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Bogas (Endesa) pide consenso político sobre Garoña y destaca que está «en perfecto estado de revista»

Europa Press.- El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha destacado que la central nuclear de Garoña está «en perfecto estado de revista» y que «podría seguir adelante» desde el punto de vista del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), pero ha apuntado la necesidad de llegar a un consenso con los partidos políticos. En este sentido, Bogas ha transmitido «tranquilidad» ante la situación de la central.

«Nosotros no hemos cambiado de punto de vista, creemos que las cosas hay que hacerlas de forma ordenada», subrayó Bogas. «Decía el ministro que la política energética del país no podía supeditarse solo a decisiones económicas y yo estoy de acuerdo con él», añadió. Por ello, ha apuntado que debería alcanzarse un consenso sobre cómo hacer las cosas y dejar manifestarse al Gobierno en «un tema tan importante como este».

A pesar de que Bogas ha hecho hincapié en que Garoña está en perfecto estado de funcionamiento, reconoce que abrirla o cerrarla «no influye ni cambia absolutamente nada», porque solo supone «450 megavatios nada más». En esta línea, ha afirmado que si la vida útil de las nucleares finalizase a los 40 años «habría un déficit», lo que no sucedería si cerrasen a los 50.

Respecto a la transición energética, el consejero delegado de Endesa ha señalado que para cumplir con los objetivos de renovables de la Unión Europea con vista a 2030 es necesario incrementar su potencia instalada en 30.000 megavatios. «Si eliminas las nucleares, eliminas 7.000 megavatios», ha apuntado, para justificar que no es viable sustituirlos por ciclos combinados, que no permitirían cumplir con el objetivo de emisiones cero, ni por energía renovable, que sería «físicamente imposible». «Nuestra opinión, por tanto, es que son necesarias las nucleares», añadió.

Debate en Castilla y León

Por otro lado, el grupo parlamentario popular en las Cortes de Castilla y León ha rechazado sendas enmiendas de PSOE y Podemos a través de las que se reclamaba la puesta en marcha de un plan de revitalización de la zona de influencia de la central nuclear de Garoña, en la provincia de Burgos, ante la posibilidad de cierre y que fueron votadas en contra por el PP al defender el mantenimiento de la central. En concreto, entre las iniciativas planteadas por el PSOE y defendidas por Javier Izquierdo, se encontraba una valorada en 1,7 millones de euros para la puesta en marcha de un plan de revitalización de Garoña.

No obstante el procurador del PP, Salvador Cruz, ha insistido en su postura en contra ya que, como ha recordado, los populares defienden el mantenimiento de la nuclear con el respaldo del CSN. Además, Cruz se ha preguntado qué pretende hacer el PSOE con ese dinero ya que, como ha recordado, cuando el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero anunció el cierre presentó acciones valoradas en 950 millones de euros. «Plantean ahora una inversión de 25 millones del Estado y 1,7 millones de la Junta, ese es su gran plan», se ha preguntado Cruz, quien insistió en su continuidad.

“Ustedes acabarán haciendo el ridículo”

Sin embargo, Izquierdo ha advertido a Cruz que quienes van a hacer el ridículo sobre este aspecto va a ser el PP que actúan como «cobaya» de las «eléctricas» en materia de energía nuclear. «Es muy probable que no se reabra y quien acabará en ridículo serán ustedes» ha aseverado. Asimismo, el procurador de Podemos, Félix Díez, también defendió una enmienda de su grupo en este sentido, ya que «el PP no ha puesto sobre la mesa ninguna alternativa económica».

Garoña acumula 115 millones en provisiones para su desmantelamiento mientras el Gobierno mantiene que decidirá atendiendo las alegaciones de «todos”

Europa Press.- El ministro de Energía, Álvaro Nadal, asegura que el Gobierno no ha tomado aún ninguna decisión sobre la central nuclear de Garoña (Burgos) y que no lo hará hasta conocer las opiniones y alegaciones de «todos» los interesados en la cuestión. Por su parte, Nuclenor, la sociedad participada al 50% por Endesa e Iberdrola que opera la central nuclear, acumula provisiones de 115,15 millones de euros para el predesmantelamiento tanto de la planta burgalesa como de su 2% en Trillo.

Esta cifra aparece recogida en el último informe anual de auditoría de Nuclenor, en el que la firma EY publica un párrafo de énfasis en el que llama la atención acerca de la situación de desequilibrio patrimonial en la que se encuentra la sociedad. Al referirse a la actividad de predesmantelamiento, Nuclenor recuerda que el proceso puede ser «reversible» si se produce un cambio en las circunstancias. Tras la emisión del informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para que Garoña cumpla 60 años de operación y llegue a 2031, el Ministerio tiene hasta el 8 de agosto para decidir si autoriza la continuidad de la central, momento en el que sus operadores deberán tomar una decisión al respecto.

Nuclenor declara en sus cuentas anuales de 2016 unas pérdidas de 67,15 millones de euros en 2016, lo que supone elevar un 47% los números rojos de 45,65 millones de euros del ejercicio anterior. La cifra de negocios de la sociedad ascendió a 6,5 millones de euros de euros el año pasado, frente a los 8 millones de euros de 2015. Procedió de los ingresos obtenidos por la venta de energía de la participación del 2% que tiene Nuclenor en la central nuclear de Trillo.

La sociedad presenta a cierre del año pasado un patrimonio negativo por importe de 38,35 millones de euros, un desequilibrio patrimonial que supone que se encuentra en causa de disolución. Ante esta situación, los accionistas de Nuclenor acordaron en enero una aportación adicional de 14,3 millones de euros, desembolsada en febrero. Además, en marzo el consejo de la sociedad propuso a sus accionistas la realización de una aportación adicional de 26,8 millones de euros. En todo caso, Nuclenor declara créditos concedidos a Endesa e Iberdrola cuyo saldo a cierre de 2016 asciende a 55,16 millones de euros, repartidos a partes iguales entre los dos socios.

Garoña se encuentra parada desde finales de 2012, cuando Nuclenor decidió suspender su actividad en respuesta a los impuestos eléctricos de la Ley 15/2012. En su informe, Nuclenor señala que a 31 de diciembre de 2016 la central de Garoña continúa en la situación administrativa de cese de explotación y continúan las tareas de predesmantelamiento, cuya duración aproximada es de 3 años, aunque puede ser «reversible». Para que sea «reversible», no solo se requiere el dictamen favorable del CSN para alargar su vida útil y la autorización del Ministerio de Energía, sino también el visto bueno de Endesa e Iberdrola.

El Ministerio de Energía tiene de plazo hasta agosto para tomar una decisión sobre Garoña, aunque está pendiente de abrir el plazo de alegaciones a las distintas partes. Sin embargo, la postura de los dueños de Garoña no puede estar más distanciada respecto al futuro de la central nuclear. Así, mientras que Endesa quiere esperar a conocer la postura del Gobierno, Iberdrola propuso desistir de la solicitud de renovación de la planta, que supondría el cese definitivo de la instalación.

Iberdrola defiende que en las actuales condiciones el negocio nuclear no es viable. En la junta general de accionistas, el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, que aseguró que «los impuestos y obligaciones» que afectan a las nucleares hacen que el 50% de sus ingresos se tengan que destinar a hacer frente a esas obligaciones, pidió «analizar el marco regulatorio y fiscal» en esta materia de cara al futuro.

En concreto, la filial que agrupa los intereses nucleares del grupo energético, Iberdrola Generación Nuclear, registró unas pérdidas de 309,3 millones de euros en el ejercicio 2016, con lo que acumula unos números rojos de 1.075 millones de euros desde 2013. No obstante, el ministro Nadal puso recientemente en duda que la nuclear sea un negocio en pérdidas. «Tengo la sensación de que son más rentable de lo que están diciendo, pero su obligación es decir que pierden, a ver si bajan los impuestos«, afirmó.

Sin abrir plazo de alegaciones

Por otro lado, el ministro reconoció que el Gobierno «todavía» no ha iniciado el procedimiento de audiencia pública en el que las partes interesadas puedan alegar y presentar sus comentarios sobre la cuestión. «Es una decisión que importa a mucha gente y toda la gente puede tener la oportunidad de presentar alegaciones», ha comentado Nadal, que admite que las posturas «no son coincidentes». El ministro aseveró que el Gobierno «no va a tomar una decisión» sin que se abra ese plazo, se cierre, se estudien y tomen en consideración todas esas alegaciones y sin haber escuchado «a todas las partes». 

El Gobierno propondrá un sustituto en el pleno del CSN tras la salida de Cristina Narbona, su consejera más crítica

Europa Press.- El Gobierno tendrá que proponer un sustituto en el pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) tras la salida de la exministra de Medio Ambiente Cristina Narbona, su consejera más crítica, que ha anunciado que se va a dedicar en exclusiva a presidir el PSOE.

Según establece la Ley de creación del CSN, el presidente de este organismo y los consejeros tienen que ser designados entre personas de conocida solvencia en las especialidades de seguridad nuclear, tecnología, protección radiológica y del medio ambiente, medicina, energía en general o seguridad industrial, valorándose especialmente su independencia y objetividad de criterio. Los nombra el Gobierno, a propuesta del Ministro de Energía, previa comparecencia de la persona propuesta para el cargo ante la Comisión correspondiente del Congreso. Esta cámara, a través de la Comisión competente y por acuerdo de los 3/5 de sus miembros, tiene que manifestar su aceptación o veto razonado en el plazo de un mes natural.

La normativa indica que transcurrido dicho plazo, si no hay una manifestación expresa del Congreso, se entienden aceptados los correspondientes nombramientos. El periodo de permanencia en el cargo es de 6 años, pudiendo ser designados, mediante el mismo procedimiento, como máximo para un segundo ciclo de 6 años. Los cargos no podrán ser ostentados por personas mayores de 70 años.

La exministra de Medio Ambiente del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero dejó su escaño en 2013 para formar parte del CSN. En línea con el programa político del PSOE, que defiende un calendario de cierre de las nucleares, Narbona votó en contra del dictamen favorable del CSN para la renovación de la central de Garoña (Burgos), de febrero, alegando que no cumplía en su totalidad los requisitos. Asimismo, en el último pleno, Narbona también se quedó sola al votar en contra del informe relativo a la propuesta del Gobierno para que las centrales de Almaraz (Cáceres) y Vandellós II (Tarragona) puedan retrasar su solicitud formal de renovación de la autorización de explotación hasta 2019.

Podemos ve «falta de neutralidad» en el CSN, al que acusa de estar «capturado» por el Gobierno y las eléctricas

Europa Press.- Mientras Cristina Narbona critica que el Ministerio de Energía no ha abierto aún el plazo de alegaciones para los propietarios de la central nuclear de Garoña (Burgos), cuando el plazo para decidir la reapertura de esta planta termina a principios de agosto, el grupo parlamentario de Unidos Podemos denuncia la «pérdida de independencia y neutralidad» del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que, a su juicio, está siendo «capturado por la política energética del Gobierno y los intereses del oligopolio eléctrico».

El portavoz de Energía de la formación morada, Josep Vendrell, ha señalado que esta falta de independencia se ha visto en los informes favorables a la reapertura de la central de Santa María de Garoña y a la construcción de Almacén Temporal Centralizado (ATC) y, más recientemente, en su aprobación a la orden ministerial del cambio de plazos del Gobierno para la autorización de renovación de los permisos de las plantas nucleares. «Es una subordinación y supeditación impresentable» ha insistido Vendrell, para quien el CSN necesita «un golpe de timón» y «un cambio radical» porque, a su juicio, no se puede permitir el lujo de que un regulador esté jugando con «la salud de la gente y del medio ambiente».

Para el coportavoz de Equo, Juan López de Uralde, que ha denunciado que el CSN modifica la legislación para reducir de 3 a 1 años el plazo en el que las eléctricas tienen que decidir sobre cuándo pedir la renovación de las plantas nucleares, es «uno de más de los muchos hechos que se vienen produciendo en los últimos meses» y que, en su opinión, demuestran que «el CSN está entregado a los intereses del oligopolio de la industria eléctrica«.

Vendrell también se refirió a las informaciones que señalan que el ministro de Energía, Álvaro Nadal, se plantea la intervención de las centrales nucleares y térmicas para garantizar el mix energético nacional. «Si el ministro hiciera los mismos esfuerzos en mantener el carbón y las nucleares como con las renovables, las políticas de transición energética del Gobierno serían otras», criticó.

Narbona, Garoña y el Ministerio

Por otro lado, la última labor como consejera del CSN de Cristina Narbona ha sido denunciar que el Ministerio de Energía no ha abierto aún el plazo de alegaciones para los propietarios de la central nuclear de Garoña, cuando el plazo para decidir la reapertura de esta planta termina a principios de agosto. Para la exministra socialista de Medio Ambiente, esta situación «no deja de ser sorprendente» ya que fue el propio titular del ministerio, Álvaro Nadal, quien se comprometió a abrir este plazo para escuchar a Endesa e Iberdrola el pasado mes de marzo, cuando se entregó el informe del CSN sobre este tema.

«Con mi voto en contra, el CSN hizo un informe favorable para la renovación sine die de la planta de Garoña y, a partir de ahí, el Gobierno tiene la capacidad administrativa de conceder la autorización después de que estudie las alegaciones, que parece que van a llegar en verano», ha explicado Narbona a su entrada a la Ponencia encargada de las relaciones con el CSN en el Congreso. Allí, la exministra rindió cuentas ante los diputados responsables de esta materia de las tareas que ha asumido dentro del CSN.

“Garantizar la seguridad nuclear y la protección radiológica es lo que explica una serie de votos discrepantes que desde 2013 he venido haciendo», reconoció Narbona, que ha señalado que todas sus discrepancias tienen base técnica y jurídica y está ligada a los cambios y prácticas reguladoras que se han ido dando en este periodo. «Mi tarea dentro del consejo pone como prioridad que mejoremos en cultura de seguridad interna del propio organismo, por ejemplo, mejorando la gestión de discrepancias, un tema que ha generado ruido hacia afuera del consejo», concluyó.

Narbona subraya su «absoluto desacuerdo» con cambiar el proceso de renovación de las licencias nucleares «mermando la credibilidad» del CSN

Europa Press.- La consejera del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) Cristina Narbona ha manifestado su «absoluto desacuerdo» con el visto bueno del regulador a la petición del Gobierno de reducir el plazo en el que las centrales nucleares deben solicitar la renovación de licencia, de tres años a uno antes de que expire la que tengan en vigor, ya que considera que esto «merma la credibilidad» del CSN y no supone «ninguna mejora» en la seguridad nuclear.

La consejera presentó un voto particular en el que explica las razones que la llevaron a votar en contra de este punto del orden del día, a diferencia de los otros cuatro consejeros del pleno. Así, advierte de que la decisión avalada por la mayoría supone retrasar la solicitud de renovación a una «fecha indeterminada» que depende de la elaboración y aprobación del Plan Integral de Energía y Clima y, en cualquier caso, como tope, a la de la presentación de la Revisión Periódica de Seguridad (RPS) de cada reactor.

A su juicio, la decisión no supone «ninguna causa de seguridad nuclear ni de protección radiológica» que justifique la aceptación de tal retraso por parte del pleno del regulador y, considera que, al contrario, la decisión «agrava la incertidumbre reguladora» que, según ha destacado, ya está «afectada» por la eliminación de la práctica del CSN de informar las renovaciones para un máximo de 10 años.

Narbona ha aclarado que la documentación para la renovación «sigue siendo exigible» en el plazo de 3 años porque es «el tiempo» que los técnicos necesitan para estudiarla y señalar a la central las modificaciones exigibles. De hecho, ha indicado que si esta documentación no llegase «sí habría problema» porque en un año no les daría tiempo a tener todo dispuesto, de modo que la dinámica responderá a las exigencias que hay en vigor ya que, con la nueva guía de seguridad, las revisiones periódicas de seguridad son «más exigentes«.

Sin embargo, es «la primera vez» que estos recibirán esa documentación sin una solicitud que lo acompañe, por lo que evaluarán una renovación que puede que no se pida, ni tampoco sabrán por cuánto tiempo. «Son muchas horas de trabajo de los técnicos que pueden quedar en nada». La consejera entiende que las empresas quieran conocer el marco general de política energética antes de saber si pedir la renovación o no, pero señala que eso no es competencia del regulador y lamenta que este informe favorable a la petición del Gobierno, llegue a punto de que venciera el plazo de dos centrales para presentar la renovación. «Esto es forzar los cortos tiempos del CSN», criticó.

Además, la consejera destaca que esta será «la primera vez en la historia» que los técnicos tendrán que evaluar la documentación que se requiere a las centrales nucleares, y cuyo plazo de presentación se mantiene, a instalaciones que no han pedido formalmente la renovación de su permiso de explotación y «sin conocer» si lo va a hacer y en ese caso, por cuanto tiempo. A ese respecto, cuestiona asignar los recursos humanos para evaluar la documentación sin la formal solicitud, que incluso puede no llegar a producirse, y echa en falta un informe jurídico que cubra la necesidad de asignación de estos recursos humanos y que se pronuncie sobre las implicaciones de este cambio normativo.

Por ello, aunque es obligatorio contestar a la solicitud de informe pedido por el Gobierno, recuerda que esto «no implica en absoluto que la respuesta sea positiva» y que supusiera un aval al Ejecutivo. En su lugar, considera que el regulador podría haber dicho que el cambio introducía «incertidumbres no positivas». «El Gobierno tiene que consultarlo, pero como no es un tema de seguridad en sentido estricto, no es vinculante y podía justificar el cambio en una decisión de política energética sin el aval favorable del CSN. Teníamos que contestar, pero no necesariamente diciendo que nos parece estupendo», ha lamentado.

En este contexto, opina que el CSN debería, como «organismo regulador, independiente y neutral», a contribuir a que cualquier decisión de política energética no suponga una merma en los procesos que garantizan la seguridad nuclear y la protección radiológica. Igualmente, se refiere al hecho de que la decisión se haya adoptado a punto de que el reactor nuclear de Almaraz y el de Vandellós II tuvieran que solicitar la renovación de su licencia, opinando que no es una «buena práctica» hacerlo «con un plazo tan corto, de un informe favorable, que incide de forma tan inmediata sobre la relación entre el CSN y los titulares”.

«No parece que todo ello contribuya a la credibilidad del organismo regulador ante la opinión pública, que ha tenido abundante información sobre las presiones ejercidas por las empresas para que el Gobierno, efectivamente, retrase 2 años la fecha de presentación de las solicitudes de renovación», manifiesta. Todo ello se suma, en su opinión, a una «importante serie de decisiones de la mayoría del pleno desde 2013», dirigidas a avalar «determinadas» decisiones del Gobierno, y denuncia que esto puede afectar a la percepción de la independencia y neutralidad exigibles al CSN.

Por último, Narbona se pronuncia también sobre la modificación de la normativa para eliminar de la Guía de Seguridad 1-10 la duración por un máximo de 10 años de los periodos de renovación, un asunto sobre el que la consejera también ha expuesto su rechazo y recuerda que a pesar de haberse aprobado en el pleno, ya se aplicó en febrero, sin haber pasado todos los trámites, en el informe favorable a la renovación de la licencia de explotación de la central de Garoña (Burgos).

Foro Nuclear considera «lo más sensato» reducir el plazo exigido para solicitar la renovación de la licencia de las centrales

Europa Press.- El presidente del Foro de la Industria Nuclear, Ignacio Araluce, considera que la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para reducir el plazo de antelación con que las centrales nucleares deben solicitar la renovación de su licencia de 3 a 1 año es la solución «más sensata» en el actual contexto de definición del panorama energético nacional.

Araluce lo considera así porque en este momento en España, el Gobierno y todos los sectores políticos y sociales van a debatir el futuro marco regulatorio energético, por lo que ve adecuado que las empresas nucleares puedan «posponer su decisión» de solicitar su renovación o no una vez se conozca el «marco legal» en el que se van a mover.

«Mi valoración es que la resolución es sensata. Evidentemente la resolución supone un cambio: hasta ahora para renovar la licencia se pedía el envío de la solicitud con 3 años de antelación para tener ese plazo de tiempo para el estudio de la documentación y esto iba unido después a la concesión o no del Gobierno. Ahora se permitirá hacerlo cuando ya se tenga esa aproximación del futuro energético», precisó. En cualquier caso, ha garantizado que este cambio «no supone ningún problema técnico», porque lo que se aplaza es la solicitud formal de renovación, pero no la entrega de toda la documentación necesaria para efectuar, en su caso, esa renovación por parte de los operadores.

Respecto a la central nuclear más inminentemente afectada por este cambio, Almaraz (Cáceres), confirmó que ha enviado esa documentación, por lo que el plazo para el estudio técnico se mantiene y únicamente se aplaza la petición formal de continuar. Además, Araluce, que ha ejercido 14 años como director de la planta de Cáceres, ha afirmado que la salud técnica de Almaraz en 2020, «igual que Garoña», es «excelente» porque todos sus componentes se han rejuvenecido de una «manera sustancial», igual que el conocimiento de la operación segura de la planta, que se han renovado de manera «constante» y vaticina que podría operar a largo plazo.

En este contexto ve «necesario» definir el escenario futuro, no solo el mix y la aportación de la nuclear al conjunto energético, sino también el marco legal en cuanto a la retribución a las nucleares, el conjunto de tasas e impuestos, de modo que con una reinversión constante y una operación a largo plazo se puede llegar a consensos. Araluce considera «lo normal» en un negocio en el que se prevén determinadas actuaciones que se quiera saber el marco regulador para tomar las decisiones «adecuadas».

Igualmente ha defendido que España es uno de los países «pioneros» de la energía nuclear en el mundo, lo que ha generado un sector estable, que goza de prestigio en todo el mundo, donde tiene presencia en más de 40 países y emplea a unas 27.000 personas y exporta 280 millones de euros en servicios, bienes y tecnología. Por ello, asegura que la nuclear no es una «rara avis» sino un sector «ampliamente consolidado» porque es un sector vivo y su tecnología «no es añeja».

El representante de la industria nuclear española ha insistido que la energía nuclear es «absolutamente necesaria para la estabilidad energética» nacional, ya que en 2016 se mantuvo como la primera fuente de generación, tras aportar al sistema eléctrico un 21,39%, que la hacen «imprescindible por su disponibilidad, fiabilidad y seguridad de suministro» y porque es «libre de emisiones contaminantes«. Asimismo, defiende que esto no es óbice para que otras fuentes energéticas entren en el «mix energético que todo país requiere» y, especialmente, tras el «cambio sustancial» que supone el Acuerdo del Clima de París y el paquete europeo de Clima y Energía, que son prescriptivos para todos los Estados miembro.

«Esto supone un reto impresionante. La Unión Europea ha apostado por la energía limpia, que no emita CO2, no solo en el sector eléctrico, sino en el transporte, la agricultura o el consumo, y en el sector eléctrico estamos orgullosos de ser una de las energías que contribuye de manera muy importante a mantener los objetivos para 2030«, ha subrayado.

Araluce ha indicado también que la nuclear aportó el 35,18% de las emisiones no contaminantes en España y estima que en el diseño del mix energético tendrán que entrar «con mayor» proporción las energías renovables, de las que ha dicho que «van a convivir y se van a quedar para siempre en el mix de generación sí o sí» y que no son incompatibles, sino «complementarias» con la generación nuclear.

El representante nuclear ha recordado que los compromisos adquiridos por España exigen rebajar un 60% las emisiones en el sector eléctrico y ha advertido de que esto significa que 60 terawatios hora de generación eléctrica tendrán que ser sustituidas desde las térmicas emisoras a renovables en 2030, lo que supone duplicar las renovables actuales teniendo en cuenta la nuclear, o bien, triplicar la aportación renovable si se apuesta por no contar con la energía atómica.

«Este es un reto gigantesco», opina Araluce, que vaticina que el ritmo de aumento renovable deberá mantenerse «muchos años» hasta que en 2030 se pueda lograr esa reducción del 60% manteniendo la nuclear. A su juicio, sería «imposible de comprender» cómo podría hacerse en tan poco tiempo si se opta por prescindir de la atómica, por lo que no ve posible su desaparición de aquí a 2030, sin contar con su contribución como energía de base y estable. En la actualidad, la nuclear aporta 8.000 horas anuales de generación sin CO2 frente a las 3.000 horas de la eólica y las 2.300 de la solar.

Para esta «necesaria» viabilidad cree que es una «barbaridad» el marco fiscal de impuestos que soporta la industria y que se lleva entre el 42% y el 50% de sus ingresos, por lo que ha reclamado una «modificación» de estas tasas, así como de su retribución para «hacer viables las cuentas de la energía». Precisamente, esta búsqueda de la viabilidad económica estaría en el quid de la decisión respecto a la continuidad de Garoña (Burgos), cuyos ratios de funcionamiento ha definido de «excelentes» y ha hecho inversiones gigantescas de modernización, por lo que su operación posterior es segura», ha elogiado.

Foro Nuclear descarta problemas técnicos al reducirse el plazo para que las centrales nucleares pidan renovar su licencia

Europa Press.- El presidente del Foro de la Industria Nuclear, Ignacio Araluce, asegura que el recorte del plazo para que las centrales nucleares soliciten autorización de su licencia de explotación, punto informado favorablemente por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) tras la petición del Ministerio de Energía para acortar a prácticamente un año de antelación el plazo para solicitar la renovación, no supondría «problema» sobre la documentación técnica a evaluar porque las centrales podrían facilitar toda la documentación en tiempo y forma.

Araluce recordaba que las centrales de Almaraz y Vandellós II estaban próximas a que termine su plazo para solicitar la renovación de su licencia en un momento en que las empresas eléctricas, por los costes y la viabilidad, no tienen una postura unánime en el seno de los consejos de administración. Así, reconocía que hay «una intención de los operadores», aunque «puede que no de todos», de que ese plazo de solicitud se recorte de 3 años, según la normativa actual, a «solamente un año» para dar tiempo «a todas las partes» de discutir el marco en el que se deben mover las centrales nucleares.

En todo caso, asegura que eso «no se ha concretado en el seno de los operadores en una petición formal al Gobierno porque la táctica de los propietarios difiere» y, esto puede llevar a que con las fechas actuales y si no se cambiaba la ley pudiera llegar la fecha del8 de junio o 26 de julio respectivamente sin que Almaraz o Vandellós II soliciten su continuidad. «No sé qué ocurrirá porque no hay una postura conjunta en el seno del operador Almaraz-Trillo y no hay decisión», ha admitido.

Araluce subraya que la energía nuclear en España «está sometida a tributos e impuestos excesivos» que en este momento alcanzan un poco más del 40% de la facturación y, por eso, en algunos casos, depende de la empresa y la central nuclear, algunas plantas «están en un momento deficitario». «Abogamos por que, como la nuclear es necesaria para la no emisión de CO2, hay que buscar un marco general regulatorio en el que se discutan los ingresos de generación y cuáles son los tributos para que sea rentable en el futuro», ha manifestado Araluce, que fue elegido en marzo presidente del Foro de la Industria Nuclear. «Estamos luchando por hacer viable la energía nuclear», aseveró.

A su juicio, el momento nuclear actual es «complicado y diferente a lo vivido anteriormente» pero confía en que «la energía nuclear es fundamental en los próximos años para España y en este momento de transición energética». Araluce, que llega a España tras una dilatada experiencia en el sector nuclear en Europa, afirma que la concepción del sector «no es excluyente» porque considera que todas las fuentes de energía son necesarias, sobre todo en la transición energética hacia una energía baja en carbono. Sobre las nuevas subastas de energías renovables celebra su «meritorio gran éxito» porque son necesarias también para cumplir el Acuerdo del Clima de París, pero reivindica la capacidad de la energía atómica de dar estabilidad al sistema.

“Diferencias” entre operadores de Garoña

El representante de la industria nuclear ha abordado también la situación de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), en la que las empresas que componen su accionariado, Iberdrola y Endesa al 50%, tienen «diferencias» sobre la viabilidad de la continuidad de la planta, aunque Iberdrola «ha sido más explícita» y sería más partidaria de no volver a operar la planta. Así, ha resumido que el presidente de Iberdrola anunció que «si no se cambian las reglas Garoña no es viable y no le interesa seguir, mientras que el otro propietario, Endesa, quiere esperar a la apuesta del Gobierno para tomar una decisión».

En todo caso, Araluce ha garantizado que Garoña «goza de una salud excelente para seguir operando durante bastantes años» y ha subrayado que esto fue «ratificado por el CSN desde el punto de vista técnico» por lo que «no es cierto que esté vieja porque todos sus componentes han sido renovados». Pese a ello, asegura desconocer su futuro porque falta la decisión del Ejecutivo y hay diferencias entre sus propietarios.

Respecto a la demora en la construcción del almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares en Villar de Cañas (Cuenca), indicó que este sistema de gestión de los residuos no es «como inventar la pólvora», porque es la apuesta más generalizada en todo el mundo, y ha lamentado los «condicionantes» que están trabando su desarrollo, como los recursos interpuestos por la Junta de Castilla-La Mancha o la licencia municipal. «Estoy absolutamente convencido de que estas trabas se van a solucionar y que el ATC, seguirá adelante y se construirá, porque es la solución más racional», subrayó. Respecto a la conveniencia de cambiar el proyecto de ubicación, Araluce no cree que sea la mejor opción: “Yo no empezaría de cero», indicó.

Por último, el nuevo presidente del Foro Nuclear resaltó que la energía nuclear aportó en 2016 un 21,39% al sector eléctrico español, siendo la fuente de energía «líder» a nivel nacional. «La nuclear sigue siendo una fuente de energía limpia, fiable, estable, predecible que da mucha solidez al sistema eléctrico y que contribuye a cumplir los acuerdos de cambio climático», concluyó Araluce, que califica de «excelente» su funcionamiento. Por ello, considera que el cierre de las centrales nucleares en España serían un «varapalo tremendo», no solo para sus propietarios sino para el país. «La energía es un sector estratégico. Ni siquiera contemplo y no quiero imaginar este extremo. Sería una locura en el corto y medio plazo en España», sentenció.

Podemos pide que no se renueven las licencias de las centrales nucleares para lograr su cierre en España en 2024

Europa Press.- Unidos Podemos exigió al Gobierno en el Congreso que no prorrogue las licencias de las centrales nucleares con el objetivo de que esta fuente energética desaparezca en 2024, año en el que expira el último permiso de una planta española.

«Es una energía peligrosa y cara que, además, no tiene internalizados los costes, por lo que, al final, terminamos pagando entre todos los beneficios de las eléctricas«, ha denunciado el secretario de Relación con la Sociedad Civil y Movimientos Sociales de la formación morada, Rafael Mayoral, quien ha asegurado que es «inadmisible» que estas centrales puedan continuar funcionando «más allá de los permisos que tienen».

Mayoral compartió esta propuesta con representantes del Movimiento Ibérico Antinuclear, que engloba a 80 asociaciones españolas y portuguesas, con quienes se reunió. El coordinador de esta organización, Paco Castejón, destacó el «momento importantísimo» en el que se encuentra actualmente el futuro de las nucleares, ya que éstas son las que «marcan el modelo energético» del país. «Entre esta legislatura y en la siguiente expiran todos los permisos de las nucleares y se tienen que tomar las decisiones sobre prorrogar o no estos permisos», auguró Castejón.

Actualmente, el Ejecutivo se encuentra dentro del plazo de 6 meses para decidir si reabre la planta de Santa María de Garoña (Burgos). Castejón señala que si deciden prorrogar la licencia se hará por, al menos, 10 años, lo que permitirá llegar a la central hasta la cincuentena. Además, Garoña será el modelo a seguir con el resto de centrales.

«Si se produce este paso, al cabo de 10 años se prorrogarán otros 10, que es la pretensión de la industria nuclear», augura el ecologista. En este sentido, Castejón ha señalado que «las nucleares no son compatibles con un desarrollo masivo de energía renovable», porque éstas son intermitentes, mientras que las nucleares no se pueden regular. Es decir, si entraran de golpe 3.000 megavatios de eólica, no se podrían apagar de golpe 3.000 megavatios de nucleares, porque tarda un día.

Un bidón cae al suelo en Garoña y vierte 3 litros de agua radiactiva aunque no excede los límites permitidos

Un contenedor con un bidón con agua radiactiva que estaba siendo transportado en un contenedor extraído del Almacén Transitorio de Residuos y Bidones (ATR) en la central nuclear de Garoña (Burgos) cayó al suelo de forma accidental de una altura de tres metros y se vertieron unos tres litros de agua radiactiva, según recogió el acta de inspección trimestral del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que, sin embargo señala que no superó los niveles permitidos.

La incidencia, no notificable, se produjo el 24 de marzo, cuando un contenedor transportaba en su interior un bidón extraído sin tapa al que se colocó un cierre provisional de aluminio. El aro metálico que sujetaba la tapa del contenedor se rompió y cayó al suelo desde unos tres metros de altura. La tapa quedó suspendida de la pinza y, al caer el contenedor, la tapa de aluminio que llevaba en su interior cedió y desparramó unos 3 litros de residuo del contenido del bidón.

Según refleja el acta de inspección trimestral de la planta burgalesa, el titular «inmediatamente» cubrió con plástico la zona del derrame e instaló un recinto cerrado con plásticos para que se pudiera recuperar el vertido en su interior. El vertido se recuperó ese mismo día, para lo que los operarios retiraron unos 2 o 3 centímetros del asfalto afectado. Según han indicado fuentes del CSN, de acuerdo con la normativa vigente este suceso «no es notificable» porque se produjo en una zona de la central clasificada radiológicamente cuyos límites de dosis están establecidos y, en este caso, no se superaron.

No obstante, señalan que el regulador pidió al titular un análisis de «notificabilidad» del incidente radiológico. Según la IS-10 donde se recogen los criterios de notificación de las centrales, no se superaron los límites de dosis establecidos en una zona radiológica, por lo que no fue notificable. De acuerdo con el acta firmada por el inspector residente, atendiendo a criterios de contaminación superficial, la zona estaba por debajo de 0,4 Bequerelios por centímetro cuadrado y, tras recoger el vertido se optó por retirar la capa superficial de asfalto para recuperar los valores iniciales y esto se hizo en menos de 12 horas. Si se hubiera superado este plazo sí habrían tenido que notificarlo al regulador.

Fallo en pestillo del contenedor

Del mismo modo, no se detectó contaminación fuera de este área cubierta con plásticos, por lo que los técnicos no establecieron medidas ambientales ya que se habían recuperado los niveles normales. En este contexto, el titular analizó las causas del suceso y advirtió que la pinza eléctrica estaba funcionando con tres pestillos operativos de los cuatro que posee y que precisamente la holgura entre el pestillo y el aro metálico es suficiente para que con tres pestillos se sostenga el contenedor. Sin embargo, sin el aro, el contenedor se desprende. Por ello, el inspector del CSN estipuló que antes de utilizar las pinzas se compruebe el correcto funcionamiento de sus pestillos y, en caso contrario, que se prohíba su utilización.

En la descripción de lo ocurrido, se analizaron las posibles consecuencias radiológicas de que se liberase un 10% del contenido del bidón y también de si se hubiera volcado por completo el bidón: supondría una dosis efectiva al público muy inferior a la restricción operacional para el conjunto del año. Aunque en el análisis de notificabilidad realizado por Nuclenor, al principio se limitaba a uno de los criterios de la Instrucción de Seguridad, se solicitó al titular que se considerara adicionalmente la posible aplicabilidad de cualquier liberación, parcial o total y se determinó que en todo caso habría sido inferior a los niveles permitidos y por debajo de 1 microsievert, que constituye el límite del criterio para notificar al CSN.

En todo caso, el inspector subraya que en este incidente se produjo un retraso en la comunicación a la sala de control de lo ocurrido y advierte de que esto sí podría ser importante en los casos en los que el titular sí debe informar «prontamente» al jefe de turno y al inspector residente en el informe de incidencia menor.

La nuclear de Garoña realiza su simulacro anual simulando un terremoto que la dejaría sin suministro de electricidad

Europa Press.- La central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) realizó su ejercicio de simulacro anual en el que ha simulado un terremoto que ha afectado a la planta, que se ha quedado sin suministro eléctrico externo ni suministro interno de emergencia.

El simulacro es preceptivo, según los requerimientos que establece el Plan de Emergencia Interior. En el ejercicio han participado la Organización de Respuesta ante Emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y del Centro de Coordinación Operativa (CECOP) de la Subdelegación del Gobierno en Burgos. El CSN ha seguido el estado de la planta y las actuaciones del titular para recuperar las condiciones de seguridad y se mantuvo en contacto con la Subdelegación del Gobierno en Burgos para recomendar las correspondientes medidas de protección radiológica.

El simulacro comenzó cuando el titular ha declarado el estado de alerta de emergencia que se produjo a consecuencia de un terremoto que afectó tanto al suministro eléctrico exterior como al interior de emergencia. El seísmo provocó simuladamente daños en 5 elementos combustibles que estaban almacenados en la piscina, una fuga en la piscina que ha provocado un descenso del nivel de agua y un aumento de los valores de radiactividad en el interior de la instalación. Sin embargo, las dosis en el exterior de la zona bajo control del titular de la central han estado «en todo momento» por debajo de los límites establecidos.

Igualmente, se ha simulado que dos trabajadores han resultado heridos y contaminados externamente cuando estaban llevando a cabo labores de recuperación de la planta por lo que han sido atendidos y descontaminados en los servicios médicos del emplazamiento. Por su parte, el CSN ha recomendado al CECOP que estableciese el control de los accesos en el exterior de la central nuclear y la activación del Plan de Emergencia Nuclear de Burgos (PENBU). De haberse producido, un suceso de estas características habría sido clasificado con nivel 2 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES), lo que significa incidente.