España mejora algo sus políticas contra el cambio climático pero sigue teniendo un rendimiento bajo, según el índice CCPI 2019

Europa Press.– España ha subido del puesto 38 al puesto 36 en la clasificación del Índice de Actuación frente al Cambio Climático 2019 (CCPI), gracias especialmente al nuevo impulso en la ambición climática y las energías renovables, con las políticas y legislación introducidas después del cambio de gobierno, según ha apuntado SEO/BirdLife.

Sin embargo, la organización advierte de que los últimos datos disponibles a nivel estatal indican que, a finales de 2017, las emisiones «seguían la preocupante tendencia al alza de los últimos años». «Felicitamos al nuevo Gobierno por las iniciativas de los últimos meses que han hecho que España suba ligeramente en la clasificación este año, pero para seguir esta tendencia y convertirse en un auténtico líder climático se tiene que avanzar con decisión en varios frentes, en competencias de casi todo el Gobierno y de las autonomías y municipios», ha señalado el responsable de Cambio Climático de SEO/BirdLife, David Howell.

Para SEO/BirdLife, los deberes «clave» en el 2019 son aprobar una Ley de Cambio Climático y Transición Energética ambiciosa, junto con un Plan Nacional Integral de Energía y Clima; aprobar una Estrategia de Transición Justa y una Estrategia a Largo Plazo para reducir las emisiones a neto cero para mediados de siglo; y avanzar en la eficiencia energética de los edificios, el transporte de emisiones cero y la economía circular.

En este sentido, la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, ha destacado que los deberes «son claros», tanto para el Gobierno como para todas las fuerzas políticas; las comunidades autónomas y municipios; los sectores económicos; y la sociedad civil. «Si España apuesta fuerte por la transición energética y la descarbonización, y si lo hace de forma justa y de acuerdo con principios de buena gobernanza y transición justa y ecológica, empezará a contestar a las preocupaciones principales de la sociedad española«, ha defendido la experta, al tiempo que ha instado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «a tomar la iniciativa».

El Índice de Actuación frente al Cambio Climático 2019 (CCPI), realizado por Germanwatch y el Instituto New Climate junto con la Red de Acción Climática (CAN), refleja que, después de 3 años consecutivos de emisiones de dióxido de carbono estables, estas han vuelto a aumentar. Además, muestra que «sólo unos pocos países» han comenzado a implementar estrategias para limitar el calentamiento global por debajo de 2 o incluso 1,5ºC. El CCPI señala que, aunque se ha producido un crecimiento continuo de la energía renovable, especialmente en los países que antes tenían una baja puntuación, hay una «falta de voluntad política» en la mayoría de los gobiernos para eliminar los combustibles fósiles a la velocidad necesaria.

No aparece la voluntad política

En base a los desarrollos tecnoeconómicos de los últimos años, según ha señalado el coautor del CCPI en Germanwatch, Jan Burck, el retraso en la implementación de soluciones con bajas emisiones de carbono «difícilmente puede justificarse». «Si bien la cumbre del G20 ha demostrado un fuerte apoyo de 19 países al Acuerdo de París, la voluntad política de esos gobiernos para su implementación nacional aún no se refleja», ha criticado.

Por su parte, el profesor y coautor del Instituto NewClimate, Niklas Höhne, ha destacado que, antes de París, el mundo se dirigía a 4-5 grados centígrados de calentamiento global. «Ahora todavía estamos en un camino a más de 3 grados, lo que representa una perspectiva catastrófica. Eso a pesar de que los costes de la electricidad producida por la energía eólica y solar se han reducido en casi un tercio desde entonces, para que todos los países puedan aumentar el ritmo de instalación«, ha precisado.

En este sentido, el coeditor del CCPI, Stephan Singer, de Climate Action Network, ha subrayado que la brecha entre los niveles de emisión actuales y lo que se necesita para encaminar al mundo a una ruta por debajo de 2ºC o incluso 1,5ºC, «se está ampliando». «También estamos viendo una brecha creciente en el liderazgo en un momento en que los países deben fortalecer el régimen climático. Es muy importante que la Unión Europea mejore su compromiso climático actual para mostrar liderazgo», ha apuntado Singer.

Con clasificaciones buenas en emisiones y energías renovables, Suecia lidera el ranking, seguido por Marruecos, que aumentó significativamente su participación en la capacidad de energía renovable y tiene un ambicioso objetivo climático nacional. India avanza gracias a las renovables, niveles comparativamente bajos de emisiones per cápita y un objetivo de mitigación relativamente ambicioso para 2030. Por el contrario, Alemania vuelve a caer, desde el 22 al 27 (sus emisiones no disminuyen desde 2009), y obtiene una calificación media con respecto a la energía renovable y la política climática; y China sube al 33 por la tendencia descendente de emisiones de 2014 a 2016, con un exitoso plan de apoyo a la energía renovable, aunque comenzaron a aumentar de nuevo recientemente.

En el grupo de países con muy bajo rendimiento en ambición climática aparecen casi la mitad de los países del G20: Japón, Turquía, Rusia, Canadá, Australia, Corea, Estados Unidos y Arabia Saudí. Los expertos de Estados Unidos han calificado como «muy baja» la política climática de la Administración Trump, aunque resaltan algunas señales positivas debido a la acción climática en varios estados y ciudades, debido al impulso que los demócratas prometen con su nueva mayoría en la Cámara de Representantes.

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