Los ecologistas piden que la UE se replantee el papel de la biomasa por ser «insostenible»

Así, Ecologistas en Acción destaca que dos nuevos estudios cuestionan los ahorros de emisiones de CO2 con la quema de biomasa y agrocarburantes, que desde hace unos años la Unión Europea considera una opción muy importante para reducir las emisiones de carbono, y con la que ha hecho de su política de expansión de los agrocombustibles una de las banderas de su lucha contra el cambio climático.

En ese marco, la directiva de Energía Renovable (RED) exige que los agrocombustibles utilizados signifiquen un ahorro de al menos el 35 por ciento (el 50% a partir de 2017) de emisiones de carbono, en relación a lo que emitirían los combustibles fósiles.

En ese sentido, la organización resalta que de acuerdo al informe ‘Bioenergía: una bomba de tiempo en la contabilidad del carbono’, de BirdLife, Transport & Enviroment y European Enviromental Bureau, que a su vez recoge los resultados de dos estudios, la actual política de la Unión Europea de agrocarburantes y biomasa probablemente no sirva para luchar contra el cambio climático debido a que el objetivo de la Unión Europea no es alcanzable con producción local y sostenible, por lo que serían necesarias importaciones y usos abusivos de suelo que terminarían acelerando el cambio climático.

Asimismo, indica que las consecuencias de esta política son un mayor calentamiento global, pérdida de biodiversidad, disminución de masas forestales, o de carbono capturado en los suelos, y vulneración de derechos humanos. «En el caso de bosques explotados intensivamente los beneficios pueden tardar entre 2 y 3 siglos en producirse, lo que será demasiado tarde para luchar contra el cambio climático. Este elemento temporal es ignorado en la normativa energética europea, que prevé una reducción de emisiones para 2020 basándose en esta fuente de energía», añade.

Además, subraya que el segundo informe, ‘Biofueles: cambio de uso de la tierra indirecto e impacto climático’, es el que pone más en duda la política de la Unión Europea. Este trabajo denuncia que no se están teniendo en cuenta las emisiones debidas a los cambios indirectos de uso del suelo (ILUC). A menudo los agrocombustibles reemplazan a cultivos de alimentos o pastos para ganado, que son reubicados en otras zonas (bosques, pastos, turberas) ricas en CO2. Esto provoca una liberación de CO2 que no es contabilizada.

«La demoledora conclusión es que para la mayoría de los cultivos (exceptuando algunos tipos de etanol y sólo en determinadas condiciones) no se cumplen los ahorros de emisiones que establece la propia Unión Europea en RED y que, según algunos de los modelos, algunos agrocombustibles son mayores emisores de CO2 que los combustibles fósiles«, destaca.

Con relación a la reducción de las bolsas de plástico Ecologistas en Acción señala que la única solución es que el Gobierno tome medidas eficaces y de obligado cumplimiento para que se sustituyan por otras alternativas más respetuosas con la naturaleza, como bolsas de tela u otros recipientes duraderos y ecológicos.

Los ecologistas piden que la UE se replantee el papel de la biomasa por ser «insostenible»

Así, Ecologistas en Acción destaca que dos nuevos estudios cuestionan los ahorros de emisiones de CO2 con la quema de biomasa y agrocarburantes, que desde hace unos años la Unión Europea considera una opción muy importante para reducir las emisiones de carbono, y con la que ha hecho de su política de expansión de los agrocombustibles una de las banderas de su lucha contra el cambio climático.

En ese marco, la directiva de Energía Renovable (RED) exige que los agrocombustibles utilizados signifiquen un ahorro de al menos el 35 por ciento (el 50% a partir de 2017) de emisiones de carbono, en relación a lo que emitirían los combustibles fósiles.

En ese sentido, la organización resalta que de acuerdo al informe ‘Bioenergía: una bomba de tiempo en la contabilidad del carbono’, de BirdLife, Transport & Enviroment y European Enviromental Bureau, que a su vez recoge los resultados de dos estudios, la actual política de la Unión Europea de agrocarburantes y biomasa probablemente no sirva para luchar contra el cambio climático debido a que el objetivo de la Unión Europea no es alcanzable con producción local y sostenible, por lo que serían necesarias importaciones y usos abusivos de suelo que terminarían acelerando el cambio climático.

Asimismo, indica que las consecuencias de esta política son un mayor calentamiento global, pérdida de biodiversidad, disminución de masas forestales, o de carbono capturado en los suelos, y vulneración de derechos humanos. «En el caso de bosques explotados intensivamente los beneficios pueden tardar entre 2 y 3 siglos en producirse, lo que será demasiado tarde para luchar contra el cambio climático. Este elemento temporal es ignorado en la normativa energética europea, que prevé una reducción de emisiones para 2020 basándose en esta fuente de energía», añade.

Además, subraya que el segundo informe, ‘Biofueles: cambio de uso de la tierra indirecto e impacto climático’, es el que pone más en duda la política de la Unión Europea. Este trabajo denuncia que no se están teniendo en cuenta las emisiones debidas a los cambios indirectos de uso del suelo (ILUC). A menudo los agrocombustibles reemplazan a cultivos de alimentos o pastos para ganado, que son reubicados en otras zonas (bosques, pastos, turberas) ricas en CO2. Esto provoca una liberación de CO2 que no es contabilizada.

«La demoledora conclusión es que para la mayoría de los cultivos (exceptuando algunos tipos de etanol y sólo en determinadas condiciones) no se cumplen los ahorros de emisiones que establece la propia Unión Europea en RED y que, según algunos de los modelos, algunos agrocombustibles son mayores emisores de CO2 que los combustibles fósiles«, destaca.

Con relación a la reducción de las bolsas de plástico Ecologistas en Acción señala que la única solución es que el Gobierno tome medidas eficaces y de obligado cumplimiento para que se sustituyan por otras alternativas más respetuosas con la naturaleza, como bolsas de tela u otros recipientes duraderos y ecológicos.

Los ecologistas piden que la UE se replantee el papel de la biomasa por ser «insostenible»

Así, Ecologistas en Acción destaca que dos nuevos estudios cuestionan los ahorros de emisiones de CO2 con la quema de biomasa y agrocarburantes, que desde hace unos años la Unión Europea considera una opción muy importante para reducir las emisiones de carbono, y con la que ha hecho de su política de expansión de los agrocombustibles una de las banderas de su lucha contra el cambio climático.

En ese marco, la directiva de Energía Renovable (RED) exige que los agrocombustibles utilizados signifiquen un ahorro de al menos el 35 por ciento (el 50% a partir de 2017) de emisiones de carbono, en relación a lo que emitirían los combustibles fósiles.

En ese sentido, la organización resalta que de acuerdo al informe ‘Bioenergía: una bomba de tiempo en la contabilidad del carbono’, de BirdLife, Transport & Enviroment y European Enviromental Bureau, que a su vez recoge los resultados de dos estudios, la actual política de la Unión Europea de agrocarburantes y biomasa probablemente no sirva para luchar contra el cambio climático debido a que el objetivo de la Unión Europea no es alcanzable con producción local y sostenible, por lo que serían necesarias importaciones y usos abusivos de suelo que terminarían acelerando el cambio climático.

Asimismo, indica que las consecuencias de esta política son un mayor calentamiento global, pérdida de biodiversidad, disminución de masas forestales, o de carbono capturado en los suelos, y vulneración de derechos humanos. «En el caso de bosques explotados intensivamente los beneficios pueden tardar entre 2 y 3 siglos en producirse, lo que será demasiado tarde para luchar contra el cambio climático. Este elemento temporal es ignorado en la normativa energética europea, que prevé una reducción de emisiones para 2020 basándose en esta fuente de energía», añade.

Además, subraya que el segundo informe, ‘Biofueles: cambio de uso de la tierra indirecto e impacto climático’, es el que pone más en duda la política de la Unión Europea. Este trabajo denuncia que no se están teniendo en cuenta las emisiones debidas a los cambios indirectos de uso del suelo (ILUC). A menudo los agrocombustibles reemplazan a cultivos de alimentos o pastos para ganado, que son reubicados en otras zonas (bosques, pastos, turberas) ricas en CO2. Esto provoca una liberación de CO2 que no es contabilizada.

«La demoledora conclusión es que para la mayoría de los cultivos (exceptuando algunos tipos de etanol y sólo en determinadas condiciones) no se cumplen los ahorros de emisiones que establece la propia Unión Europea en RED y que, según algunos de los modelos, algunos agrocombustibles son mayores emisores de CO2 que los combustibles fósiles«, destaca.

Con relación a la reducción de las bolsas de plástico Ecologistas en Acción señala que la única solución es que el Gobierno tome medidas eficaces y de obligado cumplimiento para que se sustituyan por otras alternativas más respetuosas con la naturaleza, como bolsas de tela u otros recipientes duraderos y ecológicos.

Tres empresas pujarán por construir la mayor planta de biomasa en España con 50 MW

Tras esta preselección, según ha informado la compañía, comienza la fase final de la negociación en la que las tres empresas mejoran sus ofertas estando prevista la adjudicación definitiva para el mes de septiembre.

Ence espera tener operativa esta planta a finales de 2011, duplicando así la capacidad de generación de energía eléctrica a partir de biomasa que ya tiene la factoría onubense y que actualmente cuenta con una potencia instalada de 68,5 megavatios, siendo capaz de abastecer las necesidades energéticas de una ciudad de 150.000 habitantes.

Asimismo, se prevé que se generen unos 420 empleos estables, en su mayor parte asociados a las labores de cultivo, cosecha y transporte de biomasa, que se sumarán a los 2.500 que ya dependen de la actividad de Ence en Huelva.

Este proyecto se enmarca en el plan de la compañía para crecer en generación de energía renovable a partir de biomasa, un sector en el que actualmente concentra el 40 por ciento de toda la energía producida en España.

Los fabricantes de biomasa denuncian que esta sea la única renovable que verá reducido su objetivo a 2020

Para 2020 la eólica o el biogás duplican el objetivo que fijaba el PER (Plan de Energías Renovables) para 2010, la solar fotovoltaica lo multiplica por 20 y la solar térmica por diez.

Sin embargo, el de la biomasa no sólo no crece, sino que se ve reducido a la mitad (de 2.039 megavatios -MW- que el PER fijaba para 2010 a 1.187 MW para 2020 en el Paner).

Según esta asociación, la biomasa es la tecnología que más contribuye por megavatio a la generación de empleo directo en la explotación de las plantas: 9,8 empleos directos por MW, frente a dos en la solar termoeléctrica, 1,4 en la hidroeléctrica, 0,4 en la fotovoltaica y 0,2 en la eólica.

Además, añadió, la biomasa es, tras la eólica, la renovable más competitiva: cada teravatio por hora (TWh) de producción a partir de biomasa ahorra al sistema 176 millones de euros al año con referencia a tecnologías como la solar fotovoltaica.

Por lo tanto, esta organización entiende que «el borrador desaprovecha la ocasión de minimizar a través de la biomasa el impacto en el déficit tarifario«.

El borrador del PANER no contempla siquiera a corto plazo los proyectos de los principales operadores del sector. Prevé un crecimiento de la potencia instalada de 96 MW en el horizonte 2010-2014, cuando solo el sector pastero papelero está promoviendo una cartera de proyectos de 310 MW, de los que 210 MW se instalarán en ese mismo periodo.

La generación eléctrica con biomasa contribuye a mejorar la balanza comercial al reducir importaciones de combustible y compra de derechos de emisión de CO2 y tiene ventajas medioambientales como la reducción de emisiones y el tratamiento sostenible de los residuos forestales, siendo el medio más eficaz para disminuir riesgo de incendios.

Extremadura pide a Industria que amplíe los objetivos del PANER 2020 para la biomasa

Así lo ha puesto de manifiesto el consejero de Energía, Industria y Medio Ambiente, José Luis Navarro, durante la inauguración de las «Jornadas sobre Bosques, Cambio Climático y Crisis en el Espacio Rural Europeo» que han comenzado en el Parlamento, organizadas por la Asociación Extremeña de Empresas Forestales (Aeefor).

«Si bien es verdad que hasta hoy no ha tenido un crecimiento tan grande como otras energías renovables, de aquí al 2020 sí puede tenerlo«, ha manifestado Navarro, en declaraciones a los periodistas, al término del acto.

Ha explicado que el Ministerio de Industria ha presentado a las comunidades autónomas el borrador del PANER, que establece que más del 40 por ciento de la electricidad debe provenir de fuentes renovables en 2020.

Sin embargo, Navarro ha considerado que los objetivos marcados en el caso concreto de la biomasa son escasos, por lo que ha abogado por elevar a 3.000 la cifra de megavatios de potencia instalada en el conjunto del país dentro de una década, frente a los menos de 2.000 previstos.

En este sentido, ha explicado que la biomasa no ha conseguido cumplir los objetivos marcados en el plan vigente, pero ha aclarado también que es en los últimos tiempos cuando se está presentado un «gran» número de proyectos, por lo que es «ahora cuando tenemos la gran oportunidad».

Por ello, tras reconocer que la biomasa no ha tenido un crecimiento tan grande como otras energías renovables, ha insistido en que «de aquí al 2020 sí puede tenerlo», de ahí su petición, que ha considerado «razonable».

Respecto al desarrollo de esta fuente de energía en la región, ha precisado que de momento sólo cuenta con una planta en construcción, la que Acciona está levantando en Miajadas con una potencia de 16 megavatios a partir de residuos agrícolas y forestales.

Pero además, ha destacado que se han presentado «grandes» proyectos, varios de ellos en el norte de Cáceres.

Ence prevé tener operativa la mayor planta de biomasa de España a finales del año 2011

Según la información facilitada por la compañía, esta planta, que forma parte de un proyecto global por el cual prevé promocionar hasta 10 nuevas plantas de generación de energías renovables con biomasa hasta 2015, persigue el objetivo de aumentar la potencia instalada de Ence en 210 MW adicionales.

La planta, que se ubicará en la localidad onubense de San Juan del Puerto, cuenta una inversión estimada de 80 millones de euros y generará alrededor de 400 puestos de trabajo.

La nueva instalación, que generará energía suficiente para abastecer la demanda de una ciudad de 150.000 habitantes, está primada por el Gobierno central al ser un proyecto de energías renovables y cuenta con el apoyo de la Junta de Andalucía, administración con la que se está a la espera de alcanzar un acuerdo para abastecimiento de madera.

La fábrica de celulosa de Ence en Huelva tiene ya una potencia instalada en biomasa de 68,5 MW, el 35,7 por ciento de la potencia eléctrica con este tipo de energía renovable que se genera en Andalucía y con la nueva planta Ence duplicará su capacidad energética hasta 118 MW en Huelva.

Un ebitda de más de 50 millones de euros en el segundo trimestre

Asimismo, el grupo papelero y energético Ence espera obtener un beneficio bruto de explotación (ebitda) de más de 50 millones de euros en el segundo trimestre de 2010, así como un beneficio antes de impuestos de más de 40 millones de euros.

El consejero delegado de la compañía, Antonio Palacios, explicó después de la Junta General de Accionistas que esta previsión supone un incremento del 50 por ciento respecto a los resultados del primer trimestre, que fueron de 33,7 millones de euros.

Asimismo, indicó que con estas cifras se consolidaría «una tendencia positiva» que podría hacer que Ence cerrase 2010 con su mejor resultado «en los últimos diez años».

Según Palacios, este cambio en los indicadores del grupo se debe a los programas de eficiencia de la empresa, que se basaron en la ejecución de la inversión y mejora del proceso industrial, por un importe de 350 millones de euros, durante el período 2008-2009.

Asimismo, señaló que se llevó a cabo una «gestión activa» del suministro de madera, lo que permitió mantener el coste de entrada en fábrica de esta materia prima.

Añadió que estas medidas se han complementado con «la mejora sustancial» del precio de la celulosa en los mercados internacionales, que se ha recuperado el 92% desde que tocó suelo en abril de 2009.

Además, Palacios destacó que la venta de activos que la papelera tenía en Uruguay, así como la reducción de inversión en circulante y la ampliación de capital por valor de 130 millones de euros el pasado mes de abril han permitido reducir la deuda neta a 223,8 millones de euros.

El consejero delegado de la compañía recalcó «la apuesta por la biomasa» de Ence, y recordó que el grupo prevé construir hasta 10 nuevas plantas de generación de esta energía renovable hasta 2015, con lo que se aumentaría la potencia instalada del grupo en 210 megavatios (MW).

Según Palacios, este proyecto permitirá crear 5.000 nuevos puestos de trabajo, así como plantar 30.000 hectáreas de cultivos energéticos de crecimiento rápido, que absorberían al año 1,3 millones de toneladas de dióxido de carbono.

A su vez, señaló que las nuevas plantas se financiarán con cerca de 625 millones de euros, de los que Ence aportará 250 millones, mientras que el resto provendrá de otros inversores.

También aseguró que el objetivo de la empresa es que el negocio de generación de biomasa represente en cinco años la mitad del ebitda, en tanto que afirmó que esta energía puede tener «un peso mayor» en el mix de las renovables en España.

El sector de la biomasa pide mayor peso en el «mix», para que no peligre su existencia

Los productores agrícolas y ganaderos, los productores forestales y los de energía de la biomasa, a través de sus diversas organizaciones, se han unido en contra de los objetivos para 2020 fijados en el Plan de Acción Nacional de Energías Renovables (PANER), que prevé 591 megavatios (MW) de biomasa y 156 MW de biogás, lo que representa el 2,6% del total en el mix renovable para 2020.

Ante el «pánico» que ha generado en el sector la reducción en un 45,2% del objetivo de las biomasas respecto al establecido en el Plan de Energías Renovables (PER) 2005-2010, los principales agentes del sector han firmado un manifiesto pro-biomasa en el que alertan de la «gravísima amenaza para la supervivencia» de esta industria.

En el documento, los firmantes piden al Gobierno que retome su compromiso por la biomasa y defienden que ésta es «una energía estratégica para España, al ser la energía que más empleo y riqueza genera en el medio rural, la que más impuestos paga, la que más residuos valoriza, la que más emisiones de CO2 evita y la que aporta una mayor estabilidad al sistema eléctrico, al ser 100% gestionable».

Por ello, el sector solicita en el manifiesto que en el documento Paner que España debe enviar a la Comisión Europea el 30 de junio «se considere a las biomasas en la medida que les corresponde, dada su entidad, tanto en objetivos como en políticas serias de apoyo al sector en forma de normativa y de mejora de las condiciones retributivas que permitan el ansiado desarrollo del mismo de una vez por todas».

El presidente de la sección de biomasa de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), Manuel García, afirmó que es necesario actualizar las primas (actualmente en proceso de revisión por parte de Industria) «en base al coste de las tecnologías de la biomasa».

Agricultores y cooperativas reclaman más peso para la biomasa en el próximo Plan de Energías Renovables

En un comunicado conjunto, los representantes del sector agrario lamentaron que España, tercer país europeo en potencial de biomasa, «cierre la puerta» a esta energía renovable, así como a la «alternativa que supone para los agricultores y ganaderos a la crítica situación por la que atraviesa el campo español».

En concreto, reivindican que la biomasa es la energía renovable con más beneficios socioeconómicos para el medio rural, ya que genera nueve puestos de trabajo directos e indirectos por cada MW instalado.

Además, argumentan que la biomasa es una energía que inyecta flujos de inversión en el medio rural a través de maquinarias, transportistas y otros agentes implicados en su proceso de producción.

La Planificación Energética Nacional adjudica en 2020 un objetivo de potencia para la biomasa de 1.133 MW, objetivo a compartir entre residuos y otras energías renovables consideradas noveles, que equivale al 2,95% sobre el total de las tecnologías renovables.

Por contra, según la información facilitada por las organizaciones de agricultores, en el Plan de Energías Renovables 2005-2010 aún vigente la biomasa tenía una importancia equivalente al 47,78% sobre el total de renovables.

GDF Suez construirá en Polonia la central de biomasa más grande del mundo

La central, que se erigirá en Polianec (sudeste), producirá gracias al tratamiento de la biomasa 190 megavatios (MW) y estará operativa a finales de 2012, junto a la central térmica que el grupo tiene en el mismo lugar y que genera 1.800 MW.

La nueva planta funcionará gracias a la combustión de madera y residuos agrícolas -la biomasa utiliza la materia orgánica como fuente de energía- y reducirá las emisiones de CO2 en 1,2 millones de toneladas por año.

El proyecto completará el conjunto de energías renovables que el grupo tiene en Polonia, agregó GDF Suez, que aseguró que esta operación ilustra la diversificación de sus energías renovables y refuerza su «posición de líder en Europa» en este campo.

Además, señaló el grupo franco-belga, la puesta en marcha de esta nueva central contribuirá a conseguir el objetivo marcado por Polonia en 2020 de producir más del 15 por ciento de su electricidad mediante energías renovables.

«La construcción de esta central en Polonia, así como en el desarrollo de nuevos parques eólicos subrayan el compromiso de GDF Suez en favor del desarrollo sostenible y del mercado polaco», declaró Dirk Beewsaert, director general adjunto de la marca franco-belga.