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La AIE propone más renovables y más eficiencia energética para limitar el calentamiento global a 2ºC

EFE.- Según el economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, el sector privado de la energía, especialmente del ámbito de los hidrocarburos, «debe hacer más» para ayudar a alcanzar el objetivo de limitar a 2ºC sobre los niveles preindustriales el calentamiento del planeta. En este sentido, más eficiencia energética e inversión en energías renovables junto a la eliminación de los subsidios al combustible fósil son medidas clave para conseguirlo, según indicó la AIE en su informe Energía y Cambio Climático.

De todas las emisiones de gases nocivos a la atmósfera, el sector energético es responsable de más de dos tercios, por delante de la agricultura o el transporte, por lo que «cualquier acuerdo que se tome en París debe tener al sector energético en el centro de las consideraciones», advirtió Birol, partiendo del informe con el que la AIE pretende contribuir al debate ante la cumbre de la ONU sobre cambio climático (COP21) que se celebrará en París en diciembre.

La AIE, que analiza el contexto energético para sus 29 países miembros, examinó los compromisos o las intenciones de lucha contra el cambio climático anunciados por los invitados a París y concluye que, aunque hay «señales esperanzadoras», sobre todo de Estados Unidos, la Unión Europea o China, «no serán suficientes» para frenar el calentamiento a su ritmo actual. La AIE advierte de que si no se toman medidas más decisivas a partir de 2030, la temperatura global podría aumentar de media 2,6ºC para 2100 y unos 3,5ºC en 2200. Como principal recomendación a los países, el organismo fija como primera meta que las emisiones de CO2 lleguen a su tope en 2020 y empiecen a bajar después de esa fecha.

Crecimiento económico desligado de emisiones

Uno de los signos positivos constatados por la AIE es que el crecimiento económico global se está desligando del aumento de las emisiones nocivas de gases invernadero. Según la AIE, la economía global creció alrededor de un 3% en 2014 y, sin embargo, las emisiones de dióxido de carbono originadas por el sector energético se mantuvieron planas, «por primera vez en 40 años fuera de una crisis económica», apunta. Por ello, en el documento Energía y cambio climático, el organismo insta a incrementar esa desconexión para conseguir el objetivo de limitar el calentamiento del planeta.

La intensidad energética de la economía global, cuyo crecimiento ha estado ligado históricamente a un incremento de la contaminación atmosférica, se redujo en un 2,3% el año pasado, más del doble que el ritmo medio de descenso registrado en la última década, en parte gracias a la mayor eficiencia energética de China. Además, se añade en el informe, casi la mitad de las nuevas fuentes de generación de energía fueron renovables en 2014, lo que confirma la lenta y gradual transición hacia un sistema energético más sostenible. Con todo, según la AIE, los países «deben hacer mucho más» y «ser muy ambiciosos» en la reducción de emisiones que cada uno se impone de cara a la próxima cumbre de París.

Pide más al sector privado

A juicio de Birol, el sector privado de la energía «debe hacer más» para ayudar a alcanzar el objetivo de limitar a 2ºC el calentamiento del planeta. Según argumentó, a diferencia de los gobiernos, «cuyo compromiso con el cambio climático crece», muchas empresas energéticas, como de extracción de petróleo y gas, «no están tomando medidas» para encaminarse hacia un mundo menos contaminante, declaró. «Quiero decirles que, si creen que las políticas oficiales sobre cambio climático no les afectarán, están cometiendo un gravísimo error en sus estrategias corporativas y lo notarán en sus beneficios«, afirmó Birol. Al ignorar la necesidad de buscar fuentes de energía sostenibles, «invertirán de manera equivocada o perderán oportunidades de negocio«, advirtió.

Según dijo, en la Cumbre de París los Estados miembros de la ONU se plantean convertir en obligación legal las metas de reducción de emisiones, lo que tendría efectos «directos» en el sector privado y en concreto para la explotación de combustibles fósiles, señaló. La AIE plantea que el compromiso de reducción de emisiones de cada país se revise cada cinco años y que se consensue un porcentaje que refleje lo que se debe recortar globalmente para no superar esos 2ºC, así como universalizar un sistema para contabilizar los avances.

Finalmente, Birol señaló como un «problema» los subsidios por unos 500.000 millones de dólares que se conceden al combustible fósil en países de África, Asia y sobre todo Oriente Medio. «Los gobiernos dicen que es para proteger a los pobres, pero solo un 8% de estos subsidios va a gente con pocos recursos, el resto va a personas con ingresos medios o altos», asegura el economista. «Con los subsidios, que deben mantenerse para los más pobres, se incentiva la polución y el despilfarro energético», mantiene. Además, el economista destacó que en países productores de crudo como Arabia Saudí «se están viendo progresos«. Por ejemplo, este país «desarrolla un gran programa de energía solar», mientras que Abu Dhabi «invierte en renovables».

Shell, BP, Total, BG, Statoil y Eni piden que se fije un precio a las emisiones de CO2

Europa Press / EFE.- 6 de las principales compañías petroleras y gasistas europeas, las británicas Royal Dutch Shell, BP, BG Group, la francesa Total, la noruega Statoil y la italiana Eni, reclamaron la instauración de mecanismos para la fijación de precios a las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principales causantes del calentamiento climático, de cara a la Cumbre sobre el Clima que tendrá lugar en París a finales de año.

Las compañías recordaron que según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la tendencia actual de la contaminación causada por los gases de efecto invernadero causaría un calentamiento del planeta superior a dos grados, con daños irreversibles. En ese contexto, los responsables ejecutivos de estos seis gigantes del sector de la energía dijeron estar dispuestos a afrontar ese reto, y a se mostraron convencidos de que dar un precio al CO2 permitirá evitar las opciones más contaminantes.

Estas compañías, que realizaron esta petición ante los Estados y la ONU, muestran su «firme convicción» de que la fijación de un precio a la emisión de dióxido de carbono permitirá «apartar opciones más emisoras y dará la visibilidad necesaria para estimular la inversión en tecnologías de baja emisión de carbono y los recursos pertinentes al ritmo adecuado«. Así, las petroleras piden a los Estados la creación de marcos reguladores «transparentes, estables y ambiciosos» con el fin de armonizar los diferentes mecanismos nacionales con el objetivo de minimizar «incertidumbres y promover mecanismos más eficaces económicamente para reducir las emisiones de carbono en todo el mundo».

Los consejeros delegados de los seis grupos se dirigieron a la Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y al presidente de la Cumbre sobre el cambio climático de París, subrayan que el sector se enfrenta «a una ecuación compleja: responder a una demanda creciente de energía menos emisora de CO2«. En este sentido, hicieron notar «la amplitud del desafío», pero también «la importancia de la energía para el bienestar de las poblaciones mundiales«.

La Sociedad Nuclear Española reclama la utilidad de la energía nuclear para luchar contra el cambio climático en el mundo

Europa Press.- El presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), José Ramón Torralbo, firmó la iniciativa La energía nuclear y el cambio climático (Nuclear for climate declaration) que reivindica a nivel internacional esta energía como parte de la solución al cambio climático.

La firma del acuerdo se celebró durante el Congreso Internacional de Reactores Avanzados (ICAPP, por sus siglas en inglés) que se celebró en Niza (Francia) y en el que participaron expertos en tecnología y energía nuclear de todo el mundo. El pacto fue suscrito también por otras 38 asociaciones nucleares más de todos los países entre los que figuran Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea, Argentina, Rusia, Bélgica, Suecia, Suiza, Finlandia, Francia, Holanda, además de España.

Según indicó la SNE, el congreso contribuyó a ratificar el compromiso de estas organizaciones en materia de lucha contra el cambio climático y para reconocer la energía nuclear como parte de la solución, al ser una fuente energética que no emite CO2. «Nosotros creemos que la energía nuclear es una parte clave de la solución en la lucha contra el cambio climático», reivindica la declaración.

En este ámbito, anunciaron que otro de los objetivos del pacto es solicitar que en la Cumbre del Clima que se celebrará a finales de este año en París, se establezcan los protocolos para reconocer a la energía nuclear como una opción energética baja en emisiones. Durante este congreso, ICAPP de reactores avanzados, se destacó en las diversas sesiones desarrolladas, las medidas adoptadas y condiciones exigidas por los nuevos países que inician la construcción de centrales nucleares tales como Emiratos Árabes, Turquía y Arabia Saudí, asegurando que tanto los proyectos como su posterior operación se realicen con todas las garantías.

WWF denuncia que el repunte del carbón fomenta el aumento del 55% de las emisiones de CO2 en España

Europa Press.- La organización WWF ha denunciado que la apuesta «a contracorriente» del Gobierno por las energías «más contaminantes» y el aumento de la quema del carbón ha provocado un aumento del 55,52 por ciento de las emisiones totales de CO2, que es uno de los factores principales que provoca el cambio climático.

Así, según el Observatorio de la Electricidad de Abril de 2015 de WWF, la producción renovable ha caído un 31,51 por ciento respecto al año anterior por lo que reclama un marco regulatorio «más favorable» para aumentar la generación renovable y disminuir los precios de la electricidad.

La técnico de energía del Programa de Clima y Energía de WWF España, Raquel García Monzón, ha lamentado que mientras el mundo entero aumenta la generación renovable, España va «contracorriente» y sigue apostando por las energías «más contaminantes» como el carbón, que aumentan las emisiones totales de CO2 en España, alejando al país del cumplimiento de los compromisos climáticos para 2020.

«El cambio climático es una realidad y debemos afrontar el reto de combatirlo mediante políticas de mitigación de las emisiones de CO2, a través de un cambio de modelo energético más sostenible, basado en la generación renovable, el ahorro y la eficiencia energética», ha insistido.

En este sentido, ha recordado que 2015 es «clave» en los acuerdos internacionales de cambio climático, ya que en diciembre se celebra la COP 21 en París, se aspira a llegar a un acuerdo internacional que aleje al mundo «de los peores impactos del cambio climático, donde España y el Mediterráneo se verán gravemente afectados».

Durante el mes de abril, las emisiones de dióxido de azufre (SO2) han sido de 0,406 gramos por Kwh producido y 0,280 gramos por Kwh producido de óxidos de nitrógeno (NOx). Según WWF esto supone un aumento «muy considerable» respecto a las cifras registradas el mismo mes de 2014 (0,157 gr SO2 y 0,115 gr NOX, respectivamente), debido principalmente al considerable aumento de la generación eléctrica con la quema de carbón en las centrales térmicas, que ha pasado de una generación del 6 por ciento en abril de 2014 a una generación del 15,6 por ciento en abril de 2015.

Mientras, las emisiones medias de CO2 fueron de 181 kg de CO2 por MWh generado, un dato también «considerablemente superior» al valor medio registrado el mismo mes de abril de 2014 (80 kg/MWh).

En abril de 2015 las emisiones totales de CO2 registradas han alcanzado los 3.649.160 toneladas de CO2, lo que representa un 55,52% más que las 1.623.160 toneladas de CO2 del mismo periodo en 2014.

En cuanto al balance eléctrico peninsular del cuarto mes de 2015, señala que el 24,3 por ciento de la demanda fue cubierto por energía nuclear; seguido del 19,6 por ciento de cobertura por eólica; 15,6 por ciento por centrales térmicas de carbón; el 11,7 por ciento de energía hidráulica y el 8,4 por ciento generado con ciclos combinados de gas natural.

Además, según datos de Red Eléctrica de España recogidos por WWF, la producción de energía de origen renovable en abril supuso un 40 por ciento del total, con 7.981 GWh (esto incluye la gran hidraúlica y el resto de renovables). La cifra supone un importante decenso, del 31,51 por ciento respecto al mismo mes de 2014, cuando se generaron 10.496 GWh.

En concreto, la eólica se sitúa este mes en segundo lugar de la cesta energética nacional, por detrás de la energía nuclear. La eólica generó 3.947 GWh lo que supone una contribución del 19,6%, prácticamente igual respecto al dato registrado en el mes de abril de 2014 en el que se generaron con eólica 4.013 GWh (un 19,7%).

Por su parte, la energía térmica no renovable (es decir, cogeneración y resto) ha generado en abril 2015 unos 2.121 GWh (10,5%), con energía mini-hidráulica se han generado 570 GWh (2,8%), con energía térmica renovable se han generado 312 GWh (1,5%), con energía solar fotovoltaica se han generado 745 GWh (3,7%), y con energía solar térmica se han generado 373 GWh (1,9%).

La Unión Europea aprueba una reforma para estabilizar el mercado de emisiones de CO2

Europa Press.- Los negociadores de la Eurocámara y de los 28 Gobiernos comunitarios alcanzaron un acuerdo final sobre la reforma para estabilizar el sistema de comercio de emisiones de CO2, el principal instrumento de la Unión Europea en la lucha contra el cambio climático, y evitar que siga cayendo el precio del carbono.

Desde el 2009, en parte debido a la crisis económica, se acumuló en el sistema un superávit de permisos de emisión que alcanzó aproximadamente los 2.100 millones de permisos en 2013, a lo que ha contribuido significativamente el precio del petróleo. Es más, se espera que persista un superávit estructural en el sistema hasta el año 2020 y más allá. Para corregir el actual desequilibrio en el mercado y evitar problemas similares en el futuro, la reforma prevé retirar automáticamente del mercado un porcentaje de permisos de emisión que se situarán en una reserva de estabilidad, si el número total de permisos supera un determinado umbral. En el caso contrario, los permisos volverán al mercado.

Según el acuerdo alcanzado entre el Parlamento Europeo y los Gobiernos, que aún debe ser ratificado, esta reserva de estabilidad empezará a funcionar el 1 de enero de 2019. Los 900 millones de permisos de emisión, cuya subasta se retrasó de los años 2014 a 2016, se situarán en esta reserva hasta 2019-2020. Los permisos no adjudicados se transferirán directamente a la reserva de mercado y su uso futuro se considerará en el contexto de la revisión más amplia del sistema de comercio de emisiones. Esta revisión tendrá en cuenta el problema de la fuga de empresas a países con reglas medioambientales menos estrictas que la Unión Europea y las cuestiones relacionadas con la competitividad, el empleo y el PIB.

Científicos europeos proponen certificar calderas y limitar el tráfico contra la contaminación atmosférica

Los científicos señalan que la contaminación por partículas en suspensión es uno de los mayores problemas ambientales, ya que pueden ser inhaladas por las personas y se estima que agravan «muchas enfermedades pulmonares y cardiovasculares».

Las propuestas para mitigar la contaminación en ciudades del sur de Europa parten de científicos de siete instituciones científicas europeas y han sido enviadas a distintas administraciones estatales y regionales después de un trabajo de tres años.

El del CSIC en el Instituto de Diagnostico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) y coordinador de Airuse Life+, Xavier Querol, ha señalado que este tipo de contaminación tiene condiciones y fuentes de emisión particulares que son mas relevantes en el sur que en el norte de Europa.

«El hecho de que la lluvia sea menos abundante en el las ciudades del sur hace que la atmósfera no se limpie y las partículas estén continuamente en suspensión», ha comentado el investigador.

Además, ha precisado que entre las fuentes de emisión que provocan la contaminación ambiental se encuentran las emisiones del trafico rodado, las industrias, los barcos, el polvo de las obras, el polvo africano, el domestico y el de los parques (que son a menudo de tierra, frente a los parques con hierba de los países nórdicos). Según apuntan los investigadores, otra fuente de partículas que esta aumentando es la quema de biomasa.

En concreto, recomienda trasladar a las autoridades certificar las estufas, calderas de biomasa y pellets (un tipo de combustible granulado alargado y prensado a base de madera) que se comercializan.

«Es clave su regulación ya que algunos de los pellets que se están utilizando, como los de madera reciclada, arrojan niveles muy importantes de contaminantes y actualmente no hay ninguna certificación en los países del sur de Europa«, ha subrayado.

Asimismo, se refieren al riego de las calles tres o cuatro horas antes de la hora punta del tráfico para reducir las resuspensión de las partículas, el uso de nanopolímeros para evitar la creación de polvo en parques de tierra, la implantación de zonas de baja emisión en las ciudades a las que se prohíba la entrada de los vehículos más antiguos que consumen diésel y medidas para favorecer la entrada de coches eléctricos, entre otras.

El CSIC señala que estas recomendaciones se han remitido en España al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, al Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña y a los ayuntamientos de Barcelona y Madrid.

Los científicos han revisado las medidas que se aplican en las ciudades del norte y el sur de Europa para comprobar su eficacia. Así han llegado a la conclusión, por ejemplo, de que Alemania es uno de los pocos sitios donde la implantación de zonas de baja emisión ha sido efectiva.

Este proyecto se enmarca en el programa Life+ de la Unión Europea, que financia proyectos que contribuyen al desarrollo en materia medioambiental.

Junto al personal del CSIC han participado investigadores del Centro Nacional para la Investigación Demokritos (Grecia); la Universidad de Aveiro (Portugal), la Universidad de Estudios de Florencia (Italia); el Instituto de Tecnología Cerámica, de la Universitat Jaume I de Castellón; la Universidad de Birminghan (Reino Unido); y de la Agencia Regional para la Protección del Medio Ambiente de Lombardia (Italia).

La demanda de electricidad aumenta un 0,3% en abril

Estos datos, aportados por Red Eléctrica de España (REE), vienen acompañados de un incremento similar, del 0,3%, en la demanda bruta, que ascendió en abril a 18.828 gigavatios hora (GWh).

En los cuatro primeros meses del año, corregidos los efectos del calendario y las temperaturas, el consumo fue un 1,2% superior al del mismo periodo del ejercicio anterior.

La demanda eléctrica bruta entre enero y abril ascendió a 83.661 GWh, lo que supone un incremento del 1,9% con respecto a la registrada en el mismo periodo del ejercicio anterior.

La producción de origen eólico alcanzó en abril los 3.948 GWh, valor ligeramente superior al mismo periodo del año pasado, y supuso el 20,4% de la producción total .

En el mes de abril, la generación procedente de fuentes de energía renovable representó el 41,3% de la producción, al tiempo que el 63,9% de la producción eléctrica del mes procedió de tecnologías que no emiten CO2.

En abril, la nuclear fue la principal fuente de generación, con un 24,2% del total, frente al 20,4% de la eólica, el 15,2% del carbón, el 13,5% de la hidráulica, el 8,4% del carbón y el 3,9% de la fotovoltaica.

La UE aprueba limitar al 7% los biocarburantes elaborados a partir de cultivos de origen alimentario

El objetivo de esta directiva, que entrará en vigor en 2017, es iniciar la transición desde los biocarburantes tradicionales (producidos a partir de azúcar, almidón o aceites vegetales) a los de segunda generación (que se fabrican con residuos o algas), que permiten una mayor reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

De hecho, la directiva obliga a los Estados miembros a fijar, como muy tarde 18 meses después de su entrada en vigor, un objetivo nacional de uso de biocarburantes de segunda generación en el sector del transporte.

Con esta norma, la UE responde además a las críticas a su política de renovables por contribuir a la subida de los precios de los alimentos y a la deforestación. Bruselas admite que la producción de biocombustibles en terreno agrícola provoca una «reacción en cadena», ya que como siempre hay demanda de alimentos, algunos agricultores buscan nuevas tierras, lo que puede conducir a la deforestación y a un aumento de emisiones de CO2, que contrarresta los efectos positivos de los biocombustibles.

«Estos combustibles hacen más daño que bien al clima y las personas. La Unión Europea por fin empieza a frenar los agrocombustibles y reconoce frente al resto del mundo que no son una solución al cambio climático», ha dicho el portavoz de Amigos de la Tierra, Alejandro González, en un comunicado.

«Esta decisión pone fin a una década de debates sobre el impacto de los agrocombustibles, que han ocasionado hambre, aumento en el precio de los alimentos y acaparamiento de tierras», ha señalado González, que ha lanzado un llamamiento a los países de la UE para que pongan fin por completo a la producción de biocombustibles a partir de cultivos alimentarios.

La Eurocámara aprueba normas que exigen a armadores controlar emisiones de C02 de sus barcos

El pleno de la Eurocámara ha aprobado este martes la nueva normativa que introduce un sistema europeo para vigilar, notificar y verificar las emisiones de CO2 de los barcos de más de 5.000 toneladas y que es visto como un primer paso para que el sector contribuya a reducirlas.

Las normas, que se comenzarán a aplicar desde 2018, exigirán a los propietarios de barcos que utilizan los puertos de la UE a vigilar y notificar cada año las emisiones de C02 en el marco de viajes desde, hacia y entre puertos europeos, con independencia del país en el que están registrados.

La eficiencia de los barcos, que se medirá en relación la carga transportada, deberá ser notificada en todas las categorías de barcos, según la nueva normativa, que introduce además reglas específicas para cada una de ellas.

A los armadores cuyos barcos cumplan las normas sobre la notificación de emisiones recibirán un documento que así lo acredita tras una verificación independiente.

El barco deberá llevar dicho documento a bordo y éste podrá ser objeto de inspecciones por los Estados miembro, que deberán establecer penas para infracciones.

Los barcos de pesca o procesamiento, los buques militares o auxiliares, así como los barcos gubernamentales empleados por motivos no comerciales estarán exentos de las normas, al igual que los buques de madera primitivos y los buques carentes de propulsión mecánica.

«Lo que estamos viendo hoy es un primer paso para reducir las emisiones. La legislación es aplicable a todos los barcos que utilizan los puertos europeos y será una oportunidad para influir en las negociaciones en el seno de la Organización Marítima Internacional. Necesitamos garantizar que se mantiene la cooperación con nuestros socios internacionales y que estos pasos dan paso a un acuerdo internacional ambicioso», ha defendido el responsable de la normativa en la Eurocámara, el eurodiputado portugués liberal, José Inácio Faria.

«Si no se hace nada, las emisiones de los barcos aumentarán un 50 por ciento en 2030», ha avisado el eurodiputado, que ha recordado que el sector del transporte marítimo, que representa el 4 por ciento de las emisiones de CO2 en la actualidad, es el único no sometido en la actualidad a normas para reducirlas.

Las nuevas normas ya han sido acordadas de manera informal con los Gobiernos europeos, que prevén dar el visto bueno formal a las normas en su próxima reunión.

España incrementará hasta un 83% sus emisiones contaminantes en 2033 si no pone en marcha más medidas, según un estudio de PwC

Así lo indica un estudio titulado ‘El Cambio Climático en España, 2033: Hacia una economía baja en carbono’ elaborado por PwC junto con la Escuela de Organización Industrial (EOI) que contempla los niveles probables de emisiones en el país en un hipotético escenario de inacción, en uno en el que se cumplieran las medidas ya adoptadas y en otro en el que el desarrollo y la innovación «sustentaran el modelo económico del país».

Así, mientras que en el primer escenario se incrementaría la emisión de gases contaminantes desde el territorio, en consonancia con el incremento producido entre 1990 y 2012, en el tercero de ellos podría reducirse entre un 7% y un 17%, según han explicado.

En todo caso, si las medidas planificadas en la actualidad se implantasen en su totalidad, el incremento de las emisiones de aquí a 2033 se limitaría a un porcentaje de entre un 4% y un 16%, según indica el documento.

Los responsables del estudio han subrayado que los objetivos europeos de cara a los próximos años apuestan por lograr una reducción de las emisiones de un 20% en 2020 y de un 40% en 2033. En el caso de España, este compromiso se limita a una reducción del 10% en los «sectores difusos» respecto a las cifras de 2005, mientras que los porcentajes a lograr en 2030 aún no han sido definido.

En la actualidad, la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la industria energética (36,5%) y del Transporte (29,10%).

La industria manufacturera y la construcción, a su vez, envían un 17,1% de estos gases a la atmósfera y otros sectores alcanzan el 15,1 de esta cuota, seguidos de las «emisiones fugitivas», que representan el 1,7%.

Para hacer frente a los actuales volúmenes de emisiones, los autores del estudio han subrayado la necesidad de que España realice una apuesta por «una generación eléctrica con menos menores emisiones», para lo que ha apuntado que las energías renovables y la generación hidráulica deberían cubrir el 40% de la demanda.

Igualmente, subraya la importancia de inversión en innovación y desarrollo tecnológico en todos los sectores y, en particular, en el de transportes, y que se produzca en paralelo con un proceso de «cambio de costumbres» de los ciudadanos para permitir el ahorro energético.

«Para paliar el impacto de estas consecuencias, la España del año 2033 deberá haber mejorado en el conocimiento sobre la vulnerabilidad de los diferentes sectores y en la puesta en marcha de políticas de adaptación proactivas en todos ellos. Será importante haber trabajado con marcos de colaboración público-privados, donde sea más fácil la transversalización de las medidas de adaptación«.

Las organizaciones han advertido de los efectos que un eventual cambio climático podría traer sobre España, y entre que se traducirían en un incremento de la temperatura, mayor frecuencia e intensidad de olas de calor y de variaciones entre las temperaturas máximas y mínimas, así como del número de días y noches cálidas. «También se espera que aumenten los períodos secos y la frecuencia de las precipitaciones intensas», han asegurado.

Para frenarlo, han reclamado la colaboración de administraciones públicas y empresas para que realicen un «mayor esfuerzo» en materia de innovación y desarrollo tecnológico para reducir los niveles de emisiones.

En el caso de las administraciones, ha urgido a crear un marco normativo que incentive las actividades de innovación en este ámbito y que se amplíen tanto el apoyo por parte de estas instituciones a dichas actividades como las herramientas fiscales y la financiación para hacer frente a este reto.

Para las empresas, el documento señala la necesidad de que los riesgos climáticos estén presentes y sean tenidos en cuenta a la hora de tomar las decisiones de gobierno, así como medir la «huella de carbono» de las empresas (el impacto de la propia actividad empresarial sobre la atmósfera y el medio ambiente) a lo largo de toda la cadena de valor y que se desarrollen sistemas «sólidos» en este ámbito en los equipos directivos para fomentar la transparencia y la rendición de cuentas.

«La integración de prácticas comprometidas con el cambio climático por parte de las empresas será un aspecto cada vez más importante dentro de las expectativas de los clientes, empleados y especialmente de los inversores», han asegurado.

Las organizaciones ambientales afirman que España ha «aprobado de chiripa» los objetivos de Kioto por la crisis económica y la compra de CO2

Los representantes de las cinco principales organizaciones ambientales en España han criticado la política de los distintos Gobiernos en esta materia y han reclamado una «verdadera transición energética» y unos objetivos de reducción de emisiones domésticas «verdaderamente ambiciosos».

En este sentido, la portavoz de Amigos de la Tierra, Liliane Spendeler, ha indicado que se trata de una noticia que ya se esperaba porque España «ha hecho lo que tenía que hacer formalmente» respecto al primer periodo del Protocolo de Kioto, pero «lo ha hecho comprando emisiones».

Por ello, ha recomendado al Gobierno que, de cara al segundo periodo de cumplimiento, debe fijar objetivos de reducción de emisiones «más ambiciosos» de lo que exigen los compromisos internacionales y que estas reducciones se hagan en España. «Eso es esencial, porque si no, la reducción no es real», ha manifestado. Para ello, estima necesarias políticas «efectivas» en esta línea y que esto se planifique con los presupuestos de carbono, con un objetivo repartido de la carga entre los distintos sectores.

Mientras, el responsable de energía de Ecologistas en Acción, Rodrigo Iruzun, ha dicho que el primer periodo de Kioto era «simbólico» porque, en realidad se permitía a España emitir un 15% más de CO2 que en 1990. En este sentido, ha denunciado que España no ha cumplido con reducciones internas sino con la compra de derechos y haciendo «un uso masivo y desmesurado» de los mecanismos de flexibilidad y de desarrollo limpio en terceros países.

En concreto, ha indicado que a partir del año 2000 España incrementó «muchísimo» sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y a partir de 2008 experimentaron un «fuerte descenso». «El periodo 2008-2012 -el que sirve para medir las emisiones- no es representativo y sin embargo se han tenido que comprar derechos en el exterior».

A su juicio, «esto es una trampa, pero el Protocolo de Kioto está así pensado», ya que España ha emitido «mucho más de lo deseable» en un desarrollo sostenible.

Entre sus recomendaciones, se deben poner en marcha mecanismos estructurales eficaces para reducir los GEI y dejar de apostar por un crecimiento basado en la movilidad, el turismo insostenible, los viajes en avión, alta velocidad y carretera. «Se necesita una apuesta por un cambio en la economía hacia lo más sostenible ambientalmente y socialmente», ha apostillado.

En este sentido, la portavoz de cambio climático de Greenpeace, Tatiana Nuño, ha recordado que España es el país que más ha tenido que pagar para cumplir con Kioto porque «no ha sido ambiciosa» a la hora de cambiar el modelo energético y le ha costado 830 millones de euros entre 2008 y 2012. «Las cuentas salen, pero porque se ha comprado, ya que se ha emitido más de lo permitido», ha subrayado.

De este modo, quiere que en el segundo periodo de Kioto (2012-2020) España vaya más allá de cumplir la cuota de energías renovables hasta el 20 por ciento y de reducir un 10 por ciento las emisiones de sectores difusos como el transporte o la agricultura. Sin embargo, cree que, de momento «no está encaminada» y ha mostrado su sorpresa por la reciente aprobación del plan de apoyo al carbón nacional que, «queda muy lejos de los objetivos de reconversión del sistema energético». «El Gobierno está haciendo todo lo contrario a lo que recomiendan los objetivos de la UE y los científicos», ha sentenciado.

Mientras, la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, ha lamentado que se ha cumplido con «un aprobado por los pelos» y ha manifestado que no es una cuestión de signo político, sino que esto se debe al último periodo del PSOE y al primero del PP.

En su opinión, España «debe hacer bien sus deberes» con una transición a un nuevo modelo energético y ha recordado que es el país europeo con mayor riesgo de desertificación. «El nuevo modelo energético requiere de un pacto de Estado que no dependa de los vaivenes políticos del partido que esté en cada caso en el poder», ha reclamado y ha advertido de los efectos futuros del parón de las renovables.

De hecho, estima que si los más de 800 millones destinados a la compra de derechos de CO2 se hubieran invertido en una transición energética y en la eficiencia energética, se habría logrado, además «un montón de empleo verde». Por ello, estima que el país debe ser «más inteligente» a la hora de afrontar los compromisos climáticos, que van de la mano con el crecimiento verde del futuro.

Respecto a la política del último Gobierno, ha valorado que es un «acierto indiscutible» dejar de comprar derechos, pero cree que esto se debe acompañar de un tránsito a una energía 100 por 100 renovable.

Además, ha lamentado la «clara incoherencia política» entre las apuestas del Ministerio de Medio Ambiente y la política energética del Ministerio de Industria y ha precisado que el «parón de las renovables» del ministro José Manuel Soria «ha hecho mucho daño».

«Los ministerios que debían ir de la mano iban por caminos distintos. Solo se han puesto tiritas. Esperamos que la ventana de oportunidad que se abre con las interconexiones sirva para desbloquear el avance de las renovables y no para dar vía libre al gas«, ha concluido.

Por su parte, el director ejecutivo de WWF, Juan Carlos del Olmo, opina que cumplir el Protocolo de Kioto es «mejor noticia que no cumplido», pero en este caso se ha logrado porque el periodo en que se miden las emisiones de gases de efecto invernadero coincide con la «mayor crisis económica que se recuerda» y que ha provocado un desplome del consumo y que la nueva potencia instalada ha entrado a contar en el mix energético.

«Al final hemos compensado lo que nos faltaba comprando derechos a Polonia y así es como hemos cuadrado las cuentas. Si hubiéramos hecho los deberes España habría tenido muy buenos resultados, así que nada de triunfalismos ni de sacar pecho porque hemos tirado de chequera», ha apostillado.

En este sentido, ha alentado poner las bases para evitar que tan pronto haya una recuperación económica vuelvan a aumentar las emisiones porque, de momento, se mantiene una enorme dependencia de las energías fósiles y ha urgido a cambiar la política de infraestructuras y transportes y de eficiencia energética.

Del Olmo reconoce que se han hecho «algunas cosas» para cambiar la tendencia por parte de Medio Ambiente, departamento del que señala que con los pocos recursos que tenía lo ha intentado, pero ha criticado al Ministerio de Industria por su «bombardeo de las renovables».

Finalmente, cree que España tiene un gran potencial para reducir emisiones más allá del objetivo del 40 por ciento de reducción fijado por la Unión Europea. «Este ha sido un aprobado de chiripa por la crisis. España tiene posibilidades y puede ir más allá», ha concluido.