Una asamblea contra el fracking alerta a la UNESCO de posibles daños en las cuevas rupestres de Cantabria

Europa Press.- La Asamblea contra la Fractura Hidráulica de Cantabria remitió al centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO en París un documento en el que se alerta de los daños «irreparables» que puede causar los sondeos de fracking en las 10 cuevas cántabras declaradas Patrimonio de la Humanidad.

Este colectivo envió a la UNESCO este documento ante el «inminente comienzo» en Cantabria de sondeos para determinar la ubicación de los pozos de extracción de gas mediante la fractura hidráulica y las «posibles repercusiones» que esto puede tener en el conjunto del patrimonio arqueológico cántabro. En ese escrito, la Asamblea insta a la UNESCO a poner en marcha todos los mecanismos que tenga a su alcance para defender este patrimonio, así como que sea interlocutor en el debate sobre el uso del fracking que se ha generado tanto en Cantabria como en el país.

En este sentido, los miembros de la Asamblea contra la Fractura Hidráulica de Cantabria, Josue Bilbao y Adrián Lavín, presentaron el documento, titulado Arte paleolítico rupestre y fracking en Cantabria. Evidencias sobre posibles daños en el Patrimonio de la Humanidad, en base a la información del Ministerio de Energía sobre los permisos concedidos en la región y diversos estudios sobre el fracking. En este escrito, explicaron que el texto denuncia las «repercusiones» de esta práctica de extracción de gas no convencional puede tener sobre el patrimonio de Cantabria porque «en ningún caso se han tenido en cuenta estos enclaves y su preservación ni a la hora de solicitar permisos ni a la hora de concederlos«.

Adrián Lavín recordó que en Cantabria hay seis permisos activos, tres de ellos en fase de solicitud: Los Basucos en Santillana del Mar, Gran Enara entre Burgos, Cantabria, Álava y Vizcaya y el Galileo en la zona oriental de Cantabria y por la cuenca del Asón hasta Burgos; y tres de ellos concedidos: el Luena en los Valles Pasiegos, el Bezana-Bigüenzo en la zona de Valderredible, y el Angosto I que toca parte de Soba. Así, detalló que, para determinar los riesgos, se han cruzado estos permisos con la ubicación de las 10 cuevas Patrimonio de la Humanidad en Cantabria.

«Si cruzamos en un mapa estos datos, se observa que el permiso solicitado de Los Basucos afecta a Altamira y El Pendo; que la cueva de Covalanas se encuentra dentro del área del permiso Galileo; y que el conjunto de cavidades de Monte Castillo y la cueva de Hornos de la Peña están en los límites del permiso ya concedido Luena», ha indicado Lavín. Por ello, ensalzó que la Asamblea alertó a la UNESCO que los riesgos para estas cuevas «se pueden convertir en daños irreparables» en las demostraciones artísticas de más de 20.000 años de antigüedad que acogen muchas de esas cavidades y que son el «legado de los primeros habitantes» en la Comunidad.

En concreto, el documento evidencia que estas cuevas deberán enfrentarse a dos factores de riesgo: la contaminación química que, según aseguró, el fracking causa en las aguas subterráneas hará «más vulnerables» a las cuevas y tendrá efectos «impredecibles» sobre sus pinturas. «Los contaminantes pasarían a formar parte del régimen hídrico de la cueva atacando la roca soporte de las pinturas y dañándolas de forma irreparable», denunció. En cuanto a la sismicidad inducida, señalan que «un terremoto puede causar diversos daños en la pintura rupestre como desprendimientos de la roca soporte de la pintura, aparecer grietas o fisuras o en el peor de los casos, la cueva podría colapsar y hundirse».

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