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Brufau (Repsol) ve “regresiva” la propuesta de la comisión de expertos de costear la transición energética subiendo los impuestos indirectos

EFE.- El presidente de Repsol, Antonio Brufau, critica las propuestas del comité de expertos que pretenden que la reducción de emisiones de CO2 y la transición energética se pague a través de impuestos indirectos que soportan los ciudadanos porque eso «no es justicia progresiva», sino «regresiva».

Brufau ha demandado «buenas políticas regulatorias que no impacten en el individuo» y ha recordado que en el pasado se hicieron legislaciones para extender determinadas tecnologías renovables que favorecieron a compañías eléctricas, pero que generaron «déficits de tarifa enormes» que se van a tener que pagar durante bastantes años. Brufau, que recordó la factura pendiente de pagar de 25.000 millones de euros por este motivo, ha manifestado que la mejor regulación energética para el desarrollo del país es la que piense en el ciudadano y no en la empresa energética.

El presidente de Repsol considera que la «factura» de la transición energética no la debe pagar nadie, sino que lo que hay que conseguir es acertar en la ruta para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Brufau cree que en este momento hay que apostar por la tecnología que ya hay en el mercado para mejorar en eficiencia energética, pues otras como el vehículo eléctrico, la sustitución del carbón por el gas o la captura de carbono, tendrán efecto sólo a largo plazo.

Nuevos motores reducirían las emisiones

Además, ha señalado que los costes de la transición hacia un modelo en el que se reduzcan las emisiones de gases invernadero no pueden perjudicar a la competitividad, especialmente a la de la industria, pues un país sin industria es un «país pobre». También ha manifestado que la investigación en tecnología no debe recaer en los ciudadanos, sino en las empresas, que deben invertir con cargo a su cuenta de resultados y no esperar a que se invierta dinero público, que, en su opinión, deber destinarse a que los ciudadanos tengan mejores prácticas energéticas. Apuntó, en este sentido, que si los vehículos actuales emplearán nuevos motores de combustión, se reducirían las emisiones en un 26%.

Brufau, que ha pedido también apoyo regulatorio a la generación distribuida en España, ha manifestado que el vehículo eléctrico es una «gran oportunidad» y Repsol va a estar en este campo, pero «cuanto toque estar», pues actualmente «presenta grandes dudas e incertidumbres». Ha apuntado que el coche eléctrico no será competitivo hasta 2025 y siempre que se solucionen temas básicos, como la geopolítica de los metales para producir sus baterías ya que en el caso del cobalto se va a producir una dependencia de los pocos países que lo producen.

Por eso, ha señalado que es necesario poner el peso donde sea más eficiente para la sociedad y ahora lo es, a su juicio, en la renovación de la flota actual de los vehículos de combustión más que en el vehículo eléctrico. Además, pidió tener cuidado con las subvenciones a los vehículos eléctricos por las transferencias de recursos que pueden suponer en el corto plazo de las clases medias a las de alto nivel adquisitivo. También se pregunta «por qué tenemos que pagar la investigación de las compañías de automóviles alemanas», que asegura que reciben toda la subvención de I+D+I.

Repsol concluye su parada técnica en el complejo de Puertollano y celebrará su junta de accionistas el 11 de mayo

EFE.- Repsol concluyó la parada técnica de 59 días que realizó en sus áreas de destilación y conversión en el complejo industrial de Puertollano (Ciudad Real), cumpliendo los objetivos previstos en plazos de ejecución, inversiones, seguridad y medio ambiente. Asimismo, la petrolera celebrará su junta general de accionistas el próximo 11 de mayo, según acordó su consejo de administración, que propondrá una reducción del capital social para evitar el efecto dilutivo de las ampliaciones para atender su programa de dividendo flexible.

La reducción del capital social se hará mediante la amortización de acciones propias y por un volumen equivalente a los títulos que se emitan en 2018 para atender el sistema retributivo de dividendo flexible, que permite al titular de acciones cobrar parte o la totalidad del dividendo en efectivo o en títulos de la compañía, según Repsol. El consejo de administración propondrá también a la junta mantener el programa de dividendo flexible como forma de retribución al accionista y, para ello, se someterán a aprobación dos ampliaciones de capital liberadas para continuar con el programa.

2017: Dividendo de 0,90 euros

En la junta también se tendrá que aprobar una retribución al accionista de 50 céntimos de euro brutos por acción, en sustitución del dividendo complementario de 2017. Este dividendo, sumado al que la compañía aprobó como parte del mismo programa Repsol Dividendo Flexible y en sustitución del tradicional dividendo a cuenta de 2017, por un importe equivalente a 40 céntimos de euros brutos por acción, hará que la retribución total al accionista con cargo al pasado ejercicio ascienda hasta 90 céntimos de euro por acción.

En la junta también se someterán a aprobación las cuentas anuales de 2017, año en que el grupo Repsol ganó 2.121 millones de euros, su beneficio neto más alto de los últimos seis años. Además, el consejo de administración propondrá a la junta general de accionistas el nombramiento de dos consejeros externos independientes, María del Carmen Ganyet i Cirera e Ignacio Martín San Vicente, que fuera presidente ejecutivo de Gamesa entre 2012 y 2017, para un periodo de cuatro años.

Ganyet y Martín San Vicente sustituyen a Artur Carulla, que finalizó su mandato, y al expresidente de Kutxabank, Mario Fernández, que dimitió tras desestimar el Tribunal Supremo el recurso que interpuso contra la sentencia de la Audiencia de Vizcaya que le condenó por apropiación indebida. Además, la junta de accionistas tendrá que ratificar el nombramiento del presidente de Caixabank, Jordi Gual, que fue nombrado consejero externo dominical por el consejo de administración en diciembre pasado.

Concluye parada técnica en Puertollano

La petrolera destacó que ha invertido 75 millones de euros en esta parada técnica, en la que se han hecho trabajos de mantenimiento e inspecciones en más de 1.000 equipos e instalaciones. Según Repsol, la seguridad de las personas que han trabajado en la parada ha sido la «máxima prioridad» y, en total, más de un centenar de profesionales de la petrolera y de empresas auxiliares han formado parte del grupo de coordinación de seguridad, y se han encargado de la supervisión y prevención de los trabajos. Además, se han efectuado más de 10.000 horas de formación específica en seguridad.

Asimismo, participaron 53 empresas auxiliares, en su mayoría de la comarca de Puertollano. En esta parada programada se ha incorporado el uso de las nuevas tecnologías en línea dentro de la apuesta de Repsol de digitalizar los entornos industriales. Uno de los proyectos principales de esta parada ha sido la instalación de un nuevo sistema de apertura y cierre de las cámaras de la unidad de Coker, que mejora la competitividad de la planta e incrementa su rendimiento y fiabilidad. También se han hecho mejoras de eficiencia energética en las plantas de vacío y refinería II, así como otros proyectos en la unidad de hidrotratamiento.

Repsol convoca la junta de accionistas para el 19 de mayo y ofrece una retribución de 0,45 euros por acción

Servimedia / EFE.- El consejo de administración de Repsol acordó proponer a la junta general ordinaria de accionistas que se celebrará en Madrid el 19 de mayo una retribución equivalente a unos 0,45 euros brutos por acción, a través del programa Repsol Dividendo Flexible y en sustitución del dividendo complementario del ejercicio 2016.

Según la compañía, esta retribución se suma a la que aprobó, como parte del mismo programa y en sustitución del tradicional dividendo a cuenta de 2016, por un importe equivalente a unos 0,35 euros brutos por acción. Por tanto, el dividendo de Repsol correspondiente a 2016 será de 80 céntimos, la misma cantidad que con cargo a 2015, cuando la retribución total se vio recortada en un 20% respecto al ejercicio anterior. El consejo también propondrá mantener el programa de scrip dividend en sustitución del dividendo a cuenta del 2017, permitiendo a los accionistas decidir si prefieren recibir su retribución en efectivo o en acciones.

En la reunión se decidió convocar la junta general ordinaria de accionistas de la compañía, que se celebrará en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, previsiblemente en segunda convocatoria, el próximo 19 de mayo. Se propondrá a la junta la aprobación de las cuentas anuales y la distribución de los resultados correspondientes al ejercicio 2016, en el que la compañía obtuvo el mayor beneficio neto de los últimos cuatro años, 1.736 millones de euros. Además, se someterá a la Junta el nombramiento de PriceWaterhouseCoopers como auditor de la compañía para 2018, 2019 y 2020.

Otro de los asuntos que se someterá a la aprobación de los accionistas es continuar con un sistema retributivo para el consejero delegado, Josu Jon Imaz, referenciado a la evolución de la cotización de la acción de Repsol frente a una muestra de cinco compañías internacionales comparables. Además, siguiendo las recomendaciones del Código de Buen Gobierno y las mejores prácticas, se someterá también a votación la entrega de acciones a los consejeros ejecutivos como parte del pago de su retribución variable plurianual a largo plazo.

Por otro lado, se ha decidido proponer a la junta general de accionistas la reelección como consejeros de Rene Dahan, Manuel Manrique y Luis Suárez de Lezo, así como la ratificación del nombramiento por cooptación y reelección de Antonio Massanell Lavilla, como consejero dominical, que sustituyó a Isidro Fainé tras la renuncia de éste. El consejo también propondrá el nombramiento como consejeros externos independientes de Maite Ballester, Isabel Torremocha y Mariano Marzo, en sustitución de Javier Echenique, María Isabel Gabarró y Henri Philippe Reichstul. Todos estos nombramientos serán vigentes por un periodo de cuatro años.

Brufau celebra las disensiones en la OPEP y espera que las reglas del mercado sigan actuando sobre el sector petrolero

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, reivindicó la ley de la oferta y la demanda en su discurso ante los accionistas de la compañía y celebró que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) haya dejado de actuar como un cártel. “Ha dejado que el mercado fluctúe en reglas del mercado, de lo cual nos tenemos que alegrar», señaló Brufau, que aseguró que “lo mejor” que le puede ocurrir al sector petrolero es que la OPEP “desaparezca como cártel”.

«Nuestro dinero lo tenemos que jugar a las reglas de oferta y demanda y no a que unos señores decidan qué precios necesitan ellos para que el mundo pague y manipulen la producción», añadió Brufau, que vaticinó una recuperación de precios durante este año, algo que considera que ya se está viendo con el barril en 48 dólares, aunque subrayó que Repsol trabaja para ser «una compañía rentable con un escenario de 50 dólares y ser capaz de reducir deuda, invertir y crecer en valor y volumen. Además, consideró «moderadamente prudentes» las previsiones de los analistas y las agencias de rating para el petróleo en 2016, con unas estimaciones que se sitúan entre los 42 dólares y los 36 dólares.

En 2015, según explicó, hubo un desajuste diario de casi 2 millones de barriles de petróleo entre oferta y demanda en un contexto de precios muy bajos. Para 2016 Brufau señaló que se espera una estabilización de la oferta y que crezca la demanda. De hecho, afirmó que «el mercado está esperando crecimientos importantes» del precio del petróleo en próximas fechas, ya que «se empieza a visualizar una cierta tensión entre la oferta y la demanda». Además, como otros factores que favorecerán al precio, citó el mayor crecimiento previsto para la economía mundial, del 3,2% frente al 3,1% de 2015, mayor en los países emergentes.

En su análisis del pasado ejercicio, señaló que fue un «año complejo» debido a un escenario de precios marcado por la alta volatilidad tanto en el crudo como en el gas, con caídas de más del 50%. Brufau atribuyo este descenso a 2 razones: la ralentización de la economía global, que ha provocado que la demanda crezca a un ritmo menor del esperado, y la sobreproducción existente por las disensiones en el seno de la OPEP y la estrategia liderada por Arabia Saudí para echar del mercado a sus competidos de yacimientos no convencionales de países como Estados Unidos, donde la producción se disparó en los últimos años con el fracking pero que necesitan un precio del barril más elevado.

Asimismo, Brufau subrayó que la adquisición el año pasado de la petrolera canadiense Talisman Energy está «transformando» la compañía, doblando su tamaño de upstream (producción de petróleo) y haciendo que se tenga que «trabajar mucho» para maximizar su valor. Ante la crítica de algún accionista, el ejecutivo catalán no dudó en considerar “acertada” la compra, en la que se utilizaron los fondos recibidos por la expropiación de la argentina YPF, pese al actual entorno de precios, ya que ante una operación como ésta «hay que visualizar el futuro y esperar que se pueda sacar rentabilidad en base» a esas perspectivas.

En este sentido, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, afirmó que 2015 supuso un ejercicio «de profunda transformación» para la compañía, en un «año con importantes retos y con un entorno complejo» hacia una “nueva Repsol”. «El proceso que hemos iniciado a lo largo de 2015 ha estado marcado por la adquisición de Talisman Energy y por un nuevo plan estratégico enfocado en la creación de valor”, añadió.

Por otro lado, explicaron que Repsol contó con factores que le ayudaron a minimizar el impacto de la caída del crudo, como la revalorización del dólar frente al euro o la mejora en sus resultados en el downstream, especialmente en el margen de refino, que se dobló con respecto a años anteriores. «Toda la actividad del downstream ha fortalecido a la compañía en una época difícil«, destacó el presidente Brufau.

Por otro lado, los accionistas de Repsol aprobaron que el dividendo correspondiente a los resultados de 2015 se sitúe en 0,8 euros, lo que supone un recorte del 20% con respecto a 2014. De esta manera, el dividendo complementario pasará de 0,5 euros a 0,3 euros, tal y como el grupo había avanzado en febrero. En cuanto a la futura evolución del dividendo, Brufau señaló que si el petróleo se recupera ya «verá» el consejo de administración qué se hace.

Además, la junta aprobó la reelección como consejero del presidente de Caixabank, Isidro Fainé, y la ratificación del nombramiento como consejero de Gonzalo Gortázar, así como un nuevo sistema de retribución variable para el consejero delegado, vinculado al valor de las acciones de Repsol y su evolución frente a petroleras competidoras. De hecho, Imaz se ha mostrado dispuesto a que el 100% de su retribución sea variable y sujeta al cumplimiento de objetivos, como ha sugerido un accionista, porque «tenemos que comprometernos con estos proyectos».

Repsol amortiza 600 millones de dólares de la deuda de Talisman y convoca junta de accionistas el 20 de mayo

EFE / Servimedia.- Repsol convocó la junta de accionistas para el próximo 20 de mayo, momento que se abordará el dividendo complementario de 0,30 euros que supone un recorte del 20% en la retribución total. Por otro lado, la petrolera amortizó una nueva parte de la deuda de Repsol Oil & Gas Canada (antigua Talisman Energy) con la compra de bonos de la compañía canadiense por valor nominal de 600 millones de dólares (unos 530 millones de euros).

La operación tendrá para Repsol un efecto positivo antes de impuestos de 52 millones de dólares (46 millones de euros) en los resultados de 2016, como consecuencia de la diferencia entre el menor valor de la compra y el valor en libros de dichos bonos. La recompra de estos bonos, señala, aumenta las sinergias previstas en el Plan Estratégico 2016-2020 de Repsol y refleja su capacidad «para generar nuevos ahorros tras la integración de Talisman».

Se trata de la segunda operación de este tipo realizada por la compañía tras la llevada a cabo el 9 de diciembre, por un importe de 1.525 millones de dólares (1.350 millones de euros) y un efecto positivo en la cuenta de resultados del ejercicio 2015 de más de 220 millones de dólares (195 millones de euros), antes de impuestos.

Junta de accionistas en mayo

Por otro lado, Repsol fijó la junta de accionistas de la petrolera para el próximo 20 de mayo en el Palacio de Congresos de Madrid, con el dividendo complementario de 0,30 euros avanzado en febrero, que supone un recorte del 20% en la retribución total, entre los puntos del orden del día. Según comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Repsol propondrá una ampliación de capital con cargo a reservas voluntarias procedentes de beneficios no distribuidos, equivalente a una retribución de unos 0,30 euros brutos por acción.

Repsol avanzó a finales de febrero que el dividendo complementario, que se ofrece bajo la modalidad de dividendo flexible, pasaría de 0,50 euros a 0,30 euros que se sumarán a los 0,50 euros a cuenta ya cobrados el pasado mes de enero. Así, el dividendo total pasaría de 1 euro a 0,80 euros, un 20% menos. La compañía detalla que esa primera ampliación de capital liberada se implementará durante los próximos meses de junio y julio y que, tanto la asignación de derechos de asignación gratuita como la del inicio de la negociación de los citados derechos, serán antes del 17 de junio de 2016.

Junto a este tema, los accionistas de Repsol votarán la reelección como consejero del presidente de Caixabank, Isidro Fainé, y la ratificación del nombramiento como consejero de Gonzalo Gortázar. Asimismo, los accionistas deben dar el visto bueno a las cuentas de la compañía en 2015, ejercicio en que perdió 1.227 millones de euros como consecuencia de la fuerte bajada del precio del petróleo, por la que decidió realizar provisiones extraordinarias de 2.957 millones de euros.

Además, Repsol ha puesto en marcha medidas adicionales para reforzar los objetivos marcados en su Plan Estratégico 2016-2020, entre las que se incluyen aumentar y acelerar las sinergias y eficiencias, reducir inversiones y profundizar en el programa de desinversiones en activos no estratégicos. Concretamente, va a reducir en 1.800 millones de euros adicionales la inversión prevista para los años 2016-2017, con lo que se situará por debajo de 4.000 millones de euros en 2016 y en una cifra similar en 2017. Esta reducción representa un 20% adicional respecto a lo comprometido en el Plan Estratégico.