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Siemens Gamesa recortará en 272 personas su plantilla en España hasta septiembre de 2018

Europa Press.- Siemens Gamesa recortará su plantilla en España en 272 personas durante este año fiscal (octubre 2017-septiembre 2018), según anunció la compañía, que ha iniciado el periodo de consultas y negociación con los representantes sindicales de su plan de reestructuración. Esta reducción es menor a la prevista inicialmente, que afectaba en principio a un total de 341 empleados para este año fiscal, que fue posteriormente rebajada a 328 después de que 13 salidas se produjeran en septiembre.

El plan prevé el despido de 408 de los trabajadores en las diferentes plantas españolas, donde tiene una plantilla aproximada de 4.000 personas, aunque en un periodo que abarca los próximos tres años. En concreto, el plan de reducción de plantilla del grupo para este año fiscal en España afectará principalmente al área de Servicios, con un total de 149 despidos, seguido de Onshore (92), Offshore (24) y Corporativo (7). Por centros de trabajo, el plan afectará en Navarra a Sarriguren (92), Orcoyen, (11) y Agustinos (4); a Madrid (78); Zamudio (Vizcaya) (48); Albacete (4); Medina del Campo (Valladolid) (5); Burgos (2); Santiago de Compostela (Galicia) (6); Arnedo (La Rioja) (4); Torremolinos (Málaga) (6); Paterna (Valencia) (5) y Zaragoza (7).

Un primer año muy mejorable

El plan de reestructuración se enmarca dentro de la reestructuración global de un máximo de 6.000 empleados en 24 países de todo el mundo que fue anunciado por la compañía a principios de noviembre. El grupo nacido de la fusión de Gamesa con el negocio eólico de Siemens indicó que este proceso supone «un paso necesario para crear una organización más eficiente y competitiva, que garantice el liderazgo de futuro de la compañía. Está previsto que las negociaciones se extiendan hasta el final de esta semana. La compañía subrayó que informará de los acuerdos alcanzados «una vez finalizadas las negociaciones».

El 6 de noviembre Siemens Gamesa anunció este recorte total de 6.000 empleos en los próximos tres años, aproximadamente el 22% de los 27.000 empleados del grupo en el mundo, con el objetivo de conseguir una estructura «más ágil, más competitiva y con menores costes». Estas medidas se produjeron tras conocerse los resultados de su primer semestre como empresa fusionada, en el que registró unos ingresos de 5.022 millones de euros, lo que supone una caída del 12% respecto al mismo periodo del año anterior.

Petrobras adelanta pago de créditos por valor de 1.280 millones de dólares

EFE.- La estatal brasileña Petrobras anticipó el pago de préstamos por valor de 1.280 millones de dólares, renegoció otros y contrató un nuevo crédito de 300 millones de dólares, informó hoy la compañía.

La petrolera, inmersa en un proceso de reestructuración, saldó con la entidad JPMorgan una deuda de 730 millones de dólares que vencía entre 2018 y 2019, según un comunicado que Petrobras ha remitido al mercado financiero.

La estatal anunció además que finiquitará un préstamo de 400 millones de dólares con HSBC y otro de 150 millones de dólares con Intesa Sanpaolo, que cumplían en 2019 y 2020, respectivamente.

La petrolera renegoció además con HSBC otro crédito por valor de 750 millones de dólares con vencimiento para 2022-2023, mientras que con Intesa Sanpaolo pactó devolver un empréstito de 850 millones de dólares para dentro de cinco años.

Asimismo, la empresa cerró una línea de financiación con el banco Safra de 300 millones de dólares, cantidad a embolsar en 2023.

Petrobras destacó que «continuará evaluando nuevas oportunidades de pago anticipado de deudas y nueva financiación, de acuerdo con su estrategia de administración de pasivos».

La estatal, una de las petroleras más endeudas del mundo, lleva a cabo desde 2015 un ambicioso programa de venta de activos con el objetivo de terminar de salir de una grave crisis económica, la cual estuvo agravada por el colosal escándalo de corrupción destapado hace más de tres años en su seno.

A través de ese plan de desinversión, Petrobras pretende una reestructuración para reducir su tamaño y una abultada deuda neta que llegó en el primer semestre de este año a los 89.263 millones de dólares.

Para el periodo 2017-2018, la estatal espera vender activos por 21.000 millones de dólares, que se sumarán a los 13.600 millones de dólares obtenidos en el bienio inmediatamente anterior.

Abengoa negocia con 3 compradores la venta de su participación del 41,5% en su filial estadounidense de renovables Atlantica Yield

EFE.- Abengoa mantiene conversaciones para vender el 41,5% que tiene en Atlantica Yield a 3 posibles compradores, la mayoría fondos de inversión, unas conversaciones que se encuentran avanzadas y que harían que la operación se pudiera cerrar en próximas semanas, según fuentes cercanas a la operación.

La filial estadounidense de Abengoa, dedicada a la gestión de plantas renovables, es uno de los activos de los que la compañía, que consiguió eludir el concurso de acreedores tras llegar a un acuerdo de reestructuración de su deuda con los principales acreedores, tiene previsto desprenderse para refinanciar su deuda. En el plan de viabilidad de Abengoa se valoraba a la compañía por encima de los 900 millones de dólares (unos 768 millones de euros). El precio de la venta sería su valor más una prima de cuasi-control, ya que aunque la participación no alcanza el 50%, si está próximo a ese porcentaje que da el control de la compañía.

Los compradores: fondos de inversión

Entre los posibles compradores de esa participación de Abengoa en Atlantica Yield, el diario Expansión ha publicado que está Brookfield Reneweable, un gestor de infraestructuras renovables que forma parte del fondo Brookfield y con el que Abengoa está negociando para venderle ese porcentaje por 700 millones de euros. Otros nombres que han circulado con anterioridad para hacerse con Atlantica Yield son los de Starwood Energy, Pinnacle West Capital y BlackRock.

El juicio por la refinanciación de Abengoa entra en una fase «bronca» y los impugnantes alegan sufrir un “sacrificio desproporcionado»

EFE.- Varias partes que impugnaron la homologación del acuerdo de refinanciación de Abengoa plantearon el «sacrificio desproporcionado» que han asumido desde que la compañía de ingeniería y energía presentó el concurso de acreedores, con una quita del 97% de la deuda. Mientras tanto, la vista oral por la impugnación ha entrado en una fase «bronca» durante el careo registrado entre algunas partes impugnantes y los peritos.

Varias partes presentes en el juicio, que se celebra desde el 13 de julio en el juzgado de lo mercantil número 2 de Sevilla, han explicado que las divergencias se han producido por cuestiones relativas a los avales, las mayorías y los proveedores de la compañía de ingeniería y energía. El juicio, en el que están presentes 19 abogados en representación de las 9 partes que han impugnado el acuerdo, se empezó a celebrar en el edificio judicial Noga de Sevilla y continuará, al menos, durante toda esta semana en una sala de la Audiencia de Sevilla, con sesiones de 8 horas diarias como máximo.

Reclamaciones de aseguradoras y bonistas

Las partes que han impugnado el acuerdo representan reclamaciones que suman más de 1.000 millones de euros, aunque podría plantearse un problema con la deuda completa de Abengoa, que ascendía a 9.000 millones de euros, han precisado fuentes judiciales. El acuerdo de homologación fue impugnado por 9 partes entre entidades financieras, aseguradoras y bonistas, siendo estos dos últimos grupos los que reclaman una mayor cuantía. La vista oral se celebra después de que a principios de enero el juzgado admitiera a trámite 9 demandas de impugnación presentadas por acreedores del grupo de ingeniería y energía.

Previamente, en noviembre de 2016 el juzgado mercantil 2 de Sevilla dictó un auto en el que declaraba la homologación judicial del acuerdo de refinanciación. Tras esa homologación, el acuerdo se extendió a todos los acreedores, lo que llevó a varios de ellos a impugnarlo. La vista oral, tras el trámite de admisión de pruebas, continuará mañana con la toma de declaración a los testigos y el próximo viernes se expondrán las conclusiones, tras lo cual el juez deberá dictar sentencia, lo que podría ocurrir antes de las vacaciones de verano, según las mismas fuentes.

El pasado 31 de marzo, Abengoa completó el proceso de reestructuración de su deuda una vez admitidas a negociación las nuevas acciones y los warrants (derechos de compra sobre títulos) emitidos para compensar a los acreedores. El comienzo de la cotización de los nuevos títulos diluyó la participación de los antiguos accionistas del grupo Abengoa, que se quedaron tan solo con el 5% del capital.

Abengoa recibe 1.169 millones de euros para completar su reestructuración y pone en marcha la ampliación de capital

Europa Press / EFE.- Abengoa recibió los 1.169 millones de euros de dinero nuevo, lo que, sumado a la ampliación de capital prevista y a la emisión de los warrants, permitirá completar el proceso de reestructuración con el que la empresa ha evitado la quiebra. Tras la firma la semana pasada de los documentos de la reestructuración de Abengoa, se procedió a solicitar el desembolso a los diferentes bonistas e inversores.

En concreto, la reestructuración contempla una figura, la del agente escrow, a quien se le encargó la gestión de una cuenta de depósito a la que se ha destinado el dinero, que se inyectará posteriormente a la compañía en paralelo a la ampliación de capital y a la emisión de los warrants. Al recibirse los fondos, se ha procedido a la ejecución de la ampliación de capital de Abengoa y a la emisión de los warrants (derechos de compra de acciones) previstos en el acuerdo.

Según el acuerdo de rescate con los bancos acreedores y los fondos para la reestructuración de su deuda financiera y su recapitalización, el grupo recibiría una inyección de dinero nuevo de casi 655 millones de euros. El importe total del dinero nuevo que se acordó prestar al grupo asciende a 1.169 millones de euros, aunque esta cantidad incluye los importes refinanciados de los préstamos recibidos por el grupo en 2015 y en marzo de 2016, unos 514 millones de euros.

Los inversores que aporten los nuevos fondos recibirán las acciones que se emitan en esta ampliación de capital. Los warrants se entregaron a quienes eran titulares de acciones de Abengoa, lo que ofrecía el derecho a comprar títulos del grupo en un plazo de 8 años (96 meses) si se cumplen una serie de condiciones. Al término del proceso de reestructuración, los actuales accionistas de Abengoa se quedarán tan solo con el 5% del capital, un porcentaje que podrán aumentar por medio de los warrants.

Además, se incluían 307 millones de euros de nuevas líneas de avales. Las entidades financiadoras que lo aporten tendrán derecho a recibir un 5% del nuevo capital social de Abengoa. De esta cantidad, unos 50 millones serán para pujar por nuevos proyectos y el resto para avanzar en los actuales. El acuerdo suponía para los acreedores aceptar una quita del 97%, manteniéndose el 3% restante con vencimiento a 10 años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización.

El reparto del capital de la nueva Abengoa será de en torno al 50% para los bonistas y hedge funds y aproximadamente un 40% para la banca acreedora. Además, otro 5% quedará en manos de los avalistas. El comité de bancos que participaron en las negociaciones para la reestructuración estuvo compuesto por Bankia, Banco Popular, Banco Santander, Caixabank y Credit Agricole, mientras que los inversores de nuevo dinero son Abrams Capital, The Baupost Group, Canyon Partners, The D.E. Shaw Group, Elliott Management, Oaktree y Värde.

Abengoa eleva al 93,97% el apoyo a su plan de reestructuración mientras se piden 5 años de prisión para Benjumea

EFE / Servimedia.- La Plataforma de Perjudicados por Abengoa exige 5 años de prisión para el expresidente del grupo andaluz Felipe Benjumea y 4 años y 3 meses para el ex consejero delegado Manuel Sánchez Ortega por presunta administración desleal en el pago a sí mismos de indemnizaciones millonarias. Por otro lado, el periodo adicional de adhesiones al acuerdo de reestructuración se cerró con el respaldo de acreedores financieros que suman el 93,97% de su deuda, según comunicó la empresa a la CNMV.

Abengoa tuvo que recurrir al preconcurso de acreedores por su elevado endeudamiento de más de 9.000 millones de deuda financiera y casi 5.000 millones en pagos pendientes a proveedores, en lo que hubiera sido la mayor quiebra de la historia de España. En septiembre del 2016, la empresa y una parte de sus acreedores lograron firmar un contrato de reestructuración con lo que evitó así presentar el concurso de acreedores. En octubre, Abengoa presentó en el juzgado de lo mercantil número 2 de Sevilla la solicitud de homologación de su acuerdo de reestructuración con la adhesión del 86% de su deuda. El juzgado homologó ese acuerdo en noviembre y, a mediados de enero, se abrió ese periodo adicional de adhesiones.

Tras recibir más del 75% de adhesiones como exige la ley, Abengoa lograba escapar del concurso de acreedores. El acuerdo incluía la capitalización de un 70% del importe de los créditos, recibiendo a cambio un 40% del capital social de Abengoa, post-reestructuración. Además, el 30% restante del nominal de la deuda preexistente sería refinanciado mediante nuevos instrumentos de deuda que sustituirán a los preexistentes y que tendrán la condición de senior o junior en función de si dichos acreedores participan o no en los tramos de dinero o avales nuevos.

Dichos instrumentos tendrán vencimiento de 66 y 72 meses, respectivamente, con posibilidad de prórroga hasta en 24 meses adicionales, y devengo anual de intereses del 1,50% (0,25% de pago en efectivo y 1,25% de capitalización o pago en efectivo únicamente bajo ciertas condiciones). El instrumento junior podría ser objeto de una posterior reducción, que en ningún caso podrá ser superior al 80% del valor nominal inicial anterior a la capitalización mencionada. La propuesta de reestructuración de la deuda financiera preexistente consiste en aplicar una quita del 97% de su valor nominal, manteniéndose el 3% restante con vencimiento a 10 años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización.

Piden prisión para antiguos directivos

La Plataforma de Perjudicados por Abengoa, que agrupa a accionistas y bonistas, ha solicitado a la Audiencia Nacional la apertura de juicio oral contra Benjumea y Sánchez Ortega por presunta administración desleal en el pago de indemnizaciones millonarias, y también contra otro expresidente, Antonio Fornieles, y las exconsejeras Mercedes Gracia y Alicia Velarde, según consta en el escrito de acusación. Benjumea recibió 11,48 millones de euros al dejar la empresa y Sánchez Ortega, 4,48 millones.

Las penas pedidas por la plataforma coinciden con las solicitadas por la Fiscalía de la Audiencia Nacional en su escrito de acusación, aunque no las multas reclamadas. La plataforma pide 5 años de prisión y 180.000 euros de multa (600 euros diarios durante 10 meses) para Benjumea; 4 años y 3 meses de prisión y multa de 144.000 euros (600 euros diarios durante 8 meses) para Sánchez Ortega; y 3 años y 6 meses y multa de 72.000 euros (400 euros diarios durante 6 meses) para Fornieles, Gracia y Velarde.

Además, les reclama el pago de 10,56 millones de euros en concepto de responsabilidad civil derivada del presunto delito de administración desleal. No obstante, recuerda que el pago de las indemnizaciones «ilícitamente percibidas» ha causado a Abengoa un daño de 15,68 millones, el mismo importe de las compensaciones entregadas. Según el escrito de acusación, Benjumea y Sánchez Ortega «decidieron abandonar sus puestos ejecutivos para percibir unas millonarias indemnizaciones, patentemente desproporcionadas en atención a la grave situación económica de la compañía». Para ello, añaden, se sirvieron «de la inestimable colaboración necesaria» de Fornieles, Gracia y Velarde, integrantes de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones y del consejo de administración de Abengoa.

Abengoa cumple las condiciones fijadas en el contrato de reestructuración

EFE.- El agente encargado de la reestructuración de Abengoa ha dado por cumplidas las condiciones fijadas en el acuerdo que la compañía firmó en septiembre con una parte de sus acreedores, lo que supone un paso relevante en el proceso de reestructuración del grupo andaluz.

Según ha comunicado hoy la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), una vez terminados los procedimientos de homologación del contrato de reestructuración abiertos en España, Reino Unido y Estados Unidos se ha llegado hoy a la llamada ‘Fecha de Efectividad de la Reestructuración’ (Reestructuring Effective Day).

A partir de mañana se abre un periodo de cinco días laborables, hasta el martes 24 de enero, para que los acreedores financieros que no se hayan adherido al contrato de reestructuración puedan hacerlo.

El periodo normal de adhesiones se cerró el pasado mes de octubre con el respaldo de acreedores que sumaba el 86 % de la deuda de la compañía.

Abengoa y una parte de sus acreedores firmaron el contrato de reestructuración el 24 de septiembre.

Posteriormente, el 28 de octubre, el grupo andaluz presentó la solicitud de homologación del acuerdo en el juzgado de lo mercantil número 2 de Sevilla.

El acuerdo contaba con la adhesión del 86% de la deuda, porcentaje superior al mínimo del 75% establecido por ley.

El 8 de noviembre, el juzgado dictó un auto en el que declaró la homologación del acuerdo.

Abengoa multiplica sus pérdidas hasta 5.413 millones por el deterioro de activos

EFE.- El grupo energético y tecnológico Abengoa perdió 5.413 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone multiplicar por 28 los 193,9 millones perdidos en igual periodo de 2015, por un deterioro de sus activos por importe de 4.227 millones, informó la empresa.

Otros motivos de este incremento de las pérdidas han sido la ralentización generalizada del negocio y un mayor gasto financiero por la ejecución y provisión de avales, y los intereses de demora.

Entre enero y septiembre, Abengoa alcanzó una cifra de negocio de 1.042,7 millones, tres veces menos que en el mismo periodo de 2015, en el que facturó 3.265,4 millones.

Los 4.227 millones contabilizados por el deterioro de activos están relacionados fundamentalmente con las pérdidas contables motivadas por la menor valoración de las instalaciones de bionergía en Estados Unidos, Europa y Brasil, de las líneas de transmisión en Brasil, de las plantas de generación en México y de las plantas solares en Chile.

En el negocio de bioenergía, el deterioro asciende a 1.976 millones por el menor valor de las plantas de etanol de EEUU que están al amparo de la normativa sobre quiebras, por el impacto de la pérdida de control de la planta de Rotterdam tras el proceso de liquidación, y por la minusvalía registrada en las plantas de Brasil ante una eventual desinversión.

Además, se ha producido un deterioro de 982 millones por la pérdida de valor de las líneas de transmisión brasileñas tras el proceso de venta iniciado en el marco del procedimiento de recuperación judicial previsto en la legislación brasileña.

Finalmente, la compañía ha tenido impactos negativos adicionales por importe de 1.269 millones por la venta, no continuidad de negocios o hibernación de ciertos proyectos y por las pérdidas reconocidas en la venta de determinados activos financieros.

Abengoa prevé que estas pérdidas sean compensadas con el impacto positivo derivado de las quitas y ampliaciones de capital contempladas en el Acuerdo de Reestructuración recientemente homologado por un juzgado mercantil de Sevilla.

La compañía espera que el acuerdo de reestructuración permita restablecer el equilibrio patrimonial y dotar a la empresa de la liquidez necesaria para iniciar las operaciones previstas en el plan de viabilidad.

El juez admite a trámite la solicitud de homologación del acuerdo de reestructuración de Abengoa

EFE.- El juzgado de lo mercantil número 2 de Sevilla admitió a trámite la solicitud de homologación del acuerdo de reestructuración de Abengoa que el grupo andaluz presentó con la adhesión de acreedores financieros que suman el 86% de su deuda. En una providencia el juez explica que la solicitud se ha admitido a trámite porque cumple los requisitos formales necesarios, que eran aportar el acuerdo para el que se pide la homologación y la certificación del auditor de la adhesión mínima necesaria de los acreedores.

La providencia subraya que, de esta forma, se paraliza cualquier ejecución contra el patrimonio de cada una de las sociedades deudoras hasta que se resuelva la solicitud de homologación del acuerdo de refinanciación. Este proceso ocurrirá cuando se dicte auto denegatorio de la homologación y una vez concluido el plazo para la presentación de impugnaciones frente al acuerdo adoptado, o cuando se dicte sentencia en el seno del incidente de impugnación, según indicó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.

En la providencia se hace constar que, entre los cuatro efectos del acuerdo de reestructuración cuya extensión se pretende para el conjunto de los acreedores, el primero es fijar el porcentaje concreto de la quita respecto de todo el importe de deuda afectadadefinida por el acuerdo de refinanciación. El segundo efecto es que, respecto del porcentaje restante, la prórroga de su fecha de vencimiento será de 10 años. De este modo, la deuda se abonará mediante un pago en el día en que transcurran 10 años desde la fecha de cierre de la reestructuración.

El tercer efecto es una quita de los intereses ordinarios o de demora, de tal modo que durante el periodo de espera, la deuda no devengue intereses de ningún tipo. El cuarto efecto es el mantenimiento de los instrumentos de deuda en cuestión frente a los mismos deudores, aunque entendiéndose automáticamente modificadas las previsiones contractuales que pudiesen dar lugar a una obligación de pago del deudor, distinta del pago tras la espera de 10 años, o a la terminación anticipada de los instrumentos de deuda.

La decisión del juez se adopta después de que Abengoa presentara en este juzgado de Sevilla la solicitud de homologación de su acuerdo de reestructuración, que recibió la adhesión de acreedores financieros que suman el 86% de la deuda. Las adhesiones logradas por el grupo energético y tecnológico, que fueron validadas y certificadas por Deloitte, superan con claridad el mínimo establecido por ley, que era del 75% de la deuda. Los acreedores que no se hayan adherido al plan podrán hacerlo en un plazo adicional cuyo comienzo anunciará el grupo.

Abengoa presenta al juez su plan de reestructuración con el apoyo del 86% de los acreedores mientras otros afectados denuncian a Deloitte

EFE / Servimedia.- La acusación particular del caso Abengoa denunció a Deloitte ante el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), dependiente del Ministerio de Economía, al considerar que Deloitte pudo incurrir en falta «grave o muy grave» en su labor de vigilancia de la compañía sevillana, que ya ha presentado en el juzgado la solicitud de homologación de su acuerdo de reestructuración, que recibió la adhesión de acreedores financieros que suman el 86% de la deuda, según comunicó a la CNMV.

Las adhesiones logradas por el grupo energético y tecnológico, que han sido validadas y certificadas por Deloitte, superan con claridad el mínimo establecido por ley, que era del 75% de la deuda. En la comunicación, la empresa precisa que los acreedores que no se hayan adherido al plan podrán hacerlo en un plazo adicional cuya fecha de inicio anunciará el grupo. Con el porcentaje logrado, y a falta de la aprobación judicial, Abengoa logra el requisito necesario para salir de la situación de preconcurso de acreedores en la que se encuentra desde hace casi un año y para aplicar el plan de reestructuración, lo que se materializará en la junta general extraordinaria de accionistas convocada para el 22 de noviembre.

Según Abengoa, la consecución de las adhesiones exigidas legalmente y la celebración de la futura junta de accionistas constituyen «un punto de inflexión definitivo para completar el proceso de reestructuración». Tras completar esos requerimientos y una vez que se consiga el pronunciamiento favorable del juzgado concursal «debería producirse el cierre del proceso y el inicio de una nueva etapa», según indicó Abengoa, que expresó «su máxima gratitud a todos aquellos que han contribuido a superar esta crisis», entre ellos empleados, accionistas, clientes, proveedores, instituciones financieras, organismos oficiales y nuevos inversores.

Abengoa tuvo que recurrir al preconcurso de acreedores por su elevado endeudamiento, situado en aquel momento en más de 9.000 millones de deuda financiera y en casi 5.000 millones en pagos pendientes a proveedores. En agosto, el grupo logró cerrar un acuerdo de reestructuración de la deuda con sus principales acreedores que prevé la inyección de 1.170 millones de euros. El acuerdo se someterá a la junta, de la que saldrá una nueva Abengoa presidida por Gonzalo Urquijo y con un consejo de administración renovado.

En la junta extraordinaria también se votarán las ampliaciones de capital que darán lugar a la nueva estructura societaria en la que los actuales accionistas verán diluida su participación al 5%, mientras que los acreedores y nuevos financiadores tendrán el 95% restante. La presencia de los Benjumea y otras familias históricas de la compañía se quedará en alrededor del 1,5%.

Los términos de la reestructuración consisten en aplicar a los acreedores una quita del 97% en el valor nominal, manteniéndose el 3% con su vencimiento a 10 años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización. No obstante, los acreedores pueden optar por la alternativa de capitalizar el 70% del nominal de la deuda existente a cambio del 40% del accionariado de la nueva Abengoa, de manera que el 30% nominal de la deuda preexistente sería refinanciado mediante nuevos instrumentos de deuda que sustituirán a los preexistentes y que tendrán la condición de sénior o junior en función de si dichos acreedores participan o no en los tramos de dinero o avales nuevos.

Dichos instrumentos tendrán vencimiento de 66 y 72 meses, respectivamente, con posibilidad de prórroga hasta en 24 meses adicionales, y devengo anual de intereses del 1,5% (0,25% de pago en efectivo y 1,25% de capitalización o pago en efectivo únicamente bajo ciertas condiciones). El instrumento junior podría ser objeto de una posterior reducción, que en ningún caso podrá ser superior al 80% del valor nominal inicial anterior a la capitalización antes mencionada, en caso de que por materialización de contingencias el importe de la deuda antigua refinanciada, tras la capitalización del 70% anteriormente referida, excediese de 2.700 millones de euros.

Denuncia a Deloitte por auditoría

Por otro lado, la acusación particular del caso Abengoa ha denunciado a Deloitte ante el ICAC al considerar que la firma auditora pudo incurrir en falta «grave o muy grave» en su labor de vigilancia de la compañía sevillana. La denuncia, interpuesta por la Plataforma de afectados de Abengoa, se dirige también contra el socio auditor desde 2012, Manuel Arranz, al creer que «incumplieron su obligación de velar por que los resultados formulados en su auditada reflejaran de forma fidedigna su situación real». El escrito expone que ni Deloitte ni Arranz advirtieron de los problemas de viabilidad del grupo hasta el 13 de noviembre de 2015, apenas «cinco minutos antes» de la presentación de resultados y el inicio del preconcurso.

«A mayor abundancia», explica, los ahora denunciados «obviaron incluir en su informe que Abengoa se encontraba en suspensión de pagos teórica al menos desde 2014», razón por la que disponía de un fondo de maniobra negativo de 1,5 y 2,4 millones en 2014 y 2015, respectivamente. La Plataforma califica de «curioso» que los auditores sólo pusieran de manifiesto la existencia de dudas con relación al futuro de Abengoa justo durante la comunicación de los estados intermedios y no en la presentación de las cuentas anuales.

Una decisión que explicaría que el informe de revisión de cuentas reflejase, entre otras incertidumbres, «los resultados negativos de las operaciones, la evolución negativa en Bolsa de las acciones, y los problemas para acceder a los mercados de deuda», según la fuente. Por todo ello, la agrupación afea que las supuestas inexactitudes en los informes facilitaran que «aflorara la insolvencia» en la compañía, «evitando que Abengoa pudiera renovar sus líneas de financiación bancaria». De admitirse la denuncia, ésta sólo podría derivar en un expediente administrativo sancionador, no en una condena, al tratarse de un procedimiento administrativo al margen del circuito judicial, en el cual actualmente se investigan las indemnizaciones millonarias a la antigua cúpula directiva de Abengoa tras su cese.