El paro de las refinerías endurece en Francia el pulso de los sindicatos contra el Gobierno por la reforma laboral

EFE.- El pulso que lidera la Confederación General del Trabajo (CGT) contra la reforma laboral del Gobierno francés se endureció con los paros y bloqueos de refinerías y depósitos petroleros, que acercan al país al desabastecimiento de gasolina. El Gobierno y el presidente, François Hollande, lanzan el doble mensaje de que la CGT está tomando como rehén al país y a su economía, y de que no hay posibilidad alguna de desabastecimiento porque se tomarán las medidas policiales que hagan falta.

Lo cierto es que, como reconoció el secretario de Estado de Transportes, Alain Vidalies, un 20% de las 12.000 gasolineras del país habían agotado total o parcialmente sus tanques y en muchas otras se formaron largas colas de automovilistas para llenar por precaución sus depósitos, lo que hizo que en los tres últimos días se hayan batido todos los récords de consumo. La escalada de la tensión subió varios enteros con el desalojo policial de las decenas de militantes de la CGT que impedían la entrada y salida de camiones de los depósitos y de la refinería de la petrolera Esso en Fos sur Mer. El sindicato denunció «un uso inaceptable de la violencia» por parte de los agentes antidisturbios.

Aún así las 8 refinerías que tiene Francia están prácticamente paralizadas. El presidente Hollande aseveró que, aunque puede haber «reivindicaciones legítimas» en las protestas contra su reforma laboral, eso no significa «aceptar lo que hoy es un bloqueo que se basa simplemente en la estrategia de una minoría». Su primer ministro, Manuel Valls, fue más directo en sus ataques contra «la radicalización de la CGT», cuya actitud descalificó como «indudablemente minoritaria» e «inaceptable». Por eso avanzó que habrá más operaciones de desbloqueo como la de Fos sur Mer, que se van a «liberar» otros centros petroleros y que el Estado actuará con «la mayor firmeza».

Lejos de amilanarse, el secretario general de la CGT, Philippe Martínez, replicó que las encuestas muestran que un 74% de los franceses rechazan el proyecto de ley de la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, y reiteró su llamamiento a una «generalización de las huelgas» en todos los sectores. Si bien las manifestaciones contra la ley El Khomri han perdido fuelle en las últimas semanas, con algunas derivas violentas que restaron popularidad a sus organizadores, el sindicato apuesta por una desestabilización de actividades estratégicas como la energía y los transportes.

Total amenaza con reducir inversiones

El presidente de la petrolera francesa Total, Patrick Pouyanné, amenazó con disminuir las inversiones en sus refinerías en Francia a la vista de las huelgas que han interrumpido su actividad, por considerar que suponen «una forma de ruptura del pacto que vincula a nuestros empleados a nuestra empresa» y eso «va a llevarnos a revisar seriamente los planes» de inversión en las instalaciones. Justificó esa reflexión por la actitud de los empleados de «secuestrar, por una causa exterior a la empresa, una herramienta de trabajo».

Precisó que ese examen podría afectar en particular al plan de 500 millones de euros que se debían dedicar al complejo de Donges, en la desembocadora del río Loira. El responsable ejecutivo de Total aseguró que su grupo está haciendo lo posible para garantizar el aprovisionamiento de sus gasolineras, en un momento en que el Gobierno reconoció que un 20% de las gasolineras han agotado total o parcialmente sus tanques. Por otro lado, los accionistas adoptaron en la asamblea general el reparto de un dividendo e 2,44 euros por acción a cuenta del ejercicio 2015.

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