Brufau celebra las disensiones en la OPEP y espera que las reglas del mercado sigan actuando sobre el sector petrolero

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, reivindicó la ley de la oferta y la demanda en su discurso ante los accionistas de la compañía y celebró que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) haya dejado de actuar como un cártel. “Ha dejado que el mercado fluctúe en reglas del mercado, de lo cual nos tenemos que alegrar», señaló Brufau, que aseguró que “lo mejor” que le puede ocurrir al sector petrolero es que la OPEP “desaparezca como cártel”.

«Nuestro dinero lo tenemos que jugar a las reglas de oferta y demanda y no a que unos señores decidan qué precios necesitan ellos para que el mundo pague y manipulen la producción», añadió Brufau, que vaticinó una recuperación de precios durante este año, algo que considera que ya se está viendo con el barril en 48 dólares, aunque subrayó que Repsol trabaja para ser «una compañía rentable con un escenario de 50 dólares y ser capaz de reducir deuda, invertir y crecer en valor y volumen. Además, consideró «moderadamente prudentes» las previsiones de los analistas y las agencias de rating para el petróleo en 2016, con unas estimaciones que se sitúan entre los 42 dólares y los 36 dólares.

En 2015, según explicó, hubo un desajuste diario de casi 2 millones de barriles de petróleo entre oferta y demanda en un contexto de precios muy bajos. Para 2016 Brufau señaló que se espera una estabilización de la oferta y que crezca la demanda. De hecho, afirmó que «el mercado está esperando crecimientos importantes» del precio del petróleo en próximas fechas, ya que «se empieza a visualizar una cierta tensión entre la oferta y la demanda». Además, como otros factores que favorecerán al precio, citó el mayor crecimiento previsto para la economía mundial, del 3,2% frente al 3,1% de 2015, mayor en los países emergentes.

En su análisis del pasado ejercicio, señaló que fue un «año complejo» debido a un escenario de precios marcado por la alta volatilidad tanto en el crudo como en el gas, con caídas de más del 50%. Brufau atribuyo este descenso a 2 razones: la ralentización de la economía global, que ha provocado que la demanda crezca a un ritmo menor del esperado, y la sobreproducción existente por las disensiones en el seno de la OPEP y la estrategia liderada por Arabia Saudí para echar del mercado a sus competidos de yacimientos no convencionales de países como Estados Unidos, donde la producción se disparó en los últimos años con el fracking pero que necesitan un precio del barril más elevado.

Asimismo, Brufau subrayó que la adquisición el año pasado de la petrolera canadiense Talisman Energy está «transformando» la compañía, doblando su tamaño de upstream (producción de petróleo) y haciendo que se tenga que «trabajar mucho» para maximizar su valor. Ante la crítica de algún accionista, el ejecutivo catalán no dudó en considerar “acertada” la compra, en la que se utilizaron los fondos recibidos por la expropiación de la argentina YPF, pese al actual entorno de precios, ya que ante una operación como ésta «hay que visualizar el futuro y esperar que se pueda sacar rentabilidad en base» a esas perspectivas.

En este sentido, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, afirmó que 2015 supuso un ejercicio «de profunda transformación» para la compañía, en un «año con importantes retos y con un entorno complejo» hacia una “nueva Repsol”. «El proceso que hemos iniciado a lo largo de 2015 ha estado marcado por la adquisición de Talisman Energy y por un nuevo plan estratégico enfocado en la creación de valor”, añadió.

Por otro lado, explicaron que Repsol contó con factores que le ayudaron a minimizar el impacto de la caída del crudo, como la revalorización del dólar frente al euro o la mejora en sus resultados en el downstream, especialmente en el margen de refino, que se dobló con respecto a años anteriores. «Toda la actividad del downstream ha fortalecido a la compañía en una época difícil«, destacó el presidente Brufau.

Por otro lado, los accionistas de Repsol aprobaron que el dividendo correspondiente a los resultados de 2015 se sitúe en 0,8 euros, lo que supone un recorte del 20% con respecto a 2014. De esta manera, el dividendo complementario pasará de 0,5 euros a 0,3 euros, tal y como el grupo había avanzado en febrero. En cuanto a la futura evolución del dividendo, Brufau señaló que si el petróleo se recupera ya «verá» el consejo de administración qué se hace.

Además, la junta aprobó la reelección como consejero del presidente de Caixabank, Isidro Fainé, y la ratificación del nombramiento como consejero de Gonzalo Gortázar, así como un nuevo sistema de retribución variable para el consejero delegado, vinculado al valor de las acciones de Repsol y su evolución frente a petroleras competidoras. De hecho, Imaz se ha mostrado dispuesto a que el 100% de su retribución sea variable y sujeta al cumplimiento de objetivos, como ha sugerido un accionista, porque «tenemos que comprometernos con estos proyectos».

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