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La Fundación Naturgy destaca que los hogares españoles pueden reducir un 27% sus facturas energéticas mejorando sus hábitos y equipamientos

Europa Press.- Los hogares españoles podrían reducir un 27,4% sus facturas energéticas con mejoras en sus hábitos y en equipamiento, según los resultados del Índice de Eficiencia Energética en el Hogar de la Fundación Naturgy. Según el estudio, esta disminución permitiría un ahorro económico de 4.352 millones de euros al año y se evitaría la emisión de 14,7 millones de toneladas de CO2, las mismas emisiones que realizan 4,8 millones de turismos al año, el 21% del parque móvil existente en España.

Así, la energía susceptible de ser ahorrada representa casi 50.000 gigavatios hora (GWh), el equivalente al 18% de la demanda eléctrica total de España. El director general de la Fundación Naturgy, Martí Solà, señaló que con esta nueva edición del estudio «se constata que la eficiencia y el ahorro energético están cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana». El índice también refleja que los hogares españoles tienen un mayor potencial de ahorro energético en equipamiento (43,3%) y en calefacción (25,3%), siendo inferiores los porcentajes en iluminación (20%), aire acondicionado (18,3%) y agua caliente (13,7%).

Un 6,46 en hogares eficientes

Asimismo, el estudio de la Fundación Naturgy contiene un Índice Global de Eficiencia Energética Nacional, que evalúa el equipamiento, control, mantenimiento y cultura de los hogares en una escala del 0 al 10. En esta edición, el índice se sitúa en 6,46 puntos, un 1,1% más que en la pasada edición y que supone la primera vez desde 2011 que este indicador registra una mejora.

Las medidas que más han mejorado son la utilización de programas cortos de lavado, el incremento de bombillas eficientes y el aumento del ahorro por ajuste de potencia, aunque destaca que todavía queda recorrido en los equipos en stand by, la reducción de salida de aire en las ventanas o la utilización simultánea de electrodomésticos. Asimismo, constata que las bombillas LED ya son las más habituales en las viviendas españolas (39%), seguidas de las de bajo consumo (34%), halógenas (12), incandescentes (9%) y fluorescentes (5%).

El Gobierno aprobará próximamente ayudas a vehículos alternativos mientras el Congreso acuerda una hoja de ruta para renovar el transporte

Europa Press.- Después de que el Congreso haya acordado una hoja de ruta dirigida a la renovación del transporte privado y de mercancías, tanto terrestre como marítimo, de cara a la transición ecológica, con objetivos a 2030, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado que el Gobierno aprobará de manera «inminente» un nuevo plan de incentivos a la compra de vehículos alternativos, con hasta 15.000 euros para vehículos pesados.

En la actualidad, los Presupuestos 2018, aprobados por el PP, recogen 66,6 millones de euros de apoyo a la movilidad energéticamente sostenible y eficiente. Ribera ha destacado también en el Senado la necesidad de que se adopten en España políticas de reducción de emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero más eficaces en el sector transportes, que supone el 25% de las emisiones totales de dióxido de carbono (CO2).

«Actuar sobre este sector es prioritario. Para cumplir con los objetivos de descarbonización hay que tomar medidas de mitigación«, respondió Ribera en el Senado a la interpelación del senador del PNV, José María Cazalis, sobre medidas para avanzar en la reducción de emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero de los vehículos de transporte e industriales. La titular para la Transición Ecológica ha considerado fundamental el que se promueva el uso de combustibles alternativos, incluyendo en su caso la electrificación parcial y siempre y cuando el origen de la electricidad sea de bajas emisiones.

Ribera también ha hablado del hidrógeno como una posible solución a futuro para reducir las emisiones del sector transporte por carretera y ha subrayado la necesidad de que se impulsen medidas para el despliegue de infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos, empezando por la propia Administración central. No obstante, Ribera ha reconocido que sustituir los motores diésel por otros alternativos en camiones es más «difícil».

Según la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), los camiones transportan 14.000 millones de toneladas de mercancías al año. «El Parlamento Europeo impulsó reducir las emisiones en este tipo de vehículos y ahora los Estados miembro tenemos que acelerar los acuerdos. Hay que pedir a los fabricantes y acompañarlos en este proceso de reconversión», apuntó Ribera, que recordó que los vehículos pesados emitieron aproximadamente 23 millones de toneladas de CO2 equivalente en España en 2016; las furgonetas alrededor de 4 millones, y entre ambos coparon el 30% de emisiones totales del transporte por carretera.

«En España, la senda de emisiones efecto invernadero ha aumentado muy notablemente, sobre todo las del transporte, y deben quedar eliminadas antes de 2050 para cumplir los objetivos de descarbonización de Europa», ha resaltado. Los niveles de reducción de emisiones propuestos por la Comisión Europea en mayo, del 15% en 2025 y del 30% en 2030, establecen un camino para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París sobre el clima.

Hoja de ruta del transporte

Por otro lado, la iniciativa presentada por el PSOE en la Comisión de Transición Ecológica fue pactada finalmente con el PP, Unidos Podemos, Ciudadanos y Compromís, que ha salido adelante por unanimidad en la comisión.Concretamente, el Congreso reclama el desarrollo «de forma especial y urgente» de un plan de ayudas dirigido a automóviles y furgonetas más antiguos que considere el nivel de renta, y acordar con comunidades autónomas, sindicatos y patronal «una estrategia para la transformación de la industria automovilística y sus industrias auxiliares».

Asimismo, pide incentivos para fomentar una infraestructura de recarga de acceso público, mecanismos para que la Administración Pública «asuma un papel ejemplarizante en la adopción y compra de coches eléctricos», un plan específico para el desarrollo del autobús eléctrico en centros urbanos y campañas de promoción de la movilidad eléctrica en flotas y asociaciones gremiales.Por otro lado, pide facilitar proyectos de I+D+i en desarrollo de baterías eléctricas y de su reciclaje y fijar unos estándares comunes para los puntos de recarga, que incluya elementos como el tipo de enchufe o la forma de pago.

La hoja de ruta para la transición ecológica en el transporte también propone otras medidas dirigidas a la descarbonización del transporte terrestre de mercancías, y reclama la planificación de las infraestructuras ferroviarias y un plan de implantación del camión ligero eléctrico.En este sentido, pide desarrollar un sistema de incentivos a la adquisición y un modelo propio de despliegue para la infraestructura de recarga asociada, y también facilitar proyectos de I+D+i de otras tecnologías de transporte pesado de mercancías «que permitan descarbonizar completamente el transporte».

Por otro lado, pide también la adopción de medidas en los puertos españoles, donde pide garantizar la energía eléctrica de los buques, pero también facilitar la transformación del transporte de mercancías marítima al gas natural licuado.Así, pide planificar las inversiones para instalar en los puertos, priorizando aquellos localizados en grandes rutas internacionales, sistemas de suministro de gas natural licuado a buques, e incentivar a través de exenciones fiscales o ayudas directas, las inversiones de los armadores para la adaptación de los buques al GNL.

Respecto al suministro eléctrico, el Congreso ha acordado posibilitar que las autoridades portuarias puedan distribuir energía eléctrica a los concesionarios, incluso a través de redes de distribución de energía eléctrica cerrada, y que estos puedan dar suministro a buques atracados. Asimismo, las empresas distribuidoras podrían ser titulares de último recurso de la infraestructura necesaria para el suministro a buques en atranque, una vez que se haya celebrado un concurso y no haya pujado por esta titularidad nadie. En este sentido, pide que las tasas devengadas por la ocupación privativa de la zona portuaria por parte de las empresas de distribución sean consideradas como costes retribuibles.

El Congreso también pide un peaje específico para el suministro eléctrico de los buques, estudiar medidas para facilitar su adaptación al consumo eléctrico, como reducir el impuesto especial de electricidad o incentivos fiscales a la inversión, planificar las inversiones en infraestructura y un calendario para su instalación. Asimismo, pide que esta reforma esté «guiada por el principio de que quien contamina paga» y sea «neutral a la recaudación», incluir a los puertos de interés general en las zonas de distribución eléctrica y reordenar y «simplificar con criterios de eficacia y eficiencia la elevada proliferación de normas y tributos ambientales entre comunidades autónomas y Administración central».

El Gobierno convoca ayudas por 80 millones para impulsar la instalación de más energía eólica en las Islas Canarias

Europa Press.- El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica, ha aprobado una convocatoria de ayudas por un total de 80 millones de euros para la inversión en instalaciones de producción de energía eléctrica de tecnología eólica situadas en Canarias. Según el Ministerio, con esta convocatoria, que será cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), se posibilitará la entrada de al menos 180 megavatios (MW) de potencia renovable en la comunidad autónoma.

Las singularidades de los sistemas eléctricos de los territorios no peninsulares respecto del sistema peninsular, derivadas fundamentalmente de su carácter aislado y su reducido tamaño, suponen mayores dificultades para la integración de la producción eléctrica a partir de fuentes de energía renovables. Con todo, el gabinete dirigido por Teresa Ribera valora que en Canarias se han venido realizando esfuerzos en los últimos años que han dado como resultado, por ejemplo, que la isla de El Hierro haya logrado autoabastecerse al 100% con energías renovables de forma puntual. Sin embargo, en 2016, el porcentaje de producción renovable se situó en las Islas Canarias en torno al 8%, frente al 40,2% de penetración renovable registrado en el sistema peninsular ese mismo año.

Por ello, con el objeto de avanzar en el cumplimiento de los objetivos comunitarios de uso de energías renovables, el Ministerio considera que resulta «imprescindible» la puesta en marcha de nuevas instalaciones en el archipiélago. «De esta manera, se contribuirá a la diversificación de las fuentes de energía primaria, a la reducción de la dependencia energética y a la reducción de emisiones de CO2», añade.

En concreto, la convocatoria ofrecerá subvenciones con cargo a FEDER que serán percibidas por el beneficiario, con carácter definitivo, una vez se verifique la ejecución del proyecto, se certifique la inversión y la solicitud de pago sea aceptada por la Autoridad de Gestión FEDER. Al objeto de facilitar la financiación de los proyectos, el Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) podrá anticipar la totalidad de la ayuda.

Ciudadanos cuestiona la decisión del Gobierno de aprobar por decreto algunas medidas de la nueva Ley de Cambio Climático

Europa Press.- Mientras las organizaciones ecologistas piden a España que apueste por exigir niveles de CO2 más ambiciosos a los vehículos, desde Ciudadanos cuestionan la forma en la que el Gobierno quiere aprobar la nueva Ley de Cambio Climático. Según anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la norma estaría aprobada en diciembre y su ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, abrió la puerta a sacar adelante algunas medidas «urgentes» por decreto ley. Los naranjas buscan ahora una aclaración sobre este interminable proceso.

Los de Albert Rivera denuncian que el Ejecutivo ha ido ofreciendo información sobre este texto, sin concretar en ningún momento cuáles son sus intenciones reales. La ministra aseguró el pasado mes de noviembre que el texto se está «ultimando» y que estaba abierto un debate en el seno del Gobierno sobre la «conveniencia de anticipar» la aprobación de algunos de los elementos más urgentes que se recogen en él. En concreto, aquellos destacados por las Naciones Unidas y otros organismos internacionales, como los más necesarios.

La aprobación de un decreto ley que, después, se tramita como proyecto de ley en el Parlamento es la fórmula a la que ha dejado abierta la puerta Ribera, sin confirmar si es el procedimiento elegido. Tampoco el presidente del Gobierno explicó cuál sería es el procedimiento a seguir para aprobar esta norma «antes de que acabe el año», tal y como anunció en el Congreso. A los naranjas les preocupa que el Gobierno piense que el proceso legislativo ordinario de consultas, tanto la pública como a los órganos consultivos preceptivos, sean «innecesarios» o «poco adecuados» y quiere que el Ejecutivo aclare qué informes técnicos va a consultar en el caso de aprobar la Ley a través de un decreto.

«En la lucha contra el cambio climático, tan importante como los objetivos sobre los que se trabaja es cómo se trabaja», advierte Ciudadanos en una iniciativa registrada en el Congreso, en la que precisa que «el diálogo, la inclusión, la participación de todos los agentes sociales interesados y un amplio consenso político son clave para tener éxito en un reto tan importante como es la lucha contra el cambio climático».

Menos emisiones en los vehículos

Las organizaciones ecologistas han pedido al Gobierno que eleve su ambición y apueste por exigir niveles de emisiones de CO2 para los vehículos ya que en la actualidad España tiene una posición intermedia en las negociaciones europeas sobre esta cuestión. Países como Alemania tratan de rebajar los objetivos a una propuesta que es crucial para conseguir los objetivos de París. Según denuncia ECODES, si Alemania gana este «pulso», «no habrá otra oportunidad para disminuir las emisiones de CO2 en vehículos hasta dentro de 10 años.

Las organizaciones Ecodes, Ecologistas en Acción, Eco-unión y PTP, socios nacionales de Transport&Environment, consideran que una reducción del 35% en 2030 es «insuficiente» para cumplir el Acuerdo de París sobre todo teniendo en cuenta que el transporte supone el 27% de las emisiones de CO2 en la Unión Europea, y es el único sector que continúa aumentando emisiones. En este contexto, reclaman al Gobierno que mantenga los objetivos de reducción de emisiones de CO2 para 2030 en el 40% que votó el Parlamento Europeo y que, en cualquier caso, no bajen del 35% reales. Además, piden que se establezca como obligatorio el uso de medidores de consumo de combustible que dificultarían que los fabricantes puedan manipular los resultados de emisiones.

“Recompensa a los híbridos enchufables”

Para este grupo de organizaciones, España no debería apoyar la enmienda introducida por el Consejo de la Unión Europea porque consideran que «recompensa en exceso» a los híbridos enchufables, que no están exentos de emisiones invernadero. A ese respecto, advierten de aceptarse esa enmienda se motivaría a los fabricantes a seguir fabricando coches contaminantes, lo que convertiría un 35% de reducción en 2030 en un 31,8%. Asimismo, aconsejan limitar el conteo doble de vehículos eléctricos para mercados menos desarrollados a no más del 5% de las ventas de vehículos eléctricos por los fabricantes de automóviles.

De forma paralela las organizaciones recuerdan que en el Consejo de la Unión Europea se negocia también la implantación de estándares de CO2 para vehículos pesados y su nivel de ambición. Se trata de la primera vez que fijen estándares sobre consumo de combustible para camiones. La medida cuenta con apoyo de la industria por lo que los ecologistas opinan que es «sorprendente la falta de ambición» de la Comisión Europea y de los Estados miembro, incluyendo España. «Si nuestro Gobierno realmente quiere descarbonizar el transporte a largo plazo, España ha de defender la aprobación de estándares ambiciosos, pues sólo así la industria acelerará los cambios necesarios para hacerlo asegurando así los empleos asociados», concluyen.

El Gobierno aprueba el pago de 84 millones en ayudas a la industria para la compensación de costes de CO2

Europa Press.- El Ministerio de Industria ha firmado las autorizaciones para el abono de 83,7 millones de euros a las empresas industriales por las ayudas para la compensación de costes de CO2 correspondientes a 2016 y 2017. Estas ayudas se dividen en las correspondientes a la convocatoria ordinaria de concesión de 5,99 millones de euros para costes de 2017 y en la concesión directa de 77,7 millones para complementar hasta el 100% de la ayuda máxima establecida de los costes del 2016.

El objeto de estas ayudas es la compensación de los costes indirectos imputables a las emisiones invernadero repercutidos en los precios de la electricidad, que soporta el consumidor industrial. Están dirigidas a aquellas instalaciones pertenecientes a determinados sectores expuestos a un riesgo significativo de fuga de carbono, es decir, que puedan decidir trasladar su producción a otros países debido a los costes de las políticas climáticas en la Unión Europea.

Ayudas a Galicia, Asturias, Cataluña

Los 151 beneficiarios de las ayudas de la convocatoria ordinaria desarrollan su actividad mayoritariamente en Galicia, con el 25% del total de las ayudas concedidas, seguida de Asturias con el 18% y de Cataluña con el 16%. Por sectores, la mayor cuantía corresponde al sector siderúrgico del acero, con el 38% de las ayudas recibido, seguido del aluminio con el 22%, el sector químico con el 16% y el papel con el 11%, según el gabinete dirigido por Reyes Maroto.

Con respecto a la concesión directa de 77,7 millones de euros, los 136 beneficiarios de las ayudas se encuentran de nuevo mayoritariamente en Galicia, con un porcentaje del 26% del total de las ayudas, seguida de Asturias con el 18% y Cataluña con el 16%. Por sectores, el sector del acero recibe el 32% del total, seguido del aluminio con un 23% y el sector químico con un 18%. A estas ayudas se han acogido sociedades mercantiles del sector privado, incluidas o no en régimen de comercio de emisiones, que realizan una o varias actividades.

Decathlon redujo sus emisiones en 8.963 toneladas de CO2 anuales desde 2014 y toda la energía que consume es renovable

Europa Press.- Decathlon ha reducido 8.963 toneladas de CO2 anuales desde 2014, cuando la compañía inició un plan estratégico para reducir sus emisiones de gases invernadero, y ha logrado que el 100% de la energía que consume en sus tiendas y centros logísticos proceda de fuentes renovables.

Además, la empresa ha logrado un ahorro de consumo de 16,1 gigavatios hora al año y en este momento está a la espera de poner en marcha una segunda planta fotovoltaica para autoconsumo en Córdoba. En este momento, Decathlon cuenta con otra planta fotovoltaica en Tamaraceite, en Las Palmas de Gran Canaria. Desde 2014 ha reducido su consumo energético con medidas como la sustitución de iluminación fluorescente de las tiendas y de los rótulos por iluminación LED, ha optimizado el gasto en sus tiendas gracias a la monitorización y control del funcionamiento de los equipos y de las temperaturas, o la mejora del aislamiento de cubiertas y cerramientos para una mayor eficiencia en su climatización.

En 2017 la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) certificó que la energía consumida en sus tiendas y centros logísticos procede de fuentes renovables en su totalidad. “Ahora pondremos en marcha una planta fotovoltaica en Córdoba destinada al autoconsumo», destacó el líder de desarrollo sostenible de Decathlon, Íñigo García, que además señala que las medidas implantadas suponen un ahorro de casi 3 millones de euros al año.

43 multinacionales de la industria de la moda se comprometen a lograr las cero emisiones en 2050

Europa Press.- Un total de 43 multinacionales de la industria de la moda han firmado un compromiso por el que desarrollarán medidas para frenar el cambio climático en toda la cadena de valor y lograr el objetivo de cero emisiones en 2050 con un paso intermedio del 30% en 2030.

Las principales marcas de moda, minoristas, empresas de suministro e industria auxiliar, incluidas las principales empresas de transporte y envíos, han acordado de forma colectiva comprometerse para frenar el impacto del cambio climático del sector de la moda en toda su cadena de valor. Entre los 43 líderes se incluye a empresas como Adidas, Burberry, Esprit, Guess, Gap Inc. Hugo Boss, H&M Group, Inditex, Kering Group, Levi Strauss & Co., Puma SE, PVH, entre otras, como las organizaciones Business for Social Responsibility, Sustainable Apparel Coalition, China National Textile and Apparel Council, Outdoor Industry Association and Textile Exchange; global logistics Maersk, así como la ONG WWF.

Todas estas entidades implantarán y/o apoyarán 16 principios y objetivos que apuntalan el Estatuto Climático de la Moda. El compromiso, que está ahora abierto a que otras empresas y organizaciones se unan, reconoce el papel crucial que la moda juega a ambos lados de la ecuación climática, como contribuidor a las emisiones invernadero y como un sector con múltiples oportunidades para reducir las emisiones mientras puede contribuir al desarrollo sostenible.

Alineados con los objetivos del Acuerdo de París, el Estatuto establece el reto de que la industria alcance un objetivo de cero emisiones en 2050 y define los aspectos que serán consignados por los firmantes, comenzando con la descarbonización en la fase de producción, seleccionar materiales sostenibles y amables con el clima, fomentar un transporte bajo en carbono, mejorar el diálogo y la conciencia de los consumidores y trabajar con la comunidad financiera y los decisores políticos para catalizar las soluciones aplicables y explorar modelos de negocio de economía circular.

Además, para concretar el progreso de estos compromisos, se han establecido 6 grupos de trabajo en los cuales los firmantes trabajarán para definir los distintos pasos y etapas de implantación del nuevo Estatuto. Los firmantes aseguran que no esperarán a que estos aspectos estén completamente elaborados y por ello han fijado un objetivo inicial para reducir sus emisiones agregadas de gases en un 30% en 2030 y han definido medidas concretas, tales como eliminar gradualmente las calderas de carbón y otras fuentes de energía calorífica o de generación eléctrica a base de carbón en sus empresas y en toda su cadena de suministro en 2025.

«La industria de la moda está siempre dos pasos por delante cuando hay que definir la cultura del mundo, así que estoy encantada de ver que ahora también está liderando el camino en términos en acción climática», ha celebrado la secretaria ejecutiva de Cambio Climático de la ONU, Patricia Espinoza, que felicita a los firmantes por este importante Estatuto que representa, en su opinión, un «compromiso único y la colaboración desde los diversos líderes de la moda. «El nuevo estatuto, como prestigiosa moda que recorre las pasarelas del mundo, fija un ejemplo que espero que otros también sigan», ha añadido.

El compromiso está apoyado por una amplia de organizaciones relevantes y ONG que fomentarán la ambición que deberá ser monitorizada y reconocida por la oficina de cambio climático de la ONU. El acuerdo pretende dirigir la acción climática en el sector de la moda e incluye otras iniciativas para completar este objetivo de modo que permita incrementar la acción climática.

El director ejecutivo de PUMA, Bjorn Gulden, ha reconocido que son conscientes de que más del 90% de la huella de carbono de PUMA está siendo generada en la cadena de suministro. «Si queremos reducir las emisiones en nuestra cadena de suministro, tenemos que trabajar juntos con nuestros proveedores», reconoció. «El Estatuto de la Industria de la Moda para la Acción Climática proporciona un esfuerzo colectivo de la industria para apoyar los objetivos del Acuerdo del Clima de París. Apreciamos que la oficina de Cambio Climático de la ONU haya establecido una plataforma global y llame a través nuestro a la industria de suministros a sumarse a la iniciativa», añadió.

Por su parte, el director ejecutivo de H&M, Karl-Johan Persson, ha celebrado que este compromiso va sobre como la industria de la moda unida está realizando un importante trabajo climático. «Nuestra industria tiene un alcance global y solo juntos podemos crear el cambio urgente que se necesita», ha apostillado. A principios de 2018, líderes de la moda dieron forma voluntariamente a un movimiento climático a través de las discusiones en grupo dirigidas por PUMA y H&M. Este compromiso constituye una llamada de atención a la industria global de la moda para suscribir la acción climática.

Con este acuerdo, los directores ejecutivos y los presidentes de estas organizaciones confirmaron su compromiso para abordar el cambio climático y su disposición a redoblar su colaboración hacia dentro y más allá de los sectores de la moda hacia un futuro limpio y bajo en emisiones. La industria de la moda abarca también al sector textil, piel, calzado, ropa y la producción de materias primas y la manufactura de prendas, accesorios y calzado para su distribución y consumo ha tenido a lo largo del tiempo una cadena de suministro y una producción intensiva en energía.

El director ejecutivo de Burberry, Marco Gobbetti, destacó que la compañía está orgullosa de haber firmado este compromiso. «Mientras nos comprometemos con ser neutros en carbono en nuestras operaciones, el objetivo de lograr una reducción del 30% en las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria de la moda a nivel global en 2030 requerirá innovación y colaboración. «Trabajando juntos con otros firmantes, podemos lograr un cambio sistemático y construir un futuro más sostenible», ha manifestado. Por su parte, la diseñadora Stella McCartney, cree que el cambio climático es sin duda uno de los mayores retos, si no el mayor, de esta vida.

España mejora algo sus políticas contra el cambio climático pero sigue teniendo un rendimiento bajo, según el índice CCPI 2019

Europa Press.– España ha subido del puesto 38 al puesto 36 en la clasificación del Índice de Actuación frente al Cambio Climático 2019 (CCPI), gracias especialmente al nuevo impulso en la ambición climática y las energías renovables, con las políticas y legislación introducidas después del cambio de gobierno, según ha apuntado SEO/BirdLife.

Sin embargo, la organización advierte de que los últimos datos disponibles a nivel estatal indican que, a finales de 2017, las emisiones «seguían la preocupante tendencia al alza de los últimos años». «Felicitamos al nuevo Gobierno por las iniciativas de los últimos meses que han hecho que España suba ligeramente en la clasificación este año, pero para seguir esta tendencia y convertirse en un auténtico líder climático se tiene que avanzar con decisión en varios frentes, en competencias de casi todo el Gobierno y de las autonomías y municipios», ha señalado el responsable de Cambio Climático de SEO/BirdLife, David Howell.

Para SEO/BirdLife, los deberes «clave» en el 2019 son aprobar una Ley de Cambio Climático y Transición Energética ambiciosa, junto con un Plan Nacional Integral de Energía y Clima; aprobar una Estrategia de Transición Justa y una Estrategia a Largo Plazo para reducir las emisiones a neto cero para mediados de siglo; y avanzar en la eficiencia energética de los edificios, el transporte de emisiones cero y la economía circular.

En este sentido, la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, ha destacado que los deberes «son claros», tanto para el Gobierno como para todas las fuerzas políticas; las comunidades autónomas y municipios; los sectores económicos; y la sociedad civil. «Si España apuesta fuerte por la transición energética y la descarbonización, y si lo hace de forma justa y de acuerdo con principios de buena gobernanza y transición justa y ecológica, empezará a contestar a las preocupaciones principales de la sociedad española«, ha defendido la experta, al tiempo que ha instado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «a tomar la iniciativa».

El Índice de Actuación frente al Cambio Climático 2019 (CCPI), realizado por Germanwatch y el Instituto New Climate junto con la Red de Acción Climática (CAN), refleja que, después de 3 años consecutivos de emisiones de dióxido de carbono estables, estas han vuelto a aumentar. Además, muestra que «sólo unos pocos países» han comenzado a implementar estrategias para limitar el calentamiento global por debajo de 2 o incluso 1,5ºC. El CCPI señala que, aunque se ha producido un crecimiento continuo de la energía renovable, especialmente en los países que antes tenían una baja puntuación, hay una «falta de voluntad política» en la mayoría de los gobiernos para eliminar los combustibles fósiles a la velocidad necesaria.

No aparece la voluntad política

En base a los desarrollos tecnoeconómicos de los últimos años, según ha señalado el coautor del CCPI en Germanwatch, Jan Burck, el retraso en la implementación de soluciones con bajas emisiones de carbono «difícilmente puede justificarse». «Si bien la cumbre del G20 ha demostrado un fuerte apoyo de 19 países al Acuerdo de París, la voluntad política de esos gobiernos para su implementación nacional aún no se refleja», ha criticado.

Por su parte, el profesor y coautor del Instituto NewClimate, Niklas Höhne, ha destacado que, antes de París, el mundo se dirigía a 4-5 grados centígrados de calentamiento global. «Ahora todavía estamos en un camino a más de 3 grados, lo que representa una perspectiva catastrófica. Eso a pesar de que los costes de la electricidad producida por la energía eólica y solar se han reducido en casi un tercio desde entonces, para que todos los países puedan aumentar el ritmo de instalación«, ha precisado.

En este sentido, el coeditor del CCPI, Stephan Singer, de Climate Action Network, ha subrayado que la brecha entre los niveles de emisión actuales y lo que se necesita para encaminar al mundo a una ruta por debajo de 2ºC o incluso 1,5ºC, «se está ampliando». «También estamos viendo una brecha creciente en el liderazgo en un momento en que los países deben fortalecer el régimen climático. Es muy importante que la Unión Europea mejore su compromiso climático actual para mostrar liderazgo», ha apuntado Singer.

Con clasificaciones buenas en emisiones y energías renovables, Suecia lidera el ranking, seguido por Marruecos, que aumentó significativamente su participación en la capacidad de energía renovable y tiene un ambicioso objetivo climático nacional. India avanza gracias a las renovables, niveles comparativamente bajos de emisiones per cápita y un objetivo de mitigación relativamente ambicioso para 2030. Por el contrario, Alemania vuelve a caer, desde el 22 al 27 (sus emisiones no disminuyen desde 2009), y obtiene una calificación media con respecto a la energía renovable y la política climática; y China sube al 33 por la tendencia descendente de emisiones de 2014 a 2016, con un exitoso plan de apoyo a la energía renovable, aunque comenzaron a aumentar de nuevo recientemente.

En el grupo de países con muy bajo rendimiento en ambición climática aparecen casi la mitad de los países del G20: Japón, Turquía, Rusia, Canadá, Australia, Corea, Estados Unidos y Arabia Saudí. Los expertos de Estados Unidos han calificado como «muy baja» la política climática de la Administración Trump, aunque resaltan algunas señales positivas debido a la acción climática en varios estados y ciudades, debido al impulso que los demócratas prometen con su nueva mayoría en la Cámara de Representantes.

Las emisiones globales de CO2 crecen a medida que el carbón avanza y a pesar de que las renovables aumentan

Europa Press.– Las emisiones globales de combustibles fósiles van camino de aumentar por segundo año consecutivo por el creciente consumo energético, según nuevas estimaciones del Proyecto Global de Carbono, una iniciativa liderada por Rob Jackson, de la Universidad de Stanford (Estados Unidos).

«Pensamos, tal vez esperábamos, que las emisiones habían alcanzado su punto máximo hace unos años», afirma Jackson, profesor de Ciencias del Sistema de la Tierra en la Escuela de Energía y Ciencias del Medio Ambiente de Stanford. «Después de dos años de crecimiento renovado, eso fue una ilusión», añade. El informe del Proyecto Global de Carbono, El crecimiento global de la energía está superando la descarbonización, se publica en Environment and Precourt Institute for Energy.

El equipo estima que las emisiones globales de dióxido de carbono procedentes de fuentes de combustibles fósiles, que representan aproximadamente el 90% de todas las emisiones de las actividades humanas, alcanzarán un nivel récord de poco más de 37.000 millones de toneladas en 2018, un aumento del 2,7% sobre la producción de emisiones en 2017, frente al 1,6% de crecimiento del año anterior. «La demanda mundial de energía está superando el poderoso crecimiento de las energías renovables y la eficiencia energética», lamenta Jackson, quien también es miembro principal del Instituto para el Medio Ambiente de Stanford y del Instituto de Energía Precourt. «El reloj no se detiene en nuestra lucha por mantener el calentamiento por debajo de 2 grados», advierte.

En Estados Unidos, se proyecta que las emisiones de dióxido de carbono aumentarán un 2,5% en 2018 después de una década de declives. Los culpables del aumento incluyen un clima que incrementó las necesidades energéticas de calefacción y refrigeración, así como un creciente apetito por el petróleo frente a los bajos precios del gas. «Estamos conduciendo más millas en coches más grandes, cambios que están superando las mejoras en la eficiencia de los combustibles de los vehículos», explica Jackson. En general, el uso de petróleo en Estados Unidos va a aumentar más del 1% este año en comparación con 2017.

Sin embargo, el consumo de un combustible fósil ya no sigue aumentando: el carbón. El estudio muestra que el consumo de carbón en Canadá y Estados Unidos ha disminuido en un 40% desde 2005. «Las fuerzas del mercado y el impulso por un aire más limpio están empujando a los países hacia el gas natural, la energía eólica y solar. Este cambio no solo reducirá las emisiones de CO2, sino que también salvará vidas perdidas por la contaminación«, celebra Jackson.

Sin embargo, el estudio muestra que las energías renovables están en gran medida como complementos a las fuentes de energía de combustibles fósiles, en particular el gas natural, en lugar de reemplazarlas. «No es suficiente para que las energías renovables crezcan. Necesitan desplazar los combustibles fósiles. Hasta ahora, eso está sucediendo con el carbón, pero no con el petróleo o el gas natural«, apunta Jackson.

Los investigadores advierten que el aumento en el uso del carbón en regiones donde grandes partes de la población carecen de acceso a una electricidad fiable podría superar los fuertes recortes en el uso de carbón en otros lugares. Se proyecta que las emisiones de India, por ejemplo, crezcan un 6% este año a medida que el país compite por construir nuevas plantas de energía para las necesidades industriales y de los consumidores. «Están construyendo todo, eólico, solar, nuclear y carbón, muy rápido«, describe Jackson.

La demanda de energía está aumentando en todo el mundo. «Es la primera vez en una década que las economías de prácticamente todos los países están creciendo», señala Jackson. Según el estudio, el mayor cambio en las emisiones de carbono de este año en comparación con 2017 es un aumento sustancial tanto en el consumo de energía como en las emisiones en China. Después de 4 años de emisiones estables en medio de la presión para mejorar la calidad del aire, ahora pisa el acelerador.

El crecimiento económico mundial ha aumentado la demanda de hierro, acero, aluminio y cemento fabricado en China. Mientras tanto, una reciente desaceleración en la propia economía de China hizo que el país cambiara su enfoque hacia el desarrollo energético. «China está impulsando proyectos de carbón que estaban en suspenso», apunta Jackson. Como resultado, se espera que sus emisiones aumenten un 5% en 2018, en comparación con un incremento de aproximadamente un 3,5% el año anterior.

Las estimaciones de este año de alguna manera marcan un retorno a un viejo patrón, en el que las economías y las emisiones suben más o menos en sincronía. Sin embargo, la historia reciente sugiere que los dos pueden desacoplarse. Desde 2014 hasta 2016, las emisiones se mantuvieron bastante constantes a pesar del crecimiento del producto interno bruto mundial, en gran parte gracias al reducido uso de carbón en Estados Unidos y China, la mejora de la eficiencia energética y la expansión de la energía renovable en todo el mundo.

«Podemos tener un crecimiento económico con menos emisiones», afirma la científica climática Corinne Le Quéré, de la Universidad de East Anglia (Inglaterra) y autora principal del artículo en Datos del Sistema Terrestre de la Tierra. «No hay duda sobre eso», añade. Durante la última década, al menos 19 países, incluidos Dinamarca, Suiza y Estados Unidos, redujeron las emisiones de dióxido de carbono de fuentes fósiles mientras sus economías crecieron. En 2019, a menos que haya una recesión económica mundial, los investigadores anticipan que las emisiones de dióxido de carbono aumentarán aún más a pesar de la urgencia de revertir el curso. «Necesitamos emisiones para estabilizar y una tendencia rápida hacia la línea cero», afirma Jackson.

Pedro Sánchez asegura que España alcanzará las cero emisiones de CO2 en 2050 y que será «pionera» en transición justa

Europa Press.- Greenpeace ha animado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a actuar «en consonancia» con sus anuncios y que acelere la transición energética después de que haya asegurado que España reducirá sus emisiones invernadero en un 37% en 2030 y «al menos» un 90% en 2050 para luchar contra el cambio climático, con una estrategia de transición «pionera» para asumir el reto, pero teniendo en cuenta a los colectivos más vulnerables.

En este sentido, Sánchez ha anunciado que España se ha adherido a la declaración impulsada por el presidente de Austria y anima a otros países a sumarse porque en la actualidad el planeta está «lejos» de cumplir los objetivos de clima adoptados en 2015 en el Acuerdo del Clima de París. Eso sí, ha señalado que es consciente de los efectos de la descarbonización en algunos colectivos y, por ello, ha anunciado que España va a ser «pionera» en el diseño de una estrategia de transición justa que tenga en cuenta el impacto en zonas más específicas y muy en particular en las comarcas mineras.

Para Sánchez, este es el momento de «fortalecer» el multilateralismo y poner en marcha los compromisos adquiridos y avanzar en la plena aplicación de los Acuerdos del París. «La hoja de ruta es clara: reducción de emisiones, desarrollo económico sostenible y justo, inclusivo y sociedades adaptadas al cambio climático«, ha resumido el presidente. A su juicio, la cumbre de Katowice debe suponer un antes y un después para sentar las bases de una visión «más ambiciosa» para asumir «mayores responsabilidades».

En ese sentido, indicó que su Gobierno quiere ir «más allá» de estos compromisos porque España es un país «vulnerable» al cambio climático. Así, en el marco de la coalición para la neutralidad del carbón, ha confirmado la voluntad de reducir a cero las emisiones netas en 2050 y quiere movilizar 900 millones de euros anuales a partir de 2020. Asimismo, ha añadido que la apuesta de su Ejecutivo es por la eficiencia, energías renovables y movilidad eléctrica para lo que se fijarán «objetivos claros y ambiciosos» para los años 2020, 2030 y 2050 porque, en su opinión, se necesita dar certidumbre y confianza «no solo» a los inversores económicos, sino «especialmente» a los ciudadanos.

En concreto, resaltó que su propuesta es reducir un 37% las emisiones en 2030 y al menos un 90% en 2050, para alcanzar la neutralidad de carbono. «La calidad del aire, el impacto sobre los colectivos más vulnerables y la modernización de la industria son motores de nuestro compromiso», ha defendido. Sánchez quiere aprobar un paquete de medidas para luchar contra el cambio climático y trabajar en una senda «viable» de descarbonización de la economía pero es consciente del impacto de estas medidas en territorios, sectores y los colectivos más expuestos, algo que se paliará con la estrategia de transición justa «pionera» que tendrá en cuenta el impacto en zonas «más específicas» y «muy en particular» en las comarcas mineras.

Del mismo modo, ha mostrado el apoyo a la declaración sobre solidaridad y transición justa presentada y que cuenta con el apoyo de las principales organizaciones sindicales a nivel internacional. «El momento es ahora. España tiene clara su elección, que es actuar por una transición inaplazable, urgente y que solo dará frutos si todos actuamos desde la honestidad, el sentido común y la responsabilidad. Debemos elegir, seguir en la inacción o actuar conjuntamente frente a la tentación del repliegue mediante un liderazgo colaborativo», ha concluido.

Greenpeace: acelerar la transición energética

Por su parte, Greenpeace ha animado al presidente del Gobierno a actuar «en consonancia» y acelere la transición energética, ponga fecha de cierre de energías sucias y emita señales claras para impulsar las energías renovables. La ONG ha respondido así a la intervención de Sánchez, quien ha reconocido que no se están cumpliendo las metas marcadas, y celebra que el presidente califique el cambio climático como un desafío «real y urgente» frente al que hay que actuar de forma conjunta.

Respecto al anuncio de una transición ecológica justa pionera en España, Greenpeace le recuerda que el plan de transición debe establecer fechas para el cierre de las energías sucias y peligrosas; dar señales claras para incentivar las inversiones en energías renovables y para la protección ambiental, además de aumentar los planes de formación en las regiones afectadas por la transición.

La responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Tatiana Nuño, ha subrayado que además de justa la transición debe ser rápida porque no solo se trata de puestos de trabajo sino del «bienestar futuro» de las comunidades. «Los mejores trabajos están en un planeta vivo», destacó. Además, ve positivo la confirmación del apoyo de Sánchez a la declaración de Silesia sobre la transición justa y al llamamiento de la Presidencia europea de Austria para reclamar un aumento de la ambición climática en Europa.

Respecto a los objetivos futuros, Greenpeace ve «urgente» hacer todo lo posible por acercar el sistema eléctrico a un mix 100% renovable en 2030 y a reducir a cero las emisiones netas en 2040. Asimismo, le piden que el Plan Nacional de Energía y Clima incluya un calendario para el fin de las centrales nucleares cuando terminen sus licencias actuales de explotación y que 2025 sea el límite para cerrar las centrales térmicas de carbón.