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La Audiencia Nacional absuelve al expresidente Benjumea y la excúpula de Abengoa por cobrar indemnizaciones millonarias siguiendo las exigencias legales

Europa Press.- La Audiencia Nacional ha absuelto a la excúpula de Abengoa por las indemnizaciones que recibieron en 2015 el expresidente Felipe Benjumea y el que fuera consejero delegado Manuel Sánchez Ortega, de cerca de 11,5 millones y 4,5 millones respectivamente, ya que estas se adecuaron a la normativa legal y por tanto no se produjo administración desleal en la multinacional sevillana.

Los magistrados de la sección cuarta de la Sala de lo Penal exponen en una sentencia que no ha quedado acreditado que los contratos mercantiles de consejeros ejecutivos de 23 de febrero de 2015 fueran elaborados para favorecer «improcedentemente» al que fuera presidente de la compañía desde 1991 ni a su número dos puesto que venían impuestos por reforma legal, de acuerdo con lo que los absueltos expusieron durante la celebración de la vista oral.

El Ministerio Público solicitó 5 años de cárcel para Benjumea, 4 años y 3 meses para el que fuera consejero delegado y 4 años de prisión a los miembros de la Comisión de Nombramientos y Remuneraciones Mercedes Gracia Diez, Alicia Velarde Valiente y Antonio Fornielles Melero por el delito de administración desleal. El fiscal José Perals expuso en la vista oral que no tenían derecho a las indemnizaciones que cobraron a su salida de la entidad debido a la mala situación económica de la misma y acusó a Benjumea de aparentar su marcha como si fuera una condición impuesta por los bancos que iban a inyectar al menos 650 millones de euros para la ampliación de capital del grupo andaluz.

Esos contratos, según el tribunal que preside la magistrada Ángela Murillo, fueron confeccionados con los debidos asesoramientos técnicos internos y externos, sin que conste que los principales directivos de la compañía intervinieran en la redacción de los mismos. Respecto a los miembros de la comisión, la Sala entiende que tampoco ha quedado acreditado que actuaran «torticeramente» al informar favorablemente. La Sala va más allá descartando «cualquier modo de confabulación» para que la marcha de la compañía de los acusados fuera favorable a sus intereses económicos y por tanto no queda probado que los contratos para la alta dirección de 2015 «se suscribieran con el designio de servir de cobertura para el cobro de las remuneraciones».

En relación a Felipe Benjumea, se determina que su cese como presidente de la entidad y renuncia como consejero «obedeció a razones objetivas y externas a él», en referencia a la condición «indispensable» impuesta por las entidades bancarias lideradas por el Banco de Santander para proceder a la ampliación de capital de 650 millones de euros, versión que él mismo defendió como acusado asegurando que «fueron lentejas» y que el Consejo de Administración no pudo sino cesarle como presidente el 23 de septiembre de 2015.

Esta versión fue defendida por el resto de acusados que declararon en la vista oral y por el exministro socialista Josep Borrell, quien en calidad de testigo por ser miembro del consejo de administración dijo que se exigió el cese de Benjumea y que Abengoa era una empresa en fuerte expansión, pese a que se acogió a preconcurso de acreedores dado su situación de endeudamiento.

En el caso de Sánchez Ortega, que aseguró que renunciaba a su cargo porque buscaba un cambio de vida, la sentencia recoge que su salida se debió a razones «internas y subjetivas» y, por tanto, no cobró los 3 millones de euros acordados en su contrato en calidad de bonificación por permanencia y tampoco lo estipulado en el plan de prejubilación. Ambos siguieron vinculados a la energética como asesores y supuestamente sin percibir remuneración. Los magistrados también explican que tras la salida de este gobierno corporativo no se reexpresaron ni reformularon los estados contables de la empresa, hecho utilizado por los acusados para defender su gestión al frente de Abengoa.

Benjumea alega que su indemnización para dejar la presidencia de Abengoa fue aprobada «con observancia estricta»

EFE / Servimedia.- Mientras el consejero de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta de Andalucía, José Sánchez Maldonado, asegura que Abengoa «tiene un plan de futuro» y «lo pondrá en marcha», el expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, acusado de presunta administración desleal junto a otros cuatro exdirectivos de la compañía, defiende la legalidad de los 11,4 millones de euros que recibió tras su cese al ser una indemnización acordada por los órganos competentes «con observancia estricta».

Así lo hace constar Benjumea en su escrito de defensa, en el que expone que la comisión de retribuciones se apoyó «en todo momento» en un análisis de mercado para avalar tanto su indemnización como la del ex consejero delegado Manuel Sánchez Ortega, fijada en 4,5 millones, tras lo cual fueron aprobadas y comunicadas a la CNMV. El documento matiza que la cantidad fue estipulada en función del contrato mercantil suscrito entre las partes en febrero de 2015 y que modificó las condiciones vigentes desde la entrada de Benjumea en el grupo en 1984, lo que permitió reducir los baremos.

Acerca de la renuncia del expresidente como consejero, asegura que «no comportó reconocimiento de percepción alguna». Sobre su posterior contratación como asesor, aprobada el mismo día del cese, alega que «constituye praxis común en todas las grandes compañías» a fin de no generar vacíos que perjudiquen a la firma. En este sentido, afirma que el contrato «siempre se dirigió a conseguir el beneficio de Abengoa», razón por la que Benjumea «no ha percibido un solo euro» derivado de estos servicios.

La defensa ha solicitado la comparecencia en calidad de testigos de una decena de personas, entre ellas el vicepresidente del Banco Santander, Rodrigo Echenique, y el directivo de HSBC, Pablo López, al considerar que estas entidades habrían forzado la salida de Benjumea para proceder a la inyección de capital. También pide que testifiquen el exministro de Obras Públicas y consejero de Abengoa en la época, Josep Borrell; el expresidente ejecutivo de la compañía, José Domínguez Abascal, y el exdirector financiero de la empresa, Jesús García.

Según fuentes jurídicas, la causa, en la que también figuran el expresidente Antonio Fornieles, la expresidenta de la comisión de retribuciones, Mercedes Gracia, y la exconsejera Alicia Velarde, permanece a la espera de que la Audiencia Nacional fije el calendario de sesiones. Todo ello después de que la juez Carmen Lamela decretase la apertura de juicio en un auto en el que también requería a los acusados para que presentasen de forma solidaria una fianza por responsabilidad civil de 3,4 millones, cuantía que, según las mismas fuentes, fue satisfecha por todos a excepción de Benjumea.

Aunque el frente judicial para la antigua cúpula de la multinacional sigue abierto en la misma Audiencia Nacional, donde el juez Ismael Moreno instruye otra querella de la Plataforma de Perjudicados por Abengoa, interpuesta por los abogados Felipe Izquierdo y Eliseo Martínez por supuesto delito societario y falsedad en la inversión. Concretamente, denuncian que los administradores, a pesar de tener un presunto «pleno conocimiento» de la situación de Abengoa, ordenaron la confección de unos estados contables que «arrojaban unas óptimas cifras contrarias a la realidad». Del mismo modo, apuntan que «falsearon la información económica que Abengoa debía publicar», con lo que atrajeron inversores y financiación.

Fuentes de la Plataforma avanzaron su intención de ampliar las pesquisas a todos los miembros del Consejo entre 2014 y 2016, a la firma auditora Deloitte, así como a Abengoa como persona jurídica, una vez avance la instrucción. La Plataforma también estudia incluir en su querella la presunta comisión de delitos de estafa y falseamiento de información relevante, aunque, por ahora, continúa pendiente de recibir la documentación requerida por el juez a entidades y organismos varios a fin de esclarecer la situación de la multinacional.

«Abengoa tiene plan de futuro»

Por su parte, el consejero andaluz, José Sánchez Maldonado, indicó que «no he dejado de hablar con los responsables de la empresa y «no va a haber muchos más despidos ni pérdidas de empleo de las que ya se han producido». Según Sánchez Maldonado, el plan de futuro de Abengoa se centrará en cuatro líneas de actuación, aunque no detalló el contenido de las mismas. Sánchez Maldonado calificó a Abengoa de empresa «emblemática» y manifestó su confianza en que «volverá a resurgir, puesto que estoy convencido de la capacidad de sus actuales dirigentes de llevar a buen puerto de nuevo la empresa y su crecimiento».

Abengoa eleva al 93,97% el apoyo a su plan de reestructuración mientras se piden 5 años de prisión para Benjumea

EFE / Servimedia.- La Plataforma de Perjudicados por Abengoa exige 5 años de prisión para el expresidente del grupo andaluz Felipe Benjumea y 4 años y 3 meses para el ex consejero delegado Manuel Sánchez Ortega por presunta administración desleal en el pago a sí mismos de indemnizaciones millonarias. Por otro lado, el periodo adicional de adhesiones al acuerdo de reestructuración se cerró con el respaldo de acreedores financieros que suman el 93,97% de su deuda, según comunicó la empresa a la CNMV.

Abengoa tuvo que recurrir al preconcurso de acreedores por su elevado endeudamiento de más de 9.000 millones de deuda financiera y casi 5.000 millones en pagos pendientes a proveedores, en lo que hubiera sido la mayor quiebra de la historia de España. En septiembre del 2016, la empresa y una parte de sus acreedores lograron firmar un contrato de reestructuración con lo que evitó así presentar el concurso de acreedores. En octubre, Abengoa presentó en el juzgado de lo mercantil número 2 de Sevilla la solicitud de homologación de su acuerdo de reestructuración con la adhesión del 86% de su deuda. El juzgado homologó ese acuerdo en noviembre y, a mediados de enero, se abrió ese periodo adicional de adhesiones.

Tras recibir más del 75% de adhesiones como exige la ley, Abengoa lograba escapar del concurso de acreedores. El acuerdo incluía la capitalización de un 70% del importe de los créditos, recibiendo a cambio un 40% del capital social de Abengoa, post-reestructuración. Además, el 30% restante del nominal de la deuda preexistente sería refinanciado mediante nuevos instrumentos de deuda que sustituirán a los preexistentes y que tendrán la condición de senior o junior en función de si dichos acreedores participan o no en los tramos de dinero o avales nuevos.

Dichos instrumentos tendrán vencimiento de 66 y 72 meses, respectivamente, con posibilidad de prórroga hasta en 24 meses adicionales, y devengo anual de intereses del 1,50% (0,25% de pago en efectivo y 1,25% de capitalización o pago en efectivo únicamente bajo ciertas condiciones). El instrumento junior podría ser objeto de una posterior reducción, que en ningún caso podrá ser superior al 80% del valor nominal inicial anterior a la capitalización mencionada. La propuesta de reestructuración de la deuda financiera preexistente consiste en aplicar una quita del 97% de su valor nominal, manteniéndose el 3% restante con vencimiento a 10 años, sin devengo anual de intereses y sin posibilidad de capitalización.

Piden prisión para antiguos directivos

La Plataforma de Perjudicados por Abengoa, que agrupa a accionistas y bonistas, ha solicitado a la Audiencia Nacional la apertura de juicio oral contra Benjumea y Sánchez Ortega por presunta administración desleal en el pago de indemnizaciones millonarias, y también contra otro expresidente, Antonio Fornieles, y las exconsejeras Mercedes Gracia y Alicia Velarde, según consta en el escrito de acusación. Benjumea recibió 11,48 millones de euros al dejar la empresa y Sánchez Ortega, 4,48 millones.

Las penas pedidas por la plataforma coinciden con las solicitadas por la Fiscalía de la Audiencia Nacional en su escrito de acusación, aunque no las multas reclamadas. La plataforma pide 5 años de prisión y 180.000 euros de multa (600 euros diarios durante 10 meses) para Benjumea; 4 años y 3 meses de prisión y multa de 144.000 euros (600 euros diarios durante 8 meses) para Sánchez Ortega; y 3 años y 6 meses y multa de 72.000 euros (400 euros diarios durante 6 meses) para Fornieles, Gracia y Velarde.

Además, les reclama el pago de 10,56 millones de euros en concepto de responsabilidad civil derivada del presunto delito de administración desleal. No obstante, recuerda que el pago de las indemnizaciones «ilícitamente percibidas» ha causado a Abengoa un daño de 15,68 millones, el mismo importe de las compensaciones entregadas. Según el escrito de acusación, Benjumea y Sánchez Ortega «decidieron abandonar sus puestos ejecutivos para percibir unas millonarias indemnizaciones, patentemente desproporcionadas en atención a la grave situación económica de la compañía». Para ello, añaden, se sirvieron «de la inestimable colaboración necesaria» de Fornieles, Gracia y Velarde, integrantes de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones y del consejo de administración de Abengoa.

La Audiencia Nacional pide a KPMG el informe sobre la viabilidad de Abengoa mientras los demandantes solicitan fianzas millonarias

EFE / Servimedia.- La Plataforma de Perjudicados por Abengoa presentó un escrito en el que solicita una fianza de 46 millones de euros para tres miembros de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones de la empresa. Mientras tanto, la Audiencia Nacional ha instado a la juez que investiga las indemnizaciones a la excúpula de Abengoa, Carmen Lamela, a que solicite el informe realizado por KPMG a instancias de los bancos acreedores sobre la viabilidad de la compañía al considerarlo relevante para conocer su situación.

En un auto, la sección tercera de la sala de lo Penal estima parcialmente el recurso interpuesto por la acusación particular y corrige la anterior resolución de la instructora, que denegó dicha práctica tras no admitir la ampliación de la querella. El pasado verano, la Plataforma de Perjudicados por Abengoa solicitó nuevas pruebas con el fin de esclarecer las supuestas irregularidades en los finiquitos recibidos por el expresidente de la compañía andaluza Felipe Benjumea y su ex consejero delegado Manuel Sánchez Ortega, de 11,4 y 4,5 millones de euros, respectivamente.

Entre la documentación requerida entonces se encontraban los informes realizados por KPMG a petición de los acreedores financieros de Abengoa, entre ellos el Banco Santander, y que según la acusación particular aclararían si la insolvencia se percibió antes o después de los ceses de la excúpula. Precisamente, el máximo responsable del Santander en España, Rodrigo Echenique ya se refirió a la confianza en la viabilidad del proyecto durante su declaración como testigo en la causa, y aseguró que el cambio en la presidencia de Abengoa sólo fue una recomendación y no una condición impuesta para conceder la ampliación de capital.

Asimismo, solicitaron detalles sobre el saldo obtenido por Blackrock, fondo de inversión por el que fichó Sánchez Ortega, tras la compraventa de acciones de Abengoa realizada entre junio de 2015 y enero de 2016. Unas diligencias igualmente rechazadas por Lamela en su anterior resolución y que ahora la sala tampoco admite, ya que de ellas «no puede desdeñarse que sirvan para profundizar en el delito de administración desleal» objeto de la instrucción. La decisión del tribunal se produce después de la reciente ronda de comparecencias de los últimos investigados en la causa, entre ellos el actual presidente de Abengoa, Antonio Fornieles, quien defendió que las indemnizaciones fueron aprobadas confiando en el criterio del asesoramiento externo.

Piden fianzas de 46 millones

Por otro lado, la Plataforma de Perjudicados por Abengoa presentó un escrito en el que solicita una fianza de 46 millones de euros para tres miembros de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones de la empresa. Las tres personas para las que solicita medidas cautelares son los investigados Mercedes Gracia Díez, Alicia Velarde y Antonio Fornieles, miembros de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones de Abengoa que el 23 de septiembre de 2015 reconocieron a favor de Felipe Benjumea la cantidad total de 11.840.000 euros por dejar voluntariamente su cargo.

El presidente de Abengoa asegura que las indemnizaciones millonarias se aprobaron con el consejo de asesores externos

EFE.- El actual presidente de Abengoa, Antonio Fornieles, declaró en la Audiencia Nacional que las indemnizaciones millonarias percibidas por la excúpula de la compañía fueron aprobadas confiando en el criterio del asesoramiento externo. Así lo señaló el abogado de la acusación particular, Felipe Izquierdo, que aseguró que tanto Fornieles como la expresidenta de la comisión de Nombramientos y Retribuciones, Mercedes Gracia, reconocieron no conocer los detalles de las indemnizaciones ni haber leído el contrato de asesoramiento de Felipe Benjumea tras su cese como presidente.

Otras fuentes conocedoras del proceso judicial señalaron que Fornieles conocía los detalles y que del contrato de asesoramiento nunca llego a abonarse ninguna cantidad a Benjumea. Además, Fornieles añadió que ignora las razones que llevaron a los bancos a no asegurar la ampliación de capitales de la multinacional sevillana. Según Izquierdo, Fornieles señaló también al presidente de Santander España, uno de los bancos acreedores de Abengoa, Rodrigo Echenique, como el causante del cese de Benjumea.

Por su parte, la expresidenta de la comisión de Nombramientos y Retribuciones, igualmente investigada por estas presuntas irregularidades, ha relatado a la sala que en septiembre de 2015, fecha en la que el consejo de administración aprobó tal indemnización, la sociedad estaba «muy bien», según ha explicado Izquierdo. Respecto al contrato como asesor de Benjumea, Gracia ha explicado que si bien lo firmó nunca llegó a leerlo, una versión similar a la ofrecida por la vicepresidenta de Abengoa, Alicia Velarde, que también ha declarado como investigada (imputada) en el caso.

A su salida de la Audiencia Nacional, el letrado de la Plataforma de afectados por Abengoa mostró su discrepancia con la decisión de la juez Carmen Lamela de no citar al exministro de Obras Públicas e integrante de aquella comisión, Josep Borrell. La magistrada justificó su decisión dada la ausencia de Borrell durante el consejo de septiembre de 2015 que dio luz verde a la indemnización, una circunstancia que Izquierdo calificó de «excusa porque estaba haciendo bolos» mientras presentaba su libro en vez de «asistir como está obligado por ley».

La acusación particular ha anunciado que, si bien no recurrirán de nuevo la imputación del exministro, sí que solicitará fianza «como mínimo de 11,4 millones» para Fornieles, Gracia y Velarde al considerarlos «cooperadores necesarios del presunto delito» de administración desleal por el que se investiga a Benjumea y al ex consejero delegado de Abengoa, Manuel Sánchez Ortega, tras recibir 11,4 y 4,5 millones, respectivamente, en concepto de indemnización. En su declaración como testigo en abril, Fornieles defendió que dichas cantidades eran legales y obedecían a conceptos de permanencia y no competencia. De igual modo, la acusación pedirá citar como testigo al abogado encargado del asesoramiento externo de la compañía con el fin de que aclare los términos de los contratos.

La acusación es más grave para el ex consejero delegado, investigado por posible uso de información privilegiada tras su fichaje por el fondo de inversión Blackrock poco antes de que los títulos de Abengoa se hundiesen en bolsa. En relación a este hecho, la acusación particular instó a la juez para que solicitara detalles sobre el saldo obtenido por Blackrock tras las operaciones de compraventa de acciones de Abengoa realizadas entre el 1 de junio de 2015 y el 20 de enero de 2016. Asimismo, requirió los informes realizados por la auditora KPMG para determinar si la insolvencia se percibió antes o después de los ceses de la antigua cúpula.

Esta última ronda de declaraciones coincide con un periodo clave para Abengoa, inmersa en preconcurso de acreedores desde noviembre de 2015 y que debe lograr ahora el apoyo del 75% de los dueños de su deuda al plan de reestructuración y la homologación judicial para evitar la quiebra. Dicho acuerdo prevé la inyección de 1.170 millones de euros y la dilución de los actuales accionistas.

El presidente de Abengoa será investigado por las indemnizaciones millonarias

EFE.- El presidente de Abengoa, Antonio Fornieles, deberá comparecer en la Audiencia Nacional el próximo 6 de octubre en calidad de investigado, por las presuntas irregularidades en el cobro de indemnizaciones millonarias por los exdirectivos de la compañía tras su salida del grupo. Así lo ha acordado la juez, Carmen Lamela, ya que Fornieles formaba parte de la comisión de Nombramientos y Retribuciones que adoptó en septiembre de 2015 los acuerdos relativos a las indemnizaciones al expresidente de la sociedad sevillana Felipe Benjumea y su ex consejero delegado Manuel Sánchez Ortega.

La presente causa investiga el cobro de indemnizaciones millonarias por parte de ambos, de 11,5 millones y 4,5 millones de euros, respectivamente, una práctica normal, según Benjumea, «para asegurar la permanencia en el cargo». Fornieles ya declaró en la causa como testigo y defendió que las cuantías percibidas estaban establecidas por contrato. La acusación particular les achaca un presunto delito de administración desleal, castigado con hasta seis años de cárcel. Un supuesto agravado para Sánchez Ortega, investigado además por posible uso de información privilegiada tras su fichaje por el fondo Blackrock poco antes de que Abengoa se hundiese en bolsa.

El presidente de Santander España declarará como testigo en el caso Abengoa

EFE.- La Audiencia Nacional citó a declarar como testigos al presidente de Santander España, Rodrigo Echenique, y al directivo del HSBC, Pablo López, en la investigación a la antigua cúpula de Abengoa por presunta administración desleal. La titular del juzgado central de Instrucción número 3, Carmen Lamela, considera la petición formulada por la Plataforma de perjudicados por Abengoa y emplaza a ambos directivos, considerados «clave» por la acusación, para el próximo 20 de julio.

Además, la magistrada también solicita a la empresa sevillana las actas de las reuniones del consejo de administración del 14 y 22 de septiembre de 2015, con el fin de esclarecer las polémicas indemnizaciones de 11,4 y 4,5 millones percibidas por el expresidente de la energética, Felipe Benjumea, y el ex consejero delegado, Manuel Sánchez Ortega, tras su cese. La citación se produce apenas una semana después de que varios integrantes del consejo que aprobó dicho pagos declarasen que varias entidades, entre ellas el Banco Santander, pusieron como condición para inyectar liquidez en la compañía que Benjumea abandonase la presidencia.

Entonces, los consejeros defendieron la normalidad de los pagos a la cúpula, ya que formaban parte de las obligaciones establecidas por contrato, a pesar de las deudas que arrastraba Abengoa en aquel momento y que la llevaron a declarar el preconcurso de acreedores poco después. Esta causa se inició por el cobro de unas elevadas indemnizaciones. Un supuesto agravado en el caso de Sánchez Ortega, que se enfrenta además a un supuesto uso de información privilegiada tras fichar por el fondo de inversión Blackrock justo cuando los títulos de Abengoa comenzaron a desplomarse en Bolsa.

Actualmente, la multinacional española y sus acreedores, entre los que está el Banco Santander, ultiman el acuerdo definitivo de reestructuración, con la intención de evitar el concurso. Tras solicitar el preconcurso de acreedores en noviembre de 2015 asfixiada por una elevada deuda, la empresa pidió el pasado marzo un tiempo adicional, que la normativa fija en 7 meses, para presentar un plan de reestructuración definitivo de acuerdo con sus acreedores.

Los consejeros de Abengoa defienden que los pagos a la cúpula fueron por contrato

EFE.- Los integrantes del consejo de administración que aprobó las indemnizaciones millonarias a la antigua cúpula de Abengoa, ahora investigada por administración desleal, han asegurado en la Audiencia Nacional que no se opusieron a dichos pagos porque estaban establecidos por contrato. Así lo explicaron los ocho cargos citados a declarar como testigos, entre ellos el expresidente de Abengoa, José Domínguez Abascal, que ha refrendado la versión de los consejeros y ha admitido que las indemnizaciones entraban dentro de lo normal al formar parte de las obligaciones contractuales.

Domínguez Abascal, al frente de Abengoa entre noviembre de 2015 y marzo de 2016, explicó que asistió como invitado a los consejos anteriores. En ellos, detalló, se habló de la situación de Abengoa, “que por lo general era buena aunque faltaba liquidez”, motivo que llevó a plantear la necesidad de solicitar una ampliación de capital, aunque para ello el Banco Santander impuso como condición cesar en el cargo a Benjumea. Una versión que provoca que la Plataforma de perjudicados por Abengoa estudie solicitar la declaración como testigo «clave», el presidente de Santander España, Rodrigo Echenique.

Además de Domínguez Abascal, también han declarado 7 miembros del consejo, que han calificado de normales las indemnizaciones de 11,4 y 4,5 millones a Benjumea y el ex consejero delegado Manuel Sánchez Ortega a pesar de las deudas que arrastraba la empresa en aquel momento y que la llevaron a declarar el preconcurso de acreedores poco después. Al menos uno de ellos, el exvicepresidente de General Electric, Claudi Santiago, que recientemente ha renunciado como consejero dominical de la empresa de renovables, ha dicho que no acudió en persona al consejo de septiembre de 2015, aunque participó por teléfono desde Londres.

Todos han comparecido como testigos en la causa contra Benjumea y Sánchez Ortega, iniciada el pasado diciembre a partir de la querella de dos bonistas de la compañía por el cobro de unas indemnizaciones que, según los investigados, pretendían «asegurar su permanencia en el cargo». Un supuesto agravado en el caso de Sánchez Ortega, que también se enfrenta a una acusación por uso de información privilegiada tras fichar por el fondo de inversión Blackrock justo cuando los títulos de Abengoa comenzaron a desplomarse en Bolsa. Actualmente, la multinacional española y sus acreedores ultiman el acuerdo definitivo de reestructuración, con la intención de evitar el concurso.

Borrell no asistió al consejo que aprobó las indemnizaciones a los directivos de Abengoa, pero lo hizo por delegación

Servimedia / EFE.- El exministro socialista de Obras Públicas, Josep Borrell, afirmó a la jueza de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, que no asistió a la reunión del consejo de administración de Abengoa celebrada en septiembre de 2015, en el que se aprobaron indemnizaciones millonarias para el expresidente de la compañía, Felipe Benjumea, y el exCEO, Manuel Sánchez Ortega.

Sin embargo, Borrell reconoció en su declaración como testigo que delegó su voto de manera «automática» y que su representante sí refrendó el pago de esas indemnizaciones, según explicó el letrado de la Plataforma de Perjudicados de Abengoa , que representa a un centenar de accionistas y bonistas de la compañía y está personada en la causa. La jueza Lamela trata de esclarecer el origen de las indemnizaciones millonarias recibidas por Benjumea y Sánchez Ortega de 11,5 millones y 4,5 millones de euros, respectivamente, tras su salida de Abengoa poco antes de que la empresa presentara el preconcurso de acreedores.

Borrell explicó que el día de la reunión del consejo estuvo en un acto de presentación de su libro Cuentas y cuentos de la independencia y aseguró que las dificultades financieras de Abengoa fueron una «sorpresa» para el consejo, que en todo momento pensó que la situación era saneada. Sin embargo, la defensa de los accionistas destaca que fue ese consejo del 23 de septiembre el mismo que tramitó créditos bancarios que supusieron la inyección de 160 millones de euros de liquidez y que quedaron tramitados esa misma noche. Los dos directivos imputados por administración desleal e información privilegiada han venido sosteniendo que Abengoa sólo tenía un problema de liquidez, una idea que también defendió el exministro en su declaración.

Comparecencia de todo el consejo

La magistrada ya ha rechazado en dos ocasiones ampliar la querella al resto de miembros del consejo, al considerar que «podría provocar un retraso injustificado en el procedimiento». Esta semana también están compareciendo Santiago Seage, Mercedes Gracia, Ricardo Martínez y Alicia Velardo, José Joaquín Abaurre, José Luis Aya, Ignacio Solís, Fernando Solís, Carlos Sundheim, Ricardo Hausmann, Claudi Santiago y José Domínguez Abascal. Estas citaciones fueron solicitadas por la Fiscalía, que pidió que declararan los miembros del consejo de administración que aprobaron las indemnizaciones en la misma reunión en la que aprobó una ampliación de capital por la precaria situación económica de la empresa. Se trata de comprobar si la decisión se tomó con conocimiento de la situación real de Abengoa.

La defensa de los afectados de Abengoa destaca que Borrell fue quien firmó en nombre de la multinacional la modificación del contrato mercantil de los dos directivos a contrato laboral en febrero de 2015, para adaptarse a la nueva legislación. Precisamente, con motivo de ese cambio se aprobó el monto de las nuevas indemnizaciones. Según la consulta de esta Plataforma a las cuentas depositadas por Abengoa ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las indemnizaciones se elevaron a 16 millones en el caso de Benjumea y a 8 para Sánchez Ortega, en virtud del pago de varios seguros.

El expresidente del Parlamento Europeo aseguró que comparecía con la voluntad de “colaborar con la Justicia y ayudar a la juez Lamela a esclarecer lo sucedido”. Preguntado por el elevado monto de las indemnizaciones y la contratación de Benjumea como asesor externo, Borrell aseguró en su declaración que era importante conservar el «talento» en Abengoa y por ello se le contrató tras su salida de la multinacional. Por su parte, Santiago Seage, declaró en el mismo sentido que Borrell y aseguró que la contratación de Benjumea como asesor externo se decidió «por el bien de los accionistas» de la compañía.

La causa contra Benjumea y Sánchez Ortega se inició el pasado diciembre a partir de la querella de dos bonistas de la compañía por el cobro de unas indemnizaciones que, según los investigados, pretendían «asegurar su permanencia en el cargo». Un supuesto agravado en el caso de Sánchez Ortega, que también se enfrenta a una acusación por uso de información privilegiada tras fichar por el fondo de inversión Blackrock justo cuando los títulos de Abengoa comenzaron a desplomarse en Bolsa.

El consejo de Abengoa aborda este lunes el plan de viabilidad para optimizar su negocio

EFE.- Abengoa llevará este lunes ante su consejo de administración el plan de viabilidad con medidas para aligerar y optimizar su negocio, un paso previo clave para afrontar la reestructuración de la deuda que evite el concurso de acreedores. Para elaborarlo, la compañía andaluza, en preconcurso de acreedores desde noviembre, ha analizado todos sus proyectos y los clasificó en función de su rentabilidad, necesidades de capital y generación de ingresos. El siguiente paso para evitar el concurso es empezar a deshacerse de algunos de esos proyectos.

Así, ya puso a la venta su línea de negocio de biocarburantes, el de bioetanol a partir de grano, con presencia en Brasil, Estados Unidos y Europa, así como varios terrenos e incluso plantas de generación eléctrica. También colgó el cartel de «se vende» en algunos de sus inmuebles en Madrid y Sevilla, considerados activos no estratégicos. El objetivo es dejar una «nueva Abengoa» de menor tamaño, centrada en los negocios más rentables y que preserve su tecnología e innovación. De hecho, el plan dibuja un resultado bruto de explotación (ebitda) de aproximadamente la mitad al registrado en 2014 (1.400 millones de euros). Como más vale y valdrá la compañía, señalan diversas fuentes, es con proyectos que permitan generar valor.

Pero tras este redimensionamiento del negocio está la deuda, el verdadero eje de una negociación que permitirá salvar del concurso a la empresa saneando su estructura financiera. Una deuda que, en esa nueva Abengoa, debería rondar los 3.000 millones frente a los 9.000 millones que la asfixiaron y abocaron a la solicitud de preconcurso. Un fuerte ajuste que deben pactar las partes, es decir Abengoa y sus acreedores (banca y bonistas), en una negociación que se vislumbra larga y complicada.

Sobre la mesa se dibujan, junto a las puntuales desinversiones, varias vías para reducir esos 6.000 millones de deuda: quitas, capitalización de la deuda, préstamos participativos a largo plazo o una combinación de varias que, al final, terminará previsiblemente dando el control de la compañía a bancos y fondos. Para la banca acreedora, que rechaza de entrada quitas directas sobre la deuda, la capitalización es la opción que más puede encajar antes de llegar al concurso, un escenario que parece más alejado pero aún presente.

También destacan las discrepancias entre los acreedores. Prueba de ello es que la banca, organizada en torno al denominado G-7 (Santander, Bankia, Popular, CaixaBank y Sabadell, junto a HSBC y Calyon), rechazó los intereses que planteaban los bonistas de Abengoa para inyectar liquidez a la compañía, unos 160 millones de euros para mantener la empresa en los próximos dos meses que restan de preconcurso. Finalmente, en paralelo a todas estas negociaciones, avanza la vía judicial con el 16 de febrero como fecha fijada para que declaren en calidad de investigados, por un posible delito de administración desleal, el expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, y el que fuera consejero delegado de la compañía, Manuel Sánchez Ortega.