Entradas

El Gobierno vasco cree que debería haber sido consultado sobre el ATI de Garoña mientras Alfonso Alonso apela al CSN

Europa Press / EFE.- Después de que el ministro de Sanidad y presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, eludiera pronunciarse sobre este asunto, la consejera de Medio Ambiente del País Vasco, Ana Oregi, indicó que el Gobierno vasco debería haber sido consultado y haber tenido «voz» en la posible construcción de un almacén temporal individualizado (ATI) de residuos nucleares en la central nuclear de Garoña (Burgos), y anunció que exigirá al Ejecutivo central la documentación al respecto para «evaluar el alcance de las acciones».

La Secretaría de Estado de Medio Ambiente emitió el pasado mes de octubre una Declaración de Impacto Ambiental «favorable» al proyecto del almacén temporal individualizado (ATI) de residuos nucleares en la central nuclear de Garoña por un periodo inferior a 10 años, un trámite que fue interpretado por los movimientos ecologistas como un paso hacia la reapertura de la central burgalesa. Al respecto, Oregi aseguró que el Gobierno vasco exigirá la documentación «para tener la ocasión de estudiarla y evaluarla». También recordó que «una y otra vez» el Gobierno vasco manifestó su posición a favor del cierre de Garoña «de una manera definitiva y sin ningún otro tipo de consideración al respecto más allá de su cierre inmediato y total».

País Vasco exige tener «voz»

Según explicó, «parece ser» que el Gobierno central «ha llevado a cabo una serie de procedimientos» en los que no ha consultado «ni al Gobierno vasco ni a la Diputación foral de Álava» porque, en su opinión, «ha entendido que, al estar fuera de Euskadi, las cuestiones que plantea no tienen afección» en la comunidad autónoma vasca. «Obviamente, no estamos de acuerdo con esa consideración, respetamos las decisiones del órgano ambiental actuante, pero, dadas las circunstancias y la ubicación de la central, a unos 40 kilómetros de Vitoria y próxima a Álava, Euskadi debería de haber tenido conocimiento y voz dentro de los procedimientos administrativos previos, como territorio limítrofe y que, además, puede verse afectado por las actividades evaluados», señaló.

Alonso (PP) no quiere «interferir»

Por su parte, el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, ha eludido pronunciarse en torno a la instalación del ATI en Garoña para no crear «interferencias políticas» en el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). El también presidente del PP del País Vasco, formación que votó en el Parlamento vasco en contra de la reapertura de Garoña, indicó que la decisión definitiva corresponde al CSN. «Son los que saben; y nosotros no hacemos interferencias políticas en esas decisiones, que deben tener el máximo aval técnico y garantizar de manera absoluta la seguridad», aseguró Alonso, que confía en que «ese sea el criterio que definitivamente pese, y que las decisiones se tomen sobre esa base de la seguridad y la gestión más correcta».

«Rajoy dejará solucionada la reapertura»

Desde las filas del PNV, el diputado general de Álava, Ramiro González, aseguró que tiene «la sensación» de que el Gobierno de Rajoy dejará la cuestión relativa a la central nuclear de Garoña «solucionada» antes de las elecciones, ante la eventualidad de que un nuevo ejecutivo pudiera impedir la reapertura. En su opinión, los «movimientos» que el Gobierno central ejecutó en los últimos días en relación con Garoña «conducen a pensar» que existe «una alta probabilidad» de que la central nuclear burgalesa vuelva a abrir. El diputado general recalcó que son movimientos que se producen «a 4 días del final de la legislatura» por lo que «da la sensación de que quieren garantizar la reapertura«.

González se refirió a las dos cartas que la Diputación alavesa ha enviado a los ministerios de Industria y de Medio Ambiente. En ambas cartas muestra su «total oposición» hacia un proyecto que se ha decidido «sin consultar» a este territorio, lo que a su juicio prueba que Álava se ve «sistemáticamente ninguneada» por el Gobierno de Rajoy. Para González, el territorio alavés sería el «más afectado» por la reapertura de la central, ya que «los riesgos no conocen fronteras».

El diputado general criticó la actitud del ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, en este asunto, y aseguró que en su lugar «se le caería la cara de vergüenza» al comprobar cómo el Consejo de Ministros toma decisiones «en contra de Álava y de la opinión de sus propios compañeros de partido en territorio alavés». En su opinión las decisiones del Gobierno central sobre Garoña prueban que el PP de Álava «no pinta nada para Rajoy».

Bildu pide el amparo comunitario

Mientras tanto, EH Bildu presentó tres preguntas parlamentarias ante la Comisión Europea para saber si está al tanto de que el Gobierno español «pretende reabrir» la central nuclear de Garoña, y si es consciente «de los riesgos que conllevaría«. En su iniciativa, el europarlamentario de EH Bildu Josu Juaristi recuerda que esta instalación fue diseñada para 40 años, pero tras las modificaciones requeridas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para su vuelta a la actividad, entre las que se encuentra la verificación del estado funcional y de la integridad estructural de la vasija del reactor y de sus componentes, «Garoña podría estar en funcionamiento un total de 61 años».

Juaristi alerta de que actualmente sólo falta el dictamen del CSN, que se espera para los próximos meses, para que la central vuelva a ponerse en funcionamiento. Advierte de su «antigüedad, falta de inversiones, junto a las denuncias de irregularidades acumuladas sobre la misma» y pone de relieve que las instituciones de Álava se han pronunciado con claridad a favor del cierre y desmantelamiento de Garoña. Recalca, en este sentido que Álava tampoco quiere un cementerio nuclear a escasos kilómetros de la central, «ya sea de forma temporal o definitiva».

Luz verde a la reactivación de un tercer reactor nuclear en Japón

EFE.- El Gobierno de la prefectura de Ehime autorizó la reactivación de un reactor nuclear de la planta de Ikata, que se convertirá así en el tercero en volver a funcionar en este país bajo las nuevas normas aprobadas a raíz del accidente de Fukushima en 2011. El gobernador, Tokihiro Nakamura, anunció el visto bueno a la puesta en marcha de la unidad de fisión número 3 de la central de Ikata, operada por la eléctrica Shikoku, tras reunirse con responsables de la compañía.

El reactor ya recibió a mediados de julio la luz verde de la Autoridad de Regulación Nuclear de Japón (NRA), al considerar que cumple las nuevas y más estrictas regulaciones en materia de seguridad que entraron en vigor después de la catástrofe nuclear provocada por el terremoto y el tsunami de marzo de 2011. Se trata del último paso para la reactivación de este reactor ubicado en Shikoku, aunque éste no podrá volver a operar hasta al menos el próximo enero debido a que aún restan varios procedimientos de seguridad establecidos por la nueva normativa.

Tanto el Ayuntamiento de Ikata, localidad donde se ubica el reactor, como la asamblea de la prefectura de Ehime, habían dado previamente su respaldo a la reactivación, mientras que la población local ha expresado su rechazo a través de varias concentraciones frente a la planta. «Sería mejor no tener una central nuclear en la zona, pero nuestra única opción es usarla aplicando las medidas más avanzadas de seguridad hasta que encontremos una energía alternativa», afirmó el gobernador de la prefectura.

El Ejecutivo central, por su parte, señaló que mantiene su política de «proceder a la reactivación de todos los reactores que cumplan las estrictas normativas de la NRA», y aspira a «ganarse el entendimiento de la población local», según dijo el ministro portavoz, Yoshihide Suga. Ikata fue el quinto reactor atómico de Japón en recibir el visto bueno de la Autoridad de Regulación Nuclear por cumplir la nueva normativa de seguridad más estricta aprobada a raíz del accidente de Fukushima.

De estos cinco, hasta la fecha sólo se han reactivado las unidades número 1 y 2 de la planta de Sendai, que volvieron a funcionar respectivamente en agosto y el pasado septiembre. El encendido de la unidad 1 puso fin a un apagón nuclear de casi dos años en Japón, siendo el más largo en la historia del país desde que el archipiélago empezó a producir energía atómica en 1966. De los 43 reactores en condiciones operativas que posee actualmente el país, 25 unidades de 15 centrales distintas han solicitado ya una supervisión de la NRA para su futura reactivación.

Tokio estima que para 2030 entre el 20 y el 22% de la electricidad procederá en Japón de centrales nucleares, una cifra ligeramente más baja que la de antes de Fukushima, cuando se obtenía en torno a un 30% de la fisión. El terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011 provocaron en la central de Fukushima el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986. Sus emisiones y vertidos radiactivos aún mantienen desplazadas a unas 110.000 personas que vivían en torno a la central y perjudicó gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local.

Estados Unidos aprueba una licencia para abrir su primer reactor nuclear en casi 20 años

EFE.- La Comisión de Regulación Nuclear de Estados Unidos otorgó una licencia de operaciones para el reactor nuclear TVA Watts Bar Unit 2 en el estado de Tennessee, la primera en el país en casi dos décadas. Así, la Tennessee Valley Authority (TVA) puede comenzar a cargar uranio en el reactor de Watts Bar Unit 2, aunque aún debe pasar varios exámenes e inspecciones de seguridad.

«Esta unidad ofrecerá energía asequible y confiable por décadas», dijo Bill Johnson, director ejecutivo de la TVA, organismo dependiente del Gobierno federal. La construcción de la planta de Watts Bar, con dos reactores, comenzó en 1973 y fue suspendida tras diversos problemas en 1988. El primero se concluyó finalmente y comenzó sus operaciones en 1996, mientras que los trabajos del segundo se retomaron en 2007.

El reactor, que se encuentra en Spring City, en Knoxville, tendrá un coste total de cerca de 4.500 millones de dólares y se espera que produzca 1.150 megavatios de electricidad que respalden el suministro de cerca de 650.000 hogares. Esta licencia se emite en un momento en el que los proyectos de energía nuclear, que genera el 19% de la electricidad en Estados Unidos, se encuentran estancados ante la competencia de las centrales basadas en gas natural, que son mucho más baratas. Además, han visto revisados los protocolos y aumentado las medidas de seguridad tras el accidente nuclear de Fukushima (norte de Japón) en 2011.

China planea reanudar la construcción de 31 centrales nucleares en el interior del país

EFE.- Los planes de construir hasta 31 centrales de energía nuclear en zonas del interior de China, que se habían bloqueado en el último lustro tras la catástrofe de Fukushima (Japón), se podrían reanudar en el periodo 2016-2020, según varios expertos. Diez divisiones administrativas en zonas no costeras del país manejaban planes de desarrollo de reactores nucleares, aunque el accidente nuclear de 2011 en Japón detuvo muchos proyectos atómicos en China, especialmente en el interior, donde el riesgo de seísmos suele ser mayor que en la costa.

El desbloqueo de estas obras se podría confirmar oficialmente con la publicación del XIII Plan Quinquenal, la «hoja de ruta» económica para China entre 2016 y 2020, que se presentará en el próximo plenario del Partido Comunista, posiblemente en octubre, y debería aprobarse en la sesión anual del Legislativo, en marzo. La segunda economía mundial, que en lo que va de siglo ha emprendido una amplia estrategia de diversificación de sus fuentes energéticas, planea que sus centrales nucleares tengan una capacidad instalada de producción eléctrica de 58 millones de kilovatios.

Informes de la Academia China de Ingeniería, ligada al Gobierno, ya han recomendado la reanudación de los proyectos en zonas centrales del país, argumentando que el rápido crecimiento económico en ellas exige un mayor abastecimiento energético. Junto a la reanudación, y para atender el aumento de la preocupación por la seguridad de la energía nuclear que provocó el desastre de Fukushima, se creará un equipo nacional de emergencia y rescate, compuesto por unos 320 efectivos, con el fin de hacer frente a posibles accidentes. China ya reanudó en enero la construcción de la central nuclear de Shidao, que será la mayor del país asiático, paralizada desde el desastre de Fukushima.

La segunda unidad de la central nuclear de Almaraz se conecta al sistema eléctrico tras finalizar su recarga de combustible

Europa Press.- La segunda unidad de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) volvió a conectarse nuevamente al sistema eléctrico nacional tras finalizar «satisfactoriamente» su 22ª recarga de combustible y mantenimiento general, iniciándose así un nuevo ciclo de operación de 18 meses. Esta parada de recarga, iniciada el 1 de junio, supuso la ejecución de 9.000 actividades diferentes.

Estas actividades supusieron la incorporación de más de 1.200 trabajadores adicionales a la plantilla habitual, pertenecientes a diferentes empresas colaboradoras para la prestación de servicios especializados a la instalación. Un periodo de tiempo en el que también se realizaron «múltiples tareas de mantenimiento preventivo». Asimismo, se ejecutaron diversas modificaciones de diseño asociadas a distintos proyectos tales como la independización de sistemas eléctricos y la instalación de la unidad de filtración redundante del edificio de combustible.

Las centrales nucleares pagarán 61.000 euros anuales por cada guardia civil que trabaje en sus instalaciones

Europa Press.- Los explotadores o, en su defecto, los titulares de las centrales nucleares y demás instalaciones nucleares ubicadas en España deberán pagar una tasa de 61.000 euros al año por cada agente de la Guardia Civil que preste servicio de manera permanente en dichas infraestructuras.

Así se recoge en las enmiendas que el PP presentó en el Congreso al proyecto de ley de modificación de la Ley General Tributaria, con la que se crea una nueva tasa estatal por la prestación de servicios de respuesta por la Guardia Civil en el interior de instalaciones nucleares. Según indica, el establecimiento de una unidad permanente de la Guardia Civil en el interior de una central nuclear o similar conllevará el pago de un gravamen fijo de 61.053 euros por año y agente asignado, cantidad que se calculará proporcionalmente si el tiempo de prestación del servicio es inferior.

Además, el Ministerio del Interior, previo informe favorable de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos y los departamentos de Industria y Hacienda, podrán modificar y actualizar vía orden ministerial la cuantía de la tasa, que será además revisada una vez concluya el periodo de implantación de las unidades de la Benemérita para que cubran «exclusivamente» sus gastos de mantenimiento.

Estarán sujetos al pago de esta tasa las personas físicas o jurídicas y las entidades titulares de instalaciones obligadas a disponer de estas unidades de respuesta. El Ministerio del Interior se encargará de gestionar este nuevo tributo, que se devengará anualmente el 1 de enero o cuando se inicie la prestación del servicio y que habrá que autoliquidar obligatoriamente durante el primer trimestre del año o en los tres meses siguientes al devengo si se trata del primer ejercicio de aplicación.

La energía nuclear fue la primera fuente de generación de electricidad en 2014, cuando aportó el 20,48% del total generado

Redacción / Agencias.- La energía nuclear fue en 2014 la primera fuente de generación eléctrica en España ya que aportó al sistema eléctrico un total de 57.304,23 GWh, lo que representa el 20,48% del total, es decir un 0,8% más que el año anterior, por delante de la eólica (18,61%) y de la generación térmica procedente del carbón (16,61%), según el informe Resultados y Perspectivas para 2015 del Foro de la Industria Nuclear.

El documento recuerda que la potencia instalada del parque nuclear español es de 7.864,7 MW, lo que representa el 7,27% del total. Además, el informe resalta que la atómica ha sido la fuente que «más electricidad generó y la que más horas operó». Según destacó el Foro, los reactores nucleares ocupan el primer puesto en generación eléctrica y recuerda que no emiten CO2, por lo que «son parte de la solución al cambio climático», ya que en 2014 supuso el 33,41% de la electricidad libre de emisiones contaminantes de España.

El Foro subraya también que el parque nuclear español ha contado con unos indicadores «entre los mejores del mundo», ya que tuvo durante el pasado año un factor de carga del 88,41%; un factor de operación del 89,79% y un factor de disponibilidad del 88,4%. En este contexto, el sector resalta el «buen funcionamiento» de las centrales nucleares, que queda reflejado en la producción de electricidad «competitiva, predecible y abundante«.

El presidente del Foro de la Industria Nuclear, Antonio Cornadó, señaló que, con la vista puesta en la Conferencia del Clima de la ONU que se celebrará en París a finales de año, «la nuclear es parte de la respuesta al cambio climático y una vía para la descarbonización«. «La nuclear es una fuente que ayuda a cumplir los objetivos de la política energética de la Unión Europea, contribuyendo de forma significativa a la sostenibilidad del sistema mediante la seguridad y calidad de suministro, el respeto ambiental y la competitividad de nuestro tejido empresarial», defendió.

En el conjunto de la Unión Europea, la energía nuclear aportó un tercio de la electricidad generada, por lo que para el Foro «tiene que seguir siendo una fuente de aprovisionamiento energético significativo». En este sentido, el sector insiste en que, junto con las fuentes renovables, la energía nuclear es «crucial» para lograr el compromiso conjunto de la Unión Europea para reducir las emisiones en un 40% antes de 2030.

Por ello, el Foro Nuclear reclama la operación a largo plazo de las centrales nucleares españolas porque sería una estrategia energética «acertada y necesaria» y calcula que extender la operación del actual parque nuclear español durante 20 años, generaría toda la electricidad que se consume en España durante un lustro. Finalmente, el informe apunta que el número de reactores nucleares «sigue creciendo» en todo el mundo hasta lograr un total de 438 plantas atómicas actualmente en operación, 70 reactores en construcción y casi 100 planificados.

Greenpeace reclama que el cierre de la central nuclear de Garoña sea definitivo

Europa Press.- La organización ecologista Greenpeace reivindica además que en los trámites de evaluación de renovación de licencia de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) sea «obligatoria» la participación pública mediante el trámite de información pública y el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental, con carácter transfronterizo. Para Greenpeace, los dos procedimientos son de obligado cumplimiento antes de decidir si se reabre una central, de acuerdo con el Convenio de Espoo.

Con motivo del segundo aniversario del cierre de la planta, Greenpeace exige que «se cumpla la normativa» de seguridad nuclear en el proceso de prolongación de la vida de la central «más vieja» de Europa y subraya que desde que expiró la licencia de explotación de Garoña en julio de 2013 no se ha producido «ningún corte eléctrico» con lo que, a juicio de la organización, su producción de electricidad «no es necesaria». El titular de la planta, Nuclenor, solicitó una renovación de su licencia de operación hasta el año 2031, con lo que la planta produciría electricidad hasta los 60 años desde su inauguración.

«No puede ser que se iniciara el proceso de reapertura de Garoña sin permitir a la ciudadanía presentar sus alegaciones. Más grave aún resulta que en dos años no se haya enmendado el error. La legislación no deja lugar a dudas: es obligatorio permitir la participación pública y evaluar el impacto medioambiental también ante un proyecto de ampliación de una central nuclear», indicó la responsable de la campaña nuclear de Greenpeace, Raquel Montón. El proceso sigue en manos del Consejo de Seguridad Nuclear, que está evaluando la solicitud de renovación de licencia y, simultáneamente, está aplicando procedimientos de seguridad ante la situación legal y real de cierre de la central.

Un informe de Greenpeace suspende la seguridad de la central de Almaraz

EFE.- La organización ecologista Greenpeace publicó un nuevo informe sobre la seguridad de las centrales nucleares en Europa, en el que analiza los planes de acción nacionales a través del ejemplo de diez plantas, entre ellas la cacereña de Almaraz, a la que suspende. Según Greenpeace, el documento se basa en la serie de «pruebas de resistencia nuclear» que se establecieron a raíz del desastre nuclear de Fukushima (Japón) en marzo de 2011 y que Greenpeace ha evaluado sistemáticamente.

Según este informe, Almaraz suspende el test de resistencia nuclear en la evaluación encargada por la organización ecologista a la experta independiente Oda Becker en ocho puntos destacados. Así, señala que no cuenta con válvulas de seguridad para prevenir una explosión de hidrógeno, como tampoco las tenía Fukushima, y su instalación no está prevista hasta finales de 2016, ni cuenta con medidas eficaces de gestión de accidentes para asegurar la integridad de la contención de la radiactividad durante un accidente grave en ninguna de las dos unidades de la central.

También echa en falta evaluación de los riesgos naturales y añade que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) no se toma en serio el riesgo sísmico, ya que ha tardado casi 5 años en comenzar la evaluación sísmica que le exigió la Unión Europea, y alerta de la inexistencia de sistemas de ventilación con filtro y de que la implementación de un sumidero final de calor alternativo ni siquiera está previsto. Además, a su juicio las debilidades de diseño continúan, ya que el edificio del reactor y el de la piscina de combustible gastado no tienen ninguna protección especial y por lo tanto son relativamente vulnerables frente a eventos externos.

Asimismo, señala que se ignora el hecho de que la energía térmica de ambas unidades se incrementó y esto acelera los procesos de envejecimiento, un tema cada vez más relevante en una central en su cuarta década de vida operativa. El informe concluye, según Greenpeace, que la central nuclear de Almaraz, en el estado actual, «no es segura y no se debería permitir que se mantuviera operando», según Raquel Montón, responsable de la campaña nuclear de Greenpeace. «No puede ser que la central suspenda en ocho puntos tan relevantes como la contención de la radiactividad y que lo haga más de cuatro años después del desastre de Fukushima», señala Montón.

Detenida la inspección para reabrir Garoña por la agenda de General Electric, empresa supervisora

Europa Press.- El programa de inspección de la central nuclear de Santa María de Garoña, ordenado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en el marco de evaluación de la solicitud de la planta atómica de volver a producir electricidad hasta 2031, ha sido «parado», pero no «suspendido«, según precisó Elías Fernández, portavoz del titular de la planta, Nuclenor, que indicó que obedece a la agenda de la empresa estadounidense General Electric respecto a sus inspecciones en centrales distribuidas por todo el mundo.

Sin embargo, Ecologistas en Acción apunta que el titular se está ha planteado paralizar las tareas de inspección ordenadas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). La organización ecologista estima que el elevado coste de las inspecciones ha llevado al titular a plantearse la renuncia a seguir solicitando su renovación de licencia y cree que este sería un «nuevo paso hacia el cierre definitivo». «Es una excelente noticia para la ciudadanía y el medio ambiente», subrayó el portavoz nuclear de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón.

En el programa de inspección requerido por el organismo regulador a Garoña se incluía las inspecciones de las penetraciones de la parte inferior de la vasija y la búsqueda de posibles fallos en esta, ya que es similar a la de las centrales belgas Döel y Thianje, donde se detectaron anomalías, por lo que permanecen cautelarmente paradas. Ecologistas añade que estas inspecciones supone un gasto estimado de 10 millones de euros, sin que su realización pueda garantizar el voto favorable del CSN a su apertura. Además, estima que Garoña, en caso de que finalmente sea reautorizada tendría que realizar unas reparaciones cuyo coste ascendería a unos 150 millones de euros.

Ecologistas tiene en cuenta también la «enorme incertidumbre política» para Nuclenor que puede suponer las próximas elecciones generales, ya que los únicos partidos favorables a la continuidad de Garoña son PP y UPyD. Por ello, para Ecologistas en Acción, la paralización de las inspecciones de Garoña, «supone una excelente noticia para el medio ambiente y para los ciudadanos» y acerca «un paso más hacia el cierre definitivo de la central, que ya debería haberse producido».

Por el contrario, desde Nuclenor aseguran que «no se ha tomado ninguna decisión en ese sentido» y que «todo sigue igual», por lo que no hay «nada nuevo», sino que permanece la voluntad de arrancar la planta.  Además, Fernández precisó que una decisión así tendría que tomarse en el marco de un consejo de administración y que, en el último, celebrado a principios de junio, no se estudió tal cuestión.

Respecto a la revisión de la vasija, recordó que está inspeccionada totalmente a falta de una pequeña parte de los manguitos de los accionadores de las barras de control (sistema de seguridad de la vasija). «No hay nada suspendido. Falta poco por hacer y lo que falta está pendiente de calendario. No hay nada respecto a una decisión de cerrar la central. Seguimos pensando que podemos arrancar Garoña«, sentenció. Finalmente, recordó que el 26 de marzo, Nuclenor aseguró que la inspección realizada a la vasija durante noviembre y diciembre de 2014 dieron como resultado que «no hay defectos de fabricación» en la vasija y que se encuentra en «buen estado para operar de forma segura«.