Una población de Túnez dispone de agua desde 2006 gracias a una desalinizadora autoabastecida por una central solar fotovoltaica aislada

EFE.- Un sistema de desalación diseñado por el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), alimentado exclusivamente con energía solar fotovoltaica, ha suministrado de agua potable de forma ininterrumpida desde su instalación en 2006 a Ksar Guilène en Túnez. Según el Gobierno canario, la instalación se convirtió en la planta de desalación autónoma más longeva de África y que tiene como único suministro energético una central solar fotovoltaica aislada de la red eléctrica.

Durante estos más de 10 años de operación ininterrumpida se han producido más de 20 millones de litros de agua potable que abastecieron las necesidades de una población de 300 habitantes que, por su situación geográfica, en pleno desierto del Sahara (región de Kébili), no disponía de red eléctrica y debía recurrir a transportar el agua en camiones cisterna desde un pozo artesiano situado a unos 60 kilómetros de distancia.

El conjunto del diseño de la instalación está basado en la patente internacional del ITC, denominada DESSOL, consistente en la operación autónoma de una desalizinadora por ósmosis inversa accionada por un campo solar fotovoltaico y soportada por un sistema optimizado de almacenamiento en baterías. En el caso de la instalación de Túnez, el suministro eléctrico proviene de 7 generadores solares fotovoltaicos en paralelo, proporcionando 10,5 kW de potencia máxima. La producción autónoma de agua potable en enclaves aislados es una alternativa viable para alcanzar una mayor rentabilidad en la economía.

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