Ence duplicará su capacidad de generar electricidad mediante biomasa en 2015

Esta apuesta por la biomasa supondrá la transformación de la compañía, que actualmente genera el 70% de sus resultados mediante la producción de la celulosa y el 30% con la biomasa. Al final de 2015, el objetivo es que la aportación de ambas actividades sea del 50%.

Así se contempla en el plan de negocio para el periodo 2010 y 2015 presentado por el consejero delegado de Ence, Antonio Palacios, que apuntó que el 70% de la inversión prevista se financiará con recursos ajenos y el 30% restante mediante recursos propios.

En cuanto a la actividad celulosa, en la que anualmente harán inversiones recurrentes de unos 45 millones de euros -principalmente en el mantenimiento y mejora de plantas-, la compañía se ha marcado como objetivo reducir sus costes de producción en un 10%.

Actualmente, Ence dispone de una capacidad instalada en biomasa de 180 MW, la mayor de España, subrayó Palacios, que explicó que además cuentan con 50 MW ya en ejecución en Huelva y con otros nueve proyectos en cartera «en condiciones de refinanciación y autofinanciación» que suman 160 MW.

Con la ejecución de estas plantas, Ence contará en 2015 con una capacidad instalada de 390 MW para generar energía con biomasa, una tecnología que, a diferencia de otras renovables como la solar o la eólica, puede funcionar las 24 horas del día los 365 días del año, añadió Palacios.

La compañía basa su apuesta en la biomasa en la estabilidad de su marco regulatorio hasta 2012, las facilidades de acceso a la financiación que presenta y la oportunidad que representa para revitalizar áreas rurales.

En cuanto a las primas que reciben las energías renovables, que el Gobierno pretende revisar antes de que acabe el año, Ence confía que en el caso de la biomasa implique una «importante revisión al alza» debido a que esta tecnología no ha cubierto los objetivos establecidos en el Plan de Energías Renovables 2010.

El director de Energía de Ence, Luis López-Van Dam, recordó que la biomasa sólo ha alcanzado el 30% del objetivo previsto, lo que atribuyó a que las primas otorgadas hasta ahora son «insuficientes».

Añadió que en el Ministerio de Industria son conscientes de ello, así como de que sin esta tecnología no se podrán alcanzar los objetivos en renovables marcados por la Unión Europea.

Además, saben que la biomasa ayudará a la reactivación de zonas rurales, ya que cada megavatio de esta tecnología supone la creación de diez puestos de trabajo directos y 40 indirectos.

Respecto a la ampliación de capital por valor de 130 millones de euros anunciada ayer por Ence, la compañía destinará el 80% a reducir deuda y el 20% restante a la planta de biomasa que construye en Huelva.

Bruselas apoya el uso de la biomasa, pero pide controlar el origen de la materia

El Ejecutivo comunitario formuló una serie de recomendaciones a los Veintisiete entre las que figura la de evitar el uso de biomasa procedente de bosques y áreas que sirvan de sumideros de dióxido de carbono (CO2) o sean valiosas por su biodiversidad.

«La biomasa es una de las fuentes más importantes para lograr nuestros objetivos de energías renovables (que en 2020 el 20 por ciento de la energía que consume la Unión Europea proceda de fuentes renovables)», afirmó el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger.

«Ya contribuye a más de la mitad del consumo de energía renovable en la Unión Europea«, añadió.

Según Oettinger, las recomendaciones formuladas por la Comisión Europea a los estados miembros tienen por objetivo fomentar un uso sostenible de la biomasa y el biogas.

Bruselas prevé realizar una revisión en el plazo de 18 meses para evaluar si su planteamiento necesita ser modificado e introducir medidas comunes o estándares obligatorios.

El informe presentado por la Unión Europea está acompañado de una evaluación de impacto, según la cual imponer criterios obligatorios supondría costes demasiado elevados, por lo que de momento, no compensa proponer nuevas medidas al respecto.

En ausencia de medidas comunes, los países de la Unión Europea pueden optar por establecer normas a escala nacional que garanticen un uso sostenible de la biomasa basadas en las recomendaciones comunitarias.

La Comisión Europea además de recomendar que los países controlen el origen de la materia orgánica y eviten utilizar biomasa procedente de bosques, les facilita un mecanismo de cálculo común de emisión de CO2, que podría ser utilizado para medir el recorte que supone el uso de biomasa en la producción de energía en comparación con fuentes fósiles.

Carneros de Sopeña (León) podría contar con una planta de biomasa en dos años

Las instalaciones podrían estar operativas en el plazo de dos años, si bien el consistorio pretende agilizar los permisos y licencias para que incluso antes sea una realidad.

La compañía presentó la solicitud de todos los permisos y autorizaciones pertinentes para ubicar esa planta de producción de energía renovable en la localidad de Carneros de Sopeña, al estimar que su puesta en marcha sería un importante revulsivo para la situación laboral y demográfica de la comarca leonesa de La Cepeda.

La previsión es que la fábrica pueda alcanzar una producción de energía eléctrica de 15.000 megavatios anuales. Este tipo de producción eléctrica se enmarca en el sector de las energías renovables, sin emisión de contaminante alguno y muy recomendada como dinamizadora económica, sobre todo en las áreas rurales.

Según el alcalde de Villaobispo de Otero, Joaquín Llamas, el proyecto es «muy importante» para el municipio, por lo que tienen muchas esperanzas puestas en él.

Llamas señaló que el proceso se encuentra en tramitación y la ejecución lleva también su tiempo, por lo que prefirió ser «prudente» en cuanto a señalar unas fechas concretas para la finalización del proyecto.

El regidor alabó la inversión que se va a realizar en la zona, no sólo en la construcción de esta planta, sino también en actuaciones que garanticen el funcionamiento diario y cotidiano de esta empresa en la comarca.

«Puede venir muy bien, porque los aprovechamientos pueden afectar y beneficiar incluso a otras localidades que puedan beneficiarse mediante la firma de acuerdos o de convenios», manifestó.

Industria no modificará la retribución para la biomasa aunque incumpla objetivos

En respuesta a una pregunta de Ramón Alturo Lloan, senador del Grupo Parlamentario Catalán de Convergència i Unió (CiU), Sebastián reconoció que los objetivos de la biomasa para 2010 están todavía «muy lejos», ya que de los 800 megavatios (MW) programados en el Plan de Energías Renovables 2005-2010 no se han instalado ni la mitad.

Sebastián aclaró que las primas y retribuciones se establecen para cada tecnología de generación en función de sus costes y características, y que las correspondientes a la biomasa se van a mantener hasta que se confirme si se cumplen o no los objetivos marcados para 2010.

Además, el ministro señaló que aunque la biomasa no cumpla sus objetivos, ya se ha sobrepasado la potencia asignada para la eólica, la solar fotovoltaica y la termosolar, de manera que los objetivos globales para las renovables estarán «más que cumplidos» en 2010.

La biomasa, según el ministro, ha sido hasta ahora «la hermana pobre» de las renovables, pero eso puede cambiar en el futuro, porque igual que la fotovoltaica y la termosolar tuvieron su momento de desarrollo, la biomasa puede ser como la «Cenicienta», que «terminó bien el cuento».

El ministro señaló también que el Plan de Energías Renovables 2005-2010 ya puso las bases para desarrollar la biomasa y que el plan 2011-2020 lo seguirá haciendo.

Sebastián aseguró en su intervención que tanto el Gobierno como el Ministerio de Industria han trabajado para fomentar la biomasa mediante acuerdos con las Comunidades Autónomas y con la normativa recogida en el decreto 661 que regula las renovables.

APPA pide aumentar la prima de la biomasa para cumplir los objetivos de 2010

El presidente del área de biomasa de APPA, Manuel García, explicó que, hasta agosto, sólo se habían instalado 502 de los 1.317 megavatios (MW) de biomasa previstos para 2010 en el plan, mientras que de biogás, España contaba con 169 de los 250 MW fijados como objetivo. Esta capacidad corresponde principalmente a pequeñas plantas anexas a otras industrias, apuntó.

Según García, a este ritmo de crecimiento, se necesitarían algo más de once años para cumplir el objetivo de que el 41,2% de la generación eléctrica renovable en 2010 provenga de la biomasa y del biogás, que ahora aportan el 12,5%.

Desde APPA aseguran que para dar al sector el impulso que necesita es imprescindible actualizar las primas para compensar el aumento de los costes de inversión, que han crecido en torno al 30% en los últimos cuatro años, situándose en unos 3 millones de euros por megavatio instalado.

García instó al Ministerio de Industria a dar a la biomasa un papel central en el proyecto de ley de Energías Renovables y Eficiencia Energética, para que deje de ser considerada una tecnología minoritaria.

También solicitó a Medio Ambiente que regule de una forma más estricta la eliminación de residuos, especialmente los forestales, y pidió a las Comunidades Autónomas que faciliten información a los inversores de biomasa porque son las que mejor conocen los recursos disponibles en su territorio.

APPA considera que también han dificultado la instalación de plantas otras cuestiones como los problemas para encontrar financiación, la falta de infraestructuras y de puntos de evacuación en lugares idóneos o los retrasos en la tramitación administrativa.

Pese a actual situación, APPA mantiene que la biomasa es «la esperanza de las renovables» porque sus megavatios instalados son muy productivos y es una tecnología que tiene garantizado el suministro de materias primas.

Además, si se cumplieran los objetivos establecidos en el Plan para la biomasa, se evitaría la quema y enterramiento de residuos agrícolas, la emisión de 14,6 millones de toneladas de CO2 y, según la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE), los incendios forestales se reducirían hasta en un 70%.

En cuanto a los beneficios sociales, García dijo que por cada megavatio instalado de biomasa se generan entre ocho y diez empleos estables, lo que podría suponer casi 24.000 puestos directos e indirectos en la construcción y operación de las plantas previstas en el Plan, que, además, se concentrarían en el medio rural.

El desarrollo de la biomasa reduciría a la mitad los incendios forestales

Así lo ha detallado el presidente de la Sección de Biomasa de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), Manuel García, en su ponencia en el IV Congreso Internacional de Bioenergía, inaugurado en Valladolid, y en el que se ha hablado de la importancia de esta fuente energética en el futuro modelo económico.

En la jornada, diferentes expertos y promotores de bioenergías han debatido sobre las dificultades que existen actualmente en España para que se desarrolle esta energía, derivadas de un marco legal cambiante, de la inseguridad en la obtención de materias primas a largo plazo y de la dificultad de obtener financiación para nuevos proyectos.

Según marca el Plan de Energías Renovables para España (PER), en 2010 la biomasa debería suponer el 47,78 por ciento de la energía producida a través de fuentes limpias, «algo que resulta imposible atendiendo a la falta de desarrollo del sector en la actualidad», ha observado García.

Actualmente, en España existen 462 megavatios (MW) de energía biomasa en funcionamiento, una cantidad que supone el 35 por ciento del objetivo marcado en el PER.

De estos 462 MW, 360 proceden de industrias de pasta y papel o agroalimentarias que cuentan con una planta asociada en su proceso productivo, para el aprovechamiento de sus residuos, ha concretado el portavoz de la empresa de renovables Gestamp Ibérica, Alfonso Olivas.

El resto de la energía procede de proyectos dedicados íntegramente a la explotación de esta energía, «lo que da una idea de la falta de iniciativas privadas y de mercado en España«, ha agregado.

De seguir el ritmo de desarrollo actual, en el que se aumenta 1 MW al mes de producción de energía biomasa, España tardaría más de 50 años en alcanzar los objetivos fijados en el PER, ha concretado García.

El director de Energías Renovables del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), Jaume Margarit, ha valorado, en declaraciones a los periodistas, el papel que el desarrollo de las fuentes limpias jugará para que España deje de ser país importador y dependiente de energía.

Ha destacado los beneficios ambientales, sociales, industriales, empresariales y estratégicos que traerá consigo el aumento de la cuota de renovables y, en concreto, de la biomasa, «la que más empleo genera por kilovatio producido, algo muy importante en las zonas rurales de cara al futuro».

A pesar del retraso respecto a las expectativas de desarrollo de la biomasa fijadas en el PER, el presidente de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (AVEBIOM), Javier Díaz, ha mostrado su satisfacción por la evolución del uso doméstico de esta renovable.

La única diferencia existente entre un sistema de calefacción, por ejemplo, de gasóleo y otro de biomasa es que en este último se necesita instalar un silo en el que depositar la biomasa que posteriormente alimentará y hará funcionar a la caldera, ha especificado Díaz.

La biomasa es la cantidad de materia orgánica que constituyen los seres vivos de nuestro planeta. Es una fuente de energía renovable porque su producción es infinitamente más rápida que la formación de combustibles fósiles. Desde el punto de vista energético la biomasa se puede aprovechar para producir calor mediante combustión o a través de su transformación en combustible para su mejor almacenamiento y transporte.

La primera planta de gasificación de biomasa de España se construirá en Huelva

El Ayuntamiento de Almonte y la empresa promotora, Biomasa Gasificación Almonte (BGA), han presentado este proyecto, una instalación generadora de energía verde que suministrará el equivalente a unos 4.000 hogares, por los 5.700 con los que cuenta la localidad.

Utilizará como recurso la biomasa, integrándose en un proceso natural en el que se retomará el aprovechamiento del bosque tal y como se hizo desde siempre, pero con tecnología de última generación, aportando además empleo a la zona.

La energía, con una potencia eléctrica instalada de 2 MW, se empleará en el municipio como se hace en países de Europa Central.

Victoriano Camacho, representante de BGA, ha explicado que con el proyecto se pretenden que el Ayuntamiento pueda cumplir con los compromisos de la Unión Europea en la reducción en un 20 por ciento de gases contaminantes, algo previsto para 2020.

Además de su justificación medioambiental, también los datos económicos avalan la puesta en marcha del proyecto ya que prevé una inversión de 8 millones de euros, con una facturación anual de 2,5 millones, un periodo de recuperación de la inversión que se ha fijado en torno a los once años y una tasa interna de rentabilidad de entre el doce y el quince por ciento.

El proyecto estará participado por el Ayuntamiento y la Fundación Doñana 21 y se está perfilando además el acuerdo con la Consejería de Medio Ambiente, a través de la empresa pública EGMASA.

El alcalde de Almonte, Francisco Bella (PSOE), ha destacado que este proyecto llega en la plena madurez de un proceso que se inició en 1992 con el dictamen de la comisión de expertos que solicitaban la compatibilidad entre la conservación del entorno natural y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.

ENCE invertirá 80 millones de euros en la mayor planta española de biomasa

El consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, Martín Soler, ha dado a conocer en Huelva los detalles de este nuevo proyecto industrial, que se encuentra actualmente en la fase de informes técnicos y se prevé que esté a pleno funcionamiento a principios de 2011 generando 50 megawatios de potencia eléctrica, suficiente para abastecer la demanda de una ciudad de 150.000 habitantes.

Soler ha destacado que esta nueva instalación, primada por el Gobierno central al ser un proyecto de energías renovables, entra de lleno en las estrategias de consolidación y diversificación del sector industrial onubense puesta en marcha por la Junta de Andalucía.

«Consolida el proyecto industrial de ENCE en Huelva, donde ya cuenta con instalaciones para la producción de pasta de papel, y diversifica esta producción tradicional de la mano de la innovación y apostando por la sostenibilidad», ha explicado.

El consejero ha destacado el compromiso medioambiental que asume la compañía, que en los últimos 4 años ha invertido 30 millones de euros en mejoras de eficiencia y ahorro energético permitiendo suprimir la emisión de 167.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Asimismo, ha informado de un acuerdo entre ENCE y la Consejería de Medio Ambiente que permite que ésta ponga a disposición de la empresa papelera 6.000 hectáreas de terreno baldío para producir madera de calidad, al tiempo que recuperará otras ocupadas actualmente por ENCE en la zona afectada por el incendio de Riotinto de 2004 como bosque mediterráneo.

Por su parte, el consejero delegado del ENCE, Antonio Palacios, ha destacado que con la nueva planta la compañía avanza hasta «situarse a la cabeza de producción nacional en la producción de biomasa», contribuyendo de esta manera a la lucha contra el cambio climático y la generación de empleo sostenible en zonas rurales.

Con respecto a esto último, ha resaltado que la nueva planta proyectada por ENCE permitirá la creación de cientos de nuevos empleos, en su mayoría asociados a las labores necesarias de cultivo, cosecha y transporte de biomasa, que se sumarán a los 2.500 que dependen de la actividad de esta empresa en la provincia de Huelva.

La fábrica de celulosa tiene ya una potencia instalada en biomasa de 68,5 MW, el 35,7 por ciento de la potencia eléctrica con este tipo de energía renovable que se genera en Andalucía y con la nueva planta ENCE duplicará su capacidad energética hasta 118 MW en Huelva.

El mayor parque de biomasa de Europa podría ubicarse en Navalmoral de la Mata

El proyecto «Bioparque Navalmoral» al completo supondría una inversión de más de 300 millones de euros, una producción energética de 150 megavatios e implicaría la revitalización de alrededor de 20.000 hectáreas de cultivos.

Según se ha puesto de relieve en el acto de presentación, el parque no sólo generaría una gran producción eléctrica, sino que además revitalizaría el sector agrícola de las comarcas del Campo Arañuelo y La Vera, tan afectadas por la delicada situación que atraviesa el cultivo del tabaco, ya que para generar la electricidad se requeriría el procesamiento de unas 350.000 toneladas anuales de ensilado de cultivos de maíz y tabaco.

El proyecto podría crear más de 60 puestos de trabajo en la construcción de cada fase y hasta 300 empleos directos a la finalización del mismo para cubrir las labores de gestión y administración de la planta y de la actividad agrícola.

La idea de la empresa promotora es comenzar con una primera fase, que alcanzaría la producción de los primeros 22 megavatios, lo que la situaría ya al nivel de las plantas de biomasa más importantes de Europa.

El inicio de la construcción de esta primera fase se abordaría en el primer semestre de 2010 y para ello se precisarán 5.000 hectáreas de cultivo, que tendrían que ampliarse en 4 años a 20.000 en el caso de que el proyecto completara todas sus fases y alcanzara los 150 megavatios.

La puesta en marcha de «Bioparque Navalmoral» evitaría, según sus promotores, la emisión cada año a la atmósfera de más de 800.000 toneladas de dióxido de carbono, casi 1.800 de óxido de azufre y más de 2.200 toneladas de óxidos de nitrógeno.

RWE construirá una nueva central de biomasa en el Reino Unido

La central, cuya construcción comenzará este mismo año, tendrá una capacidad de producción de 50 megavatios, informó oy la filial de RWE para energías renovables, RWE Innogy.

La planta se construirá en Escocia y tendrá como función el de suministrar electricidad y calor a una fábrica de la papelera británica Tullis Russel.

El mantenimiento de la planta requerirá unas 400.000 toneladas anuales de madera.

Además de esta central en Escocia, RWE Innogy proyecta la construcción de otra, también de biomasa forestal, en Lincolnshire.

Esta plata requerirá una inversión de 260 millones de euros y tendrá, según Innogy, una capacidad de 65 megavatios.

La filial de RWE quiere tener una capacidad de producción de energía con biomasa de 400 megavatios en el año 2013.