La insoportable incomodidad política de la energía nuclear

Uno de los ‘pandemonium’ de la campaña es la aparición dentro del debate político de la energía nuclear. Verdadera patata caliente que circula de mesa en mesa, sobre todo en estos momentos, en los que sería preciso un pensamiento estratégico futuro a la hora de tomar decisiones. El hecho es que en la comunicación electoral de los partidos, la energía nuclear es un espinoso asunto, genera mucha intranquilidad y a la vez tiene una capacidad notable de generar polémica, por lo que es mejor se sitúe dentro del armario.

Industria esconde la Prospectiva 2030. Como también esconde la tarifa o lo que hará con la detracción de derechos de emisión hasta el último momento. Los primeros indicios e informaciones destacan de la prospectiva que no tendrá en cuenta nuevos activos en generación nuclear. En eso parece que los autores han seguido perfectamente la consigna. Ahora, no se sabe que pasará con la tarifa eléctrica para absorber los costes de la generación por energías más caras, con la dependencia energética exterior o con la estabilidad

El PSOE dice que no construirá más centrales y que no aumentará el ciclo de vida útil de las existentes. Parece que el programa electoral recogerá y hará explícito este postulado, posición que no es homogénea en las familias socialistas, repleta de corrientes ocultas que, fruto de la estancia en la Moncloa es más proclive a una cierta homogeneidad. En todo caso, como todos los programas electorales tienen un componente de ‘buenismo’ sociológico y de expresión elusiva de fórmula jurídica no contractuales refinada. Y, en todo caso, fíjense lo que pasó en su momento con la promesa de aumentar el mercado liberalizado hace cuatro años. O con toda la retórica política en torno al medio ambiente y los derechos de emisión y sus resultados: inestabilidad regulatoria, déficit tarifario y aumento de emisiones en la legislatura.

Solbes echa una mano al partido y siembra de dudas la viabilidad de la energía nuclear. Parece que el adagio de Mahoma y la montaña se está cumpliendo con Solbes y uno de estos ejemplos han sido sus declaraciones sobre la energía nuclear. Un vicepresidente económico que ha estado estos ultimos cuatro años al ralentí y que ha sido superado en numerosas ocasiones por los responsables de las distintas carteras (primero, el mismo lo ha declarado; segundo el caso de la energía y sus trastornos regulatorios parecen paradigmáticos), ha pasado a apoyar el discurso. Así, Solbes, en esa ambigüedad ¿calculada? que le caracteriza (y que tanto daño ha hecho durante esta legislatura), cuestiona la energía nuclear por la vía de indicar que ‘si se considera el coste de los residuos puede que no sea tan interesante’. Eso si, tampoco lo contesta, tampoco se pronuncia. Alguna vez se le podría requerir al Vicepresidente que saliera a cuerpo limpio, en lugar de considerar que la mejor respuesta es una pregunta. Si no, podemos pensar que su papel de Solbes siempre es el de legitimar política de partido y arreglar desaguisados…

Y Rajoy, no sabe, no contesta. La semana pasada antes del ‘affaire’ Pizarro y del ‘affaire’ Gallardón-Aguirre, en el desayuno del Forum Nueva Economía, el candidato popular pasó de puntillas sobre el tema de la energía y respondió de forma elusiva porque fue requerido por la vía de las preguntas. Cuando uno tiene en la cabeza lo que iba a empezar a pasar esa misma tarde, lo que a uno se le ocurre es una expresión de ‘Señor, señor, que pase de mi este cáliz (y del otro, y de la otra, y… del que venga)’. En esa tesitura, la posición sobre el sector energético (algo capital en un país como en nuestro con una dependencia exterior altísima) pasa a un segundo lugar. Total, que no sabemos nada nuevo sobre la posición del candidato popular.

Por cierto, dicen que por su claridad y carisma, en las ruedas de prensa, Pizarro causa furor.

Un vodevil, un sainete

Es preciso reconocer los “logros” que desde la Secretaría General de Energía se han conseguido en este final de legislatura, sobre todo en términos mediáticos, con abundancia de presencia en los periódicos salmón y una fuerte tendencia a la generación de incendios sea con las empresas, en los mercados financieros, en la prensa, en el Parlamento o en instancias internacionales. Logros que hacen que su presencia mediática multiplique incluso la del responsable de la cartera, Joan Clos, cuyas intervenciones públicas en materia de energía sorprenden incluso por lo naif.

Es el caso de la capacidad de reunir (volver a unir) a todo el sector eléctrico en su conjunto, frente al Real Decreto Ley para la detracción de derechos de emisión, que ha montado un buen revuelo que no cesa. Principalmente, porque estas medidas de índole político tienen fuertes consecuencias (y han quedado patentes) en los mercados y en la credibilidad del sector en el plano financiero. Con el agravante de haber también llevado al huerto a los representantes políticos de la soberanía nacional en el Parlamento, cómplices.

Ahora parece que hemos logrado generar un vodevil, una comedia de enredos variación de la comedia del arte francesa, en torno a la interconexión eléctrica, la Línea de Muy Alta Tensión (MAT) con Francia. Son ya dos días de desmentidos por parte del operador de transporte francés y del propio Mario Monti a las declaraciones que tan ‘diligentemente’ y ‘anticipadamente’ hizo Nieto, dos días antes de que celebrarse la Cumbre hispano-francesa, de forma que le chafara al Presidente del Gobierno su anuncio, su exclusiva. Lo que sí parece claro es que Nieto, cuya gestión al frente del sector energético en este año de andadura está profundamente cuestionada, posee un acerado instinto político para intentar conseguir ventajismo electoral (con muy corto alcance, eso sí, a la luz de los resultados).

Todos han descubierto en estos pocos días varias cosas: que lo que se firmó sobre la línea de Alta Tensión con Francia fue más bien poco. Fue un acuerdo para llegar a un acuerdo, para llegar a un diseño. Que el entusiasmo español no se compadece con el estado de ánimo francés y que parece que en el ruido mediático de uno y otro país había poca coordinación en este aspecto. De hecho, y aunque sus probos funcionarios se han apresurado a defender las declaraciones del Secretario General de Energía, el que se realizaran en marco de un encuentro con los medios de comunicación organizado ‘ad hoc’, confirma la mayor.

Hay dos principios, esenciales del pensamiento político de otros tiempos, que van detrás de esta actuación. El primero es considerar que esas formas (la política informativa de ruedas de prensa selectivas), esa falta de referencias y esa política de comunicación política es tan válida en España como en Francia, aunque involucre de fondo las relaciones internaciones y al Presidente del Gobierno (además de a la Unión Europea y al Presidente de la República). Quizá haya que reflexionar sobre el hecho de que un incidente de estas características, que también ha tenido su propia reverberación en Catalunya, es la actuación más idónea para que se provoque un nuevo retraso en la línea con Francia.

Segundo, otro postulado que hay detrás de actuaciones de estas características, es considerar que la política todo lo puede, que las decisiones con ‘vis’ política se pueden hacer pasando por encima de lo que haya que pasar, que el dedo del BOE es omnipotente (tan acostumbrado, tan habitual, tan usado). Que no tiene efecto ‘boomerang’ si las actuaciones no están regidas por la prudencia y el equilibrio. Tercera es la capacidad de generar polémica en torno a declaraciones y actuaciones. Una especie de que hablen de mí aunque sea mal. O la fórmula para capitalizar de cara a las elecciones esta infraestructura para Catalunya, ávida de presentar resultados tras la crisis del AVE y de las infraestructuras.

Por eso, fíjense como también pasa lo contrario. Resulta paradójico que un encargo realizado por el propio Secretario General de Energía, Ignasi Nieto, la Prospectiva 2030, este cacareado documento, utilizado impúdicamente para resolver cualquier discusión, como bálsamo que todo lo solventa (léanlo en nuestra entrevista hace ya casi seis meses a Josep Sánchez Llibre) ahora desaparezca, pase a mejor vida, haga mutis por el foro, por los mismos motivos, por ese instinto político que quiere evitar que se abra un melón de difíciles consecuencias: la nuclear, el déficit, la tarifa y confirme la existencia de un programa oculto en energía. En todo caso, un sector como la energía debe dirigirse desde un perfil fuertemente gestor y no político, o al menos con la suficiencia de esclusas para que no reine el desborde.

Por ello, estamos ante un vodevil en expresión francesa (una variación de la comedia del arte), un sainete (electoral) en términos castizos españolizados. Un espectáculo.

Una oposición sin política energética visible

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, quien se presenta como candidato a presidente del Gobierno en las próximas Elecciones Generales, no dedicó ni una sola palabra a la energía en el discurso que pronunció ante una dilatada audiencia en el Forum Europa que ayer se celebró en el Hotel Ritz de Madrid. Sí es cierto que contestó a una pregunta sobre la energía nuclear en el turno de preguntas posterior a su discurso, pero con eso se bastó y se sobró en la materia.

La energía, desde siempre esencial para el desarrollo humano y social, ha venido cobrando una importancia creciente en los últimos años tanto en el entorno mediático como en la opinión pública, debido en parte a la mayor conciencia de la población acerca de problemas como el cambio climático, que se han convertido en una verdadera moda de la que muchos han empezado a aprovecharse. En la Unión Europea, la energía también es una materia prioritaria, y se ha desarrollado, y se sigue desarrollando, una política energética exhaustiva para que en el futuro la UE sea un líder en energías renovables y no dependa excesivamente del exterior.

Sin embargo, y según se desprende de las palabras –o más bien de la ausencia de palabras- al respecto por parte de Mariano Rajoy, no parece existir una contraprogramación energética en el principal partido de la oposición. El único tema al que hizo referencia Rajoy es a la energía nuclear y a la política del actual Gobierno al respecto. El secretario del PP explicó que la postura de su partido es la de “mantener las centrales actuales en funcionamiento”, y criticó que el Gobierno rechace esta tecnología para luego importar energía eléctrica de Francia, que la produce en un alto porcentaje mediante la tecnología nuclear, lo que desde su punto de vista parece ser una incoherencia. En este sentido, Rajoy no entró en el debate, y se limitó a defender el status quo existente.

Por lo que se refiere a la tarifa eléctrica, sobre la que Energía Diario preguntó si el Partido Popular haría algo por “eliminarla en serio, y sin maquillajes”, la contestación del líder del PP fue prácticamente inexistente. No se pronunció al respecto, y sólo sostuvo que la posición de su partido es la que ha mantenido la Unión Europea. Nada más.

Por tanto, no parece existir una alternativa a la política energética del actual Gobierno, que algunos agentes del sector han calificado en más de una ocasión de “inexistente”. En efecto, durante la actual legislatura ha seguido incrementando la potencia eólica instalada, y lo mismo ha sucedido con la solar. Sin embargo, el desarrollo de la regulación no ha dejado buen sabor de boca a muchos, que opinan que la ley no se puede hacer hoy y cambiarla mañana porque en un primer momento no se hizo bien.

Solbes vs. Pizarro y la energía como ejemplo

La designación de Manuel Pizarro por parte del Partido Popular eleva el tono de la campaña en el plano económico por muchas razones. La primera porque confirma el recentrado (más bien concentrado) de la campaña en materia económica y, la segunda, por el conocimiento del sector energético y de los mercados financieros del ex Presidente de Endesa. Por si fuera poco, la noticia, se une a los últimos datos del IPC en que muestra el peor resultado de los últimos años y la ampliación del diferencial de nuestro con la media de la Unión Europea durante esta legislatura. La maquinaria mediático-defensiva del gobierno ha empezado a esparcir estadísticas más o menos elaboradas en plan justificación. De todas formas, en este campo da igual, la inflación es un fenómeno que lo sienten los ciudadanos realmente y que se combina con elementos que no se reflejan en el cálculo del IPC como son las hipotecas.

Quizá es más importante desde el punto de vista actitudinal. Pedro Solbes es considerado un activo del Partido Socialista Obrero Español, aunque en la maquinaria secreta de este gobierno haya estado torpedeado desde la Oficina Económica del Gobierno, con una muy escasa respuesta desde las huestes del Vicepresidente. De hecho, empiezan a surgir las voces que señalan con el dedo al propio Vicepresidente y al Secretario de Estado de Economía, David Vegara por su capacidad de hacerse transparentes en multitud de cuestiones polémicas. Otro ejemplo es la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, puenteada en numerosas ocasiones por los responsables de las carteras de varios Ministerios y también, como en el caso del Decreto de detracción de derechos de emisión, por Secretarios de Estado y Secretarios Generales.

Sus silencios en materia energética, en un sector tan turbulento en esta legislatura ha sido muy elocuentes, teniendo en cuenta la falta de ortodoxia que ha exhibido el departamento, la erosión a los mercados y empresas, su intervencionismo, la involución al modelo de mercado, la configuración del transportista único en el sector energético, el deterioro de la credibilidad en los mercados y analistas financieros derivados de la decisiones que se han tomado, el fuerte aumento del déficit tarifario que anticipa que este año 2008 el nuevo gobierno podría recibir una herencia de 19.000 millones de euros, el temor a abrir temas como la prospectiva energética. Y lo que es peor la indolencia de la que se ha hecho gala.

Es decir, este Solbes, en este estado, no es el perfil que el PSOE puede aportar para una coyuntura como la que tenemos delante. Se necesita el Solbes con capacidad, con un fuerte Secretario de Estado de Economía (algo más que comentar los datos cada cierto tiempo). Y menos, si por debajo, se conoce en círculos privados que está la ‘mano amiga’ de Miguel Sebastián trabajando en el programa electoral o, por ejemplo, en el programa energético participan los sectores más intervencionistas del partido.

Por su parte, Pizarro, ex Presidente de Endesa, un hombre que ha tenido un papel muy protagonista en la resolución de las sucesivas OPAs a Endesa, exhibe energía y determinación de baturro frente a la exquisita y beatifica presencia del actual Vicepresidente, santificador de las ejecutoria deconstruida del gobierno en determinadas materias (con demasiados espontáneos) y suministrador de paños calientes en la Comisión Europea ante los cada vez más numerosos desfases. Además conoce el funcionamiento y los mecanismos de este Ministerio de Industria, dónde hay muchas más sombras que luces. También debería evita la tendencia gregaria del Partido Popular en energía durante esta legislatura, algo que ya resultaba muy preocupante.

Se anticipa un choque de trenes, pero menos, si Solbes no ejerce de lo que tiene que ejercer. Estaría bien que así lo fuera. Por el bien de todos.

¿Donde está la Prospectiva Energética 2030 del Ministerio de Industria?

En días pasados, la patronal eléctrica UNESA, presentó su estudio y propuesta para responder en el ámbito de las necesidades de aumento y configuración de nuestro mix de generación para el año 2030, la denominada “Prospectiva de Generación Eléctrica”. Un documento que, de sus conclusiones y propuestas, deviene la necesidad de tratar nueva y abiertamente cuestiones que afectan al mix de generación español: los costes futuros de la energía, la necesidad de abrir el debate sobre la energía nuclear, la dependencia energética, entre otras cuestiones.

Por su parte, existía un grupo, organizado por la Secretaria General de Energía elaborando su propio documento 2030. En muchos momentos de esta legislatura se ha esgrimido hacia los grupos parlamentarios la existencia de este grupo y como sus conclusiones iban a servir para resolver varios nudos gordianos. Tiene por tanto el carácter taumatúrgico que tienen este tipo de informes: parece que su sola mención es un ‘mantra’ que todo lo resuelve para el futuro y tranquiliza de que alguien esté pensando en el futuro.

Este grupo a los efectos de lo que ha sido su configuración, dado que está promovido públicamente, ha sido una caja negra. Es decir se ha conocido muy poco de su composición, funcionamiento y resultado. Lo poco o lo mucho que se sabe se sabe por filtraciones o por anticipos puntuales de temas muy concreto. Más o menos se conoce su composición y se ha cuidado muy mucho de su ‘limpieza empresarial’. Es decir que no participen en él las empresas energéticas como agentes económicos involucrados directamente en este mercado y ámbito de la economía.

Por otra parte, se conoce mucho menos de sus avances y de lo que son sus propuestas, aunque también hay algunas filtraciones y anticipos inquietantes. Lo que si parece claro, y es resultado de la deducción detectivesca más que de la transparencia que debe regir un mercado y una cuestión de tanta relevancia en la economía, es que en estos momentos se está muy poco dispuesto a que las posibles conclusiones del grupo se conozcan a la luz antes de las elecciones. Seguramente para evitar debates indeseados o la apertura de cuestiones polémicas para el actual Gobierno y sus responsables. Muy cuidadosamente han desparecido sus menciones de cualquier posicionamiento público o político.

Programa oculto

El valor de conocer lo que un grupo así promueve estriba en varias cosas. En primer lugar en saber el posicionamiento ante temas como todos los que anteriormente indicábamos: costes de la energía, absorción de los mismos por la tarifa eléctrica, dependencia energética, resolución de los cuellos de botella en generación, debate sobre la energía nuclear… y saber cuáles son las recetas que proponen al Gobierno y, más concretamente, por la propia composición del mencionado grupo, el propio partido o una de sus familias, actualmente influyente en estas cuestiones. El hecho de desconocer públicamente y con la debida anticipación este posicionamiento, teniendo en cuenta que existe un proceso electoral abiertos, a la vista de las propias actuaciones de la Secretaria General de Energía basadas en los hechos consumados, conduce a la conclusión de la existencia de un programa oculto en los actuales referentes políticos en materia de energía.

El Ministerio también tiene gran experiencia en solicitar informes que no usa. También han sido en muchos casos cuestiones políticas las que han influido para que esto sea así. Vean el caso de la Mesa que se formó para analizar el futuro de la energía nuclear en España cuando el responsable del Ministerio era José Montilla o el Libro Blanco que se encargó a Pérez Arriaga. En este caso, por quiénes son sus autores y por cómo se han reclutado, garantizando su afinidad ideológica y con unos postulados muy parecidos en materia de planificación y de mercado (háganse ustedes una idea de cuál es el mix elegido), parece que no será conocido hasta después de las elecciones. Y que estará muy bien guardado su contenido, con una defensa muy férrea, a cal y canto para evitar que se desaten las polémicas.

Es preciso reclamar transparencia a la Administración, al Ministerio de Industria en una cuestión de esta trascendencia, frente a programas ocultos. Estamos en período electoral y, por lo tanto, hay que conocer de forma clara los planes de futuro que puedan impulsar cada uno de los partidos (y sus modelos, sus costes y sus déficit). Es legítimo, además de necesario. Además de sano, después de la ultima etapa vivida, ominosa, opaca y poco edificante.

El temor a la ralentización económica en Estados Unidos frena la subida de los precios del crudo

Tras alcanzar nuevos máximos históricos con precios cercanos a los 100 dólares por barril a principios de año, el crudo volvió a bajar esta semana, debido a los temores de una ralentización notable de la economía mundial, sobre todo en Estados Unidos, el principal consumidor energético del planeta.

Al cierre de la sesión regular del viernes en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX) los contratos de Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en febrero quedaron a 92,69 dólares el barril (159 litros), después de restar 1,02 dólares al precio anterior, el nivel más bajo desde hace tres semanas.

Igualmente, el Brent, la marca referente en Europa, cerró a la baja en el mercado de futuros de Londres, donde el barril para entrega en febrero acabó en 91,07 dólares, 1,15 dólares menos que al cierre de la jornada anterior.

El descenso del precio del crudo coincidía con las previsiones poco alentadoras para la economía estadounidense en 2008. Goldman Sachs, uno de los más importantes Bancos de Inversión norteamericanos, advirtió esta semana de que la primera economía mundial podría incluso entrar en recesión ante los problemas de los mercados inmobiliario y crediticio.

También el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben Bernanke, reconoció que el pronóstico coyuntural global ha empeorado y anunció que su entidad tomará «acciones sustanciales adicionales», es decir, nuevos recortes del tipo de interés básico para impulsar el crecimiento económico del país.

La reciente escalada del precio del crudo hasta llegar a los 100,09 dólares el pasado día 4, suscitó una notable inquietud en los mercados financieros de EEUU, por el efecto negativo que eso supondría sobre el gasto de los consumidores y en los precios de productos básicos de consumo. Por eso, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, de gira por Oriente Medio estos días, pedirá a los países productores de la OPEP que abran más sus grifos.

Sin embargo, tiene escasas posibilidades de éxito, en vista de unas declaraciones hechas por Chakib Khelil, ministro argelino de Energía y actual presidente de la OPEP. Khelil señaló en París que el mercado está «bien abastecido» y «que no hay ninguna razón para aumentar la oferta». Para Kuwait, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí, los países del Golfo Pérsico que visitará Bush, los actuales precios suponen un caudal de riqueza.

El precio de la cesta OPEP, compuesta de 12 crudos distintos, cerró la semana el jueves a 90,01 dólares por barril, un 4,2 por ciento menos que el jueves de la semana anterior, cuando alcanzó su máximo histórico con 93,93 dólares por barril.

Por otra parte, las flojas cifras de desempleo agudizaron la inquietud sobre el estado de la mayor economía mundial. Los más recientes datos reflejaron un incremento del desempleo en Estados Unidos, una caída en las ventas de grandes cadenas minoristas en el pasado mes y una contracción en la actividad del sector manufacturero, lo que ha reavivado las expectativas de que la economía estadounidense podría entrar en recesión.

El descenso de los precios ocurrió incluso después de conocerse que las reservas almacenadas la pasada semana en EEUU bajaron por octava semana consecutiva y mucho más de lo que se esperaba. Las existencias de petróleo descendieron en 6,8 millones de barriles y el total, de 282,8 millones de barriles, es casi un 10 por ciento inferior al volumen registrado en la mismo época del año pasado.

Alta tensión

La presidenta de la CNE, reprendida. Ayer el diario gratuito económico negocios reproducía una foto en que José Manuel Entrecanales se dirigía de forma muy vehemente hacia la presidenta de la Comisión Nacional de Energía, Maite Costa. En su pie de foto, afirmaba que la presidenta del órgano regulador recibía una bronca, era reprendida por el presidente de Acciona y ahora presidente de Endesa. ¿De qué trataría el enfado de José Manuel Entrecanales? ¿Hablarían del Real Decreto Ley de detracción de emisiones? ¿Iría el enfado dirigido al regulador independiente? ¿Sería un mensaje para el regulador principal, en este caso el Ministerio de Industria?

El presidente con la cumbre desvelada. La línea de alta tensión con Francia parece que ha sido otro elemento para continuar con la trayectoria mediática del actual del Secretario General de Energía, cuyos últimos tres meses parecen haber superado todas las expectativas desde el punto de vista de aparición en los medios y al propio Ministro. Algo, el acuerdo con Francia, que desgrana un día antes en un encuentro selectivo con los medios de comunicación y desinfla el efecto anuncio al propio Presidente del Gobierno de esta línea. No se sabe si para intentar capitalizar el ‘logro’ ante la sociedad catalana de cara a las elecciones y llevar algo para casa tras este año. Lo que sí demuestra Nieto es su ambición política indisimulada, tras el espectáculo del Real Decreto Ley. Puede ser un ejercicio de mostrarse voluntario para el aspirantazgo, en un ejercicio de raza política, promoviendo su candidatura para una cartera ministerial. Nunca mejor dicho, permanezcan atentos a la pantalla y a los papeles, dado que desde luego no se esconde y no aplica que el final de las legislaturas debe ser tranquilo.

La alta tensión en fase de idilio, las concreciones para julio. Hablemos del logro, de la línea de alta tensión. Al parecer al final no se ha firmado nada en concreto entre el gobierno francés y el español. Se ha llegado a un acuerdo para llegar a un acuerdo antes de julio sobre el trazado (varios acuerdos de intenciones se habían conseguido en estos años anteriores). La virtualidad estriba en que parece que la intervención de Mario Monti podría haber hecho que se formalizaran los que se sientan en la mesa a negociar, tras largos años de baile del rigodón. Teniendo en cuenta la relación entre el presidente francés y el presidente español, relativamente variable y voluble, con encuentros y desencuentros: desde los halagos a los puñales por la política migratoria y que hay unas elecciones de por medio, los resultados no son muy predecibles en todo caso.

La línea de Alta Tensión, más cara. ¿Quién paga todo esto? Por otra parte, el ‘logro’ de que se articule la línea con Francia de esta forma, sienta precedente envenenado: la sugerencia de Monti de retribuir a todo el que se ponga por delante, es decir por donde pase.. Y, además, de soterrar parte del trazado, aunque lo encarezca en un 50%. Puede incluso ser una manera, una solución política (y económica) de intentar sofocar la protesta alrededor de la construcción de esta línea. ¿Se imaginan que a partir de ahora empieza a cundir el ejemplo y se encarece la construcción de las líneas de transporte? Para ello propone un ‘peaje’ que, teniendo en cuenta la forma de no trasladar los costes a las tarifas en nuestro país, se instalará en las alturas del déficit tarifario.

Una política medioambiental de campanario, ‘progre’ y farisea

Ayer se conoció que en el año 2007, España ha vuelto a aumentar su déficit de emisiones de CO2. Un resultado que podemos calificar de desastroso, en la medida de que ha sido un año con un comportamiento meteorológico muy favorable. Es, por tanto, un fracaso sin paliativos, sin ningún elemento que pueda servir para atenuar la responsabilidad de los responsables energéticos y medioambientales de este Gobierno.

Es más, este resultado es la ‘culminación’ de toda la legislatura en que el aumento de emisiones ha sido una constante mantenida, con la excepción del año 2006. De hecho, el crecimiento de las emisiones de CO2, casi ha seguido una progresión aritmética con el número de ruedas de prensa y comparencias de responsables de Medio Ambiente, Energía y Cambio Climático a tal efecto (algunas incluso a ‘pachas’).

Además, es evidente que la política medioambiental ha estado focalizada ‘en teoría’ hacia el cambio climático y la reducción de los Gases Efecto Invernadero (GEI), casi exclusivamente. Es muy difícil encontrar otras políticas de reducción de otro tipo de contaminación en los papeles y documentos de este Gobierno. ¿Han escuchado alguna cuestión sobre la eficacia medioambiental de los biocarburantes y del modelo de agricultura sostenible para su producción, por ejemplo? ¿Para eso tanto armazón en la Administración General del Estado? ¿Para estos resultados?

Una política medioambiental a lo ‘progre’, de salón, de campanario, basada en la propaganda (hay quien reclama su legítimo derecho a la propaganda) y en abordar sin matices la cuestión nuclear, sin abrir el necesario debate. Todo consiste en uncirse al carro de Al Gore (transparentar que se ha visto su documental, cosas guays), de Bill Clinton, de Jeremy Rifkin, de incorporar expertos en cambio climático en el programa del PSOE (por cierto, ¿cómo les explicarán todo esto tras estos cuatro años?) y de hacer declaraciones grandilocuentes en foros internacionales.

Por tanto, esta tendencia imparable a la elevación en las emisiones, es también consecuencia de una política farisea y hueca desde el punto de vista medioambiental; por una parte, la línea político-dogmática dirigida para votantes bienpensantes, confiados, ciudadanía con conciencia ecológica que es la que se esgrime en los discursos públicos: apoyo a las renovables, reducción de emisiones, eficiencia energética, reciclaje, un ‘mantra’ eficaz para la movilización de ciertos nichos de electorado, los más majos y los del Palacio de Vistalagre. Por otra, la real, la que se basa en las posturas que recoge el Boletín Oficial del Estado y los distintos departamentos ministeriales en su ejecutoria.

En cambio, fíjense en los hechos perpetrados con la aquiescencia del Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Industria. La utilización del Plan Nacional de Asignaciones para entregar derechos de emisión a las tecnologías más contaminantes y discriminar (negativamente) a tecnologías emisoras más limpias (la relación de derechos entregados al carbón en España frente al gas es la más alta de toda Europa, denunciada por la propia Comisión Europea, incluso con el riesgo de tratarse como ¡ayuda de estado!). Dos. La reciente, polémica y colectivizada, detracción de los derechos de emisión de las empresas eléctricas en función de la producción de las mismas y no en función de sus emisiones (es una especie de nacionalización). Un tercer ejemplo. El dantesco espectáculo regulatorio que hemos tenido que soportar en el campo de las renovables, con la modificación del R.D. 436/2004, su sustitución por el R.D. 661/2007 y ahora la prolongación de la agonía e incertidumbre en el caso de la energía solar fotovoltaica. Y para colmo, con el elemento crucial que rompe cualquier política de energética. Mantener una tarifa eléctrica sin trasladar los costes a los usuarios, para que no sean eficientes, no sepan lo que gastan, no conozcan lo que les corresponde de sus emisiones e internalicen lo que contaminan. ¿Y qué es lo que tenemos a cambio?. Pura quincalla de política medioambiental y bisuteria regulatoria en lo que son los elementos mollares que pueden hacer reducir las emisiones.

Como decíamos hace poco, empieza a resultar una verdad incómoda la acción real de las políticas para el cambio climático en España, con una perspectiva muy ideologizada pero con escasa acción gestora, dado que en las cuestiones capitales (el 50 % de las emisiones sujetas a la directiva proceden de la generación de electricidad y, en este sector, lo que se busca s un apaño más que cambiar el ‘mix’ de generación con medidas de mercado que sería lo razonable en cualquier ámbito occidental, civilizado y avanzado). Pero, hoy es momento preelectoral y habría que pedir responsabilidades a quien gobierna por su ‘pose’ ecologista y por su falta de convicción y de medidas eficientes para que realmente se articulen políticas serias y efectivas en esta cuestión, una vez que hay una conciencia generalizada y un consenso científico incuestionable. Vamos, para no seguir en la nada que se nadifica.

(Por cierto, el mismo día en que se conocen estos resultados, el Presidente del Gobierno volvió a insistir en su discurso a favor de las potenciar las renovables, no sabemos si ajenos a la entente que se ha mantenido con las energías renovables y ahora con la fotovoltaica. Cuanto esto empezó a pasar, justo cuando estaba abierto la crisis con el sector eólico, produjo la típica sorpresa malévola por la diferencia entre lo dicho y lo hecho. Hoy, con estos datos, y con la actuación de su Ejecutivo, produce hilaridad).

El año del agente doble

Dentro de los ejercicios de revisión y resumen del año 2007 hay un capítulo pendiente de analizar, que es el nuevo papel o, mejor el papel reforzado del operador de transporte y de sistema eléctrico, Red Eléctrica de España (REE). La importancia de este repaso estriba, en primer lugar, en lo que supone de cuña para el funcionamiento del sector y del mercado eléctrico y, en segundo, en que todavía están abiertas las líneas de fuerza y posibles consecuencias de esta posición.

Es preciso tener en cuenta que en este año, se produjo la configuración de REE como un monopolio de transporte (TSO). Tendrá por tanto la configuración de transportista, monopolista único y trino (en terminología teológica), con capacidad, como ya han notado ciertas tecnologías, de controlar el acceso a la red de determinadas tecnologías. O también con las limitaciones al crecimiento e inversión en las redes de transporte. En paralelo, en toda Europa empieza a despertarse una tendencia imparable hacia lo contrario, hacia el operador independiente el ISO, (el modelo español, sería el TSO maximum) algo que o bien podría complicar si no llegan a tiempo los planes de publicación de Red Eléctrica o nos deviene en otro expediente con la Comisión Europea, ahora que a esta Administración le da lo mismo todo, con tal de reservar el papel de intervención.

Estas no son las únicas cuestiones que han jalonado el papel de REE. Por ejemplo, el operador de sistema ha preparado para el Ministerio de Industria informes sobre la actuación de las empresas privadas en la aplicación del ominoso R.D. 3/2006 (el que establecía el precio de las casaciones de oferta en las operaciones bilateralizadas entre empresas de generación y distribución del mismo grupo).

Dos son las tendencias que ha seguido durante este año: la primera, la expansión en sus actividades, evidente bajo la lógica de empresa pública y el intervencionismo. Por otra parte, la segunda tendencia es consecuencia de la cesión de responsabilidad regulatoria: no hay normativa en el sector eléctrico que emane del Ministerio de Industria y de la Secretaria General de Energía, que no confiera papeles concretos (y adicionales) en su ordenación a Red Eléctrica, véase la normativa de la gestión de la demanda o las nuevas formulas para sustituir el mecanismo retributivo de la garantía de potencia. Numerosos expertos han escrito y dejado constancia sobre la tendencia a la actuación de la compañía que preside Atienza como regulador.

En paralelo, el año no ha sido tranquilo, es decir ha estado plagado de incidentes para el operador de sistema. En primer lugar por las consecuencias y responsabilidades del macroapagón de Barcelona, del ‘cuasi’ apagón de Vigo y la gestión de la disponibilidad del apagón de las grandes empresas interrumpibles de principios de diciembre. La cada vez más compleja interacción en las grandes ciudades de REE y las distribuidoras. Todos ellos, ellos incidentes que apuntan directamente a Red Eléctrica de España, bien por el conocimiento de lo acontecido o por lo que dicen las propias investigaciones de los órganos reguladores.

Por otra parte, Industria prepara una subida de retribución para las actividades y activos de transporte de Red Eléctrica de España. Una subida que supondrá, si la racionalidad no lo remedia abrir los codos en la tarifa bloqueda con la inflación presunta (más que prevista) y con el déficit tarifario galopante. Es decir reducir la retribución a la generación, al suministro y la comercialización. Buena prueba de ello es la política del Ministerio de Industria de ir esquilmando la retribución de la actividad de suministro puramente. La Bolsa lo ha reconocido en su rally de fin de año, adecuadamente.

El tercer vector, mucho más oculto, y posiblemente vertebrador de todo lo demás, es la cada vez menos disimulada aspiración de integrar Red Eléctrica y Enagás. Para ser más grande más, más monopolio, Tomás. Con más retribución (la fija la propia Red Eléctrica a falta de otras referencias; será casi una autoliquidación) y, adelantada, que es lo que piden, se tiene caja, cash para abordar operaciones de este tipo. Mucho en poco tiempo, evidentemente. Produce hasta vértigo la capacidad de configurar a Red Eléctrica de España como un agente que nos recuerda al marco legal estable. Si hasta cuando empresas privadas extranjeras que operan en nuestro país piden entrevistarse con los responsables de energía del Ministerio por problemas en las redes, les reciben con la presencia del Director de Operación de REE (¿qué pensará Sarkozy si se entera? ¿no produce cierto sonrojo que se hayan difundido estas líneas?).

En medio de todos estos acontecimientos, un nombre, el de su presidente, Luis Atienza, dicen que perfectamente vinculado y con ascendencia hacia el Presidente del Gobierno (si Jordi Sevilla ‘enseñaba’ economía al presidente, Atienza sería su hombre en la energía). En el sector, se le denomina de forma generalizada, el Ministro en la sombra, un factótum, compatibilizando este papel, con el rol de Presidente de una empresa privada, cotizada en bolsa, con sus fondos de inversión y todo en su accionariado. Sin incluir sus otras muchas inquietudes: hombre creativo, ocurrente, escribe versos (aquí publicamos su poema sobre el cambio climático), también con actividades en el mundo de la enología.

Es nuestro agente doble: intervencionismo y regulador ‘in pectore’, al frente de una empresa privada que no lo es. Por eso, en una felicitación de Navidad del año pasado se encomendaba para que los mercados fueran propicios a REE, el año del agente secreto (007, por lo del 2007, ¿comprenden?). Y lo ha sido.

La incertidumbre económica desinfla los simbólicos 100 dólares por barril

El precio del petróleo rebasó esta semana la simbólica cifra de los 100 dólares por barril, pero el temor a la desaceleración económica en EEUU y la caída de la demanda acabaron poniendo freno a los precios.

El empleo en EEUU ofreció claras señales de estancamiento con sólo 18.000 nuevos puestos de trabajo en diciembre y con las cifras de paro alcanzando el 5 por ciento, el peor dato en los dos últimos años.
Ambos elementos vuelven a subrayar los efectos de la crisis crediticia en EEUU y su efecto en el mercado del empleo suponen la mayor desaceleración mensual desde 2003, lo que contrasta de forma notable con el pasado mes de noviembre, cuando se crearon 115.000 empleos.

El temor a una creciente ralentización económica, las dudas sobre el impacto de un consumo menor en la demanda del crudo y la incertidumbre sobre el alcance de la crisis llevaron a una recogida de beneficios que frenó la subida de los precios.

El petróleo de Texas, de referencia en Estados Unidos, cerró el viernes en 97,91 dólares por barril, tras caer 1,27 dólares arrastrado por el pesimismo sobre la economía.

El crudo Brent, de referencia en Europa, cerró también a la baja en el mercado de futuros de Londres, donde el barril para entrega en febrero acabó en los 96,79 dólares, 81 centavos menos que al cierre de la jornada anterior.

Por el contrario, el precio del crudo de la OPEP alcanzó un nuevo máximo histórico el jueves y se situó en 93,94 dólares por barril, según informó el viernes la organización.

El debilitamiento del dólar ha vuelto a contribuir al aumento de los precios y los malos datos económicos de EEUU hacen que los analistas empiecen a hablar de un posible recorte de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal en la próxima reunión del 30 de enero. Esta decisión volvería a debilitar el dólar frente a otras divisas internacionales.

Como suele ocurrir con los precios en zona de máximos, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se encuentra ahora con la presión de los países consumidores para que decida abrir más sus grifos en su próxima reunión del primero de febrero en Viena.

Los trece países de la organización que controla dos tercios de las exportaciones mundiales de crudo desoyeron en su reunión del pasado diciembre en Abú Dabi los llamamientos de EEUU y de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) para aumentar su producción. El último aumento de la oferta de la OPEP fue de medio millón de barriles diarios en septiembre, después de que Arabia Saudí lograse imponerse a las pretensiones de Irán y Venezuela de mantener los suministros sin cambios.

La OPEP ha venido aduciendo que los elevados precios no se deben a que exista escasez en el mercado, sino al papel de los especuladores y a otros factores económicos que están fuera de su alcance, como el continuado debilitamiento del dólar, la divisa utilizada en las operaciones con materias primas.

La AIE también aseguró esta semana que los altos precios se debían a una confluencia de factores como las bajas temperaturas en el hemisferio norte, la caída de las reservas en EEUU y la entrada masiva de liquidez en el mercado de las materias primas. La agencia, que representa los intereses de las naciones ricas consumidoras de hidrocarburos, dijo que la marca de los 100 dólares por barril es un acicate para mejorar la eficiencia energética y la inversión en alternativas al «oro negro».

Por otro lado, a las incertidumbres económicas se añade la persistencia de tensiones geopolíticas con un potencial impacto en el abastecimiento petrolífero, como es la tensa situación en Nigeria, el mayor productor africano.

También el asesinato de la líder opositora pakistaní Benazir Bhutto ha elevado las preocupaciones porque la desestabilización de Pakistán, una potencia nuclear, tendría consecuencias regionales que afectarían de forma muy negativa al mercado del petróleo.

El presidente de la OPEP descarta un aumento de la producción a corto plazo

El ministro argelino de Energía y presidente en ejercicio de la OPEP, Chakib Khelil, consideró que el mercado de crudo está bien abastecido y para él no es necesario un aumento de la producción.

A preguntas de periodistas, el ministro preciso que solo en la próxima reunión de la OPEP se podría decidir sobre un eventual aumento de la oferta. Únicamente se aumentará la oferta si así lo decide la conferencia extraordinaria de la OPEP que se celebrará en febrero en Viena, precisó el ministro.

Sobre esa reunión indico que los miembros de la organización estudiarán «con atención» las previsiones de crecimiento de las economías mundiales, especialmente la estadounidense, «seriamente afectada por la crisis de los créditos hipotecarios».

Sobre la subida del precio del crudo, afirmó que la tendencia actual persistirá si los países fuera de la OPEP no cumplen sus objetivos de producción. «La escalada probablemente perdurara hasta fines del primer trimestre de 2008, para luego estabilizarse durante el segundo trimestre», opinó.

Khelil explicó que la subida actual de los precios del «oro negro» se debe esencialmente a «las tensiones políticas en Pakistán, la escalada de violencia en Nigeria y a la reducción de las reservas en Estados Unidos«.