Abengoa prevé obtener esta semana la línea de liquidez de 165 millones de euros que necesita hasta marzo

Europa Press / EFE.- Mientras la banca acreedora continúa a la espera de conocer el plan de viabilidad de Abengoa, la compañía prevé obtener esta semana la línea de liquidez de unos 165 millones de euros que necesita para cubrir sus necesidades durante el periodo del preconcurso de acreedores, que expira el próximo 28 de marzo, según informaron fuentes conocedoras de las negociaciones.

Esta nueva inyección de liquidez se negocia actualmente con los bonistas, aunque deberá contar también con el visto bueno de la banca ya que, además de estar vinculada a unos fuertes intereses, tiene la condición para su desembolso de compartir las garantías que poseen las entidades financieras en Atlantica Yield, la antigua Abengoa Yield.

Con la negociación de esta línea de crédito, que «va por buen camino», el grupo andaluz tendría cubierto su día a día hasta el final del plazo del preconcurso. Además, si finalmente la banca no accede a compartir esas garantías en la yield, Abengoa podría ofrecer a los bonistas algunos activos adicionales, como alguna planta de bioenergía, en prenda para cerrar esta nueva inyección.

Asimismo, junto a esta línea de liquidez, que se uniría al préstamo de 106 millones de euros recibido de la banca acreedora el pasado 24 de diciembre, Abengoa podría cerrar próximamente alguna desinversión, adicional a la ya cerrada de su antigua sede en Madrid, situada en la calle General Martínez Campos. Lo que sí que descarta por completo Abengoa es la venta de su participación de más del 41% en Atlantica Yield, ya que la considera «lo bastante estratégica como para no tomar una decisión ahora».

Abengoa presentó a su consejo de administración el pasado 25 de enero su plan de viabilidad, que prevé reducir el tamaño de la compañía y focalizarse en las actividades de ingeniería y construcción. En concreto, de esta nueva hoja de ruta se desprende una compañía con unos niveles de ingresos en los próximos años del orden de dos terceras partes de los obtenidos en 2014, que superaron los 7.000 millones de euros. El plan contempla también la venta de los activos no fundamentales, incluyendo todos los de biocombustibles de primera generación.

Ahora, la compañía deberá proceder a la negociación con sus acreedores sobre la reestructuración de su deuda y la obtención de los recursos necesarios para así continuar su actividad. Esta fase no se presenta fácil ya que, a día de hoy, Abengoa todavía no ha mostrado a la banca acreedora el plan, aunque prevé hacerlo a lo largo de las próximas semanas. Además, los bancos ya han señalado que de entrada no contemplaban ningún tipo de quita en la deuda, según indicaron fuentes financieras.

No obstante, la compañía tiene claro que el acuerdo debe alcanzarse antes de que finalice el período marcado por el preconcurso de acreedores, dado que una situación de concurso implicaría «una destrucción de valor para acreedores y accionistas muy superior a la de cualquier escenario de continuidad, todo ello sin evaluar el enorme coste social que tal situación implicaría».

La banca, a la espera

Una semana después de que el consejo de la ingeniería andaluza diera el visto bueno al plan de viabilidad que dibuja una empresa más pequeña como paso previo clave en el camino de evitar el concurso de acreedores, existe cierto malestar entre las entidades financieras acreedoras del grupo a la espera de conocer este plan que servirá de base para que KPMG dibuje las posibles soluciones para reestructurar la deuda de la empresa con el 25 de marzo como fecha tope.

«El reloj corre y no parece muy lógico atrasar la entrega de este plan si se busca avanzar en la reestructuración de la deuda», señalan desde fuentes financieras, que solo entienden esta demora en que se estén terminando de perfilar algunos aspectos del plan. Un plan que esboza una compañía más pequeña, centrada en las actividades de ingeniería y construcción con tecnología propia o de terceros, obviando las áreas de infraestructuras de tipo concesional y bioenergía, y con unos ingresos que rondarán los dos tercios de los registrados en 2014.

El objetivo del plan es marcar los pasos para rentabilizar el negocio como necesidad previa a la renegociación de la deuda que en la nueva Abengoa debería rondar los 3.000 millones de euros frente a los 9.000 millones que la asfixiaron y abocaron a la solicitud de preconcurso.

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