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Abengoa espera llevar en noviembre su reestructuración y el nuevo consejo de administración a una junta de accionistas

Redacción / Agencias.– Abengoa espera celebrar a mediados de noviembre la junta de accionistas en la que se aprobará la negociada reestructuración de la compañía, así como su nuevo consejo de administración, según señalaron fuentes conocedoras del proceso. En esa reunión clave se renovará completamente el consejo de administración de la compañía andaluza, que pasará a estar formado por consejeros independientes y un presidente ejecutivo que «equilibrará funciones» con el puesto de máximo directivo, en el que seguirá el actual consejero delegado Fernández de Piérola.

También se llevarán a esa junta las ampliaciones de capital que darán lugar a la nueva estructura societaria, en la que los actuales accionistas verán diluida su participación al 5% mientras que los acreedores y nuevos financiadores se quedarán con el 95% restante. Asimismo se abordará la ecuación de canje de los dos tipos de acciones, las denominadas A y B que se quedarán en una, un paso que determinará el peso definitivo de los Benjumea en la nueva Abengoa.

Pero para poder llegar a esta cita, la compañía, inmersa en el preconcurso de acreedores desde noviembre del año pasado, deberá lograr en este mes el apoyo del 75% de los dueños de su deuda a su plan y la homologación judicial. Un proceso en el que se muestran confiados y en el que parten de un 30% de apoyo de acreedores, al que deberá sumarse otro 45%. Junto a esto, la compañía última las negociaciones con sus proveedores, con los que espera cerrar un acuerdo en octubre, y continúa con su plan de desinversiones.

Una vez conseguidos los apoyos, la nueva Abengoa empezaría a funcionar a principios de 2017, un año que aún se dibuja complejo, con la vista puesta en coger «velocidad de crucero» en 2018 y 2019. Una empresa centrada en su actividad industrial con especial atención a la construcción para terceros frente a la tradicional actividad concesional en negocios como energía y agua. El otro camino, el de no lograr las adhesiones necesarias, llevaría a Abengoa a la quiebra, ya que no se plantean otras prórrogas en un proceso que arrancó hace casi un año y en el que la empresa perdió 9.000 empleos y parte de su cartera de proyectos.

Abengoa solicitó el preconcurso de acreedores en noviembre de 2015 asfixiada por una elevada deuda: más de 9.000 millones de deuda financiera y casi 5.000 millones en pagos pendientes a proveedores. El pasado 11 de agosto, Abengoa y sus principales acreedores lograron por fin cerrar un acuerdo de reestructuración que prevé la inyección de 1.170 millones de euros y la dilución de los actuales accionistas.

Abierto el periodo de adhesiones

Abengoa firmó definitivamente el contrato de reestructuración de la deuda de la compañía, con lo que abrió el periodo de adhesiones, cuyo plazo se prolongará hasta el próximo 25 de octubre. Según comunicó a la CNMV, el acuerdo incluye la capitalización de un 70% del importe de los créditos, recibiendo a cambio un 40% del capital social de Abengoa, post-reestructuración. Además, el 30% restante del nominal de la deuda preexistente será refinanciado mediante instrumentos de deuda que sustituirán a los preexistentes y que tendrán la condición de senior o junior en función de si dichos acreedores participan en los tramos de dinero o avales nuevos.

Dichos instrumentos tendrán vencimiento de 66 y 72 meses, respectivamente, con posibilidad de prórroga hasta en 24 meses adicionales, y devengo anual de intereses del 1,5% (0,25% de pago en efectivo y 1,25% de capitalización o pago en efectivo bajo condiciones). La propuesta de reestructuración de la deuda financiera preexistente consiste en aplicar una quita del 97% de su valor nominal, manteniéndose el 3% restante con vencimiento a 10 años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización.

Convoca a bonistas de emisiones

Por otro lado, Abengoa y la sociedad Abengoa Greenbridge han convocado una asamblea de bonistas tenedores de títulos correspondientes a cinco emisiones por valor conjunto de hasta cerca de 1.825 millones de euros con el objeto de someter a su visto bueno la modificación de algunos de los términos y condiciones de la deuda. Las emisiones a las que afecta incluyen dos bonos con vencimiento en 2017, uno por valor de 250 millones al 4,5% y otro por 250 millones al 5,125%, así como otra con vencimiento en 2016 por 500 millones y un coste del 8,5%. También una de 400 millones al 6,25% y vencimiento en 2019, y los tenedores de bonos de Abengoa Greenbridge de hasta 450 millones.

La fecha para la asamblea es, en primera convocatoria, el 27 de octubre. De no alcanzarse el quórum necesario, se realizará una segunda convocatoria en una fecha por determinar, indicó Abengoa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En el orden del día figura la modificación de los términos y las condiciones de los bonos para cambiar la ley aplicable y la jurisdicción, así como cambios de los términos de las garantías y del bono global para cambiar su ley aplicable y jurisdicción.

La brasileña Petrobras vende gasoductos a un fondo canadiense

EFE.- La petrolera estatal brasileña Petrobras anunció hoy la venta de Nova Transportadora do Sudeste, empresa que gestiona 2.700 kilómetros de gasoductos, al fondo de inversiones canadiense Brookfield, dentro de su programa de venta de activos.

La empresa brasileña no divulgó las condiciones de la venta, puesto que aún deberán ser sometidas a deliberación en sus organismos de dirección.

Según el diario O Estado de Sao Paulo, se ha negociado un valor de venta que ronda los 5.900 millones de dólares, un valor que no ha sido confirmado por la empresa.

La Nova Transportadora do Sudeste gestiona los gasoductos de Petrobras en los estados de Río de Janeiro, Sao Paulo, Espírito Santo y Minas Gerais, que conforman la región más rica de Brasil y en cuyas costas se encuentran los mayores yacimientos de hidrocarburos del país.

La venta de estos gasoductos se engloba dentro del plan de venta de activos con el que Petrobras prevé ganar al menos 14.000 millones de dólares hasta finales de este año, fondos con los que pretende reducir su deuda, que llegó a cerca de 124.500 millones de dólares en junio pasado.

Petrobras inició en 2015 un proceso de reestructuración para adecuarse a la coyuntura de precios bajos del crudo y para hacer frente a la grave crisis en la que se ha sumergido por el escándalo de corrupción del que es protagonista.

Moody’s advierte de incertidumbres en el plan de reestructuración de Abengoa

EFE.- La agencia de calificación Moody’s ha publicado hoy un informe sobre el plan de reestructuración presentado por Abengoa la semana pasada, una hoja de ruta que permitirá a la empresa reducir su endeudamiento pero sobre la que aún pesan algunas incertidumbres.

Moody’s reconoce que si el plan se ejecuta totalmente la compañía tendrá una estructura de capital más sostenible, pero advierte de que el éxito del mismo aún es incierto y que tras la reestructuración el perfil de liquidez de Abengoa seguirá siendo un reto.

Así, señala que, aunque las proyecciones financieras de la ingeniería andaluza son conservadoras, en un escenario complicado la liquidez estaría muy ajustada.

Entre los aspectos que podrían dificultar esa situación de liquidez, Moody’s apunta a problemas en la ejecución de las desinversiones o mayores gastos en proyectos.

Por otra parte, la agencia también señala que el incumplimiento de algunas de las condiciones asociadas a la reestructuración financiera podrían retrasar o obstaculizar la capacidad del grupo para ejecutar el plan.

Entre esas condiciones, está, por ejemplo, la negociación con proveedores.

Por último, la agencia señala que, incluso con una total ejecución del plan, la empresa mantendrá un fuerte nivel de apalancamiento -la relación entre su deuda bruta y su ebitda- hasta al menos 2020.

Abengoa anunció la pasada semana desinversiones por 421 millones de euros en dos años en el marco del plan de reestructuración tras alcanzar un acuerdo definitivo con sus acreedores para salvar la empresa, en preconcurso desde noviembre del pasado año.

El acuerdo logrado necesita ahora el aval de los dueños del 75 % de la deuda y de la junta de accionistas antes de solicitar su homologación judicial, un proceso que la compañía espera completar antes de finales de septiembre.