APPA acusa a la UE de limitar «sin base científica» los biocarburantes a partir de cultivos alimentarios

La Comisión Europea propuso limitar a un máximo del 5% del consumo total el uso en el transporte de biocombustibles procedentes de cultivos alimentarios (como el maíz, el trigo, la remolacha o la colza), mientras que mantiene el objetivo de que el 10% de los carburantes que se usen para el transporte en 2020 provengan de fuentes renovables. Así, el resto del cupo tendrá que cubrirse con biocarburantes de segunda generación, es decir, los fabricados a partir de residuos, algas y paja o mediante otras fuentes alternativas, que no interfieren de forma directa en la producción mundial de alimentos.

Bruselas quiere establecer esta limitación tras las críticas a la política de renovables de la Unión Europea por contribuir a la subida de precios de los alimentos y a la deforestación.

Según Günther Oettinger, comisario de Energía, «esta propuesta fomentará la producción de biocombustibles más avanzados que los actuales. En el futuro, los biocombustibles emitirán muchos menos gases de efecto invernadero, crearán puestos de trabajo y reducirán la factura de los combustibles que importamos«, dijo .

«Tenemos que invertir en biocombustibles que reduzcan realmente las emisiones y no compitan con la producción de alimentos. Ello no significa en modo alguno que abandonemos los biocombustibles de primera generación, sino que es una señal clara de que el crecimiento futuro de los biocombustibles debe venir de la mano de los biocombustibles avanzados. Cualquier otra cosa será insostenible», indicó por su parte la comisaria de Acción por el Clima, Connie Hedegaard.

Por su parte, APPA Biocarburantes valoró positivamente que la Comisión haya «rectificado» y haya desistido de su idea inicial de aplicar a los biocarburantes unos factores de emisión relacionados con el suelo de cultivo. Esta medida, señaló, habría supuesto la desaparición de la mayor parte de la industria europea y de sus 100.000 empleos.

No obstante, lamentó que la Comisión mantenga la limitación del 5% a los cultivos alimentarios porque, además de estar por debajo de la actual contribución española que se sitúa en torno al 7%, es una medida que «prejuzga negativamente sus impactos sin base alguna» y «olvida que la producción de biocarburantes es una importante fuente de coproductos para la alimentación animal».

Este límite pone en peligro el objetivo de un 10% de biocarburantes en los combustibles en 2020, señaló APPA, que además pidió que la propuesta comunitaria salvaguarde las «legítimas expectativas de las inversiones realizadas y previstas en plantas ya autorizadas», sin exigírseles incrementos adicionales en la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero.

APPA se mostró de acuerdo en la necesidad de incentivar los biocarburantes fabricados con materias primas que tengan mayores ventajas ambientales y de seguridad de suministro, pero esta política debería realizarse mediante mecanismos que no reduzcan el consumo real de biocarburantes.

«En vez de seguir recurriendo a trucos contables, la Comisión debería proponer alternativamente objetivos mínimos de consumo o incentivos fiscales para estos biocarburantes que presentan ventajas adicionales«, afirmó la asociación.

La asociación espera que estos «defectos» puedan ser «corregidos» adecuadamente durante la tramitación legislativa del proyecto elaborado por la Comisión Europea, que ahora se inicia.

UPA acusó a la Unión Europea de demagogia por relacionar el uso de biocombustibles procedentes de cultivos agrícolas con la carestía y encarecimiento de alimentos, un problema que la organización agraria atribuyó más bien a los especuladores y a las incorrectas políticas de Bruselas.

El secretario de Agricultura de UPA, Nacho Senovilla criticó que Bruselas proponga ahora limitar el uso de biocombustibles que proceden de cultivos agrícolas porque la carestía y encarecimiento de alimentos está más relacionada con la especulación internacional que, en su opinión, la Unión Europea consiente al haber eliminado todos los mecanismos de intervención.

Si Europa quiere contribuir a la soberanía alimentaria, añadió, Bruselas debería cambiar radicalmente su política basada en los últimos años en dar subvenciones por no producir, cuando obliga al sector a dejar tierras en «barbecho blanco» e improductivas, cuando deberían fomentar la obtención de alimentos.

Para Greenpeace, la propuesta «hará poco para resolver el problema». «Si esta propuesta se convierte en ley, biocarburantes más perjudiciales para el clima que el petróleo crudo seguirán pudiendo usarse para cumplir los objetivos para un transporte limpio», denunció.

Los criterios de sostenibilidad que se aplican actualmente a los biocombustibles prohíben la conversión directa de bosques, humedales y zonas de gran diversidad biológica para la producción de biocombustible y obligan a que los biocombustibles emitan, como mínimo, un 35% menos de gases de efecto invernadero que los combustibles fósiles a los que sustituyen. En 2017, esta obligación pasará a ser del 50%.

Con todo, Bruselas admitió que «se corre el riesgo de que una parte de la demanda adicional de biocombustibles se cubra a costa de las tierras dedicadas a la agricultura en el mundo, lo que generaría un aumento indirecto de las emisiones». De ahí los cambios legislativos propuestos por el Ejecutivo comunitario.

En este sentido, la Comisión también pidió incrementar al 60% el umbral mínimo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de las nuevas instalaciones, para «mejorar la eficiencia de los procedimientos de producción de biocombustible y desincentivar las inversiones en instalaciones cuyo rendimiento, medido en emisiones de gases de efecto invernadero, es malo».

Además, se incluirán los factores de cambio indirecto el uso del suelo en la comunicación por los suministradores de combustible y los Estados miembros de la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero de los biocombustibles y biolíquidos.

APPA Biocarburantes agradece la limitación al biodiésel argentino

El director de la APPA, Manuel Bustos, aseguró que la medida adoptada por el Ejecutivo es «muy positiva y muy satisfactoria», ya que responde a una petición que desde el sector venían haciendo «desde hace años».

Bustos indicó que desde el sector respaldan la decisión del Gobierno de limitar las importaciones de biodiésel procedentes de Argentina, ya que la normativa permitirá a la industria española volver a la actividad en unas condiciones de «competencia justa y leal» tras verse afectada por las importaciones «desleales» surgidas en 2007 con las procedentes de Estados Unidos, y que, tras ser frenadas desde Bruselas, se reactivaron en 2009 con las procedentes de Indonesia y Argentina.

En este sentido, Bustos explicó que esta «invasión» de Argentina creció en 2010 hasta representar casi el 90% del mercado de biodiésel en España, lo que hizo que el sector «no haya tenido un momento para poder respirar». «Cuando un sector no tiene aire se va muriendo, sus elementos y sus fábricas van cayendo», añadió.

La asociación, compuesta por una treintena de empresas productoras de biocarburantes, recordó que a pesar de que el proyecto de orden culminó satisfactoriamente toda su tramitación administrativa en junio de 2011, su publicación en el BOE se retrasó «por presiones del Gobierno argentino, que amenazaba con represalias contra los intereses españoles».

El director de la patronal de biocarburantes elogió la medida, ya que impedirá la competencia desleal del biodiésel importado. Sin embargo, apuntó que la iniciativa del Gobierno de España de poner fin a las ventajas arancelarias de Argentina es «insuficiente», porque pagaría un 6,5%, una cifra «insuficiente para restablecer la competencia desleal».

El pasado viernes, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció en Consejo de Ministros la orden ministerial para restringir las importaciones del biodiésel procedente de Argentina como respuesta a la decisión Ejecutivo de este país de expropiar YPF, filial de Repsol.

Durante el último trimestre de 2011 las importaciones «desleales» de biodiésel alcanzaron una cuota de mercado del 89% en España y la producción bajó hasta caer un 46%, a pesar de que su consumo aumentó un 21%, lo que supuso que en los últimos tres años desapareciesen 3.000 empleos de los 4.000 del sector, según datos de la patronal renovable.

Airbus, Boeing y Embraer se unen para urgir el uso de biocarburantes

El protocolo de acuerdo que oficializó el objetivo común para «desarrollar biocombustibles avanzados» («drop-in») prevé que estos sean «a un precio abordable», resaltó Airbus.

Los tres fabricantes van a buscar «oportunidades de colaboración para dirigirse de manera unánime a los gobiernos, productores de biocarburantes» y otros actores importantes de la industria, añadió.

El objetivo es «apoyar, promover y acelerar la disponibilidad de nuevas fuentes de carburantes aeronáuticos sostenibles», recalcó.

El acuerdo fue anunciado después de que los presidentes de Airbus, Tom Enders, y Boeing, Jim Albaugh, criticasen en Ginebra el «sinsentido» que es en su opinión la tasa europea ETS, destinada a gravar a las compañías aéreas que utilicen el espacio aéreo de la Unión Europea (UE) por sus emisiones de CO2.

No sólo la ETS no servirá para su objetivo medioambiental, sino que provocará luchas y conflictos, fragmentará la industria y costará miles de puestos de trabajo, coincidieron en subrayar los dos tradicionales competidores en el mercado aeronáutico internacional, en el marco de la reunión anual de la industria de la aviación.

El presidente de Embraer Commercial Aviation, Paulo César Silva, se unió a ellos, también en el marco de esa reunión organizada en Ginebra por la ATAG (Air Transport Action Group), para firmar el acuerdo de cooperación.

Según Airbus, su presidente aseguró que en los últimos diez años y pese a que el tráfico aéreo había aumentado un 45%, el consumo de carburante sólo creció un 3% y se progresó mucho en la reducción de las emisiones CO2.

Para Albaugh, la determinación común para reducir los impactos medioambientales de la aviación y los esfuerzos colectivos para desarrollar carburantes sostenibles permitirán «acelerar su comercialización y actuar por el bien del planeta», dijo.

Por su parte, Paulo César Silva resaltó que el compromiso conjunto adquirido para «desempeñar un papel de primer plano» en el desarrollo de tecnologías que permitan desarrollar biocarburantes sostenibles acelerará el proceso de manera más eficaz que si actuasen por separado.

Destacó, al respecto, que el programa de biocarburantes para automóviles se inició en Brasil en la década de los años 70 del siglo pasado, en el seno de la investigación aeronáutica.

La innovación continua «estimulada por el dinamismo de la competencia, que, opinó Silva, anima a cada fabricante a mejorar permanentemente sus productos y a modernizar el tráfico aéreo, «aspectos esenciales» para alcanzar un crecimiento neutro en carbono a partir de 2020 y reducir un 50% las emisiones generadas por la industria antes de 2050 respecto a los niveles de 2005, consideró.

Airbus, Boeing y Embraer están afiliadas al grupo de usuarios de carburante sostenible para la aviación (Sustainable Aviation Fuel Users Group), integrado por 23 grandes compañías consumidoras de alrededor el 25% del carburante utilizado anualmente en la aviación.

Airbus y Virgin Australia testean un biocarburante hecho de eucalipto

La implicación de Airbus en ese consorcio tiene como objetivo apoyar el proceso de aprobación y de certificación como carburantes para la aviación los obtenidos por pirólisis, explicó la filial de EADS.

Se pretende poner en marcha un centro piloto para la producción de carburantes alternativos en Australia que debe estar en activo el año próximo.

La pirólisis es el procedimiento de descomposición química de materia orgánica utilizado en este caso para la conversión en combustible del «mallee», una especie de eucalipto originario de Australia utilizado para que suelos salitrosos vuelvan a ser productivos.

El conglomerado de empresas liderado por Virgin Australia, está integrado también por Future Farm Industries, que desarrolla sistemas sostenibles de explotación dentro de un programa del Gobierno australiano para la investigación en centros cooperativos.

El presidente de Airbus, Tom Enders, destacó que «los carburantes alternativos, que son un elemento esencial de la hoja de ruta para una aviación sostenible, nos permitirán alcanzar nuestros ambiciosos objetivos de reducción de CO2″ (dióxido de carbono).

«Es un privilegio para nosotros colaborar con nuestros socios australianos en este proyecto apasionante de cadena de valor», añadió Enders.

La ventas de bioetanol crecen un 56,6% en 2010 y las de biodiésel un 32,8%, según datos de la CNE

En términos de volumen representan un 5,56% del total de carburante diésel y un 6,22% de las gasolinas de automoción comercializadas en 2010.

En general, las ventas de biocarburantes aumentaron un 37,7% en España en 2010, hasta alcanzar un total de 2.022.629 m3. Del total de biocarburantes utilizados en 2010 en España, tres cuartas partes correspondieron a biodiésel y una cuarta parte a bioetanol.

El número de certificados definitivos anotados ascendió a 1,45 millones: 1,212 millones de biocarburantes en diésel (5% frente al 3,9%) y prácticamente alcanzar el objetivo individual de biocarburantes en gasolinas (3,88% frente al 3,9%). En cuanto al objetivo global, los certificados anotados después de traspasos se ajustaron al umbral exento de pago del 4,78%.

Por otro lado, España redujo el porcentaje de biodiésel producido en el país, aunque se mantiene por encima del 50%. También disminuyó hasta el 8,29% del total su participación en las materias primas (soja y palma) utilizadas en la fabricación de este biocarburante.

El segundo mayor productor del biodiésel consumido en España en 2010 fue Argentina, que duplicó su peso respecto al año anterior.

Por su parte, el bioetanol consumido fue producido principalmente a partir de caña de azúcar (36%), maíz (30,96%) y trigo (19,54%). Brasil pasó a ocupar el primer puesto en cuanto a los países de cultivo de materia prima, seguido de España. Además, cabe señalar que disminuyó el porcentaje del bioetanol fabricado en España (48,79%).

En base a las materias primas declaradas en el sistema de certificación, los biocarburantes comercializados en España habrían permitido una reducción global de emisiones de gases de efecto invernadero estimada en el 43% (37% por el uso de biodiésel y 68% por el bioetanol).

Las ventas de biocarburantes aumentaron un 37,7% en España en 2010, hasta alcanzar un total de 2.022.629 metros cúbicos (m3), según el informe anual revisado por el Consejo de la Comisión Nacional de la Energía (CNE).

Del total de biocarburantes utilizados en 2010 en España, tres cuartas partes correspondieron a biodiésel y una cuarta parte a bioetanol.

Por otra parte, la CNE actualizó las previsiones de demanda, concluyendo que las ventas estimadas de biocarburante permitirían alcanzar, de forma ajustada, el objetivo individual en gasolinas, pero se quedarían por debajo del objetivo individual en diésel y también el objetivo global en 2012 y 2013.

El Gobierno aprueba incorporar a la legislación española los criterios de sostenibilidad para biocarburantes

Así, para que un biocarburante pueda ser considerado como sostenible tiene que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero respecto al carburante fósil que sustituye (gasolina o gasóleo), como mínimo, en un 35%.

Asimismo, este biocarburante no puede provenir de cultivos situados en tierras con un elevado valor en cuanto a biodiversidad (bosques, zonas protegidas en la legislación…) y/o tierras con elevadas reservas de carbono, como pueden ser las zonas arboladas continuas o los humedales.

El objetivo de la Unión Europea para 2020 es que el 10% de la energía consumida en el transporte sea de origen renovable y, a estos efectos, sólo los biocarburantes o biolíquidos sostenibles podrán ser tenidos en cuenta para su cómputo.

Para cerciorase de que un biocarburante es sostenible, los Estados miembros de la Unión Europea deben implementar un sistema de verificación. Este Real Decreto aprueba el sistema nacional de verificación de la sostenibilidad.

Asimismo, el Real Decreto aprobado incorpora a la legislación española lo previsto en la normativa comunitaria en relación al valor doble de determinados biocarburantes procedentes de deshechos para el cumplimiento de los objetivos obligatorios en materia de energías procedentes de fuentes renovables en el transporte.

APPA Biocarburantes apremia a Industria a aprobar la normativa contra las importaciones desleales y denuncia presiones de Argentina

La asociación indicó que el proyecto de orden sólo requiere ya la firma del ministro de Industria, Miguel Sebastián, para entrar en vigor, tras haber superado satisfactoriamente todos los trámites administrativos previos.

«Estas medidas son equivalentes a las adoptadas por todos los países de nuestro entorno ante la competencia desleal del biodiésel argentino», aseguró el presidente de la sección de biocarburant es de APPA, Alfonso Ausín.

La prensa argentina informó de que el Gobierno del país presionó al Ejecutivo español desde hace varias semanas para impedir o, al menos retrasar, la aprobación definitiva del proyecto de orden de asignación de cantidades de biodiésel.

Mientras, indicó APPA, el sector tiene completamente parado el 85% de su capacidad instalada, consistente en 49 plantas, como consecuencia de la «competencia desleal del biodiésel argentino e indonesio, que se ha hecho ya con casi el 60% del mercado español de este biocarburante», por lo que es «absolutamente imprescindible» la aprobación del proyecto de ley para evitar el derrumbe definitivo del sector.

«Sería increíble que el Gobierno español se plegara ante las presiones y el chantaje del país precisamente causante de esta crisis, sacrificando a la industria española de biodiésel. El Ministerio debe aprobar la orden sin dilación alguna», reclama Ausín.

La industria española de biodiésel invirtió cerca de 1.400 millones de euros y creó más de seis mil puestos de trabajo en los últimos años, pero la «grave» crisis del sector, generada por las prácticas comerciales desleales de Argentina e Indonesia, provocaron ya la pérdida de casi 3.000 puestos de trabajo directos, afirmó.

Por ello, esta asociación consideró que «resulta evidente que la aprobación del proyecto de orden permitiría no sólo salvar los actuales empleos sino recuperar buena parte de los que han ido desapareciendo».

En 2010, según datos de Aduanas, se importaron en España unas 825.000 toneladas de biodiésel puro, lo que supone el 61% de todo el consumo nacional en ese mismo período, habiendo llegado las importaciones incluso al 80% en el tercer trimestre del año anterior. Más de tres cuartas partes de estas importaciones provinieron de Argentina (53%) e Indonesia (24%).

APPA señaló que la orden que se reclama al Gobierno está en la línea de las adoptadas por países como Francia, Bélgica, Portugal, Grecia e Italia. En su contenido, se recoge un mecanismo de asignación de cantidades de producción de biodiésel a fábricas comunitarias.

APPA Biocarburantes elige como nuevo presidente a Alfonso Ausín

Alfonso Ausín, natural de Bilbao, es ingeniero industrial y desarrolló toda su carrera profesional en el sector de automoción, dirigiendo, en sucesivas etapas, empresas de componentes como TVA, Egaña o GSB. Además, participó activamente en distintas asociaciones como ACICAE-Cluster de Automoción del País Vasco.

Bionor es una empresa fundadora de APPA Biocarburantese pionera en la fabricación de biodiésel, en la que Ausín desempeñó los cargos de presidente y consejero delegado.

La sección de Biocarburantes de APPA, compuesta por una treintena de empresas productoras de biocarburantes, se encarga fundamentalmente de velar por la defensa de los intereses del sector en España o evitar la competencia desleal del biodiésel importado.

AOP estima materialmente imposible elevar el porcentaje de los biocarburantes al 7%

En declaraciones a la prensa, en una jornada organizada por el Club Español de la Energía, Álvaro Mazarrasa admitió que el sector está analizando la medida anunciada por el Ejecutivo de elevar al 7% el porcentaje de biodiésel y bioetanol en las mezclas para reducir el consumo de petróleo. «No conocemos con detalle las medidas, lo estamos estudiando. Está en el trámite de consulta todavía», indicó.

Con todo, indicó que, en principio, se trata de una medida «que no es fácil de aplicar», ya que «hay serias dificultades por el problema de las especificaciones actuales» de los biocombustibles, es decir, los requisitos técnicos que estos han de cumplir.

«Si no se modifican las especificaciones y se da un marco legal para hacerlo habrá una imposibilidad legislativa y material para llevarlo a cabo«, sostuvo.

«Los coches actuales no admiten más carburante que el que se fijó como objetivo en diciembre para 2011-2013», del 5,9% para este año. Este objetivo es, añadió Mazarrasa, «el máximo que puede permitir» un vehículo actual. Por ello «vemos grandísimas dificultades en aumentar esos porcentajes», dijo; sobre todo en los coches más antiguos.

«Los coches que se ponen ahora en el mercado admiten más porcentaje de bioetanol» (el biocarburante que se incluye en las mezclas de gasolina). Sin embargo, «en biodiésel (el que se mezcla con el gasóleo) estamos al tope de lo que los coches pueden permitir. Incrementarlo va a ser materialmente imposible», dijo.

Por otro lado, preguntado sobre la reducción de la velocidad máxima aprobada en autopistas y autovías, Mazarrasa afirmó que «todas las compañías están a favor de todo lo que suponga ahorro y eficiencia». «Cualquier ahorro es bienvenido», añadió. Para el directivo de la AOP, «aunque nos fastidie tener que ir más despacio por las autopistas , si se ahorra en estos momentos es una buena cosa», dijo.

En este sentido, recordó que la AOP, como la industria petrolera europea, pone en marcha en los veranos (coincidiendo con los momentos en los que aumenta la conducción) un programa de conducción eficiente y consumo inteligente. Entre las medidas que promulga esta campaña figura conducir menos agresivamente y más despacio, utilizar mejor frenos y cambios, ir con las ventanillas cerradas para mejorar la aerodinámica, no llevar pesos, llevar los neumáticos revisados y el motor puesto a punto, etcétera. «Con estas sencillas medidas se pueden lograr ahorros de entre el 10% y el 15%«, puntualizó.

Se trata de una campaña que «en teoría va en contra del consumo, pero somos responsables y compañías que propugnamos el uso inteligente de la energía, que es un bien escaso y caro», afirmó.

Cada tipo de energía debe reflejar en el precio sus propios costes

Por otro lado, Mazarrasa abordó la posibilidad y conveniencia que formulaba el documento de la Subcomisión de Energía del Congreso de que el coste de las renovables fuera soportado por el conjunto de los consumidores del sistema energético español.

El director general de AOP comentó que «financiar la generación eléctrica con los ingresos procedentes de otro sector energético con un uso final de la energía totalmente distinto no tienen consistencia energética ni económica y puede crear distorsiones importantes en la eficiencia energética y en el uso de los recursos».

En la misma línea explicó que «la supuesta menor capacidad del sector petrolero para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero no es real y no tiene en cuenta los esfuerzos que nuestra industria está realizando en este sentido».

Muestra de ello es que la imposición fiscal que grava los productos petrolíferos es diez veces superior en términos de recaudación y cinco veces superior en términos de esfuerzo fiscal por contenido energético (euros/kwh) a la de la electricidad, dijo.

Taguas propone un impuesto «transitorio» sobre el crudo

Asimismo, el presidente de la patronal de las grandes constructoras Seopan, David Taguas, afirmó que una «medida que no falla» para reducir el consumo de energía es un «impuesto transitorio» sobre el precio del crudo.

Taguas mostró el rechazo de la patronal a la propuesta del Gobierno de reducir de 120 a 110 kilómetros hora la velocidad máxima en autopistas y autovías para reducir el consumo carburante. Esta iniciativa «para nosotros no está bien» y apuntó no estar seguro de que sirva para reducir el consumo de gasolinas. Por el contrario, defendió que un impuesto «estoy seguro que tiene efectos sobre el consumo».

Por otra parte, advirtió de la caída en el tráfico que se producirá en las autopistas de peaje, y recordó que los ciudadanos las utilizan sobre todo «para ahorrar tiempo» y alertó sobre la difícil situación financiera de algunas concesiones de peajes, con flujos de tráfico muy inferiores a los previstos en los contratos. Si a esto se une la bajada de la velocidad, «¿quién va a compensar a las empresas por esa reducción de los tráficos?», se preguntó el responsable de Seopan.

Taguas comentó que ya puestos se podría reducir más la velocidad de las autovías y autopistas. «El 70 me gusta más», bromeó.

También, Taguas alertó de los riesgos que puede tener en la economía española el incremento de la factura energética española por el incremento del precio del crudo tras las revueltas populares en algunos países árabes.

Seopan estima que la economía española subirá un 1,1% en 2011 (dos décimas menos que la previsión del 1,3% del Gobierno), pero considera que si se mantiene el precio del crudo en los niveles actuales se lastrará el crecimiento.

En este sentido, subrayó que a los precios actuales, la factura energética se incrementará respecto al año pasado en 11.530 millones de euros, lo que equivale a «todo el crecimiento de 2011».

«Todo el crecimiento que va a haber en la economía en 2011 se lo va a comer el crudo» con los niveles de precios actuales, agregó.

Para limitar los efectos de la subida de la factura energética, desde Seopan se destacó la necesidad de que no se traslade a salarios ni a otras rentas la subida del precio del petróleo.

«Lo mejor es aceptar el empobrecimiento» de España al ser un país importador, porque la traslación a rentas de la subida del crudo «sólo puede suponer menor actividad y mayor desempleo».

El sector de biocarburantes pide frenar las importaciones desleales para aprovechar las nuevas medidas del Gobierno

Un portavoz de esta patronal explicó que «el sector está perplejo» ante esta inciciativa con la que el Ejecutivo intenta combatir el aumento del precio del petróleo, consecuencia de la crisis que viven los países del norte de África.

Se trata, en su opinión, de una medida positiva que podría beneficar al sector español, de no ser por la situación de competencia desleal que provocan los bajos precios de los biocarburantes procedentes de los citados países, con los que «es imposible competir».

El sector español de los biocarburantes «no pide medidas proteccionistas», sino la puesta en marcha de una orden ministerial «pendiente de aprobación y que ha recibido el visto bueno de la Comisión Nacional de la Energía».

El Ministerio de Industria, según APPA Biocarburantes, «mantiene paralizada la tramitación del proyecto de orden ministerial que impulsó a mediados del año pasado» este mismo departamento, en respuesta a las peticiones del sector.

Se trata de una norma «que impidería la competencia desleal del biodiésel importado y aseguraría la supervivencia de la industria nacional de biocarburantes».

Según sus datos, entre enero y noviembre de 2010 se importaron en España más de 700.000 toneladas de biodiésel, lo que supone casi el 60% de todo el consumo nacional en ese mismo período, habiendo llegado las importaciones incluso al 80% en el tercer trimestre del año. Más de tres cuartas partes de las importaciones acumuladas el año pasado provenían de Argentina e Indonesia.