El aumento de producción de petróleo en Estados Unidos amenaza la estrategia de la OPEP para impulsar los precios

EFE / Europa Press.- El rápido aumento de la producción de petróleo esquisto en Estados Unidos amenaza el equilibrio del mercado del crudo, buscado por la OPEP y sus aliados mediante una limitación de los suministros, y puede frenar la demanda tras los nuevos aranceles al acero y al aluminio impuestos por Washington. Son las previsiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en su ultimo informe, en el que se advierte de un aumento «mayor de lo esperado» de la producción estadounidense.

Si hace un mes la OPEP preveía que la producción rival aumentaría este año en 1,44 millones de barriles diarios (mbd) respecto a 2017, ahora ese cálculo se dispara hasta los 1,66 mbd, superando el crecimiento de la demanda pronosticado para 2018, de 1,6 mbd. «Para 2018, se espera un crecimiento mayor de la oferta petrolera en función del incremento proyectado en la producción de petróleo de esquisto» en Estados Unidos, indica el informe. La OPEP explica que el auge productivo está relacionado con el encarecimiento del oro negro en los últimos meses. Eso refleja «un ambiente de mejores precios no sólo para los productores de esquisto, sino también para otros países como Canadá, Reino Unido, Brasil y China», agregan.

Se trata del cuarto aumento consecutivo de sus previsiones de crecimiento de la producción de oro negro para los países ajenos al cártel desde noviembre. La cuestión no explícita que plantean estas cifras es lo que pudiera pasar si los 14 países de la OPEP y sus 10 aliados, entre ellos Rusia y México, deciden en su próxima reunión, prevista para junio, abrir los «grifos» y poner así fin al recorte de la producción petrolera pactado a finales de 2016 con el fin de apuntalar el precio del barril. Evidentemente, se produciría un fuerte exceso de la oferta petrolera, similar quizás al que provocó el desplome de los petroprecios en más de un 80% entre mediados de 2014 y 2016.

Sin embargo, el acuerdo de retirar del mercado un total de 1,8 mbd, que entró en vigor en enero de 2017, rige hasta el 31 de diciembre próximo, así que hasta entonces no deberían esperarse barriles adicionales por parte de esos 24 países. Esta situación garantiza aparentemente un ajustado equilibrio entre el incremento de la oferta y el de la demanda, con la balanza inclinándose ligeramente hacia cierto exceso de suministros. No obstante, la OPEP admite incertidumbres que pueden cambiar el panorama, si bien confía en un sólido crecimiento de la demanda petrolera gracias a «las mejoras en la actividad económica en todo el mundo».

El proteccionismo de Donald Trump

Las políticas comerciales proteccionistas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, empiezan a surgir como una amenaza para el crecimiento económico y la demanda de petróleo, según la OPEP. «Los desarrollos más recientes relacionados con el comercio pueden representar un desafío para el impulso del crecimiento, ya que el comercio mundial ha sido un factor importante que contribuye a la economía mundial», subrayó la OPEP.

Por ello, «el anuncio de Estados Unidos de imponer aranceles sobre el acero y el aluminio, así como las potenciales consecuencias del estímulo fiscal de Estados Unidos en la deuda de la nación, pueden frenar el crecimiento» previsto de la economía y, por ende, del consumo mundial de crudo. Éste, con un incremento anual de 1,60 mbd, ó un 1,64%, se situará en una media de 98,63 mbd en todo 2018, vaticina la OPEP. De esa cantidad, la «producción No-OPEP» tendrá este año un promedio anual de 59,53 mbd, un 2,87% más que en 2017, y llegará a un máximo de 60,10 mbd en diciembre.

Frente a ello, el bombeo de los 14 miembros de la OPEP bajó en febrero hasta 32,18 mbd, 77.100 bd menos que en enero, debido sobre todo a la caída de la producción en Venezuela, que dejó de bombear más de 52.000 barriles, en Emiratos Árabes Unidos, donde se redujo en 34.300 barriles, y en Irak, donde cayó en 25.500 barriles. La organización, ante el aumento previsto en los suministros rivales, redujo su previsión de la llamada «demanda de la OPEP», la producción que el mundo requerirá de sus 14 socios, hasta 32,6 mbd, 0,2 mbd menos que en 2017.

En cuanto a los petroprecios, el informe destaca que el valor medio del barril referencial de la OPEP bajó en febrero «por primera vez en 6 meses», hasta 63,48 dólares, con una caída del 5% respecto al promedio de enero. «Los precios comenzaron a suavizarse en la medida en que la producción de Estados Unidos llegaba a niveles casi récord y la demanda parecía estar disminuyendo antes del inicio de la temporada de mantenimiento de las refinerías», explica el documento.

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