Repsol inicia la pugna post-París: Brufau considera «falso» que el coche eléctrico sea «cero emisiones» al generarse parte con carbón

Si bien el consenso internacional expresado en la COP21 de París ha fijado la meta a largo plazo en la lucha contra el cambio climático, la discusión se centra ahora en cómo alcanzar la descarbonización de la economía. En este contexto se enmarca el llamamiento a la reflexión expresado ante los accionistas por el presidente de Repsol. Con los combustibles fósiles en el punto de mira, Antonio Brufau reivindicó el futuro de las petroleras y cargó contra el coche eléctrico.

En este sentido, Brufau cuestionó que el coche eléctrico «sea cero emisiones», dado el peso que tiene el carbón en el mix de generación eléctrico actual, así como algunas de las políticas de subvenciones aplicadas a estos vehículos. «Lo hay que ver es quién produce la electricidad», indicó antes de arremeter contra las subvenciones anunciadas por el Gobierno alemán para el coche eléctrico. “Cuando veo que un Gobierno tan serio como el alemán dice que va a subvencionar los coches eléctricos y en Alemania el 45% de la electricidad se genera con carbón, tengo que pensar que la subvención no es al coche eléctrico sino al sector del carbón o del automóvil alemán», señaló Brufau.

«Subvencionando el coche eléctrico en Alemania no se consigue reducción de CO2″, concluyó. Por ello, Brufau pidió que «no se distorsione la realidad» al abordar temas como éste del vehículo eléctrico. Así, ha explicado que si se tiene en cuenta todo el proceso, desde la fabricación del vehículo hasta su desguace, un coche de combustión interna emite el mismo CO2 que uno eléctrico en Alemania, donde el carbón mantiene un papel protagonista en la generación. Asimismo, recordó que «una parte importante» del uso del petróleo no genera emisiones de CO2 ya que el 40% se deriva a usos industriales en las que no se consume y, de momento, es insustituible.

También subrayó que el sector eléctrico recibió 23.000 millones de euros en subvenciones entre 2008 y 2013, con los que se ahorraron 100 millones de toneladas de CO», lo que sitúa el coste por tonelada en 230 euros. Frente a esto, aseguró que las medidas puestas en marcha por Repsol redujeron sus emisiones en 9 millones de toneladas, a razón de aproximadamente 7 euros por tonelada. “Y se logró con nuestro dinero”, remarcó Brufau. Además, cuestionó que las subvenciones a las energías renovables hayan servido para «crear desarrollo industrial o «retornos económicos y sociales», al tiempo que apuntó que estas ayudas públicas «han servido para mejorar la cuenta de resultados» de aquellos que las recibieron. «A eso no jugamos», dijo.

Eso sí, Brufau destacó el compromiso de Repsol en la lucha contra el cambio climático y su compromiso en el cumplimiento de los acuerdos de París. En esta línea, defendió que «no podemos trabajar en ningún otro escenario que no sea cumplir el objetivo de que no se incremente en dos grados la temperatura del planeta» aunque continúe creciendo el consumo de energía. Para ello, consideró necesarias aportaciones por todas las fuentes de energía y avanzar también en materia de eficiencia. En el campo de los hidrocarburos, explicó que en el horizonte de 2035 se producirá un descenso en el uso del petróleo que se verá compensado por un incremento del uso del gas natural.

Lo que tiene que subir

Por su parte, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, quiso llamar la atención sobre el hecho de que el precio del diésel en España sólo se haya incrementado un 11% desde los mínimos de febrero a pesar de que el crudo se ha encarecido un 75%. A este respecto, recordó que más de la mitad del precio de los carburantes se corresponde con impuestos y que otra parte son costes de transporte, lo que reduce el impacto del crudo a un tercio del total. Esto supone, según Imaz, que si se produce una bajada de entre el 60 y el 75% del precio del crudo, los carburantes podrían bajar un máximo del 20%.

En la misma línea, defendió que el mercado de los carburantes en España «es muy competitivo y muy complejo», algo que según el consejero delegado de Repsol queda demostrado por el hecho de que «casi todas las multinacionales se han ido». De hecho, sostuvo que las únicas compañías que entran ahora en el mercado son aquellas que apuestan por «modelos low cost«, que intentan conseguir la rentabilidad prescindiendo de personal.

2 comentarios
  1. pepe
    pepe Dice:

    Como se puede ser tan cínico y sin verguenza, sí tuviera un minimo de consciencia de sus palabras se estaría calladito.

    O sea que quieren meter las emisiones de las empresas eléctricas en los aparatos que las consumen, entonces habría que ponerles a ellos multas de emisiones, por la extracción, refinamiento, almacenaje, distribución tambien.

    Estos son de los que desde los años 60 tenían patentes, de baterias de litio, coches con reducción de emisiones y se las guardaron, para seguir contaminando pese a que ya conocían que se estaba produciendo un calentamiento global.

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