Si hubiéramos sabido que la retroactividad era esto…

La ‘fumata blanca’ que se ha producido con motivo del acuerdo con las empresas eólicas a cuenta de las negociaciones para resolver el conflicto generado con este sector durante el proceso de modificación legislativa del R.D. 436/2004, merece ser analizada con detenimiento y en sus distintas perspectivas.

En primer lugar, desde el punto de vista de su propio contenido y frente a la propuesta elaborada inicialmente por Industria el cambio es radical. Podemos afirmar que de la propuesta que la Secretaria General de Energía dirigió a la Comisión Nacional de Energía al proyecto remitido anteayer al Consejo de Estado, existen cambios sustanciales y profundos.

Instalaciones existentes

En primer lugar, se trata de un proyecto que es irretroactivo de facto. Así, cualquier instalación que haya sido puesta en marcha en 2004, 2005, hasta hoy, mantiene su situación retributiva actual completamente similar a la vigente, sin ningún cambio hasta el año 2013. Tampoco existirá ni suelo, ni techo en este período para las instalaciones en este período ‘transitorio’ (recordemos que en la propuesta inicial, en el período transitorio también operaban ‘techo’ y suelo’. Y, el nuevo decreto, entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2008, tal y como preveía el anterior R.D. 436/2004, garantizando que se cumple su vigencia plena, dado que sus modificaciones deben operar cada cuatro años.

Instalaciones nuevas

Para las instalaciones nuevas, se fija un ‘techo’ y un ‘suelo’ de 87 Euros y 73 Euros respectivamente, frente a los 83 Euros y 67 Euros respectivamente. La prima que recibirán las empresas eólicas pasa de 17 euros, según la propuesta enviada a la CNE a 30 euros (casi el doble) y finalmente, la retribución de las instalaciones a tarifa a partir del 2008 se fija en 75 euros, frente a los 73 actuales.

Otras lecciones que nos ha podido dar este proceso es que su interpretación es muy diferente dependiendo del medio de comunicación en que se trate la información. Cinco dias destacaba en su edición del jueves pasado, que el Secretario General de Energía, “lograba mantener la polémica retroactividad” utilizando incluso la palabra ‘triunfo’, frente a Expansión y El Economista que se hacían eco del Pacto entre el Ministerio de Industria y el sector eólico de una forma mucho más equidistante para la actual administración.

En todo caso, se puede calificar esta solución de muy razonable en todos sus términos como valoran las propias fuentes del sector, por lo que es necesario colegir que la mejor forma de negociar una reforma es que uno haga suyos los argumentos de sus contrarios. Comprueben ustedes mismos, a la luz de estas cifras y de las informaciones que han podido conocer a través de Energía Diario y de lo enconadas que eran las posturas durante este período desde la Secretaria General de Energía, muy radicalizadas, explicitas y publicas en todos foros, sobre todo a raíz de la aprobación del informe desfavorable de la Comisión Nacional de Energía. Valoremos este acuerdo como un ejercicio de flexibilidad, por razonable y necesario en la medida que otorga garantías jurídicas y estabilidad, algo muy necesario para la inversión. Sea bienvenido. Si hubiéramos sabido que retroactividad era esto…

Un triunfo de la racionalidad.

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