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Los ecologistas ven difícil cumplir el Acuerdo de París sin actuar urgentemente tras el récord mundial de emisiones de CO2

Europa Press.– La acumulación de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera ha crecido a un ritmo récord en 2016, a un nivel que no se había visto en millones de años, lo que las organizaciones ecologistas consideran «una de las peores noticias de 2017» porque indican que el planeta está «lejos de cumplir» sus compromisos del Acuerdo del Clima de París e instan a actuar de forma «urgente» y «contundente» para empezar la transición hacia una economía sin emisiones de CO2.

Así, el portavoz de Amigos de la Tierra, Alejandro González, lamenta la que es «una de las peores noticias» del año porque «rompe» la expectativa de desacoplar el crecimiento económico a las emisiones de CO2, el principal gas invernadero generado por el hombre, y que los compromisos adquiridos por el Acuerdo de París están «lejos» de ser cumplidos. «La noticia es nefasta», insistió, subrayando que no son datos desconocidos ni que desconozcan los políticos que vayan a acudir a la Cumbre del Clima de Bonn.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) anunció que las concentraciones atmosféricas de CO2 alcanzaron 403,3 partes por millón (ppm) en 2016, un récord frente a las 400 ppm de 2015, lo que supone una tasa de crecimiento un 50% más rápida que el promedio de la última década, impulsando los niveles de CO2 un 45% por encima de los niveles preindustriales. Las emisiones de CO2 de fuentes como el carbón y el petróleo alcanzaron un récord en 2016. González lamenta que, a pesar de estos datos, no ve probable que los compromisos del Acuerdo de París se vayan a revisar a nivel internacional antes de 2020.

Por su parte, el coordinador estatal de Ecologistas en Acción, Francisco Segura, lamenta que «los peores pronósticos» están aquí y la comunidad internacional sigue sin actuar con la diligencia adecuada. «Se habla mucho y se actúa poco», ha añadido, al tiempo que critica que, a pesar de los datos, se siguen poniendo por delante los intereses de las empresas que queman combustibles fósiles sin que se ponga en marcha el cambio «inaplazable e ineludible«. «Este es un toque de atención más pero no hay nada nuevo», ha reflexionado Segura que advierte al Gobierno de que sigue con las mismas políticas e incluso pone pegas a las empresas que trata de cerrar sus propias centrales de carbón. «Es impresentable», ha concluido.

Emisiones estabilizadas desde el 2014

Asimismo la portavoz de cambio climático de Greenpeace, Tatiana Nuño, ha precisado que se ha alcanzado la mayor concentración de gases de efecto invernadero en los últimos 800.000 años pero que, después de “dispararse las emisiones desde la revolución preindustrial”, subraya que las emisiones de gases de efecto invernadero “no están creciendo y en los últimos tres años se han estabilizado». Nuño ha añadido que en esta estabilización de las emisiones influyó positivamente el cambio del uso del carbón en China y las políticas energéticas de otros países asiáticos, como India, que están parando las nuevas instalaciones de centrales térmicas de carbón y reduciendo la quema de este combustible fósil.

«Ahora y de forma urgentísima es importante avanzar en la hoja de ruta y en la reglamentación para asegurar que se cumplen los compromisos del Acuerdo del Clima de Paris que supone acelerar la economía y llevar las emisiones a cero», ha comentado. La representante de Greenpeace ha insistido en que mientras se siga emitiendo CO2 seguirá aumentando la concentración de este gas e impulsa a que una vez estabilizadas, se logre rebajarlas a cero en la segunda mitad de siglo. Sin embargo, ha advertido de que la realidad es peor aún de la que han predicho todos los modelos.

En este contexto, insta al Gobierno de España a actuar de forma «urgente» para abandonar los combustibles fósiles y a dejar de favorecer a los negocios que apuestan por las energías sucias y a acelerar la transición energética hacia un sistema inteligente, basado en renovables y que esté en manos de la ciudadanía. «España deberá jugar a nivel nacional y a nivel europeo un papel progresista y basado en un cierre justo, progresivo y ordenado de las centrales térmicas de carbón y gas y el uso del petróleo en favor de un transporte y un sistema eléctrico eficientes en manos de la ciudadanía», ha concluido.

En la misma línea se expresó la responsable de energía y cambio climático de WWF, Mar Asunción, que califica de muy negativos los datos porque significan que «no se está haciendo lo necesario» y que es necesario hacer más y de forma «urgente», ya que el Acuerdo de París «no es suficiente». En este sentido, considera que la ley de Cambio climático y Transición Energética que está elaborando el Gobierno es «una oportunidad» para España, porque podría ampliar su ambición y acometer una transición energética a la medida de lo que es necesario que además, en su opinión, situaría al país «en ventaja» respecto al resto de Europa. Finalmente, insiste en que se precisa de una «mayor ambición y urgencia».

Greenpeace suspende en sostenibilidad a las empresas tecnológicas y pide que se responsabilicen de su huella ambiental

Europa Press.- Las empresas tecnológicas son incapaces de responsabilizarse de su huella medioambiental, según denuncia Greenpeace en la última edición de La guía verde de electrónicos, elaborada por Greenpeace Estados Unidos, que ha evaluado a 17 de las principales empresas tecnológicas del mundo según su nivel de transparencia, rendimiento e iniciativa en tres áreas clave para encaminar este sector hacia la sostenibilidad: reducción de emisiones mediante energías renovables, reciclaje y eliminación de sustancias químicas peligrosas.

«Las empresas tecnológicas aseguran ser las más innovadoras, pero sus cadenas de suministro siguen ancladas en la Revolución Industrial. Sabemos que pueden cambiar. En vez de seguir fomentando el cambio climático, las empresas tecnológicas deben liderar el cambio, así lo han hecho Google y Apple, cuyos centros de datos funcionan con renovables», aseveró el portavoz de Greenpeace España, Julio Barea. El estudio indica que hasta un 80% de las emisiones de carbono que se producen a lo largo de la vida de un aparato tienen lugar durante su fabricación y destaca que, en la actualidad, Apple es la única empresa que se ha comprometido a un 100% de energía renovable en su cadena de suministro.

Greenpeace también denuncia que muchas de las empresas analizadas generan productos no reparables, tendencia que están revirtiendo HP, Dell y Fairphone. Por otro lado, el documento alerta de la falta de transparencia en la cadena de suministro y su impacto, además de ocultar la huella medioambiental de sus cadenas de suministro. Por último, constata una falta de transparencia y control de las sustancias químicas en el lugar de trabajo y precisa que las únicas empresas de la guía que publican una lista de las sustancias a restringir en la fabricación de sus aparatos (LMR) son Apple, Dell, Google y Microsoft.

«Es obvio que el impacto del modelo de negocio lineal extraer-fabricar-desechar de los fabricantes de aparatos va más allá de los residuos electrónicos. Para solventar los impactos medioambientales que generan sus enormes cadenas de suministro las empresas deben tener más ambición, más transparencia y más consecución. El modelo actual es insostenible», afirmó Barea. Por ello, Greenpeace solicita al sector tecnológico que se responsabilice del rápido crecimiento de su huella y sus efectos sobre el planeta cambiando sus cadenas de suministro para que funcionen con energía renovable, diseñando unos productos más duraderos que empleen materiales reciclados.

Detenido un grupo de Greenpeace tras entrar en una central nuclear francesa

EFE.- Un grupo de militantes de Greenpeace fue detenido tras penetrar en la central nuclear francesa de Cattenom, en el noreste del país, con el objetivo de denunciar la fragilidad de esas instalaciones.

Los activistas entraron de madrugada, a las 05.35 hora local (03.35 GMT), y lanzaron fuegos artificiales cerca de la piscina de combustible gastado.

La ONG indicó en un comunicado que quería alertar sobre el peligro de esos establecimientos y sobre la accesibilidad a unos edificios «cargados de radiactividad».

«Los riesgos son conocidos y reconocidos por las autoridades al frente de la seguridad, pero nada cambia», denunció en la nota el encargado de la división nuclear de Greenpeace Francia, Yannick Rousselet.

La ONG entregó esta semana un informe a las autoridades competentes en el que alertaba de que las piscinas de combustible gastado están mal protegidas de ataques exteriores, y de que el impacto de un accidente en ese tipo de instalaciones podría notarse a hasta 80 kilómetros de distancia.

La empresa energética EDF, operador de la central, precisó que los activistas fueron arrestados en menos de ocho minutos y que no llegaron a penetrar en la zona nuclear.

«Esta intrusión no ha tenido ningún impacto en la seguridad de las instalaciones», dijo la empresa en un comunicado, que aseguró que presentará una denuncia y condenó estas «acciones violentas de un movimiento que multiplica las ilegalidades».

La consulta pública para la Ley de Cambio Climático suma ya 170 propuestas, pero varios sectores la tildan de insuficiente

Europa Press.- La consulta pública abierta por el Gobierno desde el pasado julio para la elaboración del anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética ha recibido ya más de 170 propuesta, según ha indicado el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), mientras que otros sectores, como ONG ambientales, expertos y organizaciones políticas de la oposición, tildan el proceso participativo de «insuficiente» y de ir «con retraso».

El próximo 10 de octubre finaliza el plazo de la consulta para la elaboración del texto, que tiene como objetivo construir una Ley «con la mayor implicación social», según ha señalado el MAPAMA, que ha añadido que la futura normativa es «un compromiso del presidente del Gobierno para cumplir con los objetivos recogidos en el Acuerdo de París y en el marco de la Unión Europea«. Sin embargo, diferentes sectores de la sociedad, como ONG ambientales, partidos políticos de la oposición y expertos que han participado en la comisión del Congreso para su puesta en marcha, han criticado el proceso.

Insuficiente valor de la participación

En el caso de Ecologistas en Acción, lamentan que la participación ciudadana para elaborar la normativa está siendo «insuficiente» porque la consulta pública abierta ahora «sólo implica preguntas cerradas de orden jurídico». En la misma línea, la ONG Greenpeace España ha expresado su malestar, junto a otras organizaciones ecologistas, por no haber sido invitada a la comisión de expertos creada por el Gobierno para elaborar un informe sobre diferentes escenarios de transición energética, y que estará formada por 14 miembros.

Mientras tanto, para el partido socialista, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética es «una obligación del Estado» con la que el Gobierno de España «va muy por detrás de la mayoría de países». Por su parte, el director del Consell Assessor per al Desenvolupament Sostenible de la Generalitat de Catalunya, Arnau Queralt, expresó durante su intervención en la comisión para el Estudio del Cambio Climático en el Congreso, «que la participación pública no se debe reducir a colgar un texto en la web para que la gente opine».

Pese a las críticas, según fuentes ministeriales, este procedimiento es «novedoso» porque deja a la ciudadanía realizar todas sus aportaciones y contestar a preguntas abiertas sin la base de un borrador, al tiempo que han señalado que es la «primera vez» que el MAPAMA lo pone en marcha para atender a una ley «de esta envergadura, que necesita un proceso participativo amplio». Asimismo, el Gobierno ha creado un grupo interministerial para la elaboración de la Ley, que se reunió por primera vez el pasado abril.

Los ciudadanos del País Vasco son menos partidarios de la transición energética que el resto de españoles, según Greenpeace

EFE.- La cuarta parte de los vascos, según una encuesta de Greenpeace realizada entre internautas, quiere una «transición energética» que vaya hacia un modelo eléctrico totalmente renovable y eficiente. Greenpeace presentó a políticos vascos en Bilbao, donde está amarrado su barco Esperanza, el estudio Energía colaborativa: el poder de la ciudadanía de crear, compartir y gestionar renovables.

El estudio recoge que el 25,8% de los vascos querría consumir solo electricidad renovable, una cifra inferior a la media española, como en todos los apartados del estudio. Además, el 8,6% de la población (el 13% en España) estudia instalar equipos de autoconsumo eléctrico y un 20% estaría dispuesto a hacerlo si se lo facilita alguna asociación. Eso sí, los vascos, según Greenpeace, también se muestran en contra de las «puertas giratorias» para los políticos.

El 38% de los españoles se ha planteado el autoconsumo energético con energías renovables, según un estudio de Greenpeace

Europa Press / EFE.- El 38% de la población española se ha planteado el autoconsumo eléctrico con energías renovables, de los que el 13% lo pensó «seriamente» y el 25% sólo si una entidad «ética, renovable y ciudadana» se lo facilita, según el estudio Energía colaborativa: el poder de la ciudadanía de crear, compartir y gestionar renovables, presentado por Greenpeace.

Según el estudio, que ha contado con una muestra de 3.000 internautas de entre 25 y 65 años, el 30,9% de las personas entrevistadas querría ejercer «su poder de compra» y escoger un nuevo proveedor de electricidad que «garantice una producción y venta sólo de renovables y de propiedad distribuida en las manos de los ciudadanos«. Entre las razones que, según Greenpeace, motivan a estas personas a dar el cambio en su tipo de consumo están «el efecto positivo» de sus acciones para el medio ambiente, el «precio justo» de la energía y el hecho de «evitar las puertas giratorias en grandes eléctricas», mientras que lo que les une es «el hartazgo» hacía las compañías.

Además, según el informe, la orientación política entre los españoles interesados en invertir en energías renovables (a través del autoconsumo, cooperativas o como inversores) «no es determinante». En este sentido, el 12,7% de los 346 encuestados que han señalado que votan al PP tienen predisposición «alta» a cambiarse; de los 436 de Ciudadanos, el 14,4%; de los 342 del PSOE, el 14,6%; y de los 681 de Unidos Podemos, el 14,4%. El estudio también revela que el 54,4% de los encuestados estaría predispuesto a ser coopropietario de una instalación de energías renovables y un 12,1%, adoptaría el rol de ciudadano inversor que participa con sus ahorros en plantas de generación.

Momento importante a nivel regulatorio

Para el responsable de Cambio Climático de Greenpeace, José Luis García, estos datos muestran que la «energía colaborativa y ciudadana tiene que tomar un rol protagonista en el nuevo modelo energético» dentro del marco legislativo que se está desarrollando en la Unión Europea, con el Paquete de Medidas de Energía Limpia que está preparando, y en España, donde se está elaborando la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Asimismo, destacó que en el resto de Europa, como Alemania, la transición energética es «una política de Estado, independientemente del color político del Gobierno», y por eso «están más avanzados». Por ello, subraya que «promover la participación ciudadana es técnicamente viable» y «debe ser un derecho».

Por su parte, la responsable de campaña de energías renovables de Greenpeace, Sara Pizzinato, ha señalado que una de las principales conclusiones de este estudio es «el desconocimiento» de la población. En este sentido, asevera que, en contra de lo que cree mucha gente, «el autoconsumo no está prohibido«. La ciudadanía «se siente robada en la factura de la luz, pero no sabe cómo ponerle remedio», asegura. A juicio de la responsable de la ONG, este desconocimiento forma parte de una «estrategia de las compañías y el Gobierno para mantener desinformada a la población», según indicó. «Es inaceptable que se pongan barreras a la democratización de la energía», ha añadido.

Por otro lado, la presidente de la Unión de Cooperativas de Consumidores y Usuarios de España e integrante de Rescoop (Federación Europea de Cooperativas de Energía Renovables), Erika Martínez, indicó que, en la última década, España ha conseguido hasta 75.000 socios de compañías cooperativas de sistemas renovables. Para Martínez, el principal obstáculo de la participación ciudadana es «el entorno jurídico«. Por ello, ha dicho que, la ley que se está preparando en España debería «derogar el impuesto al sol«, desarrollar el I+D+i en renovables, incrementar los objetivos de eficiencia energética y poner en marcha el denominado balance neto, para que los productores sólo paguen la diferencia de lo que han necesitado de la red o reciban lo que han volcado.

Greenpeace pide ”No más carbón” en Asturias y vincula la existencia de fenómenos como el huracán Irma a su quema

Europa Press.- Greenpeace señaló que el «cambio climático es el responsable de la fuerza e intensidad» del huracán Irma y que «se seguirán viendo fenómenos naturales de este tipo si se siguen quemando combustibles fósiles, especialmente carbón», por lo que han vuelto a exigir al Gobierno un calendario de cierre de las centrales que usan este recurso, como ya han hecho otros países de la Unión Europea.

En este sentido, el responsable de Cambio Climático de Greenpeace, José Luis García, ha explicado que los huracanes consiguen su «energía destructiva» del calor del océano y que, precisamente, en esa zona del Atlántico y el Caribe, el agua alcanza «hasta los 30ºC en algunas zonas. «Los huracanes son fenómenos naturales, pero la virulencia va a ser cada vez más severa», ha continuado García, al tiempo que ha señalado que «el cambio climático cuesta vidas» y que «no se debería seguir tolerando el negacionismo climático» y la «irresponsabilidad» de dirigentes políticos como Donald Trump, que ha sacado a Estados Unidos del acuerdo vinculante de París.

Según la organización, estas tormentas están extendiendo su rango espacial (Irma es el más oriental registrado) y temporal (cada vez en un intervalo mayor del año). «Hay bastantes probabilidades de que el calentamiento antropogénico en el próximo siglo conduzca a un aumento en la ocurrencia de ciclones tropicales muy intensos en algunas cuencas», han aseverado. Junto con Harvey o Irma, Greenpeace considera que se verán «más fenómenos de estas características» si se sigue quemando carbón, petróleo y gas, que «producen cantidades ingentes» de dióxido de carbono (CO2) que, por efecto invernadero, calienta el planeta y de esa manera suministra energía para la acumulación de tormentas tropicales «cada vez más poderosas».

“No más carbón” en Asturias

Por otro lado, 30 activistas de Greenpeace han dejado el mensaje No más carbón con letras gigantes en el almacén de carbón de El Musel (Gijón).Para ello, colocaron entre las montañas de carbón letras gigantes de 120 metros cuadrados que ocupaban una superficie total de más de 1,3 km2, al tiempo que los activistas llevaban pancartas con el lema Carbón es cambio climático.Según Greenpeace, el objetivo de esta acción es exigir al Gobierno que establezca un calendario para que las centrales térmicas de carbón cierren antes de 2025.

Desde Greenpeace explican que a pesar de que las energías renovables son cada vez más baratas y están listas para competir con las energías «sucias y peligrosas», la política energética de los últimos años ha bloqueado y dificultado cualquier nueva instalación de renovables y el país todavía cuenta con un total de 16 térmicas de carbón, de las cuales 9 se encuentran entre el Principado de Asturias y Castilla y León. «En 2015 estas 16 centrales fueron responsables de más de 50 millones de toneladas de CO2 (equivalente a las de 4,5 millones de coches), unas emisiones extremadamente altas para producir tan solo el 19,7% de la electricidad nacional«, argumentan.

Dependencia de Asturias del carbón

En cuanto al puerto del Musel, junto a la central térmica de carbón de Aboño, han dicho que recibe millones de toneladas de carbón de importación que entran por mar. Se almacenan y se trasladan a las térmicas de carbón que EDP, Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa tienen por la región astur-leonesa. «En especial el Principado de Asturias arrastra una dependencia de la generación con carbón muy superior al resto del país: el 63% de la electricidad se produce quemando este combustible» han explicado.

Greenpeace señala a la térmica de Aboño de la eléctrica EDP como la instalación que más cambio climático produce en España y se encuentra entre las 30 térmicas más contaminantes de Europa. La organización exige tanto a EDP, como a todas las propietarias de térmicas de carbón, que presenten un plan de cierre de sus centrales contaminantes y que aseguren una «transición justa» para las personas que trabajan de ellas.

Greenpeace sostiene que la quema del carbón, junto con el petróleo y el gas, es el mayor emisor de CO2 y su relación es directa con el incremento del calentamiento global además de «afectar gravemente» a la salud. Para Greenpeace, este es un año clave para salvar el clima, la ley de cambio climático y transición energética y las normativas energéticas que se están trabajando a nivel europeo, tienen que marcar firmemente el camino para un sistema energético «100% renovable en manos de la ciudadanía».

En libertad con cargos los 4 activistas de Greenpeace detenidos tras su protesta en Coruña contra Gas Natural Fenosa

Europa Press.- Los 4 activistas de Greenpeace detenidos tras ser acusados de desobediencia a la autoridad, después de que la Guardia Civil retirara al grupo que protestaba en el almacén de carbón del puerto de Coruña que abastece a la central térmica de Meirama, han quedado en libertad con cargos, según indicó un portavoz de la organización ecologista.

Tras pasar a disposición judicial, los activistas quedaron en libertad, pero con cargos, en torno a las 22.00 horas del martes. Ahora navegan rumbo a Gijón a bordo del barco Esperanza, que ha iniciado una campaña por el Cantábrico contra el cambio climático. Estos activistas, junto a otros 5 que quedaron en libertad después de la intervención de la Guardia Civil, participaron en una protesta en el almacén de La Medusa. En ella, desplegaron una pancarta en la cúpula y se movilizaron en la entrada.

Todos ellos llegaron la instalación de Gas Natural Fenosa en embarcaciones neumáticas para llevar a cabo una jornada de protesta «con la intención de alertar al Gobierno sobre la necesidad de terminar con la quema de carbón y sustituirlo por energías limpias». La organización ecologista realiza una campaña el lema Misión Salvar el Clima para alertar de que la quema de carbón «es el principal responsable del cambio climático » y para exigir al Gobierno una ley «que establezca un plan de cierre para 2025 de las térmicas de carbón».

Gas Natural Fenosa reivindica que su almacén de carbón del puerto coruñés es referente mundial ante la protesta de Greenpeace

EFE / Europa Press.- Gas Natural Fenosa ha defendido su instalación coruñesa conocida como La Medusa, donde almacena el carbón que llega al puerto de A Coruña con destino a su central térmica de Meirama, en el municipio coruñés de Cerceda, un almacén ante el que Greenpeace desplegó una pancarta para expresar su rechazo al uso de este material como fuente de energía, y reivindicó que es una «referencia en el mundo en la manipulación de carbón y desde el punto de vista medioambiental».

Fuentes de la empresa explicaron que, “desde que el carbón es descargado en las tolvas ecológicas hasta que es cargado en tren, todo el trasiego se realiza a cubierto sin ningún tipo de emisiones”. “El transporte en tren del carbón evita además el tránsito en carretera de 300 camiones al día, con la correspondiente ausencia de emisiones de CO2”, añaden como respaldo a su actividad.

Asimismo, reivindican que las centrales de carbón son un «claro ejemplo de la transformación tecnológica para adaptarse a estándares ambientales cada vez más rigurosos”. Según manifiestan, la central de Meirama “ya realizó importantes mejoras tecnológicas para adaptarse a los nuevos requisitos de la legislación ambiental, cada vez más exigente”. Al respecto, remarcan que la reforma acometida en 2008 para permitir la combustión de carbón con menor contenido de azufre y mayor cantidad de volátiles, junto con la instalación de quemadores de baja generación de óxidos de nitrógeno, «han supuesto una notable reducción del impacto medioambiental».

Greenpeace desarrolla en el puerto de Coruña una acción de protesta por la que bloqueó el almacén de carbón para reivindicar el abandono de las energías «sucias», que considera responsables del cambio climático. En concreto, un grupo de activistas se han desplazado en zódiacs a la instalación de almacenaje de carbón para impedir la entrada de la carga de un tren de carbón. El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, apuntó poco después acerca de esta iniciativa que «está bien seguir alertando de que se siguen produciendo ocasionalmente molestias para los vecinos» por estas descargas. Por el momento, la Autoridad Portuaria no tiene previsto frenar el desarrollo de la protesta.

Según ha explicado el portavoz del colectivo, el objetivo, conforme ha señalado, es «llamar la atención del Gobierno sobre la necesidad de terminar con la quema de carbón y sustituirlo por energías limpias«. La organización ha precisado que hay dos activistas colgados delante de la vía de uno de los puntos de descarga de carbón en los trenes que lo transportan a la central térmica de Meirama. Mientras, otros escaladores han colgado una pancarta de 100 metros cuadrados en la cúpula del almacén de Gas Natural Fenosa, conocido como La Medusa, con el mensaje Almacén de Cambio Climático. Además, en otras pancartas puede leerse el mensaje Carbón es cambio climático.

Sobre la acción, la organización asegura que espera que el Gobierno «desarrolle cuanto antes una ley de cambio climático y transición energética que establezca un plan de cierre para 2025 de todas las térmicas de carbón». También reclama a Gas Natural Fenosa que establezca la fecha de cierre de sus térmicas de carbón y que «enfoque sus inversiones para acelerar la transición energética hacia un modelo basado únicamente en renovables».

Greenpeace arremete contra todos los responsables políticos y empresariales ligados al sector energético en su lista de “villanos del clima”

Europa Press.- La organización ecologista Greenpeace ha alertado de más casos de sequía y déficit de lluvia, principalmente en el noroeste peninsular, si no hay «ambición» política para frenar el cambio climático, en la presentación de un informe sobre «los villanos del clima» en España. Para denunciar la contaminación, subrayan que «ninguna» central térmica española cumple los límites de emisión que se exigirán a partir de 2021.

Tatiana Nuño y Sara Pizzinato, expertas en cambio climático y transición energética, han reclamado políticas que «favorezcan el desarrollo sostenible» y han lamentado las que en esta materia se están promoviendo en España. Para poner «cara» a los responsables, la organización ecologista ha elaborado Villanos del clima. ¿Quién está detrás del calentamiento global en España?, donde se identifican a algunas de las principales personas responsables del cambio climático en España, ya sea por las decisiones que toman desde sus cargos públicos o por sus actividades empresariales, y donde sitúan al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como uno de los «villanos».

Tatiana Nuño ha lamentado que, para el desarrollo de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, el Gobierno no cuente «con ninguna organización ecologista». Mientras, reivindica que tanto comunidades autónomas como gobiernos locales tienen «herramientas» para luchar contra el cambio climático. Al respecto, critica que en «el país del sol» el 85% de la energía que se produce en España «proceda de combustibles sólidos y de energía nuclear». «Con otros 5 países producimos el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero», expuso.

Para Greenpeace, la lista de «villanos» la encabeza el presidente Rajoy por «apoyar la energía nuclear y no poner en marcha un calendario de cierre» de las plantas térmicas de carbón. Le sigue el titular de Energía, Álvaro Nadal, «el ministro que odiaba a las renovables»,según la ONG, que está en la lista por haber afirmado que «España no dejará de quemar carbón» y por «pretender continuar con las ayudas al sector»; continúa la lista su antecesor, José Manuel Soria, «el malo universal», por «crear el impuesto al sol» y «apoyar las prospecciones petrolíferas».

Al «club de villanos de Greenpeace» también se suma el responsable de Industria del PSOE entre 2008 y 2011, Miguel Sebastián, «el ministro de los recortes a las renovables», por aprobar medidas que supusieron un recorte en la eólica y la termosolar de 1.100 millones de euros, y de hasta 2.000 en la fotovoltaica. Rodrigo Rato, «el amigo de las eléctricas», según la organización, que recuerda que durante su mandato como vicepresidente del Gobierno liberalizó el sector de la energía con la Ley del Sector Eléctrico creando los Costes de Transición a la Competencia, que provocó el denominado tarifazo eléctrico.

La lista la completan el presidente de Repsol, Antonio Brufau, por «su amor por el petróleo»; el presidente de Endesa, Borja Prado, «el señor de la energía sucia»; el consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, «el amigo de las emisiones»; el presidente de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán, «el experto en greenwashing«, porque su «actividad principal todavía se basa en la quema de combustibles fósiles». Para terminar la lista, el director general de la AOP, Álvaro Mazarrasa, «el guardián de los petroleros», y el empresario del carbón Victorino Alonso, «el temor de la mina».

Greenpeace también hace un repaso de personalidades por el ámbito de algunas comunidades autónomas, todos hombres a excepción de una mujer, mientras que las razones a las que alude la ONG son, en su mayoría, por el apoyo al carbón. Asimismo, Greenpeace ha situado al presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, entre los “villanos del clima” por decir que defiende para las islas la meta de un sistema 100% renovable antes de 2050 mientras apuesta por la introducción del gas en el archipiélago, retrasando así la transición energética canaria».