El bono social de la electricidad tendría que financiarse por el Estado y valorar la renta, según coinciden varios expertos

Servimedia.- El catedrático de Economía de Esade, Xavier Mena, el director de Proyectos de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), José Luis López, y el director general del Instituto de Investigación en Energía de Cataluña (IREC), Juan Ramon Morante, coincidieron en la necesidad de reformular el bono social, para que sea financiado por los Presupuestos del Estado y se valore el nivel de renta de sus beneficiarios. Así se expresaron en la jornada Las cuentas de la energía: entender la tarifa.

López advirtió de que en dos de los grupos que pueden acceder actualmente al bono social, el de aquellos con una potencia contratada menor de 3 kilovatios y las familias numerosas, se debería tener en cuenta el factor de renta para justificar la percepción de la ayuda. También pidió otras medidas como ayudas para evitar cortes de suministro, mejor información estadística sobre el fenómeno, ayudas para rehabilitación de viviendas o ayudas para otros suministros, como la calefacción. Asimismo, explicó que en 2014, último año con datos estadísticos, el 11% de los hogares, unos 5 millones, eran incapaces de mantener una temperatura adecuada, y otros 7 millones, el 15%, destinaban más de un 10% de sus ingresos a los gastos energéticos.

Por su parte, Mena sostuvo que «por su naturaleza» no debe haber duda de que la financiación del bono social debería partir de los Presupuestos del Estado. En la misma línea, defendió que la vulnerabilidad energética integra el catálogo de los derechos sociales, lo que justifica también su financiación pública, ya que puede tener, por ejemplo, una incidencia sanitaria importante.

Por último, Morante pidió, dentro de esta reformulación del bono social, definir bien quién tiene derecho a percibirlo, hasta cuándo y cómo. Asimismo, reivindicó un desarrollo «ordenado y coherente» del autoconsumo para evitar que los consumidores que no pueden desconectarse vean incrementada su factura y evitar que unos clientes subvencionen a otros, ya que las redes y la capacidad de soporte deben estar disponibles para suministrar al consumidor, por lo tanto los costes fijos no se reducen con el autoconsumo.

Por otro lado, en cuanto a la rentabilidad del autoconsumo fotovoltaico apuntó que debe tenerse en cuenta la necesidad de establecer un sistema de almacenamiento, que actualmente supone un coste similar al de generar la energía. En esta línea, explicó que los hábitos de consumo no coinciden con el momento de máxima producción de los paneles (mediodía), ya que el momento de máximo consumo coincide con el de mínima producción (primeras horas de la mañana y de la noche), por lo que toda la capacidad del sistema debe estar disponible.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *