Energía dará prioridad a la interconexión gasista con Francia ante el nuevo Gobierno de Macron y avanzar en la descarbonización

Redacción / Agencias.- El secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, ha reiterado el compromiso del Gobierno con el desarrollo del gas natural para cumplir con los objetivos mundiales de descarbonización pero manteniendo la sostenibilidad financiera y la competitividad industrial. Asimismo, comprometió que la interconexión gasista con Francia va a ser una cuestión prioritaria en las relaciones con el nuevo Gobierno de ese país, con el fin de «lograr resultados lo antes posible».

Navia, que ha clausurado la asamblea anual de la asociación Gas Industrial, que agrupa a grandes industrias consumidoras de gas, ha reconocido que el proceso para llevar adelante el proyecto MidCat, renombrado ahora Step, se ha visto ralentizado por la celebración de elecciones en el país galo. Daniel Navia ha añadido que, pese a las resistencias que existen entre países para hacer interconexiones gasistas en Europa, la Comisión Europea está teniendo una «colaboración muy activa».

El secretario de Estado subraya que en la negociación que ahora se abre del denominado Paquete de Invierno, la directiva de la Comisión Europea en materia energética para el periodo 2020-2030, España va a plantear que el objetivo que recoja en materia de interconexiones sea «vinculante». Además, ha anunciado que solicitarán que se establezcan procedimientos de tramitación abreviados para infraestructuras estratégicas como el proyecto Step, así como financiación para los proyectos de interconexión. El presidente de Gas Industrial, Juan Vila, aseveró que «ya es hora de perder la paciencia con Francia. Si no nos podemos duros, el tubo no estará nunca en marcha porque van a poner pegas a todo«.

Por otra parte, Navia aseguró que la regulación del creador de mercado obligatorio del Mercado Ibérico del Gas (Mibgas), una figura orientada a incrementar la competencia en ese mercado y contener los precios, se aprobará próximamente y que la plataforma de ese mercado ofrecerá próximamente más productos, como futuros. En este sentido, el presidente de Mibgas, Antonio Erías, reconoció que «en menos un año habrá un mercado de futuros del gas», que contribuirá a desarrollar el mercado spot (corto plazo).

Respecto a las reformas energéticas, Navia cree que las grandes ya se han hecho, “en gran medida están superadas”, y España ya no está en una situación «anómala» como en la que estuvo, en que había que conseguir que el sistema tuviera «sostenibilidad financiera». Ahora debe afrontar los problemas existentes en el ámbito energético español, que son «muy similares a los que hay en otros países europeos», como la adecuada planificación energética. El secretario de Estado considera que el sistema debe obtener nuevos ingresos para conseguir un mejor reparto de las cargas. Ello pasa por el desarrollo de nuevas actividades, ya que se obtendrían ingresos por peajes a la regasificación, descarga de buques o almacenamiento de gas natural licuado (GNL).

Descarbonización sin renunciar a competitividad

Por otro lado, Navia destacó el “papel fundamental” del gas como fuente de energía limpia de cara al Acuerdo de París (COP21) por el cambio climático y su voluntad de que España se convierta en hub del gas. Para alcanzar los compromisos de sostenibilidad ambiental a la vez que mejora la competitividad, el secretario de Estado incidió en que el programa del Gobierno contempla expresamente mantener los costes regulados del sistema energético y, aunque entiende que «sería más eficiente reducirlos», asegura que el sistema todavía arrastra «cargas del pasado» que hay que «asumir y saber gestionar». «El sistema energético es un trasatlántico y no se puede variar de rumbo de un día para otro sin arriesgar su continuidad», ha asegurado.

«Tenemos la obligación de responder al cambio climático, no es una opción, pero como reguladores nos enfrentamos al desafío de compaginar esta transición hacia una economía baja en carbono con la competitividad industrial en un entorno en el que la coordinación de las políticas a nivel global presenta dificultades», ha explicado. Además de la contención de los costes regulatorios del sistema, la intención es reducir los costes a medio y largo plazo «donde haya espacio para hacerlo con garantías suficientes».

Por su parte, la vicepresidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), María Fernández, ha defendido la necesidad de revisar la normativa para mejorar la regulación sin necesidad de modificar las leyes en el corto plazo. «La gran reforma regulatoria ya está hecha y ahora lo que tenemos que hacer es una regulación de detalle, un análisis del impacto normativo, del impacto económico y de las cargas administrativas», ha explicado. En este sentido, reconoce que la revisión normativa es un trabajo «complejo», pero considera que la solución no pasa por su constante modificación. «No podemos estar todos los días modificando las leyes, hay que ir al detalle, remangarse y analizar dónde están las barreras», ha concluido.

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