Las carencias energéticas de Filipinas podrían rescatar una central nuclear de 1984 que no llegó a ponerse en marcha nunca

EFE.- La central nuclear de Bataan, la única de Filipinas, lleva más de 30 años en el olvido pero la falta de fuentes de energía ha llevado al Gobierno a plantearse su puesta en marcha. La planta, que se terminó de construir en 1984, fue uno de los numerosos proyectos del exdictador Ferdinand Marcos y se vio envuelto en polémica por la enorme inversión que representó, que se elevó hasta los 2.300 millones de dólares, más de cuatro veces lo presupuestado.

Pese al gran coste que supuso para los filipinos, que acabaron de pagar la cuenta en abril de 2007, la central situada a unos 80 kilómetros de Manila nunca llegó a ponerse en marcha porque Marcos fue depuesto en 1986, sólo dos años después de ser completada. A la caída de Marcos se sumó poco después el accidente nuclear de Chernobyl. Corazón Aquino, elevada a la presidencia por la revuelta popular pacífica que expulsó al dictador al exilio, no se decidió a ponerla en marcha.

Después de 32 años de inactividad, Filipinas se plantea recuperarla, aunque la puesta a punto tardaría cuatro o cinco años y costaría otros 1.000 millones de dólares, según estudios gubernamentales. «Deberíamos aprovechar unas instalaciones que ya están ahí y en las que se ha invertido mucho dinero. Y la energía nuclear es la más segura», señaló recientemente el excongresista filipino Mark Cojuangco, uno de los principales impulsores del proyecto. El Estado filipino invierte un millón de dólares anuales para mantener la estructura de la planta.

Pese a los impulsores de la iniciativa, algunos legisladores no están convencidos de la seguridad de la planta, que se construyó a menos de 30 kilómetros del volcán Pinatubo, que provocó en 1991 la segunda erupción volcánica más potente del siglo XX. La construcción también está cerca de una falla que refuerza el argumento de los que temen un terremoto o un accidente similar al ocurrido en Fukushima por un tsunami desencadenado por un seísmo.

Corazón Baluyot, encargada del impacto medioambiental de Bataan, resta importancia a estos temores y apunta que «esta planta está diseñada para aguantar terremotos de hasta 8 grados». La filipina señala además que Fukushima quedó severamente dañada por una ola de 15 metros «y Bataan está a 19 metros sobre el nivel del mar». «Quizá no tenga tecnología punta, porque obviamente se construyó hace más de 30 años, pero es una de las centrales nucleares más seguras del mundo», mantiene Baluyot.

Las principales fuentes de energía de Filipinas son plantas alimentadas con diésel y carbón que apenas cubren la demanda de una población de 100 millones de personas. Pese a ello, la senadora filipina Nancy Binay visitó recientemente la planta para poder tomar una decisión informada sobre el asunto. «Es pronto para decidir si se va a abrir o no. Hay que debatir previamente si Filipinas quiere correr el riesgo de utilizar energía nuclear», declaró Binay.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *