Javier Penacho contesta a Energía Diario

Recientemente esta publicación iniciaba una información bajo el
siguiente titular: AEGE y FORTIA se debilitan. Pues bien, y con la que
está cayendo en el mundo energético, ¿a quién le beneficia ese titular?,
¿para quién supone una ventaja que AEGE y FORTIA se debiliten?. Desde
luego, a AEGE no le parece ninguna ventaja una UNESA débil de cara a
todo el complejo paso de tarifa consolidada durante 25 años a un mercado cuando menos todavía no suficientemente desarrollado a nivel regional y, desde luego, inexistente desde la perspectiva UE27.

Pero, en todo caso, de lo que ahora se trata no es de juegos de
palabras, sino de que la forma y condiciones en las que el Gobierno ha
decidido eliminar las tarifas de alta tensión deja fuera de competencia
a muy buena parte de la industria básica española. No estamos hablando de las 60/80.000 empresas alimentadas en alta tensión, ni de cuántas de ellas van a obtener en el mercado condiciones ventajosas respecto de las de tarifa, sino de lo que pasa para esas 200 empresas que configuran el conjunto que en Francia se ha venido en denominar como “Industrias electrointensivas deslocalizables” y que, precisamente por ello, en España han aplicado a tope desde hace 25 años el conjunto de señales de gestión de demanda que fueron parte integrante del marco estable desde el principio, y que han configurado para todas ellas un sistema de producir directamente relacionado con el calendario eléctrico y la forma de la curva de carga de nuestro sistema, y que gracias a ello han conseguido precios competitivos para su materia prima electricidad en nuestro país.

Lo que importa es si para las empresas españolas, todas, y por supuesto para esas 200 -más si, como es el caso, pertenecen a multinacionales- el paso definitivo de tarifa a mercado mejorará o empeorará el precio de su materia prima electricidad respecto de su competencia europea de forma que, sea cual sea su situación actual, estén preparadas para cuando lleguen las vacas flacas, que llegarán para unos y ya han llegado para otros, porque el mercado y los ciclos son inexorables. Y esa es la única receta eficaz de las empresas fuertes en competencia global, estar en la mejor situación de costes posible cuando los mercados se ponen difíciles, a cada uno en su momento.

Y hay que tener en cuenta que esta materia prima es la única cuyo precio se fija en condiciones locales, como mucho ibéricas, con lo que la
energía eléctrica pasa a formar parte de la competitividad estructural
del país, como las buenas carreteras, o los buenos puertos, o los buenos
servicios y gabinetes jurídicos, entre otras muchas cosas que la empresa
asentada en España espera obtener de este país en condiciones óptimas.

Es decir, la clave para la industria en general, pero de forma
superlativa para esas 200 instalaciones, es que el precio eléctrico y
sus condiciones sigan motivando a la multinacional de turno a seguir
invirtiendo en España en lugar de en Francia, o a la vez que en Francia,
sin ir más lejos pero, analizando esas motivaciones para la energía
eléctrica, nos encontramos con que ayer estábamos en precios comparables y hoy, 1 de julio, estamos hasta un 60% más caros, y aquí teniendo que comprar día a día en el pool, y allí bajo el respeto que supone para el consumidor que tu proveedor te plantee contratos a 15 años indexados de forma coherente para ambas partes. Ante esta situación, ¿qué importa si la empresa compra directamente o a través de un comercializador o en un contrato bilateral?.

Y tampoco consiste en pedir que la autoridad actúe en función de la
cuenta de explotación del momento, en un país moderno, en la UE y en el siglo XXI. Pero es que, además, y como prueba, no estamos hablando de una o dos empresas, o de uno o dos sectores. ¿Se prevén momentos
brillantes para el cemento?, ¿alguien se sabe las cuentas de las
químicas?, ¿qué está haciendo el precio de cada uno de los metales?,
¿cómo va a afectar al precio del acero en Asia el impuesto a la
exportación de acero en India?. Es decir, lo que estamos planteando es
preservar la competitividad del país, y no que se tomen decisiones sobre
la energía eléctrica como materia prima en función de la situación del
negocio coyuntural de un sector, y menos de una empresa. Estamos
hablando de la imperiosa necesidad de mantener la competitividad de esa materia prima eléctrica en el mercado regional ibérico, de forma que se puedan conseguir en España precios comparables a los que nuestra
competencia puede conseguir hoy en determinados países europeos. Pura, simple y llanamente.

Al respecto, nos sorprenden los ríos de tinta que provoca el precio de
kWh doméstico, y que nadie se preocupe de la materia prima energía
eléctrica. Es más, en cuanto alguien se preocupa, y reclama condiciones
mejores que las de este pool, que ni siquiera es de ajustes, sea AEGE o
FORTIA, automáticamente se habla de subvenciones o de fórmulas
sospechosas, como la interrumpibilidad. Para que quede claro, REE ha
aplicado el contrato de interrumpibilidad o medidas similares de forma
general o por zonas, en función de su propio criterio, y en algunos
casos en condiciones contractuales, pero aceptadas de forma voluntaria
por las empresas, 16 veces en 2001, 1 en 2002, 9 en 2003, 6 en 2004, 5
en 2005 ninguna en 2006 y 1 en 2007. Y para seguir aclarando, señalar
que informes independientes demuestran que simplemente con que su
aplicación evite un cero cada 10/15 años, según precios, el coste del
servicio queda amortizado. Tras 38 cortes en 7 años, ¿se puede saber
donde están los subsidios cruzados?

Y no es esta la única figura de gestión de demanda positiva para
garantizar el servicio público luz al ciudadano. Se han estado
practicando otras, que el mercado no reconoce en España pero si en
Holanda, por ejemplo, y se han estudiado otras adicionales para prevenir las fuertes oscilaciones de oferta de nuestro mix de generación, mucho viento o poco viento, mucha agua o poco agua, depósitos de gas vacíos o llenos, gestión de reactiva “in situ” a disposición del distribuidor, y así sucesivamente.

Pero nada de esto importa. Nada vale, porque la única referencia de
precio para todas las compras de todos los consumidores sólo puede ser
la de un pool marginal que ni siquiera distingue volumen, que diferencia
mal los precios de noche y de día, y en un mercado aislado y con las
tecnologías decididas mucho más por la política que por la competencia,
aquí la apuesta valiente por las renovables, difícil y cara a corto y
medio plazo, y al otro lado de los Pirineos, y en otros países, nuclear,
con todas las referencias de costes y precios más que sabidas y
planteadas desde el primer día.

En definitiva, ¿es ante este altar de mercado donde hay que sacrificar
empresas punteras en eficiencia en sus respectivos productos que, hasta ahora, y en conjunto, han podido crecer y garantizar 250.000 puestos de trabajo directos e indirectos?. Porque las multinacionales son
absolutamente frías. Si aquí blanco, adelante, y si negro a donde está
blanco. Sin más palabras ni razonamientos, y menos si el blanco es
radicalmente distinto del negro, y está a pocos kilómetros, y con las
mismas garantías UE en cuanto a fiabilidad de las inversiones.

Especulación, especuladores, especulacionistas y especulados

La palabra “especulador”, tal y como se acuñar en términos políticos recoge un contenido peyorativo enorme calado y cuya utilización degrada el análisis económico y financiero de los mercados y su importancia. Todo ello en el marco de lo ‘políticamente correcto’. Quiere decirse que la palabra especulador está entendida como un ‘pecado nefando’ que además tiene la virtualidad de exonerar de responsabilidades políticas.

Estamos en medio del XIX Congreso Mundial del Petróleo y parece que se han alineado sus asistentes en dos bandos. Los que responsabilizan a la especulación y los que responsabilizan a las condiciones de oferta y demanda en el mercado. Los que responsabilizan a los ‘especuladores’ afirman que es un movimiento acumulativo ajeno a las condiciones de oferta y demanda. Los que responsabilizan al mercado de oferta y demanda, señalan con el dedo a China y resto de países emergentes.

Por ejemplo, lejos están los tiempos en que los acuerdos de precios de la OPEP se violentaban por el propio deseo de sus partes. Ante un acuerdo, determinados países decidían romperlo por debajo de la mesa y vendían por debajo de los precios acordados. Pero eso ya no pasa. Tampoco se habla de las dificultades para acometer la demanda de refino existente. Y, en ese marco, que papel han tenido la ‘estatalización’ de determinadas empresas de países productores (con gobiernos autoritarios), que ante unas condiciones como las actuales pueden dosificar mucho más tiempo las rentas del petróleo sin aumentar la producción (como ha ocurrido en otros momentos del tiempo). Otra cuestión a analizar es el incremento enorme de costes de extracción que se está produciendo, con motivo de la ubicación de los nuevos yacimientos encontrados.

Hasta el momento, no hemos logrado escuchar un análisis y un diagnóstico, más o menos serio o más o menos preciso de la situación de la evolución del petróleo, ni de cómo afrontarla en ese contexto. No existe un hilo argumental que nos permita seguir esta discusión fuera del ‘gota a gota’ de cada información espuria que no llegue a parecer que estamos ante un Madrid-Barcelona, de las celebraciones más o menos protocolarias y de lo que se nos quiere enseñar en el escaparate. Lo que si es de agradecer es la proyección internacional para nuestro país y para Madrid, pero lo que es el análisis y la reflexión de la realidad y del futuro, o no se ha producido o no ha trascendido, fruto de la disolución de la información y sus argumentos.

Si atendemos al propio concepto de especulación, tenemos que tener en cuenta varias cuestiones muy claras, existe especulación en un mercado de este tipo por tres motivos. O bien porque se puede acumular, o adquirir mediante contratos de futuro, porque existe la expectativa de ganancia de valor del activo (por motivos de oferta, demanda, geopolíticos, etc…) y porque no existen activos alternativos de interés y rentabilidad. Cuestiones que hay que analizar y que los expertos financieros en este tipo de mercados conocen y son rigurosos a la hora de analizar su origen.

Pero esta cuestión puede complicarse si se pliegan las explicaciones de la evolución de los mercados, a los intereses de la política y sus simplificaciones. Por ello, resulta preocupante que nuestras autoridades energéticas acudan a la fácil explicación especulativa, sobre todo porque estamos en un momento difícil. Que el Ministro de Industria afirme que la evolución del precio del petróleo es una cuestión puramente especulativa y que durará hasta que permanezca Bush en la Casa Blanca (como afirmó en el programa 59 segundos ante las cámaras), es equiparable a que Ana de Palacio dijera que ‘entrando en la guerra de Irak bajarían los precios del petróleo’. El síndrome de la política arrostrando la realidad, en este caso la económica. Más razonable es, en todo caso, la posición que sostiene nuestro actual equipo energético en términos de necesidad de ajuste, de eficiencia, de menor consumo y de menor dependencia energética de los combustibles fósiles. Ahora lo que falta es hacerlo efectivo, con medidas firmes, claras, con políticas no contradictorias y coordinadas con actuaciones discrecionales como en tiempos pasados.

Por eso, ante una situación y una coyuntura internacional de estas características hay que acabar con los complejos del buenísmo indoloro (no se trata de hacer daño a nadie). Se trata de tener visiones realistas y gestoras, transmitirlas a la sociedad con rigor, con soluciones (algunas más duras que otras). Entre otras cosas, porque retrasarlo, edulcorarlo, otorgarles coartadas o fabularlo no sirve de nada. Nuestros gestores y políticos tienen la obligación de hacerlo y ejercer ese liderazgo. Felipe González decía que los economistas le recordaban a ese niño que le informó de que los Reyes Magos no existen.

Pues eso.

Los temores a un desabastecimiento siguen impulsando los precios del crudo

Los precios internacionales del petróleo parecen conocer sólo la senda alcista, al alcanzar el viernes nuevos máximos históricos ante los persistentes temores en el mercado a un desabastecimiento a medio y largo plazo.

Tanto el barril de referencia para Estados Unidos, el Petróleo Intermedio de Texas (WTI), como el referente para Europa, el Brent, superaron por primera vez lo 140 dólares y se acercaron al final de la semana incluso a los 143 dólares por barril (159 litros).

El WTI cerró finalmente a 140,21 dólares/barril, mientras que el Brent lo hizo a 140,31 dólares/barril, impulsado una vez más por la debilidad del dólar frente al euro y la incertidumbre sobre el futuro abastecimiento del mercado.

Durante la jornada del viernes, el WTI y el Brent llegaron a superar la marca de los 142,90 dólares/barril, aunque no tocaron los 143 dólares/barril.

Por su parte, el precio de la llamada «cesta OPEP», compuesto por 13 crudos distintos, alcanzó el jueves los 130,77 dólares/barril, menos de medio dólar por debajo del máximo histórico alcanzado unos días antes con 131,25 dólares/barril.

Aparte del abaratamiento de dólar, que sigue atrayendo a los inversores a las materias primas, incluyendo fondos de inversión y de pensiones, influye el temor a una falta de suministro por las tensiones geopolíticas en varios países productores.

El programa nuclear de Irán sigue siendo tema de conflicto en Oriente Medio, las huelgas y ataques contra la infraestructura petrolera en Nigeria no cesan y, últimamente, Libia ha amenazado con un boicot petrolero.

Los países consumidores dudan de la capacidad de las naciones productoras, sobre todo las organizadas en la OPEP, de satisfacer la demanda, que sigue creciendo por las necesidades energéticas de las grandes economías emergentes como China, India o Brasil.

Los 13 países de la OPEP, el cartel petrolero con sede en Viena, han recibido presiones para incrementar su producción, pero los miembros no tienen una posición común al respecto.

Mientras que Arabia Saudí, con diferencia el principal productor de la OPEP, se ha comprometido a aumentar el bombeo del «oro negro», Libia ha amenazado con recortar la producción si persisten las presiones de los países consumidores, porque considera que el mercado está bien abastecido.

También el presidente de la OPEP, el ministro de Petróleo argelino Jakib Jelil, planteó el jueves pasado un panorama inquietante para los intereses de los países consumidores al pronosticar que el precio del barril de crudo podría seguir subiendo en el verano, justamente la época de mayor consumo. «Preveo probablemente precios de 150 a 170 dólares durante este verano. Va tal vez a declinar un poco hacia finales de año», indicó Jelil, que insistió en que «no hay problema de oferta en el mercado petrolero. No hay demandas no satisfechas».

Por su parte, el vicepresidente de exploración y producción del grupo BP, David Peattie, consideró esta semana que los precios actuales son resultado de la ausencia de inversión durante la era de los bajos precios. Por tanto, las alzas no se deben a una insuficiencia de reservas petroleras, aseveró el responsable de BP, uno de los principales consorcios petrolíferos del mundo.

El euro se situó el viernes a 1,5780 dólares poco antes del cierre del mercado bursátil, ante el convencimiento de los inversores de que ha bajado la probabilidad que suban los tipos de interés en EEUU en el corto plazo.

El debilitamiento del dólar y los declives en los mercados bursátiles suelen llevar a muchos inversores a buscar refugio en las materias primas, donde consideran que pueden obtener más retornos con sus fondos.

La escalada imparable del petróleo le lleva a nuevos máximos

La subida imparable del petróleo, que alcanzó nuevos récords al superar los 142 dólares en Londres y Nueva York, arrastró a los mercados bursátiles, que acusaron fuertes descensos en un clima de inquietud por la desaceleración económica.

Al igual que el Texas en Estados Unidos, el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotizó por primera vez por encima de los 142 dólares en el mercado de futuros londinense, impulsado por la debilidad del dólar y los temores a una escasez de suministro.

El barril para entrega en agosto se llegó a pagar a 142,13 dólares en el International Exchange Futures (ICE), aunque después moderó su ascenso para situarse en torno a los 140 dólares.

Mientras el crudo continuaba su escalada, los mercados bursátiles del mundo registraron importantes descensos por los temores a que la alta inflación acabe afectando los resultados de las empresas.

Los mercados europeos, sobre todo los de París y Frankfurt, empezaron con caídas siguiendo la tendencia de los mercados asiáticos, que horas antes se habían desplomado afectados por el descenso del índice Dow Jones en Nueva York, que registró cotas mínimas en dos años.

Wall Street teme que el aumento de los precios, sobre todo de la energía, junto con el descenso del poder adquisitivo, obligue a los estadounidenses a controlar sus gastos y esto provoque una recesión económica. Las malas noticias empresariales y financieras en EEUU afectan a los mercados asiáticos, ya que países como China, Japón o India son grandes exportadores a Norteamérica.

Por otra parte, la decisión de la Reserva Federal estadounidense de mantener en el 2 por ciento los tipos de interés en ese país, sin dar pistas de un próximo aumento, motivó el jueves una caída del dólar, lo que hizo que muchos inversores en bolsa se pasaran a las materias primas, que se comercian en esa divisa.

Ese movimiento de capital impulsó al alza, una vez más, al petróleo, que se ha encarecido un 50 por ciento en lo que va de año, y al oro, que se ha apreciado un 10 por ciento. Como un pez que se muerde la cola, el encarecimiento del crudo aumenta la inflación, lo que, en el contexto actual de pos-crisis crediticia, espolea los temores en los mercados de un descenso del consumo y una recesión económica.

– El alza del petróleo se debe a varios factores.

Además del abaratamiento de dólar, influye el temor de los inversores a una falta de suministro por las tensiones geopolíticas con países productores como Irán, las huelgas y ataques en Nigeria y últimamente un posible boicot de Libia.

Los países consumidores dudan de la capacidad de las naciones productoras de satisfacer la demanda, que se ha multiplicado por las necesidades energéticas de las economías emergentes.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha recibido presiones para incrementar la producción, pero los analistas sospechan que los miembros del cártel están divididos a ese respecto.

Mientras que Arabia Saudí se comprometió a aumentar el bombeo de crudo, Libia ha amenazado con recortar la producción si persisten las presiones occidentales, porque considera que el mercado está bien abastecido.

El responsable petrolero de Libia, Shokri Ghanem, dijo el jueves que su país estudia un recorte en respuesta a las amenazas contra los productores de EEUU, donde se tramita un proyecto de ley que permitiría al Gobierno demandar a los miembros de la OPEP por limitar los suministros.

En tanto, el consejero delegado del grupo estatal ruso de gas y petróleo Gazprom, Alexei Miller, restó importancia al papel de la OPEP al afirmar, en declaraciones al Financial Times, que el cártel no tiene ninguna influencia «real» en el precio mundial del crudo.

El presidente de esa organización, Chakib Khelil, planteó el jueves un panorama nada tranquilizador al pronosticar que el precio del barril de petróleo podría situarse en niveles de «150 a 170 dólares» este verano.

No pienses en un elefante

El lingüista norteamericano George Lakoff, de enorme influencia en el Partido Demócrata tiene un opúsculo que relaciona lenguaje, política y semiótica titulado “No pienses en un elefante”. Lakoff habla de forma muy especial de la forma de acuñar conceptos en la política y del concepto de ‘frame’, de “marco” como forma de establecer el ‘terreno de juego’ en el que se desenvuelve la dialéctica pública como confrontación. Lakoff , cuando encargaba a sus alumnos la realización de una redacción libre, con una sola limitación: que no pensaran en un elefante (símbolo del partido republicano), daba como resultado que todos hablaban del elefante o de cuestiones relacionadas con el propio elefante (la trompa, sus dimensiones, el circo). Lo ejemplifica muy bien cuando habla de Nixon, que fue acusado de “chorizo” y en su alocución defensiva utilizó la expresión “No soy un chorizo”, confirmándolo para todo el país, en directo y en televisión.

El pasado miércoles la presidenta de la Comisión Nacional de Energía Maite Costa estuvo presente en la jornada que organizó de forma excelente la Fundación Alternativas (de la que el director de su laboratorio afirmó ser ‘autónoma’ pero perfectamente identificable como un foro progresista y punto de encuentro de ideas y propuestas). Acudió a un panel titulado “Por una regulación estable”. Llegó después del Consejo de Administración del propio organismo (hoy completamente a su libre albedrío, o mejor, a su propio arbitrio) que había tratado esa mañana las tarifas y en el que se volvía a incorporar contenidos de la segunda parte del Informe sobre Costes y Precios que habían perpetrado contra el mercado en una versión entre falangista, comunista y requeté. Así lo atestigua la nota de prensa con su latiguillo de revisión del mercado eléctrico. Maite Costa llegó entonces al lugar, como Aznar irrumpió en la mesa del Congreso del PP, con el “marco” a cuestas en un doble sentido: un informe irresponsable que nunca debió aparecer (y que había sido completamente triturado hasta que llegó ella) y su consecuencia la vuelta al “Marco” legal estable.

Otra norma de la comunicación de guerra es esa que afirma que una verdad es una mentira que se ha repetido un número suficiente de veces. Así cada vez que se conoce que el Informe, santificado como informe, no es un informe, que no tiene datos, sólo supuestos académicos, que es un informe hecha desde el entorno académico-ideológico y que fue ‘colado’ en el Consejo de Administración de la CNE ‘in extremis’ impulsado por un consejero. De hecho, ya se ha demostrado plenamente, que desprecia información económica contable de las empresas (entre otras cosas porque no hay nadie en su sano juicio que aportase esta información para esta salvajada). En realidad, sólo perseguía crearse un marco demagógico: el del antimercado, la distorsión de las rentas y de los efectos del mercado, la mezcla de datos de rentabilidad en nuestro país y fuera, la justificación de la intervención, la regulación por tecnologías, la vuelta al pasado a la astracanada y a las películas de la pareja Esteso y Pajares.

En eso, Maite Costa, el pasado martes cayó nuevamente, en lo trascrito en la entrevista que le realizaba el diario Público, precisamente en el marco de ese supuesto informe: “No cuestionamos el beneficio de la nuclear y la hidráulica”, contestaba al periodista. “Son datos (sic) que el Ministerio de Industria tiene porque así lo consideró el Consejo, pero no les acompaña propuesta alguna». ¿Entonces cuál es la pretensión del informe?. El maldito “marco”. Que le traiciona.

Maite Costa, es especialista en situarse fuera de ‘marco’. Por eso, lo de salirse del marco del mercado en el que se había movido toda la jornada de la Fundación Alternativas, por parte de todos los participantes no es el plan de Maite Costa, que como el electrón perdido, llegó a defender (en plural), la necesidad de que la seguridad jurídica, la estabilidad regulatoria y la confianza legítima no hagan que se ‘petrifique’ la regulación. Esa fue su tesis con la que consumió su tiempo y se alargó. Y lo hizo, armada de una sentencia del Tribunal Supremo y ¡con el ejemplo de la reforma del decreto de renovables R.D. 434/2004!. Hay que recordar como desde la Comisión, uno de los pocos informes que el Consejo devolvió sin paliativos al anterior Secretario General de Energía, Ignasi Nieto fue la reforma del R.D. 434/2004, con lo que es difícil entender esa defensa. Porque el miércoles el proceso para el cambio del R.D. 661/2007, que fue defendido incluso con ardor y modulaciones en la voz por Maite Costa, fue salvado de ser ‘retroactivo’ gracias a la propia presión de los informes jurídicos (incluso de las recomendaciones del Consejo de Estado) y del escándalo mayúsculo que había generado su anterior pupilo.

Como sería la cosa que, curiosamente Miguel Ángel Noceda, responsable de economía del diario El País, terminó su resumen de la jornada, en la que había buscado un titular y un argumento a todos y cada uno de los intervinientes en la misma, diciéndole a la presidenta del organismo: “Mira Maite, de eso que nos has hablado sobre la estabilidad regulatoria, no he entendido nada.”. Nos tranquilizó a todos los presentes. Por que, evidentemente, Maite Costa se había salido del “marco” de los demás participantes de su mesa (y de la jornada). Y, los demás, lo asistentes, tampoco le habíamos entendido nada.

Pedro Marín, por la mañana había dicho que la temática que más le gustaba era la de “por una regulación estable”. Lakoff fue uno de los sabios que atrajo Zapatero para estas elecciones. Para Maite Costa, el elefante y el “Marco”.

El Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía estudia la primera tarifa de Miguel Sebastián

Hoy miércoles el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía estudiará la propuesta de tarifa que ha recibido del Ministerio de Industria, y que ya fue analizada el pasado lunes por la reunión del Consejo Consultivo de electricidad de este organismo.

La principal novedad de esta revisión tarifaria para el tercer trimestre del año es que se incorporan la denominada ‘tarifa social’ que anunció el Ministro de Industria, Miguel Sebastián. En total, un conjunto de propuestas que suponen un efecto conjunto neto de alrededor de 452 millones de euros de subida, descontados efectos reductores e incrementadores de la misma. Según declaró el Ministro esta sería la única subida que se realizaría en el año 2008, aunque posteriormente el Secretario de Estado de Economía, David Vegara aseguró que dependería de la evolución del precio del crudo.

La distribución de estos 452 millones de euros de subida tarifaria del tercer trimestre es la siguiente:

– La subida “bruta” de la tarifa se cifra en 614 millones de euros.
– El efecto de la “tarifa social”, es decir, la condonación del término de potencia para los consumidores con potencia inferior a 3 kW (hasta 2,2 kW) es de 68 millones de euros.
– Todos los consumidores con potencia contratada inferior a 15 kW obtendrán un “regalo” de 25 kW cada dos meses. Esta medida costará 185 millones de euros al sistema eléctrico.
– El tramo progresivo de la tarifa según consumo, es decir, el exceso que pagaban aquellos consumidores que superaban los 1.100 kW/h cada dos meses, se endurece, de forma que empieza a operar a partir de los 1.000 kW/h y al mismo tiempo se encarece (se duplica su penalización). El efecto previsto de esta medida es de un aumento en la recaudación de la tarifa en 91 millones de euros.

CUADRO BALANCE

|MEDIDA TARIFARIA| EFECTO|
|Subida tarifa eléctrica 3er. Trimestre|614 millones €|
|“Tarifa social”|-68 millones €|
|Consumo gratuito asignado|-185 millones €|
|Penalizaciones por Consumo excesivo| +91 millones €|
|Balance Tarifa 3er. Trimestre|452 millones €|

Las mismas fuentes del sector señalan que el Informe que estudiará el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía sugiere que las medidas “sociales” de la tarifa deberían ser sufragadas por los Presupuestos Generales del Estado.

La guardia mora y los retroprogresivos

La ‘vivificación’ de los modelos de organización del sector eléctrico procedentes del franquismo que se realiza en el Informe sobre Costes y Precios elaborado por la Comisión Nacional de Energía no deja de dar sustos. Se trata de uno de uno de esos informes en que el órgano tramitador (en este caso no fue ‘regulador’ sino que fue tramitador de los intereses retroprogresivos camuflados en un organismo independiente que debe defender el mercado) realiza su propio proceso de autodestrucción. El organismo que preside Maite Costa decidió acabar consigo mismo el día que admitió a trámite el informe elaborado en sus inmediaciones y decidió hacerlo suyo. Primero porque el propio contenido del informe acaba en el medio plazo con su propio papel.

Ahora ha sido la organización ecologista Greenpeace la que utiliza las conclusiones de ese estudio universitario-académico-regulatorio oportunista con la revisión tarifaria trimestral, revestido de dictamen para censurar las rentas de determinadas tecnologías por el hecho de que hay un mercado eléctrico en el que participan, concretamente las dos tecnologías no emisoras de dióxido de carbono. Curioso fenómeno éste en el que cuando hay carbono que distribuir se ‘sindica’ entre todas las tecnologías y cuando se propone intervenir (¡un órgano regulador de un país con un mercado liberalizado!) se ataca a las energías no emisoras de carbono.

Lo importante es señalar la existencia de una guardia pretoriana del intervencionismo en el sector eléctrico, procedente de la tradición más rancia del franquismo. Se trata del ya famoso grupo de retroprogresivos (retrogresivo es una denominación de Salvador Pániker). Retro porque significa volver a un pasado anhelante de determinación de la retribución en función de los costes declarados, más un interés decidido administrativamente (lo que implica que compensa subir los costes declarados y no ser eficientes) y, en paralelo, el arbitrismo, porque la renta regulada se determina graciosamente por la vía del BOE y el poder de la administración (algo mucho más predecible, que el mercado, aunque de consecuencias petrificadoras en el largo plazo). Del pretérito y de la guerra de África, porque es más fácil vivir del pasado que gestionar un presente.

Progresivos porque para ello se incorporan valores ‘progres’ aunque manipulados: intervencionismo, sector público a la más antigua usanza, rentas reguladas, justicia social, Dios, patria y pan. Es decir, se puede ser más condescendiente con la forma de declarar los costes que tienen los monopolios, que la que tienen las empresas privadas (veáse las previsiones de incremento de beneficios de nuestro benefactor Red Eléctrica en términos de EBITDA, contra la tarifa y todo regulado, blanco sobre negro, of course). Para eso están unas y otras, sobre todo en un modelo pseudocomunista, que es el punto nacional socialista que también, como todos los extremos, se tocan.

Otra cercanía con el tardofranquismo, el comportamiento ante un shock de precios energéticos. Aportando coartadas para no hacer lo que nuestra economía debe hacer. Buscando mecanismos para subvertir y administrar los costes de la energía por la vía administrativa. Aplazando el impacto vía reducción de la inversión futura o embalsando costes para los consumidores futuros o ideando modelos de expropiación por motivos ideológicos.

La guardia mora de Franco tenía su importancia por su procedencia (externa al sistema, en este caso al sectores empresarial), por haberse configurado como una vía lateral a la de los propios ejércitos patrios. Reúne todas las características de la defensa del pasado: un anacronismo, una visión que pertrecha a un país del funcionamiento normalizado, moderno y abierto, la sustitución del comportamiento de los agentes en los mercados por la generación de la inseguridad jurídica y de la inestabilidad regulatoria, como han venido denunciando los analistas y mercados financieros dentro y fuera del país.

La guardia mora instalada en los aledaños de las instituciones del mercado eléctrico puede aprobar normas o anatemas que nos recuerdan el pasado, un ‘revival’ del Marco Legal Estable, la intervención en los mercados, de la regulación de los precios, del establecimiento de las rentas reguladas. Nada que huela a mercado, a libertad. Sólo a la guardia mora, como retén de ese pasado y que es un mecanismo «de confianza» de una dictadura (intervencionista como todas).

La guardia mora de la energía, los retroprogresivos podrían ir contra el mercado eléctrico y contra el código de la circulación, en el caso de que no estableciera las rentas que debe percibir cada empresa o cada automovilista y como las multas deben afectar a unos o a otros. Para que las empresas y los agentes económicos actúen como los animales del zoo sometidos a su jaula.

Los consumidores esperan más oferta de la OPEP y los productores piden menos especulación

Los mercados petroleros centrarán su atención este fin de semana en la ciudad saudí de Yeda, a donde los principales consumidores de energía acudirán para pedir una mayor oferta de crudo a la OPEP, mientras que los productores insistirán en la necesidad de medidas para frenar la especulación financiera.

Lo inédito en la reunión convocada de urgencia por Riad tras la exorbitante escalada del precio del «oro negro» hasta casi 140 dólares/barril (db), es que Arabia Saudí, el mayor exportador mundial, no sólo citó a los productores de crudo para tratar el tema, sino también a los responsables del mayor consumo energético, así como a los grandes consorcios petroleros y a los bancos.

Según fuentes oficiales, en el encuentro auspiciado por el rey saudí Abdulá se espera la participación de 35 países, representados en su mayoría por los ministros de Energía, 25 compañías petroleras y siete organizaciones, entre otros.

La cita se produce después de que el precio del crudo se duplicase en un año, y miles de transportistas, agricultores y otros trabajadores de los sectores más afectados salieran a la calle en decenas de países para protestar por la carestía de los carburantes.

El tema ha entrado además de lleno en la campaña electoral de EEUU, de lejos el mayor consumidor mundial de crudo, y cuando el segundo gran consumidor, China, busca la forma de evitar problemas de abastecimiento de gasolina durante los Juegos Olímpicos de Pekín en agosto.

Entre los participantes destaca el vicepresidente de China, Xi Jinping; el primer ministro británico, Grodon Brown; el secretario general de la OPEP, Abdala Salem El Badri; el director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía, Nobuo Tanaka, y el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs.

Pero la cautela reina en los mercados sobre el resultado de esta cumbre al no divisarse consensos para adoptar medidas concretas. «La expectativa se ha reducido porque Arabia Saudí ya ha anunciado que proyecta aumentar sus suministros al menos en 200.000 bd» el próximo mes, después de haberlos elevados ya en 300.000 bd en junio, explicó hoy en Viena Ehsan Ul-Haq, analista de la consultora especializada JBC Energy.

Algunas fuentes han sugerido que podría haber un anuncio de un incremento aún mayor, pero los observadores se muestran escépticos, ya que persisten dudas sobre cuándo entrará a operar el nuevo campo petrolero saudí de Khursaniyah, con una capacidad inicial de 500.000 bd.

Tampoco se espera que los socios de Riad en la OPEP abran sus espitas: la mayoría no tiene capacidad excedente para bombear barriles adicionales y, además, varios de ellos han expresado su desacuerdo con el aumento unilateral de la oferta saudí.

Según señalaron fuentes cercanas a la organización, el ministro venezolano de Petróleo, Rafael Ramírez, así como sus colegas de Ecuador, Galo Chiriboga, y de Irak, Husein al Chehrestani, no asistirán a la reunión en Yeda.

Venezuela, al igual que Argelia, Libia o Qatar, ha reiterado su oposición a cambiar la oferta de la OPEP antes de la conferencia convocada por la organización para el 9 de septiembre en Viena.

Irán ha expresado esta semana su rechazo a la medida anunciada por Riad, y, al igual que la mayoría de los productores, atribuye el encarecimiento del crudo a factores como el debilitamiento del dólar, la especulación financiera en los mercados de futuros y los tributos fiscales sobre el crudo y sus derivados.

En opinión de Ul-Haq, el anuncio unilateral del reino wahabí tiene el objetivo de colocar al mayor suministrador mundial de crudo y anfitrión del encuentro en la posición de poder decir a sus huéspedes que, por su parte, ha hecho ya todo lo que estaba en sus manos para aliviar la situación. Y es que Arabia Saudí alcanzará así una producción de 9,7 millones de bd, la más alta desde 1981.

China, cuyo vigoroso crecimiento económico es visto como uno de los principales factores del alza de los precios, ha anunciado que aportará «un nuevo concepto de energía», y, aunque no ha revelado de qué se trata, los analistas esperan que el gigante asiático se siente a la mesa diciendo que ha hecho los deberes.

Y es que en vísperas del encuentro del domingo Pekín redujo los subsidios y aumentó el precio de los carburantes. «Cada uno dirá que no tiene la culpa del petróleo caro, y finalmente, la presión se centrará en los especuladores», vaticinó Ul-Haq.

La OPEP ha atribuido gran parte de la subida del precio a la especulación financiera en los mercados de futuros y ha pedido medidas para regularla, aunque de momento nadie parece saber en qué consistirían esas medidas.

Un regulador anda suelto

El Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía (junto con Directores y sus acompañantes) coincidiendo con la inauguración de la Expo Zaragoza 2008 ha organizado una expedición a la ciudad maña dónde ha celebrado un Consejo de Administración del organismo. Con posterioridad, hemos conocido una nota de prensa de la Comisión Nacional de Energía del día de ayer hacia hincapié en la apertura de un expediente sancionador a cinco gasolineras de la autovía Madrid-Zaragoza. No se sabe si la actuación ‘fulminante’ del organismo coincidiendo con su visita es causa o efecto, pero seguramente los ‘administrados’ de la zona no están nada satisfechos con la hora en la que apareció por allí Maite Costa y su séquito por la capital aragonesa.

El programa que desarrolló el Consejo de Administración y directores de la Comisión Nacional de Energía, incluía desde una visita al Presidente del Gobierno Autónomo Marcelino Iglesias y encuentros con otros responsables del gobierno aragonés como el Consejero de Hacienda y también la Directora General de Energía y Minas, encuentros con los medios de comunicación y, en el plano más lúdico, visitas al Pabellón de España de la EXPO y la asistencia a un concierto del grupo Mayumana y del dúo Spiral, con su obra “Cabaré líquido”.

El viaje a Zaragoza de esta semana es ya el tercer desplazamiento que en lo que llevamos de año en los que el regulador energético independiente (más que independiente, erránte a la vista de su tendencia viajera y de lo pendular de sus actuaciones en materia regulatoria y supervisora). De hecho, recientemente se celebró otro Consejo de Administración en Girona (con asistencia del Consejo y también de los Directores) y por otra parte, también al ultimo Congreso Iberoamericano de Ariae, tuvo en jaque a una delegación muy numerosa desplazada a México.

Dentro y fuera del organismo esta ‘alegría’ viajera ya está siendo objeto de cierta chanza y también de envidia: cuánto desearían viajar en otros reguladores más sobrios y austeros (con independencia de que estas alegrías viajeras se sufraguen con la tarifa eléctrica en el modelo de financiación que tiene el propio regulador y que no haya hasta el momento críticas desde las instancias fiscalizadoras). Fíjense ustedes si se ha comentado que el Ministro de Industria, Miguel Sebastián es mucho más austero en cómo acude a su despacho en el Ministerio. Pero este es un paso más, dado que si el Consejo de Administración del regulador independiente cuando se acerca por un lugar (cosa que cada vez es más frecuente, y por tanto, posible), procede a ‘casualmente’ abrir un expediente informativo (que puede acabar o no en un expediente sancionador) a las empresas de la zona y a difundir en ese punto tan preliminar, nombres de empresas, lugares, etc… con todo lujo de detalles, es que puede ser una hecatombe estar en el punto de mira del cuaderno de viajes de la CNE, además de provocar un malestar considerable y un desprestigio al propio organismo.

Y todo ello, sin entrar en el señalamiento de los comportamientos paradójicos. Es decir, como la Comisión Nacional de Energía pasa de censurar todo el mercado eléctrico por ser marginalista y a la industria hidráulica y la nuclear, con un contenido y procedimiento de elaboración y aprobación delirante de su particular ‘Informe sobre Costes y Precios del mercado eléctrico’ a precipitarse a anticipar su acción supervisora sobre cinco gasolineras de la A2. Y todo ello, en el marco de una situación de crecimiento generalizado de precios de la energía en los que se requiere mayor visión por parte de los reguladores y una perspectiva mucho más global, responsable, discreta y rigurosa.

Por el momento, y por si las moscas, pidamos bolsas para el mareo. Un regulador anda suelto.

Una unidad de destino en lo universal

El expediente sancionador que sigue la Generalitat de Catalunya en relación con el apagón sufrido en Barcelona el 23 de julio del año pasado y que afectó a más de 350.000 usuarios de la Ciudad Condal, ha destapado una refriega en torno a sus responsabilidades, que no es en ningún caso de recibo, en primer lugar para las instituciones catalanas, para las instituciones de supervisión energética y para la credibilidad que un incidente de estas características debe aportar una vez que esté resuelto.

En este caso, Red Eléctrica de España, ha intentado seguir una táctica defensiva muy atosigante frente a los informes discrepantes, elaborados ya desde distintas instancias. Tanto la Comisión Nacional de Energía (que recibió cinco informes diferentes de distintos expertos y entidades) como el Colegio de Ingenieros de Cataluña han sido objeto de sus invectivas, bien a través de las declaraciones públicas no aceptando las conclusiones de los mismos o remitiendo a procesos judiciales. Todo ello, en el marco de una relación con las instituciones que se tacha de muy difícil desde las instancias consultadas.

De las objeciones de Red Eléctrica al informe se trasluce, en primer lugar, una conclusión, que más que conclusión es una identidad. Que la única ‘instancia’ habilitada en todo el país, según el operador de transporte y de sistema, para analizar incidentes en la red de transporte, sería la propia Red Eléctrica de España, hoy monopolio consagrado por las modificaciones introducidas a ultima hora en la reforma de la Ley del Sector Eléctrico por los catalanes Joan Clos e Ignasi Nieto. Es, en todo caso, la constatación de que un monopolio acepta difícilmente ser reconminado por expertos externos.

En segundo lugar, las preguntas que formula Red Eléctrica de España sobre el equipo profesional que elabora el informe por parte del Colegio de Ingenieros de Catalunya (a instancias de la Generalitat de Catalunya), tratan de trazar una línea de desprestigio basada en encontrar relaciones entre la distribuidora (FECSA Endesa) y los propios autores. Se trata de una teoría conspiratoria para dibujar fantasmas, en lugar de analizar con mayor frialdad las conclusiones del informe.

Cabe señalar en el mismo sentido, que de las propias preguntas y de la propia actuación de Red Eléctrica ante el mismo, se aprecia que no existe la independencia exigible a la “doble personalidad” de Red Eléctrica, como responsable de transporte y operador de sistema a la vez. Una independencia sólo presunta pero quebrantada. Claramente se aprecia como la diferencia entre los dos papeles es puramente teórica, no existe separación, murallas chinas, dígase como se quiera. Es más, el propio operador de sistema parece sometido al operador de transporte. El hecho es que esta situación es una fuente de conflicto y de distorsión en el comportamiento teórico que cada ente por separado tendría que desarrollar. Algo que se propaga hacia las instalaciones de generación y hacia la actividad de distribución.

En todo caso, hoy en el mundo de la comunicación se habla de que las empresas, las instituciones deben ser ‘friendly’, ‘cool’ agradables, familiares, cercanas. Tienen que tener buen trato con sus ‘stakeholders’ (grupos de interés, clientes, administración, proveedores, equipo humano, con los agentes institucionales, como colegios profesionales, etc…) ¿Y quiénes son los ‘stakeholders’ de Red Eléctrica, si no tiene clientes? Con una situación abierta en el terreno de la distribución de estas características, con enfrentamientos abiertos y públicos, con una capacidad de interlocución condicionada con las Administraciones territoriales a su planificación y procedimientos, sin relación con el mercado, con un comportamiento intratable como el que se ha dado al Colegio de Ingenieros y sin separar nítidamente (conforme a la independencia que se debe exigir en sus diferentes papeles, las funciones neutrales de transporte y de operación. Solo queda ejercer de monopolio a pelo e intentar influir o suplantar a los reguladores como ya se ha denunciado públicamente desde otras instancias para garantizar un pensamiento ‘único’. Y luego recibir premios a la transparencia por la memoria anual.

Un monopolio es más. Es una una unidad de destino en lo universal.