Más información, menos nuclear

Las declaraciones de la Ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino, Elena Espinosa, al diario El País cerrando el debate nuclear (“No cabe más debate nuclear” titulaba el medio) ha venido precedido de la nueva estrategia de comunicación del Consejo de Seguridad Nuclear respecto a los incidentes ocurridos en las plantas españolas, de forma que lo sucedido este verano en las plantas españolas, se ha sustraido al fondo de la cuestión en la medida que tenga nivel de significación en la escala internacional o no, tenga riesgo final o no, esté controlado por los protocolos de activación de los planes de emergencias o no, funcionen los procedimientos o no, se sancione adecuadamente o no, dé resultados negativos en la población que pasa por los mecanismos de control sanitario o no. En este sentido, ha pasado en su conjunto a ser estas “típicas” serpientes de verano, que alimentan los medios de comunicación durante la canícula. Sustituyen por tanto estos incidentes a crímenes de tradición histórica como Puerto Hurraco, el asesino del naipe o los autocares despeñables. Es un ejemplo de cómo se desatan estos procesos mediáticos con mayor virulencia, cuanto mayor es la vigencia del debate nuclear (que por otra parte se pone de manifiesto en un escenario de precios del crudo por las nubes).

El Consejo de Seguridad Nuclear ya se apresurado ha hacer publico que ha cambiado los protocolos de comunicación en estos casos desde hace un año. Quiere decirse que se es más «generoso» en la difusión de estos incidentes. Y, también (véanse las últimas declaraciones de sus representantes a Informe Semanal) que las centrales nucleares españolas no están funcionando peor que en tiempos pasados. Al mismo tiempo, el Ministro de Industria, en un ejercicio de autoridad, reúne a los Consejeros Delegados de las empresas titulares de las plantas para requerirles más inversiones en las instalaciones. Por tanto, se da un ejemplo muy negativo a un sector en el cual la información y la transparencia se vuelve en su contra, en lugar de ser la garantía de que contamos con sistemas de seguridad, emergencia y supervisión, serios y rigurosos no amarillistas.

En paralelo, el histriónico Informe de Costes y Precios de la CNE habla de la “renta nuclear” como si las instalaciones nucleares no hubieran hecho más inversiones desde su puesta en funcionamiento. Y, todo el mundo confunde la moratoria nuclear española (derivada del desajuste entre las previsiones de demanda energética y la necesidad de abortar la construcción de nuevas centrales iniciadas) con la postura de otros países de no construir nuevas instalaciones (postura revisitada como ya ha ocurrido en el caso del Reino Unido, recientemente). Demasiados oportunismos y comportamientos políticos en forma de movimiento circular y espasmódico de los gallos sin cabeza, no propio de un país civilizado y occidental. Un debate articulado a través de varios atavismos.

Asimismo desde la propia Unión Europea se incide en el mayor peso futuro en el mix de generación tanto de las renovables como de la nuclear, siendo conscientes que el mix más eficiente es diversificado a la vista para evitar la concentración de riesgos. No consiste en poner en contradicción a unas tecnologías con otras. De hecho, ya empiezan a existir posturas de sectores ecologistas “clásicos” favorables a la energía nuclear para garantizar los compromisos en materias de reducción de emisiones, donde además, por cierto no podemos presentar un balance edificante (fruto también del diseño de Planes Nacionales de Asignación, pensados de aquella manera que mantienen el peso de los combustibles fósiles para evitar otros efectos políticos y penalizan tecnologías más limpias).

En el fondo lo que subyace es la necesidad de compatibilizar crecimiento medioambientalmente sostenible, con la sostenbilidad de la factura energética y la seguridad de suministro Por tanto, parece que el debate nuclear, muy a pesar de los cierres en falso que pretendemos en nuestro país, sigue abierto, tanto en España como en Europa.

Y de plano que estas propuestas de abortar este debate (siempre es malo abortar cualquier debate) seguramente que son baldías, por la propia fuerza de la realidad y de los hechos. En todo caso, sería además el debate que pudo haber sido y no fue, porque nunca hubo tal debate. Como cuando no se debatía sobre la palabra crisis por mucho que también lo dijera el Presidente del Gobierno. O, si esa es la forma en que una sociedad debate algo, mejor apaga y vámonos. El verdadero debate nuclear estriba en un debate de fondo y de más amplio calado, sin estridencias, sobre cómo cumplir con el crecimiento de la demanda de producción de electricidad del país, como hacerla compatible con unos precios de la energía razonables en función de ese mix de generación futuro. Ese debate, no está cerrado, ni mucho menos.

¿Otro caso Taguas?

La salida del director de regulación de la Comisión Nacional de Energía (anunciada hace días en el diario Cinco Días) parece que no ha suscitado a primera vista ninguna polémica apreciable, pasando desapercibida a los ojos de la opinión pública.

Vayamos por partes. Quizá esto ha sido así, en primer lugar, porque el puesto que ocupa actualmente José Manuel Revuelta no tiene la repercusión mediática que tendría la cercanía a la Presidencia del Gobierno, caso de Taguas, responsable en aquel momento de la Oficina Económica del Presidente. En segundo lugar, porque el destino de Taguas, toda vez que ya se atisbaban los primeros problemas para el sector inmobiliario parece más llamativo que la empresa a la que volverá Revuelta, en este caso, Endesa. Un sector que en estos momentos no está en el ojo del huracán, y en todo caso, Endesa, ya lo estuvo en su momento, y que parece que ahora el movimiento va por otros barrios.

El caso es que tenemos que recordar que el sector eléctrico es un sector fuertemente regulado. De hecho del conjunto de actividades que desarrolla el sector eléctrico se denominan actividades reguladas al transporte y a la distribución. Es decir a lo que tiene relación con la utilización de redes para el transporte de la electricidad hasta el consumidor (en el caso de que no exista un comercializador de por medio, situación que actualmente no es muy frecuente).

Por otra parte, porque las otras actividades liberalizadas que son la generación de electricidad y la comercialización de electricidad, mantienen una macrorregulación que pende sobre el conjunto del sistema. La denominada tarifa regulada, herramienta que sirve en estos momentos para contener los precios de la electricidad y trasladarlos al futuro en forma de déficit tarifario. El hecho, es que nos situamos en un momento crucial en el cual deben desaparecer las tarifas reguladas y las denominadas tarifas de ultimo recurso no deben suponer una construcción falseada de las antiguas tarifas reguladas para seguir instrumentando lo que en realidad son unas tarifas políticas. Es en este momento y situación, en el que Revuelta llega a Endesa procedente de la Dirección de Regulación de la Comisión Nacional de Energía.

Pero no sólo eso, la regulación en el sector eléctrico afecta, en estos momentos, a las tomas de decisiones sobre operaciones corporativas (función 14 en cuestionamiento) o función 15 (relativa a la competencia). También en el funcionamiento de las subastas virtuales de capacidad o en las subastas de déficit tarifario, en la que además intervienen operadores financieros. Del mismo modo, la forma en que se articula el acceso, la retribución de las distintas tecnologías o incluso las renovables tienen que ver con la regulación de este sector.

Por ello, y solamente por ello, ya sería muy importante, el transvase de un directivo de esta importancia de la Comisión Nacional de Energía a una empresa regulada. Además, en ocasiones ha dado la impresión (y así se ha percibido en el sector) que en la etapa de Maite Costa, la Dirección de Regulación se ha interpuesto sobre la propia estructura del organismo en el análisis de cada una de las decisiones en las que la CNE tenía que tomar posición. ¿Qué quiere decirse? Que la Dirección de Regulación ha ido desplazando a las Direcciones Eléctrica, Petróleo y Gas en las decisiones más polémicas y relevantes para elaborar los informes desde esa plataforma. De hecho, a esto se ha añadido la sombra inevitable sobre la actividad de esta Dirección y su vinculación con las esferas políticas (y consecuentemente arrojando dudas sobre la independencia de la actuación del regulador). En concreto, la buena relación que mantienen el Director de Regulación y el anterior Secretario General de Energía, Ignasi Nieto, cuestión que es conocida, reconocida, pública y notoria.

En consecuencia, cabe señalarse que en este caso la vinculación entre regulación y actividades es mucho más directa e intensa, incluso que en el caso del propio Taguas, dónde las vinculaciones podrían ser más o menos ciertas, pero diluidas en su papel de “Consultor Económico”.

En este sentido, aquí no pasa esto, y por ello, cabe efectuar un llamamiento para que se examine la salida del futuro ex Director de Regulación de la CNE desde el punto de vista de las incompatibilidades desde la Oficina de Conflicto de Intereses del Ministerio de Administraciones Públicas, con la mayor atención y transparencia, en aras a dar las mayores garantías al sector y confianza en la actuación institucional. No puede pasar desapercibido un movimiento de estas características y sería especialmente ‘sano’ para la confianza en nuestras instituciones, un régimen de ortodoxia y de confianza.

El crudo pasa por la volatilidad en medio de la tormenta financiera

El crudo de referencia en Estados Unidos, el Petróleo Intermedio de Texas (WTI), subió el viernes un 6,8 por ciento en el mercado de Nueva York, cerrando la semana en 104,55 dólares por barril, tras haber bajado sólo tres días antes hasta 91,15 dólares.

Por su parte, el barril de Brent, la marca referente de Europa, subió el viernes un 4,6 por ciento, hasta 99,61 dólares por barril, y el petróleo OPEP -calculado como promedio de 13 crudos- subió más de un 2 por ciento el jueves hasta 89,39 dólares por barril.

Estas subidas se produjeron mientras que se debilitó el dólar y los mercados financieros mostraron señales de recuperación tras el paquete de rescate presentado el viernes por la Casa Blanca para salvar el sistema financiero estadounidense.

Así las cosas, el barril de WTI cerró la semana por encima de la marca de los 100 dólares por primera vez desde el viernes pasado.

Al inicio de la semana el crudo había perdido un 10 por ciento de su valor en sólo dos jornadas, ante el temor a un colapso del sistema financiero en Estados Unidos.

Pero las iniciativas del Gobierno y de la Reserva Federal de EEUU, junto a otros bancos centrales, para dar mayor liquidez al sistema parecen haber restaurado algo de confianza inversora.

En un intento por frenar la especulación en el mercado de futuros, la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) prohibió por un período de 10 días las ventas al descubierto.

Esta ventas, llamadas en inglés «short selling», son un tipo de operación especulativa a corto plazo que consiste en apostar a que el precio de un valor bajará.

Así, los inversores venden un título que no poseen -a cambio de una comisión- para comprarlo posteriormente más barato y hacerse con la diferencia.

No obstante, esa medida inusual no pudo evitar que el dólar se depreciase frente al euro y otras divisas, lo que suele favorecer el alza en los precios del crudo y de los combustibles.

Además, los operadores del mercado siguen atentos a la situación de la industria petrolera en el Golfo de México y a la recuperación de la actividad en las refinerías tras las interrupciones causadas por los huracanes «Gustav» y «Ike».

Mientras tanto, sigue tensa la situación en torno a las instalaciones petrolíferas en Nigeria, un importante productor de crudo ligero en África.

En la noche del viernes al sábado un grupo rebelde en el Delta del Niger hizo estallar por los aires un oleoducto de la multinacional petrolera Shell.

Los rebeldes exigen una mayor participación ciudadana en los beneficios generados por la explotación petrolera en el país.

El Brent y el WTI marcaron en julio pasado un récord al superar los 147 dólares el barril, pero desde entonces registraron un notable bajón por la reducción de la demanda en varios países consumidores ante el elevado precio y la crisis crediticia.

Por eso, en su último informe mensual sobre el mercado del petróleo los analistas de la OPEP revisaron a la baja su pronóstico sobre el crecimiento de la demanda mundial de crudo en 2008.

Para el presente año, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) prevé que la demanda medie los 86,79 millones de barriles diarios, un 1 por ciento más que en 2007, aunque ese aumento es un 12 por ciento inferior de lo estimado hace un mes.

¿Habrá función 14 en el caso de la adquisición de Unión Fenosa por Gas Natural?

El consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía se reúne hoy para abordar su posición respecto de la denominada función 14 y su aplicación respecto de la operación de compra de Unión Fenosa por parte de Gas Natural. Esta decisión ha sido ya pospuesta una vez en el seno del Consejo, a la vista de la necesidad de seguir confrontando los efectos de la sentencia del tribunal europeo a la reforma que realizó el gobierno en su momento, de cara a la entrada de E.On en liza en Endesa.

Según ya se ha podido saber a través de los medios de comunicación, parece que la propuesta que tratará el Consejo es que no se aplicará la función 14 al caso de la operación Gas Natural, ni siquiera en su formulación previa (anterior a la entonces deseada disciplina española propuesta anti E.ON).

Por otra parte, ayer El Confidencial señalaba que existían “presiones insistentes” desde el entorno de Florentino Pérez (ACS) para que el Consejo de Administración del organismo resolviera la operación sin necesidad de aplicar esta función, paso previo en la tramitación habitual de estas operaciones.

Por otra parte, ayer el rotativo económico El Economista, recogía que la Comisión Nacional de Energía abogaba por que la empresa resultante de la operación tuviese un menor peso en el mercado del gas (aprovisionamiento y comercialización), lo que podría significar que se pudiera instrumentar condiciones que supusieran la venta de determinadas redes como serían las de Madrid y Galicia. Según esta información la cuota conjunta de mercado de la resultante puede ser muy elevada y, particularmente, en varias Comunidades Autónomas, lo que ha levantado las alarmas en lo que se refiere al ámbito de la competencia.

Una CNE, friendly

En todo caso, de los primeros pasos de esta operación, lo que parece claro es que la CNE seguirá siendo un organismo “friendly” con los intereses de ACS, en la medida que ha modificado sus posiciones y criterios anteriores concernientes al ejercicio de los derechos políticos en las Juntas Generales de Iberdrola, empresa en la que participa simultáneamente en el sector energético. En todo caso, es curioso como opera de forma maniquea la ley del péndulo en la aplicación de la función 14 del organismo, por una parte de pasar a ser un ‘fidelato’ que se estira y amplía hasta extremos inaprensibles (última formulación, ahora derogada por el Tribunal Europeo), hasta diluir cualquier observancia sobre el efecto en las actividades reguladas y en la inversión de operaciones que tienen que ver con dos operadores españoles y cuyas desinversiones y capacidad financiera tendrían que estar verificadas por los reguladores independientes.

La no existencia de la función 14 evidentemente entraña una serie de beneficios para la operación y su agilidad: el primero, el posible aborto de recursos posteriores que pudieran entorpecer la misma. En segundo, permitir mayores grados de libertad de cara a la cobertura de los requisitos financieros para la atención a lo que se denominan actividades reguladas, verdadero sentido de la función 14. Eso es una cuestión que se dilucidaría solamente a través de la función 15 (que valora cómo afecta la operación a la competencia) y cuyo papel realmente está en manos de la Comisión Nacional de Competencia. El informe de la CNE, en este caso, servirá para que este órgano fije su posición definitiva.

La no subida del butano: un mal ejemplo, un mal presagio, una mala práctica.

La semana pasada pudimos conocer como el Ministerio de Industria decidió no subir los precios del butano, congelando los precios de la bombona hasta fin de año, pese a la evolución de los precios de los combustibles. La justificación que ofrece el Ministerio de Industria ante esta medida es la protección de los consumidores y la existencia de tensiones especulativas que han propiciado la subida de precios de las materias primas. Por otra parte, y según la fórmula recién aprobada en la que se recogía la evolución de los precios, debería haberse subido un 9 % el precio de la bombona, algo que parece que su mayor problema, es que es insoportable políticamente.

Lecturas de esta decisión de no subida del butano.

– La primera es la perversión de los mecanismos que se fijan como articuladores del funcionamiento de los sectores energéticos. Quiere decirse que si existe una normativa vigente y se establece una determinada fórmula de fijación/revisión de precios, ésta debería aplicarse, sobre todo para garantizar la seguridad de todos los involucrados en la decisión. Sobre todo porque, si en aras de la protección de los consumidores, o de lo que sea, esto no se produce, se cae en una modalidad de arbitrismo paternalista intencional.

– Segunda lectura: el mantenimiento de la energía (en sus distintos formatos y formas de suministro) como servicio sujeto a precios intervenidos, algo que presagia que los procesos de liberalización en los sectores del gas y la electricidad tienen todavía muchos obstáculos políticos, filosóficos (y mentales) que resolver. Entre ellos una desconfianza hacia el mercado: si el mercado ofrece los resultados deseados es bueno y si no ofrece los resultados deseados es que es malo. Argumento en todo caso falaz, porque las alternativas al mercado son siempre menos eficientes y ofrecen efectos indeseados.

Por tanto, esta no decisión es una medida que se interpone en lo que debería ser la traslación de precios a los consumidores, con el fin de conseguir mejores ahorros, ajustes en los comportamientos y mayor eficiencia energética, incluso fomento de la sustitución de tecnologías por parte de los consumidores finales. Por tanto, la acción regulatoria altera los precios relativos de las tecnologías. Pero, la crisis aprieta y el conjunto de malas noticias a enviar a los ciudadanos es limitado, sobre todo, en tiempos de debilidad.

– Tercera, la satanización de los argumentos. Si, cuando las materias primas suben, lo hacen por la existencia de los “nefandos especuladores”, y no se traslada a los consumidores, cuando las materias primas bajan ¿qué pasará?. Ello introduce mecanismos de desconfianza también en los ciudanos que perciben esta asimetría justo en el sentido contrario. Hay que tener en cuenta que, realmente, las subidas y bajadas de precios se producen por la interacción entre oferta y demanda, y que la propia especulación es un comportamiento habitual en los mercados ¿Qué señales se trasladan a los consumidores para que sean conscientes de los precios reales? ¿Quién paga la diferencia?

Por tanto, el argumento políticamente correcto (pero económicamente erróneo) y biempensante estriba en la reducción de daños colaterales momentáneos: a los consumidores y ciudadanos. Pero al final todo se paga y todo llega, y probablemente las fórmas en que se produce esta demora, no sea la más conveniente ni para la economía, ni para los ciudadanos, ni para la propia política que se acotumbra a pervertir los mecanismos y el funcionamiento de los mercados y de la sociedad.

El apagón de Madrid y la distribución eléctrica

La avería que la semana pasada tuvo lugar en Madrid en una subestación de distribución de Iberdrola y que afectó a más de 40.000 usuarios, familias, usuarios domésticos, comerciantes, negocios, empresas, la Maternidad de O’Donell y hasta RTVE es una cuestión grave, que merece que se les preste atención de forma detenida y específica.

Una avería que tuvo una duración de más de 12 horas y que volverá a repetir la inclusión en el paisaje urbano de los generadores eléctricos por la ciudad, además de sumir a todos estos agentes en el proceloso y nunca satisfactorio mundo de las reclamaciones y recuperación de los daños sufridos. Por tanto, no puede pasar desapercibido un incidente de estas características, por otra parte, anunciados ya por muchos expertos que alertan sobre la situación de las redes en nuestro país, verdadero talón de Aquiles del sistema eléctrico.

Y, en primer lugar, porque empiezan a suceder episodios (especialmente en grandes ciudades españolas), que con cierta frecuencia afectan a la actividad de distribución eléctrica, verdadero ‘patito feo’ de la regulación energética española y cuya delicada situación requiere de soluciones por parte de la Administración y de los órganos de regulación energética. En segundo lugar, porque es necesario ser conscientes de la necesidad de que el suministro y la distribución en nuestro país deben ser coherentes con el desarrollo de nuestro país.

Es, por esto, una cuestión que incumbe especialmente a los órganos de regulación, de forma que se puedan extraer conclusiones sobre lo ocurrido y de sus responsabilidades cercanas y remotas, como ya reclamamos en su momento en el caso del apagón más grave de la historia reciente, el ocurrido en Barcelona, en julio de 2007, aunque en ningún caso sería comparable su magnitud. Del mismo modo, que hace más de un año, era necesario aclarar las circunstancias y responsabilidades, en que había sucedido el apagón que afectó a más de 350.000 personas en Barcelona. En ese sentido, la Comisión Nacional de Energía (CNE) extrajo conclusiones bastante claras que luego fueron “promediadas” (es un eufemismo) por los juegos de los equilibrios políticos en el ámbito del gobierno de la Generalitat.

Algo que no es probable que suceda en este caso a la vista de que sólo afecta en exclusiva a la distribuidora (el incidente se produce en instalaciones en propiedad exclusiva de Iberdrola) y a la propia posición que ya ha anunciado el gobierno de la Comunidad de Madrid, anunciando la máxima severidad y rigor en lo que se refiere a este incidente. Lo que si es evidente, es que habrá que estar atentos a la actuación inspectora y a la investigación. Por lo pronto, lo que cabe es restablecer cuanto antes la normalidad y el suministro a los ciudadanos, y en segundo lugar, la credibilidad en el funcionamiento de las instituciones para evitar que episodios así se vuelvan a reproducir.

El petróleo cae por debajo de los 100 dólares por primera vez desde marzo

La tendencia a la baja sigue así imparable pese a la decisión de la OPEP de reducir su oferta de petróleo y a la pérdida de gran parte del bombeo de los pozos del Golfo de México, debido al huracán «Ike».

La Organización de Países Exportadores del petróleo (OPEP), anunció el miércoles un recorte de su producción real, en un claro intento de frenar la reciente caída de los precios del crudo.

Así, el cartel petrolero, que controla el 40 por ciento de la producción mundial del «oro negro», decidió reducir en 520.000 barriles diarios (bd) el bombeo.

La inesperada medida responde a la percepción en la OPEP de que la oferta de crudo ha superado a la demanda.

«Dado que el mercado está sobreabastecido la conferencia acordó adherirse a las cuotas establecidas en septiembre de 2007, que totalizan 28,8 millones de bd, niveles que los países miembros se comprometieron a cumplir estrictamente», rezaba un comunicado divulgado al término de la reunión.

Este compromiso supone retirar del mercado la oferta excedentaria que algunos países miembros, sobre todo Arabia Saudí, que habían estado produciendo por encima de sus cuotas oficiales.

Por otra parte, Indonesia se ha retirado del sistema de cuotas de sus socios, y como Irak tampoco participa en ese reparto, la cuota total del resto de los 11 países miembros queda establecida en 28,8 millones de barriles diarios (mbd), frente a los 29,67 mbd vigentes hasta ahora.

El huracán «Ike» ha cortado el suministro de crudo

Sin embargo, el anuncio de que habrá menos crudo en circulación no ha servido, en principio, para atemperar la caída de los precios. Sobre todo considerando que el paso del huracán «Ike» por el Golfo de México ha cortado casi la totalidad del suministro de crudo que se extrae de esta región.

El pasado jueves, el Gobierno estadounidense anunció que las empresas petroleras que trabajan allí han suspendido casi el 97 por ciento de su bombeo de crudo y 93 por ciento de la de gas.

De los pozos del Golfo de México se extrae la cuarta parte del «oro negro» que se consume en EEUU.

Además, la prevista llegada este fin de semana del ciclón a Texas hace temer aún más estragos, ya que este Estado es el corazón de la industria petrolera estadounidense y sede de numerosas refinerías.

Pese a todo, las cotizaciones del petróleo en los mercados internacionales registraron importantes pérdidas y bajaron por debajo de los 100 dólares/barril, una situación no vista desde el pasado marzo.

En la Bolsa Mercantil de Nueva York, el Petróleo Intermedio de Texas (WTI) llegó a marcar el viernes una cotización de 99,99 dólares por barril, la primera por debajo de los 100 desde el pasado marzo.

El precio al cierre fue finalmente de 101,18 dólares por barril, más de 5 dólares por debajo de la cotización de hace una semana.

Esta marca supone que el crudo de referencia en EEUU ha perdido un 31 por ciento de su valor desde el récord histórico alcanzado hace sólo dos meses.

Por su parte, el Brent de referencia en Europa bajó el miércoles por debajo de los 100 dólares, la primera vez desde marzo, y acabó la semana en 97,58 dólares/barril, 6,5 dólares menos que el cierre del pasado viernes.

Acompañando esta tendencia, el «oro negro» de la OPEP cayó el martes por primera vez por debajo de los 100 dólares por primera vez desde marzo pasado, al venderse a 98,40 dólares.

Y es que el temor a la caída de la demanda está pesando más que cualquier otro factor.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) revisó esta semana a la baja sus previsiones sobre la demanda mundial de petróleo para 2008 y 2009 por considerar que la ralentización económica y los altos precios del barril han afectado más de lo esperado las pautas de consumo en los países ricos.

En su informe mensual la AIE estimó que la demanda global será de 86,8 millones de barriles diarios este año, 700.000 barriles más cada día que en 2007, pero 100.000 menos de lo que había calculado el mes pasado.

Indiferencia tarifaria en Industria y la CNE

El mismo día que se conocía que el Ministerio de Industria se reafirmaba en su posición expresada por el propio ministro, de no revisar las tarifas hasta enero, se conocía también que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) no tiene contemplado realizar una propuesta al Ministerio de Industria sobre subidas del precio de la luz para el cuarto trimestre. Si se hubiese decidido a aplicarla, la entrada en vigor se produciría el 1 de octubre.

Recordemos, que conforme al nuevo mecanismo, que comenzó a aplicarse en la revisión de julio, la CNE podrá elaborar un informe con una propuesta de revisión tarifaria, que servirá a Industria para diseñar una eventual orden ministerial con las modificaciones en los precios regulados.

Si hacemos un poco de memoría, la anterior revisión la que dio lugar a la denominada “tarifa social”, el organismo presidido por María Teresa Costa propuso una subida media del 11,3% para el tercer trimestre, hasta los 66,14 euros por kilovatio hora (kWh), al entender que este precio cubriría los costes totales del sistema y no generaría déficit tarifario adicional. Es decir era una propuesta para evitar que hubiese un aumento de los precios por encima del IPC.

Industria aplicó finalmente una subida media del 5,6%, que se sumó a la del 3,3% aplicada el 1 de enero del presente año. La orden ministerial vino acompañada de novedades polémicas como la introducción de la “tarifa social” o la nueva tarifa nocturna de discriminación horaria, en la propia polémica por la eliminación de la tarifa nocturna.

Por otro lado, el mismo día, el consejo de administración de la CNE aprobó un informe en el que se aprecia que el precio del mercado mayorista de la electricidad aumentó en los seis primeros meses del año 6,273 céntimos de euro por kWh, o un 16%, con respecto a la previsión de precio incluida en la tarifa integral. Así se recoge en el boletín mensual de indicadores eléctricos y económicos del regulador energético, en el que se aprecia que la demanda de electricidad aumentó un 2,81% en julio en términos interanuales, 0,48 puntos menos que en 2007.

Consecuencia o corolario: la subida de tarifas es una cuestión que no interesa a nadie. El Ministerio de Industria que percibe la propia debilidad del ejecutivo, como se ha podido comprobar en la última sesión del Parlamento, no va a afrontar este proceso que por momentos se torna en más delicado. En ese contexto, no parece propio invocar a una subida de tarifas. Por otra parte, la CNE actúa con docilidad, tampoco va a poner al Ministerio de Industria en el disparadero de hacerle un informe adicional que cuente las “verdades del barquero” y refleje que si al final se subió a mitad de año un 5,6 % la tarifa y los precios han subido hasta un 16 %, quiere decirse que sería necesario continuar subiendo la tarifa para no generar déficit tarifario adicional (déficit por tanto que si se está generando). Es tiempo de gestionar la renovación del organismo y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

La legislatura es joven (aunque parece que hace una eternidad que comenzó), el petróleo da algún síntoma de moderación, el déficit corre…

La renovación del consejo de la CNE, a examen

El mes de septiembre ha empezado nuevamente con un goteo informativo continuado en lo que se refiere a los órganos reguladores, sobre todo a raíz del tiempo de prórroga ante el que está sumido el regulador energético español. En una sociedad democrática y occidental, los órganos reguladores independientes tienen un papel de garantía, desarrollo, control y supervisor de los mercados y del funcionamiento de los sectores económicos, clave y trascendental para dar estabilidad a los mismos. Órganos que tienen que ser capaces de ejercer su función con seriedad y autonomía de los distintos ejecutivos, deben tener prestigio y deben ser respetados en su sector de actividad. Nada de eso se cumple hoy en el caso de la Comisión Nacional de Energía, por errores propios fundamentalmente, mal funcionamiento de su Consejo y por su desastrosa política presidencial, muy discutible tanto a nivel interno como externo.

En nuestro caso, la pasada primavera hubo un lento pero continuado torrente de posicionamientos sobre el cambio en el estatuto y el funcionamiento de los órganos reguladores y su necesidad de reforma, con artículos y posicionamientos de expertos y juristas, en los que se hablaba de elementos comunes en la literatura comparada: elección, funcionamiento, duración de los mandatos, capacidad de decisión y de no revocación de sus dictámenes, etc… Todas ellas, cuestiones de perfeccionar notoriamente en el caso español y más concretamente en el regulador energético.

En el momento que comenzó esta polémica, estaba pendiente resolver la composición de varios órganos colegiados, Consejo General del Poder Judicial, Tribunal Constitucional y la Comisión Nacional de Energía. Órganos que han ido degradándose hasta llegar al paroxismo, forjando una crisis del “institucionalismo” en España y del que acaba de resolverse en primera instancia, y a su manera, el caso del CGPJ, quedando pendiente y en el interinato la renovación de varios miembros del consejo de la Comisión Nacional de Energía, prolongados en su mandato ya durante cuatro meses, siendo este mismo Consejo el que afrontará nuevas decisiones en lo que se refiere a las operaciones corporativas en el sector.

Como se pueden imaginar una cuestión que es clave es la selección de los miembros de estos órganos reguladores y su número de miembros, para que sean organismos ágiles, ejecutivos y efectivos. Selección que debe realizarse desde unos principios de capacidad profesional, amplia experiencia en estos sectores, conocimiento más allá de lo académico, madurez y conocimiento de los sectores empresariales y de los comportamientos de los agentes de un sector, incluido de los modelos financieros en los que se desarrollan.

La garantía de los mismos en determinados países incluye, incluso que el gobierno presente “ternas” de candidatos que son presentados al Parlamento y que son oídos (“hearings”) por los representantes de la soberanía popular, quienes escrutan la capacidad y el “programa” de los aspirantes. Muy diferente, por tanto, a la forma en que empiezan a funcionar las agendas, se cobran favores o se otorgan estas posiciones hasta el momento, no exentos de cierto regateo. La segunda pieza es la definición de sus funciones algo que, en el caso de la Comisión Nacional de Energía ha contado con un proceso intercurrente: la sentencia del Tribunal de las Comunidades Europeas en lo que se refiere a la función 14 (ayer hablábamos de la “defunción» 14), algo que parece que si se va a recoger en la reforma del organismo, como ya se han hecho eco otros medios informativos.

Por tanto, es el momento de aprender las lecciones que ofrece el último proceso, el referido a la nueva composición del Consejo General del Poder Judicial. La noticia buena del mismo es que se ha logrado el acuerdo de los partidos políticos, es decir, que se ha buscado el consenso, lo que sería de muy desear en el caso de la CNE, dado el desprestigio en el que está sumida actualmente y cuya tarea de recuperación debe ser prioritaria, a la vista de la visión internacional que tienen los órganos de regulación españoles y el sector energético (se ha vuelto a hablar de riesgo regulatorio en los ámbitos financieros). Por tanto, las informaciones que apuntaban a un encuentro entre Miguel Sebastián y Cristóbal Montoro, para tratar en común esta cuestión, son más que razonables, necesarias.

El riesgo o la noticia mala en el caso del poder judicial es que fruto de ello se ha politizado fuertemente. Heredamos, por tanto, una muy nociva tendencia que es la de que consecuencia de las mayorías parlamentarias, la politización (entendida como ejercicio de partidismo) se traslada a todos los ámbitos de la vida y esfera civil: de las comunidades de regantes, las asociaciones de vecinos, del poder judicial o de la energía. Esperemos que se sepa conjurar este riesgo.

Queda una segunda línea que se ha hecho presente para tener en cuenta las futuras quinielas, además de los equilibrios políticos y territoriales entre partidos (recientemente se informaba que el PNV podría tener un puesto en el Consejo de la CNE) y es la cobertura de los que hoy se denominan cuotas en aplicación de los criterios de paridad en los Consejos. Ello nos aboca a pensar aquella frase que decía una feminista, activista de este movimiento, la de “se alcanzará la igualdad plena cuando haya una mujer inútil en un puesto relevante” señalando el extremo de que las mujeres tienen que demostrar mucho más que los hombres para conseguir posiciones importantes en la sociedad. Lo que cabe es que, para el bien del sector (es un momento muy delicado), para el bien de la economía (en plena crisis, debería ser un momento en que los representantes políticos se empeñasen en dar seriedad al funcionamiento e instituciones económicas), no se elijan ni a hombres, ni a mujeres inútiles para la responsabilidad de recuperar la credibilidad de la CNE. De todo ello, de los dos casos, tenemos suficientes ejemplos.

La caída de la demanda arrastra a la baja los precios del crudo

La cotización del petróleo ha caído desde un techo de más de 147 dólares por barril a mediados de julio hasta menos de 107 dólares en el plazo de escasas semanas. Esto supone un descenso de 40 dólares en menos de dos meses, casi un 30 por ciento de su valor. Arabia Saudí, el mayor productor mundial, ha inyectado de forma unilateral más crudo en los mercados en los últimos meses para detener la tendencia alcista.

Riad ha venido repitiendo que un crudo excesivamente caro frenaría a largo plazo la demanda si terminaba por afectar a la economía mundial. Por el otro lado, países como Irán y Venezuela han defendido valores del crudo por encima de los 100 dólares como el precio «justo» del petróleo.

La OPEP ha venido insistiendo que la espiral alcista del crudo no se debía a la escasez de petróleo, sino que el precio estaba inflado por causas ajenas a la organización, como los problemas geopolíticos, el debilitamiento del dólar, la especulación y los cuellos de botella en el sector del refino.

El prestigioso Centro de Estudios de Energía Global (CGES, en sus siglas en inglés) ya preveía una «contracción significativa de la demanda» de los países ricos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que podía afectar a los precios.

Y lo que es más importante, en numerosos países emergentes que estaban tirando de la demanda durante la crisis económica, el recorte de los subsidios para abaratar los productos destilados dentro de sus mercados también está teniendo un impacto en el consumo.

En Nueva York, el crudo tipo Texas acabó la sesión el viernes en 106,23 dólares, acumulando una caída del 10 por ciento en seis jornadas seguidas de descensos. El crudo Brent, de referencia en Europa, cayó ayer más de dos dólares en el mercado de futuros de Londres, donde cerró por debajo de la barrera de los 105 dólares.

Estas caídas se producen poco antes de la reunión ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en Viena el próximo martes. En principio los analistas preveían que la OPEP iba a dejar sin cambios sus actuales cuotas de producción, pero con las fuertes bajadas algunos observadores ya vaticinan un posible movimiento en el nivel de bombeo para defender la barrera de los 100 dólares por barril.

El fortalecimiento del dólar ha sido otro de los aspectos de esta bajada. Si hace poco se cambiaban 1,60 dólares por cada euro, ayer el «billete verde» toco un máximo anual frente a la divisa europea al situarse en los 1,41 dólares, explica la consultora especializada JBC.

El avance de la moneda estadounidense frente al euro y otras monedas desanima a algunos inversores a adquirir materias primas que, como el oro y el petróleo, se negocian en esa divisa. El «billete verde» se ha beneficiado esta semana de las peores perspectivas de la economía europea en comparación con la estadounidense. El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, informó el jueves que habían revisado a la baja el pronósticos de crecimiento de la eurozona y había elevado el de la inflación para este año y el que viene.

Los malos datos del desempleo en EEUU también han ensombrecido las perspectivas al otro lado del atlántico. El viernes se supo que el paro subió por octavo mes consecutivo y se situó en agosto en el 6,1 por ciento, la peor cifra registrada desde septiembre de 2003.Por otra parte, el paso del huracán «Gustav», a pesar de no ocasionar grandes destrozos, afectó a la producción de crudo por el cierre de las instalaciones.

Los expertos prevén que los datos de reservas podrían reflejar en las próximas semanas el parón que el huracán «Gustav» ha provocado en la producción de petróleo y de gas en el golfo de México y en la actividad de las refinerías.