El Grupo de Crecimiento Verde pide al Congreso que consensué con urgencia “políticas estables” para luchar contra el cambio climático

EFE / Europa Press.- El vicepresidente del Grupo Español de Crecimiento Verde (GECV), Gonzalo Sáenz de Miera, pidió en la Comisión de Cambio Climático del Congreso, en nombre de las cerca de 40 empresas españolas integradas en este foro, entre ellas algunas del Ibex-35, que consensué «con urgencia» políticas climáticas “ambiciosas, claras y estables» para que las empresas puedan empezar a cambiar sus políticas y estrategias y ponerlas «en la buena dirección» para luchar contra el cambio climático con el horizonte puesto en 2050.

Sáenz de Miera ha explicado a los diputados que la actual es una situación idónea para alcanzar «un consenso parlamentario necesario» en las políticas climáticas y de transición energética, incidiendo en que si España se retrasa en estas materias «será más costoso y habrá otros países que se aprovechen de las oportunidades que presenta». «Estamos ante una revolución a escala global que genera enormes oportunidades empresariales y España está en condiciones para aprovecharlas, pero ¿estamos posicionados para aprovechar esta revolución?», se preguntó Saénz de Miera.

Su propia respuesta ha sido que para coger el tren de la transición energética el país urge de «un marco de objetivos y políticas claras y estables ya», que debe ser consensuado en tanto que las empresas invierten a 30, 40 o 50 años, por lo que «para dar confianza a los inversores hacen falta certidumbres«. Sáenz de Miera advirtió a los diputados de que «cuanto más tarde actuemos, más complejo y costoso será cumplir con los objetivos adquiridos en el marco del Acuerdo de París», por lo que les pidió que no «pierdan 5 o 10 años sin cambiar las políticas» ya que «es necesario adelantar los cambios para generar ahorros a largo plazo».

El vicepresidente del GECV se mostró convencido de que la transición hacia una economía baja en carbono es «irreversible», y considera que el Congreso debe legislar en tres grandes ejes. Fundamentalmente una fiscalidad ambiental «basada en el principio de que quien contamina paga», en la que se aplique un precio al CO2 «que elimine las distorsiones actuales, sirva para dar señales a la inversión y al consumo, y permita obtener fondos para la transición energética». También ha destacado que deben establecerse políticas de limitación de emisiones en sectores muy contaminantes, como el transporte o la edificación, así como exigencias de información sobre los riesgos y oportunidades que supone el cambio climático, y sus implicaciones para las cuentas de las empresas.

«El principal reto es cambiar totalmente el modelo de transporte y pasarlo a un sistema limpio», señaló Sáenz de Miera que ve fundamental apostar por el coche eléctrico, algo que también redundará en la mejora de la calidad del aire que afecta a la salud. En este contexto, ha insistido en que es urgente, aunque supone «un reto importante«, y forma parte de los compromisos adquiridos al ratificar el Acuerdo de París, lograr un sistema «plenamente descarbonizado» que no genere CO2 en 2050. Así, reconoció que en 2050 los sistemas de producción deberán generar lo mismo pero sin CO2 y esto pasa, a su juicio, por un cambio en el modelo de consumo y hábitos de vida de la sociedad.

Saénz de Miera también apeló a que se fomente la comunicación y la concienciación social sobre la lucha contra el cambio climático en la sociedad, ya que «los ciudadanos no conocen ni está informados de la urgencia de estos temas; si queremos aplicar políticas que sean entendidas y aceptadas». Finalmente, aseguró que las empresas españolas son conscientes de que la solución al cambio climático pasa por un cambio de modelo energético que debe estar basado en la eficiencia, y en la sustitución de combustibles fósiles por energía libre de emisiones, fundamentalmente procedente de fuentes renovables.

Asimismo, expuso que los ciudadanos deben conocer, por ejemplo que apostar por la economía verde generará utilidades y que un cambio en el modelo energético redundará en la mejora de la calidad de vida, de la calidad del aire o en un sistema energético más barato. «Es necesario un cambio de la política climática», ha apostillado, al tiempo que recuerda que las empresas deben realizar acciones para descarbonizar sus empresas entre un 80-95% de las emisiones por tanto, por lo que sus inversiones no deben poner la vista en 2030 sino en 2050. Entre las empresas presentes en el GECV se encuentran Iberdrola (a la que pertenece Sáenz de Miera), Acciona, Endesa o Gas Natural.

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