Hispalyt dice que el proyecto ley del Gobierno se «ensaña» y hace «inviable» la cogeneración

El grupo Popular en el Senado excluye expresamente la cogeneración en su propuesta de rebajar la tasa al uso industrial del gas natural de 0,65 a 0,15 céntimos por gigajulio, lo que según Hispalyt «perjudica gravemente» a las industrias que han invertido en estas instalaciones para cubrir el total o parte de su demanda energética.

En un comunicado, esta patronal señala que con el tipo impositivo aplicado a la cogeneración «no se recaudará más», dado que en estas condiciones las instalaciones no se pondrán en funcionamiento.

Por un lado, añaden, España incrementará su dependencia energética al tener que aumentar la importación de energía primaria y, por otro, se perjudicará la competitividad de las industrias que han invertido en cogeneración para mejorar su eficiencia energética, como es el caso de las fábricas de ladrillos y tejas.

En cuanto a la enmienda de los populares por la que se incrementa el tipo impositivo sobre la generación de energía eléctrica del 6 al 7%, esta asociación considera que supondrá un incremento en el coste de la energía eléctrica a la industria de aproximadamente 67 millones de euros.

Esta cantidad, agregan, se suma a los 775 millones que se esperaban recaudar con el tipo impositivo del 6% sobre el valor de la producción de energía eléctrica, ascendiendo el coste total sobre la industria hasta los 843 millones de euros.

En el caso de la cogeneración, Hispalyt estima que la recaudación total sería de 179 millones de euros, pero no cree que el Estado lo llegue a ingresar porque las plantas «no se pondrán en funcionamiento».

Hispalyt dice que el proyecto ley del Gobierno se «ensaña» y hace «inviable» la cogeneración

El grupo Popular en el Senado excluye expresamente la cogeneración en su propuesta de rebajar la tasa al uso industrial del gas natural de 0,65 a 0,15 céntimos por gigajulio, lo que según Hispalyt «perjudica gravemente» a las industrias que han invertido en estas instalaciones para cubrir el total o parte de su demanda energética.

En un comunicado, esta patronal señala que con el tipo impositivo aplicado a la cogeneración «no se recaudará más», dado que en estas condiciones las instalaciones no se pondrán en funcionamiento.

Por un lado, añaden, España incrementará su dependencia energética al tener que aumentar la importación de energía primaria y, por otro, se perjudicará la competitividad de las industrias que han invertido en cogeneración para mejorar su eficiencia energética, como es el caso de las fábricas de ladrillos y tejas.

En cuanto a la enmienda de los populares por la que se incrementa el tipo impositivo sobre la generación de energía eléctrica del 6 al 7%, esta asociación considera que supondrá un incremento en el coste de la energía eléctrica a la industria de aproximadamente 67 millones de euros.

Esta cantidad, agregan, se suma a los 775 millones que se esperaban recaudar con el tipo impositivo del 6% sobre el valor de la producción de energía eléctrica, ascendiendo el coste total sobre la industria hasta los 843 millones de euros.

En el caso de la cogeneración, Hispalyt estima que la recaudación total sería de 179 millones de euros, pero no cree que el Estado lo llegue a ingresar porque las plantas «no se pondrán en funcionamiento».

Los cogeneradores dicen que el PP les «desahucia» con sus enmiendas a la fiscalidad eléctrica

El grupo Popular en el Senado excluye expresamente este procedimiento en su propuesta de rebajar la tasa al uso industrial del gas natural de 0,65 a 0,15 céntimos por gigajulio, y al mismo tiempo propone compensar ese descenso con un incremento del impuesto a la generación eléctrica del 6% al 7%.

A efectos prácticos, estas enmiendas, que resultarán previsiblemente aprobadas por la Cámara Alta, suponen «expulsar del mapa industrial a la cogeneración», cuyas reivindicaciones cuentan con el apoyo de los demás grupos políticos (PSOE, CiU, PNV y Grupo Mixto), que presentaron enmiendas en su favor, aseguró Acogen.

La asociación lamentó que el PP pretenda «maquillar» el impacto de esta subida con un tipo reducido para el gas natural industrial de 0,15 euros por gigajulio, si bien en la «letra pequeña» deja fuera el gas destinado a cogeneración industrial, equivalente al 40% del gas industrial.

«Los efectos serán devastadores sobre la actividad papelera, cerámica, química, azulejera y alimentaria, introduciendo una distorsión de la competencia entre las empresas y sus competidores exteriores», afirmó.

El gas industrial, cuando sea utilizado para la cogeneración, tendrá un gravamen cuatro veces superior, con lo que el Gobierno pretende recaudar unos 650 millones de euros. Mientras, la electricidad para la industria subirá un 17% por la nueva imposición propuesta por el PP.

Para Acogen, estas medidas abocan al país a un «suicidio industrial» y cierran «una de las pocas oportunidades de mantener la economía y de impulsar el empleo».

«El hachazo a la competitividad del país y a sus exportaciones que supone el desahucio de la industria cogeneradora puede provocar una auténtica catástrofe en el empleo y las actividades económicas de imprevisibles consecuencias«, señaló.

Acogen consideró que la industria sigue siendo la gran perjudicada con los impuestos eléctricos y advierte de que el Gobierno pretende recaudar 442 millones de euros en impuestos. El Gobierno ya recortó la cogeneración a principios de año en otros 233 millones de euros para 2013 y otros 450 millones de euros para 2015, recordó.

Aspapel, la patronal papelera, calculó que el impacto económico de la reforma en su sector subiría de 130 a 135 millones de euros con las enmiendas del PP, lo que le abocaría a «cierres y despidos» por una «brutal» pérdida de competitividad, dado que exportan más de la mitad de la producción.

«El PP apuesta contra la eficiencia energética», indicó Aspapel, y recordó que casi todas las fábricas papeleras producen en plantas anexas de cogeneración la energía eléctrica y el vapor que necesitan para su propia actividad industrial.

Los cogeneradores dicen que el PP les «desahucia» con sus enmiendas a la fiscalidad eléctrica

El grupo Popular en el Senado excluye expresamente este procedimiento en su propuesta de rebajar la tasa al uso industrial del gas natural de 0,65 a 0,15 céntimos por gigajulio, y al mismo tiempo propone compensar ese descenso con un incremento del impuesto a la generación eléctrica del 6% al 7%.

A efectos prácticos, estas enmiendas, que resultarán previsiblemente aprobadas por la Cámara Alta, suponen «expulsar del mapa industrial a la cogeneración», cuyas reivindicaciones cuentan con el apoyo de los demás grupos políticos (PSOE, CiU, PNV y Grupo Mixto), que presentaron enmiendas en su favor, aseguró Acogen.

La asociación lamentó que el PP pretenda «maquillar» el impacto de esta subida con un tipo reducido para el gas natural industrial de 0,15 euros por gigajulio, si bien en la «letra pequeña» deja fuera el gas destinado a cogeneración industrial, equivalente al 40% del gas industrial.

«Los efectos serán devastadores sobre la actividad papelera, cerámica, química, azulejera y alimentaria, introduciendo una distorsión de la competencia entre las empresas y sus competidores exteriores», afirmó.

El gas industrial, cuando sea utilizado para la cogeneración, tendrá un gravamen cuatro veces superior, con lo que el Gobierno pretende recaudar unos 650 millones de euros. Mientras, la electricidad para la industria subirá un 17% por la nueva imposición propuesta por el PP.

Para Acogen, estas medidas abocan al país a un «suicidio industrial» y cierran «una de las pocas oportunidades de mantener la economía y de impulsar el empleo».

«El hachazo a la competitividad del país y a sus exportaciones que supone el desahucio de la industria cogeneradora puede provocar una auténtica catástrofe en el empleo y las actividades económicas de imprevisibles consecuencias«, señaló.

Acogen consideró que la industria sigue siendo la gran perjudicada con los impuestos eléctricos y advierte de que el Gobierno pretende recaudar 442 millones de euros en impuestos. El Gobierno ya recortó la cogeneración a principios de año en otros 233 millones de euros para 2013 y otros 450 millones de euros para 2015, recordó.

Aspapel, la patronal papelera, calculó que el impacto económico de la reforma en su sector subiría de 130 a 135 millones de euros con las enmiendas del PP, lo que le abocaría a «cierres y despidos» por una «brutal» pérdida de competitividad, dado que exportan más de la mitad de la producción.

«El PP apuesta contra la eficiencia energética», indicó Aspapel, y recordó que casi todas las fábricas papeleras producen en plantas anexas de cogeneración la energía eléctrica y el vapor que necesitan para su propia actividad industrial.

Los cogeneradores temen el cierre del 30% de sus plantas si no se modifica la fiscalidad eléctrica

El presidente de Acogen, José Manuel Collados, advirtió de que, «de aprobarse en los actuales términos», la fiscalidad eléctrica provocará «un incremento considerable de los costes energéticos de las industrias manufactureras, haciendo que estas empresas mermen su competitividad» y parte del mercado exterior, lo que conducirá «al cierre y a la destrucción de miles de empleos».

Por este motivo, Collados aseguró que denunciará esta ley ante el Tribunal Constitucional si no se modifica su redacción actual, al incluir «aspectos anticonstitucionales» que justificarían la denuncia. No obstante, el presidente de Acogen confió en que durante el trámite en el Senado se incorporen al texto algunas de las propuestas del sector.

Por su parte, el director general de la asociación, Javier Rodríguez, señaló que, si no hay cambios en el proyecto legislativo, «España sufrirá las consecuencias en su industria, con una pérdida estimada del 3,3% del PIB industrial, que supondría una caída del 0,5% en el PIB nacional».

Para Rodríguez, «es básico situar a la industria en el centro de las políticas de recuperación de la economía», y para ello «hay una herramienta clave de competitividad que ahora se ha puesto especialmente en riesgo, que es la cogeneración».

La asociación consideró que es necesario crear un modelo energético «al servicio de la industria» en el que se valore la aportación de la cogeneración como herramienta de competitividad. De esta forma, las industrias manufactureras podrán aportar riqueza y empleo, lo que contribuirá a revertir la crisis.

Frente a este modelo, Acogen teme que la nueva fiscalidad eléctrica, que supone un «doble varapalo» para el sector al gravar la electricidad producida con un 6% y el gas natural que utiliza como materia prima (el conocido «céntimo verde»), provoque un cierre de plantas de cogeneración que, a su vez, arrastrará a las industrias asociadas y que acarreará una pérdida de 400 millones de euros según el propio proyecto.

El mayor impacto de la medida, advirtió, recaerá sobre 900 industriales que invirtieron 6.000 millones de euros en eficiencia energética mediante cogeneración, así como en los 23.000 consumidores industriales con fuertes costes energéticos en sus costes de producción.

Estas empresas son precisamente las más exportadoras y, por tanto, las más sensibles a una pérdida de competitividad. Un 50% de la producción industrial que utiliza cogeneración se exporta, y estas ventas equivalen a 11.000 millones de euros al año, indicó la asociación.

La cogeneración tiene una potencia instalada de 6.196 megavatios (MW) y demanda el 22% del gas natural consumido. Las industrias con actividades de cogeneración tienen un PIB de 23.000 millones de euros, una sexta parte de la riqueza industrial.

Para las industrias, el proyecto supondrá, si se aplica en sus términos actuales, entre 1.000 y 1.600 millones de euros adicionales a la factura energética de las industrias. Al consumir 9.600 millones de euros al año en energía, este recorte equivaldrá a un incremento del 16% en los costes energéticos, con un impacto mayor para aquellos que apostaron por la cogeneración para mejorar su eficiencia energética.

Acogen consideró que el proyecto «no es equilibrado ni igualitario», por lo que propuso una exención del impuesto especial al gas natural y combustibles utilizados en cogeneración y una bonificación del impuesto de generación eléctrica del 65%, con lo que la tasa resultante quedará en el 2%.

Los cogeneradores temen el cierre del 30% de sus plantas si no se modifica la fiscalidad eléctrica

El presidente de Acogen, José Manuel Collados, advirtió de que, «de aprobarse en los actuales términos», la fiscalidad eléctrica provocará «un incremento considerable de los costes energéticos de las industrias manufactureras, haciendo que estas empresas mermen su competitividad» y parte del mercado exterior, lo que conducirá «al cierre y a la destrucción de miles de empleos».

Por este motivo, Collados aseguró que denunciará esta ley ante el Tribunal Constitucional si no se modifica su redacción actual, al incluir «aspectos anticonstitucionales» que justificarían la denuncia. No obstante, el presidente de Acogen confió en que durante el trámite en el Senado se incorporen al texto algunas de las propuestas del sector.

Por su parte, el director general de la asociación, Javier Rodríguez, señaló que, si no hay cambios en el proyecto legislativo, «España sufrirá las consecuencias en su industria, con una pérdida estimada del 3,3% del PIB industrial, que supondría una caída del 0,5% en el PIB nacional».

Para Rodríguez, «es básico situar a la industria en el centro de las políticas de recuperación de la economía», y para ello «hay una herramienta clave de competitividad que ahora se ha puesto especialmente en riesgo, que es la cogeneración».

La asociación consideró que es necesario crear un modelo energético «al servicio de la industria» en el que se valore la aportación de la cogeneración como herramienta de competitividad. De esta forma, las industrias manufactureras podrán aportar riqueza y empleo, lo que contribuirá a revertir la crisis.

Frente a este modelo, Acogen teme que la nueva fiscalidad eléctrica, que supone un «doble varapalo» para el sector al gravar la electricidad producida con un 6% y el gas natural que utiliza como materia prima (el conocido «céntimo verde»), provoque un cierre de plantas de cogeneración que, a su vez, arrastrará a las industrias asociadas y que acarreará una pérdida de 400 millones de euros según el propio proyecto.

El mayor impacto de la medida, advirtió, recaerá sobre 900 industriales que invirtieron 6.000 millones de euros en eficiencia energética mediante cogeneración, así como en los 23.000 consumidores industriales con fuertes costes energéticos en sus costes de producción.

Estas empresas son precisamente las más exportadoras y, por tanto, las más sensibles a una pérdida de competitividad. Un 50% de la producción industrial que utiliza cogeneración se exporta, y estas ventas equivalen a 11.000 millones de euros al año, indicó la asociación.

La cogeneración tiene una potencia instalada de 6.196 megavatios (MW) y demanda el 22% del gas natural consumido. Las industrias con actividades de cogeneración tienen un PIB de 23.000 millones de euros, una sexta parte de la riqueza industrial.

Para las industrias, el proyecto supondrá, si se aplica en sus términos actuales, entre 1.000 y 1.600 millones de euros adicionales a la factura energética de las industrias. Al consumir 9.600 millones de euros al año en energía, este recorte equivaldrá a un incremento del 16% en los costes energéticos, con un impacto mayor para aquellos que apostaron por la cogeneración para mejorar su eficiencia energética.

Acogen consideró que el proyecto «no es equilibrado ni igualitario», por lo que propuso una exención del impuesto especial al gas natural y combustibles utilizados en cogeneración y una bonificación del impuesto de generación eléctrica del 65%, con lo que la tasa resultante quedará en el 2%.

Los cogeneradores advierten al PP de que «en su mano está la supervivencia» de la industria

En una nota de prensa, la asociación señala que todos los grupos parlamentarios salvo el PP han presentado enmiendas «sustanciales» a la nueva fiscalidad eléctrica cuya aprobación «permitiría mantener la competitividad de la industria y su cogeneración asociada».

«Los grupos de la oposición han hecho su trabajo y unánimemente han considerado necesario modificar una normativa que en su actual redacción supondría la destrucción de nuestro tejido industrial y generaría un gran impacto en términos de desempleo y cierre de empresas«, señala la asociación.

No obstante, Acogen recuerda que es el PP, dada su mayoría absoluta, la formación que debería enmendar la ley en el Congreso para evitar que los nuevos impuestos dañen a la industria y comprometan su viabilidad.

Los cogeneradores advierten al PP de que «en su mano está la supervivencia» de la industria

En una nota de prensa, la asociación señala que todos los grupos parlamentarios salvo el PP han presentado enmiendas «sustanciales» a la nueva fiscalidad eléctrica cuya aprobación «permitiría mantener la competitividad de la industria y su cogeneración asociada».

«Los grupos de la oposición han hecho su trabajo y unánimemente han considerado necesario modificar una normativa que en su actual redacción supondría la destrucción de nuestro tejido industrial y generaría un gran impacto en términos de desempleo y cierre de empresas«, señala la asociación.

No obstante, Acogen recuerda que es el PP, dada su mayoría absoluta, la formación que debería enmendar la ley en el Congreso para evitar que los nuevos impuestos dañen a la industria y comprometan su viabilidad.

Las empresas de tratamiento de purines alertan del cierre de plantas con la Ley de medidas fiscales para el sector energético

La organización, que detalló que España cuenta con 28 plantas de tratamiento de purines, alertó además del impacto que el eventual cierre de estas instalaciones podría tener sobre granjas de porcino y empresas de toda la cadena productiva, con un «daño irreparable» para el sector ganadero y agrícola español.

ADAP explicó que el proyecto de ley prevé la aplicación de un impuesto eléctrico a la cogeneración del 6%, además del céntimo verde que encarecerá el gas industrial que utilizan las plantas de tratamiento del purín en un 7%, lo que «hace inviable el sostenimiento económico de estas plantas, única solución con la que cuentan hoy por hoy los ganaderos del porcino para descontaminar sus excedentes de purín».

Las empresas de tratamiento de purines alertan del cierre de plantas con la Ley de medidas fiscales para el sector energético

La organización, que detalló que España cuenta con 28 plantas de tratamiento de purines, alertó además del impacto que el eventual cierre de estas instalaciones podría tener sobre granjas de porcino y empresas de toda la cadena productiva, con un «daño irreparable» para el sector ganadero y agrícola español.

ADAP explicó que el proyecto de ley prevé la aplicación de un impuesto eléctrico a la cogeneración del 6%, además del céntimo verde que encarecerá el gas industrial que utilizan las plantas de tratamiento del purín en un 7%, lo que «hace inviable el sostenimiento económico de estas plantas, única solución con la que cuentan hoy por hoy los ganaderos del porcino para descontaminar sus excedentes de purín».