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Codensa y Emgesa, de Enel, apuestan por la energía fotovoltaica en Colombia

EFE.- Las empresas eléctricas Codensa y Emgesa, del grupo italiano Enel, apuestan por la energía fotovoltaica como alternativa a otras fuentes primarias con tres programas en Colombia. El director general de Enel Colombia, Lucio Rubio, indicó que el inicio de estos proyectos, en el área próxima a la capital Bogotá, se hace por la necesidad de las empresas de renovarse frente al «cambio que vive el mundo de la energía» al permitirse su almacenamiento.

El primer proyecto se desarrolla en zonas rurales próximas a Bogotá que no tienen acceso a redes eléctricas con la instalación de paneles solares que benefician a cerca de 75 familias. «Se buscan soluciones energéticas para familias que están alejadas de las redes de distribución de energía y a las que se les entregó equipos eléctricos», manifestó Rubio en la presentación del Informe de sostenibilidad 2014 de las dos compañías.

El segundo programa se lleva a cabo en la terraza de uno de los edificios de Codensa, en el norte de Bogotá, donde fueron instalados 168 paneles solares que generan 50 MW/h (megavatios hora) al año, equivalentes al consumo de energía de 40 casas en el mismo periodo. «Con una inversión de unos 76.000 dólares, durante el primer mes de funcionamiento el piloto generó 5,33 MW/h cubriendo el 4% de la demanda del edificio en donde trabajan 600 personas», añadió.

La tercera iniciativa de las empresas, que se ejecutará durante el primer semestre del próximo año, reemplazará la fachada del Centro de Servicios de Codensa con paneles solares que producirán 57 MW/h. «El uso de estos paneles evitan la producción de cerca de 240 toneladas de dióxido de carbono (CO2), para lo que se necesitaría plantar 17.000 árboles que absorban el gas emitido», añadió Rubio.

Estados Unidos anunciará este lunes un plan para recortar sus emisiones en un 32% para 2030

EFE.- El Gobierno de Barack Obama anunciará este lunes un plan para que Estados Unidos haya reducido en un 32% las emisiones de carbono de las centrales termoeléctricas en 2030 respecto a los niveles de 2005, según adelantaron los principales diarios norteamericanos. La medida es la versión definitiva de una orden ejecutiva conocida como Plan de Energía Limpia que el Gobierno estadounidense adelantó hace un año y que, después de un periodo de comentarios y cambios, parece aún más ambiciosa.

La norma presentada entonces por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por su sigla en inglés) ponía como objetivo la reducción de las emisiones en un 30% para 2030, y su versión definitiva aumenta esa meta hasta el 32%. «El cambio climático no es un problema para otra generación. Ya no», dijo Obama en un vídeo publicado por la Casa Blanca. «Por eso, mi Administración presentará la versión final del Plan de Energía Limpia de Estados Unidos, el paso más grande y más importante que hemos tomado nunca para combatir el cambio climático«, añadió Obama en el vídeo, que no especifica las metas de reducción de emisiones que se anunciarán.

El carbón es el objetivo

Obama subrayó en el vídeo que se niega a «condenar a nuestros hijos y nietos a un planeta que ya no puede arreglarse». El plan, considerado la pieza clave de la agenda de Obama contra el cambio climático, enfrentará con toda certeza una notable resistencia de la oposición republicana, de la industria del carbón y de los estados más dependientes de esa fuente de energía. Cada estado deberá elaborar planes para reducir sus emisiones en base a unas metas personalizadas que les otorgará la EPA, y tendrán dos años más de lo previsto para comenzar a avanzar hacia esas metas.

La norma complementa el objetivo general con el que Estados Unidos se comprometió ante la ONU con miras a la conferencia global sobre cambio climático que se celebrará en diciembre en París. Esa meta, formalizada en marzo, consiste en que Estados Unidos reducirá para 2025 sus emisiones de efecto invernadero, en total, no solo las procedentes de centrales termoeléctricas, entre un 26 y un 28% respecto a los niveles de 2005. La cumbre de París pretende cerrar un acuerdo global vinculante que evite que el calentamiento global sobrepase los dos grados centígrados con respecto a los valores preindustriales; asimismo, Estados Unidos busca con sus medidas convertirse en un referente para otros países industrializados y emergentes.

Además de combatir el cambio climático, la Administración de Obama argumenta que su nueva norma para reducir la dependencia del carbón repercutirá en facturas eléctricas más bajas para los consumidores en 2030 y en mejoras en la salud pública. No obstante, cuando se publicó la regla preliminar en 2014, tanto la oposición republicana como la Cámara de Comercio estadounidense argumentaron que destruiría puestos de trabajo y costaría miles de millones de dólares a la economía.

Endesa gana 870 millones de euros en el primer semestre, un 17,1% más

Redacción / Agencias.- Endesa logró un beneficio neto de 870 millones de euros durante los seis primeros meses del ejercicio, lo que muestra un avance del 17,1% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior. Según comunicó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), este incremento se produce a pesar de que el resultado del primer semestre de 2014 incluía el generado por el negocio latinoamericano, que fue vendido a la matriz Enel en el último trimestre del año pasado.

Endesa explica que si la comparación se realiza en términos homogéneos, es decir, sobre las actividades continuadas, que recogen exclusivamente el resultado del negocio en España y Portugal en ambos periodos, el incremento resultante es del 56,6%. La compañía explica que el incremento registrado se ha debido esencialmente a que el margen bruto de sus negocios regulados creció un 17% y el de sus negocios liberalizados lo hizo en un 3%. «Estos resultados confirman la capacidad de la compañía para cumplir los objetivos incluidos en el Plan Industrial que fue presentado a los mercados en octubre de 2014 y actualizado en junio de 2015», indicaron.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) repuntó un 16,3%, hasta los 1.934 millones de euros, animado por el reconocimiento del valor de los certificados de emisiones de CO2 y al impacto del borrador de real decreto sobre la retribución de la generación en los sistemas extrapeninsulares, que afecta a las actividades de Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla. La facturación del grupo en la primera mitad del año ascendió a 10.314 millones, un 0,3% más comparado en términos homogéneos, es decir, referidos a España y Portugal en ambos ejercicios, tal y como establece la normativa contable; una facturación en línea con la obtenidos en el mismo periodo de 2014, que fue de 10.280 millones de euros

Asimismo, el resultado neto de explotación (Ebit) creció un 35,1%, hasta los 1.262 millones de euros, debido, según Endesa, al alargamiento de la vida útil de las centrales nucleares y de los ciclos combinados desde el 1 de octubre de 2014. Además, en el primer semestre, la demanda eléctrica peninsular bruta aumentó un 1,9%, un 0,5%, una vez corregido el efecto de laboralidad y temperatura, «sumándose así al positivo comportamiento de los indicadores que apuntan a una recuperación de la economía española». Este incremento dio lugar a una mayor producción propia de Endesa, especialmente de la generada por sus centrales térmicas, ya que en 2015 no se está repitiendo la hidraulicidad excepcionalmente elevada del 2014.

Como consecuencia de ello, la producción eléctrica peninsular en régimen ordinario de Endesa creció un 12,5%, situándose en 29.471 GWh; y las producciones de los ciclos combinados y de las centrales de carbón experimentaron incrementos muy elevados, del 140,8% y del 38%, respectivamente, que compensaron la caída de la producción hidroeléctrica del 14,3%. A su vez, la mayor producción térmica produjo un aumento del coste de la generación y del precio medio en el mercado mayorista de electricidad y, por consiguiente, un mayor coste medio en las compras de electricidad y un incremento del impuesto sobre la generación de electricidad.

La gestión realizada por la compañía con sus derechos de emisión de CO2, que intercambió por European Union Allowances en unos títulos que ya se comprometió a vender en diciembre, le ha supuesto un impacto positivo de 184 millones. En los territorios extrapeninsulares, la generación de electricidad aumentó en un 1,4% y el ebitda se situó en 157 millones de euros, frente a las cifras negativas del pasado año. Las cuentas de la compañía también se benefician de la venta de los activos asociados a la central hidráulica de Chira-Soria, en Gran Canaria, y Compañía Transportista de Gas Canarias, con unas plusvalías de 7 y 3 millones de euros, respectivamente.

En estos seis meses, Endesa invirtió 494 millones, un 17,1% más, en línea con las previsiones de su plan industrial. Endesa ostenta una cuota de mercado del 39,2% en generación peninsular ordinaria, un 43% en distribución y un 35,5% en ventas a clientes en el mercado libre. En materia gasista, Endesa incrementó sus ventas en términos físicos en un 0,1% en el periodo, aunque los ingresos asociados a ellas cedieron un 8,7% debido al menor precio de venta del gas natural. Al cierre de junio, la deuda financiera neta de Endesa se situaba en 4.992 millones, 428 millones por debajo de la que contabilizaba al cierre de 2014, gracias al repunte del flujo de caja.

Por otro lado, a pesar del descenso de la producción hidroeléctrica de la empresa y del moderado crecimiento de su producción de origen nuclear, del 2,7%, estas dos tecnologías representaron conjuntamente el 59,7% de la generación peninsular de Endesa en régimen ordinario, frente al 54,6% del sector. Por lo que se refiere a los demás resultados operativos, distribuyó 56.023 GWh en el mercado español en el primer semestre de 2015, un 2,9% más; vendió 37.922 GWh a los clientes del mercado liberalizado, un 1,5% menos, y 7.769 GWh en el mercado regulado, un 9,7% menos.

El Gobierno remite al Parlamento la prórroga del Protocolo de Kioto para que lo apruebe hasta 2020

Europa Press.- El Consejo de Ministros ha ratificado y elevado al Parlamento la llamada Enmienda de Doha que sirve para prorrogar el Protocolo de Kioto, y que incluye nuevos compromisos de reducción de emisiones. Según informó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el cumplimiento se hará de forma conjunta con todos los países de la Unión Europea e Islandia, cuyos parlamentos deberán ratificar dicha enmienda. La Enmienda de Doha, conlleva un compromiso de reducción de emisiones contaminantes de un 20% respecto a 1990.

La aprobación de este segundo periodo del Protocolo de Kioto establece un nuevo periodo de compromiso para reducir emisiones y luchar contra el cambio climático. Sáenz de Santamaría destacó que este segundo periodo de compromiso de Kioto es «un puente hacia el acuerdo global que se espera alcanzar» en la próxima Cumbre del Clima que acogerá París el próximo mes de diciembre, y que se aplicaría a partir de 2020.

Los Estados Miembros de la Unión Europea, en virtud del marco de políticas europeas en materia de cambio climático y energía, asumen objetivos nacionales de reducción de emisiones en los sectores no cubiertos por el Sistema Europeo de Comercio de Derechos de Emisión. El objetivo de España de reducir las emisiones en sectores difusos como el transporte, la agricultura o los residuos, es del 10% en 2020 respecto a 2005. Mientras, las emisiones del Sistema Europeo de Comercio de Derechos de Emisión se regulan conjuntamente, teniendo que reducirse un 21% en 2020 respecto a 2005.

Según el Gobierno, la ratificación impulsa y fortalece el compromiso de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático de adoptar en París un nuevo instrumento jurídicamente vinculante. La vicepresidenta ha subrayado que la ratificación de estos acuerdos por parte de España supone dar «un paso más en la voluntad de España y de la Unión Europea de depositar los instrumentos de ratificación, de forma simultánea y durante el tercer trimestre de 2015, de forma que la Enmienda entre en vigor también simultáneamente para todos los Estados Miembros antes de la Cumbre de París«.

El Protocolo de Kioto se adoptó en 1997 y se estableció, por primera vez, objetivos de reducción de emisiones netas de gases de efecto invernadero de, como mínimo, un 5% por debajo de los niveles de 1990, considerado como el año de referencia, para los principales países desarrollados y de economías en transición, y fijó un calendario de cumplimiento para el primer periodo de compromiso del Protocolo de Kioto (2008-2012). El compromiso adquirido por la Unión Europea para ese periodo de reducción de emisiones con respecto a 1990 fue de un 8%, y se repartió entre los países miembros, correspondiendo a España limitar su aumento de emisiones en un 15%.

En la Cumbre Internacional de Cambio Climático de 2012, las partes adoptaron un paquete de enmiendas, la Enmienda de Doha, con objeto de dar continuidad al marco jurídico e institucional del Protocolo de Kioto. Asimismo, el compromiso adquirido por la Unión Europea para ese periodo de reducción de emisiones con respecto a 1990 fue de un 8%, y se repartió entre los países miembros, correspondiendo a España limitar su aumento de emisiones en un 15%.

El Gobierno modifica la asignación gratuita de derechos de emisión de CO2 para 2015-2020

Europa Press.- El Consejo de Ministros modificó la asignación gratuita de derechos de emisión de gases de efecto invernadero para el periodo 2015-2020 para los sectores y subsectores que se consideran expuestos a riesgo significativo de fuga de carbono. El acuerdo incluye un anexo con las nuevas asignaciones de las 32 instalaciones que realizan actividades que desde el 1 de enero de 2015 pasan a estar consideradas en riesgo de fuga de carbono o que dejan de estarlo.

En el periodo 2013-2020 la asignación gratuita de derechos en Europa se rige por reglas comunes a todos los Estados miembros. En estas reglas juega un papel fundamental el concepto de «fugas de carbono», que significa que una actividad tiene un riesgo significativo de fuga de carbono cuando los costes que afectan a esa actividad por su inclusión en el régimen europeo de comercio de derechos de emisión pueden provocar la deslocalización a otros países donde la emisión por unidad de producto puede ser mayor.

Para evitar las fugas de carbono, la normativa establece que las instalaciones que realicen actividades en riesgo tendrán un nivel de asignación gratuita mayor. Los sectores que se consideran expuestos a riesgo de fuga de carbono son determinados por la Comisión Europea. Se configura así una lista de sectores en riesgo que debe renovarse cada cinco años. La primera estuvo en vigor en 2013-2014. La segunda, adoptada a finales de 2014, será válida en 2015-2019.

BP advierte de un crecimiento del 25% de las emisiones de CO2 en los próximos 20 años

Servimedia / Europa Press.- La petrolera BP estima que las emisiones de CO2 a nivel mundial continuarán aumentando en torno a un 25% frente a los niveles actuales a lo largo de las dos próximas décadas, cuando se emitirán unos 10.000 millones de toneladas de CO2 más en todo el mundo. Así lo señaló el presidente de BP en España, Luis Aires.

Las emisiones de CO2 procedentes del uso de la energía han caído un 5,4% en la Unión Europea, al nivel más bajo desde 1968. Frente a esta bajada, en España el descenso ha sido del 0,7%, la cuarta parte del descenso de los años anteriores, posiblemente debido al incremento en el uso del carbón, señaló el presidente de BP. En este sentido esta tendencia a la baja de las emisiones cambiará en los próximos 20 años gracias a la recuperación económica y a la duplicación del PIB mundial. Con ello, el consumo de energía primaria se incrementará en torno al 37% y consecuentemente lo harán también las emisiones de CO2.

Aires sostuvo que el modelo energético actual «no es sostenible», por lo que apeló a la «responsabilidad» de los gobiernos de desarrollar medidas que permitan reducir el peso energético del carbón y de las energías contaminantes, al tiempo que «continuar fomentando las energías más limpias y la eficiencia energética«. Asimismo, Aires aseveró que «afortunadamente si va a haber suficiente energía» en los próximos años para abastecer la demanda mundial, eso sí, con una oferta que se deberá adaptar a los «cambios» en el consumo, como a una mayor eficiencia energética.

Por otra parte, respecto a la reforma de la Ley de Hidrocarburos , Aires valoró que «da un poco de claridad» y «todo lo que sea mayor transparencia nos parece positivo» puesto que «va a redundar en una mayor competencia«. En esta línea, dijo ver «positivo» la limitación de la cuota del 30% para los operadores ya que «de alguna manera va a hacer que las posiciones de dominio en el mercado no puedan aumentarse».

No obstante, reconoció haber echado en falta en la nueva ley de Hidrocarburos medidas respecto al problema de la negociación de contratos de abanderamiento de estaciones de servicio ya que, en su opinión, «no tiene sentido» las renegociaciones anuales ante el volumen de inversiones que conllevan. «Nos hubiese gustado que se hubiesen aumentado los años de los contratos abanderamiento de estaciones de servicios a algo cercano a los tres años», apuntó Aires al considerar que «daría más estabilidad y eficiencia«. «Desgraciadamente no ha ocurrido pero esperamos que la próxima vez que haya una reforma se aborde esta cuestión», agregó Aires.

La Eurocámara aprueba la reforma para estabilizar el mercado de emisiones de CO2

Europa Press.- El pleno de la Eurocámara aprobó por 495 votos a favor, 158 en contra y 49 abstenciones, la reforma para estabilizar el mercado de emisiones de CO2 y que contempla la creación de una reserva de permisos de emisión que se retirarán automáticamente del mercado si el número total supera un determinado umbral, para estabilizar los precios.

Los Gobiernos de la Unión Europea y el Parlamento Europeo acordaron en mayo la creación de una reserva de estabilidad, que empezará a funcionar el 1 de enero de 2019, en lugar de 2021, como propuso inicialmente el Ejecutivo comunitario. Los Gobiernos de la Unión Europea todavía deben dar su visto bueno formal en septiembre a la reforma antes de su entrada en vigor. La reforma aprobada prevé retirar automáticamente del mercado un porcentaje de permisos de emisión, que se situarán en una reserva de estabilidad, si el número total de permisos supera un determinado umbral. En el caso contrario, los permisos volverán al mercado.

La Comisión revisará el sistema

Los 900 millones de permisos de emisión cuya subasta se retrasó de los años 2014-2016 hasta 2019-2020 se situarán en esta reserva. Los permisos no adjudicados a la altura de 2020, cuando acaba el actual plazo de comercialización del sistema, se transferirán directamente a la reserva de mercado y su uso futuro se considerará en el contexto de la revisión más amplia del sistema de comercio de emisiones, que presentará este año la Comisión Europea. Esta revisión tendrá en cuenta el problema de la fuga de empresas a países con reglas medioambientales menos estrictas que la Unión Europea y las cuestiones relacionadas con la competitividad, el empleo y el PIB.

Con la nueva reserva, la Unión Europea espera evitar que se repita un problema de exceso de permisos de emisión en el mercado y con él una caída en el precio de los mismos, dado que el sistema de permisos de emisión es uno de los principales instrumentos europeos para combatir el cambio climático. Desde 2009, en parte debido a la crisis económica, se acumuló en el sistema un superávit de permisos de emisión, que alcanzó aproximadamente 2.100 millones de permisos en 2013, y ello debilitó significativamente el precio del petróleo. Se espera de hecho que persista un superávit estructural en el sistema hasta el año 2020 y más allá.

WWF reclama al Gobierno que fomente un cambio de modelo basado en más renovables y mayor eficiencia

Europa Press.- La organización conservacionista WWF exigió al Gobierno que elimine el impuesto al sol y que fomente un cambio de modelo energético que esté basado en las energías renovables, el ahorro y la eficiencia energética. La organización denuncia que tal y como muestra el Observatorio de la Electricidad del mes de junio, las emisiones de CO2 subieron un 6,06% en este mes debido al repunte de la generación eléctrica procedente del carbón, que ha sido la primera en el mix energético en el mes.

Por ello, WWF insiste en que la lucha contra el cambio climático «solo se conseguirá apostando por un cambio de modelo energético basado en energías renovables, ahorro y eficiencia energética» y exige al Gobierno que apueste por el autoconsumo y la generación distribuida como herramientas claves para llegar a un futuro sostenible y 100% renovable. En este sentido, recordó que esto supone también abandonar «de inmediato» de las subvenciones a los combustibles fósiles. Además, WWF presentó alegaciones al proyecto de Decreto de Autoconsumo y manifestó su rechazo a la normativa por considerar que hay impedimentos para su desarrollo en España.

La responsable del Programa de Clima y Energía de WWF España, Raquel García, incidió en que el autoconsumo energético con las energías renovables es viable «tanto técnica como económicamente» y contribuye a un cambio de modelo energético, al tiempo que permite desarrollar ciudades inteligentes y luchar contra la pobreza energética. En concreto, entre las demandas principales de WWF destacan permitir el autoconsumo con balance neto, eliminar el cargo por autoconsumo, poder compatibilizar el autoconsumo con el precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC) y el bono social para así luchar contra la pobreza energética, permitir el almacenamiento energético con baterías, permitir la venta de los excedentes de energía producida y cumplir con las Directivas Europeas.

Asimismo, WWF advierte del repunte «muy considerable» de la generación eléctrica con carbón, que en junio se ha situado como la primera tecnología del mix eléctrico, un 1,3% más que en junio de 2014. En este mes se han registrado también un aumento considerable de las emisiones totales de CO2 respecto a las del mismo mes de junio de 2014, cuando han pasado de 5,82 millones de toneladas de CO2 hasta los 6,199 millones de toneladas de CO2, un 6,06% al mismo mes de 2014.

La Unión Europea debe aumentar su inversión en captura de CO2 para cumplir sus objetivos climáticos según explica un informe

Europa Press.- Los países de la Unión Europea necesitan incrementar «significativamente» su inversión en captura y almacenamiento de carbono (CO2) para cumplir con sus objetivos de cambio climático y mostrar con mayor urgencia y determinación el desarrollo y despliegue de esta tecnología. Así lo pone de manifiesto un nuevo informe publicado por el Instituto Grantham de Investigación sobre Cambio Climático y Medio Ambiente de la London School of Economics and Polítical Science y el Instituto Grantham en el Imperial College de Londres.

El documento estima que la inversión necesaria para instalar 11 gigawatios de electricidad generada con carbón capturado y almacenado para 2030 oscila entre 18.000 y 35.000 millones de euros, según se admite en el Mapa de Energía de la Comisión Europea. Sin embargo, las políticas europeas únicamente han provisto de 1.300 millones para el desarrollo de esta tecnología y pocos estados miembro han lanzado algunos incentivos para fomentar esta tecnología.

El informe indica que la Hoja de Ruta de la Energía de la Unión Europea para 2050 para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, en línea con los objetivos para evitar un aumento global de la temperatura mayor de 2 grados centígrados, incluye el desarrollo de las tecnologías de captura y almacenamiento de CO2. Además, señalan que aunque la Unión Europea tiene algunos proyectos de almacenamiento de CO2 en desarrollo, ninguno está funcionando comercialmente. El informe pone de ejemplo a Norteamérica, donde hay 13 instalaciones de captura y almacenamiento de CO2 en funcionamiento y 6 más en construcción.

Los autores instan a la Unión Europea a diseñar una nueva estrategia para aumentar la ambición y acelerar la acción en los Estados Miembro. Concretamente, recomiendan tanto al sector público como al sector privado que proporcionen un mayor apoyo a esta tecnología. «Por encima de todo, la Unión Europea debe mostrar mayor urgencia y determinación para desarrollar la captura y el almacenamiento de carbono, ya que, de otra manera, no será posible contribuir hacia los objetivos de demanda y de reducción de gases de efecto invernadero, o podrán hacerlo pero con una dificultad más significativa y con unos esfuerzos de gasto mayores», insiste el documento.

El informe sugiere que la principal barrera de progreso es el coste de esta tecnología. En este sentido, sugiere que acometer proyectos de captura y almacenamiento de carbono a costes competitivos respecto a las plantas de combustibles fósiles, que aumentan continuamente las emisiones de gases de efecto invernadero en los mercados de generación de electricidad de la Unión Europea, debería ser de 35 a 60 euros por tonelada de dióxido de CO2 en plantas de carbón y de 90 a 105 euros la tonelada de CO2 en plantas de gas.

Otras de las acciones recomendadas se dirigen más directamente a lograr fondos para la investigación y el desarrollo, como la creación de un nuevo mecanismo de financiación en las fases tempranas de los proyectos de captura y almacenamiento que incluyan incentivos financieros para la generación de electricidad utilizando el carbón procedente de la captura y el almacenamiento, así como el incremento del apoyo por parte de las instituciones financieras y de los objetivos obligatorios con el fin de estimular más la acción del sector privado.

España redujo un 2,1% sus emisiones de CO2 en 2014

Europa Press / Servimedia.- España redujo un 2,1% las emisiones de dióxido de carbono (CO2)  procedentes del uso energético por la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón) en 2014 respecto al año precedente, una disminución que es menos de la mitad que la alcanzada en el conjunto de la Unión Europea, que se situó en el 5%, según un informe de la oficina estadística comunitaria, Eurostat.

Las emisiones de CO2 contribuyen al calentamiento del planeta y representan alrededor del 80% del conjunto de gases de efecto invernadero en la Unión Europea. Están influidas por factores como las condiciones climáticas, el crecimiento económico, el tamaño de la población, los transportes y las actividades industriales. En el conjunto de la Unión Europea, las emisiones de CO2 derivadas de la quema de combustibles fósiles llegaron el año pasado a 3.183,6 millones de toneladas, por los casi 3.351 millones de toneladas de 2013, lo que supone un descenso del 5%.

El año pasado, las emisiones de CO2 disminuyeron en casi todos los Estados miembros, con la excepción de Bulgaria (+7,1%), Chipre (+3,5%), Malta (+2,5%), Lituania (+2,2%), Finlandia (+0,7%) y Suecia (+0,2%). Las caídas más marcadas se observaron en Eslovaquia (-14,1%), así como en Dinamarca (-10,7%), Eslovenia (-9,1%), Reino Unido (-8,7%) y Francia (-8,2%). En cuanto a España, emitió en 2014 cerca de 224,9 millones de toneladas de CO2, por los 229,7 millones del año anterior, es decir, 4,8 millones menos y un descenso del 2,1%.