Científicos japoneses desarrollan biocombustible mediante naranjas

El equipo lleva más de un año embarcado en este proyecto que trata de aprovechar el excedente que se da en la localidad de Mihama, una localidad del sur de la prefectura de Mie, al oeste de Japón, famosa por su producción de naranjas.

El equipo consiguió que un vehículo de unos 14 kilos activado por control remoto funcione mediante una mezcla de gasolina y este nuevo biocombustible de naranja, según informó el diario Asahi.

«Este biocombustible podría ser utilizado para tractores y segadoras agrícolas con motor de gasolina«, explicó al rotativo el profesor de bioingeniería de la Universidad de Mie que dirigió la investigación, Yutaka Tamaru.

El equipo mezcló en tanques naranjas no aptas para su consumo (pasadas o dañadas), así como los desechos que quedan tras producir zumo de este cítrico con una bacteria (clostridium cellulovorans) obtenida a partir de virutas de madera.

Esta bacteria descompone las fibras de celulosa y produce un azúcar que, al fermentar junto a otro microorganismo añadido, produce este biocombustible de naranja en unos 10 días.

El equipo logró extraer unos 20 mililitros de biocombustible de unos 3 kilos de naranjas descartadas y desechos de naranja.

La sustancia también resultó menos corrosiva que el bioetanol, normalmente producido con maíz o remolacha, ya que el 70% de su contenido es biobutanol, que no reacciona tan fácilmente con la humedad.

El biobutanol, además, tiene mayor poder calorífico que el bioetanol, y hace posible que el porcentaje de biocombustible sea mayor cuando se mezcla con gasolina.

Bruselas efectuó inspecciones en el sector de los biocombustibles por posible manipulación de los precios

Las inspecciones por parte de funcionarios de la Comisión Europea tuvieron lugar el martes en dos Estados miembros, indicó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.

La Comisión Europea sospecha que se podrían haber distorsionado los precios de referencia con «comportamientos anticompetitivos», entre ellos mediante una posible confabulación a la hora de suministrar información sobre los precios a las agencias pertinentes.

Las inspecciones por sorpresa en el sector de los biocombustibles se producen después de las que llevó a cabo la Comisión Europea y la Agencia de Supervisión del Acuerdo Europeo de Libre Comercio (EFTA) en mayo de 2013 en los sectores del crudo, de productos petroleros refinados y biocombustibles.

Las reglas comunitarias de competencia prohíben la formación de carteles, prácticas empresariales restrictivas y abusos de una posición de mercado dominante.

Los precios analizados y publicados por las Agencias de Información de Precios sirven como referencia para el comercio en los mercados físicos y en los mercados de derivados financieros para una serie de productos de materia prima en Europa y el mundo.

La importancia de estas referencias y la ausencia de regulación puede dejar espacio para comportamientos anticompetitivos, llevando a distorsiones de los precios.

Incluso pequeñas distorsiones pueden tener un impacto importante en los precios, perjudicando eventualmente a los consumidores.

Las inspecciones no anunciadas de la Comisión Europea son un paso preliminar en investigaciones sobre presuntas prácticas anticompetitivas, pero no prejuzgan la culpabilidad o inocencia de las empresas afectadas ni el resultado de las pesquisas.

Las empresas tienen el derecho a defenderse en cualquier procedimiento abierto por la Comisión Europea, que no suele publicar los nombres de las compañías que investiga o inspecciona.

Petronor generará nuevos tráficos de aceite de palma en el Puerto de Bilbao

La inclusión del aceite de palma entre las mercancías que pasan por el Puerto de Bilbao reforzará la ya estrecha relación con Petronor, cuyos graneles líquidos ocupan más del 40 por ciento del tráfico de la instalación portuaria, señala un comunicado de la compañía petrolera.

Petronor informó el pasado 10 de julio que tenía previsto comenzar en breve a procesar aceite vegetal de palma en las unidades de fabricación de diésel, lo que supondría su estreno como «biorrefinería».

El aceite de palma procede de una fuente de energía renovable como son los cultivos de oleaginosas no dedicados a la alimentación humana.

Está considerada como una fuente energética sostenible y renovable gracias a sus condiciones de índice de cetano, lo que es imprescindible en el buen funcionamiento de los motores de ciclo diésel, añade la nota.

Petronor procesará aceite vegetal de palma en las unidades de diésel y se estrenará como «biorrefinería»

Petronor comenzará en unos quince días con el procesamiento de 5 millones de litros de aceite vegetal de palma, según informó la compañía en su página web.

El producto final se incorporará en la formulación de gasóleo de automoción, gasóleo A, por lo que, según la empresa, en su consumo «el balance de emisión de CO2 será de cero».

La compañía destacó que con esta actuación, Petronor «se convierte en pionero en comportamientos sostenibles, estrenándose como biorrefinería».

Según explicó, el aceite de palma procede de una fuente de energía renovable como son los cultivos de oleaginosas no dedicados a la alimentación humana.

Petronor aclaró que debido a que las oleaginosas de alimentación sufrieron un aumento de precio por la competencia del mercado de los biocombustibles y ello encareció el acceso a la alimentación de muchas comunidades con base alimentaria en la soja, maíz y mijo, la empresa sólo compra aceite de palma o de jatrofa para el desarrollo de su actividad.

El grupo Repsol, en el que se integra la petrolera vasca, ya realizó cultivos experimentales de jatrofa para aumentar su producción y con el objetivo de no competir con cultivos alimentarios, según la empresa.

La producción de biocombustibles crecerá en España durante este año, pero su consumo no variará

El director de biocombustibles de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), Manuel Bustos, señaló que aún es pronto para hacer previsiones, pero estimó subidas especialmente para el biodiésel, que el año pasado alcanzó las 580.000 toneladas, mientras que la producción de bioetanol sumó 350.000 toneladas.

Bustos valoró que este año pueden trabajar en «un mercado ordenado, regido por una competencia leal», tras la aprobación por la Unión Europea en noviembre de 2013 de aranceles antidumping al biodiésel argentino e indonesio y cuyos efectos se empiezan a notar ya en lo que va de año.

El pasado año el mercado español «siguió dominado por las importaciones», que suponían un 70% del consumo total de biodiésel, sobre todo, de Argentina, aunque también de Indonesia, con unos precios por debajo de las cotizaciones normales del mercado.

Este escenario varió y propició un incremento de las producciones de biodiésel local, que se suma al experimentado un año antes por el bioetanol, después de que también se tomaran medidas antidumping contra la producción estadounidense y que supuso una oportunidad para los fabricantes europeos.

Estas prácticas afectaron al sector, según Bustos, ya que el mercado español del biodiésel «ha sido objeto de un ataque de dumping brutal», lo que «no permite que un sector se consolide», por lo que es fundamental esta «competencia leal entre fabricantes de distintos países».

También valoró la reciente entrada en funcionamiento del mecanismo de asignación de cantidades de biodiésel a empresas con viabilidad económico-financiera y con capacidad para asegurar el suministro de los objetivos obligatorios que debe estar producido en plantas que han recibido esta asignación.

No obstante, insistió en que uno de los lastres es la rebaja de los objetivos obligatorios que el Gobierno aprobó en febrero de 2013 para ese año y sucesivos y que provocó una caída del consumo, tendencia que no se espera que mejore en 2014.

En 2013 el consumo de biodiésel y de biotanol sufrió importantes caídas hasta las 550.000 (-59 %), la cifra más baja desde 2008, y 330.000 toneladas (-16 %), respectivamente, consecuencia «simple y llanamente por la rebaja del Gobierno de los objetivos obligatorios en el consumo de biocarburantes», recalcó.

Bustos recordó que el Gobierno español redujo la utilización mínima de biocarburantes (biodiésel y bioetanol) en combustibles de automoción del 6,5% al 4,1%, que afectó de manera especial al biodiésel al rebajar sus objetivos del 7% al 4,1% del carburante diésel, mientras que en el del bioteanol se bajó del 4,1% al 3,9%.

En este sentido, criticó que el Gobierno de «España no está haciendo los deberes para llegar al 10% en los objetivos de biocarburantes» y, hoy por hoy, está «muy por debajo de la media comunitaria» e insistió en que «no está en la senda correcta».

Neol logra en EEUU la patente para obtener biocombustibles avanzados

Repsol llegó a un acuerdo con la empresa biotecnológica cotizada Neuron Bio en 2012 para adquirir el 50% de Neol Biosolutions para potenciar el negocio de biocombustibles.

Según informó Neol, las autoridades de Estados Unidos le patentaron su tecnología MicroBiOil 1, que permite obtener aceites para uso industrial a partir de glicerina cruda mediante un procedimiento biotecnológico.

Esta tecnología, que ya se demostró a escala semi-industrial, incrementa el rendimiento global de las plantas de biodiesel al convertir el principal co-producto de estas plantas de producción de biodiesel, la glicerina cruda, en nuevo aceite.

Neol está actualmente comercializando esta plataforma promocionando la venta de licencias o las alianzas pertinentes con un socio industrial.

Europa puede «perder el tren» de la segunda generación de biocombustible, según Abengoa

Garoz explicó que los biocombustibles de «segunda generación», los que no utilizan directamente los cultivos sino sus residuos, tienen un potencial de futuro en la utilización de «biomasa de cultivos industriales, especies arbóreas con alta densidad energética que pueden crecer y regenerarse en un corto período de tiempo».

El directivo señaló que el «gran problema en Europa es que la agricultura, que puede ser una fuente de biomasa», se preocupó por «armonizar los cultivos de las diferentes regiones, en lugar de crear una industria competitiva y sofisticada», lo que «dificulta encajar proyectos de biomasa agrícola en países europeos».

En este sentido, el pleno del Parlamento Europeo aprobó el mes pasado un texto que propone que los biocombustibles clásicos supongan como máximo un 6% del consumo energético de la Unión Europea en el sector del transporte para 2020 y los biocombustibles de segunda generación, al menos el 2,5%.

Garoz señaló que la única biomasa que puede ser viable en Europa, «aunque no generará biocombustibles a gran escala para cumplir sus objetivos de sostenibilidad», es la de los residuos sólidos urbanos, la basura de ciudades y pueblos.

Sin embargo, el directivo de Abengoa destacó la política de Estados Unidos y Brasil, que «entienden el valor de los biocombustibles de segunda generación» como creación de riqueza y desarrollo de independencia energética.

Los biocombustibles de segunda generación se obtienen a partir de la biomasa de «residuos sin valor», como la paja del maíz o de la caña de azúcar, e incorporan azúcares de la celulosa de esta biomasa, que, según Garoz, se pueden generar a escala industrial de forma competitiva.

El uso de estos azúcares, en los que está trabajando Abengoa en EEUU, también pueden incorporarse a los etanoles de primera generación (fabricados a partir de los cultivos) para conseguir una disminución de la cantidad de grano de maíz o de trigo necesario y una reducción de la huella de carbono hasta del 60%, apuntó.

Garoz, que calificó a estas moléculas «la revolución» de los biocombustibles y las biorrefinerías del futuro, señaló que los etanoles que utilizan estos azúcares reducen en un 80% ó 90% las emisiones de CO2 respecto a la gasolina.

La generación de estos azúcares provenientes de la biomasa de manera «sostenible y sostenida», en la que Abengoa trabaja ahora, generará combustibles y químicos con menor huella de carbono, contribuirá a reducir los efectos del cambio climático y abrirá el camino hacia una nueva economía, la «bioeconomía», en la que se podrán desarrollar nuevos productos y nuevos empleos, concluyó.

Boeing y Embraer anuncian un acuerdo para crear un centro de biocombutibles para la aviación

Las dos compañías indicaron que «planean abrir» el centro en el Parque Tecnológico de la ciudad de Sao José dos Campos, a unos 100 kilómetros de Sao Paulo y donde Embraer tiene su sede principal, para poder investigar y desarrollar un «biocombustible sostenible» y «reducir las emisiones de gas carbónico» en la industria de la aviación.

El Memorando de Entendimiento suscrito prevé una fase de investigaciones conjuntas y la «financiación y coordinación de esfuerzos» con universidades brasileñas y otras instituciones que podrán sumarse al proyecto que busca mejorar la producción de materias primas y la tecnología usada en el proceso.

La «tradición» de Brasil en el desarrollo de combustibles alternativos fue otro de los puntos expuestos por Boeing y Embraer para la alianza.

«Boeing y Embraer tienen una gran oportunidad para trabajar en alianza y desarrollar las capacidades del biocombustible para la aviación en Brasil y también aumentar el acceso de la industria global al biocombustible para la aviación«, señaló el vicepresidente de Investigación y Tecnología de Boeing Brasil, Al Bryant.

En 2013, Boeing, Embraer y la estatal Fundación de Amparo a la Investigación del Estado de Sao Paulo (FAPESP) realizaron un estudio que identificó las «lagunas» y el «potencial» de los biocumbustibles en la aviación del país.

Con una «producción sostenible», el biocombustible en la aviación reduce entre un 50% y un 80% la emisión de dióxido de carbono frente a los combustibles fósiles que usan el petróleo como materia prima y desde 2011, cuando fue aprobado el biocombustible, ya fueron realizados 1.500 vuelos con pasajeros, detalló la nota.

El anuncio coincidió con un estudio divulgado por la calificadora de riesgo Moody’s, que apuntó que la «reserva de liquidez es crucial para la industria brasileña de azúcar y etanol», este último el principal biocombustible del país y que tuvo gran auge en la década pasada en la industria automotriz.

El etanol de caña de azúcar fue el pionero para el desarrollo del biocombustible en la aviación en 2008 con el lanzamiento de la aeronave agrícola Ipanema, de Embraer, pero en la actualidad el sector sufre con los «riesgos macroeconómicos y la «vulnerabilidad a los volátiles precios de la materia prima», apuntó Moody’s.

Argentina impulsa una ley para eximir de impuestos la producción del biodiésel de forma temporal

«El proyecto va a ser enviado a la Cámara de Diputados para dar respuesta al sector de biodiésel argentino», dijo Fernández de Kirchner en un acto en la sede del Ejecutivo. La iniciativa busca eximir al biodiésel, que sea destinado a la generación eléctrica, de la alícuota del 22% que pesa sobre el gasóleo y de la tasa del 19% del impuesto a los combustibles líquidos.

«Las maniobras de dumping de Europa» responden a que «somos muy competitivos», defendió la presidenta argentina. «Si no bajamos los impuestos al biodiésel aumentaría (el precio de) este producto y lo hacemos para que el costo no lo pague el consumidor», explicó.

La mandataria indicó que la exención impositiva será provisional, «mientras dure la restricción de ingreso del biodiésel argentino en Europa». Según Fernández, esa iniciativa se impulsa «para contrarrestar esta verdadera medida contra el libre comercio» adoptada por la Unión Europea.

En noviembre de 2013, la Unión Europea oficializó un aumento de los aranceles a las importaciones de biodiésel producido en Argentina e Indonesia, lo que afectó una de las fuentes de ingresos del país suramericano que sufre actualmente una falta de divisas extranjeras.

La medida «antidumping» europea, por la que en diciembre último Argentina planteó una reclamación formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), impone un derecho de importación de entre 216,6 y 245,6 euros por tonelada, canon que para el país suramericano genera el cierre del mercado europeo para su biodiésel.

Argentina, uno de los mayores productores y exportadores mundiales de este producto, y que tenía a la Unión Europea como su principal comprador, calculó que la medida, que rige desde el 27 de noviembre de 2013 y por un plazo de cinco años, afecta a exportaciones anuales por 1.500 millones de dólares.

Al imponer la tasa, que es en promedio de un 25% sobre el precio del producto importado, Bruselas alegó que el carburante argentino competía de manera desleal con el biodiésel europeo, pues los productores argentinos se beneficiaban de una ventaja injusta al tener acceso a materias primas a precios «artificialmente bajos». Buenos Aires, en tanto, sostiene que la industria europea, en contraposición a la argentina, está «sobredimensionada» y carece de la disponibilidad de materia prima.

«Son medidas para-arancelarias para que no entre el biodiésel argentino, que es realmente muy competitivo. No fue por casualidad que nos convertimos en el primer exportador mundial, sino por una decisión del Estado argentino, a través de leyes y promociones fiscales que favorecieron la inversión en plantas que ascienden en la actualidad a 33, con 1.600 trabajadores», destacó Fernández de Kirchner.

«Estamos ante una verdadera guerra comercial y nuestra obligación institucional es proteger y ayudar a aquellos que están con dificultades», añadió la mandataria.

En diciembre pasado, el Gobierno ya subió el porcentaje de componentes renovables que deben estar presentes en la mezcla obligatoria del gasóleo tradicional, que pasó del 8% al 10%, para hacer frente a los efectos adversos en el sector del biodiésel a partir de la medida adoptada por la Unión Europea.

El CSIC constata que los residuos del maíz contienen cantidades suficientes de azúcar como para producir energía alternativa

El CSIC indicó que el primer objetivo de esta investigación era determinar la cantidad de etanol que se podía obtener a partir de restos de cosecha de maíz dulce y en grano.

El jefe del Grupo de Genética y Mejora de Maíz de la MBG, Amando Ordás Pérez, señaló que «es necesario indagar en nuevas fuentes» de energía alternativas como los biocombustibles, ya que los combustibles fósiles presentan «inconvenientes» por su naturaleza «no renovable y su contaminación».

El estudio consistió en plantar en la provincia de Pontevedra 25 variedades autóctonas y comerciales de maíz para realizar análisis químicos y, así, calcular los litros de etanol por hectárea que se obtendrían de los rastrojos.

El investigador principal de este estudio, Bernardo Ordás López, subrayó que los datos «avalan el uso de estos residuos como nueva fuente de energía». Además, el centro investigador destacó que en Galicia se generan «alrededor de 100.000 toneladas de restos de maíz» por año y en el resto de España alrededor «de cuatro millones».

Por otra parte, los científicos del CSIC también evaluaron el potencial de variedades locales de maíz como materia prima para la combustión. Estos resultados mostraron que los restos del cultivo de estas variedades se pueden emplear para producir calor o electricidad en plantas de biomasa, destacó el centro investigador.

En este sentido, Bernardo Ordás señaló que el maíz «puede cultivarse para un doble uso». «El grano para el alimento y la biomasa vegetativa para la energía», indicó el investigador.

Asimismo, consideró que estos resultados abren «nuevas posibilidades» de uso para los restos de cosechas que podrían «generar nuevas industrias y puestos de trabajo en el medio rural».

En este sentido, los científicos del CSIC continúan trabajando en el desarrollo de variedades gallegas óptimas para el aprovechamiento energético y la evaluación del impacto que puede tener en el suelo la eliminación de los restos del cultivo.