«Nuestra situación es límite en cuanto a la rentabilidad empresarial y cualquier incremento de costes pondrá en peligro la viabilidad de nuestras industrias», afirmó el presidente de Acogen, quien recordó que el sector industrial emplea a 1,4 millones de personas y concentra el 40% del PIB nacional.

El proyecto de ley con la nueva fiscalidad eléctrica «obligará a parar las cogeneraciones y, detrás, a parar las industrias», ya que sin la primera los costes energéticos de la actividad industrial «se dispararán».

«No entendemos que en la situación actual se proponga una medida tan discriminatoria y penalizadora sobre la industria. No podemos repercutir al mercado sus efectos y, es más, la repercusión en otras tecnologías supondrán también subidas adicionales en nuestro precio de compra», lamentó Collados.

La nueva fase de la reforma energética grava triplemente a la cogeneración, ya que lo hace sobre los combustibles utilizados, sobre la electricidad producida y sobre la electricidad consumida. «Un total dislate», afirmó el presidente de Acogen.

Los industriales, señaló, asisten «estupefactos» al «golpe» que asestarán las nuevas medidas fiscales del sector energético sobre la competitividad de la industrial. «Si nosotros no logramos salir de esta situación, España tampoco saldrá», advirtió.

«Tras haber invertido mucho en cogeneración, las medidas anunciadas por su Gobierno harán que lo que se concibió como una mejora competitiva, se convierta en un lastre que nos empujará al fondo», señaló, antes de recordar la vinculación de la cogeneración a industrias como las químicas, papeleras, alimentarias, farmacéuticas, azulejeras, automovilísticas, petroquímicas, textiles o farmacéuticas.

«Presidente», finaliza la carta, «confiamos en que usted entiende lo importante que es la Industria para la recuperación del país y, por ello, esperamos que en el trámite parlamentario esta situación se pueda resolver y así evitemos una gran debacle en la actividad y el empleo industrial asociado».

Durante la asamblea anual de Acogen, Rodríguez indicó que el principal «reto regulatorio» del sector será la aprobación de la normativa para la cogeneración a partir de 2012 y aseguró que tanto esta tecnología como la actividad industrial a la que se asocia «tienen que ser claves para lograr una economía competitiva y fuerte».

Además, recordó también la importancia que tiene el coste de la energía para la competitividad industrial y lamentó que el sector eléctrico esté en la actualidad «transmitiendo inseguridad» y advirtió de la importancia de corregir este «riesgo sistémico». «Tenemos un sistema que requiere profundas reformas y pactos estructurales», afirmó.

La cogeneración aspira a elevar su potencia instalada de 6.114 megavatios (MW) en la actualidad a entre 10.000 y 10.500 MW en 2020, lo que permitirá generar 25.000 nuevos empleos desde los 13.000 puestos actuales. La aportación económica del sector ya supera las primas recibidas, según un informe de Boston Consulting citado por Rodríguez.

Para acometer las inversiones hasta 2020, el sector se planteó «dos horizontes temporales», indicó. Hasta 2016 se dedicará la mayor parte del esfuerzo, concretamente 3.885 millones de euros, que irán dedicados tanto a nuevas instalaciones como a la modernización de las actuales, y que permitirá que el peso de esta tecnología en el ‘mix’ eléctrico pase del 12% al 15%.

Este crecimiento requerirá esos 6.000 millones de inversión, de los que dos tercios se dedicarán a nuevas plantas y el tercio restante a la renovación tecnológica del parque actual.

Por su parte, José Manuel Collados, presidente de Acogen, reivindicó la eficiencia de esta fuente y su aportación para la mejora de la productividad y la recuperación económica y dijo que «el nuevo gobierno debe recibir el mensaje claro de que debe apoyar la cogeneración» por motivos que van desde su eficiencia económica hasta los beneficios de la generación distribuida, pasando por el ahorro logrado en emisiones de CO2.

Collados también explicó que las industrias que disponen de sistemas de cogeneración (que permiten generar electricidad y energía térmica útil en algunas industrias) demostraron ser más capaces que otras de afrontar los efectos de la crisis y mantenerse. De hecho, la electricidad producida con esta tecnología aumentó un 2%, lo que muestra el incremento de la actividad industrial de las plantas aledañas.

Recordó además que esta tecnología contribuye a la generación distribuida -producción y consumo de energía en puntos cercanos-, lo que evita el pago de peajes y reduce las pérdidas. «Tenemos que mimar a la industria», reclamó Collados.

Javier Rodríguez realizó estas afirmaciones en su intervención ante la Comisión Mixta no permanente para el estudio del Cambio Climático, en base a las conclusiones del estudio «Valoración de los Beneficios asociados al desarrollo de la Cogeneración en España» realizado por Boston Consulting Group, donde se señala que «por su capacidad de aportar respuestas a los retos planteados por el cambio climático de una manera sostenible y competitiva, la cogeneración es un componente clave de la política medioambiental».

El director general recordó que la cogeneración supone casi el 12% de la generación de electricidad, distribuida en 1.000 instalaciones en sectores industriales que suman 1,4 millones de empleos. Además de herramienta clave para alcanzar los objetivos nacionales de eficiencia energética y ahorro de emisiones, la cogeneración es fundamental para la competitividad de la industria y servicios que la utilizan y un instrumento para descarbonizar la economía, sostuvo.

Rodríguez mostró el parón de la cogeneración en España desde 2002, lo que a su juicio es indicativo de que no existe un impulso real a la eficiencia energética como opción más competitiva y sostenible.

La eficiencia energética es la forma económicamente más eficaz de conseguir ahorros de energía y emisiones y la cogeneración es su máximo exponente. Por ello, supone una prioridad en la Unión Europea y en los países más avanzados que sitúan la eficiencia energética por encima de otras políticas como la de desarrollo de renovables o cambio de hábitos.

Dada su calificación por la AIE como tecnologías maduras listas para su implementación en los mercados, la cogeneración industrial y otras tecnologías de eficiencia precisan políticas de apoyo que eliminen las barreras existentes para que su potencial se desarrolle.

Según informó la compañía, Neoelectra, que gestiona las inversiones del fondo de inversión ArcLight Capital Partners en proyectos de cogeneración, de CO2 (dióxido de carbono) y de biomasa en España, ha logrado un crédito de 87 millones de euros para acometer sus objetivos inversores en los próximos tres años.

Esta operación permitirá a Neoelectra disponer de liquidez para adquirir nuevos activos de cogeneración y biomasa a corto plazo, así como mejorar las condiciones financieras, según aseguró el consejero delegado de la compañía, Antonio Cortés-Ruiz.

En este sentido, el directivo de Neolectra aseguró que la cogeneración es «clave» para el futuro del suministro energético en España teniendo en cuenta las deficiencias de sistema eléctrico y los desequilibrios entre oferta y demanda.

Además, durante la presentación de los resultados de 2010 y el plan de expansión de 2014, Cortés-Ruiz subrayó que el crédito concedido por el fondo inversor ArcLight Capital Partners demuestra la confianza sobre el mercado energético español a pesar de que atraviesa momentos de transición, especialmente en el área de la cogeneración.

Neoelectra, que cerró 2010 con una facturación de 88,1 millones de euros y un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 22,1 millones, es una compañía energética independiente que suministra cerca de 900.000 megavatios (MW) anuales que equivalen al consumo de 200.000 hogares.