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Marruecos crea una nueva agencia para gestionar todas las energías renovables

EFE.- El Gobierno de Marruecos creó con un proyecto de ley la Agencia Marroquí de Energías Renovables (MASEN, siglas en inglés) que gestionará todas sus energías renovables, principalmente solar y eólica. Se trata de una agencia definida ya como un gigante energético en un país con ambiciosos proyectos de energía renovables en marcha y que se ha trazado el horizonte de producir un 52% de su generación eléctrica a partir de fuentes renovables para 2030.

La nueva MASEN estará encargada de realizar estudios y prospecciones, así como planificar, financiar, explotar y mantener las distintas centrales de generación eléctrica a partir de los generadores solares y eólicos. Aunque no se han dado detalles sobre su funcionamiento, parece evidente que la agencia, como todos los organismos con ese nombre en Marruecos, escaparán al control del gobierno, y su responsable será nombrado directamente por el rey Mohamed VI, ante quien rendirá cuentas. Marruecos, con varios parques solares y eólicos en marcha en distintas regiones del país, aspira a convertirse en líder continental en la generación de energías limpias, mientras que hasta ahora ha sido un mero consumidor e importador neto de combustibles fósiles.

Marruecos ánima a las empresas españolas a invertir en sus planes de instalar 10.000 MW renovables para 2030

Redacción / Agencias.- El ministro de Energía de Marruecos, Abdelkader Amara, animó a las empresas españolas a participar en los programas de inversión en energía, fundamentalmente renovables, que desarrolla su país con el objetivo de que en 2030 el 52% de su electricidad tenga origen limpio. Marruecos prevé inversiones por valor de 40.000 millones de dólares (unos 35.920 millones de euros) en los próximos 15 años en el sector energético, de los que 30.000 millones de dólares (unos 26.940 millones de euros) irán a renovables.

«Marruecos afronta una ambiciosa transición energética hacia una economía baja en carbono que completará con reformas estructurales», afirmó ante un grupo de empresarios españoles del sector energético a los que animó a «participar todavía más activamente en los proyectos lanzados por Marruecos» ya que subrayó que este programa de desarrollo de renovables en el país representará «importantes oportunidades de inversión». El programa pasa por lograr una revolución energética, con el objetivo de alcanzar un mix donde dominen las fuentes renovables: ese 42% de renovables en su mix eléctrico en 2020 y elevarlo al 52% en 2030, para lo que prevé instalar unos 10.000 megavatios (MW) renovables más: 4.500 MW en solar, 4.200 MW en eólica y 1.300 MW en hidráulica.

Junto a estos planes en energías limpias, en los que valoró la aportación de las empresas españolas como referentes mundiales en energía solar, la estrategia marroquí contiene ambiciosos proyectos en ciclos combinados y otras infraestructuras gasistas que sirvan de respaldo a ese futuro con más peso renovable. Asimismo, Marruecos apostará por los programas de eficiencia energética y continuará desarrollando leyes e iniciativas para abrir más el mercado, como la creación de una agencia independiente para gestionar todo este plan de inversiones en energía. «La comunidad internacional cometería un error histórico si no aprovechara la esperanza creada en la COP21 de París», subrayó también el ministro de Marruecos, que este año será país anfitrión de la próxima cumbre del clima (COP22).

Asimismo, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ignacio Ybáñez, valoró el papel de Marruecos como país «socio estratégico» para España, especialmente en los retos energéticos que va a afrontar, y como unos de los «mercados prioritarios» para las empresas españolas. Como muestra de estas relaciones comerciales entre los dos países, Ybáñez señaló que Marruecos es el noveno destino de las exportaciones españolas y el segundo fuera de la Unión Europea, sólo superado por Estados Unidos, mientras que en términos comerciales España es el primer proveedor y cliente de Marruecos.

Por su parte, el presidente de Cepsa y del Club Español de la Energía (Enerclub), Pedro Miró, afirmó que «Marruecos es un mercado prioritario para España» y valoró «el excelente clima de cooperación entre ambos países». Asimismo, afirmó que «es un socio prioritario en materia de energía» e hizo especial referencia a la venta de carburantes españoles en el país magrebí, las múltiples licencias de explotación de empresas españolas y la gestión conjunta del gasoducto Magreb-Europa. En relación con la electricidad, destacó la importancia de las dos conexiones submarinas entre ambos países, lo que permite que el 15% de la energía eléctrica consumida en Marruecos proceda de España, así como la importante presencia española en el campo de las renovables.

España podría necesitar hasta 10.000 MW nuevos de ciclos combinados para 2030 si apuesta por el gas como respaldo de las renovables

La Asociación Española del Gas (Sedigas) señala que el sector eléctrico podría requerir inversiones de entre 5.500 y 10.000 millones de euros, a 1 millón de euros por MW a instalar según estimaciones de la propia patronal gasista, para aportar nueva capacidad instalada en ciclos combinados de gas si se adopta una política energética que apueste por el gas como respaldo de las energías renovables que se necesitan para cumplir los compromisos europeos e internacionales de cambio climático en 2030.

Sedigas incidió en que en 2030 únicamente será firme la mitad de la potencia instalada, con sólo 62.000 MW de los 124.000 MW de capacidad instalada total, por lo que se requerirán entre 5.500 MW y 10.000 MW de capacidad adicional en ciclos combinados de gas si se apuesta por esta tecnología como reemplazo de las centrales térmicas de carbón. De ahí la inversión que se necesitaría de entre 5.500 y 10.000 millones de euros. «Los ciclos combinados son el mayor garante de estabilidad en el sector. Haciendo una apuesta por la utilización del gas natural tenemos un sistema más fiable y menos emisor de CO2«, dijo el presidente de la patronal gasista, Antonio Peris.

En el escenario contemplado por Sedigas en su Informe 2030: papel clave del gas en una economía baja en carbono, en el que el gas tendría un peso del 33% en el mix de energía primaria, España podría obtener un ahorro de hasta 223 millones de euros anuales sin comprometer los objetivos europeos de renovables y de reducción de emisiones para el año 2030. Si bien la Unión Europea contempla para 2030 una presencia del gas natural del 27% en el mix, aplicando simplemente las regulaciones previstas por Bruselas para cumplir los objetivos ambientales, Peris, señaló que hay potencial en España para «ir más allá» y elevarlo hasta el 33%.

Según indicó Peris, para alcanzar ese 33% en el mix energético, sólo sería necesario aprovechar efectivamente las infraestructuras gasistas del país. De este modo, según el informe elaborado por la patronal gasista, no habría “un incremento de costes«. Sedigas recuerda que España cuenta con una importante diversificación de fuentes de suministro, con Argelia como principal suministrador a través de gasoductos pero también con 6 plantas de regasificación para traer el gas en estado líquido mediante el gas natural licuado (GNL). Además, en el medio plazo se contempla la ampliación de la capacidad de interconexión con Europa, algo que se espera conseguir con el gasoducto MidCat. Lo que no se contempla son nuevos almacenamientos subterráneos ni que Castor entre en funcionamiento.

Para conseguir los 223 millones de euros de ahorro anual, se contempla actuar fundamentalmente en el sector residencial, con la sustitución de la biomasa y de otros combustibles más contaminantes por el gas natural, lo que supondría un ahorro de 185 millones de euros anuales y 341 euros por hogar. Por otro lado, en el sector terciario estos ahorros ascenderían a unos 38 millones anuales. A este respecto, Peris indicó que actualmente se priman combustibles con emisiones contaminantes más altas, no de carbono sino de óxidos de nitrógeno o de azufre, por lo que reivindicó que además de la descarbonización de la economía también se trate de mejorar la calidad del aire de las ciudades.

En lo que se refiere al transporte, el presidente de Sedigas señaló que la apuesta por el gas natural en los vehículos aportará una mayor reducción de emisiones, ya que emiten un 25% menos de dióxido de carbono y suponen una drástica reducción de los óxidos de nitrógeno y de azufre “sin suponer un coste adicional”. Además, permitiría seguir la implementación de la Directiva de Combustibles Alternativos, aumentando la penetración del gas natural en el transporte, incluido también el marítimo.

Asimismo, en materia de competitividad, Peris destacó la «alta eficiencia en procesos industriales y de cogeneración» que tiene el gas, y señaló que, según su experiencia, las áreas industriales requieren cada vez más del suministro de gas. Además, Sedigas considera que la puesta en marcha del hub del gas permitirá una mayor transparencia de los precio. La industria consume casi un 50% del gas natural en España, según el estudio.

En lo que respecta a la COP21 de París, el presidente de Sedigas aseguró que se trata de un hito, aunque afirmó que el acuerdo “es complejo” para alcanzar los objetivos de descarbonización de 2030 y requerirá de «mucho desarrollo para que pueda dar los frutos esperados», por lo que garantizar su cumplimiento es «difícil». Asimismo, destacó que el sector gasista español comparte estos objetivos y subrayó que el gas será «una parte importante de la solución» ya que es el combustible tradicional que «tiene que ayudar a esa transición».

Nadal y Cañete ven «fundamental» vincular el desarrollo de las interconexiones energéticas con el objetivo de renovables para 2030

EFE / Europa Press.- El comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, subrayó que España necesita contar con más capacidad de interconexión energética con Europa para poder seguir avanzando en renovables, punto en el que coincidió con el secretario de Estado de Energía en funciones, Alberto Nadal, que aseveró que resulta «fundamental» vincular el desarrollo de las interconexiones con el objetivo de renovables y ha asegurado que un mercado interior de la energía debe ser prioritario en la Unión Europea.

Nadal aseguró que sin este vínculo «resulta prácticamente imposible plantearse el aumento de potencia instalada de estas tecnologías». Asimismo, destacó el carácter «aislado» de la Península Ibérica respecto al resto de Europa en cuanto a infraestructuras de interconexión se refiere, lo que imposibilita esta integración en el mercado interior de la energía. Respecto al gas, destacó la calidad de las infraestructuras españolas y cómo un aumento de interconexiones podría aprovechar al máximo las mismas, además de aportar mayor flexibilidad a Europa para elegir sus proveedores.

Por su parte, el presidente de Enagás, Antonio Llardén, destacó el aumento de la interconexión gasista con Francia producido durante el último año, alcanzando una capacidad total de más de 5 bcm (5.000 millones de metros cúbicos) en el sentido Francia-España y de 7,2 bcm (7.200 millones de metros cúbicos) en el sentido España-Francia. Asimismo, señaló la importante labor desarrollada por la Comisión Europea con el lanzamiento de la Unión Energética así como de la Estrategia del GNL recientemente aprobada.

Mientras, el presidente de Red Eléctrica de España (REE), José Folgado, subrayó que las interconexiones es un tema que ha estado «siempre muy presente» en la agenda energética de la Unión Europea. «Ya en el Consejo Europeo de Barcelona en el año 2002 se acordó que los Estados miembros debían tener para 2005 un nivel de interconexión eléctrica de al menos el 10% de su capacidad de producción instalada», dijo.

Por su parte, el comisario europeo Miguel Arias Cañete aseguró que Europa se encuentra en un proceso de reformulación de la política energética y que las interconexiones juegan «un papel fundamental». De esta manera, afirmó que si se quiere un mercado en el que fluya la energía, haya competencia y que la producción de energías renovables esté equilibrada, las interconexiones «son una política absolutamente necesaria».

Precisamente, Arias Cañete ha destacado que España tiene un «gran potencial» en renovables y «va en la hoja de ruta» de cumplir los objetivos de contar con un 20% de renovables en 2020. Eso sí, tendrá que ver cómo se avanza de cara al siguiente objetivo del 27% para 2030. No obstante, subrayó que ese potencial en renovables debe ir acompañado de una mayor capacidad de interconexiones porque su carácter más variable precisa de una mayor capacidad de respaldo y de poder evacuar energía sobrante.

Por ello, ha explicado, se sigue trabajando para ampliar la capacidad de interconexiones eléctricas y gasistas, a la vez que se avanza en un mercado único. Con interconexiones, destacó, España tendrá mucha más capacidad para sumar renovables, unas energías que ya están empezando a ser competitivas. «Estamos en un proceso en que las renovables empiezan a ser competitivas», indicó, “por lo que en muchos casos prácticamente no necesitan apoyo público”. En ese sentido, apuntó que las instituciones europeas están en busca de un sistema armonizado de apoyo a las renovables que esté «más orientado al mercado». Además, añadió que si España cambiara sus turbinas eólicas por otras más modernas, «se incrementaría la producción un 80%”.

Cañete apela a las renovables para descarbonizar las economías europeas

EFE / Europa Press.– El comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, subrayó el «papel fundamental» de las energías renovables en el proceso ya activo de descarbonización para las economías europeas. En la jornada Energías renovables, competitividad, regulación y mercados, organizada por APPA, Arias Cañete recalcó sobre la descarbonización que se trata de un «proceso irreversible» ante la «evidencia científica e incuestionable» del cambio climático y el efecto invernadero.

Para el comisario europeo la «inacción» ante estos fenómenos tendría «consecuencias terribles» y puntualizó que descarbonización y crecimiento económico «no son antagónicos». Para demostrar este razonamiento, Cañete indicó que la media del PIB de los 28 estados miembros de la Unión Europea creció un 46% entre 1990 y 2014, mientras que las emisiones agregadas se redujeron un 23% en ese mismo periodo. También ha asegurado que los países de la Unión Europea cumplirán en 2020 el objetivo de reducción de emisiones, por debajo del 24%, que debe alcanzar el umbral entre el 80% y 95% en 2050. Sobre este último plazo, ha admitido que se trata ya de «palabras mayores».

Antes de finales de 2016, Cañete confirmó que la Unión Europea presentará la propuesta de revisión de las energías renovables, que ahora se encuentra en análisis de impacto, con la que se pretende la adopción de medidas que faciliten alcanzar los objetivos comprometidos. La energía suministrada por las renovables en 2014, según el comisario, representó el 16% del total del consumo en el entorno de la Unión Europea. El propósito es que alcance el 27% en 2030. Cañete también comentó la «necesidad» de incentivar el uso de las energías renovables en calefacción y refrigeración, no solo en solar o eólica. Aquellas representan, según indicó, la mitad del consumo de energía total, pero cuya generación por renovables es «apenas» del 18%.

El comisario europeo, en el cierre de su intervención, ha recordado que todos estos procesos requieren «innovación y mucha financiación». Por ello y dentro del programa marco de innovación y desarrollo Horizonte 2020, Cañete ha señalado que la Unión Europea va a invertir 30.000 millones de euros en desarrollar servicios y tecnologías bajos en emisiones de carbono. También, por los Fondos de Cohesión europeos para el periodo 2014-2019, 38.000 millones irán a inversiones que apoyen la descarbonización; 40.000 millones para investigación y desarrollo; y 33.000 millones de destinarán a potenciar la competitividad de las pymes.

Renovables: «campo de negocio mundial»

Cañete apuntó que cumplir con los objetivos de reducción de CO2 para 2050 supondrá un «campo de negocio mundial» para las renovables, con unos compromisos de inversión multimillonaria. De estos objetivos de inversión, apuntó que el mayor esfuerzo corresponderá al sector privado, por lo que indicó que será necesario establecer unos marcos jurídicos que «hagan atractivas las inversiones». Asimismo, el comisario destacó la necesidad de un mercado europeo «interconectado» en el que sea más fácil exportar la energía renovable y subrayó el “logro histórico” que la COP21 supondrá en la lucha contra el cambio climático.

Para conseguir estos objetivos, Cañete afirmó que es «fundamental» un nuevo diseño del mercado de la electricidad. «Queremos avanzar hacia un mercado más flexible. Dejar atrás el mosaico de 28 mercados, un mercado más flexible que rompa las barreras nacionales», dijo. Además, consideró también necesario eliminar barreras administrativas que aumentan los costes y retrasan el desarrollo de las renovables y establecer unos objetivos «más ambiciosos» en materia de eficiencia energética.

APPA critica la improvisación regulatoria

Por su parte, el presidente de APPA, José Miguel Villarig, pidió una «mejora» en los marcos normativos que permitan corregir la inseguridad jurídica para un sector en el que es necesario realizar inversiones a largo plazo. «Se ha resuelto el déficit de tarifa, que era un problema de Estado, pero desde la improvisación. En la planificación energética ha faltado coordinación y en un sector en el que hay que invertir tan a largo plazo no se debe improvisar tanto», dijo Villarig. El presidente de la patronal renovable destacó que, a pesar de que hay una política energética europea para impulsar las renovables, en España «no se ve cuál es el incentivo», y aseguró que hay un mercado que «no funciona».

China inicia una investigación para lanzar una planta fotovoltaica al espacio

EFE.- China ha iniciado la investigación de un proyecto que tiene como objetivo lanzar al espacio una planta fotovoltaica para que devuelva a la Tierra grandes cantidades de energía, según una publicación dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología de China.Esta estación tendría previsto orbitar a unos 35.000 kilómetros de la Tierra, más allá de la última capa de la atmósfera, según explicó Zhang Bonan, investigador de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China, al oficial Diario de Tecnología y el Espacio.

Esta estación sería capaz de generar mucha más energía que las placas fotovoltaicas terrestres, ya que operaría las 24 horas del día al estar en contacto directo con el Sol y evitaría los filtros de la atmósfera. Todavía no hay fecha para enviar al espacio esta planta de energía solar, aunque expertos citados por la prensa china consideran que no se produciría antes de 2030.

De momento, la Academia de Tecnología Espacial de China ha empezado los trabajos que pueden permitir llevar a la práctica lo que hasta ahora era una posibilidad teórica, para la que se han publicado varios diseños en revistas científicas. Entre los principales desafíos que encara el proyecto está el de encontrar una fórmula para enviar de vuelta a la Tierra toda la energía generada en el espacio. Un proyecto absolutamente innovador que se suma a la construcción de su primera central nuclear flotante en aguas marinas, siguiendo el ejemplo chino.

El Ministerio de Medio Ambiente confirma que las emisiones de CO2 aumentaron un 0,5% en 2014 frente al año anterior

Redacción / Agencias.- Las emisiones de CO2 aumentaron un 0,5% en 2014 respecto al año anterior, según los datos del último Inventario Nacional de Emisiones de gases de efecto invernadero, que incorpora la serie 1990-2014. La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en funciones, Isabel García Tejerina, informó en el Consejo Nacional del Clima de estos datos que remitirá a Naciones Unidas el 15 de marzo próximo.

Además, precisó que las emisiones en 2014 alcanzaron los 333 millones de toneladas de CO2-equivalente, lo que representa un «ligero» incremento del 0,5% respecto al año 2013. En este sentido, Tejerina ha subrayado que «se ha conseguido desacoplar el ritmo de crecimiento económico y de emisiones», ya que el incremento es inferior a la variación interanual del PIB para el mismo periodo, que se sitúa en un aumento del 1,4%.

De estos datos, explicó que las emisiones de los sectores sujetos al Sistema Europeo de Comercio de Derechos de Emisión aumentaron un 1,7% respecto a 2013, mientras que los sectores difusos disminuyeron en un 0,14% en el mismo periodo. «Es en estos sectores difusos (agricultura, los transportes y los residuos, entre otros) donde tenemos un objetivo nacional de reducción de emisiones y donde se puede valorar el efecto de las medidas nacionales puesta en marcha en el marco de la Hoja de ruta 2020», precisó.

Respecto a la Hoja de Ruta de Sectores difusos 2020, ha apuntado que incluye 43 medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en sectores como el de la vivienda, los transportes y los residuos, entre otros. García Tejerina destacó que la activación de las medidas de la actual hoja de ruta se encuentra aproximadamente en un 80% de lo planificado y que es importante implantar al 100% para conseguir una senda descendente de emisiones a 2020. A este respecto, anunció que la Oficina Española de Cambio Climático está revisando la hoja de ruta para identificar nuevas políticas de mitigación tempranas que permitan cumplir con lo establecido de una forma «costoeficiente» en 2030.

Del mismo modo, aplaudió el papel «clave» de la Unión Europea en la Cumbre de París, y aseguró que seguirá trabajando para mantener ese liderazgo en la nueva fase de implantación a nivel nacional que se abre tras el acuerdo, que lanza una “señal clara y unánime” de avanzar hacia un modelo de desarrollo económico, social y medioambiental. Al respecto, calificó la cita de «éxito» de la comunidad internacional por establecer un «marco que responde a las realidades geopolíticas y económicas actuales e intuye las futuras». A su juicio, este marco refuerza la cooperación internacional.

Las renovables alcanzan un peso del 16% en la Unión Europea, con España dos décimas por encima de la media

Redacción / Agencias.- El peso de las renovables sobre el consumo final de energía se situó en el año 2014 en la Unión Europea en el 16%, mientras que en España este porcentaje se encuentra dos décimas por encima, en el 16,2%, lo que supone un incremento de 0,9 puntos respecto a 2013. Estos datos forman parte de la última actualización estadística de Eurostat acerca de la contribución de las renovables en Europa.

La agencia comunitaria destaca que 9 países ya alcanzan sus objetivos de renovables para 2020 y que el peso de estas tecnologías sobre la matriz final de consumo de energía duplica el registrado en 2004, del 8,5%. La Unión Europea se ha puesto como objetivo que el 20% del consumo final de energía proceda de renovables en 2020, así como elevar este porcentaje al 27% en 2030. De cara a 2020, España tiene un objetivo individual del 20%, mientras que Suecia se ha planteado el reto de llegar al 49%.

Con un 52,6%, Suecia es el país con mayor peso de renovables en 2014, seguido de Letonia y Finlandia, ambos con un 38,7%. Las tasas más bajas corresponden a Luxemburgo (4,5%), Malta (4,7%) y Países Bajos (5,5%). Un tercio de los socios comunitarios cumplieron ya sus objetivos para 2020: Bulgaria (con una meta del 16% y una cuota en 2014 del 18%), República Checa (13% y 13,4%, respectivamente), Estonia (25% y 26,5%), Croacia (20% y 27,9%), Italia (17% y 17,1%), Lituania (23% y 23,9%), Rumanía (24% y 24,9%), Finlandia (38% y 38,7%) y Suecia (49% y 52,6%). Además, dos países se encuentran a menos de un punto de cumplir su compromiso: Dinamarca (30% y 29,2%) y Austria (34% y 33,1%).

Por el contrario, la segunda mayor economía europea, Francia, es el país que más lejos se encuentra de su objetivo, a 8,7 puntos porcentuales (23% y 14,3%). Le sigue Holanda, con una diferencia de 8,5 puntos (14% y 5,5%) y el Reino Unido, que está a 8 puntos (15% y 7%) e Irlanda, a 7,4 puntos (16% y 8,6%). En el primer motor económico europeo, Alemania, en 2014 se encontraba también por debajo de la media europea en renovables, ya que un 13,8% de la energía que utilizaban los consumidores era verde (frente a su objetivo del 18% para 2020).

España precisa 30.000 MW renovables más para cumplir el objetivo fijado por la Unión Europea para 2030, según Unesa

Redacción / Agencias.- España necesita 30.000 megavatios (MW) renovables más de aquí a 2030 para alcanzar los objetivos europeos de energía y clima, acompañados de 8.000 MW más en centrales térmicas que den respaldo, además de «apoyos» para atraer inversiones, según un estudio de Boston Consulting Group y Unesa.

El estudio ve «alcanzable» que España alcance un 27% de cuota de renovables sobre energía final bruta fijado por la Unión Europea para 2030, lo que supondrá que estas fuentes generen el 53% de la electricidad, pero para ello hacen falta «profundas reformas en el mercado eléctrico» que permitan «atraer y desarrollar inversiones que no son viables solo con el mercado«. «Teniendo en cuenta que los ingresos del mercado eléctrico no cubrirían sus costes de generación, harían falta mecanismos de apoyo y nuevas fuentes de financiación», señaló en la presentación Ramón Baeza, de la consultora Boston, que señaló a los Presupuestos Generales del Estado puede albergar estos «apoyos» sin que suba más la factura eléctrica.

El camino para alcanzar ese objetivo europeo pasa, según el estudio, por dos vías: una, sumar esos 30.000 MW renovables más de potencia instalada, con 22.000 MW en eólica y 5.000 de solar, y la otra, añadir 8.000 MW más de potencia de respaldo, es decir de plantas térmicas que funcionen con combustibles fósiles. «No existe ningún exceso de capacidad instalada sobre todo si queremos mantener la seguridad y calidad de suministro que tiene que tener un país moderno y avanzado», aseguró Baeza, a pesar de reconocer que las centrales térmicas, fundamentalmente los ciclos combinados de gas natural, están funcionando al 17% de su capacidad, unas 1.500 horas al año.

Precisamente, la consultora apoya en ese bajo funcionamiento la necesidad de dar ayudas adicionales a esos 8.000 MW térmicos más que, a su juicio, se requieren para asegurar la seguridad de suministro y como respaldo para las renovables. «Actualmente, no salen las cifras para invertir en estos proyectos de futuro», han reconocido desde la consultora, un análisis en el que ha coincidido el presidente de la patronal Unesa, Eduardo Montes.

«Necesitamos más potencia y hacen falta mecanismos para que estas plantas sean sostenibles», indicó Montes, que defendió el papel de la nuclear y de los pagos por capacidad con los que se retribuye a las centrales térmicas por ese papel de respaldo a las renovables, fuentes más intermitentes. «Hacen falta pagos por capacidad al igual que hacen falta primas. Si es para conseguir objetivos de Estado deberían ir a los Presupuestos, no al recibo», incidió. En esta línea, la consultora concluye que el cumplimiento de los objetivos ambientales europeos exige unos retos «muy importantes» con unos «costes muy relevantes» para el sector eléctrico que deberá «asumir el conjunto de la sociedad«.  «Hay que repartir los costes entre todos», subrayó Baeza.

Frente a este objetivo de renovables «más factible» de cumplir para 2030, el estudio señala que en eficiencia energética se podría llegar al 25% frente al 27% fijado por la Unión Europea. Y en cuanto a emisiones, se podría llegar al 43% de reducciones en sectores sujetos al mercado de derechos de emisiones, pero en los no sujetos se quedaría en un 21% frente al 30% establecido por la Unión Europea. Montes destacó que el sector eléctrico es «uno de los mayores contribuyentes en la reducción de gases efecto invernadero», siendo esta disminución mayor que la media europea, gracias a una inversión de más de 80.000 millones de euros en 15 años, y seguirá actuando como principal «descarbonizador» en España.

La EWEA prevé que España duplique su capacidad eólica y supere los 50.000 MW eólicos instalados en 2030

Redacción / Agencias.- La Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA) prevé que España pueda alcanzar una capacidad instalada eólica de hasta 52.500 megavatios (MW) en 2030, lo que supondría más del doble de los casi 23.000 MW actualmente instalados. La patronal europea publicó su informe de previsiones para el sector, en las que señala la existencia de tres escenarios posibles para el desarrollo del sector.

En el caso de España, las cifras de crecimiento para 2030 irían hasta los 35.005 MW de energía eólica del escenario más adverso, pasando por los 44.505 MW eólicos de un escenario central, hasta los 52.500 MW eólicos para el más favorable. De estas previsiones de crecimiento para el sector en España, el grueso de ellos serían en la eólica terrestre, ya que para la marina solamente se prevé un incremento en el mejor de los escenarios, pasando de los 5 MW actuales a un total de 500 MW instalados.

Estos crecimientos se podrían traducir en un incremento de la producción eléctrica proveniente de este tipo de renovable hasta los 112.811 gigavatios hora (GWh), para el mejor de los escenarios, sólo superados por Alemania (221.497 GWh), Reino Unido (171.453 GWh) y Francia (114.942 GWh). En el caso del escenario más adverso, la producción de electricidad en España se situaría en 2030 en los 74.711 GWh, mientras que para el escenario central alcanzaría los 93.575 GWh.

Según las previsiones, la energía eólica podrá cubrir el 24,4% de la demanda de electricidad europea en 2030 «si los estados miembros cumplen los objetivos climáticos y energéticos» y se alcanzan los 320 gigavatios (GW) de potencia instalada eólica. Actualmente el sector tiene una potencia de 128,8 GW y cubre un 10% del consumo energético europeo durante un año de vientos medios. De esta capacidad instalada, la EWEA estima que 254 GW serán eólica terrestre y 66 GW procederán de la eólica marina. Si este escenario se cumple, la industria eólica europea dará empleo a unos 334.000 personas en 2030.

Sin embargo, EWEA supedita estas previsiones a una serie de factores políticos y regulatorios que incluyen «una estructura de gobierno clara» para toda la Unión Europea con el fin de cumplir el objetivo de energías renovables del 27% para 2030, que fue acordado el año pasado, informa la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Entre otras cosas, señala la patronal europea, es necesaria «una dirección clara por parte de la Comisión Europea para garantizar que los estados miembros proponen sólidos planes de acción para las energías renovables y continúan en el camino de cumplir el objetivo común».

Según EWEA, los retos pasan por una nueva directiva de renovables que contenga una sólida base legal para estas energías tras 2020, un mercado de energía reformado y adaptado a la integración de las renovables y un revitalizado Sistema de Comercio de Emisiones que proporcione una clara señal a los inversores sobre el precio que supone la contaminación con CO2.