No es cosa de risa

La risa, siempre tiene una capacidad de exorcismo político y personal, en nuestro país dónde el humor tiene una capacidad cáustica lo suficientemente potente como para arrasar cualquier ejercicio de solemnidad. La ironía y el despego de las instituciones una característica española, en un momento en que salvo honrosas excepciones la sátira no es lo que predomina, sino más bien el cainismo. Grandezas y miserias. Pero, en contra de todo esto, la semana pasada ha impregnado de humor el sector energético al hilo de las propuestas y el comportamiento de los personajes públicos de la energía en su actuación y prosopopeya. Hagamos un repaso de los argumentos más hilarantes de estas dos semanas.

La mención a la tarifa social de Miguel Sebastián desata las risas en su intervención en el Forum Nueva Economía. Una reacción espontánea que irritó visiblemente al titular de la cartera de Industria. Tanto es así, que el Ministro de Industria llegó a pedir a la concurrencia que no se riese. Vamos, como si le hubieran nombrado los 400 euros. Pero es que la sociedad civil y empresarial es así, como los manifestantes que no hacen caso al Presidente del Gobierno, el ‘cafarnaum’ pendiente que persigue a Magdalena Álvarez (y la persistencia en el error de quienes la sostienen) o quienes critican la política de igualdad de una de las ‘miembras’ del Gobierno. Más allá de la reacción del Ministro, probablemente lógica en la medida que el ‘patinazo’ de la mal llamada tarifa social, es un peso muerto del que se tendrá que reponer en los próximos meses, una vez que esta primera subida le haya pillado a ‘trasmano’.

Garajes, pajares y castañeras. También parece que está siendo chacota la propia aplicación de la tarifa social. Haciendo cuentas de los consumidores que tendrían derecho a no pagar el término de potencia por tener menos de 3 kW, aparecen todos los que tienen hasta 2,2 kW (los saltos en los contratos de potencia llevan esos escalones. En concreto, el recopilatorio de puntos de consumo cuya potencia contratada es de 2,2 kW hacia abajo son: porterías, garajes, bombillas para las castañeras, barracas de feriante, puestos de chuches en la explanada de las Ventas, chamizos para la maquinaria agrícola. La retahíla crece hasta 4,5 millones de usuarios y la ironía devasta la propuesta, que no llega a los pisos de los mileuristas que usan la tarifa nocturna con acumuladores, a los cuales se les sablea después de haberse comprado los voluminosos cacharritos. Por eso, para ahondar en la herida, se le llama la ‘tarifa ahorro’ a lo que se perpetra en materia de tarifa nocturna, cuando los consumidores pagarán entre un 20 y un 70 % más, según los propios servicios técnicos de la CNE.

El informe de la CNE sigue con su esperpento. En síntesis, el informe sobre costes y precios en el mercado energético, de la CNE dice dos cosas. Primero que el precio que surge del equilibrio en el mercado a través de las ofertas beneficia a unas tecnologías más que a otras. Y beneficia a las tecnologías que ya tienen ‘amortizados’ sus activos (cuestión que no es cierta a la luz de de la contabilidad, pero aceptemos pulpo como animal de compañía). El hecho es que hay muchas cosas “amortizadas” o mejor dicho “hechas hace muchos años” (es distinto que amortizado, con independencia de la enorme inversión que se hiciera en aquel momento) por las que se paga: por ejemplo, las líneas de teléfono, los aeropuertos o las autopistas. Incluso algunas por las que se paga mucho: la ópera de Verdi o de Wagner, las obras de Calderón de la Barca o de Cervantes. Nadie duda de que el transporte o la cultura sean un bien común y nadie duda de lo que se invirtió en su momento, por el autor o por las concesionarias. Sólo no se paga en el ‘Gulag’.

Maite Costa y sus ‘futuros’. El martes pasado la Presidenta de la Comisión Nacional de Energía tuvo el día completo de eventos, como ‘miembra’ de varias mesas, unida en la programación con el propio Ministro de Industria. Primero en las jornadas del Consejo Económico y Social y luego en la Presentación del Balance Energético. La presidenta de la Comisión Nacional de Energía despierta en sus intervenciones-clases-conferencias-lecturas declamadas una sensación de desasosiego que va extendiéndose entre el auditorio, hasta la incredulidad como se puede ver en las caras de los asistentes, incluso de algún compañero de mesa. Tampoco parece que le benefició mucho que la selección española jugase esa misma tarde, lo que parece que hacía sentir en mayor medida que la duración de su conferencia en el acto de presentación del Balance Energético fuera excesiva, además de dedicada al manierismo regulatorio de los mercados de futuros y derivados (con la que está cayendo hoy mismo, con los mercados presentes y físicos). La pregunta es: ¿qué conversación podrían haber mantenido Maite Costa y Miguel Sebastián (en caso de que pudiera haberse producido)?

En todo caso, aunque se haya desatado formas diferentes de humor, la cosa no tiene mucha gracia.

El precio del crudo baja un 2,5 por ciento tras una convulsa semana

El mercado petrolero vivió una semana de inestabilidad con oscilaciones de precios que llegaron a ser de hasta cinco dólares por barril, aunque las cotizaciones acabaron cediendo respecto a los máximos históricos cercanos a los 140 dólares registrados el pasado viernes día 6.

Tras un comienzo de semana con valores moderados de hasta 131 dólares, el anuncio el miércoles de que las reservas de petróleo en Estados Unidos habían bajado considerablemente volvió a disparar los precios del barril.

Los datos del Departamento de Energía del país americano reflejaron un descenso de 4,6 millones de barriles la pasada semana, dejando las existencias en 302,2 millones. Esa cifra contrarió las expectativas de los analistas, que esperaban una reducción de alrededor de un millón de barriles en las existencias de crudo.

Aunque el Departamento de Energía informó de que, aún con esta disminución del 1,5 por ciento, las reservas de crudo se encuentran dentro de la media para esta época del año, los mercados reaccionaron al alza y los precios del oro negro subieron 5 dólares y alcanzaron a mediados de semana los 136 dólares/barril.

Este salto se suavizó levemente el viernes, tras conocerse las previsiones de demanda de crudo, publicadas por la Agencia Internacional de la Energía y la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP).

Los datos de la OPEP, publicados en Viena, fijaron la demanda en 86,88 millones de barriles diarios (mbd) para 2008, un 1,28 por ciento (1,1 mbd) más que en 2007. Estas estimaciones son inferiores a las efectuadas hace un mes, cuando se pronosticó un crecimiento de la demanda del 1,35 por ciento.

La corrección a la baja, de 60.000 barriles diarios para el crecimiento y de 70.000 barriles diarios en el promedio total del consumo calculado, obedece en primer lugar a «una caída del consumo de productos (petroleros) de invierno en el primer trimestre de 2008 en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE)» debido al clima.

El informé del cartel petrolero indicó también que está garantizado el equilibrio entre demanda y capacidad de oferta y que su ritmo actual de bombeo, 32,2 millones de barriles por día, es claramente superior a los requerimientos de crudo OPEP (31,8 mbd).

De hecho, el análisis de la OPEP aseguró que los niveles actuales de producción, combinados con un suministro adicional de 300.000 bd en junio por parte de Arabia Saudí, «deberían llevar a un aumento de los inventarios (reservas almacenadas) mayor de lo normal».

Para la organización, estas cifras confirman que el mercado «está ampliamente abastecido y que son injustificadas las acusaciones de que la reciente subida de los precios se debe a un suministro limitado». En ese sentido, el ministro de petróleo iraní, Gholam Hosein Nozari, aseguró que el mercado está bien abastecido y que «no hay problema de oferta».

Pese a ello, los mercados esperan con expectación el resultado de la reunión convocada para el próximo día 22 en Yeda, Arabia Saudí, auspiciada por el rey del país Abdalabin Abdelaziz y que estudiará los motivos que están empujando al alza el precio del petróleo.

Así las cosas, al cierre de la sesión el viernes en el International Exchange Futures de Londres, el barril Brent, de referencia en Europa, se pagó a 134,25 dólares, 3,44 (2,5 por ciento) dólares más barato que hace una semana. Por su parte, el crudo Texas estadounidense se cotizó a 134,86 en Nueva York, un 2,77 por ciento por debajo de la cotización del pasado viernes.

Poco y caro

La subasta de déficit tarfario que hizo ayer la Comisión Nacional de Energía arrojó unos resultados desalentadores, cuya lectura más . De los 2.700 millones de euros que entraban en la subasta correspondiente al déficit tarifario 2007 y 2008, sólo se lograron colocar entre las entidades financieras, algo menos de la mitad. Y, ello, a un tipo de interés alto, con un diferencial de Euribor + 0,65. Hay que tener en cuenta que ese diferencial en términos de tipo de interés se pagará en la tarifa, en el período que dura la amortización de este ‘préstamo’ que es el déficit tarifario.

El mecanismo de la subasta es sencillo. Cada entidad ofertaba la cantidad que estaba dispuesto a financiar a un tipo de interés concreto. Se ordenarían las ofertas de financiación (millones /tipo de interés) y dónde se produjera el “punto de corte” (en términos de tipo de interés, lo que aquí sería el precio) por parte de la mesa de la subasta, se fijaba el tipo de interés resultante para todos hasta ese nivel (inclusive los que hubieran ofertado tipos inferiores. Es decir, el marginalismo puro de oliva en su esencia más clásica (algo que por cierto fue criticado por el organismo y por la propia Dirección de Regulación que participó en esta subasta, gracias al informe difundido en modalidad de acogimiento).

Lecturas y conclusiones de esta subasta. En primer lugar, quiere decirse que el organismo seguramente tenía ofertas para financiar este activo con diferenciales mayores de tipo de interés (con más costes), pero tuvo que cortar ahí. Consecuentemente, el problema se va encareciendo y las condiciones financieras derivadas de los aplazamientos políticos son cada vez peores.

La segunda lectura es que lo que se ‘colocó’ ha sido poco con respecto a lo previsto y caro (hasta el momento los diferenciales en tipos de interés eran de 20-30 puntos básicos para activos que deberían tener un respaldo público mayor, pero que no ha llegado. La tercera es la necesidad de la CNE de justificar estos precios, algo que hace en su nota de prensa, efectuando una comparativa que se unce a la situación de los mercados financieros, procurando no hacer muchas ligazones con dos cuestiones, la ausencia de respaldo público al activo y la prima de riesgo derivada de la inestabilidad regulatoria que ha trasladado este organismo a los mercados. Ultima lectura, es que esto si que es una tarifa (en términos de tipo de interés) de último recurso: urgidos por la cantidad de déficit que se acumula de forma galopante pendiente de resolver con las empresas, la CNE no podía esperar más por lo menos a dejar financiado (aunque con precios altos), el déficit de 2007.

Lo que es evidente es que no se ha logrado que algo que es tan social y tan público (para que el déficit público sea resultado de las decisiones políticas acumuladas de no trasladar el coste de la energía a la sociedad es que será social y público), obtenga respaldos financieros y garantías desde la Administración, que tenga menos coste en términos de capital regulatorio, más allá de la retórica de la hipóteca que fue como se empezó a difundir demagógicamente para conseguir unos resultados mejores que en la subasta de noviembre. La ultima lectura es que la capacidad y la integración del problema del déficit tarifario, con la política económica, entre las instituciones y órganos de la Administración, con los modelos de comportamiento de los mercados e instituciones financieras, han brillado por su ausencia.

Ya tenemos parte de la electricidad hipotecada.

¿Crucifixión o harakiri?

Cuando se habla de los órganos reguladores independientes, en el caso de la Comisión Nacional de Energía, se venía presentando la situación del organismo como un ejercicio de ‘sadismo’ por parte del regulador principal, esto es por el Ministerio de Industria. Así, el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía, en varias ocasiones (no tantas, son muy concretas en las que ha ocurrido algo así) remitió sus propuestas contrarias a las intenciones gubernamentales, al anterior Secretario General de Energía, Ignasi Nieto, para que fueran posteriormente laceradas por la autoridad competente en la fase de revisión administrativa.

Por otra parte, es constante que aparezcan llamadas de expertos en los medios de comunicación a que la Comisión Nacional de Energía sea la ultima instancia administrativa en las competencias y proceso regulatorio que les compete a que sea un organismo independiente. Un ejemplo de ello, son las propias tarifas eléctricas, en cuyo proceso de liberalización y de administración la propia Comisión Europea reclama el papel de un órgano verdaderamente independiente (en un contexto de mercado real y de liberalización, obviamente). Desde el punto de vista formal, sería una cuestión clave para que no sean remocionadas sus decisiones por una instancia superior del aparato de la Administración o del Gobierno.

Pero un escenario así, simplista no recoge la realidad actual del organismo y dibuja una situación maniquea, que además podría interpretarse en clave de ejercicio de poder del fuerte frente al débil. Algo que incluso podría inducir a una cierta conmiseración o una mirada indulgente sobre la deriva regulatoria en la que se adentrado desde que comenzó esta última etapa tan pintoresca. Pero no es así, la situación de la Comisión Nacional de Energía hoy en términos de prestigio institucional (o mejor dicho de desprestigio), es obra directa de sus propias actuaciones. Lo que tampoco implica que la autoridad competente no abuse y conozca al dedillo las debilidades de este órgano regulador de forma que hurga en sus entrañas con enorme facilidad. Por tanto, si el dilema es que la Comisión Nacional es asesinada o se suicida para prestar servicios a la ‘causa’, parece que hay que optar por el harakiri. Pero no un harakiri de honor como sería el caso de los samuráis japoneses, sino una auto inmolación derivada de las relaciones peligrosas con la superioridad.

Sólo en un contexto como el español, donde los favores, las afinidades, la negociación y las amistades políticas obtienen como contraprestación la designación para un órgano regulador independiente (que tiene que velar del mercado), ha permitido que posiciones contrarias a la liberalización del sector, y al propio mercado, aniden dentro de él, como anida la cizaña. En consecuencia, el resultado es que se pone a la zorra a cuidar de las gallinas. Y, claro, se las quiere comer, bajo la fórmula de o arraso en el sistema o arraso el sistema.

Pero el adefesio del informe sobre precios y costes en el sector eléctrico perpetrado por el regulador (un informe ideológico, dogmático, sin datos, camuflado desde lo más interno del organismo) ha dejado a la CNE en la picota más absoluta, tras otras actuaciones memorables de los mismos protagonistas como el papelón que realizó en la OPA de E.ON a Endesa. En pocos lugares del mundo, el regulador independiente, entre cuyos objetivos es velar por el buen funcionamiento del mercado, acaba cuestionando el mercado, criticando las consecuencias del marginalismo y generando una crisis de confianza institucional en el funcionamiento del sector, dentro y fuera del país, con graves consecuencias a todos los niveles financieros, empresariales y económicos. Todo ello, a la par que ejerce un modelo de supervisión y vigilancia del sector muy criticable (ora inexistente, ora en plan guerra preventiva mediante la difusión de anuncios de expedientes previos e informativos, como si fueran condenas sumarísimas, con el fin de amedrentar a las empresas). Un organismo así no puede dedicarse a ser el proveedor de ideología intervencionista oficial del Reino, por mucho que los sectores más retroprogresivos hayan aprovechado la entrada en la administración de un nuevo equipo para intentar inocular su particular forma de involucionar el sector.

Del mismo modo, en el plano interno, el informe ha puesto de manifiesto el profundo deterioro del funcionamiento del organismo. En las tarifas eléctricas, (ni en el gas, ni en nada), no intervienen los responsables de las áreas correspondientes, y en su lugar, la Dirección de Regulación y Competencia, una pieza organizativa diseñada para que sea ambidextra y, lo mismo valga para un roto, que para un descosido, suplante al resto de servicios especializados y ejerza de puente lejano y cercano con las autoridades “competentes”, y pueda recibir y trasladar consignas con enorme eficacia, participando (incluso haciendo suyos informes ajenos) en las campañas para cuestionar el mercado, las empresas, sus beneficios o sus operaciones corporativas de acuerdo con los designios de la superioridad.

La CNE, en este formato actual, con semejante historial, con el sector sometido a escándalo desde hace tres años, ya no puede hacer nada. No puede liderar nada o proponer nada, sólo puede esperar su liquidación expedita, al menos para que no haga más daño al sector energético y a la credibilidad de su funcionamiento con consecuencias en el medio plazo terribles para todos. Que se culmine el harakiri, que se certifique el fallecimiento, que se incineren sus restos.

Aquí yace la independencia.

El precio del crudo se dispara como nunca y roza los 140 dólares

Tras varios días de clara moderación, los precios del petróleo cerraron la semana con la mayor alza de su historia al dispararse el viernes hasta el umbral de los 140 dólares por barril, subiendo casi 11 dólares en una sola jornada.

A la cabeza de la escalada se situó, como es habitual, el barril del Petróleo Intermedio de Texas (WTI), de referencia para EEUU, que tras llegar a venderse puntualmente a 139,01 dólares en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX), pulverizando su anterior récord de 135,08 dólares (del 22 de mayo), terminó la sesión a 138,54 dólares. Ese valor superó en 10,75 dólares al precio del cierre del jueves y en 11,19 dólares al del viernes anterior, registrando un encarecimiento semanal del 8,7 por ciento.

Pero además, la subida del viernes se sumó a la de más de 5 dólares del jueves, con lo que el barril se encareció en más de 15 dólares, o cerca de un 13 por ciento, tan sólo en dos días.

De forma similar al WTI se comportó el barril del Brent, la referencia en Europa, en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, pues también subió el viernes más de 10 dólares y quedó en 137,69 dólares, después de sobrepasar los 138 dólares.

Un salto como el que dieron las cotizaciones del «oro negro» no se había sido visto nunca en la historia de estos mercados y parece confirmar a quienes acusan a la especulación financiera de potenciar la volatilidad de los precios, sin que se divisen medidas para limitar este fenómeno.

Una vez más, según los analistas, el debilitamiento del dólar frente al euro y otras divisas favoreció el masivo refugio de los especuladores en el petróleo y otras materias primas. La moneda europea subió ayer a más de 1,57 dólares, desde los 1,55 dólares del día anterior.

A su vez, la depreciación del dólar se produjo a raíz del empeoramiento del empleo en EEUU, donde en mayo se registró la pérdida de 49.000 puestos de trabajo.

Por otro lado, el ánimo comprador de los operadores en los mercados de futuro fue atizado por la advertencia de Ole Slorer, analista del banco de inversión Morgan Stanley, de que el barril de crudo podría alcanzar los 150 dólares hacia el 4 de julio.

Más alimento para la carrera alcista provino del plano geopolítico, con la advertencia de Israel de que atacará a Irán si Teherán continúa con su polémico programa nuclear. «Si Irán continúa con su programa para conseguir armas nucleares, le atacaremos», dijo el viceprimer ministro israelí, Shaul Mofaz, al diario Yediot Aharonot. Irán es el cuarto exportador mundial de crudo y segundo de la OPEP, por lo que los mercados reaccionan especialmente sensibles a cualquier posibilidad de un corte de sus suministros.

Sea como fuere, las alarmas han sonado en casi todos los países consumidores, en muchos de los cuales, como España, Chile o Italia, el encarecimiento de los combustibles ha sacado a las calles a pescadores, agricultores, transportistas y otros trabajadores fuertemente afectados por esta carestía.

Su «seria preocupación» manifestaron también los representantes de cinco de los países que más crudo consumen en el mundo, reunidos en Aomori (norte de Japón).

China, EEUU, Japón, Corea del Sur y la India -responsables juntos de casi la mitad de la demanda energético del Planeta- destacaron en un comunicado que «estos precios no tienen precedente y van en contra de los intereses de los consumidores y de los países productores».

De momento, la OPEP, que controla cerca del 40 por ciento de la producción mundial y dos tercios de las exportaciones mundial de crudo, no ha reaccionado a esta última subida, pero en días previos había reiterado una y otra vez que no ve razones para aumentar su oferta.

El grupo de trece países ha dejado claro que no tiene previsto reunirse antes del 9 de septiembre, cuando celebrará su próxima conferencia ordinaria. Sin embargo, se espera que la mayoría de los ministros y otros delegados coincidan en Madrid, donde del 29 de junio al 3 de julio se celebra el 19 Congreso Mundial del Petróleo, con la participación de jefes de Estado y otros representantes de Gobiernos, así como de los directivos de las más importantes empresas petroleras.

El bioetanol de Brasil se abre paso

Los biocombustibles brasileños, a pesar de las críticas recibidas recientemente que culpan al sector de propiciar el trabajo esclavo y de atentar contra el abastecimiento mundial de alimentos, ganan cada vez más espacio dentro del mercado del país suramericano.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en sus siglas en inglés), en asociación con la Facultad de Economía, Administración y Contabilidad de la pública Universidad de Sao Paulo (USP), acaba de presentar un informe sobre la expansión del sector.

El estudio hace un balance crítico sobre el tema, en el que destaca las «innegables virtudes» económicas y energéticas de los combustibles alternativos, pero aborda las «amenazas sociales» y, en algunos casos, ambientales de su producción.

En el estudio participaron el reconocido físico brasileño y ex ministro de Educación José Goldemberg; el sociólogo John Wilkinson, especialista en repercusiones sociales del mercado, y Luis Fernando Laranja, coordinador de Agricultura y Medio Ambiente de WWF Brasil.

Brasil lidera el mercado mundial de producción, exportación y consumo de etanol de caña de azúcar, alcohol carburante que es mezclado de manera obligatoria a la gasolina fósil en un 25 por ciento.

El país suramericano, además de los avances en materia tecnológica y legislativa del etanol, lidera también la producción y consumo de biodiesel a base de oleaginosas, como soja y girasol, entre otras, que es ahora mezclado en hasta un 2,0 por ciento de manera obligatoria al diesel convencional.

Las principales críticas contra los biocombustibles apuntan a «una falsa solución para los cambios climáticos» y «crimen contra la humanidad», con el argumento que en el proceso de colecta de caña de azúcar la maleza que rodea los tallos es quemada y, según los ambientalistas, los cultivos avanzan en dirección a la Amazonía.

Aunque en menor escala que el sector maderero y minero, la producción de biocombustibles ha sido objeto de denuncia de uso de mano de obra en condiciones infrahumanas. Algunos gobiernos culpan también a los países productores de biocombustibles como responsable del encarecimiento de los alimentos, argumento refutado por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva cuando es abordado sobre el tema.

Lula afirma que el alza en los precios internacionales del petróleo y el subsidio de los países desarrollados a la producción agrícola son los causantes de la escasez y encarecimiento de los alimentos, cuya demanda aumentó por el crecimiento del poder adquisitivo de la población pobre de países como Brasil.

El ex ministro brasileño de Agricultura y codirector de la Comisión Interamericana de Etanol, Roberto Rodrigues, comentó a la Agencia Efe que uno de sus propósitos es difundir y promover ese combustible en diferentes escenarios internacionales, para «esclarecer las dudas» que surgen reiteradamente sobre su uso.

Rodrigues señaló que el mes pasado estuvo en la ciudad estadounidense de Nueva York para dar detalles a representantes de las Naciones Unidas sobre el etanol brasileño.

La Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP) niega que la producción del etanol atente contra la de otros alimentos, pues según su presidente Paulo Skaf, los cultivos de caña ocupan apenas el 1,0 por ciento de las áreas disponibles para la agricultura en el país.

El informe de mayo de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea) indicó que las ventas de automóviles «flex», que permiten la combustión en un mismo tanque de abastecimiento de gasolina, etanol o la combinación de ambos, creció el 20 por ciento comparada a la del mismo mes de 2007.

El 87 por ciento de los nuevos automóviles livianos en Brasil, según datos de mayo, sale de fábrica con la tecnología «flex».

Sin kilowatios no hay paraíso

El Presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero declaró ayer a la Cadena Ser que la tarifa subirá en el entorno del IPC, lo que considera razonable, más que las propuestas de la Comisión Nacional de Energía en la que se equilibra el déficit tarifario del ejercicio inicial con el devengado hasta el momento (el 11,3 %). Por tanto, siembra fuertes dudas de la como va a abordar el proceso de liberalización, que en la legislatura anterior se fue postergando poco a poco, en paralelo a la debilidad política de otros acontecimientos que no vienen al caso.

Esta claro que el Presidente del Gobierno, cuya voluntad puede ser la de que los españoles que están viviendo una desaceleración intensa, que nadie sabe donde nos llevara, no lo pasen peor por el alza de los precios (y las decisiones no tomadas en su momento, de forma mas inteligente), no ajusten sus comportamientos de consumo, no sean eficientes en sus decisiones de utilización de energía. Por ejemplo, esa también es la propuesta de los grandes consumidores que se uncen a este modelo de energía subvencionada por no se sabe quien, pero que sea “competitiva”, es decir, un sinónimo de barata aunque, no lo sea en realidad. En todo caso, todos los analistas internacionales coinciden en que las economías que no ajusten sus comportamientos y políticas a esta situación energética, o que lo demoren, tendrán consecuencias no positivas en el medio plazo.

En este caso, ha pasado lo que tenia que pasar, lo que ya aventuramos en Energía Diario. Que la opera no termina hasta que no canta la gorda. Y en este caso, el do de pecho lo ha pronunciado el Presidente del Gobierno, cuando en otras ocasiones había servido el bocinazo de la propia Vicepresidenta, Fernández de la Vega, para evitar las posibles subidas testimoniales.

En España hemos vivido probablemente desde el ano 1994, de las reformas hechas en los primeros anos de la democracia. De la liberalización general de sectores que había definido el denominado ‘milagro español’. De que los gestores de la cosa pública, lo pasaran mal, pusieran a este país en un marco homologable a nivel europeo, con convicciones de libertad y mercado. Y, por ello, tuvieran que tomar decisiones impopulares y necesarias (y de que los agentes económicos, como racionales que son ajustasen sus comportamientos). A cambio de eso, la opción es pensar por los ciudadanos, someterles a la adormidera de los precios regulados ‘friendly’, a la energía por nivel de renta.

Esta claro, que nuestros gestores actuales no van a tomar medidas impopulares en lo económico, salvo el carne por puntos. Estos últimos anos la palabra gestión ha perdido alcance y no parece que se vayan a emplear a fondo. Solo tendremos caras amables (mientras que esto sea posible) y, lo demás, es la adhesión de grupos intelectuales que den coartada ideológica a esta toma de decisiones. El problema es el medio plazo y la credibilidad de una economía, es un intangible que no se mide en la encuesta del CIS de este trimestre.

En cambio, cuando las cosas empiezan a ‘ponerse difíciles’ ocurre lo contrario. Se da cancha al intervencionismo, a la minoría creativa, a la intervención en los mercados, a la vuelta a la famosa e ineficiente retribución por costes (en la que el que crea el coste, lo engorda o hace coste innecesario, para que aumente la retribución). Y lo que es peor, agrede a conceptos como inversión o garantía de suministro. Esperemos que el plan de Miguel Sebastián para abordar el déficit tarifario, al menos no caiga en actuaciones, y se abra un debate con participación de todos los agentes, para abordar esta cuestión con visión de medio plazo, sin deteriorar el mercado, como mecanismo más eficiente de funcionamiento, asignación de recursos y generación de inversión futura. Con convicción de que es uno de los mejores modelos de toda Europa, por sus resultados en inversión y salto cualitativo que ha dado nuestro país desde el comienzo de funcionamiento del mercado.

Por eso, parece que el papel heredado por la energía eléctrica como objeto de decisión del gobierno para atajar la inflación, en lugar de reformar aquellos ámbitos de la economía que requieren reformas (ni siquiera otros usos energéticos, cuentan con esa visión tardofranquista de estar sometidos a una intervención intensa en materia de precios). Queremos, por tanto, una crisis energética de gratis total, sin enterarnos, como en tiempos del Caudillo.

Finalmente, la debilidad de la expresión del plan anticrisis de Zapatero, la velocidad con que se agota el superávit presupuestario, el optimismo antropológico del presidente y, la realidad de como se aborda una cuestión como la de la energía, no dejan de sembrar dudas, en lo más importante ahora para los españoles: la situación económica.

Por eso, lo que esta claro es que sin kilowatios baratos no hay paraíso.

El frenazo del consumo aleja al pétróleo de su récord histórico

Los precios del petróleo se alejaron esta semana de los récords históricos de hace diez días, ante las señales de que su sostenida y fuerte escalada ha frenado ya el consumo de combustibles en Estados Unidos y otros países.

El valor del barril de Brent -el de referencia para Europa- para entrega en julio terminó ayer a 127,78 dólares en el Intercontinental Exchange de Londres (ICE), casi un 3 por ciento menos que el viernes anterior (131,57 dólares), con una clara distancia de su máximo histórico de 135,14 dólares.

De forma similar, en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX) el precio del Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente para EEUU, terminó a 127,35 dólares, frente a los 132,19 dólares del cierre de la semana anterior.

Y según informó el secretariado de la OPEP, el crudo referencial de la organización se vendió el jueves a 124,27 dólares por barril, un 2,6 por ciento menos que el récord histórico de 127,59 dólares batido el día 23 de mayo.

A este alivio han contribuido los más recientes datos sobre la demanda de combustibles en Estados Unidos, de lejos el mercado de mayor consumo energético a nivel mundial, que reflejaron un retroceso en el consumo debido a los elevados precios de la gasolina y otros productos, así como por la ralentización de la economía.

El Departamento de Energía de EEUU informó de que en las últimas cuatro semanas el volumen de combustibles suministrados al mercado fue un 0,7 por ciento menos que el pasado año en la misma época.

Además, según la misma autoridad, el consumo total de crudo en EEUU cayó en marzo al nivel más bajo de los últimos cinco años, cerca de 800.000 barriles diarios menos que en marzo de 2007, y la consultora especializada JBC Energy vaticinó que en 2008 la demanda de productos petrolíferos en la primera potencia mundial retrocederá en 270.000 bd respecto al año pasado. «Los altos precios del petróleo continúan golpeando los bolsillos de los consumidores», destacó la asesora en uno de sus análisis.

Estos datos y una apreciación del dólar frente al euro favorecieron la moderación de los precios del «oro negro» y se impusieron sobre otras noticias alcistas, como una inesperada y fuerte caída del nivel de los inventarios de crudo en EEUU, debida principalmente a una menor importación de esa materia.

No obstante, los precios siguen en un nivel extremadamente elevado, que ha hecho sonar las alarmas de los consumidores, y los analistas coinciden en destacar a la especulación financiera en los mercados de futuros como el factor más determinante de su comportamiento volátil e impredecible.

Fuentes cercanas a la OPEP explicaron que se calcula en cerca de 40 dólares la prima por especulación que tiene actualmente el precio del barril, puesto que su valor estrictamente ligado a los fundamentos físicos del mercado (oferta, demanda y reservas) debería situarse actualmente entre 80 y 85 dólares.

Reflejo de la elevada especulación es el hecho de que para julio se han vendido ya 300 millones de barriles diarios (mbd), cuando la demanda mundial se calcula en 86 mbd, por lo que más de 200 mbd son «papeles» de especuladores financieros e inversores que refugian su capital en los contratos de futuros del petróleo.

Ante este ambiente, los mercados se ven influidos por factores psicológicos, entre ellos la insistencia de la OPEP en no incrementar su oferta para frenar la subida del precio.

Y si la semana pasada impactaron pronósticos de que los precios seguirán la escalada hasta los 140 e incluso 200 dólares por barril, la reinversión de la tendencia alcista se produjo esta semana después de que el magnate financiero George Soros advertiese de que el espectacular alza del petróleo tiene todos los visos de una burbuja especulativa, que podrá estallar cuando EEUU y el Reino Unido entren en una recesión.

Grave manipulación, graves consecuencias, grandes responsabilidades

El escándalo sobre la elaboración del informes sobre precios y costes de la energía publicado por la Comisión Nacional de Energía, crece por momentos y lleva el camino de devorar al organismo que preside Maite Costa, en un efecto ‘tsunami ‘de proporciones imprevisibles. Incluso aunque ayer la presidenta del organismo, desde Girona, quisiera volver a apuntarse a la teoría de que es necesaria una subida tarifaria, la cuestión tiene mucho más fondo de lo que parece, porque en realidad ataca a la esencia del funcionamiento de los mercados. De hecho, y aunque Costa hablase en su intervención antes los medios de comunicación ayer del déficit tarifario a las claras, no trató en ningún momento, la ‘Addenda”, la regalina: los informes aprobados por el Consejo del organismo, tras el proceloso proceso que tuvo lugar entre los días 13 y 20 de mayo. Podemos decir, que lo que dice está bien, pero que es tardío e incompleto.

Lo que pasa, es que tanto la carencia de análisis sobre el déficit tarifario (inclusive la ausencia del término) en el Informe que soporta la propuesta de subida de tarifas integrales del 11,3%, los dos párrafos que abrían la espita del cuestionamiento del mercado (precios, costes y ‘tarifa socializada”) y, finalmente, el informe “adosado” (y «adobado») a la propuesta de tarifas de la Comisión Nacional de Energía, constituyen un punto de no retorno en el comportamiento del regulador independiente, además de un anacronismo, impropio de una sociedad abierta y de mercado.

Por ello, en primer lugar, por más veces que se repita, no deja de sembrar de asombro de que un organismo regulador independiente, llamado a elaborar la propuesta de tarifas integrales para el tercer trimestre, se meta en una espiral que conduzca a añadir a su función estos “aderezos” que supone una crítica frontal al funcionamiento del mercado eléctrico. Se trata, probablemente, de la peor forma de ‘estrenar una función’ que debería servir para ‘estabilizar’ el funcionamiento de la Comisión Nacional de Energía y lo que hace es justo lo contrario, desestabilizar al regulador (más si cabe) e introducir al sector eléctrico en el túnel del tiempo.

En segundo lugar, una consecuencia, muy peligrosa en términos de credibilidad, a nivel interno y externo del organismo proviene de cómo se ha forzado la máquina para que salga a la luz este Informe. La utilización de una metodología de construcción de discurso de corte académico, sobre la base de supuestos y estimaciones, sin contar con datos exactos, económico-contables, fiables, conlleva una utilización torticera e intencional: no reducir el precio que surge en la casación de ofertas en la generación, sino modificar el acceso de determinadas tecnologías en su participación en el mercado, con el trasfondo de la denuncia pública y parcial de que las empresas se ‘lucran’ (una formulación demagógica y sencilla que no recoge la reducción de los resultados en el mercado nacional y la necesidad inversora futura), es un ejercicio de arbitrismo.

La ruptura, con el proceder de los servicios internos, el desplazamiento hacia la orilla del área eléctrica, tiene como resultado la pérdida de confianza y coloca en un falso plano de igualdad informes rigurosos y precisos (que los servicios del organismo realizan continuamente), con una ponencia, con formulaciones ideológicas, a la que se le pretende dar cobertura y legitimidad. Ello sin contar que el primer convidado de piedra en un akelarre de este porte, es el sector, las empresas, los regulados, puesto que el informe se ‘amasa’, se ‘adoba’ en la más pura clandestinidad y se difunde de la manera más exagerada. En conjunto, hay consecuencias de forzar el propio funcionamiento institucional de la Comisión Nacional de Energía, con un ponente que no ejerce de ponente, un consejero que suplanta al ponente y unos servicios que no ejercen de servicios técnicos. No vale.

Por otra parte, la Comisión Nacional de Energía, fruto de la aprobación de este informe, cuestiona el mercado eléctrico y proporciona argumentos falaces y muy inoportunos para abordar la reforma de la situación tarifaria acumulada, sataniza dos tecnologías con papeles muy diferentes en el mercado y refleja la falta de comprensión de un modelo liberalizado que, en ningún caso, se basa en determinar, por vía administrativa, unos costes para fijar unas rentabilidades como en los ‘viejos tiempos’. Las consecuencias más directas son las que se derivan de la pérdida de una oportunidad para realizar el ajuste tarifario tanto tiempo aparcado, desenfoca al personal, con lo que genera un problema y no una solución.

En términos de consecuencias, primero está el aspecto institucional y europeo: fruto del Informe complementario, se retrocedería en la aplicación de las Directivas sobre el mercado en el sector energético. Del mismo modo, también se están apreciando consecuencias a nivel internacional en términos de credibilidad sobre nuestra economía y sobre el sector eléctrico: cada día son más abundantes los pronunciamientos y los informes de análisis de bancos de negocios que “cuestionan el cuestionamiento” porque no se creen lo que leen y lo que les llega de un país que hasta el momento estaba a la cabeza de Europa en el proceso de liberalización del sector energético y se sitúa en el debate sobre la involución.

Este informe ha pasado a la lista de oprobios del organismo antes y durante la época de Maite Costa: la actuación del gobierno popular en el caso de la fusión de Gas Natural e Iberdrola, abortada por motivos políticos con la elaboración de un ‘informe de último momento, el informe sobre la OPA de E.ON a Endesa, dónde también se incorporó una ponencia como observaciones y luego, este informe (¡ah, los informes, las ponencias!). De todo ello, se derivan responsabilidades. La principal, la de haber acabado con el organismo.

La OPEP perderá su presencia en Extremo Oriente con la salida de Indonesia

Con la próxima retirada de Indonesia, la OPEP perderá su única presencia en Extremo Oriente, aunque, gracias a las recientes incorporaciones de Ecuador y Angola, su participación en el mercado se reducirá sólo marginalmente.

La decisión del Gobierno de Yakarta de abandonar la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a finales de año, no supuso una gran sorpresa en el sector porque hace tiempo que Indonesia había perdido peso político en el seno del cártel.

«La capacidad de producción de Indonesia ha venido cayendo desde hace tiempo, por lo que en los últimos años no era ya un miembro poderoso de la organización», explicó Rafiq Latta, especialista en la OPEP y el golfo Pérsico de la publicación especializada Middle East Economic Survey (MEES), con sede en Nicosia. «Podría decirse que (la retirada de Indonesia) afectará la composición de la organización, convirtiéndola en más árabe y de Oriente Medio, aunque este hecho queda mitigado por el reingreso de Ecuador a finales del año pasado», destacó Latta.

La organización ha sido ampliada el año pasado con la incorporación de Angola, que en mayo bombeó 1,87 millones de barriles diarios (mbd), y el regreso de Ecuador (500.000 bd), después de tres décadas de ausencia.

Más técnicamente, según el experto, la salida de Yakarta hará que el barril referencial del crudo de la OPEP sea más «pesado y ácido, con mayor contenido de azufre, es decir, de peor calidad». Con ello, el precio de la llamada «cesta-OPEP», una mezcla de trece calidades de petróleo -una por cada país miembro- debería bajar ligeramente una vez que se retire el crudo «Minas» de ese barril, cuyo valor suele situarse entre cuatro y cinco dólares por debajo del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) y del Brent.

También Ehsan Ul-Haq, analista de la consultora JBC Energy, con sede en Viena, desestimó que la decisión de Yakarta vaya a tener un impacto importante en la OPEP ni en el mercado petrolero. «No cambiará mucho. Indonesia seguirá cubriendo cerca del 1 por ciento de la demanda mundial de crudo, sólo que desde fuera de la OPEP», dijo Ul-Haq.

Según los datos de la organización, Indonesia, con una cuota oficial de 1,3 millones de barriles diarios (mbd), produjo el mes pasado 880.000 barriles diarios, un 2,7 por ciento de la oferta total del grupo (31,7 mbd), mientras que en 1977 bombeaba 1,7 mbd.

Frente a este sostenido descenso, causado por el agotamiento de los pozos y la falta de inversiones en el sector, el consumo de productos petroleros en el archipiélago de más de 220 millones de habitantes supera el millón de bd.

Es decir, Yakarta comparte más intereses con los países consumidores que con los productores y, de acuerdo con el artículo 7 de la OPEP, un país miembro debe tener «una exportación sustancialmente neta de crudo, que tiene fundamentalmente intereses similares» a los de los demás socios.

El secretariado de la organización no había reaccionado esta tarde a la noticia. Formalmente, de acuerdo con los estatutos del cártel, Yakarta deberá anunciar oficialmente su retirada en una conferencia ministerial y la próxima está convocada para el 9 de septiembre en Viena.

La OPEP fue fundada en 1960 por Arabia Saudí, Venezuela, Irán, Irak y Kuwait. Al grupo se adhirió Qatar en 1961, Indonesia y Libia en 1962, Argelia en 1969, Nigeria en 1971.

Ecuador entró en 1973, quedó suspendido en 1992 y se reintegró en 2007, Gabón fue miembro entre 1975 y 1994, y Angola entró en 2007.