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Benjumea alega que su indemnización para dejar la presidencia de Abengoa fue aprobada «con observancia estricta»

EFE / Servimedia.- Mientras el consejero de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta de Andalucía, José Sánchez Maldonado, asegura que Abengoa «tiene un plan de futuro» y «lo pondrá en marcha», el expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, acusado de presunta administración desleal junto a otros cuatro exdirectivos de la compañía, defiende la legalidad de los 11,4 millones de euros que recibió tras su cese al ser una indemnización acordada por los órganos competentes «con observancia estricta».

Así lo hace constar Benjumea en su escrito de defensa, en el que expone que la comisión de retribuciones se apoyó «en todo momento» en un análisis de mercado para avalar tanto su indemnización como la del ex consejero delegado Manuel Sánchez Ortega, fijada en 4,5 millones, tras lo cual fueron aprobadas y comunicadas a la CNMV. El documento matiza que la cantidad fue estipulada en función del contrato mercantil suscrito entre las partes en febrero de 2015 y que modificó las condiciones vigentes desde la entrada de Benjumea en el grupo en 1984, lo que permitió reducir los baremos.

Acerca de la renuncia del expresidente como consejero, asegura que «no comportó reconocimiento de percepción alguna». Sobre su posterior contratación como asesor, aprobada el mismo día del cese, alega que «constituye praxis común en todas las grandes compañías» a fin de no generar vacíos que perjudiquen a la firma. En este sentido, afirma que el contrato «siempre se dirigió a conseguir el beneficio de Abengoa», razón por la que Benjumea «no ha percibido un solo euro» derivado de estos servicios.

La defensa ha solicitado la comparecencia en calidad de testigos de una decena de personas, entre ellas el vicepresidente del Banco Santander, Rodrigo Echenique, y el directivo de HSBC, Pablo López, al considerar que estas entidades habrían forzado la salida de Benjumea para proceder a la inyección de capital. También pide que testifiquen el exministro de Obras Públicas y consejero de Abengoa en la época, Josep Borrell; el expresidente ejecutivo de la compañía, José Domínguez Abascal, y el exdirector financiero de la empresa, Jesús García.

Según fuentes jurídicas, la causa, en la que también figuran el expresidente Antonio Fornieles, la expresidenta de la comisión de retribuciones, Mercedes Gracia, y la exconsejera Alicia Velarde, permanece a la espera de que la Audiencia Nacional fije el calendario de sesiones. Todo ello después de que la juez Carmen Lamela decretase la apertura de juicio en un auto en el que también requería a los acusados para que presentasen de forma solidaria una fianza por responsabilidad civil de 3,4 millones, cuantía que, según las mismas fuentes, fue satisfecha por todos a excepción de Benjumea.

Aunque el frente judicial para la antigua cúpula de la multinacional sigue abierto en la misma Audiencia Nacional, donde el juez Ismael Moreno instruye otra querella de la Plataforma de Perjudicados por Abengoa, interpuesta por los abogados Felipe Izquierdo y Eliseo Martínez por supuesto delito societario y falsedad en la inversión. Concretamente, denuncian que los administradores, a pesar de tener un presunto «pleno conocimiento» de la situación de Abengoa, ordenaron la confección de unos estados contables que «arrojaban unas óptimas cifras contrarias a la realidad». Del mismo modo, apuntan que «falsearon la información económica que Abengoa debía publicar», con lo que atrajeron inversores y financiación.

Fuentes de la Plataforma avanzaron su intención de ampliar las pesquisas a todos los miembros del Consejo entre 2014 y 2016, a la firma auditora Deloitte, así como a Abengoa como persona jurídica, una vez avance la instrucción. La Plataforma también estudia incluir en su querella la presunta comisión de delitos de estafa y falseamiento de información relevante, aunque, por ahora, continúa pendiente de recibir la documentación requerida por el juez a entidades y organismos varios a fin de esclarecer la situación de la multinacional.

«Abengoa tiene plan de futuro»

Por su parte, el consejero andaluz, José Sánchez Maldonado, indicó que «no he dejado de hablar con los responsables de la empresa y «no va a haber muchos más despidos ni pérdidas de empleo de las que ya se han producido». Según Sánchez Maldonado, el plan de futuro de Abengoa se centrará en cuatro líneas de actuación, aunque no detalló el contenido de las mismas. Sánchez Maldonado calificó a Abengoa de empresa «emblemática» y manifestó su confianza en que «volverá a resurgir, puesto que estoy convencido de la capacidad de sus actuales dirigentes de llevar a buen puerto de nuevo la empresa y su crecimiento».

Isolux negocia con sus bancos accionistas una inyección de 200 millones de euros

Europa Press.- Isolux Corsan negocia actualmente con sus tres primeros bancos accionistas una inyección de entre 200 y 250 millones de euros con el fin de garantizarse la liquidez necesaria para el desarrollo de los proyectos que tiene en marcha la empresa y asegurar su viabilidad, según indicaron fuentes financieras. Las entidades con las que la firma de construcción e ingeniería negocia esta aportación son Santander, Bankia y CaixaBank, según adelanta el diario Expansión.

Isolux apela de nuevo a la banca cuando aún no hace un año, en julio de 2016, la compañía pactara un plan de rescate de unos 2.100 millones de euros con sus bancos acreedores. La materialización del plan concluyó a finales del pasado año, mediante la toma de control de la compañía por parte de los bancos, al canjear por acciones el grueso de la deuda, unos 1.400 millones de pasivo. En virtud de esta operación, CaixaBank, Santander y Bankia se convirtieron en primeros accionistas de la compañía con participaciones del 14,3%, el 9,5%, el 6,5% respectivamente, si bien entraron también una veintena de entidades.

Tras cerrar este rescate, la compañía actualmente presidida por Nemesio Fernández Cuesta se centra en retomar su actividad de construcción e ingeniería, enfocándose en proyectos internacionales. En paralelo, el grupo sigue trabajando en el programa de desinversiones de activos no estratégicos que incluye su plan estratégico, con el fin de lograr recursos con los que pagar parte de su deuda, el denominado tramo B, de unos 750 millones. Así, tras vender un parque eólico en Argentina y la filial de plantas fotovoltaicas T-Solar, trabaja para desprenderse del resto de activos en los que tiene colgado el cartel de se vende, como un conjunto de líneas de transmisión eléctrica de Brasil.

El Gobierno apoyará a la nueva Abengoa con 153,5 millones de euros en avales de Cesce

EFE / Servimedia.- El Gobierno quiere apoyar a la nueva Abengoa y por eso la aseguradora de mayoría pública Cesce ofreció avalar proyectos de la ingeniería andaluza en el exterior por un máximo de 153,5 millones de euros. La aseguradora Cesce, en la que el Estado posee el 50,1%, comunicó a la banca acreedora que está dispuesta a asegurar parte del riesgo que las entidades asumirán con proyectos de la nueva Abengoa en el exterior, siempre que se consiga el visto bueno a su plan de reestructuración.

Según fuentes próximas al proceso, Cesce recibió a finales de julio una solicitud de aval de proyectos de la nueva Abengoa en el exterior, que se consideran «imprescindibles» para que la compañía siga adelante. Se trataba de proyectos seleccionados por la propia Abengoa y los bancos, algunos ya en cartera, entre ellos la central termosolar de Atacama, ubicada en el desierto chileno, uno de los proyectos más relevantes de Abengoa y el mayor complejo solar de América Latina, y otros nuevos, cuyos riesgos requieren avales por importe de 307 millones, 209 millones nuevos y 98 refinanciados. Teniendo en cuenta que Cesce asegura el 50% de esos avales, esto se traduciría en 153,5 millones de euros. 50 serán para nuevas licitaciones.

En una misiva dirigida a los bancos acreedores de Abengoa, Banco Popular, Banco Santander, Bankia, Credit Agricole y CaixaBank, Cesce muestra su voluntad de seguir apoyando a la compañía ya que afirma que existe «la mejor disposición» para valorar su participación como asegurador de futuras operaciones. No se trata de una oferta de seguro ni de un compromiso en firme de cobertura por parte de Cesce, pero sí de una muestra de apoyo a la continuidad de la nueva Abengoa una vez haya finalizado su reestructuración y se homologue judicialmente.

Aval a precios de mercado

Eso sí, Cesce aclara que las operaciones para las que se solicite aval se presentarán una a una, se discutirán en los correspondientes comités, serán aprobadas por la banca y a precios de mercado. Igualmente deberán cumplir las normas españolas, de la Unión Europea y de cualquier otra normativa que le resulte de aplicación en el ejercicio de su actividad.

Al margen de este ofrecimiento, la exposición de Cesce a Abengoa era ya de 206 millones de euros con datos de septiembre, la mayor parte, 115 millones de euros en avales y el resto en crédito comprador. Abengoa, inmersa en un preconcurso de acreedores desde noviembre de 2015, debe lograr este mes el apoyo del 75% de sus acreedores al plan de reestructuración y la homologación judicial para evitar la quiebra. Ese acuerdo de reestructuración prevé la inyección de 1.170 millones de euros y la dilución de los actuales accionistas.

Las mismas fuentes indicaron que Cesce no va a inyectar dinero, «porque no es el ICO» y añadieron que avalaran técnicamente los proyectos que hay en cartera, los nuevos que pueda conseguir Abengoa «para que consiga una carga de trabajo suficiente durante los primeros meses o años, una vez superada la reestructuración«. Respecto a las fechas previstas, señalaron que «muchos proyectos están en la cartera y no sería ilógico que los presentasen relativamente rápido» y añadieron que «según nos los vayan presentando los iremos licitando».

Asimismo, indicaron que «va a depender de cada aval, de cada estudio y de cada condición, pero en principio son proyectos que han sido seleccionados por Abengoa y por la banca acreedora como los proyectos más sólidos y claros que tienen en su cartera». Por tanto, «hemos demostrado nuestra predisposición favorable». Ante la posibilidad de la entrada en un procedimiento concursal, comentaron que no tienen por qué perder todo el dinero «porque habitualmente, cuando una empresa entra en quiebra, con los avales lo que ocurre es que podría aparecer una tercera empresa que se lleve el aval y se traspase».

Avangrid (Iberdrola) logra un crédito sindicado de 1.300 millones de euros

EFE.- Avangrid, la filial de Iberdrola cotizada en Estados Unidos, logró un crédito sindicado de 1.500 millones de dólares (unos 1.300 millones de euros). Este préstamo supone una reconfiguración de tres créditos existentes, por valor de 1.300 millones de dólares, con lo que mejora las condiciones y extiende los vencimientos de esta deuda, al tiempo que aporta 200 millones adicionales para desarrollar su plan estratégico.

El vencimiento del nuevo crédito, que tiene carácter multiempresa y abarca también a otras sociedades en los Estados Unidos, se fija en 2021, frente a las fechas anteriores, que oscilaban entre 2016 y 2019. El préstamo tuvo una sobresuscripción del 50% y en él han participado 19 entidades financieras, en su mayoría grandes bancos internacionales. Avangrid tiene previsto desarrollar proyectos de transporte en Nueva York e instalar 750 nuevos megavatios renovables en los próximos años.

Abengoa logra el apoyo del 75,04% de los acreedores para evitar que el juez declare el concurso

Redacción / Agencias.– Abengoa logró el respaldo del 75,04% de los acreedores financieros para solicitar en el Juzgado de lo Mercantil de Sevilla la homologación del contrato de standstill o prórroga en el proceso de negociación de reestructuración financiera y evitar de esta forma que se declare el concurso. De este modo, la compañía superó la mayoría requerida por la ley, que establece un límite del 60%, según comunicó la firma sevillana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

No obstante, de conformidad con las previsiones del contrato de standstill, podrán adherirse nuevos acreedores hasta la fecha en la que el juez se pronuncie, por lo que podrá incrementarse el porcentaje de apoyo en los próximos días. «Es un paso clave en el proceso de reestructuración de Abengoa y permite a la compañía llevar a cabo el plan de viabilidad económica y financiera propuesto y que ya ha sido aceptado por los acreedores financieros, retomar el negocio con estabilidad y proteger su posición de liderazgo en los sectores de energía y medioambiente», según indicaron.

Abengoa agradeció la confianza depositada por sus empleados, acreedores, proveedores, clientes, asesores, así como a todos los stakeholders. «Gracias a su colaboración, la compañía será capaz de garantizar un negocio sólido y un nuevo marco operativo estable, sobre el cual crear valor y maximizar su tecnología y su pipeline, generando retorno económico para todos a largo plazo», resaltaron. Asimismo, la firma trabaja ya intensamente para cumplir con los objetivos establecidos en el redimensionamiento de la compañía, dotarla de la seguridad financiera necesaria y aportar el liderazgo y la gestión que permitan el desarrollo del potencial operativo y financiero de la compañía, así como su crecimiento y la generación de beneficios.

Fuentes conocedoras del proceso señalaron que si el juez concede el aplazamiento, el proceso será continuar desarrollando la documentación legal del preacuerdo alcanzado. Después se someterá a la consideración de los acreedores y se pedirá su voto a favor para presentarlo al juzgado durante los próximos 4 o 6 meses. Posteriormente, Abengoa tendrá que solicitar la celebración de una junta de accionistas para su aprobación. Parece que la compañía va cumpliendo plazos tras cerrar un acuerdo con bancos y bonistas tenedores de cerca del 40% de la deuda y lograr que este porcentaje se elevara al 75% necesario para que prospere el acuerdo de reestructuración.

Compañía en manos de acreedores

Por tanto, este acuerdo ya cuenta con el apoyo expreso de importantes fondos de inversión y que dejará reducida al 5% la participación de los actuales accionistas. Al margen de los actuales accionistas, que dispondrán de la opción de elevar su participación al 10% en la Nueva Abengoa, el acuerdo incluye además una inyección de entre 1.500 y 1.800 millones de euros en 5 años y cuyos partícipes tendrán derecho al 55% del capital. En cuanto a los actuales acreedores, tendrán un 30% en la Nueva Abengoa, después de sufrir una quita del 70%. En este grupo figura el grupo de los bancos implicados en las negociaciones, inicialmente conocido como G-7, además de los bonistas.

La prórroga se solicita en el juzgado de Sevilla después de que Abengoa suscribiese un préstamo de 137 millones de euros con un grupo de bonistas que permitirá cubrir sus necesidades de liquidez más inmediatas, entre ellas las relacionadas con el pago de las nóminas y a los proveedores. Como ya ocurrió en la concesión de las dos anteriores líneas de liquidez, Abengoa presentó como garantía acciones de su participada Atlantica Yield, en la que es el principal accionista. En esta ocasión, ha otorgado una prenda sobre el 14,3% del yield cotizado en Nueva York.

Reunión con sindicatos este martes

Por otro lado, la dirección de Abengoa mantendrá este martes una reunión con los sindicatos CCOO y UGT para trasladarles los detalles del acuerdo alcanzado con los acreedores y que evita el concurso de la compañía andaluza. El encuentro tendrá lugar en Madrid a las 16.00 horas y acudirán los secretarios de Política Industrial y Energía de CCOO de Industria, Juan Carlos Álvarez Liébana y Ángel Muñoa; y el secretario de Negociación Colectiva y Salud Laboral de MCA-UGT, Jesús Ordóñez. Los citados dirigentes sindicales serán recibidos por el director de Recursos Humanos de Abengoa en la sede de la compañía.

Los sindicatos esperan recibir información sobre los términos del contrato que alcanzó con la mayoría de acreedores y cómo afectará a los trabajadores. MCA-UGT recuerda que en anteriores encuentros con la dirección de Abengoa, ésta basaba dicho proyecto en un plan industrial; «un proyecto que los sindicatos esperamos conocer con suficiente detalle». CCOO espera «recibir toda la información posible» por parte de Abengoa sobre la «envergadura y los efectos del plan industrial y de viabilidad».

Abengoa recibirá entre 1.500 y 1.800 millones de euros para su reestructuración tras un principio de acuerdo con sus acreedores

Servimedia / EFE.- Abengoa y sus acreedores llegaron a un principio de acuerdo, en virtud del cual prestarán a la compañía una cantidad entre 1.500 y 1.800 millones de euros de crédito nuevo por un plazo máximo de 5 años. Además, los financiadores, fundamentalmente fondos propietarios de bonos, tendrían derecho a recibir un 55% del capital social de Abengoa y la citada financiación tendría un rango superior a la deuda antigua y estaría garantizada con determinados activos, incluyendo acciones libres de Atlántica Yield.

La compañía trasladó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) “las bases para un acuerdo de restructuración de su deuda financiera y su recapitalización”, acordado con un conjunto de acreedores compuesto por bancos y tenedores de bonos. La sociedad subrayó que «las citadas bases contienen los elementos esenciales para alcanzar un futuro acuerdo de reestructuración que, en todo caso, estará sujeto a que se alcance el porcentaje de adhesiones que requiere la ley», por lo que tiene 18 días para sumar apoyos entre los bonistas y la banca que equivalgan al menos al 75% de su deuda y articular el acuerdo definitivo que evite el concurso de acreedores.  Por tanto, aunque no hay acuerdo definitivo éste es «inminente».

La empresa afronta así el sprint final para lograr adhesiones y cerrar todos los aspectos legales y financieros. Aunque lo más difícil ya está hecho, puesto que en el acuerdo figuran los dueños del 40% de su deuda a través de tenedores de fondos y bancos, la empresa debe lograr ese 75% que fija la ley y articular el acuerdo definitivo. Para ello, cuenta con unas dos semanas que se quedan en 10 días hábiles, con la Semana Santa de por medio, antes del plazo límite del 28 de marzo, cuando se cumplen los 4 meses que la ley da en el periodo de preconcurso.

Así queda el capital social

El acuerdo dibuja la nueva estructura de capital de Abengoa y articula los mecanismos para las inyecciones de liquidez que le permitan seguir funcionando. Para empezar, un 55% pasará a manos de los que aporten la nueva inyección de liquidez, entre 1.500 y 1.800 millones que serán aportados fundamentalmente por fondos tenedores de bonos. En el acuerdo se recoge también que el importe de la deuda antigua objeto de capitalización se correspondería con un 70% de su valor nominal. Dicha capitalización otorgaría el derecho a suscribir un 35% del nuevo capital. Por ello, un 35% quedará en manos de los actuales acreedores (banca y bonistas). Asimismo, otro 5% irá a los que aporten avales necesarios por 800 millones de euros.

Por su parte, la deuda financiera correspondiente a las líneas de liquidez concedidas al grupo con fecha 23 de septiembre y 24 de diciembre de 2014 por un importe total de 231 millones de euros (más gastos financieros devengados) será objeto de refinanciación mediante la extensión de su plazo por dos años. Esta deuda estaría garantizada con las acciones de Atlántica Yield y sería objeto de amortización anticipada en caso de venta de las acciones esta sociedad o emisión de un canjeable sobre dichas acciones. El preacuerdo establece una partida por valor de entre 100 y 110 millones de euros en un crédito para las necesidades de la compañía que se hará efectivo este marzo.

Finalmente, al término del proceso de reestructuración, los actuales accionistas ostentarían una participación del 5% restante en el capital social. Entre esos accionistas, está Inversión Corporativa, la sociedad de la familia Benjumea, cuya participación del 51% quedará en alrededor del 2,5%. Eventualmente, podrían aumentar dicha participación en un porcentaje a acordar no superior a un 5% adicional, en caso de que en un plazo de 5 años se haya satisfecho en su totalidad tanto las cantidades adeudadas en virtud de la nueva financiación que se aportase en el marco de la reestructuración como la deuda existente, incluyendo sus costes financieros.

Además, se prevé unificar en una sola las dos clases de acciones de Abengoa existentes en la actualidad. Las acciones B de Abengoa, las más líquidas, cayeron un 12,67% en bolsa, hasta los 0,317 euros, tras dos sesiones de fuertes subidas que anticipaban el acuerdo. Abengoa, con pérdidas de 1.213 millones en 2015, se acogió al preconcurso de acreedores el pasado noviembre, asfixiada por graves problemas de liquidez con una deuda bruta de 9.395 millones de euros y pagos pendientes a proveedores por 4.379 millones.

KPMG propone que los acreedores inyecten 1.800 millones de euros en Abengoa, cuyos títulos se disparan un 30% en Bolsa

Redacción / Agencias.- Los títulos B de Abengoa subieron un 29,64% en Bolsa ante lo que parece un acuerdo «inminente» entre empresa y acreedores (banca y bonistas) que permita evitar el concurso y garantizar su viabilidad. En este sentido, KPMG plantea que los acreedores de Abengoa inyecten entre 1.500 millones y 1.800 millones de euros en la compañía como parte del plan de refinanciación para evitar que la empresa entre en concurso de acreedores, según indicaron fuentes financieras.

La firma, que representa a los bancos acreedores en el proceso de negociación, considera que las aportaciones podrían realizarse a través de distintas fórmulas, entre las que figuran créditos o bonos. El diario Expansión, que adelanta esta información, señala que esta cantidad es superior a los cerca de 1.000 millones de euros inicialmente barajados y que a las entidades que inyecten este capital les corresponderá el 55% de la Nueva Abengoa, frente al 45% de las que realicen la quita.

Los actuales accionistas mantendrían, conforme a este planteamiento, un 5% del capital, frente al 51% de la actualidad. Abengoa y sus acreedores están acelerando esta semana el plan de viabilidad global para la compañía, que ultima la propia KPMG, así como la inyección de liquidez inmediata que necesita el grupo para cubrir sus necesidades durante el periodo del preconcurso de acreedores. El proceso se ha desbloqueado después de que el principal accionista de Abengoa, Felipe Benjumea, desistiera en sus intenciones de mantener una participación de control en la Nueva Abengoa.

El acuerdo parece más próximo después de despejarse durante la semana pasada algunos escollos que mantenían estancadas las negociaciones. Unos escollos que giraban en torno a la participación que Inversión Corporativa, la sociedad de la familia Benjumea. Junto a esto, también se despejó el camino con la salida definitiva del expresidente Felipe Benjumea del grupo y que llevó aparejada la sustitución del presidente: Antonio Fornieles asumió el cargo hasta entonces ocupado por José Domínguez Abascal.

El plan global es vital para abordar la reestructuración que deberá discutirse por todas las partes, en busca de un consenso antes del plazo límite del 28 de marzo que permita a la compañía esquivar el concurso de acreedores. Las necesidades de liquidez para la continuidad de las operaciones de Abengoa apremian. La más inmediata es la de 165 millones de euros que necesita para cubrir las necesidades de la compañía durante el periodo del preconcurso de acreedores y que se negocia con los bonistas.

Esta liquidez deberá llegar también con el visto bueno de la banca ya que, además de estar vinculada a unos fuertes intereses, tiene la condición para su desembolso de compartir las garantías que poseen las entidades financieras en Atlantica Yield (antigua Abengoa Yield). Además, en su plan de viabilidad, la compañía cifra unas necesidades de liquidez de 826 millones de euros para este año y de 304 millones de euros para el próximo. Asimismo, estima otras necesidades de garantías técnicas para poder iniciar pedidos por unos 525 millones de euros.

Sus acciones suben un 30%

Los títulos B de Abengoa subieron un 29,64% en Bolsa y terminaron la sesión en 0,363 euros, con lo que recuperan niveles de principios de diciembre, días después de la presentación del preconcurso. Las acciones clase A se han revalorizado un 26,42%. El plan de reestructuración de Abengoa prevé la reducción a un tercio de la deuda mediante diversas opciones, entre ellas la capitalización de préstamos, que daría a los acreedores el control. Abengoa, que comunicó unas pérdidas de 1.213 millones en 2015, se acogió al preconcurso de acreedores el pasado noviembre asfixiada por graves problemas de liquidez con una deuda bruta de 9.395 millones de euros y pagos pendientes a proveedores por 4.379 millones.

La compañía nombra nuevos vicepresidentes

Por su parte, el consejo de Administración de Abengoa comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) nuevos nombramientos en la vicepresidencia de la compañía, así como en otros órganos. En concreto, se ha aprobado el nombramiento como vicepresidente primero del Consejo de Joaquín Fernández de Piérola, que unirá este cargo al que actualmente ostenta de consejero delegado. Además, ha sido nombrado miembro de la Comisión de Inversiones en sustitución de José Domínguez.

Por su parte, la compañía también ha dado el visto bueno al nombramiento de Alicia Velarde como vicepresidenta segunda y consejera coordinadora. Además, Velarde será también presidenta de la Comisión de Auditoría y presidenta de la de Inversiones. Por otra parte, se cubrirá por cooptación la vacante existente en el consejo por el fallecimiento de José Luis Aya, nombrando consejero a la sociedad Inayaba, y designando como representante persona física a Ana Abaurrea. Asimismo, se le nombra miembro de la Comisión de Estrategia y Tecnología.

Abengoa presenta su plan financiero a la banca acreedora mientras pone en marcha una planta termosolar en Sudáfrica

Servimedia / EFE.- Abengoa, que puso en operación comercial la planta termosolar de torre Khi Solar One, en Sudáfrica y con una potencia instalada de 50 megavatios (MW), presentó a la banca acreedora denominada G-7 (Santander, BBVA, Bankia, Popular, Sabadell, HSBC y Crédit Agricole) su plan financiero. Según confirmaron fuentes de la negociación, la compañía andaluza ya entregó por tanto su plan de negocio y ahora su plan financiero, que está siendo analizado por las entidades.

Una vez puesto encima de la mesa el plan industrial, en el que se delimitan la rentabilidad de cada proyecto y el programa de desinversiones, la atención se centra ahora en un plan financiero que servirá de base para definir la futura estructura del grupo, un acuerdo que tendrá que lograrse antes del 28 de marzo para evitar el concurso de acreedores. Desde la presentación del preconcurso a finales del pasado noviembre, Abengoa trabaja en un plan de futuro para la compañía, que tendrá que ser consensuado con sus acreedores financieros, a los que adeuda casi 9.000 millones de euros.

Recientemente Abengoa informó de la presentación a su consejo de administración del nuevo plan de viabilidad donde se definía la estructura de la actividad de la futura Abengoa. En base a este plan, la sociedad tenía que negociar con sus acreedores una reestructuración de la deuda y los recursos necesarios para continuar su actividad «y operar de forma competitiva y sostenible en el futuro». De este modo, la sociedad apuntó que desarrollará su negocio concentrándose en las actividades de ingeniería y construcción con tecnología propia o de terceros.

El documento define también un ambicioso programa de desinversiones, por importe de unos 1.500 millones de euros, que incluye la venta del negocio de bioenergía de primera generación. Además, la compañía ya anunció la venta de su participación en una planta solar en Abu Dhabi y de su antigua sede en Madrid, unas operaciones que junto a otras que se están negociando sumarían unas desinversiones de 100 millones de euros, mientras negocia desde hace semanas un crédito de unos 165 millones de euros con los bonistas para hacer frente a los pagos urgentes en el tiempo que resta de preconcurso.

Abengoa también trabaja en la reducción de gastos y simplificación de estructura, una línea en la que ya ha cancelado la prima para directivos correspondiente a 2015, ha eliminado consejos de administración de filiales y revisa viajes y facturas telefónicas. Sin embargo, la banca considera que el plan industrial está incompleto mientras no vaya acompañado de un plan financiero que lo soporte, es decir, que detalle qué deuda está asociada a cada proyecto, qué parte es asumible y cuánto debería capitalizarse. Este plan financiero, que Abengoa elabora junto a Lazard, supondrá el pistoletazo de salida para que KPMG diseñe una «solución global» para el grupo.

Abengoa prevé que la reestructuración de su deuda le permita reducirla de los casi 9.000 millones actuales a entre 3.000 y 4.000 millones, lo que podría suponer quitas, renegociaciones o capitalización (conversión en acciones de la compañía), algo que dependerá de la evolución de las negociaciones. Los planteamientos iniciales hablan que esta capitalización podría dar a los actuales acreedores más de la mitad del accionariado de la futura Abengoa, es decir, su control. En cualquier caso, las negociaciones se ven en la necesidad de acelerarse para así lograr un acuerdo antes del 28 de marzo.

Nueva planta termosolar en Sudáfrica

Por otro lado, la compañía ha puesto en operación comercial la planta termosolar de torre Khi Solar One, con una potencia instalada de 50 megavatios (MW), de la que es propietaria del 51% de la planta, un proyecto que ha construido y del que se encargará de su operación y mantenimiento. La institución de desarrollo financiero Industrial Development Corporation (IDC) es propietario del 29% de la planta y Khi Community Trust, el 20% restante. La compañía ha señalado que esta planta es la primera central termosolar de torre de África.

Abengoa prevé obtener esta semana la línea de liquidez de 165 millones de euros que necesita hasta marzo

Europa Press / EFE.- Mientras la banca acreedora continúa a la espera de conocer el plan de viabilidad de Abengoa, la compañía prevé obtener esta semana la línea de liquidez de unos 165 millones de euros que necesita para cubrir sus necesidades durante el periodo del preconcurso de acreedores, que expira el próximo 28 de marzo, según informaron fuentes conocedoras de las negociaciones.

Esta nueva inyección de liquidez se negocia actualmente con los bonistas, aunque deberá contar también con el visto bueno de la banca ya que, además de estar vinculada a unos fuertes intereses, tiene la condición para su desembolso de compartir las garantías que poseen las entidades financieras en Atlantica Yield, la antigua Abengoa Yield.

Con la negociación de esta línea de crédito, que «va por buen camino», el grupo andaluz tendría cubierto su día a día hasta el final del plazo del preconcurso. Además, si finalmente la banca no accede a compartir esas garantías en la yield, Abengoa podría ofrecer a los bonistas algunos activos adicionales, como alguna planta de bioenergía, en prenda para cerrar esta nueva inyección.

Asimismo, junto a esta línea de liquidez, que se uniría al préstamo de 106 millones de euros recibido de la banca acreedora el pasado 24 de diciembre, Abengoa podría cerrar próximamente alguna desinversión, adicional a la ya cerrada de su antigua sede en Madrid, situada en la calle General Martínez Campos. Lo que sí que descarta por completo Abengoa es la venta de su participación de más del 41% en Atlantica Yield, ya que la considera «lo bastante estratégica como para no tomar una decisión ahora».

Abengoa presentó a su consejo de administración el pasado 25 de enero su plan de viabilidad, que prevé reducir el tamaño de la compañía y focalizarse en las actividades de ingeniería y construcción. En concreto, de esta nueva hoja de ruta se desprende una compañía con unos niveles de ingresos en los próximos años del orden de dos terceras partes de los obtenidos en 2014, que superaron los 7.000 millones de euros. El plan contempla también la venta de los activos no fundamentales, incluyendo todos los de biocombustibles de primera generación.

Ahora, la compañía deberá proceder a la negociación con sus acreedores sobre la reestructuración de su deuda y la obtención de los recursos necesarios para así continuar su actividad. Esta fase no se presenta fácil ya que, a día de hoy, Abengoa todavía no ha mostrado a la banca acreedora el plan, aunque prevé hacerlo a lo largo de las próximas semanas. Además, los bancos ya han señalado que de entrada no contemplaban ningún tipo de quita en la deuda, según indicaron fuentes financieras.

No obstante, la compañía tiene claro que el acuerdo debe alcanzarse antes de que finalice el período marcado por el preconcurso de acreedores, dado que una situación de concurso implicaría «una destrucción de valor para acreedores y accionistas muy superior a la de cualquier escenario de continuidad, todo ello sin evaluar el enorme coste social que tal situación implicaría».

La banca, a la espera

Una semana después de que el consejo de la ingeniería andaluza diera el visto bueno al plan de viabilidad que dibuja una empresa más pequeña como paso previo clave en el camino de evitar el concurso de acreedores, existe cierto malestar entre las entidades financieras acreedoras del grupo a la espera de conocer este plan que servirá de base para que KPMG dibuje las posibles soluciones para reestructurar la deuda de la empresa con el 25 de marzo como fecha tope.

«El reloj corre y no parece muy lógico atrasar la entrega de este plan si se busca avanzar en la reestructuración de la deuda», señalan desde fuentes financieras, que solo entienden esta demora en que se estén terminando de perfilar algunos aspectos del plan. Un plan que esboza una compañía más pequeña, centrada en las actividades de ingeniería y construcción con tecnología propia o de terceros, obviando las áreas de infraestructuras de tipo concesional y bioenergía, y con unos ingresos que rondarán los dos tercios de los registrados en 2014.

El objetivo del plan es marcar los pasos para rentabilizar el negocio como necesidad previa a la renegociación de la deuda que en la nueva Abengoa debería rondar los 3.000 millones de euros frente a los 9.000 millones que la asfixiaron y abocaron a la solicitud de preconcurso.

UGT da por bueno el plan de viabilidad de Abengoa porque da continuidad al proyecto industrial

EFE.- El sindicato UGT aseguró que el plan de viabilidad presentado por Abengoa «da continuidad al proyecto industrial» y que si dicho documento se llevara a cabo en la práctica «estarían satisfechos». Tras reunirse con la dirección de la multinacional, el representante de UGT resaltó que dicho plan depende de que se obtengan los recursos necesarios para llevarlo adelante, por lo que se requerirá «otro mes largo» de debate interno.

UGT destacó que la compañía les transmitió que van a conseguir el acuerdo con la banca acreedora y les trasladó tranquilidad al respecto. La dirección garantiza además a los sindicatos el pago de las nóminas de febrero y marzo de los trabajadores de Abengoa, así como la parte que falta por pagar de enero, tras la última inyección de dinero, de 165 millones de euros, por parte de los fondos que tienen deuda de la compañía. Además los representantes de la multinacional prometieron otra reunión con sindicatos dentro de un mes para explicar la negociación.

El consejo de administración de Abengoa trabaja en un plan que pretende lograr un negocio «viable y rentable» a largo plazo para evitar el concurso de acreedores, que sería el mayor de la historia de España. Dicho plan contempla una compañía más pequeña, centrada en las actividades de ingeniería y construcción, y prevé una serie de desinversiones en activos no estratégicos, entre los que figuran los biocombustibles de primera generación.