Conthe: mítico y desconcertante, la víctima propiciatoria de la OPA

Nos lo podemos imaginar llegando por la mañana en el coche, con unas anotaciones en un cuaderno. Las manos delgadas y huesudas, y esa mirada clara y firme que parecen rayos X. Levanta el teléfono y pide a su secretaria que entre a su despacho. Le va a dictar, con gesto muy serio una carta muy escueta, tan sólo unas líneas. Su secretaria le mira muy fijamente y no da crédito a lo que escucha, aunque sabe que no tiene remedio y se dirige al ordenador a preparar el escrito para que lo firme Manuel Conthe: va a anunciar su dimisión.

Conthe, víctima propiciatoria de todo este proceso de la OPA a Endesa, ha acabado presentando la dimisión ante las presiones del gobierno, el excesivamente insípido y tácito apoyo de Solbes (Conthe ya le había presentado en otra ocasión reciente la dimisión) y la presión de los propios miembros del consejo de la CNMV. La quiere presentar y explicar en el Parlamento (a Conthe le gusta explicarlo todo). Por eso le pide a Antonio Gutiérrez que la tramite en la Comisión de Economía del Congreso y éste no quiere facilitar el espectáculo.

Todos recordamos cuando Conthe fue al Banco Mundial y, descubriendo lo que descubrió, despilfarro y comportamientos poco edificantes, se dedicó a evidenciarlo y a denunciarlo, lo que le valió hacer también las maletas para volverse a España. Dicen los que le conocen que es hombre de profundos valores, ético, cabal, culto, austero e integro, dotado de un enorme liderazgo y carisma en las responsabilidades por las que ha pasado. Preso de las paradojas que tanto le gustan y que tanto cultivan, como buen amante de Alicia en el País de las Maravillas, por eso se envolvió en la bandera del Código de Buen Gobierno que el auspició para justificar los motivos de su dimisión.

La semana pasada podíamos leer en algún medio que Conthe podría ser el mejor presidente de la CNMV y, justamente, ayer anunció su dimisión. En el momento en que los otros actores de la OPA dejaban sin sentido su posición.
Posiblemente mañana Conthe obtendrá del Partido Popular, si cabe, un cierto respeto. El PSOE no lo reconocerá como suyo (el coste político que podría haber ocasionado si no se hubiera producido el tripartito energético podría haber sido de proporciones descomunales, pero se han salvado por la campana). Su decisión de dimitir puede que se amortice rápidamente, incluso que se silencie cuanto antes mejor, pero su talante mítico seguro que va a aumentar.

En un país en el que cada vez son menos habituales las dimisiones, el gesto de Manuel Conthe tiene un valor diferencial. Lástima que no cunda su ejemplo entre el resto de reguladores desprestigiados. Porque la salida de Conthe, además de ser una pérdida de equilibrio en el plano institucional, es un ejercicio de responsabilidad, un ejemplo de coraje civil y político, un ejercicio de democracia.

Giro informativo por completar: la atención comienza a centrarse en Iberdrola

Cuando la atención informativa parece que va a empiezar a virar hacia Iberdrola, la opa de Endesa se vuelve a reavivar. A la eléctrica vasca sigue robándole el protagonismo Endesa. Sin embargo, la posibilidad de que en el medio plazo se pueda configurar el próximo campeón nacional en torno a su figura hace que las miradas se fijen ineludiblemente en la eléctrica más «verde».

Mientras el culebrón de Endesa nos mantiene aún atentos a la pantalla -con capítulos muy interesantes en los últimos días- otra serie de proporciones similares aunque sin opa por medio –al menos de momento- comienza su emisión, ganando lentamente puntos en la parrilla de programación de los medios especializados.

Cambio de modelo de gestión

Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, ha cambiado los cimientos de la eléctrica. Desde su llegada ha ido implantando un modelo de gestión en la eléctrica que comienza a distar del que siempre provino de su predecesor, Iñigo Oriol. De ser el segundo de la clase, Iberdrola puede llegar a convertirse en el primero y encima, sacar buena nota. Su decidida apuesta por Scottish Power (SPW) y por las renovables son algunas de las señas de identidad de esta «Iberdrola de Galán», que lejos de estar verde como el color corporativo de la compañía, se encuentra perfectamente engranado y comienza a tomar velocidades de crucero.

Blindaje frente a hostiles

Además, Sanchez Galán se está esmerando en la tarea de blindar la eléctrica a grupos accionariales no afines. Durante los últimos meses, varios han sido los empresarios que han acudido a la seductora llamada de Galán para entrar en el accionariado de Iberdrola. La mejor defensa es un buen ataque y ya se sabe que mejor prevenir que curar, por lo que viéndose venir la entrada de ACS y la de otras compañías que siempre acechan en la sombra, como Electricité de France (EdF), el equipo de Iberdrola no tardó en recuperar la operación Scottish Power, que hacía tiempo mantenía en la recámara. Su objetivo, hacer ganar tamaño a Iberdrola y así conseguir desalentar a ofertas de grupos hostiles.

Los últimos en incorporarse a este núcleo duro, con participaciones muy diseminadas, han sido Alicia Koplowitz (2,93 %) – a través de Omega Capital-, Nicolas Osuna (1,43 %) y los últimos, la semana pasada, la familia Sánchez-Ramade (1,01 %), propietaria, entre otras, de la cadena de electrodomésticos Urende.

La posición del Santander

Por otro lado está la entrada del Santander, con un 1,36 % del capital de Iberdrola. Muchos identifican esta entrada con el actual eslogan del Santander “queremos ser tu banco” que Botín le habría «susurrado» a Galán.

El adquirido Abbey National Bank por parte del Santander, ha sido tradicionalmente uno de los bancos de SPW y el Santander, que desea seguir manteniendo dicha relación -tras la compra de la escocesa por Iberdrola- ha decidido entrar en el capital de la eléctrica vasca.

Además, desde un punto de vista de negocio bancario, los retos que se le plantean a la eléctrica encajan perfectamente en el negocio de la entidad de Botín. La ampliación de capital, que se prevé para aprobar en la próxima Junta del 29 de marzo necesitará colocador y el Santander, dada su experiencia, podría ser un candidato idóneo. La ampliación prevista será la mayor de la historia de Iberdrola y de una empresa española, con 8.625 millones de euros.

Salida de BBVA, entrada del Santander

El Santander habría visto en Iberdrola una buena oportunidad de negocio ahora que BBVA sale de su accionariado. Sobre todo teniendo en cuenta que uno de los puntos del orden del día de la Junta consiste en la delegación de las facultades para emitir la emisión de bonos, obligaciones, participaciones preferentes y pagares de forma directa en el consejo de la eléctrica, por lo que todo el poder recaería en Sanchez Galán y su consejo.

Grupo de control afín a Galán

El grupo de accionistas relevantes con menos de un 2 % del capital de la eléctrica vasca se encuentra actualmente muy disperso y conforma ya un 10,73 % de la eléctrica. Otros accionistas con participaciones superiores al 20 % son BBK (9,97 %), Alicia Koplowitz (2,93 %), Cajas de Castilla y León (2,47 %) y Juan Luis Arregui (2,04 %).

Hasta ahora Galán se había sentido respaldado por las participaciones tanto de BBK como de Juan Luis Arregui, que casi igualan a la de ACS (12,44 %). Sin embargo, si ACS se acaba desprendiendo de su participación en Unión Fenosa y se plantea incrementar su posición en Iberdrola, Galán podría comenzar a sentirse incómodo.

El objetivo de Galán sería conseguir un accionariado realmente afín y de confianza que conformara más de un 25 % de Iberdrola, puesto que esa es, de momento, la participación máxima que ACS puede tomar en Iberdrola sin lanzar una opa. Todo ello, en tanto en cuanto no entre en vigor la próxima ley de opas que sustituirá a la actual y permitirá llegar al 30 %.

Liquidez inminente en el mercado

La ampliación de capital de Iberdrola, la mayor de la historia española, podría coincidir en el tiempo con la liquidez obtenida por los accionistas que vendan sus endesas a Eon –o quizás a Acciona-Enel-. Esta liquidez les podría permitir acudir a comprar acciones de la eléctrica española. Es importante recordar que muchos de los minoritarios de Endesa son accionistas de las OPV con las que el Estado se deshizo de sus participaciones en la eléctrica. Por tanto, accionistas fieles similares a los que mantienen las matildes de Telefónica. Un importante segmento que captar con vistas a la ampliación de capital. Si Galán desea ganárselos su mejor arma será la promesa de un buen dividendo anual. En la próxima Junta se aprobará previsiblemente un dividendo de 1,04 euros por acción.

La posición del Santander es difícil de analizar, puesto que visto el olfato de su presidente, podría haberse planteado la entrada con la simple idea de vender posteriormente «al mejor postor» en una hipotética batalla por el control de Iberdrola.

En algunos medios se apunta a que su entrada podría estar vinculada a ACS. Sin embargo, y conociendo la trayectoria de la entidad financiera, sin lugar a dudas y si llega el momento, venderá a quien más ofrezca y pueda satisfacer sus intereses. Si algo distingue a la entidad presidida por Botín es que lejos de partidismos políticos y servidumbre a intereses variados, la entidad santanderina se rige por criterios puramente económicos.

Es el momento de la verdad en la OPA a Endesa

La semana pasada, la ‘filtración’ de que Enel y Acciona podrían lanzar una OPA por el cien por cien de Endesa, con un precio de entre 40 y 42 euros, logró desviar la atención sobre toda la ‘tragedia’ pequeñita a la que había desembocado (y desbocado) la ultima fase de esta operación (la irrupción inicial de Enel en toda la operación, la simpatía (dicho suavemente) desde la actual Administración con que se recibe esta operación, qué haría cada uno de los accionistas de Endesa, cuáles serían los primeros movimientos a tres bandas alrededor de Acciona y la necesidad de salvaguarda de su situación ante un posible ‘bocadillo’ internacional, haciendo de la necesidad, virtud). Seguramente, este giro en la situación también logró introducir un intenso ruido en pleno proceso de aceptación a la oferta de la empresa germana, introduciendo dudas (razonables) a los accionistas e intermediarios financieros, sobre si acudir o no a esta propuesta.

Ante estos mensajes, el regulador de los mercados financieros, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, tomó una decisión inédita, para algunos arriesgada (principalmente, según lo entienden para su propio cargo, o mejor para su renovación del mismo, tal y como las gastan en política), pero a la vez que necesaria: permitir que E.ON pudiera elevar su oferta y se ampliaría el plazo para la aceptación hasta el día 3 de abril de producirse una modificación en la misma por parte de los germanos. Para otros, la decisión de Conthe fue pacata: la concertación, el convolutto se materializa con el anuncio de la semana pasada y ahí, hay que investigar con todo el peso de la ley.

Este fin de semana han existido varias informaciones no confirmadas oficialmente. Desde una posible elevación de la oferta de E.ON de los 38,75 a los 40,25 Euros a una visita de Fluvio Conti a Madrid, para terminar de formalizar el acuerdo con Acciona para septiembre, una vez superada la cuarentena que ha fijado la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Lo que pasa es que en el mundo económico y empresarial, con la posible minoría en el Consejo de Endesa, para Acciona y Enel, es difícil hacer planes a tan largo plazo (antes, los economistas, decían que el medio largo plazo empezaba dentro de un año, pero las cosas cambian, como se puede ver).

Lo que si podemos decir es que hasta este momento, del jueves aquí todo han sido fuegos de artificio, señuelos, anuncios de intenciones y política de comunicación, puramente. Mensajes que pueden alterar el transcurso de la OPA y confundir a los accionistas, pero pocas realidades que llevarse a la boca, salvo la oferta de E.ON. A día de hoy no tenemos nada sustanciado y es hora de que se materialicen blanco sobre negro todas las propuestas. Por ello, es la hora de verdad, y también en este sentido, en esta justa medida es en la que hay que valorar la posición de Manuel Conthe: la de poner a cada una de las dos partes ante su propia responsabilidad. La hora de materializar anuncios y filtraciones en compromisos firmes, serios y explícitos para que los titulares de las acciones puedan tomar decisiones con toda la información y cada cuál elija sus obligaciones con toda la información: los opantes, las posibles empresas adquirentes, los accionistas y sus representantes.

Reunión Prodi-Merkel: Desconcierto generalizado

El Gobierno parece haber perdido el control de la situación en el tema de la opa a Endesa y ésta se ha convertido en una batalla a múltiples bandas en la que nadie tiene asegurado el éxito. Es mas, ninguno pierde la oportunidad de acercar posturas con otros, por muy distantes o enconadas que anteriormente estuvieran o al menos pareciesen. Desde que Eon entrara en juego, desde Moncloa siempre se ha intentado mantener la calma y hacer como que no pasaba nada. Sin embargo si hace meses, con la entrada de la alemana, se decía que Manuel Pizarro, presidente de Endesa, no querría pasar a la historia como quien entregó Endesa a los alemanes, ahora la patata caliente la tiene el Gobierno, que con su inicial apoyó a la opa española de Gas Natural abrió un problema que puede acabar en la situación actual tras la entrada de Enel con un «troceamiento» de Endesa a lo «metrovacesa».

Sin rumbo

Con titubeos, marchas atrás, y huidas hacia delante, el Gobierno ha intentado gestionar una opa que en los tiempos en los que vivimos difícilmente se puede oficiar desde los despachos de la Administración. Sobre todo cuando el mundo empresarial rinde la pleitesía justa a lo político, y como es lógico, se mueve al compás que dicta lo económico. Parece que va siendo necesario en Moncloa un curso, de esos que le prometían al presidente del Gobierno, de aprendizaje en «dos tardes», sobre operaciones corporativas. Tras la reunión del martes entre Prodi y Merkel quizás va a ser necesario también uno sobre diplomacia exterior y negociaciones.

Reunión Prodi-Merkel

El martes Prodi y Merkel mantuvieron una reunión en Roma de la cual solo ha trascendido, en relación al tema Endesa, que según los protagonistas “la solución más conveniente para los intereses de ambas empresas y de sus respectivos países pasaría por un pacto sobre Endesa” dejando esta cuestión “en manos de los directivos de las compañías”.

La sucesión de acontecimientos, incluida la posible salida de Acciona, tras mantener algunas reuniones con Eon, podrían haber echado abajo las negociaciones supuestamente llevadas acabo en la «operación Ibiza» de hace un mes. De esta manera Prodi habría acercado su posición hacia la de los alemanes por sí el pacto ibicenco queda finalmente en papel mojado

Reconocer el problema

El principal problema del ejecutivo ha sido desde el comienzo no ser consciente de la dimensión real del problema y lo difícil de atajarlo. Desde el principio, existía una falta de perspectiva por parte del Gobierno de las proporciones de esta situación. Lo más difícil es admitir que la opa, por muchas trabas que se le pongan, no está en manos del Gobierno, sino de los accionistas. Esta lección ya la aprendió Gas Natural y ahora parece que el ejecutivo pretende aprenderla en la repesca. Aferrarse a la más mínima posibilidad de no perder la españolidad de Endesa ha llevado a facilitarle la entrada a otra empresa extranjera, Enel, que además es de capital semipúblico.

Difícil final

Seguramente ya ayer, Eon le habría comunicado la noticia a Acciona para meterle presión para que acepte su oferta. Acciona, el rival mas débil en la opa debería estar a expensas unicamente de sacarle el mayor rédito posible a la operación. Mantener una posición de control es practicamente imposible. Por ello, su inversión ha pasado de ser estratégica a puramente financiera.

Acciona intentará sacar la mayor tajada posible de la venta de su participación ya sea en efectivo o en activos, y poder salvar los muebles. Ahora Caja Madrid dice que se mantendrá en Endesa a la espera de ver que capacidad de aguante tienen Acciona y Enel.

La situación, parece ser, ha degenerado en algo así como el el juego del despiste. Desconcierto generalizado y dificultad para vislumbrar el escenario final tras la opa alemana, esa es la conclusión. Quizá es el momento más opaco de todo este proceso. Cualquier situación es posible aún. Lo único seguro es que las palabras en estos negocios de la opa se las lleva el viento y hay muchos cuestionamientos en todos los actores. Sin embargo es mejor no sacar conclusiones precipitadas de las reuniones mantenidas, y aun menos de las declaraciones vertidas, porque los figurantes de esta opa, como buenos actores que son, saben escenificar cualquier papel. Y a buen seguro, no será oro todo lo que reluce.

OPEG: Europa empieza a verle las orejas al lobo

Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar, dicen. No podría ser más cierto el dicho. Hace apenas una semana Argelia anunciaba la subida del precio del gas a España. Un incremento cuya cuantía, por el momento, se desconoce oficialmente, pero se ha hablado de un 20% que probablemente termine por reducirse.

Sin que hayan pasado siete días, la prensa europea se hace eco de lo publicado en el diario ruso Kommersant, según el cual la próxima reunión del Foro de los países exportadores del gas (constituido en 2001 y que engloba a los países que controlan más del 70% de las reservas mundiales de gas), que se celebrará en Doha el próximo 9 de abril, será un momento propicio para anunciar la fundación del cártel gasístico.

El otro vecino es Europa.

Y no ha tardado en responder Piebalgs a esta iniciativa a la que se sumarían como fundadores Rusia, Irán, Qatar, Venezuela y Argelia -el país que ha anunciado ya el incremento del precio a España-. El comisario europeo de Energía está preocupado por esos rumores de creación de lo que sería la OPEG, es decir, una Organización de Países Exportadores de Gas, y considera que, de confirmarse, sería «algo negativo». La Unión Europea y EEUU son regiones muy dependientes del suministro gasista de estos países.

Si hace algunos meses que en las conciencias de instituciones y gobiernos europeos habita la preocupación por la dependencia energética de la UE, en situaciones como la actual estos miedos se acrecientan. Y con razones de sobra. La dependencia energética de Europa, superior al 50%, y la de España, una verdadera isla energética, nos hacen muy vulnerables a vaivenes en los precios y a formaciones de cárteles que pretenden controlar un mercado y sus precios.

Las instituciones europeas prestan cada vez mayor atención a la necesidad de buscar fuentes alternativas de energía, no sólo para contaminar menos, sino también para poder producir electricidad y combustible dentro de nuestras fronteras y poder limitar nuestra dependencia del exterior.

Muy recientemente se han adquirido compromisos en la Comisión Europea para que los objetivos que se fijen en materia de renovables sean obligatorios y no meramente testimoniales. Hace menos de un mes, el Parlamento Europeo ofrecía unas jornadas sobre la necesidad de una política energética común. Entre las muchas conclusiones que entonces se conocieron figura la falta de una postura conjunta y coherente que nos haga fuertes frente a situaciones como la que estamos viviendo ahora mismo.

Según declaró en esas jornadas el vicepresidente del Parlamento Europeo, Jacek Sryusz-Wolski: «incluso si la UE es capaz, durante las dos próximas décadas, de modificar su rumbo hacia una mayor eficiencia energética y unas fuentes de energía renovable, nuestra dependencia de petróleo y gas no disminuirá dramáticamente; podemos reducir nuestra dependencia, pero no escapar de ella. En consecuencia, tendremos que buscar fuentes más allá de nuestras fronteras y cada vez competiremos más por la energía. Por ello debemos gestionar esa dependencia mediante política exterior e instrumentos legales«.

Puede que en este contexto la isla de El Hierro sea un perfecto ejemplo a seguir.

Renovables y la UE

La cumbre europea de la semana pasada ha supuesto un cambio en la estrategia europea a favor de una energía limpia, llegándose finalmente a objetivos vinculantes en lo referente al uso de estas energías en el ámbito de la UE. En concreto, se fijó el compromiso de que un 20 % del consumo energético de la UE en 2020 proceda de fuentes renovables.

El actual Plan de Energías Renovables (PER) español establece que un 12 % del consumo de energía primaria en España de fuentes renovables en 2010, por lo que, en principio, este objetivo podría ser compatible con el acuerdo alcanzado por los líderes europeos.

Seguridad a la industria y a los inversores

Sin embargo, el principal problema del PER español es que no es vinculante. Por ello, y para incentivar a la iniciativa privada a invertir en renovables, los días antes de la celebración de la cumbre europea, el mismo presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, abogó por la necesidad de que los objetivos acordados sobre esta materia resultaran vinculantes, como única vía para demostrar «credibilidad» en la lucha contra el cambio climático y para dar «seguridad» a la industria y a los inversores.

Que la iniciativa privada se decante por proyectos de carácter renovable exige una serie de condiciones, por ello, según Barroso, todos los empresarios con los que ha consultado la situación le han destacado la necesidad de establecer de «objetivos obligatorios» para poder hacer «planes de inversión a largo plazo».

Nuestro país es, desde hace tiempo, un caso de estudio por el rápido crecimiento e implantación que las renovables han tenido. La propia Comisión Europea, no muy dada a poner a nuestro país como ejemplo, señaló en su día a España como modelo a seguir en este terreno.

Posible incumplimiento del PER

Mientras en Europa se discute acerca del lugar que ocuparán las renovables en 2020, en España, desde que se abrió la puerta al cambio en el marco retributivo de las renovables, numerosas voces han alertado del posible incumplimiento de los objetivos que establece el PER.

El PER 2005-2010, aprobado por el Gobierno en agosto de 2005, se marcó como objetivo conseguir que el 12 % del consumo de energía primaria en España proceda de fuentes renovables. Sin embargo, con la situación actual, prácticamente todos los expertos consultados, empresas y asociaciones, consideran que es imposible el cumplimiento de objetivos y alcanzar 20.000 MW en el año 2010, si finalmente se realizan cambios y no se mantiene el marco retributivo actual.

El cambio del marco retributivo

Mientras Durao Barroso, da como claves de desarrollo del sector de renovables la seguridad a la industria y a los inversores, en España el cambio en la retribución de las renovables ha sido calificado como «retroactivo» y causante de una inseguridad creciente en el sector que pone en grave peligro la inversión.

La misma Acciona ha avisado que podría retirar de España su negocio de energías renovables si el ministerio de Industria sigue en su empeño de aplicar retroactividad en la reforma del real decreto de renovables.

La cumbre de la semana pasada exige, por tanto, una reflexión «a fondo» sobre el papel que se pretende que las renovables jueguen en nuestro país. El mismo Durao Barroso reflexiona esta semana acerca de los acuerdos llegados durante la cumbre y ha dicho “las empresas de la UE deben aprovechar la oportunidad de que la UE se convierta en el líder mundial de la energía limpia para impulsar el crecimiento y el empleo” añadiendo que, es para ello imprescindible un mercado energético “transparente, competitivo y bien regulado”.

La complicada posición de Acciona

Las alternativas en la opa se suceden. La creación de un núcleo duro en torno a alguno de los actores implicados en la batalla eléctrica por Endesa se complica día a día y no parece haber una solución clara, por mucho que algunos vieran en la entrada de Enel la «solución española» tan esperada.

La entrada de Enel ha contribuido, aunque parezca un contrasentido, a complicar la situación y dificultar el complicado «encaje de bolillos» consistente en formar un grupo con una participación suficiente como para hacerse con el control de Endesa.

En un primer momento Eon se sintió acorralada ante la entrada de Enel. La «operación Ibiza» causó estupor en la sede de la alemana en Dusseldorf. Sin embargo, con el paso de los días, la alemana ha visto como su estrategia de desgaste, de paso lento pero firme puede dar sus resultados. La situación se torna complicada. Las combinaciones posibles y con ellas los escenarios a conformar se multiplican.

El rival más debil

Una cadena dicen, se rompe por el eslabón más débil. En la situación actual ese eslabón está reservado para Acciona. En un primer momento la entrada de Enel suponía un apoyo en su estrategia de control por la eléctrica española. Sin embargo, el porcentaje del que ya dispone la italiana, un 24,97 %, por encima del 21,3 % de la constructora hace suponer que, de lugarteniente de Acciona, Enel ha pasado a liderar su propia solución.

Acciona se mantiene a la expectativa y cada vez ve más lejos su propósito inicial de desempeñar un papel relevante en la gestión de Endesa. El principal problema surge cuando, en este complicado enredo de la opa a Endesa, los posibles pactos con otros actores en conflicto están supeditados a factores que van más allá de lo empresarial y se adentran peligrosamente en lo político. Mientras, se multiplican los rumores en torno a cuál será el verdadero grupo sobre el que se vertebrara el control de Endesa. Algunos piensan que podría incluso fraguarse un ulterior pacto Berlín-Roma que dejaría en evidencia y en papel mojado la conocida como «operación Ibiza» y la tan denostada «solución nacional».

La difícil posición de Acciona

La constructora se encuentra ante el difícil dilema que le plantea el sentirse el rival más débil de toda esta partida. Desde hace tiempo Acciona mantiene una posición cercana al 21 % en Endesa, sin haber declarado incrementos en su participación. Esta situación podría evidenciar que le está costando encontrar quién le financie la compra de porcentajes adicionales de participación en la eléctrica, o bien que podría estar planteándose la retirada.

La primera hipótesis podría considerarse plausible puesto que el alto endeudamiento de Acciona y el elevado precio que han alcanzado las endesas provocan que ésta sea una operación difícil de plantear a las entidades financieras, mas aún cuando se habla de utilizar como garantía real de un préstamo las acciones de una compañía, Endesa, que cotiza ya todas las primas habidas y por haber en su precio. Sobre todo porque, una vez que finalice la opa de la alemana, el día 29 de marzo, y en función del reparto accionarial existente -incluso con independencia de él- la acción podría «desplomarse».

Respecto a la retirada, y a estas alturas, el escenario que mas teme la familia Entrecanales, accionista mayoritario de Acciona, es el de una Endesa con un grupo de control no afín a sus interés, no ya tanto por el desplome de la acción – una acción prácticamente ilíquida después de la opa – sino porque este grupo de control decida variar la política de dividendos que tiene Endesa y con la cual Acciona pretende ir reembolsando el préstamo que en su día alcanzó para la financiación de su porcentaje de participación en Endesa por importe de unos 8.191 millones de euros.

Acciona no tiene músculo financiero suficiente para soportar como «comparsa» en el accionariado de la eléctrica si el resto de los socios deciden «cerrar el grifo» de los dividendos. Dicha posibilidad podría estar abriendo un crudo debate en el seno de la constructora debido a que algunos de los miembros pertenecientes a la familia Entrecanales optarían por vender su participación en la opa y retirarse con unas importantes plusvalías.

La actuación de un gobierno indeciso que actúa de forma inconexa y cambiante, mantiene a una Acciona constantemente a la expectativa.

Toda esta incertidumbre estaría volviendo dar fuerza a la posición de Eon, que cada día que pasa vería acrecentadas las posibilidades de conseguir finalmente una importante parte del pastel accionarial.

La ambigua posición de Caja Madrid

Aun así, mucho tienen que decir el resto de actores. La posición ambigua de Caja Madrid dificulta hacerse una composición de lugar sobre el escenario final de la opa. Principalmente porque, mientras sigan vigentes las restricciones de voto superiores al 10% del capital tras la suspensión de la Junta Extraordinaria convocada para el 20 de marzo, la influencia de la caja madrileña es igual a la del resto de actores principales, llámense Eon, Enel o Acciona.

Conexión Berlín-Roma

Por último, el ahora temido pacto Berlín-Roma mantiene aún muchas sombras desde una perspectiva empresarial, que no política.

Desde un punto de vista únicamente empresarial, Enel está abocada a entenderse con Acciona. La italiana, que ha tomado el papel de líder en la cruzada antialemana, no tiene previsto lanzar una opa sobre Endesa, por lo que en el mejor de los casos –tras el cambio en la ley de opas- ésta alcanzaría un 30 % de la eléctrica española. Con este porcentaje, Enel necesita el apoyo de la constructora y sobre y ante todo que Acciona no venda su porcentaje de participación a Eon. La retirada de Acciona es prácticamente el único escenario factible en el que la alemana podría llegar a alcanzar mas de un 50 % del capital, y esto dejaría fuera de combate a la italiana.

Desde el punto de vista político aún puede pasar de todo, ateniéndonos a los antecedentes de esta batalla.

La OPA de Endesa,Enel frente a E.ON y los conflictos históricos en Europa por la enegía

A imagen y semejanza del pulso que el Imperio Británico y la Rusia zarista mantuvieron a finales del siglo XIX y principios del XX por la hegemonía en Asia Central, conocido como el «Gran Juego«, dos grandes potencias del sector eléctrico europeo, E.ON y Enel, pugnan ahora por el control de Endesa.

Al igual que en la Europa de los Imperios, la disposición de las fichas en el tablero dibuja un panorama complejo y en la partida participan otros actores importantes, en este caso Acciona, la constructora de la familia Entrecanales.

E.ON y Enel son dos de las cuatro mayores eléctricas de Europa (junto a la francesa EDF y a la alemana RWE) y están presentes en otros países comunitarios, aunque hasta ahora no habían medido sus fuerzas en el mercado español.

Enel opera en España a través de Viesgo, la quinta eléctrica por tamaño, que compró precisamente a Endesa en el año 2001, pero E.ON no había desembarcado todavía.

De momento, todas las opciones están abiertas. E.ON ha respondido a la entrada de Enel en el capital de Endesa con la renuncia, expresa o tácita, a las condiciones a las que había supeditado la opa, con lo que se asegura de que la oferta sigue adelante. El grupo alemán ha renunciado a suprimir los blindajes estatutarios, decisión que ha conllevado la desconvocatoria de la Junta Extraordinaria de Endesa, y ha explicado que está dispuesto a quedarse con una participación minoritaria en la eléctrica española, lo que implicaría retirar también la segunda condición, que era alcanzar más del 50 por ciento del capital en la opa.

Tras la entrada de Enel y la anterior de Acciona, que aspiran a alcanzar un 24,9 por ciento cada una, E.ON tiene prácticamente imposible cumplir esas dos condiciones. De momento, el grupo alemán mantiene la opa y tomará una decisión definitiva cuando concluya el periodo de aceptación, el 29 de marzo, y conozca con qué participación puede contar.

Llegados a ese punto, E.ON puede hacer efectiva la compra de las acciones -tiene de plazo hasta el 3 de abril- o abandonar la pugna. Si el grupo alemán decide quedarse con una participación minoritaria, el capital de Endesa quedaría repartido entre tres grandes accionistas, siempre que Caja Madrid opte por vender: por un lado Enel y Acciona, con sendas participaciones del 24,9 por ciento, y por otro E.ON, que podría alcanzar en torno al 40 por ciento.

No obstante, puesto que los blindajes estatutarios siguen vigentes, cada uno de los tres sólo podría ejercer derechos políticos por un 10 por ciento. En esa situación, resultaría clave acceder al Consejo de Administración de Endesa, un aspecto rodeado también de incertidumbres. La eléctrica española podría vetar el acceso de Enel, Acciona y E.ON, porque sus Estatutos impiden que sean consejeros representantes de empresas competidoras.

En este punto, la gran pregunta es qué se debe entender por empresa competidora. En un sentido amplio, las tres lo son: Enel y E.ON compiten con Endesa en el mercado europeo y Acciona lo hace en el campo de las energías renovables. Sin embargo, la dirección de Endesa podría aplicar una interpretación más restrictiva y concluir que sólo compite directamente con Enel y Acciona, ya que no coincide con E.ON en ningún mercado nacional.

Salvando las distancias, la situación en Endesa recuerda a la batalla por el control de Hidrocantábrico (ahora HC Energía) que se vivió entre 2001 y 2004, en la que participaron hasta cuatro eléctricas extranjeras -la estadounidense TXU, las alemanas EnBw y RWE, y la portuguesa EDP-, además de Cajastur y el Grupo Villar Mir.

De ese largo pulso salió vencedora EDP, que se hizo con el control de la compañía española. ¿Quién lo conseguirá en Endesa?

Energía ‘al dente’

La larga OPA a Endesa ha dado un quiebro nuevo. La aparición de un nuevo actor, en este caso la empresa italiana Enel ha dejado al parecer el escenario mucho más abierto, dejando muchas preguntas, más que respuestas en torno a su sorpresiva

En primer lugar, la posible interacción entre los gobiernos español e italianos. Es decir si existió un ‘convoluto’fraguado en Ibiza (la “operación Ibiza”), y que haya tenido posteriormente su continuidad en el encuentro del Ministro de Industria con la energética italiana. Todo ello precedido o mejor aderezado, de los guiños de Clos en entrevistas e intervenciones en los medios de comunicación (fruto de su intuición o de casualidad). Lo que si es evidente es que la disimulada satisfacción de muchos responsables del gobierno con esta solución latina, choca con el rictus oficial básico que se oía con E.ON “Este es un asunto puramente empresarial”.

En segundo lugar, la capacidad de actuación de los reguladores de los mercados financieros ante operaciones de estas características. La Comisión Nacional del Mercado de Valores remitió una carta dura y firme a la empresa italiana y las respuestas fueron poco satisfactorias, o mejor dicho poco esclarecedoras. Todavía quedan pendientes decisiones y posibles actuaciones por parte de este organismo que dirige Manuel Conthe, que no se sabe finalmente de que forma se concretarán. Es hora de que los órganos reguladores de los mercados y de la energía ejerzan de lo que son, en lugar de estar más preocupados por la gestión de intereses y las afinidades electivas que por situar reglas claras y fiables

En tercer lugar, la ductilidad y laxitud con la que las autoridades y los órganos reguladores se apresuran a anunciar que no aplicarán la denominada ‘doctrina Rato’ a esta situación. En principio, la participación pública en Enel es mucho más alta (30%) que en E.ON (dado que se circunscribe a los länder). Por otra parte, los anuncios de la Comisión Nacional de Energía para facilitar al máximo el trámite por el organismo (sin que aún se haya pronunciado sobre los operadores principales) por la participación de Enel en Viesgo.

La quinta, si E.ON seguirá en una espiral de decisiones sin sentido con la compra de acciones de Enel, para forzar una posible negociación. La OPA de Gas Natural no tenía ningún viso de triunfar dada la propuesta financiera de la operación, pero sus gestores la asestaron confiados de su complicidad con el gobierno. En la OPA de E.ON, a pesar de las capacidades financieras de la germana, no se hizo con el manual delante: tomando una posición accionarial mediante adquisición en el mercado hasta llegar al 24,9% (como han hecho sus competidores) y, a posteriori, lanzar la oferta pública. Finalmente, una operación fuertemente opaca como es la entrada en pugna de la italiana Enel y de las posibles especulaciones de ‘metrovacesizar’ Endesa y repartirla entre Acciona y la italiana (un modelo, el de los repartos, muy catalán, por cierto).

Una vez sacudido el avispero, muchos pasos parece que se han dado para hacer un ejercicio de demostración de poder, frente a la lógica de los mercados y de las operaciones financieras. De hecho en ese punto, ya estamos muy lejos, por que nadie ha querido, parar un momento y dar su brazo a torcer y, muy pocos, han calculado estratégicamente los pasos siguientes suyos y las respuestas de los demás en todo este proceso.

Un día haremos una cronología de los errores de esta larga operación, algunos hasta consecutivos y que desafían la lógica empresarial y la de los mercados, por otras lógicas políticas. También tendremos que valorar sus consecuencias futuras, en términos de inseguridad para la inversión, condicionamiento a intereses políticos, de gobernabilidad de las empresas y sus consejos de administración, de daño a los órganos reguladores, de los efectos sobre los pequeños accionistas (¿quién piensa en ellos?), entre otras cuestiones.

Lo peor de todo, es que la situación ha estado muchas veces ‘al dente’ y la pasta se sigue cociendo. Y si no, preguntas como: ¿entrará también en plan desagravio EdF? ¿se judicializará nuevamente la OPA? ¿se verán obligados finalmente Acciona y Enel a lanzar una OPA por el 100 % de Endesa?. ¿Cuándo estará en su punto, realmente?

Segundo acto: Enel supera a Acciona como máximo accionista de Endesa y deja fuera de combate la opa alemana

Acciona 21 %, Enel 24,9 %. La suma de sus participaciones alcanza el 45,9 %. Junto con Caja Madrid (10 %) y la SEPI (3 %), un 58,9 %. Porcentajes suficientes para que la «solución nacional» tome forma y pueda bloquear, «de facto», la opa de la alemana. La oferta alemana está condicionada al levantamiento de los blindajes y a conseguir, al menos, una aceptación de su oferta del 50,01 %.

Una rápida maniobra

Enel ya ha dado el paso. Si ayer hablábamos de una posibilidad hoy es una realidad. Ayer por la mañana Enel, a través de un equity swap, compró un 7% adicional de Endesa. Ya por la tarde se confirmaba que la italiana disponía del 21 %, igualando a Acciona. Hoy alcanzará el 24,9 %, lo que la dejará al borde del lanzamiento de opa por Endesa. La rápida maniobra de Enel ha sido ejecutada a un precio medio de 39 euros por acción. En total, la italiana habría desembolsado unos 10.281 millones de euros por su 24,9 %.

De cara a la Junta General de Accionistas, y casi con independencia de la postura de Caja Madrid y la SEPI, el free float restante hace casi imposible el levantamiento de los blindajes para la alemana, pues el mínimo de quórum necesario para levantar los blindajes, el 50,01 %, no parece a estas alturas viable. Sobre todo porque la posición de la SEPI, revestida de neutralidad, podría ser simplemente la de abstenerse en la votación.

Interés en levantar los blindajes

Sabiéndose en mayoría, Acciona y Enel podrían plantearse levantar los blindajes, puesto que ahora son las más interesadas en poder ejercer sus poderes en Endesa en relación directa a su participación en la compañía. Sin embargo, ni Enel ni Acciona las tienen todas consigo. Los estatutos de Endesa podrían impedir que ambas participaran en los órganos de decisión de la eléctrica, pues, según su articulado, no se permite dicha participación a empresas o sociedades que mantengan “una posicion de dominio o control en empresas competidoras”, por lo que deberán ser precavidas con esa opción.

Además, ambas empresas, Acciona y Enel, deberán ser «cuidadosas» en sus actuaciones. Eon está «esperando» la mas mínima prueba de que existe concertación para llevar la operación ante la SEC, la CNMV, los tribunales ordinarios o donde se preste.

De momento, si existe concertación – qui lo sá – la Comisión Nacional del Mercado de Valores será la que lo determine. De momento su presidente, Manuel Conthe, tiene la «patata caliente». Conthe, «purista» de la regulación del mercado, se encuentra ante la difícil tesitura en la que la solución nacional le ha situado.

Eon sigue con desconcierto los acontecimientos, viendo como Enel consigue alcanzar el 24,99 %. Le resulta imposible responder. Durante la irrupción de Acciona, Eon pudo reaccionar y elevar su oferta hasta los 35 euros por acción para contrarrestar la ofensiva del grupo presidido por José Manuel Entrecanales. El problema es que, en esta ocasión, la alemana no ha podido aumentarla -al estar el proceso de ofertas cerrado- y ya es tarde, porque la pretendida solución nacional se encuentra en mayoría.

Desde la sede alemana de Eon, en Dusseldorf, siguen con preocupación el curso de los acontecimientos. Su opa por Endesa está «fuera de combate». Además, la gestión de su equipo directivo está empezando a quedar en entredicho, al ver sus accionistas como la «liebre se escapa de la cazuela».

Un escaso porcentaje de aceptación

Pensando en el escaso free float que queda tras la entrada de Enel, el porcentaje de aceptación de la opa alemana podría apenas llegar al 40 %. Los accionistas de Eon se preguntan ahora por qué no haber comprado sólo un 24,9 %. Cuando Eon lanzó su primera oferta, de 27,50 euros por acción, Endesa cotizaba sólo a 25,48 euros. Su última oferta, de 38,75, supone un 52 % más. Ayer, las endesas cerraron a 38,45 euros.

La entrada de Enel ha ido acompañada de una caída en el valor de Eon. Desde la irrupción de la italiana su cotización ha perdido un 5,8 %.

La solución española, después «italoespañola», es, desde hoy, más italo que española. Acciona ya no es el mayor accionista de la eléctrica. Su relevo lo toma Enel. Para llegar a la solución «italoespañola» Acciona deberá incrementar su participación hasta el 24,9 %, igualando a la italiana. Además, Acciona necesita igualar a Enel si desea aspirar a co-gestionar, en igualdad de condiciones, Endesa.

La verdadera solución nacional, entendida como más española que italiana, sigue aparcada y pasa por ver el posicionamiento de Caja Madrid. Queda mucha opa por delante.