Boeing y Embraer anuncian un acuerdo para crear un centro de biocombutibles para la aviación

Las dos compañías indicaron que «planean abrir» el centro en el Parque Tecnológico de la ciudad de Sao José dos Campos, a unos 100 kilómetros de Sao Paulo y donde Embraer tiene su sede principal, para poder investigar y desarrollar un «biocombustible sostenible» y «reducir las emisiones de gas carbónico» en la industria de la aviación.

El Memorando de Entendimiento suscrito prevé una fase de investigaciones conjuntas y la «financiación y coordinación de esfuerzos» con universidades brasileñas y otras instituciones que podrán sumarse al proyecto que busca mejorar la producción de materias primas y la tecnología usada en el proceso.

La «tradición» de Brasil en el desarrollo de combustibles alternativos fue otro de los puntos expuestos por Boeing y Embraer para la alianza.

«Boeing y Embraer tienen una gran oportunidad para trabajar en alianza y desarrollar las capacidades del biocombustible para la aviación en Brasil y también aumentar el acceso de la industria global al biocombustible para la aviación«, señaló el vicepresidente de Investigación y Tecnología de Boeing Brasil, Al Bryant.

En 2013, Boeing, Embraer y la estatal Fundación de Amparo a la Investigación del Estado de Sao Paulo (FAPESP) realizaron un estudio que identificó las «lagunas» y el «potencial» de los biocumbustibles en la aviación del país.

Con una «producción sostenible», el biocombustible en la aviación reduce entre un 50% y un 80% la emisión de dióxido de carbono frente a los combustibles fósiles que usan el petróleo como materia prima y desde 2011, cuando fue aprobado el biocombustible, ya fueron realizados 1.500 vuelos con pasajeros, detalló la nota.

El anuncio coincidió con un estudio divulgado por la calificadora de riesgo Moody’s, que apuntó que la «reserva de liquidez es crucial para la industria brasileña de azúcar y etanol», este último el principal biocombustible del país y que tuvo gran auge en la década pasada en la industria automotriz.

El etanol de caña de azúcar fue el pionero para el desarrollo del biocombustible en la aviación en 2008 con el lanzamiento de la aeronave agrícola Ipanema, de Embraer, pero en la actualidad el sector sufre con los «riesgos macroeconómicos y la «vulnerabilidad a los volátiles precios de la materia prima», apuntó Moody’s.

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