Un experto llama a desarrollar las energías renovables para parar el cambio climático

Servimedia.- Las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del deshielo del permafrost, la capa de hielo permanentemente congelada del Ártico, podrían tener un impacto económico 43 billones de dólares (unos 38,4 billones de euros) mayor de lo esperado a finales del próximo siglo. Por ello, el experto Kevin Schaefer asegura que «podemos reducir al mismo tiempo las emisiones de combustibles fósiles y hacer crecer la economía con el aprovechamiento de las mismas fuerzas del mercado que crearon el problema en primer lugar«.

Así se desprende de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y desde Estados Unidos por el Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve (NSIDC, en sus siglas en inglés). El informe señala que este impacto económico justifica la necesidad de tomar medidas urgentes para reducir las emisiones originadas por el descongelamiento del permafrost ártico, que comenzó su deshielo en los últimos decenios como consecuencia del calentamiento global, según el NSIDC. A medida que el suelo helado se degrada, libera dióxido de carbono y metano, con lo que amplifica los efectos de las emisiones procedentes de la actividad humana.

Chris Hope, de la Universidad de Cambridge, y Kevin Schaefer, del NSIDC, realizaron los cálculos de los posibles impactos económicos globales de las emisiones de gases de efecto invernadero del permafrost ártico a partir de las previsiones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). «Queremos utilizar estos modelos para ayudar a tomar mejores decisiones; vincular los modelos científicos y económicos es una manera de ayudar a hacerlo», dijo Hope, quien añadió: «Tenemos que estimar cuánto va a costar si no hacemos nada, cuánto va a costar si hacemos algo y lo mucho que tenemos que gastar para reducir gases de efecto invernadero».

Los autores trabajaron con un escenario de un rápido crecimiento económico y una proyección de aumento de las emisiones antropogénicas, originadas por el hombre, hasta una concentración atmosférica de CO2 de 700 partes por millón en 2100 y de cero emisiones a partir de ese año. Con ello, concluyeron que el impacto climático se incrementaría de los 326 billones de dólares inicialmente previstos a los 369 billones de dólares (330 billones de euros), lo que supone un aumento del 13%.

A este respecto, Schaefer explicó que «tenemos que invertir en reducir los costos de producción de la energía renovable y los gastos de almacenamiento de la energía, y crear un entorno con incentivos fiscales y otras medidas políticas óptimas«. «Esto creará un ambiente donde los consumidores, naturalmente, elegirán la opción de bajas emisiones de carbono, ya que es la mejor opción económica disponible», concluyó Schaefer.

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