Greenpeace pide ”No más carbón” en Asturias y vincula la existencia de fenómenos como el huracán Irma a su quema

Europa Press.- Greenpeace señaló que el «cambio climático es el responsable de la fuerza e intensidad» del huracán Irma y que «se seguirán viendo fenómenos naturales de este tipo si se siguen quemando combustibles fósiles, especialmente carbón», por lo que han vuelto a exigir al Gobierno un calendario de cierre de las centrales que usan este recurso, como ya han hecho otros países de la Unión Europea.

En este sentido, el responsable de Cambio Climático de Greenpeace, José Luis García, ha explicado que los huracanes consiguen su «energía destructiva» del calor del océano y que, precisamente, en esa zona del Atlántico y el Caribe, el agua alcanza «hasta los 30ºC en algunas zonas. «Los huracanes son fenómenos naturales, pero la virulencia va a ser cada vez más severa», ha continuado García, al tiempo que ha señalado que «el cambio climático cuesta vidas» y que «no se debería seguir tolerando el negacionismo climático» y la «irresponsabilidad» de dirigentes políticos como Donald Trump, que ha sacado a Estados Unidos del acuerdo vinculante de París.

Según la organización, estas tormentas están extendiendo su rango espacial (Irma es el más oriental registrado) y temporal (cada vez en un intervalo mayor del año). «Hay bastantes probabilidades de que el calentamiento antropogénico en el próximo siglo conduzca a un aumento en la ocurrencia de ciclones tropicales muy intensos en algunas cuencas», han aseverado. Junto con Harvey o Irma, Greenpeace considera que se verán «más fenómenos de estas características» si se sigue quemando carbón, petróleo y gas, que «producen cantidades ingentes» de dióxido de carbono (CO2) que, por efecto invernadero, calienta el planeta y de esa manera suministra energía para la acumulación de tormentas tropicales «cada vez más poderosas».

“No más carbón” en Asturias

Por otro lado, 30 activistas de Greenpeace han dejado el mensaje No más carbón con letras gigantes en el almacén de carbón de El Musel (Gijón).Para ello, colocaron entre las montañas de carbón letras gigantes de 120 metros cuadrados que ocupaban una superficie total de más de 1,3 km2, al tiempo que los activistas llevaban pancartas con el lema Carbón es cambio climático.Según Greenpeace, el objetivo de esta acción es exigir al Gobierno que establezca un calendario para que las centrales térmicas de carbón cierren antes de 2025.

Desde Greenpeace explican que a pesar de que las energías renovables son cada vez más baratas y están listas para competir con las energías «sucias y peligrosas», la política energética de los últimos años ha bloqueado y dificultado cualquier nueva instalación de renovables y el país todavía cuenta con un total de 16 térmicas de carbón, de las cuales 9 se encuentran entre el Principado de Asturias y Castilla y León. «En 2015 estas 16 centrales fueron responsables de más de 50 millones de toneladas de CO2 (equivalente a las de 4,5 millones de coches), unas emisiones extremadamente altas para producir tan solo el 19,7% de la electricidad nacional«, argumentan.

Dependencia de Asturias del carbón

En cuanto al puerto del Musel, junto a la central térmica de carbón de Aboño, han dicho que recibe millones de toneladas de carbón de importación que entran por mar. Se almacenan y se trasladan a las térmicas de carbón que EDP, Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa tienen por la región astur-leonesa. «En especial el Principado de Asturias arrastra una dependencia de la generación con carbón muy superior al resto del país: el 63% de la electricidad se produce quemando este combustible» han explicado.

Greenpeace señala a la térmica de Aboño de la eléctrica EDP como la instalación que más cambio climático produce en España y se encuentra entre las 30 térmicas más contaminantes de Europa. La organización exige tanto a EDP, como a todas las propietarias de térmicas de carbón, que presenten un plan de cierre de sus centrales contaminantes y que aseguren una «transición justa» para las personas que trabajan de ellas.

Greenpeace sostiene que la quema del carbón, junto con el petróleo y el gas, es el mayor emisor de CO2 y su relación es directa con el incremento del calentamiento global además de «afectar gravemente» a la salud. Para Greenpeace, este es un año clave para salvar el clima, la ley de cambio climático y transición energética y las normativas energéticas que se están trabajando a nivel europeo, tienen que marcar firmemente el camino para un sistema energético «100% renovable en manos de la ciudadanía».

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *