El Gobierno no se plantea acabar con la interrumpibilidad porque podría ser «necesaria» en el futuro

Europa Press.- El Gobierno no se plantea acabar con el mecanismo de interrumpibilidad del sistema eléctrico, a pesar de que lleva varios años sin activarse, porque podría ser «necesario» en el futuro, y además defiende que el procedimiento de asignación mediante subastas puesto en marcha a finales del año pasado ha abaratado su coste y ha flexibilizado su funcionamiento. Con la interrumpibilidad se retribuye a las empresas grandes consumidoras de electricidad por poder desconectarse y modular su consumo en momentos de saturación en el sistema eléctrico.

Así lo señala el Gobierno en varias respuestas a los diputados Paloma Rodríguez (PSOE) y Álvaro Sanz (Izquierda Plural), que alegaban que la potencia instalada en España es superior a la punta de demanda histórica y que, sin embargo, se mantiene un sistema de interrumpibilidad que ha costado unos 3.000 millones de euros desde 2008. En su texto, el Ejecutivo explica que la interrumpibilidad «flexibiliza» la operación del sistema eléctrico, permitiendo una «respuesta rápida» ante situaciones de «emergencia» tanto por motivos técnicos como económicos. «Si bien el sistema no se ha utilizado en los últimos años, eso no implica que no pueda ser necesaria la utilización futura del mismo», añade.

Además, recuerda que el sistema de subastas para asignar los bloques de interrumpibilidad ha disminuido el coste de este servicio, lo que garantiza un mecanismo «más competitivo y eficiente» con el que mantener la interrumpibilidad «al menor coste posible». Finalmente, ante las críticas del impacto que el alto coste de la electricidad tiene sobre la competitividad de las empresas electrointensivas, que pagan tres veces más por la energía en España que en Francia, el Gobierno recuerda que el coste de la electricidad viene determinado por el mix energético y que en el caso galo hay un fuerte componente de generación nuclear que abarata el precio.

No obstante, también recuerda que las empresas instaladas en España que son grandes consumidoras reducen sus gastos precisamente gracias a lo que cobran de la interrumpibilidad y además, desde la entrada en vigor de la reforma fiscal, pueden deducirse un 85% del Impuesto sobre la Electricidad. Con el incremento de las conexiones internacionales, añade, también habrá una «mayor estabilidad de precios y menores necesidades de potencia instalada», lo que hace previsible una «bajada de precios que, sin duda, beneficiará al sector industrial», zanja el Ejecutivo.

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