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Una protesta antinuclear en Taiwán reactiva el debate sobre su futuro energético

EFE.- Decenas de grupos civiles contra la energía nuclear protestaron en Taipei para alertar de que en Taiwán puede ocurrir un desastre similar al de Fukushima (Japón) y reactivaron el debate sobre el futuro energético de la isla. Los manifestantes se reunieron frente al Palacio Presidencial de Taiwán, algunos bajo paraguas amarillos y negros, con discursos y pancartas diversas que criticaban la energía nuclear.

Los activistas exigen que para el 2025, la isla se convierta en un lugar sin energía nuclear, con el cierre y desmantelamiento de tres centrales nucleares en funcionamiento y la clausura definitiva de la cuarta, construida, pero sellada. La principal preocupación de estos grupos antinucleares es la seguridad de las centrales nucleares en una isla donde son frecuentes los terremotos ante el temor de que suceda un episodio similar al ocurrido en Japón en 2011.

El Partido Demócrata Progresista (PDP) ya anunció su intención de poner fin al uso de la energía nuclear para el 2025, fecha en la que está previsto el cierre de las tres centrales nucleares. Esta formación tomará el poder el próximo 20 de mayo, tras su victoria en las elecciones del pasado 16 de enero, y defiende el ahorro de energía, el recorte de las emisiones de carbono y el fomento de las energías renovables.

Mientras tanto, el presidente isleño, Ma Ying-jeou, pide paciencia a quienes quieren el cierre de las centrales nucleares, ante el temor de que, dada la carencia de recursos energéticos en la isla, se produzca un desabastecimiento que afecte a la industria. Las actuales tres centrales nucleares generan casi el 20% del total de la electricidad consumida por la isla. Asimismo, Taiwán está en negociaciones con Francia para enviar los residuos nucleares allí para su tratamiento.

Ecologistas en Acción critica que España “no ha aprendido la lección del accidente nuclear de Fukushima” un lustro después

Europa Press / Servimedia.- Ecologistas en Acción cree que España no ha aprendido las lecciones del accidente de Fukushima Daiichi, cuando se cumplen 5 años de la tragedia de un terremoto al que siguió un tsunami que provocó la «catástrofe» en la central nuclear japonesa. Con motivo del aniversario, la ONG ha anunciado que plantará un cerezo, un árbol sagrado japonés, por cada año transcurrido desde el accidente en varios puntos de España para mostrar su solidaridad con los afectados y las víctimas del accidente.

El portavoz nuclear de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, ha recordado que el tsunami destrozó los sistemas de refrigeración y de alimentación eléctrica de las centrales: se produjeron tres grandes explosiones de hidrógeno en los reactores 1, 2 y 3, y un incendio en la piscina del reactor número 4. Además asegura que la situación «sigue sin controlarse» y de hecho no se puede entrar en los reactores que están fundidos total o parcialmente por la alta radiactividad. Además, Castejón añade que «lo más probable» es que se tendrán que construir sarcófagos para cubrir los reactores e impedir las emisiones.

Igualmente, denuncia que la descontaminación que el Gobierno de Japón realiza para permitir que la población pueda volver a sus casas resulta «insuficiente» porque el nivel de tasa de dosis radiactiva permitida es de 20 milisievert al año (mSv/año) que es «un nivel demasiado alto». En concreto, expone que los límites para el personal profesionalmente expuesto son 50 mSv/año, con un máximo de 100 mSv en cinco años pero advierte de que la población general no cobra peligrosidad ni está sometida a controles médicos, así como de las dosis recibidas, a diferencia de las personas trabajadoras de la industria nuclear.

Asimismo, apunta que se ha renunciado a descontaminar las zonas boscosas en las que se encontraron puntos calientes con más actividad que ese límite radiactivo. Por ello, alerta de que las incidencias de la radiactividad sobre la mortalidad y la salud de los habitantes de la zona se verán en toda su intensidad en un par de décadas. Hasta el momento, el número de cánceres de tiroides en los 300.000 niños de la prefectura de Fukushima aumentó sustancialmente y se multiplicó por un número que oscila entre el 15 y el 50, según diferentes cálculos.

Entre los retos principales, Castejón señala que, en estos 5 años, el principal problema ha sido luchar contra la constante fuga de agua radiactiva al mar, un hecho traumático para un país como Japón que se vuelca en la pesca y donde es muy común el consumo de algas. Según datos de universidades niponas, el coste del accidente supera los 80.000 millones de euros y el protocolo de París, que regula las indemnizaciones a realizar por los propietarios de las centrales, ha fijado el techo de entre 750 y 1.200 millones de euros, lo que a su juicio «resulta irrisorio».

El portavoz de Ecologistas lamenta que en España no se han aprendido las lecciones de Fukushima ya que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) todavía se está planteando la reapertura de la central de Santa María de Garoña (Burgos) que «es idéntica» al reactor número 1 de Fukushima, que empezó a funcionar en 1971. «Los planes de emergencia nucleares no se han reformulado todavía para tener en cuenta las lecciones de aquel accidente y las llamadas pruebas de estrés no han sido suficientemente rigurosas», insiste.

Castejón destaca también que el accidente de Fukushima ha introducido una nueva variable, los sucesos externos a las plantas que no se pueden prever, por lo que la seguridad nuclear no se puede garantizar al 100%. Por ello, considera que dada la «incertidumbre y el riesgo, lo más sensato es proceder al cierre escalonado de las centrales nucleares, sobre todo teniendo en cuenta que existen alternativas más limpias y seguras».

Un tribunal ordena parar una central nuclear recién reactivada en Japón por motivos de seguridad

Europa Press / EFE.- Un tribunal japonés emitió una orden de paralizar las operaciones de los reactores 3 y 4 de la central nuclear de Takahama, operada por Kansai Electric Power, tras ponerse de parte de los residentes locales, que temen por la seguridad de la planta, según comunicó la propia empresa. La orden tiene efecto inmediato y supone la parada del reactor número 3 de Takahama, que volvió a entrar en funcionamiento recientemente. Es la primera orden judicial emitida en Japón de detener una central nuclear en funcionamiento.

Kansai Electric también estaba trabajando para volver a poner en funcionamiento el reactor número 4 de la central, después de una paralización imprevista la semana pasada debido a un problema técnico. Y es que la industria nuclear nipona está empezando a recuperarse y a retomar su actividad después de la catástrofe de Fukushima en 2011. El país está embarcado además en la mayor reforma del mercado energético de su historia.

Kansai Electric expresó su rechazo del veredicto y anunció que apelará la orden rápidamente. Por su parte, el portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga, afirmó que no cambia la postura de Tokio tras la decisión judicial respecto a la seguridad de los reactores de Takahama o en su política de promoción de la reactivación de los reactores que cumplan con los estándares de seguridad impuestos tras el accidente nuclear de Fukushima. Los reactores de Takahama, en la costa de la prefectura de Fukui, en el oeste de Japón, cumplieron en 2015 con los nuevos estándares de seguridad establecidos por el órgano regulador nuclear de Japón, la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA).

Una reactivación en la polémica

La reactivación de Takahama ha estado rodeada de polémica. Un tribunal ya prohibió el año pasado su puesta en funcionamiento tras otra demanda ciudadana, aunque la misma corte se desdijo en diciembre tras certificar que superaba los controles de la NRA. Poco después, Kansai Electric puso en funcionamiento la unidad 3 el 29 de enero y la 4 el 26 de febrero, aunque este último reactor entró tres días después en parada automática tras detectarse una sobretensión eléctrica. La unidad 4 había sufrido además días antes una fuga de refrigerante cuando se realizaban los preparativos para su puesta en marcha.

Además de las demandas mencionadas, existen otras presentadas por ciudadanos contra esta y otras centrales de Japón pendientes de resolución. Después de un apagón nuclear de dos años y de aprobar un marco regulatorio postFukushima más estricto en materia de seguridad, Japón reactivó el año pasado los reactores 1 y 2 de la central de Sendai (suroeste). Tras la orden de detener Takahama, que había sido la segunda planta del país en volver a funcionar, sólo 2 de los 43 reactores de Japón en condiciones operativas permanecerán activos. La decisión del Gobierno nipón de volver a emplear energía nuclear tras el accidente de 2011 es rechazada por la mitad de los japoneses, según las encuestas.

Las centrales nucleares españolas han implantado el 80% de las medidas postFukushima un lustro después de la catástrofe

Redacción / Agencias.- Las centrales nucleares españolas han llevado a cabo hasta ahora el 80% de las acciones y medidas para reforzar su seguridad, que se acordaron tras las pruebas de resistencia practicadas a raíz del accidente en la central de Fukushima Daiichi cuando se acerca el quinto aniversario de la tragedia, que será el 11 de marzo desde el terremoto y posterior tsunami con consecuencias devastadoras para los reactores de esa central nuclear japonesa.

Almaraz I y II, Ascó I y II, Cofrentes, Trillo y Vandellós II, los 7 reactores activos en España, han implementado acciones y medidas para reforzar su seguridad y garantizar la capacidad para soportar situaciones más allá de sus bases de diseño. El Foro Nuclear destaca que las centrales están cumpliendo con lo establecido en el Plan de Acción Nacional y que las medidas introducidas tras Fukushima junto con los programas de modernización ofrecen un «horizonte muy apropiado para que puedan operar a largo plazo», tal y como están haciendo “gran parte de los países con instalaciones nucleares”. Las principales acciones y medidas que las nucleares españolas han ejecutado pueden dividirse en dos grandes bloques.

El primero son acciones y medidas de protección frente a fenómenos naturales extremos, como inundaciones y efectos sísmicos, completadas “prácticamente” en un 100%. Por otro lado, hay medidas de refuerzo de los sistemas de prevención y mitigación, mejorando los existentes y añadiendo equipos portátiles y sistemas de refrigeración adicionales, incluso para las piscinas de combustible gastado, que puedan funcionar en caso de aislamiento eléctrico de las instalaciones. También se implantan un centro común de apoyo exterior en emergencias (CAE) y de un centro de apoyo para la gestión de emergencias en cada emplazamiento (CAGE). Muchas de estas acciones ya están completadas y otras se encuentran en la fase final de implementación, según asegura Foro Nuclear.

Por todo ello, el Foro Nuclear asegura que «las centrales nucleares españolas están sólidamente preparadas para hacer frente a los sucesos supuestos en sus bases de diseño». Además, destaca que las plantas disponen de márgenes adicionales para afrontar con garantía sucesos extremos más allá de las bases de diseño, así como sus consecuencias». Para el Foro, el cumplimiento del 80% de lo establecido por el Plan de Acción Nacional «ha redundado en un parque nuclear modernizado que cumple con los más estrictos niveles de seguridad nacionales e internacionales y constituye un activo a poner en valor por la estabilidad que aporta al sistema eléctrico, la no emisión de gases de efecto invernadero y su competitividad«.

El accidente nuclear en Fukushima ha sido el peor desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986, y sus emisiones y vertidos causaron la evacuación inmediata de más de 200.000 personas además de afectar gravemente a la pesca, la agricultura y la ganadería locales. Japón prevé levantar en 2017 la mayoría de las órdenes de evacuación en las áreas afectadas, lo que permitiría regresar a sus hogares al 70% de los residentes aún desplazados (casi 55.000). En la Unión Europea, 14 de los 28 Estados miembros tienen plantas en operación, que producen una tercera parte de la electricidad consumida en la Unión Europea. En 2015, la energía nuclear en España generó el 20,3% de la electricidad.

Una filial de la japonesa Toyota presenta la 24ª denuncia contra España ante el Ciadi por el cambio retributivo renovable

Europa Press / EFE.- Eurus Energy Holdings Corporation, una sociedad participada en un 60% por el conglomerado empresarial japonés Toyota y en un 40% por la propietaria de la accidentada central nuclear de Fukushima,  Tokyo Electric Power Company (TEPCO), ha sido la encargada de presentar la vigesimocuarta denuncia contra España ante la Corte Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), órgano de arbitraje del Banco Mundial, por los recortes a las renovables.

Esta empresa cuenta con una potencia instalada de 552 megavatios (MW) de renovables en España, de los que 83 se encuentran en Asturias y 469 en Galicia, repartidos en una quincena de parques eólicos construidos a finales de los 90’s del siglo pasado. Esta denuncia es la primera que se inscribe en el Ciadi desde noviembre del año pasado, cuando se cursó la demanda de un grupo de bancos alemanes entre los que figuran Landesbank Baden-Württemberg, HSH Nordbank AG, Landesbank Hessen-Thüringen Girozentrale y Norddeutsche Landesbank-Girozentrale.

Esta demanda de inversores alemanes fue la decimoquinta presentada a lo largo de 2015 contra España por los recortes en la retribución de las renovables. Los inversores alemanes concentran 9 de las 24 denuncias en contra de España presentadas hasta la fecha ante el Ciadi. Anteriormente, se tramitaron las denuncias presentadas por el luxemburgués Watkins Holdings, junto a otras sociedades como Repier, Northsea Spain, Parque Eólico Marmellar y Parque Eólico La Boga, y por las sociedades Hydroxana Sweden y la luxemburguesa Hydro Energy 1; la alemana SolEs Badajoz GmbH y los fondos OperaFund Eco-Invest Sicav, que tiene licencia de Malta, y Schwab Holdings, de Suiza.

También el pasado verano la alemana E.ON, la firma portuguesa Cavalum y los japoneses de JGC Corporation, registraron su denuncia. Además, también han acudido al Ciadi dos firmas alemanas, KS Invest y TLS Invest, y, anteriormente, un grupo de inversores alemanes formado por Matthias Kruck, Ralf Hofmann, Frank Schumm, Joachim Kruck, Peter Flachsmann, Rolf Schumm, Karsten Reiss y Jürgen Reiss. Estos arbitrajes de origen alemán se suman a los iniciados anteriormente por inversores procedentes del mismo país, entre ellos también figuran Steag, BayWa, y un consorcio de 8 empresas en el que participa la eléctrica RWE, y otro de la propia RWE a título individual.

El Ciadi también registró la denuncia del fondo Cube Infraestructure, promovido por el banco francés Natixis, y de la firma norteamericana 9REN. Además, inició la tramitación de las demandas de las británicas InfraRed y Eiser, la árabe Masdar y las luxemburguesas Antin y RREEF, que ya cuentan con tribunales constituidos para analizar su caso, así como de la luxemburguesa Renergy y la estadounidense NextEra, que se encuentran a la espera del análisis de las alegaciones.  Además, aparte de las denuncias ante el Ciadi, el accionista de referencia del Grupo Natural Electric, que tiene nacionalidad mexicana, ha anunciado su intención de denunciar internacionalmente también a España.

Se trata de empresas y fondos que acudieron a España atraídos por las generosas ayudas que ofrecía el Gobierno para animar la inversión en renovables, con la que se consiguió situar al país a la vanguardia de estas tecnologías. Pero el acelerado desarrollo, que no contaba con límites de instalación, provocó una cierta burbuja que encareció de forma creciente el recibo eléctrico y obligó a contener las nuevas plantas y, posteriormente, a efectuar recortes retributivos. Las demandas no se dirigen contra una normativa concreta sino a los sucesivos cambios regulatorios, que han afectado especialmente a las tecnologías solares  y que posteriormente se culminaron con el cambio de modelo retributivo renovable.

Tras conocerse el primero de estos litigios contra España, el ministro de Industria, José Manuel Soria, indicó que las firmas internacionales aspiraban a rentabilidades del 20%, lo que “no ocurre en ningún país del mundo, porque si eso ocurriera el resultado sería que el sistema eléctrico simplemente quebraría”.  Finalmente, España cuenta con una demanda en Uncitral, presentada por PV Investors, y con dos en la Cámara de Comercio de Estocolmo, cuyos autores son Isolux Infrastructure Netherlands y CSP Equity, por la Carta de la Energía.

A finales de enero se conoció el primer fallo de un tribunal arbitral acerca de los recortes a las renovables en España. En concreto, el Tribunal Arbitral de Estocolmo resolvió a favor del Reino de España y desestimó la demanda presentada por Charanne y Construction Investments por las medidas aplicadas en 2010, por Miguel Sebastián. A juicio del Tribunal Arbitral, los demandantes no podían tener la expectativa legítima de que el marco regulatorio que establecía las primas a las renovables pudiera permanecer inmutable durante toda la vida de sus plantas. Además, el Tribunal reconoce que la normativa española dejaba «abierta claramente» la posibilidad de que se modificara el sistema de retribución de la energía fotovoltaica.

La AIE apunta que la seguridad en las centrales nucleares ha aumentado tras Fukushima pero debe mejorar aún

EFE.- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) destacó que 5 años después del accidente en la central nuclear japonesa de Fukushima la seguridad en ese tipo de plantas ha aumentado, pero es necesario que prosigan los esfuerzos para mejorarla. El informe en el que hace balance de las medidas tomadas desde esa catástrofe desencadenada por el tsunami de 2011, la AIE apunta que, «en general», la seguridad, la preparación ante situaciones de emergencia y los mecanismos de respuesta son mejores que entonces.

El análisis a los países miembros apunta que los diferentes marcos de seguridad se reforzaron con medidas para incrementar la independencia de los órganos de regulación y actualizar la normativa. También se incrementó la cooperación internacional, lo que redunda en un mayor intercambio de información, fomenta el consenso y el desarrollo de estrategias que pueden aplicarse después en cada nación. La AIE señala que uno de los principales focos de actuación tras el accidente ha sido el potencial impacto de factores de riesgo externos e internos. Se reexaminaron las amenazas y mejorado la fortaleza de los sistemas eléctricos, de los disipadores térmicos y de los equipamientos de asistencia, así como reevaluado la conducta que debe seguirse en casos de emergencia.

La AIE apuesta por trabajar en favor de la independencia de los organismos de regulación, en concreto respecto a la separación de las funciones con los vinculados con la promoción y el uso de la energía nuclear. La agencia ve esenciales también en la estrategia de seguridad la inclusión de los factores humanos y organizativos, recomienda la implicación en la toma de decisiones de los afectados, desde autoridades locales hasta la población, y aboga por la transparencia de las políticas.

La Fiscalía nipona acusa a tres exdirectivos de Fukushima por negligencia

EFE / Europa Press.- La Fiscalía nipona acusó a tres exdirectivos de Tokyo Electric Power (TEPCO), operadora de la central de Fukushima, por su papel negligente en la crisis originada por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011, lo que supone el primer procesamiento penal de unos responsables de la planta, concretamente de Tsunehisa Katsumata, de 75 años y presidente de la compañía en el momento del accidente, y los exvicepresidentes, Sakae Muto, de 65, e Ichiro Takekuro, de 69.

Este procesamiento llega después de que un grupo de afectados presentara una primera denuncia en 2012 contra un total de 42 autoridades y responsables de la planta que siguieron operando Fukushima Daiichi sin tomar medidas para garantizar la seguridad pese a conocer los riesgos. Los tres acusados no fueron detenidos y se espera que se declaren inocentes según diversas fuentes que además creen que el juicio no se celebrará antes de fin de año, debido a que llevará mucho tiempo recopilar todas las pruebas necesarias.

La acusación considera que el accidente en Fukushima, cuyos reactores sufrieron fusiones parciales tras perder el sistema de refrigeración, expuso a quienes residían alrededor de la planta a emisiones muy radiactivas. Además, hace responsable a los directivos de que 13 personas, incluidos trabajadores de la planta y miembros de las fuerzas armadas, resultaran heridas tras el accidente y que 44 murieran tras ser evacuadas de un hospital donde estaban ingresadas.

La operadora de la central reconoció que ha tenido noticia de la acusación de sus exdirectivos a través de los medios de comunicación pero que han decidido no hacer ningún comentario al tratarse de un caso penal que está en los tribunales. TEPCO quiso sin embargo pedir disculpas «por la molestia y la preocupación causada a los habitantes de Fukushima y al resto de la sociedad por el accidente nuclear».

En un primer momento, la fiscalía del distrito de Tokio decidió en 2013 desestimar la demanda y no presentó cargos al considerar que era muy difícil prever la escala del tsunami que golpeó la central. Los demandantes solicitaron sin embargo un análisis más exhaustivo y recurrieron a un comité de investigación judicial, un órgano raramente usado en Japón y formado por ciudadanos, que en julio les dio la razón y pasó de nuevo el caso a la fiscalía. Las emisiones y vertidos de agua contaminada producto del accidente nuclear, el peor desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986, aún mantienen desplazadas a miles de personas.

Además, la radiactividad dejó un rastro de contaminación que ha ido remitiendo con el paso del tiempo, si bien a finales de 2015 se detectó contaminación derivada del desastre en las costas de América del Norte. El número de evacuados por causa del terremoto y el tsunami superó los 420.000 en 2011, el año del accidente. A principios de 2015 esta cifra se había reducido a menos de 240.000. Durante estos cuatro años se han reconstruido más de 120.000 viviendas.

La radiación de Fukushima no tuvo impacto en la salud pública, según un informe

EFE.- La radiación emanada del accidente nuclear de Fukushima no ha tenido un impacto significativo sobre la salud de los habitantes de las zonas más próximas la planta, según un informe elaborado por expertos sanitarios nipones. La gran mayoría de estos ciudadanos recibieron dosis muy leves de radiación desde la catástrofe acaecida en 2011, y no presentan una mayor prevalencia de enfermedades relacionadas con la radiactividad, según las conclusiones del estudio dirigido por Koichi Tanigawa, profesor de la Universidad Médica de Fukushima.

No obstante, el informe muestra un marcado incremento de las patologías psiquiátricas a raíz del accidente, así como un notable aumento de otras enfermedades entre las personas que se vieron obligadas a abandonar sus hogares tras decretarse la orden de evacuación en las proximidades de la planta. El estudio se basa en datos médicos recopilados tras el accidente causado por el terremoto y el tsunami de marzo de 2011 y hasta 2014, y fue realizado a petición del Gobierno de la prefectura nipona de Fukushima.

«Afortunadamente, podemos decir que hasta la fecha no ha habido ningún impacto apreciable de la radiactividad en la salud pública de la zona», afirmó Tanigawa, quien también destacó la necesidad de «continuar analizando la situación para observar posibles efectos a más largo plazo». Entre los residentes de Fukushima, la incidencia de enfermedades como la leucemia, del cáncer de mama, de tiroides y de otros tipos es «equivalente a la de otras zonas de Japón», señaló.

El informe incluye datos de las dosis de radiación que recibieron los habitantes de las localidades más cercanas a la planta antes, durante y después de la evacuación. Los niveles de radiactividad a los que resultaron expuestos los ciudadanos de esta zona fueron «extremadamente bajos», ya que en una amplia mayoría de los casos (el 60%) se sitúan por debajo de 1 milisevert por año, dentro de los límites considerados seguros por los organismos internacionales.

Al margen de las enfermedades vinculadas a la radiación, se observa un agudo incremento del síndrome de estrés postraumático, de la ansiedad crónica, de la depresión y de otros desórdenes mentales entre la población de Fukushima. La proporción de personas con patologías psiquiátricas se situó en un 14,6% entre los ciudadanos de esta prefectura nipona entre 2011 y 2013, muy por encima de la cifra de las otras zonas del país más afectadas por la catástrofe (6,2%) y de la media nipona (4,6%). Asimismo, el informe refleja un «deterioro preocupante» en las condiciones de salud de las 165.000 personas que fueron evacuadas a raíz del tsunami, y entre los cuales cerca de 70.000 continúan sin poder volver a sus hogares.

Fukushima completa el 10% de su desmantelamiento un lustro después del accidente

EFE.- Casi 5 años después del accidente nuclear de la central nipona de Fukushima, el complejo proceso de desmantelamiento de la planta se ha completado «en un 10%», según indicó su máximo responsable, Akira Ono. La propietaria de la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), ha realizado «progresos visibles» en la gestión de las instalaciones nucleares desde que quedaron devastadas por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo de 2011, según Ono, que también admitió que hay por delante «riesgos» y «enormes desafíos».

Tras el estallido de aquella crisis atómica que atrajo la atención de todo el planeta, se ha logrado «estabilizar la seguridad de la planta», afirmó su director, que destacó «hitos» como la retirada en 2014 de todo el combustible nuclear del reactor 4, el que resultó menos afectado por la catástrofe natural, así como el procesado de todo el agua altamente radiactiva que se acumulaba en la planta. Estos pasos, unidos a otras medidas para controlar las fugas de líquido radiactivo y a los preparativos para desmantelar las siniestradas unidades 1, 2 y 3 de la planta, hacen que Ono se muestre «medianamente satisfecho» por lo logrado hasta este punto.

Pero TEPCO afronta ahora la etapa más difícil de la lucha para dejar atrás el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986: la retirada de las barras de combustible gastado y fundido de los tres citados reactores, algo que hasta la fecha nunca se ha llevado a cabo en estas condiciones. «No tenemos un conocimiento preciso del estado de las vasijas de los reactores, así que estamos ante un reto sin precedentes», admitió Ono, quien añadió que TEPCO «trata de idear soluciones», unas que sean posibles actualmente y otras que quizá resulten viables técnicamente en un futuro.

TEPCO confía en los avances de la robótica para las tareas más delicadas, ante la imposibilidad de que las desempeñen trabajadores humanos debido a los niveles mortales de radiación dentro de las vasijas de los reactores. Autómatas manejados por control remoto y equipados con videocámaras ya se han introducido en la vasija primaria de contención del reactor 1 para analizar las condiciones ambientales y de radiación, y para localizar el combustible nuclear fundido. TEPCO, varias tecnológicas niponas y centros estatales trabajan actualmente en otros prototipos de robots especialmente diseñados para una misión similar en los reactores 2 y 3, explicó el director de la planta.

Si el proceso avanza dentro de lo previsto, hacia 2017 se comenzaría la retirada de combustible de los tres reactores, una tarea acompañada de otras medidas de seguridad como la instalación de cubiertas protectoras para evitar que se dispersen materiales radiactivos. El desmantelamiento se alargará «entre 30 y 40 años», según el director. Asimismo, TEPCO afronta otro problema de carácter más urgente: la acumulación de agua radiactiva en la planta, contaminada con isótopos nucleares tras emplearse para refrigerar los reactores. La compañía acaba de concluir la construcción de un muro de hielo subterráneo destinado a ser parte de la solución.

El coste total del proceso de desmantelamiento se estima entre 7.700 y 15.400 millones de euros, que irán a parar principalmente a la investigación y desarrollo de la tecnología necesaria, según detalló el portavoz de la empresa, Yuichi Okamura. A ello hay que añadir 44.800 millones de euros abonados hasta ahora en compensaciones a la población que fue evacuada a raíz de la catástrofe, así como los «miles de millones de euros» que ha costado al Estado japonés sustituir el uso de energía nuclear por combustibles fósiles, añadió el portavoz.

Petrobras alcanza su meta de desinversión de 700 millones de dólares en 2015

EFE.- La petrolera estatal brasileña Petrobras alcanzó su meta de desinversión de 700 millones de dólares para 2015 con la conclusión de la operación de venta de la participación del 49% de Petrobras Gás (Gaspetro), holding que consolida las participaciones societarias de Petrobras en las distribuidoras regionales de gas natural, a Mitsui Gás e Energia do Brasil, la subsidiaria en Brasil del grupo japonés en el sector de gas, según comunicó la compañía.

La transacción fue concluida con el pago de 1.930 millones de reales (499,8 millones de dólares) realizado por Mitsui-Gás y la aprobación definitiva y sin restricciones del Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE), el órgano antimonopolio brasileño. Esta operación forma parte del Programa de Desinversiones previsto en el Plan de Negocios y Gestión 2015-2019 y permitió alcanzar el objetivo establecido para 2015. El plan de desinversión por valor de 15.000 millones de dólares que la empresa inició en 2015 tendrá su clímax en 2016, según afirmó recientemente el presidente de la compañía, Aldemir Bendine, con la venta de numerosos activos que se suman a los realizados este año en el país y en el exterior.