El conflicto nuclear iraní impulsa el petróleo a más de 61 dólares

El recrudecimiento del conflicto sobre el programa nuclear iraní, el recorte de la oferta de la OPEP y el descenso de las reservas en EEUU han disparado los precios del petróleo esta semana en los mercados de futuros de Londres y Nueva York hasta los 61 dólares por primera vez en 2007.

El barril de Brent para entrega en abril, la referencia en Europa, concluyó la semana a 60,88 dólares en Londres, 25 centavos más que el cierre del jueves y casi dos dólares por encima del valor con el que terminó el viernes de la semana anterior, cuando alcanzó 58,95 dólares.

El Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente para EEUU, avanzó ayer 19 centavos, hasta terminar en 61,14 dólares/barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX), donde una semana antes había concluido a 59,39 dólares.

Mientras, el barril (de 159 litros) usado por la OPEP como referencia y calculado en base a una mezcla de once calidades de crudo se encareció más de un 4 por ciento en una semana, al pasar su valor de los 52,80 a los 54,99 dólares de jueves a jueves.

La creciente preocupación de los mercados de que la crisis por el programa nuclear iraní afecte al suministro fue el factor principal detrás de esta escalada que, sumado a otros elementos alcistas, dejaron fuera de combate al clima como circunstancia bajista. Así, la subida de las temperaturas en el norte del planeta, que anuncian la inminencia del fin del invierno boreal y por tanto de la temporada de mayor consumo de combustible para calefacción, no ha abaratado el «oro negro» como se esperaba. El fuerte encarecimiento refleja que ha regresado a los mercados la preocupación de que la crisis por el programa nuclear de Teherán afecte a los suministros petroleros de Irán, segundo productor de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y cuarto del mundo.

El miércoles venció el plazo de 60 días que el Consejo de Seguridad de la ONU le dio a Irán el 23 de diciembre para que abandone el enriquecimiento de uranio y el jueves el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) certificó que la República Islámica no ha cumplido esa exigencia. Esta situación abre las puertas a posibles sanciones de Naciones Unidas contra el país persa: Washington ha anunciado que el grupo «5+1», formado por los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania, se reunirá el próximo lunes en Londres para discutir con qué medidas se reaccionará al desacató de Teherán.

Por otro lado, en los mercados se observan con especial atención las pistas sobre el cumplimiento de las reducciones de la producción de la OPEP, tras su decisión de retirar del mercado 1,2 millones de barriles diarios (mbd) a partir de noviembre y otro medio millón de b/d desde el 1 de febrero. El lunes pasado, el Centre for Global Energy Studies (CGES) de Londres instó a los países de la organización petrolera a no aplicar el segundo de esos recortes, pues considera que con el primero se ha logrado ya equilibrar el mercado.

En conjunto, la OPEP ha reducido su producción de petróleo en cerca de 1,5 mbd desde agosto, lo que, combinado con la ola de frío que en las primeras semanas de febrero provocó un aumento del consumo de calefacción en EEUU ha contribuido ya a reducir el nivel de las reservas almacenadas de crudo y derivados. Tras recordar que las expectativas de que se mantendrán las tensiones geopolíticas en torno a Irán, Irak y Nigeria, los expertos del CGES consideran que los productores, en lugar de aplicar el segundo recorte, deberían pensar en volver a aumentar su oferta. Pero esta misma semana, las informaciones sobre fletes marítimos llegadas a los mercados apuntan a que la OPEP está vendiendo este mes 500.000 b/d menos que en enero, es decir, aplicando su segundo recorte, según destacaron el viernes los analistas de PVM.

Esta consultora especializada en el mercado energético calcula que la producción conjunta de crudo del grupo de diez países de la OPEP que participan en los recortes acordados (todos menos Irak y Angola) fue de 26,8 mbd en enero, con lo que el grado de cumplimiento con la rebaja pactada para entonces, de 1,2 mbd, sería del 60 por ciento.

El Brent sube 0,25 dólares, hasta 60,88 dólares

El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cerró hoy al alza en el mercado de futuros de Londres en una sesión en la que llegó a rebasar los 61 dólares por el temor de los inversores a una interrupción del suministro.

El barril de Brent para entrega en abril acabó en 60,88 dólares en el Intercontinental Exchange Futures (ICE), 0,25 dólares más que al término de la sesión anterior.

Las tensiones internacionales por el programa nuclear iraní y el aumento del precio del crudo también en EEUU -debido al descenso de las reservas en ese país- motivaron el repunte del Brent, que se ha encarecido tres dólares en los últimos días.

El barril de Brent para entrega en abril alcanzó durante la jornada los 61,68 dólares en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, para situarse en 61,04 dólares a una hora y media del cierre, 0,41 dólares más que al término de la sesión anterior.

El contencioso por el programa nuclear iraní se ha agudizado después de que el jueves el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) certificara que Irán sigue enriqueciendo uranio y expandiendo sus actividades nucleares, en contra de las exigencias del Consejo de Seguridad de la ONU.

Aunque el veredicto del OIEA se esperaba, hoy se intensificaron en el mercado los temores a que el conflicto pueda acabar afectando al suministro de crudo.

También influyó en el aumento del Brent el repunte del precio del petróleo en Estados Unidos, después de anunciarse un descenso en las reservas de gasolina y destilados en ese país, pese a que se mantuvieron las de crudo.

Además de por la crisis iraní y la situación de las reservas en EEUU, la tensión en los mercados sigue alimentada por los conflictos sociales en Nigeria, que limitan la producción petrolera de ese país.

Precio máximo de los Gases Licuados del Petróleo por canalización bajará 1,79% a partir de mañana

El precio máximo de los gases licuados del petróleo (GLP) por canalización bajará un 1,79 por ciento a partir de mañana por el descenso del coste de la materia prima y de los gastos de transporte, informó hoy el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

El precio máximo antes de impuestos de los GLP canalizados pasará de 72,9638 a 71,6583 céntimos de euro por kilogramo, lo que supone una rebaja de 1,3055 céntimos de euro por kilogramo. La bajada será de 0,54 euros al mes (un 1,72 por ciento) para un usuario tipo que consuma 500 kilogramos al año.

Los precios de los GLP por canalización resultan de aplicar una fórmula automática que tiene en cuenta la cotización internacional de la materia prima, el coste del flete (transporte) y los costes de comercialización.

El descenso anunciado ahora responde a una bajada del 2,07 por ciento en el coste de la materia prima y del 15,85 por ciento en los fletes, aspectos que se han visto compensados parcialmente por la apreciación del dólar, moneda en la que se paga el crudo, respecto al euro en un 1,65 por ciento.

El precio del petróleo coquetea con la barrera de los 60 dólares por barril

Los precios del crudo han vuelto a subir esta semana en los mercados de futuros de Londres y Nueva York, donde, en un ambiente de gran volatilidad causado por factores de incertidumbre, han vuelto a coquetear con la barrera de los 60 dólares por barril.

A la ola de frío en Estados Unidos y el consiguiente aumento de la demanda de combustible para calefacción, la reducción de los suministros de la OPEP y la inseguridad en Nigeria se ha sumado el recrudecimiento de las tensiones por el contencioso nuclear iraní.

El Petróleo Intermedio de Texas (WTI), crudo de alta calidad por su bajo contenido en azufre cuyo precio se toma como referencia para Estados Unidos, alcanzó el nivel más alto de todo 2007 al venderse puntualmente por encima de los 60 dólares por barril.

En la perspectiva semanal la variación es sin embargo moderada: frente al valor del cierre de la semana anterior, de 59,02 dólares, el barril del crudo de Texas terminó ayer a 59,89 dólares en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX).

El crudo Brent, el de referencia para Europa, concluyó la semana a 59,01 dólares por barril en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, donde el viernes anterior había quedado a 58,41 dólares/barril. La cotización del barril de referencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) apenas varió, al pasar de 53,39 a 53,52 dólares en siete jornadas (de jueves a jueves).

La incertidumbre sobre la evolución geopolítica, que repercute en los sensibles precios del «oro negro», ha vuelto a cernirse sobre los mercados principalmente con Irán y Nigeria.

El jueves, una ciudadana filipina y un francés se sumaron a las decenas de trabajadores extranjeros del petróleo que están en manos de las milicias independentistas de la región del delta del Níger. Estos secuestros, y los frecuentes atentados contra la industria de la región, han obligado a algunas compañías a retirar a sus trabajadores y provocado una disminución en un 20 por ciento del bombeo total de Nigeria, primer productor de crudo de África.

Por otro lado, las tensiones en torno a Irán van en aumento a medida que se acerca el fin de los 60 días de plazo fijado por el Consejo de Seguridad de la ONU, en su resolución 1737 del 23 de diciembre, para que Teherán abandone las actividades relacionadas con el enriquecimiento de uranio. La resolución abre las puertas a sanciones contra el régimen de los ayatolás, si del informe que presentará el director general del OIEA, Mohamed El Baradei, el próximo día 21 se desprende que Teherán no ha cumplido con lo exigido.

En los mercados petroleros se teme que Irán, segundo productor de crudo de la OPEP y cuarto del mundo, pueda finalmente recurrir al «petróleo como arma» en este contencioso, en reacción a eventuales sanciones, pues defiende su derecho a enriquecer uranio, mientras Occidente insiste en que no lo haga para demostrar que no intenta fabricar la bomba atómica.

A pesar de esta difícil situación, de momento las cotizaciones del petróleo se sitúan ligeramente por debajo de las que había hace un año, cuando mostraban una clara y sostenida tendencia al alza que las llevó a superar, en julio, los 78 dólares por barril.

Es evidente que la situación ha cambiado desde entonces, y ahora la percepción dominante es que hay abundantes suministros, con cómodas reservas almacenadas de «oro negro» y sus derivados en las naciones consumidoras, es decir, se cuenta con un buen colchón de reserva para afrontar eventuales problemas en el abastecimiento. Los dos recortes de la oferta de crudo de la OPEP, pactados por el grupo petrolero en octubre y diciembre de 2006 para apuntalar los precios y que significan el compromiso de reducir los suministros en un total de 1,8 mbd tienen como contrapartida un efecto tranquilizador. Este volumen de barriles queda en la retaguardia como «capacidad ociosa», es decir, con la posibilidad de volverlos a ofrecer rápidamente a la venta si se produce un imprevisto, y se convierten así en un amortiguador para las sacudidas de los precios que suelen provocar los conflictos geopolíticos.

El frío y un recorte de la oferta devuelven el petróleo a la senda alcista

Tras registrar en enero el precio más barato en más de un año, el petróleo ha vuelto a la senda alcista esta semana, impulsado por la entrada en vigor de un recorte de la producción de crudo de la OPEP y la ola de frío en el norte del planeta.

El crudo Brent, el de referencia para Europa, terminó la semana a 58,41 dólares por barril en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, con una subida de 1,69 dólares frente al valor del jueves y de un 5 por ciento respecto al precio del viernes anterior. De forma similar, la cotización del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) avanzó ayer 1,72 dólares/barril, hasta cerrar la sesión regular de la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX) en 59,02 dólares, lo que supone un aumento semanal de un 6,49 por ciento (55,42 dólares)

En las últimas semanas los «petroprecios» se han movido al son de las temperaturas del norte del planeta: cayeron con fuerza el mes pasado por lo inusitadamente suave del invierno boreal y subieron con una ola de frío en los últimos días. El incremento del consumo de combustible para calefacción que se produce con el clima gélido actual coincide, justo al final de la temporada fría, con la aplicación del recorte de la producción de crudo de la OPEP en 500.000 barriles diarios pactado por el Consejo de Ministros de la organización en diciembre. Esta rebaja de la oferta -que profundiza la fuerte reducción, en 1.200.000 millones de barriles diarios (mbd), de los suministros del grupo petrolero que entró en vigor en noviembre-, fija un techo de 25,8 mbd para el bombeo conjunto de diez de los países miembros (todos menos Irak y Angola). Hace un año, el mismo grupo producía 28 mbd y los precios estaban muy por encima del nivel actual.

El barril (de 159) litros usado como referencia por la OPEP registró el mes pasado el valor medio más bajo en más de un año y medio, al situarse en los 50,73 dólares, un 12,44 por ciento menos que el de diciembre pasado (57,95 dólares) y un 13,25 inferior al enero de 2005 (58,48 dólares). Tras haber descendido a menos de 50 dólares a mediados del mes pasado, ese barril, calculado en base a una mezcla de once calidades de crudo, se ha recuperado hasta los 53,39 dólares, con un aumento de 2,21 dólares -un 4,3 por ciento- en las últimas siete jornadas. «La OPEP parece decidida a cumplir estrictamente con los recortes» ante la amenaza de un desplome de los precios, afirma la consultora especializada PVM, en un análisis del mercado energético enviado esta semana a sus clientes.

Esta impresión se ha visto fortalecida por la noticia (difundida por el diario Wall Street Journal) de que Arabia Saudí -el mayor suministrador de crudo al mundo y socio más influyente en la OPEP-, ha avisado a los clientes que recorta sus envíos en 158.000 barriles diarios a partir del 1 de febrero, hasta los 8,5 mbd.

Otros recientes factores alcistas han sido el anuncio del presidente venezolano, Hugo Chávez, de que su gobierno tomará el control de los campos petroleros de la Faja del Orinoco a partir del 1 de mayo y la noticia de que China ha puesto en funcionamiento su reserva estratégica de petróleo, cuyos gigantescos depósitos deberán aún llenarse de crudo.

Mientras, las grandes multinacionales del petróleo dieron a conocer las enormes ganancias que les ha deportado la fuerte escalada de los precios en los últimos tres años, que llegaron a superar los 78 dólares/barril en julio pasado. A la cabeza de ellas se encuentra Exxon Mobil, pues logró en 2006 un beneficio neto de 39.500 millones de dólares, la cifra más alta alcanzada nunca por una empresa.

Frente a los precios récords del petróleo del pasado verano boreal, la situación actual en los mercados petroleros es de un marcado alivio, aún cuando persisten los temores sobre la seguridad del abastecimiento energético del planeta en el futuro. En este contexto, Europa y Estados Unidos miran con recelo la propuesta iraní de crear una organización de países productores y exportadores de gas, análoga a la OPEP, que el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó esta semana de «interesante».

El jefe del Kremlin dijo el jueves en Moscú que Rusia ya trata de «coordinar (con otros exportadores) sus acciones en los mercados de terceros países y está decidido a hacerlo en lo sucesivo».

Los precios de la gasolina y el gasóleo bajan menos en España que en la UE

Los precios antes de impuestos de la gasolina sin plomo y del gasóleo de automoción bajaron menos en España que en la Unión Europea (UE) en términos interanuales (cuarto trimestre de 2006 respecto al mismo periodo de 2005), según datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

El precio de la gasolina sin plomo bajó un 9,07 por ciento en España y un 9,88 por ciento en la UE, mientras que el del gasóleo se redujo un 5,81 por ciento en España y un 6,81 por ciento en la Europa comunitaria.

Los descensos en el precio de la gasolina sin plomo, tanto en España como en la UE, son superiores a los que registró la cotización internacional de este producto (7,65 por ciento). Por el contrario, las bajadas del gasóleo son inferiores a la experimentada por su cotización internacional (7,09 por ciento).

En el periodo de referencia, la cotización del petróleo descendió un 3,38 por ciento. Los márgenes de comercialización de la gasolina sin plomo se redujeron 1,67 céntimos de euro por litro en España y 2,03 céntimos en la UE.

En el caso del gasóleo, los márgenes de comercialización bajaron 0,23 céntimos en España y 0,71 céntimos en la eurozona. La demanda global de productos petrolíferos descendió un 0,9 por ciento entre enero y noviembre (último periodo analizado), hasta 67,8 millones de toneladas, según el Boletín Estadístico de Hidrocarburos que elabora el Ministerio de Industria.

En ese periodo aumentó el consumo de fuelóleos (9,5 por ciento), queroseno (4,3 por ciento) y gasóleos (0,1 por ciento), pero descendió la demanda de gasolinas (3,1 por ciento) y gases licuados del petróleo (17,3 por ciento).

La ola de frío invernal calienta la cotización del petróleo por encima de 55$

La irrupción del frío invernal en toda su crudeza en EEUU y Europa, con el consiguiente tirón en el aumento del gasto en combustible de calefacción, ha llevado el valor del petróleo a repuntar esta semana por encima de los 55 dólares.

Al cierre del viernes, tanto el Petróleo Intermedio de Texas (WTI) -de referencia en EEUU– como el Brent -referente europeo-, subieron más de un dólar y terminaron la sesión rebasando los 55 dólares. Con las subidas registradas en los últimos siete días se acumula un incremento en un 10 por ciento en el valor del crudo desde que las marcas de referencia internacionales flirtearan con la barrera psicológica de los 50 dólares hace menos de dos semanas. Los mismos factores, pero invertidos, que entonces llevaron el crudo a la baja son los que ahora impulsan los precios al alza. Si hace apenas dos semanas el invierno era inusualmente cálido, ahora en la costa noreste de EEUU, el lugar donde más combustible de calefacción se consume en el mundo, está siendo barrida por una ola de frío ártico.

En las semanas pasadas también se achacaba a la falta de disciplina interna de los miembros de la OPEP que el mercado estuviera sobreabastecido debido a la falta de determinación para aplicar el recorte acordado en octubre de 1,2 millones de barriles diarios.

Ahora los expertos indican que la OPEP ha tomado buena cuenta de la situación y con Arabia Saudí -el mayor productor mundial de crudo- a la cabeza, se está esforzando en aplicar los recortes ya pactados. Como trasfondo, el secuestro de tres operarios petrolíferos chinos el jueves en Nigeria vuelve a recordar la situación de inestabilidad en algunos países productores y cómo la industria petrolífera en Nigeria es el objetivo predilecto de la guerrilla secesionista del delta del Níger. Con estos secuestros son ya 32 los trabajadores de la industria petrolífera raptados en la región, según la consultora de energía PVM.

En un mercado tan volátil como el del petróleo, la situación en Nigeria, miembro de la OPEP y el mayor productor de crudo de África, es seguida con atención ya que si parte del bombeo nigeriano se paralizase por alguna acción armada, se dejaría sentir sin duda en el mercado.

Por otra parte, los meteorólogos prevén que las temperaturas en EEUU subirán algo durante los próximos días pero estiman que serán inferiores a lo habitual al menos hasta el 7 de febrero, por lo que aún hay un margen potencial de subida.

También la semana que viene la OPEP tiene previsto aplicar el segundo recorte acordado en los últimos meses -el pasado diciembre en su reunión en Abuya (Nigeria)- y que supondrá retirar del mercado 500.000 barriles diarios a partir del 1 de febrero.

El crudo de la OPEP se cotizó el jueves a 51,25 dólares por barril, 41 centavos más que el día anterior, y durante la semana ha apuntado una tendencia alcista. La volatilidad del precio a lo largo de la semana estuvo apuntalada por los datos provenientes de EEUU, el mayor consumidor de energía del planeta.

El anuncio de principios de semana del presidente de EEUU, George W. Bush, de que pretendía duplicar las reservas estratégicas del país hasta el 2027 -para garantizar 97 días de abastecimiento sin importaciones- hizo que la semana se iniciase con alzas.

Las subidas se atemperaron por los datos del Departamento de Energía sobre las reservas almacenadas, especialmente las de productos destilados como la gasolina, que aumentó en 4 millones de barriles, más del doble de lo que se preveía.

Los precios del crudo buscan nuevo horizonte entre 50 y 60 dólares

Los precios del petróleo han caído un 14 por ciento en este atípico enero, un mes que normalmente trae consigo fuertes alzas, a causa del mayor consumo de combustible de calefacción y el drenaje de inventarios. Pero un invierno boreal inusualmente suave alimenta la volatilidad y las especulaciones en el mercado de energía.

La presión bajista se ha reforzado con los recientes aumentos de inventarios de crudo, gasolina y residuales en Estados Unidos, el principal productor, consumidor e importador de energía del mundo. En ese país y en Europa los crudos referenciales «Texas» y «Brent» han retrocedido hasta muy cerca de la barra sicológica de 50 dólares el barril.

Tras morder momentáneamente el polvo de los 49 dólares la semana pasada, el Texas se levantó el lunes con un repunte del frío, sólo para volver a caer el miércoles tras los anuncios de mayores inventarios en Estados Unidos.

En un mercado ahíto de petróleo y derivados, ni siquiera las más recientes amenazas de nuevos recortes venidas de socios de la OPEP, como Venezuela, han logrado devolver el barril a la senda alcista por la que transitaba hace apenas seis meses.

En el verano boreal pasado, el crudo bordeó los 80 dólares y desató el nerviosismo de consumidores y economistas que temían un serio impacto sobre el crecimiento económico global. En estos momentos, acumulan un retroceso del 33 por ciento respecto a ese máximo. Ya a finales de 2006 la OPEP acordó dos reducciones de su cuota, una de 1,2 millones de barriles por día (bpd), a partir de diciembre, y otra por 500.000 bpd, que comenzará el 1 de febrero.

Mientras, hay un mercado con oferta y demanda estabilizada y el actual precio de entre 50 y 60 dólares parece reforzar la tesis de quienes ven en ese faja la nueva referencia a la que hay que acostumbrase en las condiciones actuales.Además en el seno de la OPEP hay evidencias de poca cohesión.

Como en otras oportunidades, el grupo de 11 países -incluyendo Iraq- que responde por el 60 por ciento del crudo comercializado en los mercados, está dividido entre quienes quieren más recortes y los que prefieren conformarse con las cotizaciones actuales y producir más.

El propio presidente de Venezuela, Hugo Chávez, admitió la semana pasada que una nueva Cumbre de presidentes de los países socios se ha atrasado porque tanto Arabia Saudí como Libia se disputaban la sede del encuentro que ahora irá a Riad. Venezuela y Libia, defienden cumplir y profundizar los recortes de producción en la OPEP.

En el otro extremo, Arabia Saudí ha manifestado que los dos recortes hasta ahora adoptados ya han frenado la acumulación de inventarios.
Con capacidad para producir entre 10,5 y 11 millones de bpd y un excedente de tres millones de bpd, Arabia Saudí carga con la mayor parte proporcional de estos recortes.

Ante sus principales clientes, como Estados Unidos y Japón el reino se presenta como un proveedor eficiente que defiende «precios más moderados» para no desalentar la demanda global. A sus socios Arabia Saudí advierte que el espacio dejado por los recortes simplemente sería tomado por nuevos productores emergentes venidos de fuera del grupo.

Este miércoles los precios del Texas para entrega en marzo cayeron un 1,78 por ciento en Nueva York, hasta 54 dólares, lo que parece indicar que el mercado no está por ahora muy seguro de que haya nuevos repuntes, ni siquiera cuando se haga efectivo el nuevo recorte de 500.000 bpd ya acordado por la OPEP.

Para el Centro Global para Estudios Global de Energía (CGES), basado en Londres, los recortes voluntarios o involuntarios (en Irán, Venezuela y Nigeria por problemas operativos), han sido suficientes para balancear el mercado en 2007 con un precio en torno a los 50 dólares.

Entre la mayoría de los analistas prevalece la tesis de que no hay razones para que los precios regresen a niveles de entre 20 o 30 dólares, aunque tampoco para que otra vez remonten hasta los 80 dólares a los que llegaron espoleadas por los especuladores.

La razón para que el precio se mantenga alto es que las alzas no obedecen a crisis de abastecimiento -al contrario de lo ocurrido en los años 70-, sino a una razón fundamental: la economía aún atraviesa su mayor expansión desde la II Guerra Mundial.

Todos los precios de las materias primas y productos básicos han subido a su mayor nivel en 200 años, estimulados por la demanda asociada al despertar de gigantes asiáticos como China e India. También por países occidentales como Alemania, la segunda economía mundial que en 2006 alcanzó su mayor crecimiento en seis años

Joan Clos no prevé subidas sustanciales de la luz en la revisión de julio

El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, confió hoy en que la evolución del precio del petróleo se mantenga en los niveles actuales y que, por consiguiente, el recibo de la electricidad, que debe revisarse en julio, no experimente subidas «sustanciales».

El titular de Industria explicó durante un almuerzo organizado por Nueva Economía Forum que el nuevo sistema tarifario prevé que se hagan revisiones trimestrales del recibo de la luz para recoger «la evolución del mercado», por lo que, si el precio del crudo continúa en niveles de 50 dólares por barril, es previsible que el precio de la electricidad tampoco experimente incrementos «importantes».

El Gobierno ha establecido un sistema de subastas trimestrales a plazo, previas a la firma de contratos bilaterales, que servirá de base para efectuar revisiones periódicas (cada tres meses) de la tarifa eléctrica. Las nuevas subastas, que recibieron el respaldo de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) el pasado 11 de enero, todavía no están en marcha, por lo que las revisiones del recibo eléctrico tampoco pueden aplicarse.

El plan de Industria es que el sistema de subastas comience a funcionar a lo largo del primer y segundo trimestre del año y que la primera revisión tarifaria entre en vigor el 1 de julio de este año.

El precio del petróleo, al que está referenciado el del gas natural, materia prima con un peso creciente en la generación de electricidad, ha descendido en las últimas semanas como consecuencia de la menor demanda de los países desarrollados.

En el verano pasado, el Brent, crudo de referencia en Europa, alcanzó los 78 dólares por barril, frente a los 53 dólares que cuesta hoy.

Por otro lado, Clos señaló que la construcción de nuevas centrales nucleares como las que actualmente funcionan en España (segunda generación) es «inaceptable», tanto por sus condiciones de seguridad como por la gestión a largo plazo de los residuos que generan. El ministro se mostró partidario de debatir el papel de la energía nuclear y, antes de hacer estimaciones sobre lo que cuesta producir electricidad, analizar su coste económico, incluidos los residuos y la implantación de las instalaciones de última generación. «Las nuevas generaciones de centrales nucleares no resuelven el problema de los residuos y el precio de la producción de las nuevas generaciones de centrales todavía no se conoce», señaló.

Respecto a una hipotética fusión entre Iberdrola y Unión Fenosa, en las que el grupo constructor y de servicios ACS controla el 11 y el 40 por ciento, respectivamente, Joan Clos advirtió de que el Gobierno no ve con buenos ojos empresas «muy grandes que dominen el mercado».

El ministro eludió pronunciarse sobre las opas sobre Endesa y la posible compra de esta última por parte de E.ON. «No quiero opinar. Que las empresas decidan», dijo.

El crudo OPEP con tendencia a la baja abrió nuevamente el debate sobre los recortes adicionales de la producción.

El crudo de la OPEP siguió su tendencia a la baja durante la semana del 15 en enero, lo que desencadenó nuevamente la alerta en la organización y un debate sobre si conviene realizar recortes adicionales de la producción.

El progresivo aumento de las reservas de combustibles e informaciones sobre un elevado nivel de crudo disponible de las refinerías reforzaron la tendencia bajista. La semana concluyó, sin embargo, con un ligero repunte de los precios, que se debe a los pronósticos meteorológicos según los que se avecinan temperaturas más invernales en el hemisferio norte.

La cesta de crudo de la OPEP se situó debajo de los 48 dólares por barril el miércoles, para aumentar en 31 centavos de dólar el jueves, a 48,23 dólares por barril de 159 litros, el precio medio de la semana estuvo a 48,51 dólares en comparación con 50,27 dólares, la semana anterior.

El precio del crudo de Texas cerró la semana al alza y se estableció de nuevo cerca de los 52 dólares, a 51,99 dólares por barril, en Nueva York el viernes ante las perspectivas de que un recrudecer del invierno haga aumentar la demanda de gasóleo de calefacción.

El Petróleo Intermedio de Texas WTI había descendido el jueves por debajo de la marca de los 50 dólares, a 49,90 dólares por barril, a la que llegó por primera vez desde mayo de 2005.

El auge coincidió con los pronósticos de un fuerte descenso de temperaturas en el nordeste de los EEUU, que representa el mayor mercado de gasóleo del país, por otra parte las temperaturas tibias de las últimas semanas habían hecho crecer las reservas de gasóleo a un 29 por ciento por encima del nivel alcanzado hace un año.

El ministro de Petróleo saudí, Ali al-Naimi, declaró a principios de la semana, ante una conferencia en Nueva Delhi, que la OPEP no necesitaba discutir un nuevo recorte de la producción, como lo pedían Venezuela e Irán, después de las decisiones tomadas en Doha en octubre, y en Abuya, Nigeria, en diciembre.

Las afirmaciones de al-Naimi se interpretaron como negativa a una nueva reunión de ministros extraordinaria, que fue respondida por Venezuela. El ministro de Minas y Energía venezolano, Rafael Ramírez, a su vez, defendió la posibilidad de una nueva reunión de urgencia, y el presidente venezolano, Hugo Chávez, se mostró convencido el viernes de que los socios de la OPEP estarían dispuestos a aplicar «drásticos recortes» de la producción en apoyo a los precios a la deriva. Chávez abogó por celebrar una cumbre de la OPEP que apruebe tal medida, en vista de que el precio del crudo de la organización caía a menos de 50 dólares por barril.

De acuerdo con lo aprobado en diciembre en Abuya, el 1 de febrero entrará en vigor un recorte de la producción en 500.000 barriles diarios, mientras que la próxima reunión ordinaria de la OPEP está prevista para el 15 de marzo.

La OPEP revisó el viernes a la baja sus propios pronósticos sobre el crecimiento de la demanda mundial de petróleo este año, debido en gran medida al reducido consumo por las elevadas temperaturas del invierno en el hemisferio norte. El informe mensual publicado en Viena prevé un retroceso de la demanda de crudo OPEP, este año, de 30,3 millones de barriles diarios en 2006, a 30,1 millones de barriles.

La organización petrolera augura un crecimiento de la demanda global de tan sólo el 1,5 por ciento, en 1,25 millones de barriles diarios (mb/d), 70.000 barriles diarios menos de lo esperado en diciembre.

El petróleo rondará los 50 dólares durante el primer semestre del año, según el Ministro argelino de energía
El precio del barril de crudo de la OPEP deberá rondar los 50 dólares durante los dos primeros trimestres de este año, afirmó hoy el ministro argelino de Energía, Chakib Jelil, en declaraciones a la radio nacional argelina. «Es posible que en el segundo trimestre incluso bajen, pero a partir del tercer trimestre pienso que los precios subirán, aunque ello dependerá de la disciplina de la OPEP«, añadió el ministro argelino.

La razón de la caída de precios procede, según Jelil, del retroceso de las previsiones de crecimiento de la economía mundial en 2007 y la llegada al mercado de 1.800.000 barriles diarios de petróleo inyectados por países no afiliados al cartel, que no están obligados a la misma disciplina.

En último caso, Jelil expresó que no cree en el efecto de una reducción de la producción de la OPEP si no incluye a Arabia Saudí, el mayor productor. «Reducir la producción sin Arabia Saudí no tendrá ningún efecto en el mercado, pero si esta decisión se toma en la próxima reunión ordinaria prevista el 15 de marzo, Argelia la asumirá», apostilló.