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La nuclear de Garoña enfrenta a Castilla y León y AMAC, pidiendo su continuidad, frente a País Vasco y Greenpeace

Europa Press.- La seguridad de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) ha generado posiciones enfrentadas en las alegaciones realizadas en el proceso de reapertura de la planta, cuyo plazo ya finalizó y en el que la Junta de Castilla y León y la Asociación de Municipios de Áreas Nucleares (AMAC) apoyan la reapertura, frente a la negativa del País Vasco y las organizaciones ecologistas.

La consejera de Economía y Hacienda de Castilla y León, Pilar del Olmo, ha asegurado que en las alegaciones presentadas al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital por la Junta se ha pedido la continuidad de Garoña hasta 2031 porque el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) «ha garantizado» la seguridad y hasta esa fecha se amortizarían las inversiones exigidas por este organismo, mientras que, de producirse el cierre, «la merma en la actividad económica y el empleo serían inasumibles».

De este modo, la consejera detalló que uno de los argumentos esgrimido a través de estas alegaciones es la carencia de un plan alternativo económico a la central que abarque toda su área de influencia. Del Olmo aseguró que en el documento remitido por la Junta al Ministerio se detalla también la importancia de este tipo de energía para la economía nacional y recordó que su cierre supondría además daños a otras fuentes energéticas autóctonas como el uranio que sirve de combustible para la central.

Asimismo, la Junta aprovechó sus alegaciones para defender también la energía producida a través del carbón autóctono, alternativa energética «más barata» junto a la nuclear, con lo que la supresión de ambas supondría un «lastre grande a la economía nacional». «Defendemos el mantenimiento de la central siempre que haya seguridad para las personas», concluyó Del Olmo, quien insistió en que es la principal fuente de empleo en el valle de Tobalina, en la provincia de Burgos, ya que en la central trabajan unas 600 personas que pueden llegar a 1.000 cuando está a pleno rendimiento.

En esta línea, aunque con condiciones, AMAC se ha pronunciado también a favor de la «continuidad de la explotación» de la planta en las alegaciones presentadas, «mientras se cumplan todos los requisitos de seguridad establecidos en el informe aprobado por el CSN«. Sin embargo, los municipios han pedido que se revise primero la «efectividad» del Plan de Emergencia Nuclear (PEN) y una «solución segura para almacenar los residuos» ya que el actual Almacén Temporal Individualizado (ATI) «no prevé el almacenamiento de todos los elementos de combustible incluidos en el reactor».

Analizar todos los efectos socioeconómicos

Además, AMAC señaló que «antes de la puesta en marcha» de la central nuclear, «debe disponerse de los planes de información a la población, del programa de formación de actuantes y del programa de simulacros». No obstante, sobre la «merma de la actividad económica», la AMAC destacó que el impacto que produce la existencia de una central nuclear en un determinado área tiende a «provocar un monocultivo industrial» que causa «grandes efectos negativos al finalizar la explotación». Por ello, también han pedido en sus alegaciones que «no se renueve la licencia sin que se conozcan primero los efectos socioeconómicos positivos y negativos» en el entorno.

Del otro lado, Greenpeace, que ha presentado sus alegaciones, ha esgrimido las «deficiencias derivadas del informe del CSN en cuanto al cumplimiento de las condiciones de seguridad», así como la «falta de un pronunciamiento sobre el plazo máximo de vigencia». Además, la organización ecologista ha alegado que existen «incumplimientos» de la Evaluación de Impacto Ambiental y que los «costes medioambientales e intrageneracionales» de reabrir la central nuclear son «muy elevados».

Asimismo, Greenpeace incluyó en su escrito las «alteraciones» del procedimiento previsto en el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas (RINR) y la «contradicción» en la que incurre la autorización de explotación debido a que sería para «no cargar combustible ni producir electricidad». Por todo ello, Greenpace ha pedido al Ministerio que «finalice con el espectáculo» sobre Garoña, al tiempo que ha señalado que «parece que solo el Gobierno quiere mantener la planta en funcionamiento», después de que la operadora de la central, Nuclenor, no haya llegado a un acuerdo sobre el futuro de la planta.

Por su parte, EH Bildu resaltó que el Parlamento del País Vasco también ha presentado sus alegaciones y recordó que el pleno de la Cámara vasca aprobó el pasado 6 de abril una proposición no de Ley sobre la necesidad de interponer recurso ante la resolución del CSN que posibilita la reapertura de la central nuclear de Garoña y los acuerdos y órdenes del Ministerio de Energía que puedan derivarse en este sentido. Según ha detallado, el segundo punto de este acuerdo recogía el compromiso del Parlamento de «emplear todos los recursos a su disposición para impedir la reapertura de la central nuclear de Garoña«.

La Rioja, otra de las 11 entidades personadas en el proceso, ya adelantó que no presentaría alegaciones pero que instaría al Gobierno al desmantelamiento de la central. Mientras tanto, el titular de Garoña, Nuclenor, tampoco presentó alegaciones por falta de acuerdo entre Iberdrola y Endesa. Por su parte, Ecologistas en Acción, al igual que Greenpace, también afirmó que «la apertura de Garoña es una temeridad».

El CSN emitió a principios de febrero de este año un informe favorable a la renovación del permiso de explotación de la planta burgalesa y, según la legislación vigente, es el Gobierno quien tiene la decisión en sus manos. Así, tras conocerse el informe, el Ministerio señaló que abriría un periodo de 6 meses para conocer y recabar las opiniones de todas las partes interesadas y un periodo de alegaciones.

La OCU exige al Gobierno representación de los consumidores en la comisión de expertos creada para abordar la transición energética

Servimedia / Europa Press.- La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pidió al Gobierno que se incluya a los consumidores en la comisión de expertos creada para analizar la transición energética, de la que forman parte representantes elegidos por el Ejecutivo, los partidos políticos y los agentes sociales, y que se ha creado para fijar los principios de la futura ley sobre esta materia.

Con esta petición, la OCU se une así a las demandas de diferentes ONG, como Greenpeace, Ecologistas en Acción o WWF, para demandar que el Gobierno escuche a los consumidores y ecologistas en un tema «tan crítico como es la transición energética», según señaló la organización. Recientemente el Ejecutivo decidió la creación de una comisión de expertos donde ni las asociaciones de consumidores ni ningún experto en medioambiente de las principales ONG han sido invitados a participar, recuerda la organización.

Según la OCU, lo ocurrido en España “contrasta con la situación a nivel internacional, donde tanto en la Unión Europea como en Naciones Unidas estos grupos de interés han sido invitados a participar activamente”. Por último, defiende que de cara a conseguir el objetivo de disponer de un modelo energético 100% renovable “es imprescindible que se tenga en cuenta el punto de vista de los consumidores, ya que están afectados directamente por las medidas que se definan y tienen la responsabilidad de colaborar para lograr un modelo más sostenible energéticamente”.

“La antigüedad, la falta de seguridad y de evaluación ambiental”, principales alegaciones de los ecologistas contra la continuidad de Garoña

Europa Press / EFE.- Ecologistas en Acción y Greenpeace, organizaciones ecologistas personadas en la audiencia abierta por el Ministerio de Energía, sobre la posible renovación del permiso de explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), alegarán en contra de esa posibilidad “la edad avanzada de la planta, su falta de cultura de seguridad, la necesidad de una evaluación de impacto ambiental o la tendencia mundial contraria a la energía nuclear”.

El portavoz nuclear de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, considera que tanto en España como en el resto del mundo hay «una división en la industria» sobre la energía nuclear y ha recordado que Iberdrola, propietaria al 50% con Endesa de Nuclenor (el titular de Garoña), se ha mostrado partidaria de «desistir» de la continuidad de ese reactor, mientras Endesa espera la decisión del Gobierno.

«Iberdrola lanza muchas señales a favor del cierre nuclear pero el retraso en Garoña tiene que ver con el pulso de las elites industriales, entre los que están a favor y los que están en contra de ir prescindiendo de la nuclear a distintos ritmos. A nivel mundial, las empresas ven el futuro sin energía nuclear, frente al Gobierno, que no es independiente en este pulso y se ha mostrado a favor de la energía nuclear en el futuro», reflexionó.

En este contexto, ha expuesto que alegarán que hay «suficientes indicios» que apuntan a que Garoña «no está en condiciones de continuar, por seguridad y porque Nuclenor tiene una cultura muy baja de seguridad, con bidones de residuos que se corrompen o megafonías clave que no funcionan». «La apertura de Garoña es una temeridad», ha sentenciado Castejón, a su vez físico experto en fusión termonuclear en el Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT).

Por ese motivo, la organización presentará alegaciones para poner de manifiesto el estado de la central y denunciar la forma en la que se está desarrollando el proceso de estudio de su reapertura. Castejón ha recordado que en el último acta trimestral del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se apreciaba la «absoluta dejadez» de la propietaria, Nuclenor, en el mantenimiento de la central. Había piezas caducadas o con fechas de caducidad «falseadas«, y la gestión del almacenamiento de residuos radiactivos de media y baja intensidad es «pésima», con rotura de bidones y esparcimiento de residuos.

Además, Ecologistas en Acción ha calificado de «irregular» el proceso administrativo que se ha seguido hasta llegar al actual punto, en el que el Gobierno central debe decidir si autoriza o no la renovación del permiso de explotación. A su juicio, el CSN emitió un informe favorable a pesar de que Garoña no ha introducido las mejoras exigidas y sin estar aprobada la última guía de seguridad, ha apuntado Castejón.

Por otro lado, Ecologistas en Acción ha denunciado la «falta de democracia» que en su opinión implica la ausencia de un debate «real» sobre Garoña, comprometido por el Gobierno central y sustituido por un «corto» plazo de alegaciones. Ecologistas en Acción ha insistido en que el Gobierno central anunció un debate público previo a la decisión, pero ese debate «ha sido inexistente». A su juicio, esta situación evidencia una «falta de democracia» en torno a las decisiones sobre energía nuclear, pues el Gobierno y el sector eléctrico desean prologar la vida útil del parque nuclear «sin que se produzca un debate sobre el futuro energético».

En la misma línea, la portavoz de energía de Greenpeace, Raquel Montón, califica de «inédito» este «plazo de 6 meses que se han sacado de la manga», en el que no han podido consultar el expediente técnico completo de Garoña. «Dicen que hemos tenido 5 meses para evaluarlo, pero solo nos han trasladado el informe favorable del CSN que está publicado en su web», criticó.

En todo caso, ha indicado que Greenpeace expresará en sus alegaciones lo que reclama «desde siempre»: la necesidad de una evaluación de impacto ambiental, algo que considera que es necesario en base a la legislación española e internacional y que, de no haberse modificado el Reglamento de Instalaciones Nucleares (RINI) para permitir que Garoña pudiera solicitar la renovación de su licencia, que expiró en julio de 2013, el titular debería haber «empezado de cero», lo que conllevaría pedir una nueva solicitud de autorización que incluiría una evaluación de impacto ambiental.

Montón ha detallado que en sus alegaciones añadirán «todos» los requisitos que se han dejado de pedir a Garoña por los cambios de normativa, los últimos sucesos de «la central más vieja de Europa» y, sobre todo, insistirá en que aumentar la actividad de la central por la mitad de su vida útil inicial es aumentar por un 50% los riesgos asociados a una planta nuclear, así como sus residuos. «Son argumentos como para plantearse tanto los estudios económicos como de impacto ambiental», ha comentado.

A su juicio, ni el Gobierno ni las empresas saben «como salir del entuerto en el que se han metido» porque considera que si estas claramente no quisieran poner en marcha la central no se habrían esforzado en cambiar la normativa y que ahora que cuenta con los parabienes del CSN están «estirando y alargando la decisión» con un ficticio proceso de participación pública. «Esto es una evidencia de que no hay una auténtica voluntad ni participación pública. No tiene lógica que se dilate el proceso todo este tiempo», opina Montón, que sin embargo, no ve sentido dar una autorización y dejar a criterio de la empresa la decisión final, porque abriría la puerta a una indemnización por lucro cesante.

Entre las entidades con posibilidad de alegar está también el Gobierno autonómico de La Rioja, que ha adelantado que no va a presentar ninguna pero sí que trasladará al Ministerio que dirige Álvaro Nadal el mandato del Parlamento de La Rioja que votó por que se instara al Gobierno central al desmantelamiento de la central de Santa María de Garoña.

Las organizaciones ecologistas reclaman participar en la comisión de expertos sobre transición energética del Gobierno

Europa Press / Servimedia.– Las organizaciones ecologistas Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF exigen al Gobierno que se les incluya en la comisión de expertos sobre diferentes escenarios de la transición energética, en la que quedaron «excluidos», según los ecologistas. El objetivo de esta comisión será aportar escenarios energéticos al debate de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, así como del Plan Integrado de Energía y Clima.

El Gobierno anunció el pasado 7 de julio la creación de esta comisión, que estará formada por 14 integrantes: 4 designados por el Gobierno; uno por cada grupo parlamentario; y 3 por cada agente sociales (UGT, CCOO y CEOE). Así, los ecologistas han pedido al Gobierno que «también integre a algunos de sus expertos», así como a representantes de las asociaciones de consumidores. Según explicaron las ONG, es «imprescindible reforzar el enfoque de sostenibilidad medioambiental» de la citada comisión para «garantizar que tanto las personas, como el planeta, están en el centro de las propuestas energéticas» que ahí se estudien.

Para los conservacionistas, sin su presencia en este grupo de expertos, «se perdería el tiempo», lo que, a su juicio, «seguiría poniendo en peligro los derechos constitucionales a la salud y del medioambiente». «El Gobierno no puede seguir ignorando nuestra voz ni nuestra experiencia», según han continuado las organizaciones, al tiempo que han reivindicado que la transición hacia un sistema energético «eficiente, inteligente y 100% renovable es viable técnicamente y beneficiosa económicamente». Asimismo, las organizaciones ecologistas insisten en que la «urgencia» de la lucha contra el cambio climático «debe ser el primer marco de referencia, tanto para la planificación energética, como para la nueva ley«.

Los ecologistas también han destacado que «incluso la Unión Europea señala el papel vital de la participación de la sociedad civil en los planes integrados de clima y energía», por lo que ven «inconcebible» que el Gobierne les «deje fuera». Los expertos deberán analizar posibles alternativas de política energética, considerando su impacto medioambiental y económico y que permitan cumplir con los objetivos establecidos de la forma más eficiente posible. El grupo de especialistas tendrá 6 meses para presentar el informe, que se remitirá al Ministerio de Energía para su posterior paso por el Consejo de Ministros. Más tarde, el Gobierno deberá enviar el informe al Congreso para que se pronuncie.

Greenpeace asegura que la electricidad más barata en 2030 será la de origen renovable

Europa Press.– Greenpeace ha publicado un estudio en el que asegura que las fuentes renovables serán la forma «más barata de generación eléctrica» en todos los países del G20 para el año 2030. Además, la organización ecologista ha advertido a gobiernos y empresas que la energía no renovable, «además de perjudicial para el planeta, dejará de ser competitiva».

El estudio, titulado Comparativa de los costes de producción eléctrica renovable, nuclear y fósil en los países del G20, calcula cómo serán los costes de generación de electricidad en todos los países del G-20 desde 2015 al 2030. Según sus conclusiones, los parques eólicos generarán la electricidad más barata en gran parte de Europa, América del Sur, Estados Unidos, China y Australia. El informe, que fue encargado por Greenpeace a la universidad finlandesa TheFinnish Lappeenranta University of Technology, asegura que en 2030 la energía solar será «tan económica o incluso más que la eólica».

Por ello, la responsable de energía de la organización ecologista, Raquel Montón, ha declarado que cualquier país que siga invirtiendo en plantas de carbón y energía nuclear «echará a perder su dinero en una tecnología que no será competitiva». Asimismo, Montón reclama al G-20 que mande «una señal clara» al resto del mundo para dar «el salto a las energías limpias». Para la responsable ecologista, «no es solo necesario para el clima, sino también para sus economías». Según Naciones Unidas, en 2016 se invirtió en energías renovables el doble que en fuentes convencionales de energía.

Frente a las cifras del estudio de Greenpeace, la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) calculó que las desviaciones en las estimaciones del precio de la electricidad en el mercado, a partir de las cuales se fija la retribución regulada de estas tecnologías, pueden provocar pérdidas de 1.238 millones al sector en seis años. Según los datos de APPA, el sector de las renovables ha dejado de ingresar 930 millones en el periodo comprendido entre 2014 y 2016, si bien de este importe la legislación solo reconoce 356 millones.

Las organizaciones ecologistas piden al PP que apoye la iniciativa de Baleares para proteger el Mediterráneo contra las prospecciones petrolíferas

Europa Press.- Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF instan al Partido Popular a que apoyen una proposición de Ley de protección del Mediterráneo contra las prospecciones de hidrocarburos para cumplir con el «compromiso» expresado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ha dicho que España estará en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático.

Así, consideran que la proposición de Ley sobre la protección del mar Mediterráneo bajo jurisdicción española de los daños que pudieran producir la exploración, investigación y explotación de hidrocarburos y otras sustancias minerales contribuiría a la descarbonización de la economía española. La iniciativa fue impulsada por la plataforma Alianza Mar Blava y fue aprobada en abril por el Parlamento balear por unanimidad (PP, PSOE, MÉS per Mallorca, Podemos, El Pi-Proposta per les Illes Balears, MÉS per Menorca y Grupo Mixto) y ha iniciado ya su andadura en las Cortes Generales.

La propuesta balear establece la exclusión de las actividades de exploración, investigación y explotación de hidrocarburos, u otras sustancias minerales, en el medio marino del mar Mediterráneo sobre el que España tenga jurisdicción, así como la exploración a través de adquisiciones sísmicas sea cual sea su finalidad, excepto que esté científicamente demostrado que utilizan tecnologías completamente inocuas. Asimismo, la disposición adicional señala que las explotaciones vigentes se mantendrán hasta su extinción sin que se puedan otorgar prórrogas «de ningún tipo».

Las ONG consideran que esta propuesta es plenamente constitucional y no vulnera normativa ninguna ya que cualquier Estado puede declarar la no explotación de un determinado recurso en todo o en parte de su zona económica exclusiva o de su plataforma continental. La explotación de los recursos naturales se concibe siempre como un derecho y no como una obligación. De hecho, entre otros ejemplos, Francia tiene establecida desde hace varios años una moratoria a la exploración y explotación de hidrocarburos en sus aguas del Mediterráneo.

Greenpeace reivindica las energías renovables

La organización ecologista Greenpeace pintó un sol de 50 metros de diámetro en la plaza Francesc Macià de Barcelona para reivindicar las energías renovables. Después de una acción similar por la cumbre del cambio climático en París de 2015, un grupo de activistas han utilizado 2.000 litros de pintura ecológica para trazar un sol alrededor de la plaza barcelonesa con rayos extendidos en diferentes vías de la glorieta. Con esta protesta, la organización ha criticado la «falta de responsabilidad» del Gobierno central para cumplir con los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París, para recordar que la energía limpia es un derecho y reclamar la eliminación del impuesto al sol.

UNEF, Anpier, Px1NME y ecologistas piden al Gobierno un cierre progresivo de las centrales de producción eléctrica no renovable

Europa Press.- Organizaciones sociales y empresariales como los fotovoltaicos de UNEF y Anpier, la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético (Px1NME), Fundación Renovables, Amigos de la Tierra o Greenpeace exigen al Gobierno «el cierre progresivo de todas las centrales eléctricas no renovables». Las organizaciones consideran que la reciente subasta de energías renovables demuestra un importante interés por invertir en estas tecnologías a precios de mercado, sin incentivos y consideran que el volumen de inversión podría ser mucho mayor con un plan de subastas.

La planificación del Gobierno, indican, debe contemplar la total descarbonización y desnuclearización del sector eléctrico, impidiendo la ampliación de la vida útil de las centrales nucleares y de carbón, y garantizando su sustitución con renovables a través de un calendario de subastas periódicas de renovables. Según dicen, el plan debe incorporar la implantación de tecnologías sostenibles de generación renovable, almacenamiento, redes inteligentes y gestión de la demanda, ya disponibles a cada vez menor precio. «Resulta esencial establecer criterios adicionales a los puramente económicos en la subasta, como cupos para proyectos con participación ciudadana o impacto positivo en el empleo», señalan.

Greenpeace denuncia que Trump «deja a Estados Unidos aislado del resto del planeta» al abandonar el acuerdo climático de París

Europa Press.- La organización ecologista Greenpeace ha lamentado la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de abandonar el Acuerdo Climático de París, algo que califica como «moralmente reprochable», y «deja a su país aislado del resto del planeta». «Es una decisión moralmente reprochable que el presidente llegará a lamentar. La acción climática no es un debate legal o político, es una obligación ineludible para proteger a las personas y al planeta», ha aseverado Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace Internacional.

La organización ha señalado que esta decisión supondrá para Estados Unidos «una pérdida de liderazgo internacional», además de «la renuncia a los beneficios económicos y medioambientales de una transición a las fuentes de energía limpias», recordando que Estados Unidos es uno de los mayores emisores de CO2. «Estamos viendo un cambio gigantesco en las políticas de Europa y China, y muchos otros países», añadió Morgan. «Mientras China cierra centrales térmicas de carbón, Trump cierra la puerta a la lucha climática», critican desde Greenpeace, que considera esta decisión como «un intento de sabotear la transición hacia un futuro de energías limpias», aunque augura que «no va a tener éxito» y solo «arrinconará a los Estados Unidos».

Por otra parte, la organización Birdlife lamentó «profundamente» la decisión «naif, aislacionista e inmoral» de Trump por sus consecuencias en el calentamiento global. Desde la delegación española SEO/BirdLife se reclama al Gobierno de Mariano Rajoy y a las fuerzas políticas españolas «redoblar» los esfuerzos tanto en mitigación como en adaptación frente al cambio climático. «La Unión Europea necesita liderazgo y España precisa de ambición climática. Es el país más vulnerable del continente», señaló la directora de la organización, Asunción Ruíz. «Decisiones como esta evidencian que es preciso avanzar en justicia y defensa ambiental internacional», concluye.

Llamamiento a la unidad global

Por su parte, Amigos de la Tierra ha llamado a la unidad global ante la «inminente» retirada de Estados Unidos del Acuerdo del Clima de París y ha destacado que «ahora más que nunca» ve «indispensable» garantizar la unidad del resto de las partes de la Convención Marco de Cambio Climático a las que insta a poner en marcha «políticas climáticas drásticas«. La ONG advierte de que ahora faltarían por ver las implicaciones jurídicas y políticas que acontecerán tras la decisión y lamenta que Trump sea «el único líder mundial» que niegue abiertamente el cambio climático y su carácter antropogénico.

Así, ante la «cruzada» contra los partidarios de la lucha contra el cambio climático, reclama a la Unión Europea y a Mariano Rajoy, que presione a nivel político y diplomático para que Estados Unidos no se salga del Acuerdo. «Esta es la gota que colma el vaso tras la apuesta definitiva de Trump por el gas y el petróleo, así como la promoción de dos mega-infraestructuras para el transporte de combustibles fósiles, el Keystone XL y el Dakota Acces», denunciaron.

En ese sentido, el responsable de clima y energía de la organización, Héctor de Prado, considera que la «obsesión por levantar muros de la Administración Trump» ha empujado a su presidente a construir un «muro a base de ladrillos negacionistas alrededor del clima». Si bien, ha advertido que aún falta ver cómo reaccionará la Organización de Naciones Unidas y los mecanismos legales y políticos que se utilizará para evitar la partida del segundo emisor de gases de efecto invernadero del mundo tras China. «Ahora, más que nunca, es indispensable garantizar la unidad del resto de las Partes y poner en marcha políticas climáticas drásticas», concluyó.

El CSN aprueba recortar el plazo para que las centrales nucleares pidan renovar su licencia

Europa Press.- El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha acordado por mayoría, pero con el voto en contra de la consejera Cristina Narbona, informar favorablemente una propuesta del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital dirigida a modificar el plazo con el que las centrales nucleares han de solicitar su renovación al regulador. Con ello se acortaría el plazo de los tres años actuales hasta, como mucho, un año antes de que concluya la licencia de explotación de la planta.

Se trata de una modificación de las órdenes ministeriales por las que se conceden las autorizaciones de explotación vigentes a las centrales nucleares. En la actualidad, el plazo para pedir la renovación de la licencia de explotación tiene una fecha límite de 3 años antes de que expire el permiso en vigor pero, con esta modificación y ante el escenario de incertidumbre respecto al futuro energético nacional, los titulares de las centrales podrán solicitar la renovación dos meses después de que el Gobierno apruebe el Plan de Energía y Clima.

Según ha indicado el CSN, el texto propuesto por el Ministerio recoge «todas las modificaciones» aprobadas por el pleno del CSN en su reunión del 1 de febrero de 2017 e incorpora también una modificación administrativa por la cual el plazo para presentar una nueva solicitud de renovación de la autorización de explotación, queda supeditada a la aprobación de un Plan Integral de Energía y Clima, aunque deberá ser presentada, como muy tarde, en la fecha establecida para presentar la Revisión Periódica de la Seguridad (RPS). Esto es, más o menos, un año antes de concluir la licencia en vigor.

Eso sí, la modificación propuesta mantiene la obligación del titular de presentar tres años antes de la expiración de la autorización vigente los documentos asociados a una eventual operación a largo plazo. Estos documentos son el Plan Integrado de Evaluación y Gestión del Envejecimiento (PIEGE); el Suplemento del Estudio de Seguridad (ES); la Revisión de las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF); el estudio del impacto radiológico; las revisión del plan de gestión de residuos radiactivos y combustible gastado Revisión de la Guía de Seguridad GS-1.10.

Las centrales nucleares más inminentemente afectadas por este cambio normativo son Almaraz (Cáceres), que con la legislación vigente debía presentar su solicitud de renovación antes del 8 de junio, y Vandellós II (Tarragona), cuya fecha límite era el 26 de julio. De este modo, estas centrales contarán con dos años más de plazo para conocer la planificación energética nacional y optar así por pedir o no una nueva renovación de su licencia, algo que, con esta modificación, podrán esperar hasta mediados de año de 2019.

Según ha informado el CSN, el texto propuesto recoge todas las modificaciones aprobadas por el pleno en su reunión de febrero. En aquella reunión, el organismo regulador propuso al Ministerio estas modificaciones con el objetivo de incorporar la nueva sistemática para realizar las Revisión Periódica de la Seguridad (RPS) que se recoge en la revisión 2 de la Guía de Seguridad del CSN, GS-1.10. La revisión aprobada establece los objetivos, el alcance, el contenido, los plazos de presentación y la forma de documentar RPS de las centrales nucleares en operación, en cumplimiento de la Instrucción del CSN IS-26, de 16 de junio de 2010, sobre requisitos básicos de seguridad nuclear aplicables a las instalaciones nucleares.

Además, se incluyen aspectos específicos como el envejecimiento y obsolescencia de los equipos, la posible operación a largo plazo de las instalaciones más allá de la vida inicialmente prevista, y las lecciones aprendidas del accidente de Fukushima de 2011. Del mismo modo, el CSN señaló que con esta revisión de la GS-1.10 busca cumplir la recomendación incluida en el Plan Nacional de España (NAcP) que se aprobó para cumplir el Plan de Acción aprobado por el Grupo Europeo de Reguladores Nucleares (ENSREG por sus siglas en inglés) una vez completadas las pruebas de resistencia como consecuencia del accidente de Fukushima.

Greenpeace critica celeridad del CSN

Por su parte,Greenpeace ha lamentado que el Consejo de Seguridad Nuclear «se dé más prisa» en atender y admitir una propuesta del Ministerio de Energía para «favorecer» a las empresas eléctricas que en aprobar cuestiones que pueden suponer una mejora de la seguridad nuclear y la protección radiológica de los ciudadanos.»Es la misma historia de siempre», ha manifestado la responsable de la campaña nuclear de Greenpeace, Raquel Montón.

La mayor celeridad a la que se refiere Greenpeace es respecto a que también se ha aprobado el plan de acción de las pruebas de resistencia tras el accidente de Fukushima, que «sí suponen una mejora de la seguridad nuclear y la protección radiológica» y que ha tardado siete años en ver la luz, frente a esta modificación en la que «se han dado prisa».

«Supongo que el plan de acción lo habrán hecho de forma sesuda y esto otro, que no plantea problemas, lo han hecho en pocas semanas», ironizó Montón, que recordó al CSN que su misión no es atender al Gobierno ni a las empresas eléctricas, sino proteger y mejorar la seguridad nuclear de los ciudadanos y del medio ambiente. Por ello, concluye que esto da «apariencia de arbitrariedad» en el CSN donde «parece que las cosas se hacen sin rigor a la hora de establecer prioridades».

En todo caso, admite que la reducción de los plazos no debería suponer una rebaja de la seguridad pero tanto el operador como los técnicos del CSN tendrán que «correr» para tener a tiempo las renovaciones. «Habrá que hacer los deberes más rápido y eso no siempre es lo mejor. No se entiende que se quite esa salvaguarda de tener el tiempo necesario para hacer las cosas con los mínimos que ellos mismos habían establecido», señaló la portavoz de Greenpeace.

Similar es la opinión de la formación ecologista Equo, cuyo coportavoz Juan López de Uralde, ha calificado de «gravísima» la decisión del órgano porque, a su juicio, «permite que las empresas eléctricas sigan especulando con las centrales nucleares durante dos años más». «Se trata de una nueva modificación legal para facilitar, sin debate social, ni político, el alargamiento de la vida de las centrales nucleares, con independencia de los riesgos que ese alargamiento suponga para el medio ambiente y las personas», ha apuntado, antes de recordar que esta modificación llega días antes de que venza el plazo para que la central nuclear de Almaraz solicite alargar su vida útil por encima de los 40 años.

El diputado de En Comú Podem y portavoz de Energía, Josep Vendrell, también se ha pronunciado insistiendo que el CSN ha tomado una decisión «hecha a medida de los intereses de las grandes eléctricas», que pretenden alargar la vida útil de las nucleares «en las mejores condiciones económicas para garantizar los altos beneficios que generan dichas centrales para el oligopolio».

La unidad II de la central nuclear de Almaraz se conecta a la red eléctrica tras su parada programada

Europa Press.- La unidad II de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) se conectó nuevamente a la red eléctrica nacional, tras finalizar «satisfactoriamente» la parada programada iniciada el pasado jueves, 1 de junio, para realizar las pruebas de secuencia de operabilidad del 4º generador diésel tras el mantenimiento realizado al mismo. La conexión de la unidad a la red eléctrica ha tenido lugar a las 21.15 horas de este pasado lunes, según indicó la central nuclear de Almaraz.

Estas mismas fuentes precisan que los generadores diésel son equipos capaces de proporcionar la energía necesaria para garantizar el abastecimiento a los sistemas de seguridad de la planta en caso de pérdida de suministro exterior. Según explicaron desde la central, durante esta parada programada, la ejecución de los trabajos se ha desarrollado «con éxito y dentro de la planificación inicialmente prevista». De esta forma, se ha reanudado el actual ciclo de operación de esta unidad hasta la próxima parada para recarga de combustible, cuya ejecución está programada para el próximo mes de abril de 2018.

Silencio en la cumbre hispano-lusa

La central nuclear extremeña no fue tema de conversación entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el primer ministro de Portugal, Antonio Cósta, durante la celebración de la cumbre hispano-lusa. Así lo indicó el jefe del Ejecutivo español, que precisó que ambos países ya han hablado todo lo que tenían que hablar y que, si hay que hablar en el futuro, harán «lo mismo». Estas palabras han sido suscritas por su homólogo portugués, que ha confirmado que las diferencias quedaron solucionadas. En la misma línea, ha añadido que si se vuelven a plantear las tratarán como en el pasado.

Los Gobiernos de España y Portugal llegaron en abril a un acuerdo sobre el almacén de residuos en la central nuclear de Almaraz (Cáceres), después de que el país vecino mostrara su recelo a la construcción de un ATI en un emplazamiento cercano a su territorio y recurriera a la Comisión Europea para denunciarlo. Finalmente, se alcanzó un acuerdo amistoso en el que se incluye la consulta y evaluación conjunta.

Greenpeace pide cerrar la central

Por su parte, Greenpeace exigió a Rajoy que se comprometa a fijar el cierre de Almaraz, cuya seguridad «preocupa enormemente» a la población de Portugal. La ONG asegura que ha conocido documentos que demuestran que el Gobierno portugués conoce los planes de ampliar la vida de la planta y que el almacén nuclear no cuenta con estudios sobre su seguridad en caso de accidente. Greenpeace insta a Rajoy a que tenga «un gesto» con el primer ministro luso, Antonio Costa, y se comprometa a cerrar la instalación cercana a Portugal.

«El Gobierno portugués no debería aceptar que no hay riesgos para la seguridad sin analizar la posibilidad de un accidente grave, ni admitir este almacén nuclear sabiendo que sirve para ampliar la licencia de Almaraz», ha declarado la responsable de la campaña nuclear de Greenpeace, Raquel Montón. Montón subraya que el presidente no puede ignorar el derecho de la sociedad hispano-lusa ante la decisión de ampliar la vida de las nucleares, en lugar de obedecer a las empresas eléctricas porque las consecuencias de un posible accidente los pagarían las personas».