Bernard Arnault y Albert Frère preparan una opa sobre Suez, según la prensa

El presidente del grupo de lujo LVMH, Bernard Arnault, y el financiero belga Albert Frère preparan una opa sobre la sociedad franco-belga de energía y medioambiente Suez, según afirma el semanario «Marianne» en su próxima edición.

Los dos empresarios, que tendrían el apoyo del Ministro de Economía y Finanzas, Thierry Breton, llevaría a cabo una operación de adquisición mediante compra de deuda, según el rotativo, cuya nueva edición sale a la venta el próximo sábado. Su intención sería vender a continuación las actividades de agua y de medioambiente del grupo y crear un conglomerado que reuniría a Suez, Gaz de France (GDF) y el belga Electrabel, según «Marianne«.

En declaraciones a medios locales, Bretón tildó de «fantasiosas» esas informaciones y recordó la posición «constante» del Estado francés que es accionista de GDF de apoyar la fusión con Suez.

Albert Frère es el primer accionista de Suez, con en torno al 8 por ciento del capital, y está asociado en varios asuntos a Bernard Arnault, el gran rival económico del empresario francés Francois Pinault, quien también parece estar interesado en Suez.

La Autoridad de los Mercados Financieros (AMF), el gendarme de la Bolsa de París, instó ayer a Pinault a desvelar sus intenciones sobre esa eventual opa sobre Suez.

El presidente francés, Jacques Chirac, reafirmó hoy que la fusión entre GDF y Suez es «estratégica para Francia y para Europa«, y criticó los «cálculos cortos de miras», en lo que se interpretó como una alusión a Pinault.

La AMF fijará el 9 de enero próximo, después de consultar a las partes concernidas, la fecha en la que Artémis (el holding de Pinault) deberá depositar un proyecto de oferta pública sobre los títulos de Suez o publicar un comunicado sobre las características de un proyecto de oferta pública. Pinault tendrá también la posibilidad de declarar que no tiene la intención de depositar un proyecto de oferta, lo que le impediría lanzar una opa sobre Suez durante seis meses, según las nuevas reglas sobre opas que entró en vigor en otoño pasado. El martes, Pinault dijo que no ha tomado «ninguna decisión» de una eventual opa y que «todas las opciones siguen abiertas». Esa respuesta fue tildada de «vaga e imprecisa» por Suez, pues «favorece la especulación y mantiene la incertidumbre para los accionistas». El viernes pasado, la revista «Capital» indicó en su página web que Pinault se disponía a lanzar una opa hostil de 70.000 millones de euros y precisaba que GDF recompraría luego a Pinault el negocio de energía de Suez, por 40.000 millones.

El proyecto de fusión de Suez y GDF quedó en el aire después de que el Consejo Constitucional aplazara hasta el primero de julio de 2007, o sea, después de las elecciones presidenciales y legislativas de la próxima primavera, la efectividad de la privatización de GDF, necesaria para la fusión, lo que ha llevado a los mercados a dar por muerta la operación.

La producción energética renovable se duplica en Portugal

La producción energética a partir de fuentes renovables en Portugal se duplicó en 2006, al tiempo que el consumo eléctrico redujo a la mitad su crecimiento anual, reveló hoy la organización ecologista Quercus. La asociación informó de que estos dos factores contribuyeron a que el año pasado se ahorrasen tres millones de toneladas de dióxido de carbono.

El estudio realizado por esta asociación destacó que la producción de energía a partir de fuentes renovables pasó de 15,9 por ciento en 2005 al 31,7 por ciento en el año pasado. El aumento de la energía eólica, la recuperación de la hídrica, después del fin de la sequía, y la contribución de la cogeneración fueron fundamentales en estos resultados. Consideraron que el incremento del 2,6 por ciento en el consumo de electricidad es «significativamente» inferior al 5,4 por ciento de aumento registrado entre 2004 y 2005.

Según Quercus, estos resultados son «muy positivos para el futuro» y permiten al país reducir su dependencia externa en materia de combustibles y reducir la emisión de dióxido de carbono.

La organización ecologista aseguró que esta reducción se debe al ahorro provocado por la crisis económica, el cambio de comportamiento de los usuarios y una mayor eficiencia energética de los aparatos eléctricos. Los ecologistas recordaron sin embargo que todavía queda mucho para alcanzar la meta de que el 39 por ciento de la electricidad se produzca a partir de fuentes renovables antes de 2010.

Pinault deberá desvelar sus intenciones sobre Suez, según la Autoridad de los Mercados Financieros

El empresario francés Francois Pinault deberá desvelar sus intenciones sobre una eventual opa sobre el grupo franco-belga de energía y servicios medioambientales Suez, según una decisión comunicada hoy por la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF).

La AMF fijará el 9 de enero próximo, «después de consultar a las partes concernidas», como fecha en la que Artémis (el holding de Pinault) deberá «depositar un proyecto de oferta pública sobre los títulos de Suez o publicar un comunicado sobre las características de un proyecto de oferta pública», según indica en un comunicado. Pinault tendrá también la posibilidad de «declarar que no tiene la intención de depositar un proyecto de oferta», lo que le impediría lanzar una opa sobre Suez durante seis meses, según las nuevas reglas sobre opas que entró en vigor en otoño pasado. Ese texto confiere al gendarme de la Bolsa el poder de exigir a las sociedades o a las personas «sobre las que existen motivos razonables de pensar que preparan una oferta» sobre una empresa que precisen sus intenciones.

Pinault hizo saber ayer que no ha tomado «ninguna decisión» de una eventual opa sobre Suez y que «todas las opciones siguen abiertas». Con esta respuesta, la AMF estima que el holding de Pinault se sitúa en el marco del artículo relativo a la declaración de intenciones de presentar un proyecto de oferta. Artémis no ha comentado por el momento la decisión de la Bolsa de París.

La respuesta dada ayer por Pinault había sido calificada de «vaga e imprecisa» por Suez, pues «no aclara en nada sus intenciones reales» sino que por el contrario «favorece la especulación y mantiene la incertidumbre para los accionistas».

La sociedad de energía y servicios medioambientales pidió a la AMF que obligue al grupo de Pinault, en aplicación de la nueva reglamentación, a aclarar «de forma inequívoca sus intenciones de hacer una oferta sobre Suez o de renunciar a ello durante seis meses». Y eso es lo que ha hecho la AMF. Era la segunda vez que Suez lanzaba ese llamamiento a la AMF. La primera vez se remonta al pasado viernes, después de que la revista «Capital» indicara en su página web que Pinault se disponía a lanzar una opa hostil de 70.000 millones de euros.

La revista precisaba que la gasista estatal Gas de France (GDF) recompraría luego a Pinault el polo de energía de Suez, por 40.000 millones, en una operación que tenía supuestamente la luz verde del Elíseo.

La Presidencia de la República francesa desmintió entonces «categóricamente ese rumor fantasioso» y reafirmó que la posición del Estado accionista de GDF (tiene el 80% de la gasista) es «conocida»: es el «apoyo claro y determinado» al proyecto de fusión entre GDF y Suez. Un proyecto que quedó en el aire después de que el Consejo Constitucional aplazara hasta el primero de julio de 2007, o sea, después de las elecciones presidenciales de la próxima primavera, la efectividad de la privatización de GDF, necesaria para la fusión, lo que ha llevado a los mercados a dar por muerta la operación.

El «Wall Street Journal» indicó el pasado fin de semana que Pinault no lanzaría una opa sobre Suez pero podría interesarse por activos del grupo si fracasara el plan de fusión de GDF.

Gazprom alcanza un acuerdo con Moldavia para el suministro de gas hasta 2011

La corporación rusa Gazprom alcanzó con Moldavia un acuerdo para el suministro de gas durante los próximos cinco años a un precio base de 170 dólares por cada mil metros cúbicos, informó hoy Vasili Tarlev, primer ministro moldavo.
«La firma de un contrato a largo plazo sobre suministro de gas puede considerarse un éxito, ya que este documento garantiza la estabilidad energética de nuestro país», aseguró Tarlev, citado por la agencia oficial Itar-Tass.

Aunque el precio base son 170 dólares, el acuerdo entre Gazprom y Moldovagaz contempla el incremento gradual de las tarifas durante el próximo lustro hasta alcanzar los niveles europeos. Hasta ahora Moldavia pagaba 160 dólares por cada mil metros cúbicos de gas, mientras en 2005 esta república ex soviética pagaba la mitad (80 dólares).

Moldavia, el país más pobre de Europa según el Banco Mundial, importa anualmente unos 2.500 millones de metros cúbicos de gas de Rusia.

El presidente moldavo, Vladímir Voronin, reconoció que la nueva política de precios aplicada por Gazprom desde el pasado año afectará al crecimiento de la economía y al bienestar de la población. Según algunos expertos, los nuevos precios del gas serán inasumibles para la economía moldava, por lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya se ha comprometido a asistir a Chisinau.

Gazprom cerró con Bielorrusia un acuerdo similar válido por cinco años dos minutos antes de la llegada del nuevo año, por el que la tarifa base será de 100 dólares, la más baja entre todas las repúblicas ex soviéticas. De éstas la que más pagará por el gas ruso será Georgia, que lo importará a 235 dólares por cada mil metros cúbicos. No obstante, Tiflis tiene intención de suspender las importaciones a partir del segundo trimestre para abastecerse de gas azerbaiyano.

Precisamente, Azerbaiyán es el único país de la región que se ha negado a importar gas ruso, al considerar que 230 dólares por cada mil metros cúbicos es un precio desorbitado.

Pinault no ha tomado una decisión sobre una eventual opa sobre Suez

El empresario francés Francois Pinault hizo saber hoy que no ha tomado «ninguna decisión» de una eventual opa sobre el grupo franco-belga de energía y servicios medioambientales» Suez y que «todas las opciones siguen abiertas». El holding de Pinault, Artémis, así lo indicó en un escueto comunicado en respuesta a la petición de información cursada por la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF).

Suez calificó de «vaga e imprecisa» la nota del grupo de Pinault que «no aclara en nada sus intenciones reales» sino que por el contrario «favorece la especulación y mantiene la incertidumbre para los accionistas».

La sociedad de energía y servicios medioambientales pidió a la AMF que obligue al grupo de Pinault, en aplicación de la nueva reglamentación de los mercados, a aclarar «de forma inequívoca sus intenciones de hacer una oferta sobre Suez o de renunciar a ello durante seis meses». El pasado viernes, Suez ya había pedido a la AMF que solicitara al holding de Pinault que precisara sus intenciones, después de que la revista «Capital» indicara en su página web que el empresario se disponía a lanzar una opa hostil de 70.000 millones de euros sobre el grupo franco-belga. La revista precisaba que la gasista estatal Gas de France (GDF) recompraría luego a Pinault el polo de energía de Suez, por 40.000 millones, en una operación que tenía supuestamente la luz verde del Elíseo.

La Presidencia de la República francesa desmintió entonces «categóricamente ese rumor fantasioso» y reafirmó que la posición del Estado accionista de GDF (tiene el 80% de la gasista) es «conocida»: es el «apoyo claro y determinado» al proyecto de fusión entre GDF y Suez. Un proyecto que quedó en el aire después de que el Consejo Constitucional aplazara hasta el primero de julio de 2007, o sea, después de las elecciones presidenciales de la próxima primavera, la efectividad de la privatización de GDF, necesaria para la fusión, lo que ha llevado a los mercados a dar por muerta la operación.

El «Wall Street Journal» indicó el pasado fin de semana que Pinault no lanzaría una opa sobre Suez pero podría interesarse por activos del grupo si fracasara el plan de fusión de GDF.

En la Bolsa de París, la cotización de Suez subía un 1,71% y la de GDF un 0,43% en torno a las 13.15 GMT, mientras que el índice líder del mercado, el CAC-40, ganaba un 1,16%.

Gazprom y Bielorrusia firman los contratos de suministros y tránsito de gas con garantías para Europa hasta 2011

El consorcio ruso Gazprom y representantes del Gobierno bielorruso firmaron al filo de la pasada medianoche los contratos de suministro de gas natural a Bielorrusia y de tránsito para las exportaciones rusas de este hidrocarburo a Europa para el período 2007-2011.

El servicio de prensa de Gazprom informó hoy de que la tarifa para 2007 será de 100 dólares y a partir de 2008 el precio del gas para Bielorrusia será fijará de acuerdo con fórmula que se utiliza para establecer la tarifa para los países europeos, aunque regirá un sistema de descuentos hasta 2010. Para 2008 el descuento será de 33 por ciento, mientras que para 2009 y 2010 será del 20 y del 10 por ciento respectivamente.

Gazprom y el Gobierno de Bielorrusia acordaron asimismo la tarifa del tránsito del gas natural que el consorcio ruso exporta a Europa a través del territorios bielorruso, que quedó fijada en 1,45 dólares por cada mil metros cúbicos y cien kilómetros y se mantendrá inalterable hasta 2011. Además el consorcio ruso se hará con la mitad de las acciones de la red de gasoductos bielorrusa Beltransgaz, paquete que Gazprom valoró en 2.500 millones dólares y que abonará a Bielorrusia en un plazo de cuatro años en tramos iguales.

El acuerdo entre Gazprom y el Gobierno de Bielorrusia despeja las dudas sobre la fiabilidad de suministros rusos a Europa a través de territorio bielorruso, por donde pasa poco más del 20 por ciento del gas que consorcio ruso exporta a los países de la Unión Europea. En 2006, Gazprom suministró a Europa a través de Bielorrusia 44.000 millones de metros cúbicos de gas natural.

La falta de acuerdo sobre tarifas y tránsito amenazaba con afectar los envíos de gas ruso por Bielorrusia hacia la Unión Europea, en una repetición de la «guerra del gas» ruso-ucraniana de principios del año pasado, que alteró por cuatro días los suministros a los Estados comunitarios.

Rusia provee la cuarta parte del gas que se consume en la UE, que Gazprom suministra a través de los territorios de Ucrania (casi el 80 por ciento) y de Bielorrusia (algo más del 20 por ciento).

El consorcio estatal bielorruso anuncia la suspensión de los contratos de compra de crudo ruso

El consorcio estatal bielorruso Belneftekhim anunció hoy la suspensión de todos los contratos de compra de crudo para el año 2007 firmados con compañías rusas, debido a la implantación por parte de Rusia de un arancel de exportación de 180,7 dólares por tonelada de este hidrocarburo. «En estas condiciones, las refinerías bielorrusas sufrirán pérdidas estimadas en decenas de millones de dólares y, en vista de ello, hemos decidido suspender los contratos firmados con las petroleras rusas», dijo a la prensa el presidente de Belneftekhim, Alexandr Borovski. El año pasado las petroleras rusas suministraron 19,3 millones de toneladas de crudo a Bielorrusia.

Borovski anunció que el consorcio estatal buscará fuentes alternativas de suministros para 2007 y destacó que la medida del Gobierno ruso, que impondrá el arancel de exportación a partir del próximo 1 de enero, perjudica a las empresas bielorrusas y también a las petroleras rusas.

Belneftekhim, que a su vez exporta derivados de petróleo, propuso al Gobierno ruso que el arancel de exportación sea compartido a partes iguales entre Rusia y Bielorrusia. Esta propuesta será examinada por el Ejecutivo de Rusia el próximo 17 de enero.

En noviembre pasado el presidente de Rusia, Vladímir Putin, le expresó a su colega bielorruso, Alexandr Lukashenko, la preocupación de Moscú por el hecho de que Belneftekhim compra crudo libre de aranceles de exportación en volúmenes superiores a los necesarios para cubrir las necesidades de Bielorrusia. «Si sobre los suministros de gas se celebran negociaciones y todavía hay esperanza de lograr un acuerdo, en lo que se refiere al petróleo ya todo ocurrió», dijo el presidente de Belneftekhim, en alusión de que los aranceles de exportación regirán al menos durante todo el mes de enero.

Bielorrusia continúa las negociaciones con el consorcio ruso del gas Gazprom sobre la tarifa para 2007, sin que se hayan producido avances importantes.

El Gobierno de Bielorrusia ha declarado que está dispuesto a pagar un precio de 75 dólares por cada mil metros cúbicos de gas natural, mientras que Gazprom insiste en que la tarifa no puede ser inferior a 105 dólares.

Representantes del gigante ruso del gas han declarado que, en caso de que el contrato de suministros para 2007 no sea firmado en lo que resta de año, suspenderá el bombeo del hidrocarburo a Bielorrusia a partir de las 07.00 GMT del próximo lunes.

Bielorrusia amenazó con prohibir el tránsito del gas ruso por su territorio hacia los países de la Unión Europea, mientras Moscú acusó a Minsk de tener «intenciones de robar» carburante de la red y advirtió que no podría compensar totalmente esas pérdidas. La falta de acuerdo amenaza con afectar los envíos de gas ruso por Bielorrusia hacia la Unión Europea, en una repetición de la «guerra del gas» ruso-ucraniana de principios de este año, que alteró por cuatro días los suministros a los estados comunitarios. A Rusia le corresponde una cuarta parte del gas consumido en la UE, que el monopolio ruso Gazprom suministra a través de los territorios de Ucrania (casi el 80 por ciento) y de Bielorrusia (algo más del 20 por ciento).

En 2006, Gazprom suministró a Europa a través de Bielorrusia 44.000 millones de metros cúbicos de gas, más otros 20.000 millones al propio país vecino, y en 2007 pretende repetir esas cifras si logra un acuerdo con Minsk.

Una delegación del Gobierno de Bielorrusia llega a Moscú para llegar en un último intento evitar la «guerra del gas»

Una delegación del Gobierno de Bielorrusia llegó esta noche a Moscú para un último intento de cerrar la disputa sobre las tarifas de los combustibles rusos en 2007 y evitar una «guerra del gas«, que afectaría a los suministros a Europa.

El Ejecutivo bielorruso informó de que la delegación la encabeza el viceministro de Energía, Eduard Tovpenets, «facultado para tomar decisiones sobre el contrato de gas» con Moscú, según la agencia rusa Interfax.

La seriedad de las intenciones de Minsk de llegar a un acuerdo lo demuestra el hecho de que también forman parte de la delegación el presidente del Comité Estatal de Propiedades del país, Gueorgui Kuznetsov, y el viceministro de Justicia, Igor Tushinski. En la capital rusa ya se encuentra Dmitri Kazakov, el presidente de Beltransgaz, la compañía estatal bielorrusa de transporte de carburantes en la que el monopolio ruso Gazprom exige el 50 por ciento de sus acciones en concepto de pago por el gas.

El primer ministro bielorruso, Serguéi Sidorski, expresó anoche la esperanza, tras conversar por teléfono con su colega ruso, Mijaíl Fradkov, que ambos países lograrán un acuerdo antes del Año Nuevo.

El portavoz de Gazprom, Serguéi Kupriyánov, dijo a la emisora de radio «Eco de Moscú» que las primeras consultas podrían comenzar hoy mismo, aunque se mostró escéptico respecto a sus resultados. Ayer, Kupriyánov afirmó que la última oferta de Gazprom para no cortar el suministro el 1 de enero es fijar el precio para 2007 en 105 dólares por cada mil metros cúbicos de gas, de los que Minsk debe pagar 75 en metálico y 30 con acciones de Beltransgaz a lo largo de cuatro años.

Según fuentes bielorrusas, Sidorski, tras conversar con Fradkov, dijo ayer que había un principio de acuerdo sobre el precio de 75 dólares, sin que quedara claro si se refería a la parte que Minsk pagaría en metálico o al precio total que desea fijar su Gobierno.

Desde 2002, Bielorrusia recibe el gas natural ruso a una tarifa preferencial de 46,68 dólares por mil metros cúbicos y ayer rechazó el precio de 110 dólares ofertado por Gazprom para el próximo año.
Esa tarifa es bastante inferior a la que Gazprom fijó a otras repúblicas ex soviéticas para el próximo año, como, por ejemplo, a Moldavia (170 dólares) o a Georgia (235 dólares). De ese precio, Gazprom hasta ayer quería recibir en metálico 80 dólares y los otros 30 cobrarlos en acciones de Beltransgaz, hasta obtener el 50 por ciento en esa empresa, que incluso aceptó en tasar en 5.000 millones de dólares, como calcula Minsk, aunque considera que sólo cuesta 3.300 millones. En tanto, Minsk sólo estaba dispuesto a desembolsar 75 dólares por mil metros cúbicos de gas, y exigía que Gazprom le pague aparte 2.500 millones de dólares en metálico por el 50 por ciento de Betransgaz.

En su duelo verbal, Bielorrusia amenazó con prohibir el tránsito del gas ruso por su territorio hacia los países de la Unión Europea, mientras Moscú acusó a Minsk de pretender «robar» carburante de la red y advirtió que no podría compensar totalmente esas pérdidas.

La falta de acuerdo amenaza con afectar los envíos de gas ruso por Bielorrusia hacia la Unión Europea, en una repetición de la «guerra del gas» ruso-ucraniana de principios de este año, que alteró por cuatro días los suministros a los estados comunitarios. A Rusia le corresponde una cuarta parte del gas consumido en la UE, que el monopolio ruso Gazprom suministra a través de los territorios de Ucrania (casi el 80 por ciento) y de Bielorrusia (algo más del 20 por ciento). En 2006, Gazprom suministró a Europa a través de Bielorrusia 44.000 millones de metros cúbicos de gas, más otros 20.000 millones al propio país vecino, y en 2007 pretende repetir esas cifras si logra zanjar la crisis con Minsk.

El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, pidió «una solución urgente» al conflicto entre Moscú y Minsk, a fin de evitar que afecte las exportaciones a la UE, y su preocupación la compartieron, entre otros, Alemania, Lituania, Polonia y Eslovaquia.

Moscú pone en jaque a Europa con una nueva «guerra del gas»

A tres días del Año Nuevo, Rusia ha vuelto a poner en jaque a la Unión Europa (UE) con una nueva «guerra del gas«, esta vez contra Bielorrusia, por cuyo territorio pasa la quinta parte del combustible que consumen los países comunitarios.

La Comisión Europea, Polonia, Lituania, Eslovaquia y hasta el enclave báltico ruso de Kaliningrado han expresado ya su temor de convertirse en rehenes del conflicto entre Moscú y Minsk por las tarifas del gas para 2007.

El presidente del monopolio ruso Gazprom, Alexéi Miler, anunció que su consorcio cortará el grifo a Bielorrusia el 1 de enero de 2007 a las 10.00 horas de Moscú (07.00 GMT) si Minsk no acepta las condiciones de Rusia. «Gazprom no es Santa Claus para hacer regalos a Bielorrusia«, declaró su portavoz, Serguéi Kupriyánov, quien indicó que la empresa ya avisó sobre la crisis y sus posibles consecuencias a sus socios en Lituania, Polonia y Alemania.

El Gobierno del autoritario presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, respondió que sin el correspondiente contrato desde esa fecha también será «ilegal» el transito del gas ruso por su país hacia Europa.

Gazprom replicó que el tramo bielorruso del gasoducto Yamal-Europa, por el que pasa el gas, es propiedad suya, y confirmó su intención de cumplir todos los compromisos asumidos con clientes europeos. Pero el vicepresidente del consorcio, Alexandr Medvédev, admitió que Gazprom sería incapaz de compensar las perdidas de gas si Minsk, como teme Moscú, procede a «robar» carburante de la red. «Espero que esa situación se resuelva antes de finalizar el año, en el peor caso en los primeros días de 2007, de lo contrario sería un suicidio para la economía bielorrusa», señaló.

La falta de acuerdo amenaza con afectar los envíos de gas ruso por Bielorrusia hacia la UE, en una repetición de la «guerra del gas» ruso-ucraniana de principios de este año, que alteró por cuatro días los suministros a los estados comunitarios.

A Rusia le corresponde una cuarta parte del gas consumido en la UE, que el monopolio ruso Gazprom suministra a través de los territorios de Ucrania (casi el 80 por ciento) y de Bielorrusia (algo más del 20 por ciento). La crisis con Ucrania la desató Gazprom al cortarle el primer día del año los suministros de gas por no aceptar sus nuevos «precios de mercado», que quintuplican los anteriores, con lo que puso en duda la fiabilidad de Rusia como suministrador de energía.

El cierre del grifo a Ucrania, cuya «Revolución Naranja» fue recibida por el Kremlin como un desafío a Rusia animado por Occidente, ha provocado una reacción en cadena por toda Europa, donde las importaciones de gas ruso cayeron en un tercio.

El conflicto con Bielorrusia se debe a que este país, que formalmente integra con Rusia una alianza interestatal, se resiste a compensar los precios subvencionados del gas ruso con acciones de su consorcio de transporte Beltransgaz. Desde 2002, Bielorrusia recibe el gas natural ruso a una tarifa preferencial de 46,68 dólares por mil metros cúbicos, y ayer rechazó el precio de 110 dólares ofertado por Gazprom para el próximo año. Esa tarifa es bastante inferior a la que Gazprom fijó a otras repúblicas ex soviéticas para el próximo año, como, por ejemplo, a Moldavia (170 dólares) o a Georgia (235 dólares).

De ese precio, Gazprom quiere recibir en metálico 80 dólares y los otros 30 cobrarlos en acciones de Beltransgaz, hasta obtener el 50 por ciento en esa empresa, que incluso aceptó en tasar en 5.000 millones de dólares, como calcula Minsk, aunque considera que sólo cuesta 3.300 millones. En tanto, Minsk sólo está dispuesto a desembolsar 75 dólares por mil metros cúbicos de gas, y exige que Gazprom le pague aparte 2.500 millones de dólares en metálico por el 50 por ciento de Betransgaz. En 2006, Gazprom suministró a Europa a través de Bielorrusia 44.000 millones de metros cúbicos de gas, más otros 20.000 millones al propio país vecino, y en 2007 pretende repetir esas cifras si logra zanjar la crisis con Minsk.

El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, pidió hoy «una solución urgente» al conflicto entre Moscú y Minsk, a fin de evitar que afecte las exportaciones a la UE, y su preocupación ya la compartieron, entre otros, Lituania, Polonia y Eslovaquia.

Entre tanto, Gazprom amenazó con imponer a Bielorrusia un arancel de exportación, que ahora no cobra, del 30 por ciento del coste del contrato, lo que elevaría el precio final hasta los 260 dólare. En respuesta, Minsk amenaza con subir al menos el doble la tarifa de tránsito del gas ruso, y ambas partes se acusaron mutuamente del posible corte de los suministros a Europa.

En medio de este duelo verbal, Ucrania, que ya arreglo sus problemas con Moscú, expresó su disposición de aumentar el tránsito del gas ruso por su territorio en caso de crisis, para «garantizar el funcionamiento estable de los países vecinos de la UE«.

Moscú y Minsk al borde una «guerra del gas» por falta de acuerdo en las tarifas

La falta de acuerdo entre el consorcio ruso Gazprom y Bielorrusia sobre las tarifas del gas para 2007 ha puesto a Moscú y Minsk al borde de un conflicto que puede afectar las exportaciones rusas de este carburante a Europa Occidental.

«Bielorrusia puede cerrar a Gazprom el grifo de la tubería de exportación», afirmó hoy el periódico «Védomosti«, que se edita conjuntamente con «The Wall Street Journal» y «Financial Times«, en alusión a que poco más del 20 por ciento de los suministros de gas a Europa se realizan a través del territorio bielorruso.

El gasoducto Yamal-Europa, tendido a través de Bielorrusia, transportó casi 30.000 millones de los 147.000 millones de metros cúbicos de gas natural que exportó Rusia a los países europeos en 2005. Aunque el gasoducto es propiedad de Gazprom, el consorcio ruso necesita cerrar un contrato con las autoridades bielorrusas sobre el tránsito del carburante por Bielorrusia, que a su vez condiciona la firma de este documento a un acuerdo sobre los precios del gas.

Desde 2002, Bielorrusia recibe el gas natural ruso a una tarifa preferencial de 46,68 dólares por mil metros cúbicos y ayer rechazó el precio de 110 dólares ofertado por Gazprom para el próximo año. Esa tarifa es bastante inferior a la que el consorcio ruso fijó a otras repúblicas de la antigua Unión Soviética para el próximo año, como, por ejemplo, a Moldavia (170 dólares) y a Georgia (235 dólares).

Según el viceprimer ministro bielorruso, Vladímir Semashko, quien celebró ayer las fallidas negociaciones con Gazprom en Moscú, su país está dispuesto a pagar un precio máximo de 75 dólares por mil metros cúbicos de gas, tarifa que en su opinión garantiza al consorcio ruso una rentabilidad de entre el 100 y 110 por ciento. Semashko dijo que ese precio ya había sido acordado con Gazprom y que el aumento de la tarifa hasta 110 dólares por mil metros cúbicos fue una sorpresa. «Después de mantener prolongadas negociaciones con Gazprom confiábamos en la honestidad y la consecuencia de nuestros socios, pero no ha sido así. Lo que ha ocurrido solo puedo calificarlo de provocación», dijo Semashko a su regreso a Minsk, según la agencia oficial bielorrusa Belta.

El Gobierno bielorruso anunció hoy su intención de elevar al doble la tarifa por el tránsito del gas ruso a través de su territorio, que actualmente es 75 centavos de dólar por el bombeo de mil metros cúbicos cada cien kilómetros. El tramo bielorruso del gasoducto Yamal-Europa tiene unos 500 kilómetros de longitud, por lo que de firmarse el acuerdo de tránsito Gazprom tendrá que desembolsar 6,5 dólares por cada mil metros cúbicos de gas natural que exporte a Europa a través de Bielorrusia.

Pero el contrato de tránsito es una de las principales bazas del Gobierno de Bielorrusia en sus negociaciones con Gazprom, por lo que parece muy poco probable que lo suscriba sin llegar antes a un acuerdo sobre la tarifa del gas. Sin la firma del contrato de tránsito las autoridades bielorrusas pueden declarar el gas ruso como contrabando y, por tanto, interrumpir su bombeo y, con él, las exportaciones de Rusia a Europa a través de Bielorrusia.

Algunos expertos advierten de que las pérdidas de Gazprom por incumplimiento de contratos con sus clientes europeos podrían ser incluso superiores a los beneficios que supone el aumento del precio del gas a Bielorrusia. Todo ello, sin considerar la merma que sufriría la fiabilidad de Gazprom como suministrador, que ya se vio afectada a comienzos de este año por un conflicto similar de tarifas con Ucrania, país de tránsito para poco menos del 80 por ciento de las exportaciones de gas ruso a Europa. Aquella «guerra del gas» concluyó rápidamente y, en gran parte, debido al interés de Ucrania de no empeorar sus relaciones con la Unión Europea, a la que aspira a ingresar.

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, a quien Occidente considera el último dictador en el continente europeo, es mucho menos receptivo a las presiones de la Unión Europea, pues ya no tiene nada que perder.