad de la base de titulares de estas acciones. El tirón de la acción de Endesa en este período ha reflejado una pericia y talento en el conocimiento de los mercados financieros por parte de sus gestores y una visión estratégica de todos los intereses en juego, gobernada con mucha precisión, inclusive desde las actuaciones corporativas. Por ello, hay que alabar, en conjunto, tanto las estrategias jurídicas, corporativas y del procedimiento seguidas por el Consejo y el equipo gestor hasta el momento.

Y justo es reconocerlo, porque además siempre ha sido un valor que sus gestores han defendido en todos los foros públicos y privados. Pero en el mismo sentido, cuando una decisión no responde a los intereses de la generalidad de los accionistas, es necesario recoger este circunstancia para que se atienda en el presente y en el futuro a un criterio que es irrenunciable y principio de buen gobierno en las empresas.