La Unión Europea (UE) y Rusia confían en que la cumbre de Mafra sirva para impulsar una etapa de relaciones más cordiales y para allanar el camino a un acuerdo de asociación, pese a las diferencias en campos como el energético y el de los derechos humanos.

Como acuerdos concretos se espera la firma de uno de alerta temprana en energía, que ya se anunció en la anterior cumbre de Samara (Rusia), de forma que se solucionen los problemas de suministro de hidrocarburos a Europa.

Se dará impulso a la entrada de Rusia en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y se firmará un convenio para incrementar la cantidad de acero que Rusia puede exportar a la UE. Asimismo, la Unión va a presentar varios programas transfronterizos de cooperación para reducir la congestión de tráfico en las fronteras entre Rusia y los países Bálticos, donde se llegan a formar atascos de más de cincuenta kilómetros, sobre todo de camiones.

También se va a aprobar un memorando de entendimiento entre el Observatorio europeo de control de drogas y adicciones y el Servicio federal ruso dedicado a este problema, al margen de la Cumbre. Un consejo permanente de cooperación en el área cultural será otro de los resultados del encuentro.

Entre los temas en los que no se prevé un consenso, la Comisión Europea ya ha adelantado que tiene intención de volver a sacar a colación la exigencia de respeto a las libertades, aunque sea una de los discursos que más irriten al presidente ruso, Vladimir Putin.

Otro de los asuntos más relevantes de esta cita es la energía y la polémica por la legislación comunitaria que pretende separar el suministro y la distribución de los hidrocarburos, que Rusia interpreta como un freno a las inversiones de sus empresas.

Quedará una vez más pendiente resolver el freno de Polonia a un pacto de asociación estratégica, debido al veto a sus productos cárnicos en Rusia, supuestamente por razones de salubridad, y faltará tiempo para que pueda notarse una mejora a este respecto gracias a la reciente derrota electoral de los hermanos Kaczynski.

El representante permanente de Rusia ante la Unión Europea, Vladímir Chizhov, afirmó que la propuesta inicial de reforma del sector energético que estudia la UE «no se ajusta a los principios de la economía de mercado».

«El paquete de iniciativas, en su redacción inicial, desde luego afecta a nuestros intereses, pues contiene en particular restricciones a la participación de terceros países en los sectores energéticos correspondientes de la UE«, dijo el diplomático ruso en una entrevista con la agencia Interfax.

Chizhov insistió en que la reforma propuesta del sector energético de la UE «no se ajusta a los principios de la economía de mercado».
El representante ruso recalcó que aunque en el proyecto no se menciona expresamente a Rusia o a Gazprom, el gigante ruso del gas, las restricciones a las inversiones de terceros países afectarán en principalmente a Gazprom y otras empresas rusas, que son suministradoras clave de la Unión Europea.

Las nuevas iniciativas comunitarias en el ámbito de la energía, añadió Chizhov, será uno de los temas centrales de las negociaciones en la cumbre Rusia-UE que se celebra en la ciudad portuguesa de Mafra.

Esta semana, el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, negó que las compañías rusas salgan perdiendo con la reforma que estudia la Unión Europea. «Para la corporación Gazprom las propuestas de separar la extracción y el transporte de gas pueden ser muy atractivas», aseguró Piebalgs, citado por la agencia oficial rusa Itar-Tass.

Insistió en que la separación patrimonial entre las actividades de extracción y transporte de gas, y generación y distribución de energía eléctrica no limitarán las inversiones rusas en el mercado energético comunitario. Como ejemplo a seguir, el comisario europeo, puso a Microsoft, que ha aceptado «jugar según las reglas de la UE«.

El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, negó que las compañías rusas salgan perdiendo con la reforma del sector energético que baraja la Unión Europea (UE).

«Para la corporación Gazprom las propuestas de separar la extracción y el transporte de gas pueden ser muy atractivas», aseguró Piebalgs, citado por la agencia oficial rusa Itar-Tass.

El comisario subrayó que «las compañías europeas que se conviertan en propietarias de las redes podrán ampliar el área de suministros de Gazprom hasta España«. «Eso significa que Gazprom podrá ampliar el volumen de los suministros» con destino a Europa, dijo en una intervención durante la «Semana Internacional de la Energía» en la capital rusa.

Piebalgs insistió en que la separación patrimonial entre las actividades de extracción y transporte de gas, y generación y distribución de energía eléctrica no limitarán las inversiones rusas en el mercado energético comunitario. Como ejemplo a seguir, el comisario puso a Microsoft, que ha aceptado «jugar según las reglas de la UE«.

Por su parte, el viceministro de Exteriores de Rusia, Andréi Denísov, se manifestó en contra de la «discriminación» en el sector.
«Las compañías energéticas deben disponer del derecho de adquirir activos sobre una base no discriminatoria en los diferentes eslabones de la cadena energética desde la prospección hasta la extracción, refinado y venta», dijo durante el mismo foro.

El ministro aseguró que «Rusia está dispuesta a cooperar en la esfera de la energía sin discriminaciones, exclusivamente en un plazo de igualdad sobre la base del respeto a los intereses, la responsabilidad y el beneficio mutuos».

Las discrepancias en materia energética coparán la agenda de las conversaciones durante la cumbre UE-Rusia que tendrá lugar el viernes en la ciudad portuguesa de Mafra. El grupo de expertos creado por Piebalgs y el ministro ruso del ramo, Víctor Jristenko, para tratar la reforma energética comunitaria comenzó sus labores en Moscú.

Al respecto, Denísov subrayó que las autoridades rusas «desean encontrar una solución aceptable para ambas partes en el marco de una amplia cooperación internacional. Esto no son sólo palabras. Alternativa a tal posición simplemente no hay ni la puede haber». «Nadie va a poner en duda la responsabilidad equitativa de productores y consumidores de productos energéticos, el justo reparto de riesgos entre todos», dijo.

En los últimos meses Bruselas ha puesto pegas a los planes expansionistas de corporaciones como Gazprom, el mayor exportador de gas del planeta, al considerar que pueden hipotecar su independencia energética.

Según reza una de las cláusulas de la reforma energética, sólo se permitirá a las empresas extranjeras hacerse con el control de redes de transporte de energía en la UE si respetan las mismas reglas que sus competidores comunitarios y sus Gobiernos firman acuerdos los Veintisiete.

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha confirmado que viajará a Portugal con la intención de insistir en el interés de las compañías rusas en invertir en el mercado energético comunitario. Rusia mantiene que las inversiones de la UE en suelo ruso son cinco o seis veces mayores que las rusas en territorio comunitario.

La Comisión Europea (CE) decidió abrir por segunda vez un procedimiento de infracción contra Francia por no haber trasladado a su legislación nacional una directiva comunitaria de 2003 sobre fiscalidad de la energía.

Bruselas ya llevó a las autoridades francesas por este mismo motivo ante el Tribunal de la UE, que dictaminó que Francia «no había adoptado la legislación, la regulación y los cambios administrativos necesarios para aplicar la normativa europea».

La CE considera ahora que las medidas adoptadas por Francia para cumplir la sentencia son incompletas, por lo que le ha enviado una carta de emplazamiento, primer paso en el procedimiento de infracción, que puede concluir nuevamente en el Tribunal de la UE.

La directiva europea extiende los tipos mínimos de gravamen -hasta entonces limitados al crudo- a todos los productos energéticos, incluido el carbón, el gas natural y la electricidad, con objeto de evitar la distorsión que supone la existencia de diferentes niveles de imposición en cada Estado miembro.

Además contempla medidas que buscan impulsar la eficiencia energética, reducir la dependencia de las importaciones energéticas y limitar las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Los Estados miembros debían adoptar y publicar las normas y disposiciones encaminadas a cumplir con la citada directiva antes del 31 de diciembre de 2003.

La Comisión Europea (CE) no se plantea, por el momento, extender a otros sectores las restricciones propuestas para la inversión extranjera en el ámbito energético, aseguró el presidente del ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso.

En rueda de prensa, Durao Barroso hizo hincapié en la «especifidad» del sector energético y aseguró que Bruselas no ve las iniciativas en este ámbito «como un precedente» para otros sectores.

El paquete de medidas propuesto por la CE para impulsar la apertura de los mercados europeos del gas y la electricidad incluye una «cláusula internacional», según la cual una empresa extranjera sólo podrá hacerse con el control de redes de transporte de energía en la UE si respeta las mismas reglas que sus competidores comunitarios y su Gobierno firma acuerdos con los Veintisiete. Esta disposición ha sido interpretada por muchos como un freno a las intenciones del gigante ruso del gas Gazprom de expandirse en Europa.

Durao Barroso señaló, no obstante, que la Comisión está trabajando con los Estados miembros para encontrar la manera de «proteger los intereses de la UE respetando las reglas de la competencia y el mercado interior» en todos los sectores económicos.

El presidente del ejecutivo comunitario también se refirió a la preocupación que está generando en Europa la entrada en el capital de determinadas empresas de fondos estatales extranjeros, principalmente de China, Rusia y países del golfo Pérsico.

Durao Barroso se mostró partidario de adoptar «un enfoque europeo» en esta cuestión y dijo que aprovechará la Cumbre de Lisboa para proponer a los Jefes de Estado y de Gobierno un debate sobre ello. Advirtió de que si algún Estado miembro apuesta por definir su propia regulación «podría crear problemas para la integridad del mercado interno».

La canciller alemana, Angela Merkel, fue la primera, el pasado mes de julio, en reclamar una discusión en la UE sobre el papel de los fondos estatales extranjeros en empresas de interés estratégico para los Veintisiete y la necesidad de apostar por la reciprocidad.

Merkel incidió en que, a diferencia del sector privado, que se rige exclusivamente por objetivos gananciales, los fondos estatales pueden tener otro tipo de intereses, por ejemplo, de carácter político.

Durao Barroso recordó que la actividad de los fondos estatales está siendo analizada por las instituciones financieras multilaterales y en el G-7 (los siete países más industrializados del mundo) e insistió en que la UE debe defender una posición común.