La tasa de intensidad energética de España es un 18,6% superior a la media de la Europa de los 15

La tasa de intensidad energética, indicador que mide la cantidad de energía necesaria para la producción, en España es un 18,6 por ciento más alta que la media de la Unión Europea de los 15 (UE-15) y un 8,6 por ciento superior a la de la Europa de los veinticinco (UE-25).

Según un informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE), elaborado a partir de datos de Eurostat correspondientes al año 2004, la intensidad energética española se sitúa en 222,5 kilogramos equivalentes de petróleo (Kgep) por cada mil euros de PIB, frente a los 204,9 de la UE-25 y los 187,5 de la UE-15. No obstante, en el último cuatrimestre de 2006 el incremento de consumo de energía invirtió la tendencia y se sitúo por debajo del crecimiento del PIB, según ha señalado el ministro de Industria, Turismo y Comercio recientemente.

Los países europeos más eficientes en el consumo de energía son Dinamarca y Austria, con 120,3 y 146,1 Kgep por cada mil euros de PIB, respectivamente.

Los dos nuevos estados miembros de la Unión Europea, Bulgaria y Rumanía, son los que tendrán que hacer mayores esfuerzos para mejorar sus niveles de intensidad energética, ya que representan tasas hasta ocho veces superiores a la media de la UE-15, con 1.628,2 y 1.227 kilogramos, respectivamente. Les siguen en la lista de Estonia (1.140,2 Kgep por cada mil euros), Lituania (1.135,6), Eslovaquia (854,3), y la República Checa (851,8).

Más cerca de la media europea están Malta (292,4 Kgep por cada mil euros), Finlandia (272,1) y Chipre (261,8), mientras que Portugal y Grecia registran cifras en torno a los 240 kilogramos de petróleo equivalentes por cada mil euros de PIB.

Por debajo del promedio de la UE-15 se sitúan Francia (185,5 Kgep por cada mil euros), Alemania (158,8) e Irlanda (156,9), mientras que ligeramente por encima están Italia (189,1) y Luxemburgo (194,3). Por último, un poco más alejados Países Bajos (203,2 Kgep por cada mil euros), Reino Unido (207,2), Bélgica (208,2) y Suecia (217,5).

El pasado 8 de febrero el ministro de Industria, Joan Clos, presentó las 21 medidas prioritarias incluidas dentro del Plan de Acción 2005-2007 de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética para este ejercicio, en el contará con una dotación de 268 millones de euros, de los que 201,5 millones serán aportados por el Gobierno y los 67,2 restantes por las Comunidades Autónomas. Clos resaltó en la presentación que «por primera vez en los últimos 20 años», en España se ha invertido la tendencia al alza de la intensidad energética y en el último cuatrimestre de 2006, el incremento del consumo de energía se situó por debajo del crecimiento del PIB.

En 2006 las medidas del Plan de Acción supusieron un ahorro de energía primaria de 1,67 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep) y de 1,26 millones de tep en energía final, lo que equivale al consumo de una ciudad de 350.000 habitantes, según los datos de Industria.

Francia, Holanda y Bélgica conectan sus mercados de electricidad

Francia, Holanda y Bélgica firmaron hoy un acuerdo por el que conectaron sus respectivos mercados eléctricos, de manera que gestionarán los suministros y compras de energía conjuntamente.

El principal propósito de este acuerdo, firmado en Bruselas por los ministros de estos países y el comisario europeo de Energía, AndriS Piebalgs, es que los tres territorios aprovechen los superávit de energía que puedan darse en cada uno de los estados, lo que supondrá utilizar la electricidad más barata, allá donde se genere y cuando se genere, y optimizar el uso de las redes de transmisión. El acuerdo no significará cambios significativos en las legislaciones nacionales, toda vez que seguirán existiendo mercados legalmente separados.

El comisario Piebalgs saludó la decisión de estos países y la consideró «una buena noticia para el mercado interior» que demuestra los beneficios de unir esfuerzos para obtener precios más competitivos. Destacó asimismo que la firma se produce antes de la celebración del Consejo Europeo de Energía, un debate que previó «ambicioso» y útil para el futuro energético en Europa.

El sector sindical ve con buenos ojos el rechazo de la CNE a la retroactividad

El secretario confederal de Medio Ambiente de CCOO, Joaquín Nieto, considera muy positivo el cariz que ha tomado el estudio de la CNE sobre la revisión al Real Decreto 436/2004, en la que, entre otros asuntos, se propone recortar la retribución a las energías renovables en régimen especial, además de hacerlo de forma retroactiva, es decir, afectando no sólo a aquello que empiece a funcionar a partir de 2008 sino también a aquello que ya funciona y que disfruta de una retribución, hasta estos momentos, estable.

Después de muchos retrasos, la CNE votó en contra, por cinco contra uno más tres abstenciones, de la cuestión de la retroactividad. Una buena noticia, según lo ve Joaquín Nieto, quien ha visto en esta decisión «la respuesta a uno de los requerimientos realizados por CCOO», entre otras organizaciones. Nieto, quien ha hablado con Energía Diario, considera que el rechazo a la retroactividad a la hora de fijar retribuciones «elimina la incertidumbre regulatoria que se estaba planteando», algo en lo que coinciden los principales actores del sector.

La estabilidad regulatoria es esencial para que el inversor se vea atraído hacia proyectos de gran envergadura como son las centrales de producción de energía, ya sea en régimen de cogeneración, energía eólica, solar u otras formas de generación. La fijación de unos precios es importante, pero si no se garantiza el retorno a una inversión, resulta especialmente difícil, e igualmente arriesgado, iniciar un proyecto. Por lo mismo, la puesta en marcha de un negocio seguro fomenta la creación de empleo, y lo contrario sólo sirve para destruir puestos de trabajo.

El secretario confederal de Medio Ambiente de CCOO se ha pronunciado a favor de la creación de un sistema de tarifas que se rija por el conocido como «cap and floor«, o «suelo y techo», que consiste en fijar unos niveles mínimos y máximos. Nieto ha subrayado la necesidad, sin embargo, de que el mínimo de retribución sea más alto que el que se está planteando, y que el cap, o techo, sea flexible, en función de las circunstancias del mercado.

Sobre lo que vaya a suceder finalmente en el Ministerio de Industria, Nieto se ha mostrado optimista. Según sus palabras, en sus encuentros con los sindicatos, el Gobierno ha mostrado una buena disposición a flexibilizar su postura.

La Asociación Empresarial Eólica también muestra su satisfacción

También la AEE ha acogido con alegría esta primera decisión de la CNE, según ha indicado a Energía Diario el secretario general de la Asociación, Ramón Fiestas. En su opinión, la negativa a permitir que cualquier modificación a la retribución de las energías renovables en régimen especial sea retroactiva es un acierto, ya que impide que se entre en una dinámica de inseguridad jurídica.

«La retribución puede ser la que sea, más alta o más baja, siempre que fluya dentro de unos parámetros adecuados», sostiene Fiestas. «Pero lo que no se puede hacer es cambiar esa retribución y que uno trace sus planes de inversión sin saber a qué se va a enfrentar en el futuro».

Aunque la retroactividad era, quizás, el mayor escollo que había que superar, quedan todos los demás asuntos, sobre los que la CNE tiene que emitir una opinión que devolver al Ministerio de Industria. Por ejemplo, la propuesta de la Secretaría General de Energía suprime el derecho a la percepción de la prima establecida para toda la vida del parque eólico -en el caso de las eólicas-, además de reducir la rentabilidad de las inversiones por debajo de los niveles establecidos en 2004. «Ahora», opina Fiestas, «la Comisión debe de ser igual de rigurosa con asuntos como el modelo regulatorio».

Uno de los asuntos que más preocupan a Ramón Fiestas es que los datos y las cifras en las que se basa el Gobierno a la hora de trazar planes de retribución y rentabilidad están, asegura, desfasados. «El Gobierno desconoce la realidad económica que le rodea». Refiriéndose a los costes a los que se tiene que enfrentar el sector eólico, uno de los principales afectados, el secretario General de AEE asegura que los cálculos del Ministerio se mueven por debajo de las cifras reales, ya que se basan en datos del pasado para calcular rentabilidades futuras.

Ramón Fiestas explicaba a Energía Diario que las propias previsiones de las compañías eólicas se quedan desfasadas en poco tiempo, debido a que las turbinas, por ejemplo, se encarecen. Por una serie de motivos: el aumento de la demanda, los cambios y mejoras tecnológicas, de innovación y desarrollo. Factores que es necesario tener en cuenta, y que no se pueden ignorar. Fiestas considera que a la hora de fijar las primas y el cuadro de retribución del sistema, el Ministerio de Industria «cierra los ojos a la realidad».

El temor a una OPEP del gas

La posibilidad de crear una «OPEP del gas«, planteada por Irán y matizada después por Rusia y Argelia, ha provocado sudores fríos en Europa, dada su absoluta dependencia exterior, aunque los expertos coinciden en que no es posible trasladar sin más el esquema desde el mercado petrolero al gasista.

«Me preocuparía que se produjera», apuntó el jueves en Madrid el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, «porque se podría estrangular el mercado gasista». Las palabras de Piebalgs no ocultan la preocupación de la Unión Europea (UE), que ya ha tenido experiencias amargas cuando Rusia ha cortado el suministro de gas a sus vecinos (Ucrania y Bielorrusia) para conseguir mejores precios.

Tanto Argelia como Rusia, que suministran cada año 220.000 millones de metros cúbicos de gas a Europa, han querido tranquilizar a sus clientes europeos y han matizado que la idea no es tanto constituir una «OPEP del gas» como mejorar la coordinación entre los países productores. «No es posible crear una OPEP del gas», dijo esta semana en Madrid el ministro argelino de Energía, Chakib Jelil, «por la simple razón de que el gas se vende mediante contratos a largo plazo». La respuesta de Jelil expone con claridad las dificultades de trasladar al mercado gasista el esquema ensayado con éxito por los países productores de petróleo.

A diferencia de lo que ocurre en el sector petrolero, el mercado spot (al contado) de gas natural es muy reducido y la mayor parte del suministro se vende a través de contratos a largo plazo. «No puede haber un cartel si no hay liquidez en el mercado. No puedo amenazar a nadie con quitarle el gas», reflexionó Jelil. En la misma línea, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha repetido que «no se trata de crear una especie de cartel» sino de constituir un organismo que coordine la actividad de los países exportadores de gas.

Sea como fuere, la mera coordinación de los países productores intranquiliza a Europa, sobre todo porque no existe una unidad de acción de los países comunitarios en materia energética que sirva de contrapeso. Sólo hay que recordar la desazón que han causado los acuerdos suscritos entre los dos gigantes del sector gasista, el grupo ruso Gazprom y el argelino Sonatrach. El temor a una «pinza» entre Rusia y Argelia ha llevado a la UE a fijar como prioridad la diversificación de los suministros energéticos y a resucitar, con más bríos, el debate sobre la energía nuclear.

Durante su visita a Madrid, Piebalgs recalcó que «éste es el momento adecuado» para abordar el debate nuclear y celebró que, por primera vez, la UE va a recibir gas desde la república ex soviética de Azerbaiyán. Un aspecto fundamental para garantizar el suministro de gas es contar con plantas de regasificación, que permiten importar el producto mediante barcos, un aspecto en el que España lleva ventaja.

El gas entra en Europa por dos vías: bien por los gasoductos conectados con Rusia o Argelia bien a través de buques metaneros en forma de gas natural licuado (GNL). Este último sistema exige construir plantas de licuefacción en los países productores y plantas de regasificación en los países de destino.

España cuenta con cinco plantas de regasificación en funcionamiento –Barcelona, Cartagena, Huelva, Bilbao y Sagunto (Valencia)- y otra más en construcción (Ferrol), y proyecta una séptima (Gijón).

El sistema español también recibe gas natural a través del gasoducto del Magreb, que nace en Argelia, atraviesa Marruecos y cruza el Estrecho. Además, el consorcio Medgaz, del que forman parte Cepsa, Iberdrola y Endesa, proyecta un gasoducto submarino entre Argelia y España que entrará en funcionamiento en 2009.

El ministro de Industria, Joan Clos, planteó esta semana a las autoridades argelinas la entrada de Gas Natural en el consorcio.

El precio del petróleo coquetea con la barrera de los 60 dólares por barril

Los precios del crudo han vuelto a subir esta semana en los mercados de futuros de Londres y Nueva York, donde, en un ambiente de gran volatilidad causado por factores de incertidumbre, han vuelto a coquetear con la barrera de los 60 dólares por barril.

A la ola de frío en Estados Unidos y el consiguiente aumento de la demanda de combustible para calefacción, la reducción de los suministros de la OPEP y la inseguridad en Nigeria se ha sumado el recrudecimiento de las tensiones por el contencioso nuclear iraní.

El Petróleo Intermedio de Texas (WTI), crudo de alta calidad por su bajo contenido en azufre cuyo precio se toma como referencia para Estados Unidos, alcanzó el nivel más alto de todo 2007 al venderse puntualmente por encima de los 60 dólares por barril.

En la perspectiva semanal la variación es sin embargo moderada: frente al valor del cierre de la semana anterior, de 59,02 dólares, el barril del crudo de Texas terminó ayer a 59,89 dólares en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX).

El crudo Brent, el de referencia para Europa, concluyó la semana a 59,01 dólares por barril en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, donde el viernes anterior había quedado a 58,41 dólares/barril. La cotización del barril de referencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) apenas varió, al pasar de 53,39 a 53,52 dólares en siete jornadas (de jueves a jueves).

La incertidumbre sobre la evolución geopolítica, que repercute en los sensibles precios del «oro negro», ha vuelto a cernirse sobre los mercados principalmente con Irán y Nigeria.

El jueves, una ciudadana filipina y un francés se sumaron a las decenas de trabajadores extranjeros del petróleo que están en manos de las milicias independentistas de la región del delta del Níger. Estos secuestros, y los frecuentes atentados contra la industria de la región, han obligado a algunas compañías a retirar a sus trabajadores y provocado una disminución en un 20 por ciento del bombeo total de Nigeria, primer productor de crudo de África.

Por otro lado, las tensiones en torno a Irán van en aumento a medida que se acerca el fin de los 60 días de plazo fijado por el Consejo de Seguridad de la ONU, en su resolución 1737 del 23 de diciembre, para que Teherán abandone las actividades relacionadas con el enriquecimiento de uranio. La resolución abre las puertas a sanciones contra el régimen de los ayatolás, si del informe que presentará el director general del OIEA, Mohamed El Baradei, el próximo día 21 se desprende que Teherán no ha cumplido con lo exigido.

En los mercados petroleros se teme que Irán, segundo productor de crudo de la OPEP y cuarto del mundo, pueda finalmente recurrir al «petróleo como arma» en este contencioso, en reacción a eventuales sanciones, pues defiende su derecho a enriquecer uranio, mientras Occidente insiste en que no lo haga para demostrar que no intenta fabricar la bomba atómica.

A pesar de esta difícil situación, de momento las cotizaciones del petróleo se sitúan ligeramente por debajo de las que había hace un año, cuando mostraban una clara y sostenida tendencia al alza que las llevó a superar, en julio, los 78 dólares por barril.

Es evidente que la situación ha cambiado desde entonces, y ahora la percepción dominante es que hay abundantes suministros, con cómodas reservas almacenadas de «oro negro» y sus derivados en las naciones consumidoras, es decir, se cuenta con un buen colchón de reserva para afrontar eventuales problemas en el abastecimiento. Los dos recortes de la oferta de crudo de la OPEP, pactados por el grupo petrolero en octubre y diciembre de 2006 para apuntalar los precios y que significan el compromiso de reducir los suministros en un total de 1,8 mbd tienen como contrapartida un efecto tranquilizador. Este volumen de barriles queda en la retaguardia como «capacidad ociosa», es decir, con la posibilidad de volverlos a ofrecer rápidamente a la venta si se produce un imprevisto, y se convierten así en un amortiguador para las sacudidas de los precios que suelen provocar los conflictos geopolíticos.

La falta de coordinación, principal causa del apagón en la Unión Europea en noviembre, según los reguladores

El GER (ERGEG en sus siglas en inglés) subraya la necesidad de «una acción común urgente» a nivel comunitario para «mejorar sustancialmente» el funcionamiento y coordinación de los sistemas de flujo energético entre los Estados Miembros.Las conclusiones sobre el incidente coinciden en gran parte con las que extrajo el pasado 30 de enero la Comisión Europea, que encargó un informe a la Unión para la coordinación del transporte de electricidad (UCTE).En ese documento también se ponía de manifiesto «la urgencia de una actuación común europea» para elaborar normas más rigurosas de seguridad para la red, avanzar en el desarrollo de un mercado europeo «verdaderamente competitivo» y la rápida puesta en marcha de un plan comunitario de interconexión.

Por su parte el informe del GER, del que se hace eco la CE, considera en primer lugar que el operador alemán E.ON Netz -primero en la cadena de errores detectados y que dieron lugar al apagón- «no fue capaz de supervisar el correcto funcionamiento de la red» eléctrica.

En segundo lugar, otros operadores europeos no recibieron información de las acciones del operador alemán, según señaló el GER, que apuntó a una «inversión insuficiente, tanto a nivel de capacidades como de operatividad de la red», como el tercer gran elemento que dio origen al incidente.»El incumplimiento de ciertas normas de seguridad» añaden otras «preocupaciones y evidencias de que hay un fallo en el sistema y una falta de coordinación» entre los operadores de transmisión eléctrica, según el GER, que cree preciso poner en marcha «una correcta coordinación» entre ellos.Entre sus recomendaciones también destaca la necesidad de establecer un sistema de seguridad obligatorio y una normativa para una correcta supervisión de la red.

El consumo de energía de la industria española en 2005 fue de 8.177 millones

Las principales fuentes de energía utilizadas por estas empresas fueron la electricidad, con el 47,9 por ciento, el gas (24,4 por ciento) y los productos petrolíferos (gasóleo, fueloil y otros), que representaron el 20,7 por ciento. El aumento del valor absoluto del consumo energético (1.092 millones de euros) es el resultado tanto de las variaciones en la cantidad de energía consumida, como en su precio.

En los últimos dos años el precio del petróleo, materia prima que marca los precios de derivados del crudo como gasóleo y fueloil y del gas natural, ha pasado de cotizar en unos 30 dólares por barril a 60 dólares. Respecto a 2003, segundo año en el que el INE realizó esta encuesta, la electricidad redujo su peso relativo dentro del consumo industrial el 3,4 por ciento, mientras el del gasóleo y fueloil lo aumentaron el 2,7 y el 1,2 por ciento, respectivamente.

El peso del gas natural creció un 0,6 por ciento y continuó como la segunda fuente energética por volumen de dinero (1,99 millones de euros), por detrás de la electricidad (3,9 millones).

Los sectores con mayor consumo de energía fueron los de productos minerales no metálicos (20 por ciento del total), metalurgia y fabricación de productos metálicos (19,2 por ciento), industria química (14,9 por ciento) y alimentación, bebidas y tabaco (13,9 por ciento).

Frente a 2003 las industrias que más han crecido han sido la química y la industria extractiva de petróleo, con aumentos del 34,1 y del 32,5 por ciento, respectivamente.

Las comunidades autónomas con una mayor participación en el total de consumos energéticos son Cataluña (21,3 por ciento), la Comunidad Valenciana (13,2 por ciento), Andalucía (10,2 por ciento) y País Vasco (10,1 por ciento).

El frío y un recorte de la oferta devuelven el petróleo a la senda alcista

Tras registrar en enero el precio más barato en más de un año, el petróleo ha vuelto a la senda alcista esta semana, impulsado por la entrada en vigor de un recorte de la producción de crudo de la OPEP y la ola de frío en el norte del planeta.

El crudo Brent, el de referencia para Europa, terminó la semana a 58,41 dólares por barril en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, con una subida de 1,69 dólares frente al valor del jueves y de un 5 por ciento respecto al precio del viernes anterior. De forma similar, la cotización del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) avanzó ayer 1,72 dólares/barril, hasta cerrar la sesión regular de la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX) en 59,02 dólares, lo que supone un aumento semanal de un 6,49 por ciento (55,42 dólares)

En las últimas semanas los «petroprecios» se han movido al son de las temperaturas del norte del planeta: cayeron con fuerza el mes pasado por lo inusitadamente suave del invierno boreal y subieron con una ola de frío en los últimos días. El incremento del consumo de combustible para calefacción que se produce con el clima gélido actual coincide, justo al final de la temporada fría, con la aplicación del recorte de la producción de crudo de la OPEP en 500.000 barriles diarios pactado por el Consejo de Ministros de la organización en diciembre. Esta rebaja de la oferta -que profundiza la fuerte reducción, en 1.200.000 millones de barriles diarios (mbd), de los suministros del grupo petrolero que entró en vigor en noviembre-, fija un techo de 25,8 mbd para el bombeo conjunto de diez de los países miembros (todos menos Irak y Angola). Hace un año, el mismo grupo producía 28 mbd y los precios estaban muy por encima del nivel actual.

El barril (de 159) litros usado como referencia por la OPEP registró el mes pasado el valor medio más bajo en más de un año y medio, al situarse en los 50,73 dólares, un 12,44 por ciento menos que el de diciembre pasado (57,95 dólares) y un 13,25 inferior al enero de 2005 (58,48 dólares). Tras haber descendido a menos de 50 dólares a mediados del mes pasado, ese barril, calculado en base a una mezcla de once calidades de crudo, se ha recuperado hasta los 53,39 dólares, con un aumento de 2,21 dólares -un 4,3 por ciento- en las últimas siete jornadas. «La OPEP parece decidida a cumplir estrictamente con los recortes» ante la amenaza de un desplome de los precios, afirma la consultora especializada PVM, en un análisis del mercado energético enviado esta semana a sus clientes.

Esta impresión se ha visto fortalecida por la noticia (difundida por el diario Wall Street Journal) de que Arabia Saudí -el mayor suministrador de crudo al mundo y socio más influyente en la OPEP-, ha avisado a los clientes que recorta sus envíos en 158.000 barriles diarios a partir del 1 de febrero, hasta los 8,5 mbd.

Otros recientes factores alcistas han sido el anuncio del presidente venezolano, Hugo Chávez, de que su gobierno tomará el control de los campos petroleros de la Faja del Orinoco a partir del 1 de mayo y la noticia de que China ha puesto en funcionamiento su reserva estratégica de petróleo, cuyos gigantescos depósitos deberán aún llenarse de crudo.

Mientras, las grandes multinacionales del petróleo dieron a conocer las enormes ganancias que les ha deportado la fuerte escalada de los precios en los últimos tres años, que llegaron a superar los 78 dólares/barril en julio pasado. A la cabeza de ellas se encuentra Exxon Mobil, pues logró en 2006 un beneficio neto de 39.500 millones de dólares, la cifra más alta alcanzada nunca por una empresa.

Frente a los precios récords del petróleo del pasado verano boreal, la situación actual en los mercados petroleros es de un marcado alivio, aún cuando persisten los temores sobre la seguridad del abastecimiento energético del planeta en el futuro. En este contexto, Europa y Estados Unidos miran con recelo la propuesta iraní de crear una organización de países productores y exportadores de gas, análoga a la OPEP, que el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó esta semana de «interesante».

El jefe del Kremlin dijo el jueves en Moscú que Rusia ya trata de «coordinar (con otros exportadores) sus acciones en los mercados de terceros países y está decidido a hacerlo en lo sucesivo».

La CE inicia un procedimiento de infracción contra España por las trabas puestas a E.On

La Comisión Europea ha pedido formalmente a España que explique por qué no ha respetado las decisiones de la Comisión en las que se exigía la retirada de algunas de las condiciones impuestas a E.On para adquirir Endesa. Esta petición es una carta de emplazamiento, la primera etapa del procedimiento de infracción que prevé el artículo 226 del Tratado de la Comisión Europea.Cuando la Comisión Europea viene a darle un tirón de orejas al Gobierno, es que algo no va bien. No se trata de ninguna novedad, pero lo que hasta ahora no eran más que amonestaciones de mayor o menor seriedad, han empezado a tomar forma y van a seguir la vía judicial europea.

La petición de la Comisión Europea de que España explique por qué no ha cumplido sus exigencias en lo referente a las condiciones que dificultarían la entrada de E.On en Endesa es la primera fase del procedimiento de infracción del Tratado de la CE. A partir de ese momento, España tiene 15 días laborables para dar una respuesta.

En caso de que no lo haga, o de que su respuesta no resulte satisfactoria para la Comisión, el siguiente paso sería instar formalmente a España a observar las dos decisiones referidas al artículo 21 del Reglamento de la Ue sobre control de operaciones de concentración entre empresas. Es decir, obligarla a retirar las condiciones -condiciones que impuso la CNE en julio de 2006 y condiciones impuestas mediante una decisión ministerial en noviembre del mismo año-.

Si España sigue por este camino, podrían ser algo más que palabras lo que se reciba desde Europa. La opa por Endesa es un culebrón del que estamos a punto de ver el final, pero podríamos estar ante otro culebrón de dimensión comunitaria. Y ahora, más que nunca, es cuando se verá si las decisiones del Ejecutivo fueron equivocadas, o no, y si han servido, o no, para algo. La suerte está echada.

Los precios de la gasolina y el gasóleo bajan menos en España que en la UE

Los precios antes de impuestos de la gasolina sin plomo y del gasóleo de automoción bajaron menos en España que en la Unión Europea (UE) en términos interanuales (cuarto trimestre de 2006 respecto al mismo periodo de 2005), según datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

El precio de la gasolina sin plomo bajó un 9,07 por ciento en España y un 9,88 por ciento en la UE, mientras que el del gasóleo se redujo un 5,81 por ciento en España y un 6,81 por ciento en la Europa comunitaria.

Los descensos en el precio de la gasolina sin plomo, tanto en España como en la UE, son superiores a los que registró la cotización internacional de este producto (7,65 por ciento). Por el contrario, las bajadas del gasóleo son inferiores a la experimentada por su cotización internacional (7,09 por ciento).

En el periodo de referencia, la cotización del petróleo descendió un 3,38 por ciento. Los márgenes de comercialización de la gasolina sin plomo se redujeron 1,67 céntimos de euro por litro en España y 2,03 céntimos en la UE.

En el caso del gasóleo, los márgenes de comercialización bajaron 0,23 céntimos en España y 0,71 céntimos en la eurozona. La demanda global de productos petrolíferos descendió un 0,9 por ciento entre enero y noviembre (último periodo analizado), hasta 67,8 millones de toneladas, según el Boletín Estadístico de Hidrocarburos que elabora el Ministerio de Industria.

En ese periodo aumentó el consumo de fuelóleos (9,5 por ciento), queroseno (4,3 por ciento) y gasóleos (0,1 por ciento), pero descendió la demanda de gasolinas (3,1 por ciento) y gases licuados del petróleo (17,3 por ciento).