El tuning de Benach, la CNE de Maite Costa y el homenaje a Pedro Meroño

El escándalo del tuneo del coche (un Audi A8 cuyas modificaciones –tuneo en el argot- suponen más de 20.000 euros al erario del ciudadano catalán, incluyendo televisión, reposapies, mesita, etc…) del presidente del Parlamento Catalán, Ernest Benach ha inundado estos días la prensa en sus páginas de política, con fuertes y justificadas críticas. Ayer mismo, uno de lo subdirectores de La Vanguardia, Enric Juliana dedicaba un magnífico artículo de opinión sobre esta noticia (‘L’encongiment casolà’, escribía Gaziel) , que cae en el peor momento político y para las economías domésticas de nuestro país. Benach no lo entiende, al parecer, y se reafirma en su actuación, pese a que compañeros suyos de viajes en cercanías aparecen en los medios de comunicación recordándole un pasado no muy lejano. La cosa se ha planteado en un ejercicio suicida de defensa del catalanismo y lo que es evidente es que hacer pasar el sentimiento nacionalista por la rueda del molino del A8 no puede traerle nada bueno, ni a él, ni a su formación política, Esquerra Republicana. Un dislate.

Y esto viene al caso porque venimos retransmitiendo como situaciones semejantes se vienen produciendo en la Comisión Nacional de Energía desde que accedió a su presidencia Maite Costa, en lo que se refiere al protocolo, el mobiliario, la edificabilidad, las prestaciones en especie, a los viajes y la tendencia enormente activa a la organización de saraos de la que ha conferido al organismo desde su nombramiento.

Desde la adquisición de un edificio (bautizado ya a nivel interno como ‘el Senado’, para oprobio de unos y otros) , la sustitución en dos ocasiones, en estos tres años del mobiliario del despacho presidencial, la adquisición de vehículos para todo el equipo de directivos y la contratación de sus plazas de aparcamiento (algo inaudito en los órganos reguladores españoles), los gastos de las delegaciones del organismo a las actividades en América Latina (incluyendo algún alquiler muy particular de vehículos), el coste de cada uno de los libros y la remuneración a sus colaboradores, la organización de un programa de eventos amplio y vasto, siempre complementado de caterings y canapés, que ya son famosos en la capital de España.

El hecho es que estos mismos días parece que se ha dado una vuelta de tuerca más en las jornadas organizadas en memoria de Pedro Meroño (anterior presidente de la Comisión Nacional de Energía y recientemente fallecido). Coincide además que era un hombre de una austeridad conocida y pública, por lo que parece que la peor forma de recordarle ha sido uno de estos eventos, en los que parece que el ‘catering’ (¡ay, los catering de la CNE!) fue el protagonista. Al parecer, el servicio solicitado por el organismo estaba sobredimensionado (casi 200 personas) para la asistencia final (entre 60 y 70, una constante también en los actos que convoca el organismo, la reducida asistencia final a los mismos con excepciones) y la comida, abundante, empezó a sobrar. Las cifras que han llegado a la redacción de Energía Diario del coste de este ágape nos hacen ser prudentes para no reproducirlas, pero no son razonables.

El caso, es que la vista de la abundancia del ágape y la ausencia de asistentes para el mismo, se “convidó” a las jornadas al personal del organismo a compartir la convocatoria y el alboroque, lo que supone un nuevo paso más en el comportamiento displicente del organismo con su propio equipo profesional. Al descuido económico le sigue el comportamiento interno, también con un cierto tufo patético, lo que en algunos profesionales ha despertado también su propio sentido del pudor.

Retornando a Enric Juliana, se puede decir que en estos tiempos de severa crisis, se ha abierto un filón: los gastos de representación y protocolo de los cargos públicos, que van a ser sometidos a un contínuo y exhaustivo escrutinio. Como en los casos de Pérez Touriño o la inauguración del Teatro del Canal de Esperanza Aguirre. Máxime cuando, además, en el Ministerio de Industria, su actual titular le envuelve la imagen de un comportamiento muy austero, especialmente necesario en estos tiempos. Como señala este periodista, es un momento en que los símbolos del poder, la ejecutoria de la Administración, debe estar en relación con la realidad social

Sería un error atribuir esta actuación a cualquiera de los elementos que constituyen la condición de la presidenta del organismo: mujer, catalana o sus adscripciones políticas a tal o cual familia socialista… porque simplemente se trata de analizar la forma en la que cada uno ejerce la función, que debe tener su ética y su estética. Si no, a lo mejor el homenaje a Pedro Meroño, es un homenaje a otro u a otros.

No obstante, no está mal recordar el final del artículo de Enric Juliana, una cita del periodista Agustí Calvet, en la que se entiende todo. «Vivien obcecats per la pròpia megalomania verbal, convençuts d’una imàginària força catalana i d’una feblesa, més imàginària, encara, de l’enemic ancestral. Ignoraven, en absolut, els altres pobles peninsulars, en funció dels quals havia depès sempre i dependria en el futur la vida de Catalunya. Eren ja l’encongiment casolà, la manca de lucidesa, la realitat deformada i la follia col•lectiva que ens havia de perdre».

Llegó el momento de la responsabilidad

Como ya es público el Ministro de Industria se reunirá el próximo jueves con las empresas eléctricas a fin de tratar en común el problema del déficit tarifario, rémora nunca suficientemente valorada de la regulación nacional, que permitía no subir el precio de la electricidad de los españoles y que siguiéramos creyendo en los Reyes Magos y en un cierto providencialismo de conseguir vivir de milagro. Ilusionados con nuestra posibilidad de emular a los países con reservas de petróleo, empezábamos a pensar en la posibilidad más que remota de subvencionar la energía. Y, con empezar el año, con el crédito puesto: déficit ex ante. Vive ahora y paga después que decía aquel eslogan de Visa.

La letal combinación del fuerte alza de los precios del petróleo, la obligatoriedad del siempre postergado calendario para la liberalización de las tarifas hasta el ‘in extremis’, la crisis de los mercados financieros que ha impedido colocar un activo que es resultante de las decisiones políticas (junto a una nefasta decisión de trasladar la colocación del mismo a la CNE, además de varios cambios en su regulación, fruto de la esquizofrenia regulatoria que vivimos peligrosamente en la etapa Nieto-Clos) nos han situado al final del camino, con muy poco tiempo de reacción. Prácticamente en menos de un mes tendremos que tener una propuesta de tarifas de último recurso en el mercado eléctrico. Se acumulan 12.000 millones de euros pendientes de recuperación para las empresas y en el año 2008, esté déficit puede alcanzar los 6.000 millones.

Como si se tratara de sacar de una mentira, una verdad, la no colocación de este activo ha hecho que las empresas eléctricas tengan que mantener esta deuda en sus balances, generando una situación muy incómoda para las empresas, convertidas de facto en entidades financieras. Por otra parte, ha revelado algunos bajos instintos regulatorios tendentes a aprovechar la ocasión para intentar reducir la factura pendiente en una especie de proceso de suspensión de pagos público referido a la factura de la luz. Sería una especie de parábola del hijo pródigo, porque se ha actuado con “prodigalidad” desde las instancias públicas en lo que se refiere a un sistema de tarifas falseado (figura que claramente reconoce el ordenamiento jurídico en el caso de las personas), en la cuál, el empeño sería una especie de “cuanto peor, mejor”, para exprimir posibilidades negociadoras de todo el proceso.

En este contexto, hay que sacar conclusiones de lo que está pasando en la crisis de los mercados financieros. Hoy hacemos gala (y razonablemente) del sistema financiero español. De su ortodoxia, de su regulación y también de su competitividad. Pues seguramente de todo este proceso tendría que salir reforzado el sector energético para el futuro. El que se encuentre una solución gestionada, dialogada, completa e integral es necesario para garantizar una resolución razonable del pago del déficit acumulado, de la transición a la tarifa y la garantía del modelo de mercado y de inversión que, por un lado ha dado muestras de robustez (se han incorporado más de 23.000 MW de generación en pocos años), y por otro, nos situaba como adelantados en el proceso de liberalización en Europa (todo ello, con cada vez menos poder de mercado, más oferentes, más tecnologías).

Estamos, ante un momento trascendental e histórico en el desarrollo del sector energético y, en concreto para el sector eléctrico en España. Con problemas graves y acuciantes cuya resolución tiene que ir más allá del apremio de colocar el déficit pendiente. Es preciso un plan que aborde, tanto la gestión del déficit, la colocación de sus activos, la definición del proceso de transición a la liberalización, con las tarifas de último recurso, la adecuación de los precios de la energía a la realidad, la identificación de los costes que soporta la tarifa no relacionados con el suministro de energía y la definición del modelo de comercialización de energía, así como la articulación de los procesos transitorios que se definan. La refundación de los órganos reguladores y la función del modelo de supervisión, y todo ello, sin caer en los atajos de intentar utilizar la regulación en modo intervencionista y cortoplacista para reducir los ingresos de las empresas eléctricas, es decir, garantizando el modelo de mercado, la estabilidad regulatoria, las señales claras de mercado y de inversión. En definitiva, un modelo organizado, estable, creíble sobre la base de gestionar el presente y el futuro con responsabilidad y ortodoxia.

Miguel Sebastián tiene ante si un reto muy importante, en el que tiene que fijar su atención y desplegar toda su capacidad de negociación e interlocución, reconocida en los ámbitos empresariales. Es probablemente, la primera prueba de fuego en materia de políticas de estado a la que tiene que enfrentarse, y de su superación tendremos un fuerte refuerzo político para el ministro. En eso tiene que poner grandes dosis de atención y capacidad, frente a las dispersiones que atrae siempre la política de actos oficiales, de ideas más o menos discutibles (tarifa social, reparto de bombillas, etc…), los posibilismos (la necesidad del ahorro y la eficiencia, combinado con políticas sectoriales) y su dedicación a la macroeconomía. Ahora toca esto. Y es muy importante.

¡Pobre CIUDEN; tan lejos de la I+D y tan cerca de ENDESA y del Ministerio de Industria!

A la confusión por la indefinición inicial de CIUDEN, se une ahora el desencuentro entre ENDESA y el Ministerio de Industria. Ninguno de los tres ha demostrado la más mínima sensibilidad por gran parte de una comunidad investigadora española, formada a lo largo de muchos años con fondos públicos y altamente reconocida a nivel internacional, en temas íntimamente relacionados con la formulación inicial de CIUDEN. Ahora, el asunto parece reducirse a competir por la designación de CIUDEN o de ENDESA como una de las 12 plantas de demostración dentro de la UE y, por supuesto, por los posibles fondos colaterales.

Y estas son mis preguntas:

– ¿Se puede considerar la penúltima propuesta de CIUDEN (la última se estará, probablemente, elaborando en este momento) como planta de demostración?

– ¿Se puede considerar de demostración la planta de 500 MW de ENDESA?

– ¿Cuál será la contribución de ENDESA, un empresa usuaria de tecnologías de generación eléctrica, al desarrollo y comercialización de las tecnologías de separación y almacenamiento de CO2?

– ¿Para qué serviría a España una tecnología que, si algún país tecnológicamente puntero y con reservas abundantes de carbón llegara a demostrar su viabilidad técnico-económica, se comercializaría en la mitad de la década de 2020? En ese momento, España muy probablemente habría agotado sus reservas de carbón doméstico y debería importar un carbón caro del exterior.

– ¿Por qué se debería empeñar España en desarrollar o demostrar esta tecnología?

– ¿No podrían el Ministro Sebastián y los responsables de ENDESA evitar estos desacuerdos públicos?

En cualquier caso, sin adhesiones inquebrantables y si no queda otro remedio que elegir, la Central Térmica (llamando a las cosas por su nombre) de 500 MW de ENDESA parece tener mucho más interés para El Bierzo

Los precios del petróleo se derrumbaron con las bolsas y desoyeron a la OPEP

El barril del crudo Brent, la referencia para Europa, terminó el viernes a 62,05 dólares en el mercado de Londres, restando 3,87 dólares al valor del jueves y casi 8 dólares al del viernes precedente.

Ese crudo ligero del Mar del Norte llegó incluso a pagarse puntualmente ayer a 61 dólares por barril, su nivel más bajo desde marzo de 2007, al tiempo que también cayó el crudo de Texas (WTI), referente para Estados Unidos, hasta los 64,15 dólares, un 5,4 por ciento respecto al jueves y el 10,7 por ciento frente al cierre de la semana anterior.

Respecto a sus valores máximos de 147 dólares por barril de julio pasado, el Brent y el WTI han perdido más del 56 por ciento, al igual que el barril del crudo referencial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que se sitúa en torno a los 60 dólares.

La salida en estampida de los mercados de futuros de los especuladores que habían refugiado su capital en los contratos de crudo y otras materias primas, así como el impacto de la crisis financiera en la economía real, que entre otros ha causado una fuerte retracción de la demanda petrolera son las principales causas de este desplome de los precios, según los analistas.

La situación hizo sonar la alarma de la OPEP, que en una reunión de emergencia decidió el viernes en Viena reducir su cuota de producción en 1,5 millones de barriles diarios (mbd), hasta los 27,3 mbd, a partir del 1 de noviembre.

Según el presidente de turno de la organización y ministro argelino de Energía, Chakib Jelil, en realidad, la reducción acordada «es aún mayor, de 1,8 mbd» puesto que el grupo está actualmente bombeando unos 300.000 bd por encima de la cuota fijada.

En su declaración final, los ministros de Petróleo de los trece países miembros de la organización justificaron la medida con el riesgo de que el «colapso dramático, sin precedentes en velocidad y magnitud» de los precios ponga en peligro los proyectos en el sector y conlleven así a «una escasez de suministro a mediano plazo».

Además, confirmaron que tendrán otra reunión extraordinaria, el 17 de marzo en Orán (Argelia), donde podrían pactar otra reducción de sus suministros, e instaron a sus principales competidores a apoyar sus esfuerzos rebajando también sus exportaciones de crudo.

«La OPEP sólo controla el 40 por ciento de la producción, el resto son los demás», dijo Jelil.

Por su parte, la asesora especializada JBC Energy estima «posible» que Rusia, el mayor productor de crudo fuera de la OPEP, e incluso otros competidores del grupo como México y Noruega, puedan responder positivamente al llamamiento de la organización.

El pasado miércoles, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, recibió en Moscú al secretario general de la OPEP, el libio Abdalá Salem El Badri, y le manifestó que la interacción de Moscú con la OPEP es «uno de los vectores clave» del Kremlin para su política energética.

«La razón es evidente: Rusia es también un gran productor y exportador de petróleo y está interesada en que se mantengan unos precios del crudo estables y predecibles».

Sin embargo, la intensa actividad y los esfuerzos por parte de los productores de crudo, que dependen altamente de sus ingresos por la venta petrolera, no han surtido de momento los efectos deseados.

Si en ocasiones anteriores el anuncio de un recorte de la oferta de la OPEP provocó alzas inmediatas del precio del crudo, el anuncio de ayer no consiguió impedir que el «oro negro» encadenara una jornada más de fuerte depreciación.

La operación de compra de Unión Fenosa por Gas Natural, se desboca

A la operación de operación de compra de Unión Fenosa por Gas Natural le empiezan a crecer los enanos. Y, una operación queestaba diseñada para ser ‘low profile’ desde el punto de vista de su contenido corporativo, empieza a transparentar sus propias dificultades y el diseño de la misma en la que los mercados financieros y el alto precio pagado dejan poco margen de maniobra.

Encarecimiento de la operación. Primero, el mercado, entendido refiriéndonos al comportamiento de la bolsa que ha evidenciado el alto precio pagado por Gas Natural para hacerse con Unión Fenosa (18,33 euros por acción). Es evidente que la situación actual de los mercados bursátiles no abriga muchas posibilidades de que en un plazo relativamente corto de tiempo pudiera tener arreglo esta descompensación y que la parte ganadora en la operación ha sido Florentino Pérez. Esta impresión, ya es moneda común y circula en los ambientes económicos de Madrid y Barcelona, sin apenas discusión.

Aumento del coste de la financiación. Por si esto fuera poco, la subida de los tipos de interés de la financiación del préstamo sindicado que conocíamos ayer, según publicaba el diario Cinco Días y que hoy el mismo medio informa de que se rebaja (tres cuartos de punto, el martes, y que hoy según las ultimas informaciones, se cifra en 0,35%) encarece el coste de financiar la misma. Por otra parte, desde la compañía se trata de dar tranquilidad y se señala que este incremento se compensa con la bajada en el euribor. Los bancos, en todo caso, todavía tienen un margen para elevar el precio de la financiación hasta dos puntos –otro 1,65 más- y la operación, como veremos, no está ni mucho menos decidida. No son, en todo caso, buenos tiempos para la lírica pese a cierto tono optimista difundido para “amortiguar” y “encauzar” la información de la subida.

Judicialización. En tercer lugar, el riesgo de judicialización se materializa. El primero derivado del apresuramiento en resolver la denominada función 14 por la vía más expedita: es decir su ‘puenteo’ (cuando en caso de haberse realizado tampoco se esperaban dificultades para la operación). En este caso, Iberdrola, llevará con toda probabilidad la decisión del consejo de la CNE a la Audiencia Nacional de no someter la operación a la función 14 (salvo que el Ministerio resuelva a su favor su recurso de alzada recién interpuesto, como conocimos ayer), en una correosa batalla judicial abierta de par en par. Todo ello, sin conocer aún si la italiana ENI procederá a llevar la operación a la esfera europea, algo que ya estaba latente como riesgo en el momento en que se estaba analizando este expediente en la Comisión Nacional de Energía. En todo caso, parece que se le ha perdido el miedo a la respuesta judicial de las empresas y se abre esta veda.

Análisis de competencia en la CNC. Queda el análisis de la Comisión Nacional de Competencia a partir del informe que ha recibido con el dictamen de la CNE. Eso es otra cuestión que tendrá que ir tratándose durante este tiempo y que durante su trámite y el período de alegaciones al mismo en el organismo que preside Luis Berenguer podremos comprobar. En todo caso, de este análisis, pueden surgir nuevas condiciones a las pseudo conocidas en la nota de prensa que hizo pública la CNE y que ya fueron calificadas de “laxas” y “suaves”.

Función 14 en la CNE, las consecuencias de lo ‘rapidito’. Y luego viene el propio comportamiento de los ‘aliados’. La actuación de la Comisión Nacional de Energía conducente a obviar el trámite de la función 14 puede ser por estos mismos motivos, puede ser una piedra en el camino por lo que supone de dejar la vía judicial abierta a su propia demora. A las pruebas nos remitimos.

Función 15 en la CNE: todo lo que siempre quiso saber y nunca se atrevió a preguntar. En segundo lugar, el comportamiento de la CNE en la función 15 también parece que es para cubrirse de gloria. El resultado de la función 15, con el informe global con las condiciones exactas que formula a la operación, ha sido hurtado al conocimiento público, generando un clima de enrarecimiento y ocultación, que se puede volver en contra de la propia operación.

Ayer informaba el diario ‘El Economista’ de que iba a ser tratado en el Consejo de Administración del organismo si este dictamen se publicaba, cosa sobre la que el organismo no ha decidido según el comunicado oficial del mismo o si ha determinado algo, lo que ha decidido será no publicar y no informar sobre esta decisión. Lo que es peor. Es decir, ahora cada tema en el organismo que preside Maite Costa tiene dos vueltas: su informe y su difusión pública y, si su difusión pública, se informa. A dos semanas de cuando se produjo el dictamen, todavía no se conoce ni su contenido, ni como resultó la deliberación del consejo, cuáles son las posturas discrepantes de existir, hasta que punto llegan, si hay explicaciones o ampliaciones a los votos o si existen votos particulares. Un turbio secretismo en el que se ha envuelto el comportamiento de este organismo y que de seguro, no va a beneficiar en nada a la operación.

En todo ello, empiezan las primeras muestras de nerviosismo. Veremos.

¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

Los últimos estertores de la comedia madrileña dio lugar a esta película de Manuel Gómez Pereira cuyo título es ilustrativo de la confusión de los conceptos, la virtualidad de las relaciones humanas, el equívoco como forma de actuación, el imaginario individual frente a las posturas de creación de valores comunes consensuados, la ambigüedad frente a la transparencia y la seguridad en la actuación o la frivolidad frente al rigor en la actuación. O también, se incorpora en el marco de un ejercicio más propio de los juegos de envite, como el mus o el póker, en que el transcurrir del juego es clave el uso del farol o del órdago, sin entrar en la teoría del eufemismo que ya hemos recogido en este medio alguna vez.

Y, todo ello, se precipita o se materializa en cuestiones de reciente actualidad aparecidas en los medios de comunicación relacionados con cuestiones de candente ebullición en el sector de la energía, a cuenta de la utilización indebida de determinados conceptos. Primer ejemplo reciente, la semana pasada en el diario Cinco Días aparecía la noticia de que las empresas eléctricas se habían dirigido a Industria mediante un escrito en el que manifestaban los problemas que entrañaba la situación tarifaria de cara a la liberalización y que los ingresos de la tarifa no recuperados por la malograda gestión de la colocación del déficit tarifario, afectan al ciclo financiación-inversión (algo que en puridad económica es obvio).

En ese marco, y junto a esta crónica, la noticia recogía un ladillo en el que se afirmaba que había un presunto “acuerdo” para retirar la energía nuclear del mercado eléctrico, en línea con las tesis del denominado “grupo de los retroprogresivos” y que se viene abonando desde la publicación del Informe de Costes y Precios, impulsado por varios consejeros de la CNE. Caballo de batalla basado en el utilización discrecional y trastornada de la contabilidad de las empresas en materia de amortizaciones y coartada para intentar destazar el valor del mercado por su carácter marginalista, en la medida que consigue mejores precios por la participación de tecnologías con diferentes costes. Una vuelta al marco legal estable del Antiguo Régimen.

En todo caso, lo que es paradójico es que previamente a la primera reunión que tendrá el Ministro de Industria con los presidentes de las eléctricas ya haya tal “acuerdo” presunto y sea difundido, dado como cierto. La pregunta es ¿Quién difunde y suministra esta información a este rotativo madrileño, consistente en un acuerdo que no existe, ni se ha empezado a fraguar, sencillamente porque no han empezado esas conversaciones? ¿Por qué (y ya viene siendo una práctica habitual) se dan por sentado actuaciones regulatorias que ni siquiera se han tratado en la práctica entre los agentes? ¿Quién ejerce esos afanes y con qué interés? ¿Por qué se dice acuerdo cuando quiere decir deseo?

Otro caso semejante es el que ayer recogíamos como las actuaciones que se vienen impulsando desde los actuales responsables de los grandes consumidores, que habían expresado ante el Ministerio de Industria su posición: han reclamado (legítimamente desde su posicionamiento) unas condiciones mejoradas en su adecuación tarifaria al marco liberalizado, a través de documentos que habían girado al Ministerio este verano. Todo ello tras el intento de configurar su central de compras Fortia y la nueva regulación de los servicios de interrumpilibidad y garantía de potencia (insuficientes para conseguir los precios anteriores a la propia evolución del precio de la energía para los consumidores y en mercados internacionales). A su vez, como se ha reconocido por sus responsables, desde este colectivo tienen que justificar su solicitud ante el Ministerio de Industria, con información y estudios correspondientes. La pregunta es ¿es eso técnicamente una negociación?. ¿Por qué se le da carta de naturaleza formal de este tinte de forma unilateral?.

Lo curioso es que hay un punto de encuentro entre el primer caso y el segundo. Es decir el posicionamiento contra el mercado, sus resultados y sus consecuencias, o las vinculaciones ideológicas que soportan una posición y otra. La identidad con un modelo que aboga por la fijación de precios públicos y no de mercado. La comunión con los principios que expresa el Informe de Costes y Precios (algo que incluso desde AEGE se hizo patente y en público en alguna ocasión) respecto de determinadas tecnologías, etc.…

En este sentido, la tecnología comunicacional y negociadora, parece que también tiene puntos de encuentro, como el uso del eufemismo o la interpretación de la realidad. Algo que, desde el punto de vista de la ortodoxia, y de los argumentos competitivos y de mercado, es difícil de abordar. Pero, al menos, es posible identificar.

Será que la presidenta pide más

Domingo por la mañana, café o chocolate, churros o porras, y entrevista a Maite Costa en el ABC. El rotativo madrileño publicó una extensa entrevista con la presidenta de la Comisión Nacional de Energía, de la cuál se pueden extraer pocas cosas nuevas en claro: que en el tema de las tarifas de la luz, habrá que subirlas, que en las tarifas del gas, el consejo decidió proponer la subida más prudente, aunque hay que subirlas. Y, sobre la función 14 que la presidenta se pondrá del lado de cómo lo deje el gobierno finalmente. Y, las gasolinas, ay, las gasolinas con las cuáles la CNE recorre el país, Maite y cierra España (catalana sólo de adopción, en la entrada a la entrevista).

Todas estas alusiones a la subida de tarifas parecen tratadas en la entrevista de una forma mecánica. Es decir, sin contextualizar, sin señalar el contenido del problema del déficit tarifario en su profundidad, en la necesidad de articular una solución, un trayecto definido y completo para resolver este problema, de su financiación, el de la liberalización de tarifas, del reforzamiento del modelo de mercado sin cuestionamientos, etc… En ese sentido, la entrevista la podemos calificar de completamente plana.

La entrevista, perfectamente prescindible por otro lado, al menos pierde el contenido folletinesco que tenía en su ultima aparición en Expansión. Tampoco aparece en la entrevista ni rastro del Informe de Costes y Precios, lo cual también es de agradecer, dado que ha desaparecido de la terminología de la presidenta, como por ensalmo. En eso, evidentemente, hemos ganado.

Cuando es preguntada por el “crash” de los mercados financieros, apareció notablemente preocupada porque las empresas tengan que reforzar las garantías de las operaciones corporativas llevadas hasta el momento. Ni una palabra del sonado fracaso en la financiación del déficit tarifario que en su momento el organismo achacó en su nota de prensa en exclusiva a las turbulencias interacionales (y en ningún caso a la inexperiencia en la colocación de este tipo de activos o la falta de respaldo institucional a los mismos, a pesar de ser consecuencia de la actuación política).

Resistente a tres ministros diferentes, Montilla, Clos y Sebastián, Costa dedicó sinceras palabras de elogio a los tres, resaltadas en su correspondiente sumario en la maquetación del medio de de comunicación. Todo un acierto, además de situar las disensiones del organismo en el plano del recurso de alzada con una frase «(el recurso) se trata de un recurso jerárquico que contraviene la lógica del propio regulador que, al ser independiente, no forma parte de la organización jerárquica del Ministerio ni de la Administración».

Y, finalmente, se despachó afirmando que la Comisión Nacional de Energía no tiene recursos, por lo cual está perdiendo a sus profesionales, refiriéndose en este caso al Director de Regulación y a otros directores. Coartada que no deja de ser un “commodity” justificativo de la salida de profesionales por motivos relacionados con otro conjunto de cuestiones que afectan en unos casos a la esfera de la carrera profesional, a la seriedad del organismo y a la respetabilidad perdida, ahora difícil de restañar, y otros por motivos de otra índole. Entre otras cosas, porque en el organigrama actual de la CNE no se pone el sol, en su extensión de capas y capas y subcapas, lo que no resiste un análisis organizativo riguroso.

A la vez, curiosa afirmación la de Costa la de no contar con recursos (lo señala en dos ocasiones), con edificio nuevo, flamante, recién adquirido, con vehículos y garaje para todos los directores del organismo (ni la CNMV, ni la CMT tienen “cocherizados” ni siquiera a los propios consejeros), con un banco de publicaciones y eventos cuyos costes y precios (y la dudosa selección de alguno de sus colaboradores) circulan a nivel interno, con las dos renovaciones de mobiliario del despacho presidencial efectuadas en este mandato, con las noticias sobre los gastos de las delegaciones del organismo en América Latina. Este si que es un mecanismo de financiación y gasto basado en los denominados costes reconocidos.

Será que pide más.

Enlace a la entrevista de ABC: http://cordoba.abc.es/20081019/economia-economia/maite-costa-barremos-espana-20081019.html

El crudo baja hasta el 7,5% a la espera del posible recorte de bombeo de la OPEP

Antes de ese respiro, los precios del petróleo tocaron a mediados de semana sus cotas más bajas desde hace meses. En la Bolsa de Londres, el barril de Brent tuvo el jueves una marca intradía de 67 dólares, la más baja de los últimos 19 meses.

Por su parte, la Bolsa Mercantil de Nueva York cerró ese mismo día la cotización del Texas a 69,85 dólares, su nivel más bajo en trece meses.

Ante esta situación, y con su propio crudo tocando el mínimo de los últimos 17 meses, la OPEP decidió adelantar al próximo viernes, 24 de octubre, su prevista reunión de emergencia del 18 de noviembre en Viena.

Los mercados esperan ahora ver si de ella saldrá un recorte en la producción que ataje la caída de los precios.

La primera señal en esta dirección llegó el viernes por boca del ministro qatarí de Energía, Abdalá Bin Hamad al Atiya, que pronosticó un descenso de la producción de crudo de la OPEP de un millón de barriles diarios.

Con esta expectativa, los mercados petroleros cogieron aire y las cotizaciones repuntaron al cierre de las sesiones del viernes.

Así, el barril de Brent subió un tres por ciento, hasta 69,60 dólares, 4,19 dólares (5,6 por ciento) menos que el cierre de la pasada semana.

El Texas estadounidense se encareció un 2,9 por ciento y finalizó la semana a 71,85 dólares, un 7,5 por ciento por debajo del precio del viernes anterior.

Los temores a un retroceso de la demanda, principal causa de la actual tendencia a la baja, fueron confirmados el miércoles por la OPEP en su análisis mensual del mercado.

En ese informe, la expectativa de crecimiento de la demanda para 2008 fue rebajaba en más de un tercio respecto a lo calculado hasta el momento y fijó en 86,45 millones de barriles diarios (mbd) la media de consumo.

«La tendencia actual a la baja en los precios del crudo reflejan las condiciones dramáticamente en deterioro de las últimas semanas en los mercados financieros mundiales y su impacto negativo en la economía real, así como el declive en la demanda de petróleo», señaló el cartel petrolero en el documento.

También para 2009 se revisaron a la baja las previsiones, ante la expectativa de que un crecimiento muy reducido de la economía mundial continúe limitando la demanda de crudo, que se situaría en los 87,21 mbd en todo el año que viene, 450.000 bd menos que lo previsto hace un mes.

«Se espera que la confusión actual de los mercados financieros continúe afectando a la demanda de petróleo hasta bien entrado el año próximo», diagnosticó la OPEP.

Para terminar de alterar el mercado, el Gobierno de Estados Unidos informó el jueves de que las reservas de petróleo de ese país se incrementaron en 5,6 millones de barriles la semana pasada y se situaron en 308,2 millones.

La crisis amenaza a los productores de crudo con la caída de demanda y precios

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) adelantó al 24 de octubre la reunión extraordinaria que había convocado para el 18 de noviembre con el fin de evaluar el impacto de la crisis financiera en los mercados petroleros.

El cambio fue anunciado el jueves por el secretario general de la organización, el libio Abdala Salem El Badri, tras el desplome de los precios de más del 50 por ciento frente a su récord histórico de julio y después de que el barril de referencia de la OPEP quedara a menos de 70 dólares, por primera vez desde agosto de 2007.

El grupo intentará retomar el control sobre los precios del crudo, que en la primera mitad del año, bajo la influencia de la especulación financiera, se dispararon hasta 147 dólares el barril.

Para ello será clave la actitud de Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de crudo, que tras elevar la extracción hasta unos 9,7 millones de barriles diarios (mbd) en julio, ha comenzado a reducirla y se ha comprometido en septiembre a cumplir su cuota de 8,9 mbd.

Para los productores, aunque sus arcas se han llenado con la espectacular subida del valor del crudo en los últimos años, la situación es delicada ya que dependen altamente de su venta.

Así, el petróleo aporta más del 80 por ciento de las divisas que recibe Venezuela y cerca de la mitad de los ingresos del presupuesto nacional.

Pero mientras Caracas ha basado su presupuesto 2009 en un precio de 60 dólares para su barril, Ecuador, que financia cerca del 35 por ciento del presupuesto con su crudo, ha presupuestado un barril a 85 dólares, lo que equivale a 100 dólares para el del crudo de Texas (WTI), el referente para EEUU.

Por otro lado, a la OPEP le preocupa perder por completo el control de los precios si se mantiene la alta velocidad de su depreciación, la mitad en tan sólo en tres meses.

Si una parte de ese fenómeno es atribuible a la huida en masa de los especuladores, que se habían refugiado en contratos futuros, ahora la crisis también está afectando al mercado «real».

La OPEP corrigió esta semana en más de un tercio su pronóstico sobre el crecimiento anual de la demanda mundial de crudo en 2008, que calcula ahora en 550.000 bd (0,6 por ciento), frente a los 880.000 bd (1,02 por ciento) previsto hace un mes.

Redujo además en 450.000 bd su cálculo sobre el consumo medio en 2009, al cifrarlo en 87,21 mbd, con un aumento anual de 760.000 bd.

La receta del grupo para evitar una caída ulterior de los precios es rebajar su oferta y, de hecho, los mercados esperan que sus trece países adopten una reducción significativa de su producción conjunta, en al menos un millón de bd.

«Es una predicción que no puedo confirmar. La OPEP espera reducir la producción en un millón de barriles diarios, si no más», dijo el jueves el titular qatarí de Energía, Abdalá Bin Hamad al Atiya, a la cadena de televisión Al Yazira.

Donde no se divisa un consenso es sobre el precio mínimo para el barril, ya que mientras países como Irán, Venezuela y Ecuador han abogado por unos 100 dólares, otros, como Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de crudo, podrían aceptar valores en torno a los 70 dólares e incluso menos.

Otra incógnita dentro de la situación actual es la estrategia de los competidores de la organización, como Rusia, el mayor productor fuera de la OPEP, que desea un acercamiento a este grupo y no se descarta que pueda adherirse más tarde a una disminución de la oferta mediante un recorte de sus exportaciones.

De hecho, El Badri tenía previsto viajar a Moscú el próximo martes, justo en vísperas de la conferencia del viernes en Viena.

Alguien debería ocuparse de la Comisión Nacional de Energía

Seguramente que la sucesión de planes para el rescate de la economía mundial, europea y apoyo al sistema financiero, ha sacado del foco la situación de interinidad en la que se halla la Comisión Nacional de Energía (CNE). Casi la mitad de su Consejo de Administración tiene vencido lo que es la vigencia de su nombramiento y permanece, prorrogado, sine die, lo que en puridad no es bueno para ningún organismo. Y, si no, sólo hay que ver las consecuencias de la negociación de la composición del Tribunal Constitucional tiene sobre esta institución del Estado.

Este no es el único problema que afronta el organismo, ni el menor. Si hacemos una recapitulación de lo que hemos podido conocer estas ultimas semanas, la Comisión Nacional de Energía en el plano interno se prepara para un cambio organizativo importante con un número importante de nombramientos previstos, la salida del director de Regulación con destino a Endesa que además tendrá que ser verificada por la Oficina de Conflictos de Interés del Ministerio de Administraciones Públicas (y que como, mínimo, tendría que garantizar que no se ubicará en ningún área sensible vinculada a las actividades reguladas por su vinculación anterior), la adquisición de un edificio nuevo, la contratación de vehículo para todos los directores (en tiempos en que desde el Gobierno se promueve la austeridad económica en la Administración).

Por otra parte, institucionalmente, la justicia parece que ha sido inmisericorde con el organismo. El Tribunal Europeo ha cuestionado la ampliación de la ya famosa función 14 diseñada como operación de placaje a E.ON. Algo que supone que el organismo ha perdido parte de su “atractivo” indiscutible como instrumento al servicio de los más altos intereses. El Tribunal Supremo ha tumbado el intento de presidencialización y de configuración de un triunvirato gestor-director interno dentro del organismo, lo que le devuelve su carácter colegiado y deja en una situación de mayor debilidad a Maite Costa que buscaba un carril directo en su actuación como presidenta.

Por otra parte, en el plano de su papel como órgano regulador no está visto de fuertes peripecias. Las subastas de déficit tarifario que ha gestionado el organismo han resultado desiertas quedando al descubierto una baja capacidad institucional para respaldar el proceso de financiación de las decisiones en materia de política tarifaria. A la vez, desde el organismo se inflaman las críticas al modelo de mercado mediante posiciones anexas a las competencias que tiene el organismo en las revisiones tarifarias trimestrales, que además son posiciones ideológicas individuales.

Por otra parte, las relaciones con el Ministerio de Industria no pasan por el mejor momento, como se reconoce en privado desde el sector y desde el propio organismo. La posición del mismo a la revisión de las tarifas de gas ha consumado este divorcio o lo ha explicitado públicamente. El hecho es que el organismo está «out» completamente de lo que tendría que ser un papel activo de cara al proceso de liberalización de tarifas eléctricas y gasistas pendientes y de buscar una resolución gestora responsable al déficit tarifario. Parece que, incluso la vuelta de personal desplazado de la Comisión al Ministerio, entra en ese clima de enrarecimiento de las relaciones con Industria. Además, cada vez hay más temas que se despejan al margen de las propias posturas del organismo.

En resumen, una gestión sumida en la polémica, inmersa en una importante fractura interna, inhabilitada desde el punto de vista institucional y fuertemente erosionada en su credibilidad como órgano regulador independiente que aporte garantía al funcionamiento del modelo de mercado, con estabilidad jurídica y regulatoria, y a los sistemas de supervisión que precisa el sector energético

Lo que está claro es que la CNE está suelta. Alguien tendría que ocuparse de esta situación. Y cuanto antes.