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Greenpeace afirma que España podría cerrar las nucleares y las térmicas de carbón en 2025

EFE / Europa Press. – Un informe presentado por Greenpeace afirma que España podría prescindir sin problemas de la energía nuclear y la de carbón para satisfacer su demanda eléctrica en apenas siete años, si las sustituyera por renovables.

Según el informe ‘Único sentido: 2025 sin carbón ni energía nuclear’, la diferencia de costes y emisiones entre las diferentes opciones es «lo suficientemente pequeña como para que no sirva de base para una decisión política» y permite la viabilidad económica de este reemplazo energético. «Con este estudio, Greenpeace demuestra que se termina el falso dilema entre carbón o nuclear: ambos pueden desaparecer simultáneamente y la futura ley de cambio climático tiene que establecer el fin de ambos en 2025″, ha asegurado la responsable de la campaña de Energía de Greenpeace, Raquel Montón.

El análisis ha sido elaborado por el Instituto de Investigación Técnica de la Universidad de Comillas de Madrid y contempla diferentes escenarios futuros en función del crecimiento de la demanda de energías, la aportación de la nuclear y el carbón al mix energético y la variación del porcentaje de generación renovable, incluso en situaciones de estrés hídrico y eólico.

Para la entidad ecologista, existen varias opciones, que se diferencian en términos económicos y de emisiones, al tiempo que apelan a la voluntad política para llevar a cabo el cambio. En este sentido, Montón afirma que «este estudio demuestra que el cierre simultáneo del carbón y las nucleares no es un problema técnico, ni tampoco económico, es solo una decisión política».

Durante la presentación, la responsable de Energía de Greenpeace, Montón, ha señalado que la seguridad del suministro estaría garantizada «hasta en las peores condiciones posibles», además de que «la alta penetración de renovables y el ahorro energético disminuyen los costes».

Por ello, ha incidido en la necesidad de aplicar medidas de eficiencia energética y de flexibilidad en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, sobre cuyo borrador trabaja actualmente el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA). Para Monton, el sobrecoste que supondría pasar de un escenario continuista a otro sin carbón ni nuclear, con un mínimo crecimiento de la demanda eléctrica y con un nivel alto -65 %- de renovables, sería de 186 millones de euros, una cifra «muy pequeña cuando estamos hablando de cambiar el sistema eléctrico»

En el análisis del estudio, los autores han construido escenarios de demanda eléctrica, de generación convencional y de inversión en energías renovables, para 2025 y 2030 -respetando como mínimo el cumplimento de las directivas europeas-, realizado con parámetros de seguridad y teniendo en cuenta los casos más desfavorables de producción hidroeléctrica o eólica, según explica Greenpeace.

Montón además, ha afirmado que los resultados de este estudio «desmienten las declaraciones ofrecidas, recientemente, por el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal» cuando anunció una proposición de ley para evitar el cierre de centrales nucleares porque encarecería el precio de la factura de la luz.

Según la portavoz de la ONG, aunque los costes totales son similares en todos los casos, «precisamente el coste que se traslada de forma más directa a la factura de la luz sería más bajo con un mix energético sin carbón y sin nuclear».

Por ello considera el anuncio de Nadal una «cadena perpetua al carbón y la nuclear» así como una «táctica política» para las zonas de España «donde el asunto del carbón es más sensible, ofreciendo una hipotética continuidad que él mismo sabe que no es posible».

 

 

Greenpeace pide en Filipinas a la petrolera angloholandesa Shell rendir cuentas por las catástrofes naturales inducidas por el cambio climático

EFE.- Miembros de Greenpeace accedieron a una refinería de Shell en Filipinas con el objetivo de exigir a ésta y a otras compañías que cooperen con una investigación para estudiar su responsabilidad en desastres inducidos por el cambio climático. Decenas de ecologistas entraron en lanchas desde su buque Rainbow Warrior, que se encuentra en el archipiélago desde la semana pasada, a la planta de Shell de Batangas, donde desplegaron una gran pancarta amarilla con el lema Personas y planeta, no beneficios.

«Shell y otras compañías de combustibles fósiles continúan llenándose los bolsillos a expensas de las personas y el medio ambiente», afirmó Desiree Llanos Dee, activista en el sudeste asiático de Greenpeace.Como resultado «la gente está sufriendo más tifones destructivos, hay menos peces por el calentamiento del mar y menos producción de alimentos por la sequía o las lluvias más intensas», concluyó.Greenpeace entregó una carta a Shell para que asista a las próximas audiencias de la Comisión de Derechos Humanos filipina, que abrió una investigación para estudiar la responsabilidad de empresas de combustibles fósiles sobre el impacto del cambio climático en los derechos humanos.

En la investigación, impulsada por la división local de Greenpeace y más de una docena de demandantes particulares, se pedirá a 47 compañías, entre ellas Repsol, Shell, BP o Chevron, que expliquen su papel en el fenómeno del cambio climático. De cara a la primera audiencia en marzo, Greenpeace aseguró que ha tratado de «involucrar a los grandes contaminadores», pero éstos «continúan ignorando la difícil situación de las personas y sus familias, eligiendo los beneficios por encima de la gente y el planeta». «Es por ello que tomamos el muelle de la refinería de Shell en Batangas», explicó la ONG.

Filipinas es el cuarto país del mundo que más catástrofes naturales ha sufrido en los últimos 20 años, según un estudio publicado por la Oficina para la Reducción de Riesgo de Desastres de la ONU. Desde 1995 a 2015 el archipiélago se ha visto azotado por 274 desastres naturales que han afectado a unos 130 millones de personas, un 90% de ellos relacionados con el clima, según el informe. En noviembre de 2013 el tifón Haiyan, uno de los más poderosos de Filipinas, causó 6.300 muertos, más de 1.000 desaparecidos y 14 millones de damnificados.

Greenpeace pide al Gobierno el fin de la pobreza energética en España

Europa Press.- La organización ecologista Greenpeace reclama al Gobierno que ponga fin a la pobreza energética en España y, por ello, participó en la movilización contra esta situación que afecta al 11% de las familias españolas. La ONG pide que el Gobierno deje de boicotear los «intentos de que la nueva política energética europea ponga a las personas y el planeta en el epicentro del sistema». Durante la movilización se reclamaron medidas «urgentes y estructurales» para erradicar este problema que afecta a más de 5 millones de personas en España.

«A veces hemos dejado de comer para poder pagar los recibos de la luz», denuncia Víctor, un hombre de 62 años en paro y con una discapacidad del 45% que vive con la renta mínima de inserción de 320 euros y que sufre dificultades para pagar el recibo. En este sentido, Greenpeace denuncia que la pobreza energética es «una de las muchas caras de la pobreza y un síntoma de las disfunciones de un sistema energético que no reconoce el derecho al acceso a la energía limpia como el bien de primera necesidad que es”.

Críticas al nuevo bono social

En este contexto, considera que el bono social de electricidad puesto en marcha por el Gobierno es «muy insuficiente» para acabar con la pobreza energética, por lo que exige un cambio en el modelo energético para frenar la contaminación y el cambio climático e impedir que los gobiernos «sigan siendo cómplices de la injusticia que representa que las corporaciones eléctricas impongan prácticas contaminantes de generación eléctrica con el beneplácito del gobierno mientras los derechos de las personas se ven vulnerados». Por ello, Greenpeace participó en la manifestación-pasacalles que exigió la declaración del Día Europeo de Lucha contra la Pobreza Energética.

Greenpeace celebra la coincidencia de la CNMC con sus críticas al decreto del Gobierno para dificultar el cierre de centrales

Europa Press.- Greenpeace ha pedido la retirada del proyecto de real decreto del Gobierno para dificultar el cierre de las centrales eléctricas, anunciado tras la decisión de Iberdrola de poner fin a sus plantas de carbón en España, después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) coincida con los argumentos ya expresados en las alegaciones presentadas de la organización ecologista al respecto.

Greenpeace considera que «no hay razones» que permitan mantener a la fuerza centrales «sucias y peligrosas» para las personas y el medio ambiente y señala que el informe del regulador deja en evidencia el aislamiento del ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal. Greenpeace considera que el informe de la CNMC es un «mazazo» al ministro Nadal, al que «no le queda más alternativa» que retirar el borrador «inmediatamente» y retomar una planificación ordenada del cierre de todas las centrales «innecesarias, costosas, contaminantes y peligrosas para las personas y el medio ambiente» y que además dificultan la transición hacia un sistema 100% renovable.

El responsable del programa de cambio climático de Greenpeace, José Luis García Ortega, ha destacado que la CNMC da la razón a sus argumentos y evidencia el aislamiento del ministro Nadal, que «está empeñado en entorpecer contra natura el cierre de centrales de carbón y nucleares”. Greenpeace ha alegado que el proyecto supondría bloquear la transición energética hacia un modelo basado en energías renovables y en manos de los ciudadanos porque solo sería una herramienta para «impedir el cierre de las centrales térmicas» contaminantes y peligrosas e incumplir el Acuerdo de París y el paquete de medidas de energía limpia.

Además, Greenpeace denuncia que cualquier retribución de las que propone el Real Decreto podría ser considerada ayuda de Estado por la Comisión Europea y destaca que la CNMC señala la incompatibilidad de la propuesta de Nadal con el paquete de invierno al tiempo que el proyecto supone una intervención estatal no admitida en el mercado de generación de la electricidad.

Los ecologistas acusan a Nadal de bloquear la transición energética y conducir a la Unión Europea a una «dirección peligrosa»

Europa Press.- Las organizaciones ambientales consideran que el ministro de Energía, Álvaro Nadal, es responsable del «bloqueo» hacia una transición energética libre de emisiones en España y advierten a la Unión Europea de ir en «una dirección peligrosa» para el futuro energético de los 28 Estados miembros.

Amigos de la Tierra lamenta que los ministros de la Unión Europea hayan decidido retrasar la transición energética que Europa necesita después de acordar las posiciones de los Gobiernos de los diferentes países sobre la Directiva de Energías Renovables, la Gobernanza de la Unión de la Energía y la Iniciativa de Diseño de Mercado. El responsable de Clima y Energía de Amigos de la Tierra, Héctor del Prado, considera que los ministros manifiestan su «poca voluntad política» y su “falta de ambición» al apostar de nuevo por un objetivo de energías renovables del 27% para 2030, una cifra que «es reducida y retrasa la transición energética» en la Unión Europea.

Además, critica que los ministros hayan acordado que «miles de millones de euros» de los contribuyentes europeos sirvan para financiar nuevas centrales de combustibles fósiles y para asegurar la extensión de la vida útil de las existentes en forma de pagos por capacidad. Asimismo, lamenta que se hayan rebajado las provisiones para lograr un sistema energético «más democratizado mediante la participación y titularidad ciudadana en las instalaciones renovables«. De Prado subraya que es una década «crucial» para mitigar el cambio climático y recuerda que las señales son «claras» para todos.

“La cifra de renovables acordada es un número ridículo y a todas luces insuficiente para ponernos en la senda del Acuerdo de París», critica De Prado, que califica de «muy negativo» el papel que están jugando España y Alemania en las negociaciones del Paquete de inviernoy asegura que ambos dejan «muy clara» su intención de «negar» a los ciudadanos los beneficios que conllevaría una transición energética «inclusiva y descentralizada«.

En esta línea, Greenpeace denuncia que el ministro Nadal mantiene su «bloqueo» a las renovables a pesar de que España es uno de los países de la Unión Europea más vulnerables al cambio climático y considera que los ministros europeos se posicionan en contra de los ciudadanos tras apoyar las subvenciones para las eléctricas, incluidas para las plantas contaminantes y peligrosas como el carbón. La ONG acusa a los ministros de debilitar las propuestas de la Comisión Europea que potenciaban que los hogares, las cooperativas y los municipios produzcan y vendan su propia energía renovable, y de ignorar las llamadas de la Eurocámara para aumentar el objetivo de renovables de la Unión Europea para 2030.

Igualmente, denuncia que Nadal trata de trasladar a Europa su política contra el autoconsumo y de apoyo al «viejo y sucio modelo energético«. En este sentido, la responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Tatiana Nuño, critica que el Gobierno bloquea la transición hacia un modelo 100% renovable en manos de la ciudadanía y, por el contrario, apoya las centrales viejas y contaminantes como las térmicas de carbón«.

En este contexto, la asesora política energética de la Unión Europea de Greenpeace, Tara Connolly, asegura que los ministros de Energía están «listos para ofrecer subvenciones casi ilimitadas» mientras los ciudadanos europeos quedan «fuera» ya que los ministros de los Veintiocho «han destruido las propuestas que apoyan sus derechos para producir y vender energía renovable». «El Parlamento ahora debe respaldar la energía renovable en manos de la gran mayoría y no la sucia en manos de unos pocos», ha concluido.

Greenpeace exige al Gobierno que retire su decreto para «dificultar» el cierre de las térmicas y apueste por las renovables

Europa Press.- Greenpeace presentó alegaciones al Decreto del Gobierno que regula el cierre de las centrales térmicas por razones económicas y en ellas pide al Ejecutivo que retire ese proyecto normativo y que la Ley de Cambio Climático y Transición Energética incluya un calendario de cierre de las centrales de carbón y nucleares con fecha tope en 2025 y que apueste por un sistema eléctrico 100% renovable.

En sus alegaciones, Greenpeace acusa al gobierno de bloquear el desarrollo de las energías renovables y de querer perpetuar las centrales térmicas «sucias y peligrosas» y dificultar el cumplimiento del Acuerdo de París contra el cambio climático. Asimismo, la ONG denuncia que el ministro Álvaro Nadal está teniendo una posición en Europa de «bloqueo para las energías renovables y para la democratización del sector» en favor del viejo modelo energético, que está en manos de «unas pocas grandes eléctricas». Greenpeace denuncia que el Real Decreto es contrario al cambio climático y no tiene en cuenta las demandas de los ciudadanos.

Retribuciones o ayudas de Estado

Además, en sus alegaciones recuerda al Ejecutivo que el cierre de las centrales eléctricas ya está contemplado en la normativa que regula el sector, atendiendo a la garantía de suministro, y que son el operador y el regulador del sistema los que tienen la competencia para realizar los análisis del sistema y los consiguientes informes de aprobación para el cierre en el caso de ser viable. Así, recuerda que cualquier retribución, de acuerdo con lo que propone el Real Decreto, deberá ser notificada a la Comisión Europea y podría ser considerada ayuda de Estado. Al mismo tiempo, añade en las alegaciones, este proyecto supone una intervención estatal no admitida en el mercado de generación eléctrica.

«En España la principal preocupación medioambiental ya es el cambio climático y las personas quieren poder participar en la transición energética de forma activa para transformar el sector eléctrico en uno 100% renovable, eficiente e inteligente», ha manifestado la responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Tatiana Nuño. En este contexto, la organización ecologista considera que los precios de la luz están «completamente distorsionados» y asegura que, al contrario de lo que defiende el Gobierno, un sistema eléctrico renovable, eficiente e inteligente abarataría la factura energética de los hogares españoles hasta un 34%.

Greenpeace parodia a Rajoy como Escarlata O’Hara con un cartel en Gran Vía para criticar los cargos al autoconsumo

Europa Press.- La ONG ambientalista Greenpeace desplegó en el antiguo Palacio de la Música de Gran Vía una pancarta en la que parodian al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, como los protagonistas de Lo que el viento se llevó para criticar su impuesto al sol y la inacción ante el cambio climático.

En la pancarta, con la imagen de la fotografía del cartel del filme, Nadal, en el papel de Rhett Butler, asegura que «jamás» volverá a cerrar una central térmica. «Francamente, querido, el cambio climático me importa un bledo», contesta Rajoy como Escarlara O’Hara. Así, se afirma que «tras su drama el impuesto al sol, presentan Lo que Rajoy nos dejó, un filme con mucho cambio climático y pocas renovables«. Además de la pancarta, un grupo de activistas ha informado a la ciudadanía a pie de calle sobre el motivo de la protesta. Hasta la Gran Vía acudieron Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, para proceder a retirar la pancarta, según indicó un portavoz de Emergencias Madrid.

A través de esta acción, Greenpeace pide al Gobierno que represente a los intereses de las personas y del planeta en el próximo Consejo Europeo de Energía. La organización ecologista critica que el Gobierno sigue anclado en las energías sucias como el carbón y la nuclear aunque suponga incumplir los objetivos europeos de renovables o legitimar el Impuesto al Sol.

Además, Greenpeace exige al Gobierno que retire el borrador de Real Decreto con el que quiere evitar el cierre de las centrales térmicas de carbón y nucleares en España y que deje de boicotear en Bruselas los intentos de la Unión Europea para dotarse de una política energética sin subvenciones a los combustibles fósiles, con el Planeta en el centro del sistema energético. Greenpeace ha indicado que con «las energías renovables en manos de la ciudadanía se podrían generar 8 veces más beneficios locales, mayor creación de empleo e ingresos fiscales superiores para los municipios».

WWF reclama “más audacia” a España y pide aprovechar la Ley de Transición Energética para dejar atrás los combustibles fósiles

Europa Press.- Mientras Amigos de la Tierra critica el «estancamiento» de los compromisos climáticos y la persistencia en el uso de carbón, la organización WWF ha reclamado «mucha más audacia» e innovación para ganar al cambio climático y destaca los avances para aumentar la ambición climática hasta 2020 a nivel internacional y, en este contexto, cree que España tiene una oportunidad en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética para dejar atrás los combustibles fósiles y apostar por las energías renovables.

El director del programa mundial de clima y energía de WWF, Manuel Pulgar-Vidal considera que éste es un año marcado por desastres climáticos extremos y es el primer año de incremento de emisiones después de cuatro años estancadas. «La paradoja entre lo que estamos haciendo y lo que debemos hacer es clara: Los países deben actuar con mayor ambición climática pronto para ponernos en el camino hacia un futuro incremento de la temperatura limitado a 1,5 grados centígrados», ha reclamado. Por ello, WWF cree que queda mucho trabajo por hacer y que 2018 será determinante para que los países demuestren claramente su compromiso para avanzar y mejorar sus planes climáticos.

Respecto a España, la responsable de Clima y Energía de WWF España, Mar Asunción, ha señalado que la ley de Cambio Climático y Transición Energética es una oportunidad para un cambio de modelo que aproveche la ventaja competitiva que tiene España en recursos renovables y favorezca la creación de empleo en «tecnologías del siglo XXI en vez de seguir apoyando un modelo obsoleto, basado en combustibles fósiles, que tiene sus días contados si se hace realidad el Acuerdo de París».

Mientras tanto, resuenan aún las palabras de la jefa de Gobierno de uno de los países más ricos del mundo, la alemana Angela Merkel, en la Cumbre del Clima celebrada el mes pasado en Bonn, en la que advertía de la dificultad de cerrar las contaminantes plantas de energía de carbón. Hay «cuestiones sociales y puestos de trabajo» involucrados, según ha explicado. «Solo les quiero decir que hay considerables conflictos sociales también en un país rico como el nuestro. Y que tenemos que resolver«, asegura.

El objetivo principal de la Cumbre de Bonn fue dar un nuevo impulso a la implementación del acuerdo de París 2015 sobre la reducción de las emisiones de CO2 después de la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de retirarse del acuerdo histórico. Así, la cumbre tenía como meta reunir una miríada de documentos en los que están plasmadas las posturas de cada país para la puesta en marcha concreta del Acuerdo de París. Esto se deberá condensar para convertirse en el manual de reglas en el que, por ejemplo, una tonelada de dióxido de carbono deberá ser igual en un país que en otro.

Dejar el carbón en 2030

Según el acuerdo de París, las naciones signatarias se han comprometido a reducir el calentamiento global a más largo plazo muy por debajo de los 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Por otro lado, Siria se convirtió en la nación número 196 en adoptar formalmente el Acuerdo de París, dejando a Estados Unidos como el último miembro de la ONU que se opone. Unos 23.000 delegados asistieron a la conferencia de Bonn. Asimismo, destacó la iniciativa en la que Gran Bretaña, Canadá, Costa Rica, México y otros Estados unieron fuerzas para formar una coalición destinada a abandonar el carbón como fuente de energía. Entre los firmantes no se encuentran España ni Alemania.

En este sentido, Amigos de la Tierra ha criticado la «falta de ambición» de España por haber «rechazado formar parte de la Alianza Global para Eliminar el Carbón». «La Unión Europea continúa diciendo que lidera la lucha contra el cambio climático, pero la realidad es que sigue anclada a una economía basada en los combustibles fósiles. De hecho financiará 90 nuevas infraestructuras de gas, algo completamente incompatible con el Acuerdo de París«, denuncia la organización ambiental, que señala que estos países actúan «como si el cambio climático se pudiese postergar».

Por ello, ha elogiado el apoyo de organizaciones de la sociedad civil al compromiso con los objetivos del acuerdo contra el Cambio Climático y ha recordado a los países europeos que «la urgencia por actuar es irrefutable«. En este sentido, un informe de Amigos de la Tierra también resalta «el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero después de un período de estancamiento» y adelantaba que «2017 será uno de los tres años más cálidos jamás registrados». Según Amigos de la Tierra, el uso de combustibles fósiles (incluido el gas) en el sistema energético europeo durante un periodo superior a 9 años más es «incompatible» con el objetivo de limitar el calentamiento global.

Por su parte, Greenpeace demandó liderazgo climático a los países y llamó a los líderes a atender con urgencia la transformación de sus modelos energéticos y los usos del suelo hasta abandonar totalmente las energías sucias. La organización ecologista recuerda que es necesario un plan de acción urgente. «Exigimos al Gobierno de España que avance en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética para que esté alineada con los compromisos internacionales para luchar contra el cambio climático. Exigimos un sistema energético renovable al 100% y el abandono de las energías sucias», aseveró Tatiana Nuño.

El cambio climático es la principal preocupación medioambiental de más del 55% de los españoles, según Greenpeace

Europa Press.- El 55,8% de los españoles afirman que el cambio climático es su principal preocupación medioambiental, seguida de la contaminación de mares y ríos (51,9%) y la contaminación ambiental (51,7%), según una encuesta de Greenpeace, elaborada por el instituto Ipsos. Según indica la organización ecologista, el resultado de la encuesta «demuestra que la gravedad de los impactos del cambio climático ha calado ya en la sociedad». La encuesta se realizó de manera online a un total de 2.506 personas.

Con respecto a cuáles eran las tres causas principales del cambio climático, las emisiones industriales fue elegida por un 73,5% de los encuestados. Los españoles también identificaron como causa principal la deforestación (65,1%) y la combustión de combustibles fósiles (64,6%). En cuarto lugar están las emisiones del transporte, que mencionaron el 42,5%. Centrando la pregunta en el ámbito de las energías que generan el cambio climático, la quema de petróleo es asociada en el 81,7% de los casos, de carbón en el 71,5% y de gas natural en el 55,3%, lo que revela, según Greenpeace, «que la ciudadanía es consciente de que la quema de combustibles fósiles son perjudiciales para la salud y el medioambiente«.

Por otro lado, el 35,1% y el 28,4% consideran a la comunidad internacional y al Gobierno central, respectivamente, como los principales responsables para actuar frente al cambio climático. Sin embargo, este porcentaje es más bajo cuando responden a la pregunta de en quién se confía más para atajar el cambio climático transformando el modelo energético. Así, un 11,1% se decanta por el Gobierno, un 9,4% por las empresas y un 21% confía en la Comisión Europea. Los españoles esperan que Gobiernos y compromisos internacionales actúen para combatir el cambio climático y especialmente se refieren al ámbito de la energía como sector prioritario para la actuación.

«El Gobierno de España debe marcar el camino para acelerar la transición energética hacia un modelo basado al completo en renovables, fomentando la nueva instalación de energías limpias, poniendo una fecha para el abandono de los combustibles fósiles y la energía nuclear y permitiendo a la ciudadanía participar en la producción y la gestión de esa energía» ha declarado la responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Tatiana Nuño. La organización ecologista pone el acento en la responsabilidad de los Gobiernos para actuar urgentemente frente al cambio climático, y destaca la importancia de la actuación ciudadana para combatirlo.

En este sentido, los resultados de la encuesta revelan que la ciudadanía es «bastante crítica consigo misma». Cerca del 70% está dispuesto a adoptar medidas que contribuyan a combatir el cambio climático, y un 90% de los encuestados se manifiestan abiertos a reducir su consumo de energía en alguna medida. En este caso, destacan especialmente las mujeres, que están más comprometidas a la hora de tomar medidas. Por ejemplo, ya usan más el transporte público en sus desplazamientos (9,3% frente a 6,9% de hombres), o apuestan por medidas de eficiencia energética como el uso de bombillas de bajo consumo (21,4% frente a 15,4%) o utilizar el aire acondicionado lo menos posible (18,4% frente a 11,9%).

«Es necesario que las políticas climáticas y energéticas vean un aumento de las mujeres en los puestos de toma de decisiones y en las negociaciones políticas como camino imprescindible para fomentar sociedades más sostenibles donde primen valores de salud y bienestar para frenar el cambio climático», indica Nuño, que incide en la necesidad de «una transición energética y unas políticas justas y transformadoras que tenga en cuenta a la población».

Iberdrola pide a la industria que siga su ejemplo de dejar el carbón y tome medidas contra el cambio climático

Europa Press.- Mientras hay políticos, como el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, que recriminan que el decreto publicado por el Gobierno central para endurecer el cierre de las centrales térmicas «no evita» que puedan clausurarse estas instalaciones, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha pedido a la industria de todos los sectores que «siga su ejemplo» y tome medidas contra el cambio climático porque considera que «el momento de hablar ya ha pasado; ahora es el momento de actuar».

Sánchez Galán ha explicado la decisión de Iberdrola de cerrar sus centrales de carbón para cumplir con su objetivo de reducir sus emisiones de carbono en un 50% en 2030. Así, ha garantizado que la multinacional seguirá haciendo su parte pero necesita que «otras industrias y compañías» sigan su «ejemplo». En este contexto, ha defendido que el camino hacia una economía descarbonizada, sostenible y competitiva «no es un problema sino una oportunidad única que crea valor para la sociedad en su conjunto». «Esta transición necesita esfuerzos continuos y responsabilidad compartida. Tanto las empresas como los gobiernos debemos trabajar juntos más que nunca con el fin de impulsar el mundo hacia un futuro energético más sostenible y económicamente viable«, ha concluido.

“No evita” cerrar las térmicas

Por su parte, Lambán anunció que el Ejecutivo autonómico de Aragón se pondrá en contacto con el Gobierno de España para aclarar los términos del decreto y enmendarlo, dado que «enducere las condiciones para el cierre de una térmica, pero no evita el cierre de una central». Ha añadido que «es fundamental que las centrales térmicas nutridas por carbón autóctono se preserven de una forma especial y esto no ha sido contemplado. La protección del decreto es endeble y otras centrales como las nucleares quedan más salvaguardadas«, ha considerado Lambán.

Greenpeace pide desbloquear los cierres

Por otro lado, la organización ecologista Greenpeace exigió al Gobierno español que, en coherencia con los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París, no bloquee el cierre de las centrales térmicas de carbón de Iberdrola de Lada (Asturias) y Velilla (Palencia), sino que «dé un mensaje sólido de lucha contra el cambio climático y asuma un compromiso para el abandono de las energías sucias y a favor de las renovables».

En este sentido, Greenpeace ha aplaudido la decisión de Iberdrola de solicitar al Ministerio de Energía el cierre de sus 2 térmicas en España, que suman 874 megavatios (MW) y que emitieron más de 2 millones de toneladas de CO2 en 2016, al tratarse el carbón del combustible que más contribuye al cambio climático. Dicho plan de cierre incluye el compromiso de mantenimiento del empleo, algo «fundamental», según Greenpeace, para la necesaria transición justa del carbón a la energía sostenible».

Para la organización ecologista, el anuncio de cierre de todas las centrales térmicas de carbón de Iberdrola es «una victoria de la lucha contra el cambio climático», y considera que es «una de las novedades más positivas» de la Cumbre COP23. Greenpeace ha pedido al resto de las grandes eléctricas que operan en España (Endesa, Gas Natural Fenosa, EDP y Viesgo) que informen de sus planes de cierre de sus respectivas térmicas de carbón, para que el Gobierno pueda planificar un nuevo sistema eléctrico sin carbón a partir de 2025.

Subvenciones a los combustibles fósiles

En este sentido, recuerda que, de momento, 3 de las 5 grandes eléctricas (Iberdrola, Endesa y EDP) han pedido que los objetivos europeos de renovables se eleven del 27% al 35% para 2030, en el contexto del debate del paquete europeo de energía y clima. «Pero el Gobierno español no apoya ni más objetivos de renovables, ni más participación ciudadana, sino que quiere nuevas subvenciones para la energía sucia», lamenta.

Greenpeace pide ahora a Iberdrola que «dé el siguiente paso» y anuncie el cierre de sus centrales nucleares y se comprometa a reemplazar esa energía por nueva generación renovable y eficiencia energética, en vez de aumentar la quema de gas. «Una compañía que pretenda ser líder en energía limpia debe presionar por un futuro completamente renovable, facilitando la participación», subraya.

La importancia del compromiso de Iberdrola se pone de manifiesto, según Greenpeace, tras la publicación de los datos del Global Carbon Project, que revelan que las emisiones mundiales de CO2 aumentarán este año en aproximadamente un 2% después de tres años de haberse mantenido estables, con un crecimiento nulo. Este repunte se debe, según la organización, al «lento ritmo» de reducción de las emisiones en la Unión Europea y Estados Unidos y el «anómalo» crecimiento de las emisiones en China.

José Luis García Ortega, responsable del programa de cambio climático de Greenpeace España, espera que el anuncio de Iberdrola sea un «empujón definitivo» para que las otras eléctricas propietarias de térmicas de carbón definan una fecha para el cierre de las mismas y para que el Gobierno «marque un camino claro para un sistema energético 100% renovable en manos de la ciudadanía». «Es vergonzoso que tengamos un Gobierno más fósil que las empresas eléctricas», sentenció.